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'anb L euzsauol EUn E aJeqrl ugual un anb ¡rn8asuoJ ap eleJi,
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EI es oruof, 'rrlua¡a¡xa ¡od EIJnq EI ap Erpeuo ) el 'oyad Ig
r{grffnooulNrr
Pero Tóxilo, previsor, yz tiene maduraclo un plan para liberar
a su amada a expensas del propio lenón y este plan, a partir
de ahora, va a servir, aclemás, para devolver a su amigo la suma
prestada, sin exponerlo a las iras de su amo. El plan consiste
en que Sagaristión se disfrace cle extranjero (de persa, exacta-
nrente, y de ahí el título de la comedia) y, valiéndose del recla-
mo cle una falsa carta, venda a Dórdalc¡ la hija, prestada para Ia
ocasión y debidamente clisfrazada, de su parásito Saciadón, a
la que se hace pasar por una esclava árabe, raptada de niña
en los lejanos confines de Arabia. En este punto debe entrar en
acción Saciadón que, revelando la auténtica identidad de su
hlia, reclamará Legalmente su libertad y la liberará de la gaffas
del lenón, sin que éste pueda reclamar la devolución de la
suma pagada. Y dicho y hecho. El plan se pone en práctica y
la burla tiene éxito. Tóxilo libera a su amrga y Sagaristión recu-
pera su dinero. Al final, en una escena llena de canto, música
y danza, que tiene muchas similitudes con el final del Sticbns,
los vencedores celeb ran la victoria con una tiesta por todo lo
alto y aprovechan la oportuna llegada del len ón para divertirse
a su costa, colmándolo de burlas e insultos.
No tenemos ninguna información directa sobre el modelo
del Persa y tan sólo cabe formular hipótesis más o menos
verosímiles. Basándose en el v. 506 de la comedia (Cbrysopo-
lim Persae cepere urbem in Arabia) Wllamowitz supuso que
el modelo griego hubo de ser compuesto en una época en que
todar.ía estaba en pie el imperio persa, es decir, antes de la lle-
gacla aL poder de Alejanclro el Magno, y, en consecuencia,
hubo de pertenecer a la Comedia Mediaa. Con ello concorda-
ría el inhabitual alejamiento de los esquemas típicos de la IVéa
que presenta esta comeclia, prÓxima a la libertad estructural e
inr,'entiva de Aristófanes. Esta tesis, sin embargo, goza hoy de
poca credibilidad y probablemente hay que ser, como señala
Fraenksl5, tzn tonto como el lenón Dórclalo para clar fe a una
sola palabra de la fantástica carta inventada por Tóxilo, a la

{ Esta hipótesis ha sido def'endida entre otros por Leo , f)er Monc¡-
log in DramA,46, n. 1, \ü7ebster, Studies in Later Greek Comed.l,,78
(que sitúa la composición del original griego entre el 341 y 338 a. C.
y conjetura que puede tratarse del Ilepotq del poeta ateniense lliausí-
crates), Della Corte, Da Sarsina a Ronta, 164 ss.. Gritnal, Plaute et
Térence, 662.
5 Cfr. Fraenkel, Elementi, 405.

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q ep BJrJlaur erJueJaqnxa EI ua ;esuad eJEq anb 'sotr-rr1 sos
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-sn8 sns u ol¡uldepe ercd olapour ns sauorfeurroJsuzJl szrldur
e oprlsr.rros v,\erq olnEld anb ¡zsuad elqeuozeJ sorrrEJaprsuof
'6uela1\E eI anb SeuoZRJ sEpBpunJ Ántu -lod 'saluur8uo sol Jp
¿JrJgal ugrJfnJlsuoral EI osuJaJJ IE Elsendxa Á epu8sarJJr ¿se¡d
-rua oprJaJud ,,{ sou a¡dtua¡s .( so8au8 olapolu Iep aJEq anb
ugrff,nJJsuolal q sellzlep sns sopol ua JrLUnsE e solsandslp
sor.uvlJulsa ou anbunz '1. ¿rur:zlq3 'g Jod ugrJ¿luarunEr¿ EIId
-LUE uof, EplpuaJep srset Elrlsa8ns EI se EtsE 'olapou¡ ns aluaur
-leJTpeJ gurroJsuvrl '?saileJ ns ap leulJ IE aluatulzlradsa sepEl
-¡alap surfuapuel sEI uof, ErtueuosuoJ ue 'uJqo EI ap of,sasJr.J
o]¡adsr Ia r¿rJualod e¡vd'uarnb olnzld opls raqzq opnd '¿erp
-uzueru zrodg ep 'n?N ¿l ap tr¡dua[a o:lsg1o un oprs rrqzl{
epand oslad Iap IBUTEI¡o 1a anb L olapou Ia ua uorJzlouur EUn
¡auodns ull¿J e8vrqu¡alnbls Iu anb 'o8;zqrue urs 'alqlsod sE
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uarrol un aJlua osoJoru¿ aJUELuoJ ocrdgt Ia op¿LUJoJSuBJI E Jq
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ap olrlzJalreJ oluarruyleJl un ap oprJJnqu of,rlqgd un e taeJle
e¡ed 'salzntrqrq szuanbsa sol eÁ sopelo?v'anb ua n?l{ pl ap
etprvl zrodg uun u o8al¡E o¡aporu Ia al.nqr.r1¿ ualnb 'ola>fuaeJg
ordo¡d 1a rod BpulnruroJ srsalgdlq EI euall 'ol¡rnf orlsanu E 'p,,1
-rlrursorel ap sosrl sgw 'opzll¡ ugrJar a[esecJ Ia eJeuauad anb
ver en los w. 99-100 (O mi luppiter / Terrestris.l te coepulonus
compellat tuus) una alusión al Colegio de los Epulones, crea-
drr en el 196 a. C. (cfr. Liv. 33,42, 1) y,en consecuencia, se ha
supuesto que la comedia debía ser posterior a este año. Pero
la alusi ón a los juegos circenses del v. 799 karreras de avestru-
ces), 436 (carrerus de liebres) y, probablemente, 412 (carreras
de cuádrigas), ha sido diversamente interpretada ya que,
mientras unos autores quieren ver en ellas una alusión a los
juegos ciel 797 a. C.10, otros prefieren ver una referencia a los
fastuosos juegos dados por Fulvio l.{obilior en el 186 a, C., con
rnotivo de su victoria sobre laLiga Etolia, con cuya fastuosidad
cuadraría muy bien la citada alusión a las avestruces, como
una de tantas novedades (en parte citadas por Livio) que ca-
racteúzarían a tales juegosti. Con esta datación tardía, que ha-
ria del Persa una de las últimas comedias compuestas por
Plautot2, se corresponderían las importantes innovaciones an-
tes apuntadas de la comedia, de aceptarse que el responsable
de las mismas es Plauto13.

10 Con ella con cordaria la alusién en el v. 339 a los reyes Átalo y


Filipo, si pensarnos que ese año fue derrotado Filipo V de Nlaceclonia
y murió Atalo I de Pérgamo. Pero se trata de una alusión demasiado
traga para poder extraer conclusiones fiables.
11 Otras posibles relaciones entre el Persa y la catnpaira de Fulvio
Ir{obilior contra los etolio.s son señaladas por Chiarini, op. cit.,279-221.
En concreto Chiarini sospecha que puede haber una relación entre los
arti"fices que vinieron de Grecia paru celebrar la victoria cle Nobilior
(cfr. Liv. 39,22,1) y los bailarines griegos de que habla Plauto en los
w.824 y 526. Sospecha igualmente que la inclusión del "jabali etolio''
(cfr, n. 4 de la comedia) entre los trabajos de Hércules no es un des-
piste sino una alusión voluntaría a la conquista de Ambracia,la capital
áe la liga Etolia, por Nobilior e, igualmenie, emite la hipótesis de que
quizás bajo Ia mágica invención de la ciuda d árabe de Crisópolis, con-
quistada por los Persas, puede esconderse una alusión a la conquista
romana de dicha ciudad.
12 Recordaremos que tanto Buch colno Sedgw'ick y Della Corte da-
tan esta comedia en el año 186 a. C., hac--iendo de ella la penúrltirna de
las comedias plautinas. Schutter, sin duda siguiendo a Enk. se limita a
señalar el año 196 como término post que?n de la misma, considerán-
dola, eo ttrdo caso. anterior al 797. También Paratore, Tutte le contnte-
die,IY 9 se inclina por una datación en torno al 796 a. C.
13 Esta datación tardia, en torno al 186 a. C,, se ha querido confir-
mar también suponiendo una relación entre las delaciones aludidas
por Saciadón en los w,, 62-72 y los proceso s realizados en el curso

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(aualasruuraf ¿p) epvl-lJ'vfslan)oJos
orsgrcd'NgcYi)YS
o^¿lfs3 'NgIJSHYCYS
o^¿lf,sa 'ollxoJ
SEfYI\iOSUEd
ARGTJ]VIEINTOl

(acróstico)

Aprovechando que su amo está de viaje, Tóxilo compra a


su_amado y hace que el lenónla manumita. Después .orrol"rrc.
al lenón para qye compre a un pirata una cloncélla raptacla: se
vale de la hija de su parásito debidamente disfrazada para de_
sempeñar es-te papel. Dórdalo muerde el anzuelo y Tóxilo,
borracho, lo burla en un festín:.

1 Este argumento, acróstico,


no se conserva más que en los ma_
nuscritos palatinos. El palimpsesto Ambrosiano .onr.*á restos del ar_
gtrmento no acróstic9, pero en un estado tan calamitoso que resultan
completamente ilegibles.

difícilrnente alca nza a dar una iclea aproxim ada del tema de la corle_
dia. Para tal fin, r.,éase nuestra Introdulción a la misma.

Ízt6l
VEZ]
-rad ou anb af¿s¿d etse ua EpEUJ salnlJ?H ap Wezeq Ef,Iu! zl sE s
'¿rpatxol 3l ep uorJEtEp EI arqos ugrf,)np
-oJlul ¿l ua oq)lp ol e sorurtrural ugrlsenf, EI eJqos sellElap sgtl-I eJvd
'('f 'e 6gI) rorlrqoNl or^lng -rod ¿IrErqLUy ap ztsrnbuoJ vI e ugISnlE
urJutunloe L zcnugJ ¿un Ig ua ral oplranb eq 6ZZ 'BL6f eruo¡og 'a1
-sa{q 'os,to{t l 'oruald'oil)a"t oT) rurratl{f 'C etueulrurlllg anbunv'(7
'u '0I 'tuqnald !&talual'i '1a¡uaz:C 'E aJIp auLtoutaru snsdal) otneld ap
alsrdsap un ¿ rorra Ie asJ¿]ndur alans atuetuleuolf,Ipet¡'Áat Iap oflq
'o;Eea1a1,q :od ouenrr anJ II¿qel p 'selcadllad sESreAIp ep sgndsag
'opzue8 Ia ua so8z¡tsa epeq L sasatu sEI ulnrlsap anb ileqvl eLUJoue
un orJollJJel ns E o8tls¿c ouro) grlua 'ulle v souetu sasolp sol sop
-ot E sor-)IJrJf,¿s ugrlf,aloJeJ EI ap slsal; uun ue els? oplf,e{o "raqzq ;od
'ugpllz3 ap orlola La"¡ 'oauE rod zprpuaJo 'sltueuv rpual.a¡ elsa u93
-aS',.ugpllr) ep elJa)E),, otllof, oplfouof, olposlda IE'oleJJuo¡ ua'L
o;8ea¡ary ap olltu I¿ af,eueuad ollola IE 'uIpElJv ue 'otutru¡t-lg ap sanb
-soq sol ue et^r^ oleqvn rerrat ns ua saln)r?H ;¿¡ntdu¡ ap oqnq anb
\leqel Ie opuen) 'ot¡o1a ¡1uqef 1ap ¿lqzq otnrld anb a"^ar¡gseO I
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aluau"Ie,tllCadsaJ' ol
-EJurtsA o8zl Iap sa^B sul E L erutra3 ep E^raI) eIe'(atuatn8rs etou ':¡c1
otuEr.rllrg ep uvqel¡v'euJ€]3p Erplq trIv esrv]u3{ua ap oqnq selnrreH
atrb so1 ua 'sof¿eu¡t olurnb ,r( ouzn¡ 'o¡alJal 'opun8as la s^oplpnlu Jas
v uvl uolf,EnulluoJ y 'ofzquJl JeurIJd ns ua seln)JaH euanu otp anb
E EJarJ ',",leJl as
elqruel ¿l 'usurel{ Jp uget I3p 'JluJLI"IJluJpl^J €
eulr¿Je.ld goaluY uoJ '.olEJUIlsE Iap saAE sul uof, 'rollole tIeqal
Ie uof, 'oAJalf, Ia uoJ 'EJplq q UOJ 'tugal Ie uof, Sand 'salnf
-JgH ap sofEgen sol sofugel sns uof, gradns 'totuy Iap aAEu t?I
ua gf,Juqlua 3s 'o^Elua) un urs 'anb opEJoureue :auud 1E
orIx9J
\TUENIUd YNEfSE
OUEWIUd OT]Y
combatir vo, antes que con el Amor. Porque ¡cuántas tribula-
ciones he de soporta r para conseguir un préstamo! y lo único
que saben contestarme todos aquellos a los que se lo pido es
"no tengo".

