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“Congregación Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor”

I.E.P.A.C. “Instituto Gelicich”

Módulo
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE
NOS DESARROLLAMOS SOCIALMENTE 26

ÁREA NUESTRO PROPÓSITO ES…


Establece relaciones basadas en el respeto, el diálogo y la negociación teniendo en cuenta los
DPCC
intereses personales y comunes para cumplir roles y deberes en la IE de.
COMPETENCIA Convive y participa democráticamente en la búsqueda del bien común
FECHA Del 02 al 06 de setiembre del 2023

Evidencia Ficha de actividades

Para empezar, te invito a conocer información importante sobre nuestro desarrollo social dentro de los diversos
grupos en nuestra sociedad.

El desarrollo social en el grupo


¿Qué valores has aprendido en tu grupo de amigos?

Durante la adolescencia, el vínculo de dependencia con los padres se debilita y es sustituido por el establecimiento de nuevas
relaciones sociales, donde cobran importancia el grupo de amigos y compañeros con su lenguaje propio, su vestimenta, sus formas
de llamar la atención, etc. En esos grupos, los adolescentes ponen en práctica las habilidades sociales que han aprendido en la
familia.
El rol de grupos de amigos
Con la llegada de la pubertad y la adolescencia, los grupos de amigos cambian. Eso se debe a que los intereses que se tienen en la
infancia y en la adolescencia no son iguales. Del mismo modo, el papel e importancia del grupo es diferente según la edad.
Dentro de los grupos de adolescentes se produce un fenómeno curioso: todos tienden a actuar de manera similar, a hacer las
mismas cosas y a decir que piensan lo mismo sobre algunos temas. Eso se debe a que la fuerza del grupo de amigos los ayuda a
sentirse seguros.
El grupo ayuda a los adolescentes a aprender a negociar y a descubrir intereses comunes con otras personas, a la vez que les da
una gran sensación de estabilidad para afrontar otros cambios que ocurren en su vida. También es común que algún integrante del
grupo destaque por su personalidad o por alguna habilidad, y que el resto lo siga o imite.
“Congregación Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor”
I.E.P.A.C. “Instituto Gelicich”

¿Cómo son los grupos?


Alrededor de los doce años, los amigos de la infancia son “reemplazados” por grupos muy cerrados, formados por cuatro o cinco
adolescentes que se reúnen porque los une una especie de “pacto” que incluye salidas, gustos musicales similares y conversaciones
sobre todo tipo de temas, incluso confidencias sentimentales.
Esos grupos son comunes y pueden aparecer en diferentes contextos. Uno de los principales espacios donde se forman es la escuela,
pues es el principal círculo de convivencia entre adolescentes, después de la familia. También surgen grupos entre los compañeros
de un club o los vecinos del barrio.
Es usual que los grupos de adolescentes de esta edad se reúnan sin haberlo planeado conscientemente. Lo hacen para sobrellevar
las preocupaciones y actividades propias de esa etapa de su desarrollo.

La amistad
La amistad es una relación afectiva y voluntaria que existe entre dos o
más personas sobre la base de valores como la comprensión, la solidaridad
y la confianza. Para que una relación humana sea considerada una
auténtica amistad, debe reunir algunas características básicas:

La autoestima y la autonomía en la amistad


Las personas deben tener una buena autoestima y valores morales para
formar y consolidar una amistad sana. De esa manera, podrán conservar
su autonomía dentro del grupo de amigos, ya que pertenecer a un
grupo no implica renunciar a determinadas actividades o aspiraciones.
Muchos adolescentes, por miedo a la burla o a quedar solos, ocultan
sentimientos, ideas o creencias porque consideran que los demás no los
entenderán y se alejarán. La verdadera amistad está fundada en el respeto,
en la aceptación, en el afecto y en la ayuda mutua.
Un verdadero amigo o amiga acepta lo que el otro
desea en la vida, así como lo que piensa y siente. Por ello, en el grupo de
amigos se debe respetar la individualidad de cada integrante y pedir el
mismo respeto hacia la propia persona. Para lograrlo, el adolescente debe
tener confianza en sí mismo y reconocer sus diferencias con los demás,
aun cuando se identifique con su grupo. Es imprescindible, además, que
mantenga su dignidad, aunque corra el riesgo de ser rechazado por el
grupo.

