Está en la página 1de 6

¿Para qué sirve el paréntesis?

El paréntesis sirve para introducir información en


un enunciado sin alterar su estructura.
En otras palabras, con este signo podemos añadir incisos, datos
de muchos tipos y otros elementos informativos dentro de una
oración o un párrafo de una manera discreta.
Claro está, de lo anterior se pueden desprender muchas
posibilidades a la hora de escribir. Por ese motivo vamos a tratar
por separado cada uso.

Para introducir un inciso


A veces cuando escribimos nos vemos obligados a hacer una
aclaración o un inciso acerca de lo que estamos diciendo para
brindar una información extra. En este caso podemos utilizar
paréntesis:

• “Juliana llegó ayer (había dicho que no viajaría, pero


igualmente lo hizo), y de inmediato fue a buscar a sus
padres”.
• “Cada vez que busco algo en internet (lo hago para
saciar mi curiosidad) descubro que hay muchísimas
fallas en el sistema educativo”.
A decir verdad, hay otros signos en el español que podrían cumplir
esta función (la raya y la coma). Pero es mejor optar por el
paréntesis si no queremos que el inciso interrumpa el orden o la
sintaxis de la oración.

Eso se puede apreciar en los ejemplos. En cada uno la aclaración


no está conectada con el hilo conductor que lleva el párrafo, y aun
así sigue teniendo relación con él.

Para añadir datos puntuales


Otra posibilidad es que queramos añadir un inciso con un dato
puntual o específico en vez de una oración de muchas
palabras. Aquí hay varios casos que podemos encontrarnos:

• Fecha: “Para el año en el que ella nació (1945) el


racismo era una conducta mucho más presente en su
país”.
• Lugar: “Fuimos a una bella ciudad al norte de Sicilia
(Italia) para hacer nuestra boda tal como soñábamos”.
• Autor: «“Puedo escribir los versos más tristes esta
noche” (Neruda)». Aquí usamos dos tipos de comillas
para indicar que hay una cita en el ejemplo.
• Siglas: “La ONU (Organización de las Naciones Unidas)
declaró hace tiempo que era ilegal la discriminación”.
• Obra: «“Muchos años después, frente al pelotón de
fusilamiento…”» (Cien años de soledad). De nuevo
usamos dos clases de comillas para señalar que hay
una cita.
Desde luego, hay muchos otros datos que podríamos incluir en
nuestros textos con paréntesis, pero esos cinco bastan para que
tengamos una idea.

Para introducir opciones


En ciertas oraciones y párrafos que escribimos nos vemos
obligados a introducir varias opciones posibles, como el género
masculino y el femenino. Veamos un momento el ejemplo
siguiente:

• “Se solicita chico o chica para atender a la clientela,


con buena presencia, absoluta responsabilidad y
excelentes modales”.
En ese caso las dos opciones son “chico” y “chica”. Si queremos
simplificar el texto podemos usar los paréntesis para incluir la
segunda en la primera:
• “Se solicita chico(a) para atender a la clientela, con
buena presencia, absoluta responsabilidad y
excelentes modales”.
En este primer ejemplo simplemente añadimos una letra a “chico”.
Siempre que sea así, el paréntesis irá unido a la palabra.

Otra posibilidad es que la opción no sea solo una letra, sino un


término entero, como “los”. Cuando sea de esta manera, el
complemento sigue entre paréntesis, pero estos no van unidos a
la palabra anterior:

• “Indique a continuación el (los) día(s) que tomará de


reposo, por favor, además de la razón de su ausencia”.
Este uso tan frecuente del paréntesis lo encontramos también en
otro signo de puntuación de nuestra lengua: la barra.