ESCEI§A SEGLTI\IDA

SecerusrróN, Tóxlro

SecnRisrróN.- 6in t)er a Tóxilo.) El esclavo que quiere ser-


vir fielmente a su amo, siempre ha de tener, por Pólux, pre-
sentes en su espíritu mil detalles que cree que pueden agradar
a su amo, esté presente o ausente. A mí, sin embargo, ni me 10
gusta ser esclavo nr gozo de ias simpatías de mi amo. Pero a
pesar de todo, como si de un ojo legañoso se tratara, él no
puede apartar su mano de frí6, no puede dejar de darme órde-
nes y de confiarme el peso de todos sus asuntos.
Tóxno.- ¿Quién es ese hombre que está frente a mí?
SecerusrróN.- ¿Quién es este hombre que está frente a mi?
Tóxrro.- Se parece a Sagaristión.
SactnlsuóN.- ¡Si es Tóxilo, mi amigo!
Tóxlro.- Claro que es é1.
SecnrusrróN.- Creo que es é1.
Tóxrro.- Iré a su encuentro.
SncerusuóN.- Me dirigiré a su encuentro.
Tóxrro.- ¡Oh, Sagaristión, que los dioses te sean propi-
cios!
Sncerusrióru.- ¡Oh, Tóxilo, que los dioses te concedan to-
dos tus deseos! ¿Cómo estás?

tenece a los famosos doce trabajos. Anteo era un gigante hijo de posi-
dón y Gea, que habitaba en el desierto de Libia. Atacaba a todos los
viajeros que por alli pasaban y los maraba sin piedad. Hércules, qlle
iba de camino en busca de las manzanas de oro de las Hespérides.
hubo de combatir con ély, por tres veces, lo derribó al suelo. pero, al
comprobar que , cada vez que el gigante tocaba el suelo, Gea, su ma-
dre, le infundía nuevas fuerzas, levantó por los aires a su enemigo y lo
ahogó ent.'e sus brazos.
6 En el doble sentido de "tocar" (el ojo inflamado) y "echar mano
de, recurrir" al esclavo. La comparación entre un esclavo imprescindi-
ble y el ojo legañoso aparece desarrollada con mayor detalle en
Baccb. 913-915.

lz¡a)
rcezl
'?luoSoal
ns ua oporseH rod ellulep opol uof, epawler sE 'opunl.rl Iep olrspod
Ie Jrn8asuof, vJu,d ouoJJ eJprd ns EJtuoJ glaqal as opuBnJ 'sauul¡1
sol ¿Jluo¡ 'sa;tnbuotz)eH so1 L s^ado¡c¡3 sol 's^oJldlullo sesolp seulap
6.,
so1 :od opzLodr 'sna7 o^ntsos anb zqlnl erqelgf, q 'se olsl
'opeToze Jes ap 'JIJap se '..seloz? sol
ap opz8rulue lerf,IJo,, Ia oulo) ysv o?ye '|s!-lolllltu snunq!,u Iap olepotu
Ie eJqos vpeo:c Ef,IuIg) ugtsardxa uun sa sttopdan snunquJ I
'sualndan snunqL¿l ep uglf,Enpvt? vl ua alualuewlp
-eruur Vrclloilesap as enb 'sruca{aad ap JETIIIuI opIrf,IJIUBt'^ 1a uo) u?Iq
-ruz] opezrlrtn se '(snft4aatd =) snto,ta{ao.td7snru"Lta{aa"td :o,ta{aa.td7o"tt
-a{aad p¿pIlzuorc¡odo¡d EIIIU9J eun ep sgl¿Jt e aluaulalqrsod 'sgtu
-epe ourturg] atsa orad '(I8¿ 'qnog ue snfi)ila{ '4t7 snp*ta{aa,td eP
ordo¡d opz)IJIUBTs ¡a ¿,Jes anb '. suuepuf, 3p opzS:zr,, 'JIJap sE r
¿ollese JaLUIJd Ia JIISISaJ opand ou anb
V 'ol-l¿S,¡e /rpe un uoJ JuaJJenO? 6¿SeuBllI Sol uoJaIf,ILI ouIoJ
sasorp sol u alurutua-r¡ug? ¿oL re)eq etrpod 9n§?
-'ollxgl¿ynbe
u¿Jor.uzua as sol¿lse sol opugnf, apsap
ap EI{f,eU eun
^? -'NQIrstuVrvS
'ugzeror Ia gszdszr] etu opldn3
'snue^ ap elBql.uoJ I3 ua ¿plraq ¿un oplqlf,sr aH
-'o]lxgl
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-anq sauarl ou anb se 'xnlo¿ rod 'pepJa^ u'I
opErsurusp-'NglrsHYcvs
oI{
¿ualq a¡duals oputsa s¿q g1 -'olxol
'o?¡e¡ esa ua ou¿Jala^ un uL -'NoIrsIuYevS
^? sa:g
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ap pupIIEJ ua ep ?Uof,Sa uun uo) 'out¡otu Ia ua oIfL\
-ras ep op¿]se aq ogE un 3p sgtu ollnbod uf I
-'NglrsruYrvs
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¿etBmlelatu EI uof, ' ose)e' epeuotrzla¿?
"'xnlgd :od 'uot¡zdnf,o Bufl -'
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'et¿, - 3l ou anb
g¿ oprs un eLJeq anb¡od 'ouantu ¡od eqvp at p
JepueL'u Jaqzs anb,leq -'orlxgl
NgIJSIuvovS
¿rr)ep sararnb ?nÓ?
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sol ap eu¿q)ano-¡dz seqzs ou roluol saJE
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¿susof, sEI uelq uEA al ou anb sE? -'ortxgl
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oPU¿JIl SouIuA o'IIx9I
¿sepue 1et 9n§7
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'IsE-'xgIJSItIVevS
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-'olxol
Stcerus116xi.- Ten cuidado, no sea que las catapultas de
olmo traspasen tu espalda.
Toxrro.- ¡Bah! Celebro como un rey las fiestas cle la Li_
bertad I o.
SacarusrróN.- ¿Y eso?
Tóxlro.- Porque mi amo está de viaje.
SacerusrróN.- ¿Dices que tu amo está cle r.iaje? 30
Tóxn-o.- Si estás dispuesto a disfrutar de la vida, ven a mi
CZS2: vivirás conmigo y serás tratado a cuerpo de rey.
SacerusrIsru.- ¡Ay! ya me pican las espaldasrr, sólo cle oírte
decir eso.
Tóxlro.- Pero hny una cosa que me atormenta.
SecnnrsrróN.- ¿De qué se trata?
Tóxrro.- Hoy es el día decisivo para saber si mi amíga va
a ser libre o esclava para siempre.
Sacerus11§¡.- Entonces, ¿qué es lo que quieres?
Tóxlro.- Tienes la oportunidad de gan arte un ami go para
siempre.
Sncerus'¡1§¡.- ¿Cómo?
Tóxno.- Dándome seiscientos escudosl2, que necesito

10 Lit. "las eleuterias".


Se trata de fiestas celebradas en distintas
ciudades griegas en conmemoración de la liberación cle la ciudad de
alguna opresión. Las más famosas eran la.s que se celebraban cada
cinco años en Platea. en mernoria de la l,iótoria sobre los persas.
Pero, evidentemente, lo que quiere decir el esclavo es gue, aprove_
chando la ausencia de su amo, disfrura por todo lo alto ¿á ta liÉertad.
Cfr. Sticb. 122.
El picor de espaldas es signo premonitorio de azotes: cfi. n. 2l
del Anfitrión"
12 Lit. "600 numos", cantidad
imprecisa de dinero. Si aceptarnos
que aquí nummezs puede designar el filipo, moneda de oro db valor
equivalente a 20 dracmas (cfr. L. Nadjo , L-,Argent et les affctires á Rome
(es origines au IIe siécle auantJ.-C.,Lovaini-paris I9B9,6O), 600 escu_
dos equivaldrían a 72.000 dracmas, es decir, 120 minas. pero se trata
de una cantidad desorbitada para precio de una esclava, que ronda
habitualmente las 20 o 30 minas (cir. n. lZ d,el Curculio) y qr", ade_
pár., no quedaría compensada con las 60 minas en que es véndida al
lenón.la
-hija
del parásito. paratore soluciona el probiema recordando
que el filipo cambió de valor con el riempo y pásó a designar mone_
das de disti,,ro valor. Además, es muy probabie que la sumá de dinero
obtenida de la venta de la hija de §afurión sea superior a la pagad,a
por Lemniselene. Chiarin¡ (op cit., 1), n. 10 y 165, n. lg}),rpor."qr"
aquí el nummus podúa equivaler al tetradracma, con lo qr:é lo, ,éir_
cientos numos valdrian 24 minas (2.400 dracmas).

