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TEMA 2 4TO DE SEC.

Signos de puntuación
A través de los signos de puntuación es como podemos construir oraciones y textos que sean entendibles y
correctos. Cada uno contribuye de algún modo a darles forma y sentido a nuestros escritos. Por esa
razón, es importante conocerlos todos.

¿Qué son los signos de puntuación?


Los signos de puntuación son un conjunto de signos ortográficos que cumplen diferentes funciones
dentro de un texto.
A causa de ello, no es posible establecer una misma finalidad para todos. Sin embargo, cada uno permite
modificar o añadir algo al sentido o la estructura del mensaje en el que es utilizado.
En consecuencia, los signos de puntuación son una herramienta del idioma, en vez de un simple adorno
textual.
Tipos de signos de puntuación
A los signos de puntuación se les puede clasificar de varias formas según el criterio que tomemos como
base. Pero el más acertado es considerar el número de marcas gráficas que los componen.
En otras palabras, se trata de si hay un signo o más de uno. De acuerdo con esto, tenemos los tipos
siguientes:
 Signos de puntación simples: son los que están compuestos por un único signo, aun cuando ese signo tenga dos
marcas, como es el caso del punto y coma.
 Signos de puntuación dobles: son aquellos en los que hay más de un signo. Normalmente uno es de apertura y
el otro es de cierre, ambos con una gran similitud entre sí.
Es importante tomar en cuenta esa división, puesto que si estamos ante un signo doble la regla es que
coloquemos los dos signos en todo momento. Sin embargo, conviene resaltar que existen algunas
excepciones.
¿Cuáles son los signos de puntuación y para qué sirve cada uno?
Los signos de puntuación son muchos: la coma, el punto, entre otros. Y cada uno sirve para modificar la
forma o el sentido de un enunciado o párrafo.
Por supuesto, dos líneas no nos alcanzan para abarcar un listado tan amplio. Nuestro idioma cuenta con una
gran riqueza, la cual se nota particularmente cuando se trata de estudiar los signos de puntuación.
En consecuencia, la única manera de conocerlos bien es explicarlos por separado. Así, te será mucho más
fácil comprender la función de cada uno.
A ello nos dedicaremos en este apartado. Iremos haciendo un resumen con los usos más importantes de
cada signo, para que tengas una idea general de cómo puedes incorporarlos dentro de tus textos.
Los corchetes
Los corchetes son un signo de puntuación de tipo doble cuya función consiste en añadir información a
un enunciado para complementarlo.
Esa funcionalidad hace que este signo guarde un cierto parecido con el paréntesis. Por otro lado, ya que
se trata de un signo doble, tenemos dos corchetes:
 Corchete de apertura: [.
 Corchete de cierre: ].
¿Para qué sirven los corchetes?
Los corchetes sirven para agregar datos o informaciones dentro de una oración cuando ya se ha
utilizado un paréntesis.
Esa situación no es muy común, aunque puede presentársenos en alguna ocasión. Si ya tenemos una
información complementaria añadida con el paréntesis, no podemos añadir otro, sino que introducimos
los corchetes:
 “Cleotilda (la mamá de Juan [el chico que me gusta]) apareció de pronto en el aula”: en esta oración los
corchetes nos permiten añadir una idea extra a “la mamá de Juan” sin romper la función de los paréntesis.
Esa es la utilidad principal de estos signos dentro de la escritura, pero no es el único uso que podemos
hacer de ellos. Veamos para qué más funcionan:
Para indicar fragmentos omitidos dentro de una cita
Cuando hacemos una cita de un texto puede suceder que queramos omitir un fragmento por algún
motivo. Siendo así, colocamos los corchetes con tres puntos suspensivos en el lugar donde hacemos la
omisión:
“Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua […] guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos,
el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia” (“La casa tomada”, Julio Cortázar).
Si la omisión es al inicio o al final, podemos colocar los puntos suspensivos sin los corchetes. Todo
dependerá de nuestro estilo.
Para añadir una información sobreentendida
Existen ciertos casos en los que al transcribir algo queda sobreentendida una información dentro del
texto. Tomemos el ejemplo siguiente:
 “En la casa de él las extravagancias de todo tipo eran muy comunes durante las fiestas”.
Viendo esa oración, podemos preguntarnos quién es ese “él” de quien se habla. Posiblemente en la
fuente original sí se decía, pero en la cita se pierde.
Pues bien, podemos añadir el dato complementario con los corchetes:
 “En la casa de él [el dueño de la empresa] las extravagancias de todo tipo eran muy comunes durante las
fiestas”: aquí ya queda más que claro quién es el sujeto al que se refiere la oración, de modo que no hay
posibilidad de confundirse.
Para señalar versos que van en dos líneas
Este uso se aplica primordialmente en los poemas. Recordemos que la mayoría de ellos es compuesta en verso,
es decir, una línea tras otra. Por esa razón, cuando es demasiado largo se hace necesario escribirlo en dos
líneas.
El problema con hacerlo es que el lector puede creer que se trata de otro verso, en lugar de la
continuación del anterior. Por suerte, podemos solucionarlo con el corchete de apertura:
“Volaba el gran ave a lo largo y ancho del espacio sobre nosotros
[sin soltar tan siquiera una mirada.
Mientras, nos perdíamos ensimismándonos sin límite”.
Tal como vemos, el corchete debe englobar la parte del verso que es la continuación. Y esta tiene que ir
alineada hacia la derecha.
El punto y coma
El punto y coma es un signo de puntuación que permite establecer pausas de mediana duración en un
enunciado o párrafo.
Decimos que la duración del punto y coma es mediana porque no es tan prolongada como la del punto,
pero tampoco tan breve como la que podría ofrecer una coma.
¿Cómo usar el punto y coma?
El punto y coma se debe usar unido a la palabra que lo precede y separado de la que viene después.
Eso aplica solamente a nivel ortográfico, aunque no por ello deja de ser una norma que no debemos omitir.
Ahora bien, en lo que se refiere a las funciones también existe un uso correcto en cada una.
Con enumeraciones complejas
Una enumeración es una sucesión de elementos en un texto: “Tengo comida, ropa y un hogar”. En este
ejemplo, la comida, la ropa y el hogar son los elementos en sí.
Lo normal es separar cada uno de los elementos con una coma, excepto el último cuando va precedido
de “y”. Pero la situación cambia cuando la enumeración es compleja.
Las enumeraciones complejas introducen datos extras o complementarios sobre los elementos. Esa información
se separa de ellos a través de la coma.
Por ende, ya la coma no puede servir para la separación de los elementos, debido a que podría causar
confusiones en la interpretación del texto. Así pues, se utiliza el punto y coma para que cumpla esa función:
 “Mi abuela pidió varios obsequios: un camión de juguete, que piensa darle a su nieto más pequeño; una cámara,
que piensa usar para practicar su habilidad como fotógrafa; y una sábana roja, con la cual adornará su cama”.
