Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Merly
Liseth Morales Ardila ,1, José Sebastián Contreras Leal1,2
1-Estudiantes de ingeniería ambiental de la universidad francisco de paula Santander.
Códigos institucionales 1,1-1651116, 1,2-1651721
MARCO TEÓRICO
niños parten con una desventaja desde su nacimiento. Por ejemplo, datos recientes de mi
propio país, Indonesia, muestran que alrededor de un tercio de la desigualdad existente
en la actualidad se debe a las circunstancias en que nacen las personas.
En efecto, en muchos lugares — por ejemplo, en un área rural— si nace una niña y sus
padres son pobres, o si pertenecen a un segmento o grupo étnico marginalizado, esa niña
tendrá menos oportunidades y más probabilidades de ser pobre. La limitación de
oportunidades restringe la movilidad económica, perpetúa la pobreza de una generación a
otra, y puede reprimir el crecimiento al limitar las posibilidades de amplios grupos de
personas. Por esta razón, ayudamos a los países a prestar servicios básicos que
benefician a todos, y particularmente al 40 % más pobre de la población
Es necesario desvelarlo por claridad discursiva y esclarecer ciertos aspectos para abordar
adecuadamente el tema. Los dos modelos principales que presentan las necesidades son
el economicista y el sostenible.
En el modelo economicista
la mayoría de la gente sufre un estancamiento económico y social, la desigualdad
representa una verdadera amenaza para el progreso de las personas y de países enteros.
Prima el tener por tener, y se relacionan las necesidades con la cantidad y variedad de
bienes disponibles, creando la necesidad de nuevos bienes y desvalorizando los
existentes. Por ello, habla de pobreza y riqueza. El modelo sostenible invita a conocer
las propias necesidades y cómo satisfacerlas. Esto es considerado importante para crecer
y desarrollarse personal y profesionalmente. Propone un esquema de clasificación de las
necesidades de acuerdo con dos criterios. El primero abarca las necesidades
existenciales: ser,
tener, hacer y estar. El segundo se establece según categorías axiológicas como
subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y
libertad.
El primer modelo, al contrario que el segundo, da poca importancia a la conciencia,
debilitando la sensibilidad hacia problemas de sostenibilidad. El segundo, además,
favorece que el ser humano se dé cuenta de lo que realmente necesita. La clave está en
conectar el nivel de desarrollo socio moral, como proceso discriminador entre
necesidades, satisfactores y bienes, y hacer un uso prosocial en dicha cuestión, puesto
que la conciencia está mediada por la concepción respecto de la realidad existente, la cual
está determinada por la forma como se visualiza la cosmovisión dominante instalada en el
sistema de creencias o imaginario colectivo: ideología de la escasez o utopía de la
abundancia.
LOS VALORES HUMANOS
Antivalores: el racismo, la xenofobia, la injusticia, la intolerancia, etc. Hay que tener una
beligerancia en contra.
Controvertidos socialmente: no son contradictorios con los valores controvertidos y
están ligados a opciones políticas, creencias religiosas, estáticas. Hay que mantener
neutralidad o beligerancia.
Como parte del problema del orden/desorden producto de las desigualdades habrá que
reconocer que los conflictos derivados de los procesos múltiples de las desigualdades
pueden surgir como procesos locales, no necesariamente sistémicos. Pero sin olvidar el
componente sistémico o global, lo que algunos denominan como glocal.
La cuestión del orden/desorden, más que ningún otro, hace necesaria la noción
de autopoiesis social: entendida como capacidad para generar formas de sociedad de
manera espontánea pero dentro de ciertos marcos de sentido social, Castoriadis (2006)
diría por y en los magmas de significados imaginarios sociales. Habrá que entender que
los bucles y rizomas que las formas de la desigualdad traman producen procesos de
deriva social (en este texto entendido como proceso de cambio indeterminado) cuando:
a) La producción de sociedad y cultura, mundos de vida, esferas de la labor
intrínsecamente mutables, son alterados por el Estado nacional, sobre todo cuando
introduce acciones de intervención técnica e ideológica de naturaleza compensatoria en
las diversas estructuras institucionales del bienestar.
b) Cuando en la producción de sociedad y cultura, mundos de vida, mundo de la labor,
son impactados por el florecimiento de formas múltiples y coimplicadas de violencia
(estructural, cultural y directa) provenientes de variados actores que cuestionan o tratan
de mantener el Estado de cosas.
c) Cuando ocurren transformaciones auto-organizadas de la estructura social inducidas
por la acción del mercado y sus diversos agentes sociales y políticos (sociedad civil,
partidos políticos) ya sea como producto de situaciones de crisis o de riesgo generadas
por los procesos de desigualdad a escala mundial y regional (lucha por los recursos
estratégicos).
d) Como reingeniería de los imaginarios y culturas colectivas inyectados desde la
mercadotecnia de los mass media para producir cambios en el imaginario cultural del
consumo o para producir procesos de re-institución de ciertas instituciones sociales para
hacerlas funcionales a la oferta del mercado.
No es posible olvidar que todos estos procesos complejos de orden/desorden más que
acabar con las desigualdades, casi siempre, las reproducen, las re-crean o las potencian,
teniendo como resultado concreto diversas y sustantivas formas de violencia social.
Bibliografía
M. Marti (2008).Las necesidades humanas desde la psicología moral
tomado de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2698952
httSri Mulyani Indrawati
https://live.worldbank.org/experts/sri-mulyani-indrawati