[240)
JYZ)
,,opup uJarqnq ol a1,, solu¿rJu¡adsa :ouqnz¡d notlt»ggoodury oord11 p¡
rur 'olanqu nu 'a;pud IW 'olrsqJed ap orJrJo Ie opual¡¡afa ezued
ns ETEUDII ou anb oun8ulu oqnq sgutvl sopzsudaluz sru¡ sopol
aJlua sand 'oleJ ourrxgru Ie uoJ o¡rl¡u¡d ouadruasap anb
^ o;\JOSuol o
'sopzszdaluu srtu ep or)rJo on8rlu¿ L ofal.,r le
N9AYr)vS
YUEfUEJ YNIEfSE
'ugual
Ie Brluof, ogz8ua ug81z opzruzJl v,terq ou anb ¿]szr{ ESEJ ep
eJelor-u euroI{ 'auuf,snq anb Jeual z san8rlqo atu ol{ 'seluz ol
-uun) zsa;Ea; ored 'uelq e[e¡ a1 an] ¿vA, sv,t eI?
09 'oLIJJELU etu 'xn19¿ -rod 'o.{ sand -'orrxgJ
-'NqlJSIuYcYS
's3f,epuu s
szluzl vBW anb ap 'ol. ou 'ed1nJ EI auall roruz IS
'su8;asuotu nl uoJ suluur aW ¡qy! -'orrxgl
-'llgusruycys
'l¿el o8ruz un ourof
euzptrLz 'ocrldns ol a] ,( oprd ol at '-lo,tr¡ rod 'zpln8asua raqzs
ol3u9f,ull ua ?rezroJsa aru 'o31e oErsuo¡ ls 'oÁ u?rquIul 'EJSnq
oJsd 'esy) lur E aAIenA 'opEllnser Ie E3s IunJ E3s
-'olrxgl
'olunsE alsa JaAIos
-aJ ue eurJvzJoJse sa 'JaJEq opand anb o)run of 'eroprlauo¡d
"'etJqetq ol e] e,\'o,iaurp as3 sser^nl o.( IS
-'NgrJsruvcvs
'ouztu EI ua oJaulp 1a oEual v^'sacuoJug
'¿lslluulsa¡d un JuJ]uof,ua ap ¿Jvlz-ll 'ouang -'ollxgJ
'epeu oprnEasuo) eq ou o.lad oputuatu¡ aq-'NQIrsIUYgv5^
of
¿tluu e saprd au¡ anb ol tr] seJzr.l ou 9nb ¡od
-'orrxgl
'uarn81z e oultsgrd un alapld ¿szlun8a¡d ^? aI^J?
o¡ -'xgrrsmvcys
¿v?eq anb sa.lalnb gnb
-'orrxgJ
a¡?
^? -'Ngr¿sruvcvs
¿o8ruruoJ ISE al¡ul¡od olluoq a¡a"¡rd
-'orrxg¿
'Eluarpas
,( e¡as glsa a-rduars anb 'zautgd erpard vl v eaBe "rrpad oruof
sE ¿saprd aru anb puprluuf, q rrunar eytetEol es etuatulrrg
-rp 'o;alue opol 'oÁ oprpuel uJanJ anbunu lu 'anb saqzs ol.ji
Oy ieJnpeJz) spJO5^! 'oJaurp ap vpelela uel evrns EUn tw e ar.uJrp
-ed v asJalaJlv v¡ed zewt-lJvJsep Elrsaf,au aS
'ar.uaJJolob^ 'osoJaua8 -'Ngirsruvcvs
9s '¿puy 'svtp saJl o sop solurxg-rd sol ua
'aluaruzlrlperuur ?JaAIoAap al anb .[.'peuaqll ns ;u¡duo¡ ercd
bisabuelo, mi tatarabuelo, mi bistatarabvelo y mi transbistata-
rabuelol4, todos ellos, como los ratones, siempre se alimenta-
ron de comida aiena y nunca hubo nadie que pudiera superar-
los en voracidad. Todo el mundo les daba el sobrenombre de 60
los Cabezas Duras. De ellos he heredado yo mi oficio y mi
linaje. Yo no quiero ganarme la vida como delatorlí. Pues no
está bien despojar de los bienes a los demás, sin correr ningún
peligro. Y los que lo hacen no me son simpáticos. ¿NIe explico
con claridad? Porque, del que practica la delación por el bien
de la patria y no por interés personal, de ése se puede creer
que es un ciudaclano bueno y honesto. Pero a mí me parece
que, el que haga condenar a un malhechor, debe ingresar en
el erario público la mitad de la recompensa y que además
debe añadirse a Ia ley este artículo: "siempre que un delator 70
denuncie a alguien, el denunciado debe tener la oportunidad
de denunciar a su yez a su delator, para que ambos se presen-
ten ante los triunviroslb en igualdad de concliciones." si se hi-
ciera así, os aseguro que desaparecerían por completo esos
desaprensivos que, utilizando el álbumt7 del pretor, como si
de una red se tratase, andan a la caza de los bienes ajenos.
Pero, ¡seré tonto que me ocupo de los asuntos del Estado,
cuando hay magistrados a quienes corresponde esa obliga-
ción! (Dirigiéndose a la puerta d,e la casa de Tóxilo.) Ahora
entraré a visitar alas sobras de ayer. Voy aver si han dormido
bien, no vayan a haber tenido fiebre, si no han estado bien
tapadas. Pues temo que algún malvado puedahaberse desliza-
do furtivamente hasta ellasts. Pero se abre la puerta. Detenga- 8rr
rnos el paso.

14 Creamos estos dos írltimos térrninos, inexistentes en casteliano.


sobre la base de "bisabuelo" y del arcaico "transabuelo". Obsérvese la
obsesión del parásito por presurnir de linaje ilustre.
15 Sobre el nombre latinc> de qttadrupulator dado al que practicaba
este tipo de delacií;n, cfr. P. F'est. 309 L. qttadñplatores dicebantur,
qtti eo quaestu se tuebantLtr, ut er¿s res persequerentur, qulrum ex le-
gibus quadrupli erat actict.
16 §e[¡s los tresuiri capitales cfr. n. 15 del Anfitrión. Se ha supues-
to (cfr. n. 13 de la Introducción) que podría haber una relación entre
Ias delacicaes aludidas por Saturión en este pasaje y la represión del
culto báquico que culminó con el famoso decreto De bacc:banalibus.
17 Esto es, el tablero blanco en que se exponían públicarnente los
edictos de los pretores. De ahí deriva nuestro álbum.
18 Obsérvese que la relación del parásito con las sobras de comida

12121
l€tlZ)
'so¡n8as uos opllues ru olxel IN
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-rueur Iap setua8ur¡tse sul E aluar¡ 'seJuExEI sapupardo:d Jauat a¡a¡ud
anb ¿sou¡tun8al ep ar¡adsa ',,soqo1zJu¿dsa,, o ,.srL¿tuv)en8,, 'tl'I et
's?lp souanq
sol salJzp L pn¡zs ns ;od asJ¿saJelur u¡ed EUuUEur ap l,nur UBqEIISI^ sau
-alnb E 'souo-rlud sns uo) souzrr.roJ saluarlJ sol ap z1 anb Bursrur el sa
'ugpErf,Es ou 'ugrr¡atuzg opu8a¡1
uH 'lt ap ouSlp sa ou ose ,( 'xnlg¿ :od 'sa1uar14
-'Ngavrfvs
¡opz8all sur{ e}uaurzunt¡odo 9nb 'ugpzrcus 't{O!
-'orIXgI
'upnlss at ¿sel^r uu
00I -ang EI ap apu{of, nI
¡l¿uarret re¡dLtf Itu 'qO!
-'i.igoyl)ys
'rru ap Ef,raf, elqeq uarn8ly
'e8ile¡ El e ou-'orlxgl
'o?wtglsa IE
ueleq anb soluaLurl¿ sol uztsnE ehl 'oz?¡nd un oulo¡ ¿sadsa res
aqep sulszd ap zdos Eun 'alua¡¿dsu¿rt Á olual]r.reurv 'open8z
oplzJ un anb sgtu se ou :epeu elzl ou 'ELUaJf, EUn oruof, usadsa
?tsa ou anb sulszd ap zdos ¿un 'sgluepv
'vtuz?rcE e¡ tod ualq
uelzqsar anb ercd 'szpra;aq ualq rztse ap uzH 'epeu uelu-\
ou 'szpn;3 'ugzer q upot auarl ¡'auadV)
'suprf,o¡ o¡od srgl;rs-'Nocvlsvs
sBI eru anb o¡
-arnb o¡1 'sz8lpugqlz se1 ,{ sztszd sul ualq pl,uaH
-'orxgl
¡ellutep roueru ¡a zd
-uf,sa al as o¡! ¡opot ap otuet ¡z gtsg! ('auodn
-'Ngavrrvs
'zpln8asua ynbe VJvlu¿sa"rd as 'suru.ral
sel ep ordur¡ ualg e31zs otuznJ ua 'anb oL oar3
'tluu e ararJar aS ( aUadq -'orxgJ
06 ¡zr"rn¡1!
-'Ngavlrvs
'szlrqrrrue-l¡ ap oragzd
-r.uoJ rru 'ol. oeJJ 'rnb¿ VJe$¿ zprn8asug '¿laue) el e\pe 'sullo
sul ua ualg raJof, solze]H '6¡sefalua¡ sul solllrqrualu^ sol e.l
-uda¡d 'lellu EI uo) ouIA le epzery'JeJedsa ^anb Jeuat o-rarnb ou
'ES¿J u BAIenA opuunJ 'usl"rd soup ,\, olvqe.Il oJlsen^ E sourr¡d1
('asoc ol ap sol D 'Esn¿f, Itu u atuatulcqJ sgtu ?raene ol ISY
'oel ol ou anb oLuof, ?J?,H'ollsaf,au upnr(e e,\n¡ 'oltse¡vd ru e
oal lqz orad 'oreurp ordo¡d ns uof, sotszE sol opueBvd'Euaqll
ns zBrue lw ap v?vr4 ugurl 1a anb -rtn8asuo¡ vrcd opotgru Ia
ouerqnf,sep ag ¡o8ual ol e¡l ('DSD) ap opuatps)
-'orlxgl
NgcvlfYg 'orx91
VJUVNf YNE]SA
Tóxrro.- Pero comerás, pues los braseros2l del estómago
ya hum ean en la cocina . Ya he ordenado calentar las sobras
de ayer,
Sec-nnóN.- Pero el jamón debezz... senirse frío al día si-
guiente.
Toxrro.- Y así ordené que debía... hacerse.
SacmnóN.- ¿Y hay escabeche de pescado?zJ
Tóxno.- ¡Bah! ¿Necesitas preguniarlo?
SecnoóN.- Tú sí que entiendes de gastronomía.
Tóxilo.- Y tú ¿te acuerdas clel asunto del que te hablé ayer?
SecmnóN.- Sí, me acuerdo: eue la murena y el congrio no 11i
se debían rccalentar, porque las espinas se les quitan mucho
mejor, si están fríos. Pero, ¿a qué esperamos para trabar com-
bate? Por la mañana todo el mundo debe comer algo.
Ttixtro.- Pero todavía es muy temprano.
SecteoóN.- Un negocio que se emprencle por la mairana
tiene asegurado el éxito durante toda la jornada.
Toxno.- Por favor, atiencle a 1o que te voy a decir. Ya ayer
te cont é la historia y te pedí que me prestaras seiscientos es-
cudos.
SecnoóN.- NIe acuerclo perfectamente de que me los pe-
clistey de que yo no tenía nada para prestarte. Un parástto que 1l
tiene dinero en casa, ro vale nada. Si tiene dinero en casa, in-
nrediatamente le entrarían deseos de celebrar un convite, de
glotonear a sus propias expensas. un parásito ha de ser muy
pobre, como un tilósofo cínicoza. Ha de contentarse con una

:1 Designación cómica de los alimentos que sirven para calentar el


estómago.
22 En el texto hny, posiblemente, un juego de palabras, muy desvaí-
do, basado en los dos significados de iLts "ley" "derecho", etc. y ".sal-
sa". De todas formas la frase sólo puede entenderse con el primer sen-
tido de ius (ius est; "esjusto") y el segundo sentido sería simplemente
evocado con la pronunciación especialmente lenta de la palabra. El
juego podria continuarse en el verso siguiente donde el perfe cto ius-si
volvería a insistir en el mismo equívoco. Hemos tratado de reproducir
un juego similar con los dos sentidos de deberen español.
z3 El (b)allexo (b)allec (cfr. Plin. ¡V,H.3I,43) eralahez o residuos
de los ingredientes de que se había hecho el garum, la salsa que cau-
saba las d-licias de los romanos. Pero tarnbién se daba este nombre
a un garum hecho de almejas. erizos, quisquiilas, Iangostinos. etc.: cfr.
l. Guillén, (Jrbs RomA,II 258, n. 518.
2a Alusión ala famosa escuela filosófica griega que predicaba, en-
tre otras cosas. el desprecio a las riquezas.