Cabe destacar que delante de la “y” que introduce el último elemento podríamos colocar una coma, y sería igual
de válido:
 “Mi abuela pidió varios obsequios: un camión de juguete, que piensa darle a su nieto más pequeño; una cámara,
que piensa usar para practicar su habilidad como fotógrafa, y una sábana roja, con la cual adornará su cama”.
Con conectores adversativos o de consecuencia
En los textos solemos usar muchos conectores adversativos, como “pero” y “sin embargo”. Asimismo
utilizamos los de consecuencia: “Por lo tanto”, “En consecuencia”, entre otros.
Usualmente colocamos una coma antes de esos conectores. Esto es ideal cuando la oración anterior es
corta:
 “Le pedí que viniera, pero me dijo que no podría estar jamás en la misma sala que un asesino como yo”.
 “Quise estar allí, aunque el clima tan tormentoso de ese día no me permitió salir de casa”.
No obstante, si la oración es larga debemos utilizar un punto y coma delante de los conectores:
 “Le pedí que viniera a ayudarme con todo el asunto de la fiesta sorpresa; pero me dijo que no podría estar jamás
en la misma sala que un asesino como yo”.
 “Quise estar allí para compartir con todos como en los viejos tiempos; aunque el clima tan tormentoso de ese día
no me permitió salir de casa”.
 “La abuela de José Esteban se cayó mientras subía las escaleras de la casa de una de sus hermanas; en
consecuencia, estará hospitalizada hasta el próximo mes”.
Los puntos suspensivos
Los puntos suspensivos son un signo ortográfico compuesto por tres puntos sucesivos.
Al decir “sucesivos” nos referimos a que cada punto va al lado del otro: “…”. En cuanto a las normas de su
escritura, es obligatorio que vayan unidos a la palabra que esté antes y separados de la que venga
después:
 “La realidad del caso es que… posiblemente tu madre acabe falleciendo en el momento más inesperado”.
Por otra parte, los puntos suspensivos tienen que ir unidos a cualquier signo que venga antes o luego de ellos:
 “Si por alguna razón del destino no lográsemos llegar a tiempo…, solamente nos quedaría rezar por su
bienestar”.
 “Ayer las autoridades confirmaron que Arturito (el ayudante del señor Néstor)… fue quien cometió el crimen”.
¿Para qué sirven los puntos suspensivos?
Los puntos suspensivos sirven para darle un tono de suspenso o drama a un enunciado.
Esa es la razón por la que tienen su nombre, aunque pueden añadir otras emociones, como por ejemplo
temor o duda. En todo caso, esta es su función principal, y para entenderla tomemos la oración siguiente:
 “Hay una cosa que no te he dicho, y es que no soy tu padre”.
La oración no transmite ningún sentimiento. Simplemente tiene un mensaje directo. Sin embargo, eso cambia
si añadimos los puntos suspensivos:
 “Hay una cosa que no te he dicho…, y es que no soy tu padre”: ahora el mensaje luce mucho más dramático.
Los puntos añaden el suspenso, de modo que la oración transmite un sentido y una emoción a la vez.
Por supuesto, además de ese uso principal hay otras funciones que también resultan muy útiles al escribir:
Con palabras y expresiones ofensivas
Hay ocasiones en las que debemos colocar una palabra o una expresión que pueda resultar ofensiva.
Para evitarlo podemos utilizar los puntos suspensivos:
 “Eres una m… de persona”.
Tal como vemos, el uso de este signo nos permite omitir una buena parte de la palabra sin que se malinterprete
cuál es.
Como reemplazo de “etcétera”
La palabra “etcétera” puede ser sustituida por los puntos suspensivos. Esto aplica sin importar que usemos la
palabra completa o su forma abreviada, “etc.”:
 “En esa carrera se ve materias relacionadas con varias ciencias: biología, física, química, etcétera”.
 “En esa carrera se ve materias relacionadas con varias ciencias: biología, física, química, etc.”.
 “En esa carrera se ve materias relacionadas con varias ciencias: biología, física, química…”.
La coma
La coma es un signo ortográfico que permite establecer pausas breves en las oraciones.
De ese modo, la coma es el signo de puntuación con el menor tiempo de pausa. Asimismo es de tipo
simple, por lo que debemos colocarla una sola vez.
Y con respecto a las normas para escribirla tenemos tres:
 Va unida a la palabra o signo que está antes: “En esta ocasión quisiera verte a escondidas, tal como solía
hacerlo de niño”, “Vanessa (la madre de Felipe), Claudia y Angélica se encargarán de la comida”.
 Va separada por un espacio de la palabra o signo que sigue: “Deberíamos asistir con ropa elegante, mas no
tenemos ninguna prenda limpia”, “El significado de la palabra enano, ‘persona de baja estatura’, resulta muy
ofensiva en la actualidad”.
 Va seguida por minúscula, a menos que se trate de un nombre propio: “En la casa de la esquina, hay un
pequeño saltamontes muy tierno”, “Si supiera lo que hay que hacer no te pidiera ayuda, Pedro”.
Función de la coma
La función de la coma se resume en añadir pausas de corta duración y hacer separaciones entre los
distintos segmentos de un enunciado.
A partir de esos dos puntos se pueden desprender muchísimos usos diferentes. De hecho, la coma es
por mucho el signo de puntuación con mayor número de funciones dentro del español.
De todas ellas vamos a explicarte las más útiles y frecuentes dentro de la escritura, para que sepas aplicarlas
con facilidad:
Con incisos
Si dentro de una oración queremos hacer un inciso sobre algún punto, lo correcto es encerrarlo entre comas
para separarlo del resto:
 “En España, el país que siempre nos ha presumido su avance cultural, descubrieron hace poco un almacén
donde vendían esclavos”.
Con aposiciones
Las aposiciones son un tipo especial de inciso que se caracteriza porque permite precisar al elemento
que viene antes, ya sea una persona o un objeto. Siempre van encerradas entre dos comas:
 “Luis Reinaldo, el primo de Valeria, aterrizó anoche en la ciudad de Buenos Aires sin avisarle a nadie”.
 “Sus bongos, los tambores pequeños que siempre lleva consigo, se estropearon durante el espectáculo”.
Con adjetivos de tipo explicativo
Los adjetivos explicativos son aquellos que, en lugar de añadir una cualidad a un sustantivo, funcionan
como la causa que justifica una acción en un enunciado:
 “Sus padres, empobrecidos, fueron incapaces de pagarle una carrera”.
En esa oración de ejemplo, la causa de que los padres no pudieran financiar los estudios es que se
empobrecieron. Este efecto es posible única y exclusivamente encerrando el adjetivo entre comas.
Si el adjetivo estuviese sin las comas, funcionaría tan solo como una cualidad, por lo que el sentido
cambiaría:
 “Sus padres empobrecidos fueron incapaces de pagarle una carrera”.