¿Los padres y los amigos?


Durante la infancia, lo usual es que los niños les cuenten todo a sus padres y que recurran a ellos cuando encuentran un problema
que no pueden solucionar. En la adolescencia, la relación entre padres e hijos cambia. El adolescente, al tornarse más
observador y crítico, cuestiona el pensamiento y la autoridad de los padres. Entonces, se refugia en el afecto y la
solidaridad de sus amigos.
A los padres, por su parte, les cuesta adaptarse a estos cambios. Muchos sienten que sus hijos los han desplazado por
sus amigos, con quienes pasan más tiempo y comparten sus secretos y dudas. Sin embargo, el adolescente aún toma
en cuenta la opinión de sus padres. Necesita sentirse aprobado por ellos. Una forma en la que se ve la aceptación o
desaprobación de los padres es a través de la actitud que estos muestran hacia sus amigos.
La influencia del grupo
La influencia del grupo en la adolescencia es decisiva porque provee a los jóvenes de un sentimiento de pertenencia
que se manifiesta a través de la identificación con las actividades propias del grupo: diversiones, forma de vestir,
lenguaje, etc. Además, el sentido de pertenencia contribuye a su autoafirmación, pues les permite compartir problemas
parecidos y confirmar sus creencias e ideas.
No obstante, uno de los riesgos de la pertenencia al grupo es que puede absorber la identidad individual del adolescente.
Así, algunos chicos con una autoestima débil sienten tal necesidad de ser aceptados que pierden su capacidad de decidir
y dejan que el grupo decida por ellos.
La presión del grupo
Si el adolescente no tiene la autonomía suficiente para diferenciarse de su grupo y hacerle frente, puede sentirse tan
presionado que termina por adoptar determinados comportamientos, aun cuando sabe que son inadecuados. Estas son
las razones por las que cede a la presión del grupo: inseguridad personal, sentimientos de inferioridad y temor al
rechazo. Por el contrario, el adolescente que tiene el valor de oponerse a situaciones inconvenientes para sí mismo o
para los demás está ejerciendo su libertad al actuar según sus principios.
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I.E.P.A.C. “Instituto Gelicich”
Aprendiendo a convivir
Construir la convivencia en un grupo exige una voluntad permanente de comunicarse y querer comprender al otro.
Esto solo es posible a través del desarrollo de actitudes y valores que fundamenten la convivencia.
La asertividad
La asertividad es una habilidad que permite a la persona mostrar sus sentimientos y pensamientos con transparencia.
A la vez, la ayuda a reconocer y respetar los pensamientos, sentimientos, opiniones y deseos de los demás. Es una
forma de comunicación que impide que algunas personas se impongan sobre otras o se aprovechen de ellas. La persona
asertiva busca ser honrada, justa y sincera.
Las siguientes pautas permiten desarrollar la asertividad:
• Autoanalizarse. Implica identificar las circunstancias en que se producen los comportamientos no asertivos.
Pueden darse en las relaciones con los otros (familiares, amigos) o en el ámbito interno (recuerdos negativos,
preocupación por el futuro).
• Cambiar de actitud. Significa visualizar la manera de actuar asertivamente ante una situación similar.
• Actuar. Conlleva poner en práctica lo que se ha pensado. Si esta nueva actitud produce temor o ansiedad, se
debe pensar en sus beneficios antes que en las dificultades.
“Congregación Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor”
I.E.P.A.C. “Instituto Gelicich”

FICHA DE TRABAJO Módulo


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COMPETENCIA: Convive y participa democráticamente en la búsqueda del bien común

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