12441
[tt/Z)
'..ErJnl3p Else,. eP '41
'otulro] u
ap otutsr Ia ue Epuntrs pupnlf qz
:¿ota).¿ary pp lr9'u '¡Jf 'rrpurrserd apand
aJquoq ug8ulu anb ep 'npl-n v¡ ercd sorJ¿soJau sauerq ap ugrJEIaJ
BI ue 'aluatualdturs 'uo¡f,¿nulluoJ u sopzJar-unua so1 anb lzn8r p ,sol
-afqo sotse rrnl)ur elqrraJerd a¡a¡ed ored 'sotlsgrud soi ueuuuaduasep
'19 ug8as 'anb Elslfzs^ztu ep oIJIJo Ia uoJ soluerunJlsur solsa zuor:)
-EIer (snc¡c715 Pp ú ¿rou ns '¡Jf,) rroturzd 'OgZ'q4$ '¡Jf, :Ertsalzd e1 i
oggq ya ercd sotuaurnJlsul uos ropv)sal 1a.( alra)E ap vu¡etrcE r,1.
sz
¿sa)rp gnÓ? '.¿8S3ffi Euang EI ap
vtpeuo) eI ap ereslndxa e] anb 'sa1nl.ra¡¡ "rod ,o¡nf et .slqrsod
satuu ol Eflr{ nt ¿ }nb¿ sezrt aLU ou IS 'opld at anb ol rerull
e sr-,' anb szleuro¡d aru ou anb Elsuq 'eseJ ^ ru-r ua opzroq olos
un seruqord ou anb 'ogz8ue E saruull at ou o8enl anb z-lzd ,sa1
0rI -nJreH ¡od 'o"¡n8asv aL ¿odularl souarpual an§?
-'orrxgl
'osa rp rzlquq ap odu¡alt soruarp
-uat sandsac 'sErqos sEI opuzadortss ugtsa es
"'clTErEEaI,{ epsap -'Ngayrfys
¡nbz gpesert as anb sas
-eur sras a)uLI ou etlvpol ugual oLUof, 'o:afuzJ]xa -las ¿-ll8
Ia ¡
-ur¡ anb 'o-rJo e oleqvrl asa ¿rc?rc¡uE 'ou oL 'o¡
¿efiq Itu E Rl repua¡?
-.orxg¿
'pfH nt E rapual autelgp'saJuoJug-'xoayrfys
'ESor en/'.l- oesaP ol\i -'orrxgl
-'NQaYI)YS
'orsurp

aur-¡rnEasuoJ sapand gl osuJ ase uE 'opranfz eCI
¿JeruoJ
-.orrxgJ
ep Bp au anb ru
-os-¡ad ul Ees ou atrb 'uarn8le tril E aLuJa;ouo3?
-'Ngayrfys
¿pepJe^?'efiq nl u af,ouo) ¡u Il ¿ aJouof, al ou ESEJ Else ua alr.\
anb ugual Ig ( otoptg7 ap uso) Dl opuolouag
'ouelf sa 'ls -.orxg¿
-'NooYlfvs
'oprnEurt
6EI -slp o]¡adsz ap ,( usoulraq sa anb;od :grlp ol e¿
¿sararnb ,l gnb vrcd?'saJuolug
-.olrxgJ
'seut8erul al anb o¡ercd se oN-'Nigayrlys
-'orrxel
'erpBu e eL,\epo)
oprtser.l ,q rl es sganel anb 'xntrgd "lod 'o;nf aI
'Eflq nl u -.Ngayrfys
salsa-ld aru anb
se o¡alnb anb of 'oJaurp Ia usarelul eur ou E
-.orrxgI
'e\[LUv,J ns ap Epl,r e¡ rct8a¡e vrcd alqlpq¡sa;dur
o1 eEualuoJ o-rad ¿uall ,(nru ?lsa cu anb 'es1oq uun A, ede¡ EUn
'szrlepu¿s ap ¡¿d un 'os¿A un '.zJopzf,sEJ un 'alleJu ap e¡|etrc1
SecmoC-,N.- ¿De qué?
Tóxro. (Impaciente.) Vamos, dime de una vez cuál es tu
decisión. -
SecnoóN.- Véndeme, por favor, a mí también, si te apete-
ce, con tal que me vendas con labarrtga llena.
Tóxrro.- Pues si estás dispuesto a hacerlo, ponte a ha-
cerlo.
SecleoóN.- IHraré todo lo que quieras.
Tóxro.- Muchas gracias. Corre, vete a casa. Y alecciona
debidamente a tu hija y enséñale con astucia la historia que
debe contar. Dile dónde tiene que decir que ha nacido, quié-
nes eran sus padres, dónde ha sido robada, Pero que diga que 1í
nació lejos de Atenas y que llore, mientras 1o cuenta.
Secu.oóN.- ¿Quieres callarte? Tiene cien veces más picar-
día de la que tú quieres.
Tóxno. Magnífico, por Hércules. Pero, 1o que tie-
- Coge una túnica y un cinturón,¿sabes
nes que hacer? trae una clámi-
de y un sombrero de viaje28, para que se disfrace el que va a
vendérsela al lenón...
Secnnó ¡Bravo! ¡Estupendo!
Tóxu.o. .. fingiendo ser extranjero.
SecleoóN.- Buena idea.
Tóxrro.- Y tú, por tu parte, trae a tu ht)a elegantemente
vestida al estilo extranjero.
SecreoóN.- Y los vestidos ¿oti les prendre?
Tóxrlo,- Pídeselos al coregoze. Tiene la obligación de pro- 1r.

porcionártelos. Los ediles los alquilaron para que se los sumi-


nistrara a los actores.
SecnoóN.- En un instante todo estará aquí. Pero se da por
supuesto que yo no sé nada de esto, lfio es así?
Tóxno.- Nada cle nada, por Hércules. Pero, eo cuanto yo
haya recogido el dinero, acto seguido vas a reclamarla como
hiia tuya al lenón.
SecmnóN.- Puede quedarse con ella si no se la arranco
inmediatamente de sus garras,
Tóxno.- Vete y encárgate de lo que te he dicho. Entretan-

28 SoLre la causia cfr. n. 707 Miles.


29 Como hemos dicho en la nota 50 del Curculio, el corego era en
el teatro romano la persona encargada del vestuario. Segúrn se des-
prende de este pasaje del Persa, lo recibían de los ediles, para en-
tregrárselo a los actores (cfr. Trin.857).

[246)
lLrlZ)
'asrzp uapand anb saprprlrqrsod se¡ ap
puprlzlol eI reJJeqe vrcd EJer^JIS 'sopert¡¡u8rs sol ep anb saluutt¡tu8ts
sol ap IBurJoJ ugnrsodo el uol sgtu opue8nf 'anb ¿lltugtuasz o31z ugis
-a¡dxa Eun ep ereleil as anb ep pepl¡qrsod el vtrqrl 'OgZ 'z?B6L uglll,[
'Us,tA¿ '!r!"t?4plsoff 'oruUH 'IuIUag ElEQas^ ol-Uof 's^ELIIJOJ SEpol A(I'ng
"',tol,oyp (lnx) ,tgxrrl,oy AoA, o8ar,r8 p
-ooXq»QCI ln» nooaY7 no,lgy
aluel¿Arnba 'zuuulnq pzprlzuoovl vl L saluurluu sol ap p¿pllEuoIlEJJI
EI aJlue ugnrsodo Eun EIIa ua uaa '¡a1r(oA L zlopuauuv oLLIof, 'anb
so1¡anbz ep ugrurdo z1 rod opeullf,ul souaq soN 'a,,al ilad no apua,t?,,
a)nperl anb 'tnouJg ISE) eursauof, EI ap pepa tI v ?,ptraJer uglf,nJol
Eun ap al¿Jl as anb opuuu)sep soruaq auzd EJlsenu Jod 'oJEI) opUISEIU
-ep sa ou sua{ut anbru sua{ EUITEI ugtsa"ldre ¿l ap op¿rIJIuBIs IE oE
rru ep sauaprg sul Jl¡dunr ap aq EroqY (osq) ua o,uua au
-apsxuruaD ¿epl^ ul e^rrs a1 gnb ap? pl ese E sand'aseuslxa ou
0BI rs oLUof, se'oprrotuEua g]sa ou anb Ia.('Iq
'opsqJrpsap un se op¿Joureue IlI-'tfslCllfodos
-'s¡'JIESINr\af
'o¡ren8:nede ?rqES ol, anb 'eptnl
-sap oJed 'Jotuz ap usoq¿J ugzeJoJ nl anb 'upzJotuuua aluatli
-Eprprad sgtsa anb sa zszd a1 anb o1 'opot opranf,ar ol 'opol
ap oluul p Lolsa 'opol gs ol 'opol ap opranJ¿ aIAl ¿sofasuo¡
aurrp ap rclap sa-rarn$? ¿auv¡1et sataln§? 'aru¡aJouoJ e sur
-arpual de ssTvluol IU ulsll szas anb olse uof, JIf,ap o¡alnb ou Á I
$ anb v¡vd alualf,rJns opls zI{ ou 'otqtuzf, ue '.( aluatu¿l)aJJed
raal E oprpuetde asalqnq 'zlantsa eIv opl urelqnq ls 'zfano Eun
anb v¡vd aluelJlJns oduall 'o¡r¡AJas nl E ,(olsa anb soUE oJlu nf
ap sgru e,\ af,Bq send '¡ofau sEIf,ouoJ etu anb E ¿rJ o 'u¿p
aru anb so8¡u¡ua sol I? uof, eruJeqeq B oJqlunlso)¿ ou 'oul.t
gt-I 1a rlsn8 au anbunY 'e1a1vd EUn ,( zullaJJ uun ¡od sELUol stLI
anb a¡a-¡zcJ aW 'saf,e^ suluul olast¡ladat anb opluat szralqnq
EIJaU Eun E 'epeuoularusep uun E 'íeDqeJleue uun 3 INi ('olapt
-,tgo ap DStt) ap opudllos 'auapsturuaT v)
-'Y)slcllfosos
aNElaslNttal'vf slanf ocos
\TUE}\IIUd YN-d)SA
OCII'\iÍIDES OJ.)V
('aps ugpryl7os 'oso) uta a,4uE) 'opursutuap
olqzq orad 'usetuo-¡d lu 9,u1durnc Loq sand 'zltnbuurt gtsa anb
elJrf,ap ercd 'eBttue EU ap ese) e le^eqf, un v Jetl:ua oJalnb ol
ama, para que gracias a mi ayuda pueda ser libre cuanto antes.
Voy a reunirme con nuestro vecino Tóxilo para inundarle las
orejas con los encargos que he recibido.

ESCENA SEGLTNDA

Tóxro, PEGxlo, SonocuDrscA

Tóxrro.- (Saliendo de su c(¿sct con Pegnio.) ¿Está todo en-


tendido y comprendido? ¿Recuerdas bien y sabes bien lo que
tienes que hacer?
PEcNro.- Mejor que tú, que me lo has enseñado.
Tóxrro.- ¿Ah, sí, carne de látigo?tt
Pncxro.- Pues ciaro que sí.
Tóxno.- A ver: ¿qué te he dichoT
PEcNlo.- Se lo diré a tu amiga al pie de la letra.
Tóxno.- Estoy seguro cie que no te acuerdas de nada.
Pecmo.- Te apuesto 1o que quieras a que me acuerdo de
todo y lo sé todo, mientras tú ni siqu iera sabes cuántos dedos
tienes en la mano.
Tóxlro.- ¿Apostar yo contigo?
PrcNro.- Anímate, si te apetece perder la apuesta.
Tóxno.- Prefiero que reine la paz y La concordia.
PpcNro.- En ese caso, déiame marchar.
Tóxro.- No sólo te dejo sino que te lo ordeno. Pero quie- 19,
ro que corras tanto que ya estés de vuelta en casa, cuando
todavía yo crea que estás con ella.
PscNro.- De acuerdo. (Pegnio bace ademán de entrar en
casa.)
Tóxrro.- Pero, ¿adónde vas?
P¡cNro.- A casa, para estar dentro, cuando creas que es-
toy con ella.
Tóxlro.- Eres un bribonzuelo. Y yo, en compensación, te
daré portz... tu trabajo un regalito.

31 Lat. Caput uerbereum, expresión que ha de entenderse literal-


mente como "cabeza (es decir "cuerpo") hecho azotes, latigazos"
(materia): . fr. nota 69 delos Captiui.
32 Además de su sentido original ("aumentar el peculio de un es-
clavo, regalarle algo") peculiare tiene el sentido erótico de pedicare,
que hemos tratado de reflejar en la traducción: cfr. Montero , El latín
erótico, 105-106.