Al quitar las comas lo que dice el mensaje es que los padres sin dinero fueron los que no pudieron pagar la
carrera. Eso sugiere que el sujeto que no se menciona tiene varios padres y que por eso se necesita especificar.
Con enumeraciones
Más arriba señalamos que la coma se usa para separar los elementos de las enumeraciones cuando no son
complejas. Por lo general, el último de ellos es introducido por una conjunción, y ante esta nunca debe
hallarse el signo:
 “Quería un perro, un loro y un gato” (conjunción: “y”).
 “No tengo dinero, auto ni casa” (conjunción: “ni”).
 “Llamé a Juan Carlos, Clara e Isabel” (conjunción: “e”).
Esos son apenas unos pocos ejemplos. Desde luego, hay otras conjunciones. Pero lo que debemos resaltar
ahora es que no siempre están antes del último elemento. Es posible hacer oraciones sin ellas:
 “El quería todo para su hogar: un refrigerador, un ventilador, una cocina”.
En esta otra forma de hacer la enumeración, sí va una coma antes del último elemento.
Con vocativos
Los vocativos son las palabras con las que nos referimos en una oración a la persona con quien
hablamos. Puede ser un sustantivo propio, como “Pedro”, o uno común, como “papá”.
Asimismo, pueden estar en cualquier parte del enunciado. Y sea cual sea, siempre deberemos separarlos del
resto con la coma:
 “No puedo hacer esto sin ti, mamá”.
 “¿Y tú crees, Rodrigo, que soportaría todo esto si no te amara?”.
 “Esteban, envía de inmediato los informes”.
Podemos notar que en cada caso la coma cambia de lugar. Si el vocativo va al final, está antes del vocativo. Si
va al principio irá luego de él. Y si está en una posición intermedia, añadimos dos comas.
Con “excepto”, “salvo” y “menos”
Las palabras “excepto”, “salvo” y “menos” nos sirven para excluir un término dentro del texto en
relación con lo que vamos diciendo. Imaginemos que el mensaje principal es que todas las frutas son malas:
 “Todas las frutas que existen son malas, excepto las fresas”.
 “Todas las frutas que existen son malas, salvo las fresas”.
 “Todas las frutas que existen son malas, menos las fresas”.
Lo que viene después de cada una de las tres palabras es la excepción al mensaje. Todas deben ir precedidas
por una coma.
Conviene señalar también que las tres tienen el mismo sentido, así que podemos usar cualquiera.
El guion corto
El guion corto es un signo de puntuación que se encarga de enlazar sílabas y palabras.
El nombre real de este signo es solamente “guion”, pero se le añade el adjetivo “corto” para distinguirlo del guion
largo, al que académicamente se denomina “raya”.
En todo caso, lo importante es que no le coloquemos tilde a la palabra, ya que de acuerdo con la RAE
resulta innecesario:
Uso del guion corto
El guion corto es uno de los signos de puntuación con mayor número de usos. Cada uno sirve para un caso
específico, pero la característica común entre ellos es que unen un término completo con otro o partes
de él entre sí.
Debemos tener muy presente eso para poder entender cada uno de los que trataremos a continuación:
Para establecer conceptos unitarios
Un concepto unitario son dos palabras unidas, de las cuales la segunda modifica el significado de la
primera. Y la unión entre ambas se realiza mediante el guion corto:
 “Casa–puente”: en este ejemplo la palabra “puente” añade al término “casa” la idea de temporalidad. Por ende,
una casa–puente no es una vivienda permanente, sino que se mantiene durante un tiempo determinado.
Para unir dos sustantivos que comparten un mismo referente
Aunque es poco común, en algunos casos podemos toparnos con dos palabras que cuentan con un mismo
referente. La oración siguiente nos servirá de ejemplo:
 “Juan es el director y entrenador del colegio”.
En ese ejemplo vemos que Juan, que es el referente, ocupa dos cargos. Si quisiéramos hablar de él en otra
oración podríamos referirlo uniendo ambos con el guion corto:
 “El director–entrenador del colegio decidió suspender las actividades”.
Para añadir dos adjetivos calificativos
Si ocurre que debemos añadirle dos adjetivos calificativos a un mismo sustantivo, tenemos la opción de
unirlos mediante este signo:
 “Técnicas físico–químicas”.
 “Prueba teórico–práctica”.
El único detalle aquí es que si queremos aprovechar este uso tenemos que respetar tres reglas:
 El segundo adjetivo debe ajustarse al género y número del sustantivo.
 El primer adjetivo debe llevar la terminación “o”, si la posee.
 Los dos adjetivos conservan su tilde, si la tienen.
El guion largo o raya
El guion largo es un signo de puntuación con forma de barra horizontal.
Su nombre académico u oficial es “raya”. Es válido llamarlo “guion largo”, pero si estamos haciendo un texto
formal lo más correcto es optar por la primera opción.
Por norma general, el guion largo tiene que ir unido a cualquier palabra que venga antes o después. Si lo
que sigue es un signo de puntuación, también van juntos.
A su vez, una característica interesante de la raya es que puede funcionar como un signo simple y doble:
 “Fuimos a buscar a Alberto para rescatarlo —como si ya para entonces todavía pudiéramos hacer algo” (raya
simple).
 “Una cosa que siempre digo a mis conocidos —pese a que ninguno de ellos logra entenderme— es que no se
puede avanzar sin educación” (raya doble).
¿Para qué sirve el guion largo?
El guion largo sirve para añadir acotaciones a los textos.
Esa función hace que este signo se parezca a otros, como los paréntesis y la coma, que también pueden
añadir incisos o comentarios. La diferencia entre los tres es el grado de aislamiento:
 Coma: aísla muy poco el comentario, por lo que se considera como una de las partes de la oración.
 Raya: su grado de aislamiento es superior al de la coma, de modo que el inciso queda fuera de la oración
principal. Aun así, su estructura debe encajar con la del enunciado.
 Paréntesis: ofrece el mayor grado de aislamiento. En consecuencia, el inciso que contiene ni forma parte del
enunciado ni tampoco se ajusta a su estructura.
Habiendo aclarado lo anterior, podemos pasar a ver los usos principales del guion largo:
Con aclaraciones e incisos
La mayor función de la raya es colocar incisos que no queremos que formen parte de la oración en sí
pero que tampoco queden sobreentendidos:
 “Tu madre —esa mujer tan especial— nunca se equivoca al juzgar a tus parejas”.
 “Cualquier consideración —si es que acaso te mereces alguna— deberá ser aprobada por mí”.
Con diálogos en obras narrativas
En las novelas, cuentos, relatos y demás textos narrativos se utiliza el guion largo para introducir los
diálogos de los personajes. Para esto se usa una sola raya:
Cuando quedaron solos en el salón atiborrado de instrumentos músicos y juguetes de cuerda, Pietro Crespi dijo:
—Es su hermana.