Para señalar una omisión a mitad de una cita


Los paréntesis funcionan también para indicar que estamos
omitiendo el fragmento de una cita, cuando no esté ni al inicio ni
al final. Para eso debemos colocar tres puntos suspensivos
dentro de ellos:

• “En un lugar de la Mancha (…) vivía un hidalgo de los de


lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo
corredor” (el Quijote).
En esa cita el fragmento omitido se encuentra a la mitad entre el
inicio y del final. Podríamos hacer varias omisiones, si hace falta:

• “Muchos años después (…) el coronel Aureliano


Buendía había de recordar aquella tarde remota (…).
Todos los años (…) una familia de gitanos (…) daban a
conocer los nuevos inventos”. (Cien años de soledad).
Tal como se ve, no importa el número de omisiones que hagamos,
sino que nos ajustemos a añadir el paréntesis. Debemos
mencionar también que el fragmento omitido puede ser tan largo
como necesitemos.

Por último vale señalar que este uso lo cumplen también los
corchetes, que suelen ser más frecuentes en las citas.

Para indicar las acotaciones en un guion de teatro


Los paréntesis sirven también para indicar las acotaciones en un
guion teatral. Recordemos que una acotación es la acción que
ejecuta un personaje en alguna sección de la obra:

• “JULIO. (Viendo a todos fijamente) ¡Ya estoy harto de


tener que decirles lo que van a hacer, pandilla de
inútiles!”.
Podemos notar que la oración dentro del paréntesis va en letra
cursiva. Si bien esto no afecta al sentido del texto, se recomienda
colocarla así por normas de estilo. Aunque si ya está en cursiva
se coloca en letra normal:

• “JULIO. (Viendo a todos fijamente) ¡Ya estoy harto de


tener que decirles lo que van a hacer, pandilla de
inútiles!”.
Para hacer una enumeración
En ciertos casos puede que necesitemos hacer una enumeración
de elementos en algún texto. Digamos, por ejemplo, que
queremos indicar los sitios a los que pueden acceder los
estudiantes en un colegio.

Para eso, teniendo ya los sitios elegidos, hacemos un listado con


ellos y colocamos al principio una letra o número entre paréntesis:
• (a) Las aulas.
• (b) Los baños.
• (c) Las oficinas de cada profesor.
Podemos también omitir el paréntesis de apertura y dejar solo el
de cierre:

• a) Las aulas.
• b) Los baños.
• c) Las oficinas de cada profesor.
Para hacer correcciones en citas
Es posible que en algún momento hagamos una cita de un texto
que contiene errores u omisiones. Estos últimos podemos
enmendarlos con la ayuda del paréntesis:

• “En el año segundo del gran emp(erador) hubo un


terremoto inesperado”. En este primer ejemplo hay
varias letras omitidas en el original. Los paréntesis nos
permiten añadirlas para que tenga sentido la cita.
• “La sa(n)ción fue inesperada para todos los presentes
en el juicio (en el original, samción)”. Aquí los
paréntesis nos sirven para sustituir la letra errónea, y
para indicar al final la palabra en su forma original.
• “Ellos (los alcaldes) nunca han ayudado realmente”. En
este ejemplo se usa los paréntesis para añadir una
información que no aparece en el texto original pero
que es vital para que se entienda a quién se refiere.
Notemos que en los primeros dos casos los paréntesis van
unidos a la palabra, ya que se trata de un segmento que
añadimos. En el último, en cambio, van separados, dado que
introducimos dos palabras aisladas.

Este es un uso del paréntesis que podríamos llevar a cabo


también con los corchetes, si quisiéramos.

Para explicar una abreviatura en una cita


Si hacemos una cita que contiene una abreviatura y queremos
explicar su significado, los paréntesis pueden servirnos para
introducirlo en el texto. Tomemos el ejemplo que sigue:

• “Se terminó de imprimir el A D de 1467”.


“A D” significa “Anno Domini”, que a su vez quiere decir “después
de Cristo”. Para señalarlo introducimos las letras restantes entre
paréntesis:

• “Se terminó de imprimir el A(nno) D(omini) de 1467”.


Al igual que en otros de los usos, los corchetes también pueden
cumplir esta función, con las mismas reglas que acabamos de
explicar.

También podría gustarte