Í248)
l6vz)
afiitp afeul ,\ atata{ aft)Lu ugtusodrrtuoJ EI ua opESEq su:qu¡rd ap
o8anf ap arcadsa EUn ourt¿I otxa:I Ie ua EITIuI as lnbr ap "rr1-rud v qe
'oplllzs^ ep Isnllqeq
EInuJoJ orlro) ',,sotltdo¡d uras
JJ,, sottlelJ¿¡adsa alueluzf,lSgt se
'znJt>^aAE
Iap eTvJl aS le
's?l4a sdpt{ zplqap EI ap Ertuor ue uz}taluos so1 anb E solb^eu
-or"ls3p sosnqE s^o{ ep oluenJ s^oAElJSs sl]s E ueJELI anb S¿SaUtOrd SZ1
ap souIz sol ep au¿d ¡od otuatuttldunJul Iep otuzt zfanb es ou oru8a¿
anb sotuaerJ 'rrJep sE 'oiz8ar ep usetuo:d ap of,Isgq 1a anb wrupl!
setse ep olltgJe opzf,r¡ru8rs Ia sgl"u EtuanJ ua auelt ollxgJ ap sr:qe1zd
sen8rqruu sEI e ulsandsal ns ua otu8a¿ anb soplf,ua^uof, soruzlsfi EE
'q6OJUOILLI
-J¿)Se un eu¿p suElpo uEIJeqep 'safe"lstu al otuof, ueleJl
at IS ^ enb ol
ored 'uurelnb uege'rq enb o8rluoJ
-'oINeEd
¿tut v
'gpsolJldord uEes etu sesolp sol 'EJSIpllJoJoS
^? -'vfsrcl'Ifocos
-'olNDad
¿s9lse otu93? ¿s?luanf,
?nÓ? 'oqf,EqJnuI ap oluuJua 'olu8ad 'pnlzs
-'Y)sICJIl)oco5^
'olnrgtsqo etsa
aluE aruJauslap anb oIpeI-u3J sgru upenb eul oNI
-'oINl)Ed
'Erqv,led vI ?rr?trip aT 'als9 enb roed
oq)uqrnur Áeq ou anb usrlc ( auodv)
-'vfslcilfocos
'afzsuau Ia o^all ualnb E
Euosrad EI ap rulnf,Iued eperJJ el'uf,slpllf,oJos sE
'oru8ad sa IS ored (ottxgJ u apuam) -'oiNcgd
-'YfslCllforos
¿oJlrranf,ue itu u aual^ anb ;a[nu E]sa EJes u9rnb? 'o;a¿
0oz ('CI)slptpo{os D opuatA) 'eseJ ue grlue ?.L (D503 ua Dtlua
ottxgJ) 'ofJlf, Ie ua yEE:uLJELUEJIIn aAE Ie otuof, 'IS
-'oINOEd
'opu¿lo^ aJJoJ 'o8;z¡u3 Ie ualq reJEI{ EJnJord
'eseJ v t\o,t aru uslQuE] oA'ala^ 'ts (o?u&a¿ v)
'l'or aul oA -'o]lx9l
-'oINI.,Ed
loperÁua uuq eur Jpuopu JI sJud oJ
-adsa gnb y? (otu&a¿ o,{ oltxgJ D ta(t u!9
-'Yrclcilforos
'?uepro el anb al¿suatu Ia olatltusuzrt L ¿uc¡s.rad
ue aualesruuaT u sullllqEl sz1 z8arlua 'otu8a¿ 'g] o;a¿ ('ouaut
q ua olu&ad onall anb sailuqox soltn opuortual
-'o]Ixgl
'alurulrlllal anb sgrpuat anb orn8ase eL-'oINDEd
'elel 'uPtlY
'EEszd1nf, sns ap rapuodsa¡ ered -'orxQI
zerrl Ia elutr
asruluesa¡d z so¡,rcEllqo alqrsodtul sa sgndsap oulgJ L sorzpsa
sns ap ;opnd Ia EJluof, Jeluele ap sotue sol u asJusnf,s alens
sa)e^ s?lu9nf, 'selnf,J?H ¡od 'ualq .(nu o,( ?s
-'oIN{)Ed
SorocuDrscA.- f)eja cle meterte conmigo.
PncNro.- Decir la verdad, oo creo que sea meterse contigo.
SorocuDrscA.- ¿Cómo estás?
Pncxro.- De pie, ¿no me ves?, mirando a una bribona de
frente.
SorocuDrscA.- Desde luego que no con ozco un muchacho
peor que tú.
Prcruro.- ¿Qué daño hago y con quién rne meto? 2lt.
SorocuDrscA.- Con el primero con quien se te present a la
ocasión.
Pecrvro.- Nadie iamás dijo tal cosa.
SorocuDrscA.- Pero huy muchos que 1o saben.
Prcxro.- (Con L¿n gesto defastidic¡,) ¡Uff!
SopocuDrscA.- (Remedándolo.) ¡Puff!
PncNro.- Tú crees que todos son como tú.
SorocuDrscA.- Yo admito, desde luego, que soy como
corresponde a la esclava de un lenón.
PEcNlo.- No necesitas decir más.
Soroci,rDrscA.- ¿Y tú? ¿Reconoces que eres como digo?
PEc;Nro.- Si fuera cierto, lo reconocería.
SorocuDrscA.- De acuerdo3T; te has salido con la tuya.
Pncxlo.- De acuerdo, vete, pues.
SorocuDrscA.- Explícame una cosa: ¿adónde vas?
Pecmo.- ¿Y tú?
SonocrrDrscA.- Dilo tú.
Pecr¡lo.- Dilo tú.
Sopocu Yo te pregunté antes.
PncNlo.- Pues lo sabrás después.
SopocuDrccA.- Yo voy a un sitio que no está muy lejos de
aquí.
PEcxlo.- Y también yo voy a un sitio que no está muy le-
jos de aquí.
SorocrrDrscA.- Entonces, ¿adónde vas, bribón?
PEcwro.- Si no me contestas tú primero, iamás contestaré
yo a tu pregunta.

que, ante la dificultad de reproducir fácihnente, hemos preferido su-


primir par,t dar rnayor agilid ad a la traducción.
J7 Sofoclidisca pronuncia abi en el sentido coloquial de ',está bien.
de acuerdo" (cfr. Hofmann, El latín familiar, Madrid 1958. 53) pero
Pegnio aprovecha la ocasión para remedarla uttlizando la forma verbal
en su sentido auténtico: "vete",

lzsol
U'Z]
'zr-ot 'ptdg '¡Jf ee
v sglsa seJluelul ';zqlaro:dzsap seqep oN
-'Ysslanfoios
'alpuu e Jeutv ou
ouroJ sa apuodsa-l¡o¡ al ou ua¡nb v JELUv anb-ro¿
-'oINDEd
¿?nb to¿?
-'ylsrorrfocos
SoJoz\Q Snl IEUI SaUaIAUI
al IS
-'oiNcud
¿oI'Uu
-'vfslcllfoJos
aLI-I oN
'Euoqos 'sanbol^?
-'olNi11'cd
'?lla ua sau
-el] oEIy (o1tt&ad ap sado"t sol opuadloú
'op1¿rl aq el -'vr§lcllroros
ol{ 'usef, ua gfap e1-'olNcsd
sEi Euorp
-el q'zp;atnbzt q 'etlo EI seuell epuop
^? -'YfslcllfoJos
¿ouuu EtsE? (oq)a,tap ouoru q appu?lpual)
'ouuur e1
'sand 'auzggsug -'olt\ioEd
-'YlslcllfoJos'ep?.u
o¡ ('salftMot sot DnaU anb q Lta op.tatnbz1 ol o)luul q olaq
axl?x3osa$uatru 'Dq1a,tap ou0ru q opuouasug)
-'olr\To3d
¿91 ¡'oru&a¿
onall anb sottltqt)l sol zao ?'ts o opuoloaag ^?
-'Yrslcnforos
¿ouutu EI ua sEAa¡ gnÓ?
('rnstplpa{os ondll anb sott?tq?u sal opttolt LJal
-'orN'-,ad
'est¡d o8ual ol, uglquraL-'Yfsloillocos
zsud oEual
z-radsg -'otNlad
-'Yfslcllfocos
'sglpY 'olrequs u3 ser
-alul o8ua] ol{ 'saJalnb ol ISE IS 'za,\ Eun ap a}szyslzlun8a;d s¿r
-lluapl uof, szlun8a¡d sltu E sepuodsa¡ anb oJA
-'oli{D'cd
¿ugqlrq oIUISlpuz"rE 'saBIrIp 31
apugpr erurapuoJse E ollansar sglsa? q
^ -'YfslcllloJos
¿uuoqlJq EruISIpuz,rB'szultuslua
a] epugpu elurulln)o v uplplf,ap sglsa? 'atulcl
'EJUoI-l eunBulu sa ou 'olquluJ ua 'I[u eJed
-'olNcEd
'EJuoI{ -'YfslcI'IfoJoS
¿qJnu Y
¡
z [nu z: g ! v¡sICI'I3oco
-'oINcEd5^
-'
¡EUoqIrg!
'pEpra^ ac -'otNcad
-'Yfslanlocos
OZZ ¿pvpre^ aC?
ou anb uls¿q
'p e rrfep oPlo e,lvq ol al -'oINDEd
'epeu ?JIp al ou anb 'JolsgJ ¡od 'o¡nf aI
-'vlslcl-Irouos
tiempo, tu belleza y juventud, para evitar eue, cuando tus 23,
cabellos cambien de color, sigas siendo un r.il esclavo. Apues_
to a que tú todal,ía no pesas ochenta librasie.
PEcNro.- Es la audacia y no el peso la cuali dad, que más
cuenta en esta guerra. Pero es inútil que me esfuerce.
SopocuDrsca.- ¿por qué?
Prcxro.- Porque quiero dar lecciones a una maestra, pero
estoy perdiendo el tiempo . (Hace ademan de tnarcbarse.)
Sorocrr Espera.
Pscxlct.- Fres una pesada.
Sonocu Y lo seguiré siendo hasta que no sepa
adónde vas.
Pscxlo.- A vuestra casa.
SorocuDrscA.- Por Pólux, y yo a la vuestra.
Pscxro.- ¿A qué?
SorocuDrscA.- ¿Y a ti qué te importa?
Prcuo. (Haciendo ademán de cortarle el paso,J pues no
- si antes no me entero
te dejaré pasar, yo tambié., ¿e toclo.
SorocuDrscA.- Eres insoportable.
PEcwro.- Eso me agracla. por rnucho que te barrenes la
cabeza, oo lograrás ser peor que yo.
SorocuDrscA.- Competir contigo en malicia es estar con_
denado aI fracaso.
PEGNro.- Tú eres una mala mercancía. ¿De qué tienes
nriedo?
SorocuDrscA.- De lo mismo que tú.
Pecmo.- Explícate.
SonocuDrscA.- Se me ha prohibido que confiara a nacjre mi 2+
secreto. Todos los mudos tendrían que hablar antes que yo
abriera Ia boca.
PncNro.- Y a mi también se me ha prohibido tajantemente
que confiara a nadie mi secreto. Todos los mudos cleberían
hablar antes de que yo dijera una palabra.
Sorocu ¿Por qué no hacemos Llna cosa? Confiémo_
nos. bajo palabra de honor, nuestro secreto.
Pscxio.- Sé yo muy bien que la palabra de una lena es
poco de fiar y que la palabra de un lenón pesa menos que una
araña cle agua.
Soroc:l Dímelo y te antaré eternamente.