“Cien años de soledad”, Gabriel García Márquez.
Con incisos dentro de paréntesis:
A veces sucede que necesitamos añadir un inciso dentro de un paréntesis. La lógica nos dice que simplemente
coloquemos otro, pero eso no es correcto. Lo adecuado es introducir dos guiones largos:
 “El día del encuentro (el domingo pasado —que coincide con el cumpleaños de mi abuelo—, si no me falla la
memoria) no asistió ni siquiera la mitad de los que habían acordado ir.
Con guiones de teatro
Otro ejemplo de textos literarios en los que se usa la raya son los guiones. En este caso, el signo sirve
para separar el nombre de los personajes de sus diálogos, a fin de saber lo que dice cada uno:
 JULIANA.— Estás demente si crees que haré esto.
 PEDRO.— No tenemos otra salida posible.
Si nos fijamos bien en esas dos líneas, notaremos que hay varias reglas presentes:
 El guion largo va precedido de un punto. Además, debe ir unido a él, pese a que la norma indica que va
separado de cualquier signo anterior. Esta es la única excepción.
 Los nombres van en mayúsculas. Esto aplica para el nombre completo, como se aprecia en cada línea. Y es
importante conservar sus tildes, si las poseen.
 Los diálogos deben estar en letra cursiva. Ahora bien, si no nos es posible colocarlos de esa manera, podemos
encerrarlos entre comillas.
Con elementos en enumeraciones
Utilizando el guion largo podemos hacer enumeraciones de forma vertical. Para esto colocamos uno para
cada elemento, separándolo de la palabra por un espacio.
Igualmente al final de los elementos debe ir un punto y coma, salvo en el último, que va con punto.
Veamos un ejemplo con las facultades de una universidad:
 — Facultad de Ingeniería;
 — Facultad de Ciencias Sociales;
 — Facultad de Educación;
 — Facultad de Artes.
Si los elementos de la enumeración llevan una sola palabra, podemos colocarlos sin signos de puntuación y en
minúsculas. Hagamos un listado con los tipos de sustantivos:
 — propios
 — comunes
Los signos de admiración
Los signos de admiración o de exclamación son dos signos ortográficos verticales compuestos por una
barra y un punto.
Siendo dos, es evidente que se trata de un signo de puntuación doble: el de apertura, “¡”, y el de cierre,
“!”. Como podemos ver, la diferencia entre ambos es la ubicación del punto.
Estos signos deben ir siempre unidos a la palabra u oración que contienen. Igualmente pueden cerrar un
enunciado:
 “¡Eres más tonto de lo que creí!”: aquí la oración es lo que está dentro de las comillas. El signo de cierre la
concluye, por lo que no necesitamos añadir un punto inmediatamente después. En caso de que viniera otra
palabra a continuación, esta iría en mayúsculas.
¿Para qué sirven los signos de admiración?
Los signos de admiración sirven para añadirle a una oración un tono de sorpresa, molestia y otros
sentimientos parecidos.
En resumidas cuentas, la utilidad de los signos de exclamación es volver más dramático un enunciado. Este
cambio se aprecia mejor con un ejemplo:
 “No puedo más”: en esta oración el mensaje es emitido de una forma tranquila, sin alteración alguna.
 “¡No puedo más!”: en este caso hay un tono mucho más enfadado que, aunque no cambia el mensaje, sí le da
un efecto distinto.
Teniendo en consideración eso, podemos pasar a los otros usos de los signos de admiración.
Con frases u oraciones irónicas
Una frase o un enunciado son irónicos cuando realmente se quiere dar a entender lo contrario de lo que
se dice. Para lograr esto podemos utilizar el signo de exclamación de cierre entre dos paréntesis:
 “Todos estaban sorprendidos por su forma de pensar tan adelantada (!)”: la presencia del signo nos dice que en
realidad la forma de pensar era atrasada.
 “Sí, nuestro amor era muy sincero (!)”: en esta oración el mensaje auténtico es que el amor al que se hace
referencia era falso.
Conviene mencionar que esta función la encontramos también en las comillas. Pero en su caso ellas envuelven
la palabra que refleja la ironía:
 Todos estaban sorprendidos por su forma de pensar tan “adelantada”
 Sí, nuestro amor era muy “sincero”.
Para aumentar la intensidad de la emoción en un enunciado
Este uso tiene que ver con la función principal de los signos de exclamación, que es añadir emociones a los
enunciados. Sucede que podemos multiplicar su impacto si añadimos dos o tres signos en lugar de uno:
 “¡¡Eso no es lo que te dije que hicieras!!”.
 “¡¡¡Eso no es lo que te dije que hicieras!!!”.
 “¡¡No te atrevas a volver por aquí!!”.
 “¡¡¡No te atrevas a volver por aquí!!!”.
Al haber más signos, la intensidad de la emoción es mucho mayor que con uno solo. Pero debemos recordar
siempre que no podemos añadir más de tres, o estaríamos cometiendo un error.
Los dos puntos
Los dos puntos son un signo de puntuación compuesto por dos puntos en forma vertical.
Debemos señalar que los dos puntos representan una pausa breve en la lectura, aunque no tanto como la que
ofrece la coma. Por otro lado, su escritura cuenta con algunas normas que no podemos olvidar jamás:
 Deben ir unidos a la palabra o signo que viene antes.
 Deben ir separados de la palabra o signo que viene luego.
 Van seguidos de minúscula, a menos que se trate de un nombre propio o el inicio de una cita.
¿Para qué sirven los dos puntos?
Los dos puntos sirven para dirigir la atención del lector a una palabra u oración dentro de un texto.
Esa es la base de todas las funciones que cumplen estos signos de puntuación. Procedamos a conocer las más
útiles al momento de escribir:
Para realizar enumeraciones
Más arriba hablamos de las enumeraciones, aunque nos enfocamos en cómo separar los elementos. Ahora
queremos señalar que los dos puntos son los que se encargan de introducirlos en el texto:
 “En la fiesta vi a varios amigos: Marcos, Leo y Antonela”.
 “Esteban tiene varias profesiones: arquitecto, abogado, docente e ingeniero”.
Para realizar enumeraciones invertidas
Cuando hacemos enumeraciones podemos invertir la estructura. Es decir, colocamos los elementos
antes de los dos puntos y no después:
 “Arabia Saudita, Estados Unidos y Japón: los países que quiero visitar”.
 “Dibujar, cantar y escribir: los talentos que mi hermano nunca desarrolló”.
 “Hablar bien, tener buen tono de voz y saber respirar: esas son las cualidades de todo locutor de radio”.
En este caso lo que hacen los dos puntos es señalar el grupo que comprende a los elementos, en vez de los
elementos como tal.