39 Teniendo en cuenta que la libra romana


equivalía a 327 grs..
Pegnio no alcanzaríalos 26 kgr. de peso.

lzsz)
[esz]
'ErJolJEJ
-SIJ?S^ EJA OU OUEIIA}SEJ UE IEJE]II U9IJJNPE$ EI ANb SOLURJAPISUO] OJEd
'ado uoJ seJqeled ap orrSglourrte o8anl ue 'oJu 'otualndo 'tlT rr
'ugrrf,npert lrllJrp ap serq¿pd ap
o8an[ un ¿ur8r¡o enb ol'otut oqJa^ Iap oJn]nJ oJrtugtn¿ un ap eJvtv,Jl
as rs ouro.) Ig E Jepuodsa"¡ e e^ e¡atuud e1 sgndsap orad'(.ro,rr; rod,,¡
Ersauof, ep oururJ?t oruoJ oqauto uzzrlrtrl oru8a¿ L er"^tprlJoJos 0t
oJlu3p EIreJ EUr) ilIe VJe.rqalsJ JS 'ohp eru ull8as 'send 'oJaurp
092 1a olp aru .( o8n,( IE sopuqJsue saÁanq soun ¡¿¡duor u EIJIaJA
E opErAUe Eq ar.u or.uE Iru send 'olalJ lap Eptuf otuof oplua^
Eq aLU '¡uluase.rd e eql atu as anb zqeur8zrut Iu eqzsuad IU
uqzgos ou anb ugrsrlo ET 'oulrlsgJd un uof et¡ua8tpul n§- JEÍ:'
-llr opltlu"rad aruraqzq ,( o8rure un e mpnt\e ap ppplunpoclo z1
alueruusolslruu opzpulJq aurJaquq ¡od szr¡u¡E srplfaJau .(op
osolrqnf ,( a"r8ale uoze.roJ uo) sesorp sgruap sol e i 'sezanbu
,\, sezue.¡adsa 'sauarq ap Jopzsuadslp 'alualodtuuo 'a¡qlruarut
'otua-ldns sorp 'ado ep oflq osolrolE '1¡oso"rapod rrtldRf y
NQrJSrr{YCYS
\IUE]UEJ, VI{E)SE
('olup"tg7 ap 0! 0 otuSa¿ ,{ o17x9t¿
ap DSo) a a&yqp as a)stplpo{oS¡ 'Eulurz)
-'yrstcnrocos
'l.o¡ au oL ugrqruz¿
'Lor eI{ -'orNcad
-'Yrsrcrrrfosos
'ror.uu ep surqepd elualuelqzqord
0gZ 'Rt anb orusllu ol gs oL san¿ ¿saqus ol ou RI?
¿sulla ua oJrrf,sa ,{zq gnb Á?
-'oiNesd
eualssruluaf eLUe
'supBllas ot39E ap sEIIrIqr.] sutse-'v)sicrrrocos
nl E o^all o^ 'eseJ 91sa oursILU Eror{Y 'ala^
y,
o^all ol. 'ou
ollxgJ oLUu nt u szllrlqzt s¿lsa-'OINIOE¿I
-ang ('ot,toL dl2 aludruo)s?uq opuoquo))
or(
'?rellw ol etu -'vfsICITrocoS
'?JepJenB o1 eW ^ -'orNcEd
gt
'oLnt Ia atzprgnB -'vfsrcrrfouos
'olaJf,JS nl uoJ elzpgnó ^ -'orNesd
osg
'saJel sop olJruJllada-r anb sgJpual ou-'vrsrcrrrocos
'saurz atu anb o-¡atnb oI{ -'oiNe'Jd
-'YfsICIlfocoS
'sTolusruEuJele eJvute al Á 'olatulc
-'olNqad
de siete días. ¡Será tonto! ¡Mira que confiarme el clinero, cono-
ciendo mi forma de ser! Porque este dinero lo voy a clestinar a
otro fin. "No había bueyes para comprar", le diré. Ahora \roy
a hacer feliz a mi amigo y a proporcion arle mil placeres a mi
genio4z. [Jna suma de dinero, que bastaría para darse buena
vida largo tiempo , Ia gastaré en un solo día, Zas-Zas: el chas-
quido clel látigo resonará en mis espaldas. pero me trae sin
cuidado. Ahora mismo voy a sacar de la bolsa clos yuntas cle
bueyesl3 para regalárselas a mi amigo. Es una delicia clar un
buen mordisco a esos vejestorios roñosos, avariciosos y cle
corazón seco, que guardan la sala+ en un salero sellado para
que no la toquen los esclavos. El verdadero valor consiste pre-
cisamente en aprovechar la ocasión en cuanto se te presenta.
¿Qué me suc ederá? ¿Mandará azotarme y ponernte los grille-
tes? Que se vaya al diablo. Que no crea que me voy a poner Z't
de rodillas ante é1. Que se fastidie, pues ya no puede oflecer-
me nada nuevo ni que yo no haya experimentado. pero ahí
veo a Pegnio, el chaval de Tóxilo.

ESCENA CUARTA

PnGNro, Secarusrróu

PEcNrcr. (Saliendo de casa de Dórdalo, sin uer a Sagaris-


- cumplido el encargo que me ha sido confiaclo.
tión.) Ya he
Ahora me voy a casa a tocia prisa.
Seceruss§¡¡.- (Trata,ndo de alcanzar a pegnio por d.e-
tras,) Aunque ya veo que tienes mucha prisa, espera. Escucha,
Pegnio.

42 Lit. "a mi genio". El genio, como ya hemos


clicho (cfr. n. 49 dela
Au,lularia), era la divinidad tutelar de cada individuo, que lo acompa-
ña desde el nacimiento a la muerte. Se le asocia especialmente con los
deseos y apetitos naturales del individuo, por lo que ,,proporcionar
mil placeres a su genio", equivale a "procurarse a si rnismo-mil satis-
facciones".
43 Segúi.i L. Gerschel, "Sur quelques expressions
numériques en
usage chez Caton et chez Plaute", Hommages d M. RenarclI, Bruselas
7969,37+ ss., bini boues no significa un par de bueyes, sino dos yuntas
de bueyes. Se discute, sin ernbargo, tanto el texto como el significado.
'la Producto sin valor.

[zs+)
lssz)
'aJDrun.Ltl ep of,IlgJe oplluas
Ia ue InbE asrapualue 3p uq afip!)rad so anb asrlULUpE Jlan§'aluap c¡¡
-r^e sa o^rlJadsap zllúru [a 'osEf, a]se ue osnlJUI 'oJad 's^JAE sEJlo SEI ap
sopru sol ua so^anq sns ueuod so11a uglqurEl send G.z6 'ulsv '{J) s^ou
-lueqll sol P u?IqI.UBl EJIIdE es o^iloru orusILLI Ia rod sgzlnÓ .,.olllprEd,,
soruzlrrp sortosol{ 'gt/Z'u!.q 9e 'pnasd '.r¡r :oprdRtsa o oqoq ap our
-ruQUrs^sa 'OualB opIU ue so^3nq^ sns :auod rcd sgztnb 'o¡¡rlcn¡ Ill sr
¿o8luuol aualatu ap tzfap saJalnó?
Jes P Lo,t oluo¡d
'sguzf olJas su¡adsa ou'otqtuzl ua'gl r( eJqll-'xgtJSIuYtYS
anb ap pzpun8as q o8uat anb-ro¿ 'Los ol 'IS
! -'oINIq'cd
NoIJSIUYoYS
iopeJv)sa g
-' aq ol ou osu)
'3pl¿q 3p '91 otuor oqrel{
opo] uE ¿zttodtul a] 9nb I1e ¡? 'pupre^ sa 'IS
-'olNIcEd
'oJasuJl
Ia
¡auod ua ElJuat-¡adxa sauell anb 9s e['9s uÁ
-'NOIJSIUvoYS
'eVoJJer 'opaltu ,p utztd zppusl 'qTszpzlaJoq
ap "'opep EJeIqnLI al anbunu IU 'anb 'sa¡nc;a¡1 lod 'o¡n8asu
¿L isyollrllnJ 'pzp;ar? 'oplpuaJo euaquq "¡od 'IS
'eJJnz uuanq Eun sgJIqIJel ,(o¡1 -'olNead
-'NOIISTVCYS
'a¡duals
ercd ouJaIJUr 1z sz,,(ul Jl anb sa o8rp at anb o'I
-'olNc'dd
¿ollxg1 glsa apugp eturlrep saralnÓ?
f, tvlvqv.I] ep uroll
'relqeq ap EI u arqll -'¡¡gusluveYs
OgZ q E oAEIf,sa urenJ anb guapro atu oIUu IW 'sulJuanJesuof, s¿l
uo) eteTuen?e etoqz anb ,sv 'opezaduta suq gI
-'oiN.,Ed
¿ry anb
¡ol.¿u ¿uos.lad EUn E Jellnsul e selaJlu aJ?
'so8rlg¡adu¡o-t '¿saLo atu? 'gs ol-'NQIJSIUYovS
ol{
-'otNeEd
¿JOpEuAueAUs
'glsa apugp zer zun ap eruJlfap sa-latn§?
-'xQIrsftIVtYS
'ofasuor apld at ou ieuvB elep el apuog
'o1lx9l glsa apugg? -'oiNcad
¿oure n1
' -'NgIrsHVcvS
aru-r¿t-¡nf ul
alueuaundut
sapand anb lsz 'o8uat anb pzpe ul ualq Lntu gS
-'oINcEd
¿ezeqe) zl JaAIoA seJelnb? 'ugqlrg
' -'NgIJSIUYoYS
¡opuzp sglsa zl etu vA,'epeu euaqap uIS 'opuznr 'o81z EJaIqep
et IS 'ol. oa;t 'seytep aru erreqelupnueryl ¡'pn8¡1
'
alualecl NOIISIUVDVS
-' anb sa-¡alnb ls
'eJzepago al uarn8lz
'o^¿lJsa un alu-rdrug) (sq"tlo o$!a q ,taap(t uty
PEcNro.- ¿Por qué pides una cosa que eres rncapaz de
hacer?
SacerusrróN.- Vete a que te crucitiquen.
Pecxro.- Y tú vete a tu casa, que en ella está ya la cruz
dispuesta para tu ejecución.
Secarus11§p.- (Con ironía.) ¡Nlira por donde me ha saiiclo
un fiad 71y1,1+7
PEGNro.- ¡OiaIá tú no encuentres fiaclores, paru que des
con tus huesos en Ia cfucell
SecerusrróN.- ¿Cómo, ,r,
Prcxro.- ¿Qué?
Sacerusrlóni.- ¿Sigues insultándome, bribón?
PFGNro.- ¿Es que no va a poder injuriarte otro esclavo
teniendo en cuenta que tú también eres un esclavo?
Secerustóru.- ¿Ah, sí? Espera, verás lo que te rzoy a clar.
PecNio.- Nada, pues no posees nada.
SacarusrróN.- Que todos los dioses y las diosas me con-
fundan...
Pncxro.- Te quiero bien; ojalá se cumplan tus deseos.
SacnrustóN.- Que me suceda 1o que he dicho, si, como te
coja, no te clavo en el suelo a puñetazos.
Pncxro. ¿Clavarme tú en el suelo? A ti sí que te van a cla-
- pero
var en brerre, en la cruz.
SecerusrróN.- Que los dioses y las diosas... bueno, ya
sabes lo que añadiría, si no supiera controlar mi lengua. ¿euíe-
res larg arte?
Pncivro.- Eso te costará poco conseguirlo. pues a mi som-
bra yala están azotando en casa. (Entra en casa de Tóxito.)
SacenlsuóN.- ¡Que los dioses y las diosas lo confundan! El
bribón tiene una lengua venenosa4s como las víboras. por Hér- ¡

47 Para entender estas paiabras de Sagaristión


así c.omo las inme-
diatarnente siguientes de Pegnio hay que saber que el acusado de un
crimen, para poder obtener la libertad provisional, había de prese ntar
unos fiadores (uacles) que respondieran de su comparecenciaen juicio
el dia fijado; en caso contrario debía permanecer én la cárcel. Ei con-
secuencia Sagaristión interpreta las palabras abi dotnunt conlo la fór_
mula pron,rnciada por el fiador que le permite obtener la libertad pro-
visional. Posteriormente Pegnio aprovecha la idea para desear á ,,
interlocutor queJ en el proceso a qlle sin dud a será iometido pronto.
dé, por talta de fiadores, con sus huesos en la cárcel.
4a Lit. una lengua "bífida".