Para hacer citas
Otro uso que nos puede resultar muy útil son las citas. Cuando en algún texto debemos introducir un fragmento
de alguna obra o queremos mencionar lo que dijo alguien, colocamos los dos puntos:
 Justo al subir al bus, el chofer exclamó: “¡Suban, hay espacio para todos!”.
 Esteban nos dijo: “Aléjense de allí, o se las verán conmigo”.
 En el libro se señala: “La humanidad avanza cada vez más hacia su desintegración”.
Vemos que en cada ejemplo la cita empieza con mayúsculas. Esto es una norma que se aplica diferente
para cada caso:
 Si citamos lo que dijo alguien más, irá siempre en mayúscula.
 Si deseamos citar un libro, artículo, etc., iniciará en mayúsculas siempre que la cita no comience con un
fragmento omitido.
Con locuciones de introducción
En el idioma español tenemos muchas locuciones de introducción: “Pues bien”, “En otras palabras”, “En
resumen” y muchas más.
Todas sirven como punto de partida para algo que se dirá justo a continuación. Lo usual al escribirlas es
colocar una coma después, tal como en la oración siguiente:
 “Pues bien, lo cierto es que nadie se presentó en la reunión”.
Sin embargo, podemos utilizar los dos puntos en su lugar, y con ello aumentamos considerablemente el
énfasis hacia lo que diremos.
 “Pues bien: lo cierto es que nadie se presentó en la reunión”.
Para indicar la hora
Un uso que ya no tiene que ver con el idioma en sí pero que sigue siendo ideal para ciertas ocasiones es indicar
qué hora es. Simplemente colocamos los dos puntos entre las horas y los minutos, con una “h” al final.
 13:40 h.
 14:54 h.
Ese formato es el más utilizado en la mayoría de los aparatos, aunque es posible que nos topemos con
algunos casos en los que se opta por el punto:
 13.40 h.
 14.54 h.
Cómo poner los dos puntos
Para poner los dos puntos basta con presionar la tecla asignada a ellos en el teclado mientras pulsas
“Shift”.
Esa es la manera más sencilla de colocar estos signos. Ahora bien, si por algún motivo no encuentras la tecla
correspondiente, todavía puedes probar con la combinación de comandos:
 “Alt” + 58: mantén pulsado el primer botón mientras introduces los números. Verás que de inmediato aparecen
los dos puntos.
Los signos de interrogación
Los signos de interrogación son dos signos ortográficos verticales que permiten indicar que una oración
representa una pregunta.
Esa es la razón por la cual se les llama de ese modo. Al utilizarlos en un enunciado, debemos pronunciarlo con
un tono distinto, para que al hablar se note que estamos preguntando algo.
Tanto el signo de apertura (¿) como el de cierre (?) van unidos a la oración que encierran:
 “¿Tengo que estar repitiéndote esto a cada rato?”.
De ese mismo modo, el signo de cierre puede concluir las oraciones. Por consiguiente, no hace falta colocar
ningún punto al final:
 “¿Acaso me crees tan ingenuo? Desde siempre he sido inteligente, y lo sabes”.
¿Para qué sirven los signos de interrogación?
Los signos de interrogación, como ya dijimos, sirven principalmente para convertir un enunciado en una
pregunta.
Eso aplica tanto si el enunciado está aislado como también si forma parte de un párrafo. Lo mismo con la
longitud: puede ser una oración tan corta o larga como queramos. Démosles un vistazo a estos ejemplos:
 “¿En qué se basa tu opinión?”.
 “¿Sabías que durante todo ese tiempo estuvo mintiéndote sobre su embarazo?”.
 “¿Sería posible que pudiésemos concretar ya mismo los objetivos, establecer nuevas metas y trazar el próximo
enfoque de nuestras estrategias de marketing?”.
Pero más allá de indicar preguntas, los signos de interrogación pueden cumplir unas cuantas funciones
adicionales:
Para indicar ironía en oraciones
Este uso es equivalente al que ya vimos con los signos de admiración. Al igual que con ellos, utilizamos
el signo de cierre entre dos paréntesis:
 “El maquillaje que se hizo esa noche fue espectacular (?)”.
 “Helen estará contentísima (?) con la noticia de tu embarazo”.
Lógicamente, el efecto sería el mismo si utilizáramos las comillas en vez del signo de interrogación de cierre.
Para indicar que una fecha es dudosa
Este uso es más frecuente en los documentos históricos y las enciclopedias. A veces se menciona una fecha de
la cual no se está completamente seguro. Esa duda podemos indicarla con los signos de interrogación:
 “José Herrera Campins (¿1860?–1915) fue uno de los arquitectos de esta obra”: aquí se nos indica que hay
dudas con la fecha de nacimiento, aunque no con la de muerte.
 “El año del atentado (¿2010?) había una fuerte crisis económica”: en este otro ejemplo la duda es sobre el año
en el que ocurrió el atentado.
Si queremos podemos colocar únicamente el signo de cierre. No afecta la ortografía del texto, así que todo está
en cuál opción nos guste más.
Para enfatizar la pregunta
Nos topamos de nuevo con un uso parecido al de los signos de admiración. Si queremos hacer un énfasis en la
pregunta, basta con que coloquemos varias veces tanto el signo de apertura como el de cierre:
 “¿¿Qué quieres decir con que no tenemos dinero??”.
 “¿¿¿Qué quieres decir con que no tenemos dinero???”.
 “¿¿Puedes creer que no me permitieron entrar a la sala??”.
 “¿¿¿Puedes creer que no me permitieron entrar a la sala???”.
 “¿¿Y cuándo pensabas decirme la verdad??”.
 “¿¿¿Y cuándo pensabas decirme la verdad???”.
 “¿¿Pudiste salvarla de la muerte??”.
 “¿¿¿Pudiste salvarla de la muerte???”.
El efecto que se consigue con la repetición es que la pregunta suene más fuerte; y en algunos casos,
hasta más molesta.
Como podemos suponer, aquí se aplica otra vez el límite de tres signos seguidos como máximo.
El paréntesis
El paréntesis es un signo de puntuación doble con forma de arco vertical.
Dado que es un signo doble, podemos referirnos a él como “el paréntesis” —en singular— y también como “los
paréntesis” —en plural—. En todo caso, cada signo apunta hacia un lado:
 Paréntesis de apertura: (.
 Paréntesis de cierre: ).
Con estos signos hay varias reglas que tenemos que resaltar antes de seguir avanzando:
 Van unidos a la palabra, oración o frase que esté dentro de ellos.
 Van unidos a cualquier signo de puntación que venga después.
 Por lo general, van separados de cualquier palabra o letra que esté fuera de ellos, pero hay excepciones.
¿Para qué sirve el paréntesis?
El paréntesis sirve para añadir comentarios o información dentro de un enunciado sin alterar su
estructura.
En ese sentido, todo lo que incorporemos al texto queda sobreentendido. Esto diferencia al paréntesis de la
coma o el guion largo, que también funcionan para agregar datos pero sin aislarlos tanto.
Sumado a ello, este es uno de los signos con mayor número de usos en nuestra lengua. Desde luego,
vamos a concentrarnos en los que más puedes aprovechar:
Añadir incisos
Como ya dijimos, esta es la función primordial del paréntesis. Al no ir enlazados con la estructura de la
oración, tenemos libertad para hacer un inciso con la forma que queramos:
 “La situación con Irlanda (de seguro que esta no es la última) es que hubo una caída terrible en el valor de sus
compañías nacionales”.
 “Estábamos conversando sobre los textos de Pablo Neruda (tú sabes bien que amo a ese poeta), cuando de
pronto se apagaron todas las luces”.
 “Estudiar medicina es complicado (en realidad, todas las carreras tienen su propia dificultad). Aun así, él está
decidido a intentarlo”.
Si usáramos la coma o la raya, tendríamos que armar los incisos de tal manera que encajasen con la estructura
de cada oración.
Agregar datos específicos
Puede suceder que no queramos añadir incisos o comentarios con los paréntesis, sino un dato puntual que
ayude a precisar lo que se dice. Puede ser de varios tipos:
 Lugar: “En la ciudad donde vive mi hijo (Madrid) realizaron recientemente un desfile en honor a la libertad del ser
humano”.
 Autor: «“Érase un hombre a una nariz pegado” (Góngora)». Aquí añadimos dos tipos de comillas para indicar la
cita interna.
 Fecha: “El año de la destitución del rey (1995) se caracterizó por un gran número de protestas en contra del
régimen monárquico”.
 Obras: «“A su manera este libro es muchos libros, pero sobre todo es dos libros” (Rayuela)».
 Siglas: “La OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) ha decidido aplicar una reforma en sus
políticas de intercambio de recursos”.
Presentar opciones
Existen ciertos textos y oraciones en los que se busca dar más de una opción posible. Imaginemos que alguien
está buscando un mesonero para su restaurante y que no importa que sea hombre o mujer. Esa persona crearía
un anuncio en el cual diría algo como lo siguiente:
 “Se busca mesonero o mesonera para atender un restaurante”.
Escrito así, el anuncio no tiene ningún error. Sin embargo, existe la posibilidad de acortar las palabras
utilizando el paréntesis de esta forma:
 “Se busca mesonero(a) para atender un restaurante”.
El paréntesis permite indicar que no importa el género del mesonero de una manera más simple. Gracias
a eso, el resultado es más elegante y menos repetitivo.
Podemos notar que aquí no se cumple la regla de que el paréntesis vaya separado de la palabra que esté antes.
En cualquier caso similar a este deberá ser igual.
Ahora bien, no siempre la opción está compuesta por una letra. En ciertos textos puede que se trate de una
palabra completa, en cuyo caso sí deberemos separarla de las otras:
 “Informe en este cuadro el (los) síntoma(s) que ha presentado”.
En ese segundo ejemplo la opción es “los”. Como se trata de una palabra completa, lo separamos del resto. En
cambio, la “s” sí va unida a “síntoma”, por ser una sola letra.
Omitir fragmentos a mitad de una cita
Algunas veces quizá no queramos citar un fragmento completo, sino solo el inicio y el final. ¿Y qué sucede con la
parte de en medio? Podemos omitirla uniendo los paréntesis con los puntos suspensivos:
“Mientras esperaba a que hirviera la infusión (…) el coronel experimentó la sensación de que nacían hongos y
lirios venenosos en sus tripas” (“El coronel no tiene quien le escriba”, Gabriel García Márquez).
Si necesitamos hacer más de una omisión, basta con que coloquemos varios paréntesis:
“Por las calles (…) pasaban los primeros artesanos para su trabajo, seguidos horas más tarde por los oficinistas,
dependientes, artesanos y colegiales, y a eso de las once (…) por los señorones que salían a pasear el
desayuno para hacerse el hambre del almuerzo o a visitar a un amigo influyente para comprar en compañía, a
los maestros hambrientos, los recibos de sus sueldos atrasados por la mitad de su valor” (“El señor presidente”,
Miguel Ángel Asturias).
 
“Yo imaginaba ver aquello a través de los recuerdos de mi madre (…). Siempre vivió ella suspirando por Comala
(…). Ahora yo vengo en su lugar” (“Pedro Páramo”, Juan Rulfo).
 
“Por fin aparecían los esquifes (…). Eran muchas las velas inclinadas bajo el barinés que de pronto doblaban la
vuelta solitaria. Ciudad Bolívar gritaba de júbilo (…) y corría a la playa” (“Canaima”, Rómulo Gallegos).
Los fragmentos que omitamos pueden ser tan largos como haga falta. Sin embargo, debemos procurar que se
entienda la cita sin ellos.
Hacer enumeraciones verticales
Este es un uso parecido al que ya vimos con el guion largo. Básicamente, se trata de utilizar el
paréntesis para realizar enumeraciones en orden vertical.
La manera correcta es ir colocando una letra minúscula entre paréntesis para cada elemento de la
enumeración. Ambos deberán ir separados por un espacio. Hagamos el ejemplo con los artículos escolares:
 (a) Lápices.
 (b) Cuadernos.
 (c) Goma de borrar.
Si lo preferimos, podemos utilizar números en lugar de letras:
 (1) Lápices.
 (2) Cuadernos.
 (3) Goma de borrar.
Asimismo tenemos la opción de omitir el paréntesis de apertura y dejar solamente el de cierre:
 a) Lápices.
 b) Cuadernos.
 c) Goma de borrar.
Indicar acotaciones en guiones teatrales
Dentro de los guiones de teatro, además de los diálogos, nos encontraremos indicaciones sobre una acción que
deben realizar los personajes. Pues bien, cada una de ellas va incluida dentro de paréntesis y en cursiva:
 ARMANDO. (Sosteniendo las hojas en sus manos) ¡¿A esto llaman ustedes un informe eficaz?! ¡Debería
despedirlos!
 JUAN. (Mirando al suelo) No estábamos seguros de cómo lo quería, jefecito. Creímos que bastaría con los datos
puntuales.
El uso de la letra cursiva es algo de estilo, pero te recomendamos siempre aplicarlo. Y si el texto ya está
en cursiva, simplemente escribe la acotación utilizando la letra redonda o normal:
 ARMANDO. (Sosteniendo las hojas en sus manos) ¡¿A esto llaman ustedes un informe eficaz?! ¡Debería
despedirlos!
 JUAN. (Mirando al suelo) No estábamos seguros de cómo lo quería, jefecito. Creímos que bastaría con los
datos puntuales.
El punto
El punto es un signo ortográfico de pausa que concluye oraciones y párrafos.
De ese modo, está relacionado directamente con la coma y con el punto y coma, que también detienen los
enunciados. Pero el punto ofrece una pausa más prolongada.