[zse]
lLsz)
'
6-8L-C'uaod ugrqu,rul'{r :(srllEqEl sol ollro))
ESollEJ IJId Eun o Iald EI ua sollEf rauat (q ,( EsoJ EUn uarq reqBs
'ua1c1 Jr?proJei (e :alallu) ¿p opef,rJru8rs a¡qop IJ ua opzseq ourtnruld
surqeled ap o8anf Ia irplpod soruJq oulol opcuor)nlos soLLrJH 0!
'seJolu^ soqur¿ ep vlJZ¿Lrr EUn :ar anb ErJqrq 'a¡oJ
-EJed e¡arnb ourol 'sgzrn§ '. atualrrrpeuorsrde c¡urr u1 anb allp.. :ol^qo
S9LU opIlUaS nS 3]UeUI¿lol JEUEfSap E SoLUEIJa,\aJJE s^oU oU OJed'VZS
'LtaW ua aluaualqrtnf,srpur euall anb :o1e.\ ia uol 'tnouJg ep uorurdo
EI opuetn8ts 'runrynut a.u)tuo LLtDlltaut ugtsa¡dxa EI sourrJnpeJf 6¡,
'oqfnr.u alanp aru 'olnJq ol E EJol aru
uarnEIE rs sond 'salalJdz aLU oNI 'Journl un sE
-'i\iorlsruyrys
¿ollen)
I3 ua seuert anb ollnq atsa s3 ?nb L? (uglts!,tte3as ap Ddtt) ltl
o/aq opLt as anb Dqoq q ap otlnq p opualouag
-'orrxgl
'ErJOLLrsru EI aruEf S94
-3U 'ue[ 'EIJEJSnB aW 'SoLUeJaA P 'elEJJ9f,V
-'NgiJSIt{YeYS
¿ezuqr¿dsa eganbad EUnB
Of{ -p seurt atu 'lp at anb o8-l¿¡ua Iop ¡7 ¿sgtsr otugJ? ¿ugrlslru8zs
'[Et gnó? ('ugllst.,toSos V) 'ugr]srr¿Eus sa rs orad
aluaru¿sonlsafpu¡ gJrdnJSE ( auodv) -'orxg¿
sru\,oys
¿Iqe ¡od e,t anb szs¿ uof eJJel ese se uqrnb?
/' 'o;a¿
'rr¡ur8r1,-'ollxgl
,,r, o:,dw u¡
grpuocl aru .,i. suJepel su I ua sopzLo de soze.rq sol uoJ eJezuety
'vzepue.r8 ap sarru grep aur uroLly (aryadD
-'Norrsruvcvs
t)stn ud ortLra o)slp71co/bg-¡ 'RS¿r ¿ e,e.\ 'esuclag '::,yrlT1'o
'6<ufl38 anb oJEIJ sgl,,q
1a
-'yrcrcrrfoJos
¿opap er{ al anb afzsuaru Ia ornlr
9tsg7 'Elrrrue oru 'asopuuuluv '(,r3lu3ruEprJaJEJue oPld ol es
anb :otulug ¿8uat anb aIC 'oraurp 1a -rrnEasuor emd opot?tu
Ie ouerqnf,sap arl e.{ anb allg (mstptpo/bs W
-'orx)J
NgTJSTUV3VS'YfSrCrlfOJOS'OrrXgI
YINiIi}Ó Vi{EfSE
'JEJIUOf,
-ua Eqrasap sgru anb ruos-¡ad q ales Iq¿ JluarursrreJd 'erqr
as uuand q orad 'ope&rc¡v,tet¡ as anb ap o.r8alz atu anb 'sa¡nt
Toxno. ¿Cuándo te salió?
-
Secenlss(¡ru.- Hoy.
Tóxlrc¡.-Haz que te 1o abran.
Sec;erusrróN.- Me da miedo de que todavía no esté madu-
ro y pueda causarme más problemas.
Ttixlro.- Me gustaría examinar tu mal.
Sec;erusrróiv.- ¡Eh, eh! Aparta. Ten cuidado, no vayas a re-
cibir una cornada.
Tóxrlo.- ¿Por qué?
Sec¡.nrsrróx.- Porque hoy dos yuntas de bueyesit dentro
de la bolsa.
Tóxno.- Déialos salir, por favor. No los mates de hambre.
Déjalos ir a pastar,
SecerusrróN.- Es que temo no poder devolverlos al establo
y que Yayan a extraviarse.
Tóxlro.- Yo te los devolveré. Puedes estar tranquilo. 3'
SacnrusrróN.- Me fiaré de tu palabra. Te los prestaré. Por
favor, sígueme por aquí. Dentro de la bolsa está el clinero que
me has pedido hace un rato.
Tóxrro.- ¿Cómo clices?
Sec;aRlsal§¡1.- Mi amo me envió a Eretria a comprar bue-
)'es. Y hoy para mí, Eretriava a ser tu casa.
Tóxrro.- Hablas que es una delicia. Por mi parte, yo te
devolveré todo el dinero, sano y salr..o, inmediatamente. Por-
que ya he preparado y dispuesto todas mis artimañas, para
sacarle al lenón la misma cantidad.
Slc.rrusrI§xr.- Mejor que mejor.
Tóxro.- Quiero conseguir que mi amiga sea libre y que
ei propio lenón pague los gastos de su liberación. Pero sígue-
nre. Para ello necesito tu colaboración.
SeclrusrlóN.- Dispón de mí a tu antojo. (Entran atnbos ert
casa de Tóxilo.)

51 Cfr. n. 14.

lz;a)
16tz)
'91 'lultn0É
truaruq7 'le>luazJg 'E '{J :srzanblJ sns :od soqLUE sosoul¿J 'ouz8
-J9d ap Lar 'oletv l. ¡sodrlr; sosoup.J s^ol ap ouruoda 'opot aJqos '.( ou
-8eW Ie orpurz{aW ap arped Ia) Eruopaletr{ ap II odtlg ep Elzrt eS ss
'uorsnf,srp z olafns L oJn)so sa olxet
Ia'opurszulap etJr.-\ ou'aJqluou
-o¡d Iep ugr)EtaJd:atul vl ep opuarpur¡sa¡d '¡r:aua8 oprtuas Ia anb
-unr'setuap ol Jod'(,.EpuaLLr etsa.. ap oprtuas Ia ue) otrsg-rrd ordo:d 1e
oprJeJal oruof, as.rula;dJalur z1:pod uerqurel 'eJqLUOUo:d ¡ap atueJaJaJ
1ap asrd EI saJoputcadse sol E JEp ap u,trc?¡v¡uo Js^ 'JotfatoJd ns ap
?s^Ef, EI ?rf,Eq EpErrLU ns opualSlrlp 'c¡llsg¡ud I3p otsaS uil 'oilxgJ E ararJ
-aJ as anb ap '¡a1Áo¿¡ :od zprpuaJap ugrurdo ¿l ef,aJud sou 'p,\rtlrrlp
anbun¿ '.alqrpualap souery 'olrs^EJúd lap o8zuglsa ordo¡d Iz ararJar
es )mq anb 'lnouJg uol 'sor-ue>^uad 'ugnf,rAUof, Iulol urs anbuny zs
uof, JrArA 'a-rpzd '-rofaru sa 'sofl)a-rqod soun soruos anbunz
'o;a¿ 'FU arqos p¿lsalod sauarl Lrl 'a;prd 'lS
-'\-tTsrNoCI
'Itu erqos
Lll ou L rt a,rqos olnlosqu ;apod euall uelnb o.,( ,{os anb oJJJ
'o8etuglse Iru ercd IIt! sgLU eJzered aur anb oT
¿E^EIf,sa uuno E[]r{ eul.}? ¿.{os gnb p ercd o^? -'Noayrrvs
'e[lqrur seJe anb olsend-'flTs)NoC
'soq;udzJ srlu
gtf TaJEJSIIES vrcd opua^ oI Zssoluty o odr¡g ,(at Iep sol rolp.Jsll
-ES eJed uJelpu3.,\ 3J anb oJvJ eytatatud at oN?
-'i{ea\lfvs ¿e[N
erdo¡d nl e o8zuglsa nl ap soqtudec sol refEJSrtES ercd np
-ual ap zedv) svtJas? 'zua[e eptwro) EI ,¡od sa]uers anb ugrszd
EI ?s ¿,{ anbunu 'o}tu a"rpud 'JoAP.J ¡od 'au¡g
'erqll ugrJrpuo) ap ullaf,uop Eun ras -'Y-I1'JINSCI
¿ asad 'Eprpua.\
Jes E szn Loq anb¡od se 'EJauzLu Elsa ap opEZeJJSrp aq al anb
e1 ,rod ugzeJ e1 'sauz¡d sorlsenu sopol ap eluarrJo) Ie olsand
eq eI 'souuru aJlue soruezJl sou anb olunsu Iap EpEruJoJUr a
epeJalua sglsa rL 'saq¿s p 'sor¡rdo.rd u¿as sou sasorp so1 anb
[ 'etut e[\q'rnbu ¡od auanSlg 'a;druals ¿:zd a]uzpunqe,radns .i
aluupunq¿aJqos 'aluzpunqu ¿prruoJ oÁ ¿Eual onb urauurli
ptg ap 'oluaturle ourale ap zslg vmd eluenJ Ees 'o8zruolsa ILLr
^ opol anb sas
ercd ,\ \ v¡ed 'I* ercd aluaruzr¡a; z.{nlJuof olse
-olp sol uuralnó ¡'as"tad ap op!§an 'afiq ns V)
-'Ngavrrys
rrITEfNog 'NgcvrfYs
\TUEI^II}Id VI{A]SE
ouESuaJ o¿)Y
moderación y mesura. Pues, si a la pobreza viene a sumarse la
deshonra, la pobreza aumenta y la reputación en cambio dis-
minuye.
SecmoóN.- De verdad que eres insoportable.
DoNcErL{.- Ni lo soy ni creo que 1o sea por ffaiar de dar, 35;
pese a mis pocos años, buenos consejos a mi padre. Piensa
que la gente es muy nialedicente y no cuenta las cosas tal
como son.
SecnoóN.- ¡Que las cuenten como les dé la gana y que se
vayan al mismísimo diablo! Yo a toda su maledicencia le hago
el mismo caso que auna mesa vacía.
DoNcnrLA.- Padre, piensa que la deshonra es inmortal.
Aún sigue virriendo, cuando ya crees que está rnuerta.
SecmnóN.- ¿Qué quieres decir? ¿Que tienes mieclo de que
te venda?
DoNcEr No, padre, no tengo miedo. Pero no quiero
qlre te lo echen en cara.
SacnoóN.- Pues me da igual que quieras o no. Se hará mi
voluntad y no la tuva.
DoxcnrlA.- (Con gesto de resignación _y tristeza.) De 3(.
acuerclo.
SncnoóN.- ¿Qué es lo que te pasa?
DoNcEr Piensa una cosa, padre: si un amo amenaza a
un esclavo suyo con una paliza, aunque el castigo no se lleve
a efecto, mientras el esclavo ve coger el látigo a su amo y se
quita las túnicas5a, ¡cuánto sufre el pobrecillo! Pues a mí me
sucede lo mismo: auneue la venta no se lleve a efecto, de toda
formas tengo miedo.
SecnooN.- Toda doncella o matrona que da -sabios conse-
jos a sus padres en contra de su voluntad, no es una buena
hija.
DoxcErL\.- Y toda doncella o matrona que se calla cuan-
do ve cometer una canallada, tampoco es una buena hlia,
SrcieoóN.- (Amenazador.) Ten cuiclado5s.