Otra diferencia es que el punto se puede clasificar en varios tipos:
 Punto y seguido: se encarga de separar oraciones dentro de un mismo párrafo.
 Punto y aparte: es el que separa un párrafo de otro.
 Punto final: se usa para concluir definitivamente un texto.
Cualquiera de los tres que usemos deberá ir unido a la palabra o signo que esté antes y separado de los
que vengan luego. Al mismo tiempo, la oración siguiente tiene que comenzar con mayúscula.
Uso del punto
El punto se usa para concluir o separar oraciones y párrafos completos.
La idea de hacer esas separaciones no es establecer pausas al azar. Todo lo contrario, tiene mucho que
ver con el sentido total del texto y con la cercanía en el significado de los enunciados entre sí.
Dicho de otra manera, si hay dos oraciones seguidas que no tienen una relación tan cercana, lo ideal es
separarlas por un punto:
 “La historia humana ha demostrado que se puede cometer el mismo error dos veces. No importa de cuál se
trate” (punto y seguido).
 “La leyenda de Gambriano dice que este hombre podía flotar sobre el agua.
Es evidente que estas ideas tan irreales están presentes en todas las culturas…” (punto y aparte).
Optar por un punto o por el otro dependerá de la lejanía entre las oraciones: en el primer caso, “No importa
de cuál se trate” está directamente relacionado con la oración anterior; en el segundo hay una mayor distancia.
Como es de suponer, no podemos hacer un ejemplo del punto final. Sin embargo, en nuestro artículo ese punto
es el que pondremos más abajo, en el cierre del post.
No queremos quedarnos tan solo con el uso principal, así que veamos para qué más podemos utilizar el punto:
Para cerrar abreviaturas
Las abreviaturas son la forma reducida de una palabra. Por ejemplo, “Dr.” es la abreviatura de “doctor” y
“Sr.”, la de “señor”.
Tal como podemos apreciar, ambas abreviaturas llevan al final un punto, que las concluye. Esta norma
sigue vigente si después vienen puntos suspensivos:
 “El Dr.… dijo que no podría hacer nada”.
 “Parece que el Sr.… fue quien ocasionó la pandemia”.
Otro punto que tenemos que resaltar obligatoriamente es que el punto de la abreviatura puede concluir
oraciones y párrafos:
 “Estuve viendo los informes sobre estado de salud de la Sra. Todo parece indicar que no tiene salvación”
(oración).
 “Ya hace un buen rato le expliqué el procedimiento médico al Sr.
Por otro lado, sus hijos no están tan seguros de que la operación salga bien” (párrafo).
Para indicar las siglas
El punto funciona para indicar siglas en un texto. Sin embargo, este es un uso válido única y exclusivamente
cuando nos encontremos con una oración que esté por completo en mayúsculas:
 “DECIMOQUINTO ENCUENTRO OFICIAL DE LA O.N.U.”.
En cambio, cuando el enunciado tiene una escritura normal, dejamos las siglas en mayúsculas y sin ningún
punto:
 “Decimoquinto encuentro oficial de la ONU”.
Para separar el día del mes y del año
Ya dejando de lado el idioma, el punto puede funcionarnos para separar el día del mes y del año en una fecha:
 02.10.2020: 2 de octubre del año 2020.
 13.09.1980: 13 de septiembre del año 1980.
Para separar decimales
En el campo de las matemáticas, es posible utilizar el punto para separar los decimales en una cifra. Esta
costumbre es más común en los países angloparlantes:
 “12.45”.
 “604.56”.
 “178.71”.
No obstante, es necesario señalar que en Hispanoamérica se prefere usar la coma:
 “12,45”.
 “604,56”.
 “178,71”.
Las comillas
Las comillas son un signo de puntuación doble que permite destacar palabras y segmentos en un texto.
Este es uno de los signos de puntuación más variados en nuestro idioma. Prueba de ello es que se puede
clasificar en tres tipos:
 Comillas simples: ‘ ’.
 Comillas dobles: “ ”.
 Comillas angulares o españolas: « ».
En la escritura las comillas —sin importar de qué tipo sean— van unidas a la oración que contienen y a
cualquier signo que esté después de ellas.
¿Para qué sirven las comillas?
Las comillas sirven para hacer que una o varias palabras dentro de un enunciado, párrafo o texto
destaquen del resto.
De ese modo, la utilidad de estos signos es resaltar oraciones y párrafos completos. ¿Pero por qué hacerlo?
Para entender esto tenemos que conocer sus usos por separado.
Citar fragmentos
Las comillas sirven cuando queremos incorporar un fragmento de texto de alguien más en lo que
estamos escribiendo:
 En la introducción al último libro de Carmena Ortega se señala: “No hay peor error humano que mantener un
mismo ciclo de equivocaciones”.
 Mamá siempre nos dice: “Solamente siguiendo mis consejos podrán llegar a ser buenos adultos”.
Tal como lo demuestran los ejemplos, este uso sirve con textos y con cualquier conversación formal o informal.
Indicar ironía
De esta función ya hablamos un poco en otros apartados del post, pero ahora vamos a desarrollarla un poco
mejor.
Las comillas pueden servir para indicar que una palabra tiene una intención irónica. Lo que tenemos que
hacer es sencillamente encerrarla entre ellas.
En este caso usaremos dos tipos de comillas para resaltar bien las oraciones:
 «La música que sonó durante la reunión fue “maravillosa” para mis oídos»: aquí se nos dice que la música fue
tormentosa, desagradable, etc.
 «Es tan “encantadora” su manera de hablar que todos nos motivamos»: en realidad la manera fue molesta y
poco amigable.
Resaltar palabras de otros idiomas
Cuando incorporamos palabras de otros idiomas en nuestros textos es obligatorio señalar que no pertenecen al
español. Para esto las encerramos entre comillas:
 Cuando estábamos en la fiesta de la graduación, Susy nos pidió juntarnos para hacernos una “selfie” en grupo.
 En la actualidad hay muchos “influencers” que promueven prácticas y actividades poco seguras entre sus
seguidores.
Pero es conveniente mencionar que desde hace ya tiempo la RAE recomienda que en vez de las comillas
optemos por la letra cursiva:
 Cuando estábamos en la fiesta de la graduación, Susy nos pidió juntarnos para hacernos una selfie en grupo.
 En la actualidad hay muchos influencers que promueven prácticas y actividades poco seguras entre sus
seguidores.
¿Y qué debemos hacer si el texto ya está en cursiva? Muy simple, utilizamos la letra redonda (es decir, la
normal):
 Cuando estábamos en la fiesta de la graduación, Susy nos pidió juntarnos para hacernos una selfie en grupo.
 En la actualidad hay muchos influencers que promueven prácticas y actividades poco seguras entre sus
seguidores.
Destacar palabras para comentarlas
Otra posibilidad es que vayamos a comentar o a decir algo sobre una o varias palabras dentro del texto.
De ser así, debemos destacarlas con las comillas:
 Yo no llamaría “amor” al trato que te da tu pareja.
 Usar el término “perdón” cuando cometes un error es un chantaje emocional.
 El verbo “finalizar” es un sinónimo de “concluir”.
Al igual que en el caso anterior, podemos utilizar la letra cursiva o redonda según sea el caso:
 Yo no llamaría amor al trato que te da tu pareja.
 Usar el término perdón cuando cometes un error es un chantaje emocional.
 El verbo finalizar es un sinónimo de concluir.
 Yo no llamaría amor al trato que te da tu pareja.
 Usar el término perdón cuando cometes un error es un chantaje emocional.
 El verbo finalizar es un sinónimo de concluir.
Indicar el nombre de obras artísticas y publicaciones
Cuando queremos indicar el nombre de una canción, un artículo en una revista, un poema o cualquier
otro elemento parecido, debemos colocarlo entre comillas:
 Todos alguna vez hemos escuchado la canción “Querida”, de Juan Gabriel.
 Mi poema favorito es “Los heraldos negros”, del autor César Vallejo.
 La revista le publicó su nuevo artículo, “Los misterios de la política”.
El apóstrofo
El apóstrofo es un signo ortográfico que indica que se ha removido vocales o consonantes dentro de
una palabra.
Así, el término acaba con menos sílabas al final. Esta reducción suele deberse a una costumbre propia del
dialecto que estamos reproduciendo, aunque en ciertos casos se usa solamente como efecto estético.
Un detalle que debemos aclarar es que el apóstrofo no es lo mismo que un apóstrofe. Este último tiene
dos significados:
 Sinónimo de “insulto”.
 Recurso de estilo que algunos autores usan en sus poemas.
Ninguno de ellos se refiere a un signo, por lo que no debemos confundirlos con el apóstrofo.
¿Cómo se utiliza?
El apóstrofo se debe utilizar colocándolo en el lugar de las letras que deseamos remover.
Si la palabra que sigue comienza por una vocal debemos suprimirla, de modo que quedarían unidos ambos
términos:
 “Pa’rriba” (“para arriba”).
 “Pa’bajo” (“para abajo”).
La situación cambia si lo que sigue es una consonante. En ese caso no tendríamos que utilizar el
apóstrofo:
 “Pa quererte” (“para quererte”).
Ya con esas reglas explicadas, veamos qué usos tiene este signo:
Señalar sonidos suprimidos
En ciertos dialectos del idioma español se suele suprimir muchos sonidos al momento de hablar. Cuando se
necesita reproducirlos debemos aplicar el apóstrofo:
 “Pa’lgo debe servir esta cosa” (“para algo”).
 “Enciende eso pa’lumbrar la calle” (“para alumbrar”).
Está claro que difícilmente llegará el día en el que debamos aprovechar este uso. Es algo más común en los
textos literarios que buscan imitar esos dialectos. Pero al menos sabemos para qué sirve.
Indicar la ausencia de una vocal en textos antiguos
Si en algún momento debemos leer o revisar algún texto antiguo, puede que nos topemos con palabras sin su
vocal final, como estas:
 “Qu’es” (“que es”).
 “L’armería” (“la armería”).
Este fenómeno es muy similar al de los dialectos. En los siglos pasados se omitía la vocal final de un
término cuando el siguiente también comenzaba con vocal.
El apóstrofo permite señalar esa ausencia. Sin embargo, al día de hoy muchos de esos textos están
disponibles en versiones modernas, con el lenguaje actualizado.
El asterisco
El asterisco es un signo de puntuación auxiliar con forma de estrella que va en la parte alta del renglón.
La razón por la que es auxiliar es que sus funciones dentro de los textos no cumplen un papel principal. En
realidad, su utilidad es secundaria; aunque no por ello deja de servir para ciertos casos.
¿Para qué sirve el asterisco?
El asterisco sirve para realizar un llamamiento sobre una palabra o frase.
Dicho de otro modo, este signo indica un comentario o algo que se debe considerar sobre el término al cual se
acompaña. Por ende, no tiene ningún efecto sobre el sentido de las oraciones.
A diferencia de la mayoría de los signos de puntuación anteriores, el asterisco no posee tantos usos, así que es
muy sencillo dominarlos todos:
Con notas a pie de página
Una nota a pie de página es una aclaración sobre un punto o elemento de un texto. Su función es comentar
algún dato o detalle que se deba tener en cuenta, y para señalarla se coloca uno o varios asteriscos:
El próximo encuentro de la GTNA* será realizado en Valencia durante la siguiente venida del cometa Halley**.
* Grupo de Tecnología Náutica y Aeroespacial.
** Fijado para el 8 de marzo de 2024.
Si nos fijamos bien, veremos que cada asterisco debe ir unido a los elementos pero separado de la nota
en sí por un espacio.
Con expresiones incorrectas
En los textos especializados que tratan el idioma español, se utiliza el asterisco para indicar que una
expresión es incorrecta por su gramática:
 *Mi mamá soy buena persona.
En ese ejemplo el error está en el verbo, que no concuerda con el sujeto de la oración. La forma adecuada sería
“Mi mamá es buena persona”.
Las llaves
Las llaves son un signo de puntuación doble cuya forma es la de un arco con una punta en la zona del
centro.
El signo de apertura y el de cierre tienen la misma forma, solo que apuntan hacia lados distintos (tal como ocurre
con los paréntesis):
 Llave de apertura: {.
 Llave de cierre: }.
Conviene señalar además que casi nunca se utiliza los dos al mismo tiempo. Lo más común es optar por
uno u otro según cada caso.
¿Cuál es el uso de las llaves?
El uso de las llaves tiene que ver con agrupar elementos.
Esa función no es posible con ningún otro signo de puntuación. En ese sentido, aunque las llaves no sean tan
multifuncionales, lo cierto es que son irreemplazables.
Por su lado, la idea de agrupar elementos puede sernos útil en dos casos:
Con esquemas y cuadros sinópticos
En los esquemas y los cuadros sinópticos se utiliza la llave para introducir un grupo de elementos a
partir de una misma palabra:

El término que une al conjunto es “Adjetivos”; por eso es el que abre la llave. No obstante, podríamos
invertirlo y utilizar el signo de cierre:

Con alternativas en oraciones


Las llaves pueden servir también como indicación de que hay varias opciones para construir un
enunciado. Simplemente debemos encerrar con el signo de apertura y el de cierre todas las alternativas.
Hagamos un ejemplo con “Tengo que”:

En esa oración, tanto “conseguir” como “encontrar” son verbos válidos para completar la oración,
puesto que su significado es el mismo.
Si lo deseamos, podemos escribirlo también de forma lineal:
 “Tengo que {conseguir/encontrar} un nuevo apartamento”.

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