54 Para explicar el plural cfr. n. 42 de la Anlularia.


tt A partir de este punto el texto latino presenta un juego de pala-
bras bas.,Jo en la doble posibilidad de interpretación del sintagma
malo caL)ere. El parásito emplea estas palabras en su sentido habitual
de amenaza ("guárdate de la palíza qlle te voy a dar"). pero la joven.
entendiendo malc¡ como dativo masculin«r de malus. interpreta la fór-
mula en el sentido de "preocuparse por un malvaclo"', i<Jentificando

[260)
lrgz)
'uorf,Jnperl el alqrSJI relEq ep opuptErt atueuraJqrl
soturf,npeJl oJed ',.oBrJuoJ oprprnf, Jauel o¡arnb oÁ seruapv., .t11
'se:qulud ap o8anf otalduroJ ¡od rsu¡ elaueAsep JS ugrf,f,npzrl,.
1a
r?l uE '(, ¿opz^lrru un ,{os o,{ anb sg?,.) etsandsa.l fls^ rr_{E ep .Á uorJnleq
ü Jelseloru E E.\ 'atuaul¡rJnleu 'uorf,elatd:a¡ur rjsg .a:ped ns uotr stxlolu
'sol1lg sopot u9r3s Á a10p rp p¿prlEf, ua )r\p 3] anb sats[If, so]
-usrfsras eJeJes sollS Jp 'souEru sJlue soruaEJl sou enb olunsE
alse ua olaf, ourrx¿ru Ia seuod rs sand ¿soJqrl ep ouall uoJrr?
un vseJ ua oSua] anb saqus ol{? 'usEJ u3 EUn sJuall opuun:)
'alop 3p salaJE) enb Jr)ep sepend ou 'xnlgd rod ,sopzsrdat
06€ -u?, slru ep ozranJsa V sasorp sol ap epnt\e el e sErfErD .ESof
alue[atUas JIf,ap 'rorrz¡^ Jod 'EJJnf,o e] as IN
'310p 3p ofz3¡¿¡ anb ep sapr^lo al ou sand -'Ngavr)vs
'z8ual es -'vllgfi{ocl
Itrt -rod anb Eqfuzuj
[rq ou 'a]op et\eq seJlr.rarl{ 'asJ¿sEJ ua pzllnrrlrp eun8uru
ueuer] ou 'uol¡ulnda; ns uas Iunf, Eas 'saue,rol szl ]nbV ¿uaJJ
-o¡ anb soduarl so1 Rl saq¿s o¡? 'Etuot ,ElleJ
's3]ualPueta-ld sol ap z8n-¡ z¡ anboro;d -.Nigayi)ys
ou otunsr
alsa Jp opJanf,eJ Ie 'aLlrJrTsr?f, sr.¡arnb opuznJ ,anb ap opzp
-lnJ ua] oJad 'ts,\rleuJalle eJfo szfap eru ou A,,e1ertr Jas e sr8r¡qo
etr{ 'EIJoLUJLU Itu ua opvqvt8 ualg o8ual o-J
¿sa.rpzd snt uorenJ seuglnb ¡? -'\-l1arNocl
-.Nocvrfvs
ost ¿uo¡rz],c, ir':ffi:r',i:,$-ü'""ff
'sEpol eci
¿souorJlnJlsur slllr sepot ap supJanJr a¿? -'\illEfNoCI
'zlsandsrp .'(o1s3'rS -.rvgayrrys
-'\'-llEfNoCI
¿atped nt ap sauepro
'^EI
JaJapeqo v elsandsrp sglsa ou o sglsg?
ou oJJd .eve?
'Erarpuadap FU ep rs 'sEUEq ol-.Ngayrfvs
EI 9p a] anb ol raJer"l sapand anb ualg ,(ntu 9b^
'euv? q au anb o1 o8zg -'v-lrcfNocl
".p -.Ngayrrys
'orlau un ollrof, ou L aluatrr
-Elusuas setJeJ(lo 'EJalpuadap lru ap rs 'o;a¿
-'yrrsfNo(I
'ugrurdo ap rErqLUE¡ u lor ou olla
"rod o.,(;nb'r¡alnb anb o1 r8uq anb alua8 Ef
'olra)Eq apand anb alua8 el e?erq ol ou anb sa -'Ngavrfvs
opuata;d anb
o'I 'aupsntv tut ap ou8rp ErJes ru osnf,E ej II{
ep opuesnr¿ sglse atu anb sE? -.v-rrgrNo(I
¿oB¡e
'ssopl,-prnf, -.xecvr3v5-
reuat 3p zq enb I3 g1 sarysEruspv ¿op
\Lg -vpII-tJ Jauet e Lon otuo¡? 'o¡Itu-lad au es ou IS
-'vlrElNoCI
ni uno solo siciliano. Con esta dote podrás casarte hasta con...
un mendigo.
Doxcn¡r¿.- ¿Por qué no me lle,uras de una vez, adonde
hayas cie llevarme? \¡énderne ohaz de mí lo que te c1é la gana.
SecuotiN.- Por fin tus palabras son justas y razonables.
Sígueme por aquí.
DoNceliA.- Te obedezco. (Erttravt en casa de Tóxilo.)

ESCENA SEGUNDA

f)ónn¡.ro

(Solo, saliendo tle caso.) ¿Qué diablos pensará hacer rili +ti
vecino, que me ha jurado darme hoy el dinero? Si transcurre el
clía sin que me lo dé, yo habré perdiclo mi dinero, él su iura-
mento. Pero ha sonado la puerta de su casa. ¿Quién será el
que sale?

ESCENA TERCERA

Tóxno, Dónouo

TóxIro .- @ la gente de la casa.)Hacecl l'uestto trabaio en


casa, que yo volveré enseguida.
Dónnero.- ¡Oh, Tóxilo! ¿Cómo estás?
Tóxrlo.- ¡Oh, basura lenonia, estercolero público mezcla-
do con fango, malvado, malnacido, malandrín, malhechor5T,
ruina del pueblo, buitre codicioso y envidioso de nuestro di-
nero, cabrón, IadrÓn, robón... ni trescientos versos bastarían +i
para enumerar tus infamias... (Haciendo ctdemart de entregar-
le el d,inero y retirandolo cada uez qlte el lenón irttenta coger-
to.)¿Qureres coger el dinero? \?mos, coge el dinero, sinver-
guenza. Anda, coge el dinero. ¿Quieres coger de una Yez el di-
ñero? ¿Puedo conseguir que cojas el dinero, basuta? No creías

5' Tradttcimos libremente para reproducir en 1o posible los efectr'-


formales de los insultos de Tóxilo. La traducción literal cle estos CUiltri
últimos insultos sería, aproxitn¿ldamente: "asqlleroso, deshonesto. il-
justo (o perjuro). criminal (sin ley)".

1262)
l€92)
'ollxgJE ugual Iap Ie anb',.-¡erJ,. oLrrsrlrr Iep etueurrtlrxe E]EJI es
ou 'crluul ¡od 'z( urpolsnl n-s emd oJaurp 1a o:anbueq IE JErJuoJ Jp oprl
-uas Ie ue opzaldura gtse ¡nbu anb a¡arcd ¡..¡rlJ..) opd.t) oqrr^ II pq
'89 'u '.lJJ
¿,r
'opeturTlapu "lod
o8ed 1a a8rxa uouel optrrJuoJsap ¡a anb rrf,nprp anb Lrq'1'ss L ggr
'{r) Ep¿raqll oprs Erl ou rTrlrpot oirxgl ap ru8rura t:,1 anb opeCI rq
't,t7u¡[ tttlttsvlt
ut,t'? /_62 'u lsf-
'{f 'srpledsa 5^ns ua se[vc1e¡ olra]Rq otuet ep ',.o8llgi Iep ropns Ia
Eroz\oJd anb ruos:ad,. ep oprluas Ie ua'.,o8rlgl Iep r?Japzpns., 'll-I ,cr
'olzprgc1 E oprTpnlus Elqrq ollxgl anb uc¡¡ 't,ttltlLtoual uttutll
Iep op
-Jr.ueJ un sa 'lopcJrJruS¡.^ ns ep JluerueluerpuadapurutLtt)t.tJt0.,tas t¿ntl
-nqDs uorsa¡dxa u¡ anb Jp s^oprlualuol s^ou-rctse 'ollxg¿ ep ..( olúprgg
ep s^ol{I1sur ep EIn{E}er EI aJtua elustsrxs olusrler:rr:d Ia opE(I 'oN¡alpr
ulr ours 'ptn¡d onrlrua8 un EJS utnDL,tltn,toS anb '¡aL{oA uol 'souraa;l
oi{ 'pJnfb^o SO uers^J;dxa e'1 '.,so^Eilse ep ordo¡d olcJElsa.. 'll.I f,g
_c9'u u,{ut 'US
'ss ,r(
ZBtz '¡¡ uJ lrual nb^ E grc3a11,{ yr-rbe ¿rlrur 3s^ Jnb opal) oqJal iep
ugnrladJJ Elrs^esqo EI EJeuELrr eunSp ap rrfagJJ ap opurteJl '):^E solrr
-If,NPEJT 'O]IP9JJ ¿ 'OPEIJ IE JEPU3.,\ 3P OPI]UES 1A lNbT 3U3I1 JEIJ gS
u oJoJ I3p uEdEJSe otf E I3 ue '¡qsorurtugJ sop uetJ sal es otuBnf
ue anb 'so-lanbueq sounBIE reJzr{ uelans onb ol o8rtuuo¡
SEJeI)II{
enb eJed 'vtet¡ al enb OlIUoq euelsÁ
'
-'oryCHgC
¿qaruJrTrJ sEqESnLIsJ anb,rocl
ery 'oBIluoJ gpeJua eur IS 'Rrelor nl EJEIde'vpuy
-'orxo¿.IES trI
0Q, VreqoJd ]VLUEI 'upuerJrp eru ou En8ual EI oruoS 'I] ?.anb IES
q tu E BlsanJ 3LU oLUSrru of 'u3f,ELI eru as 3nb soplldunJ sol
u rapuodsa"r ep epe7reJua En8ual uun o8ua¿
-'olycugg
¡sauarl anb zo^ ep aluerrot vt\u.¡l'Jo.,\p,J rod 'eIIe)
'aJetua es opunru -'olrxQJ
I3 Opot anb orarnÓ r'oi
-tr? ua zoa V)'lqEBnuE nl ep ugrJzraqrl trl rod saqep al enb o.r
-3ulp I3 'pntl^pl)se ap EruSrpB,red'EruElf,er at uouel IE ('zoo D¡
opuozlv) ¿ezuan8ra^ Ep e] oNI? ¿orsurp Ia sE8ertua eLU ou gnb
:o¿? 'oJaurp Ia 'o8rp al 'aruu1l ¿oraulp Ia sap atu anb rrn8asuol
opand? 'vzuanBJalurs 'o-rsurp Ia er.u¿p io¡aulp IO eruzp 'sorli
-eL 'oairi8n¡ 'ugJpe1'uglrruoJ 'uglol8 'onlad¡ad oAEIrse 'ouII
-oru Iep ouupepnrJ 'szuapz) ap ropztsz8sap '6.¡o31tpl Iep rorral
ozrT 'sulnlllso"ld ep JopEJaqll '6,<[rares Erro)sa 'olqand Iep sJal uet2
'sUepuodsa; eJvd 'o1uat1z
Ia JzrqoJar atue[qq
B(aLUJEIJ
-'orycugq
JISEuBIp al 'oJUeLUEJnl
o[eq olgs 'osa ¡od .{ '¿pepret? 'o;aurp Iap Elrpuodsrp oz( anb
más velocidad que una liebre cuando se ie abre la puerta de
su encierro y se la deia suelta en el circo.
Tóxno.- Oándole la bolsa d,el dinero.) Anda, torna esto.
f)ónoero.- \'enga, dámelo.
Tóxno.- Dentro encorttrarás seiscientos escudos de curso
legal, bien contados. Pon en libertad a La mujer y tráemela
aquí al instante.
Dóno¿ro.- Enseguida estará aquí. El problema, por IH3r- 4+,
cules, es que no sé a quien confiar las monedas para que las
examine(r4.
Tóxno.- ¿A 1o mejor tienes miedo de clejárselas tocar a al-
gr-rien?
Dóno.qro.- ¿Y qué tiene de extraño, sabiendo que los ban-
queros desaparecen del foro más deprisa de lo que giran los
ejes de una cuádriga en una carrera?
Tóxn.o.- Vbte al foro por las callejas secundarias y, al mis-
mo tiempo, envíame a casa ala chica por el huerto.
Dónnero,- Te aseguro que en un instante estará aquí.
Tóxllo.--Pero que no se deje \¡er en público.
Dónnero.- IVIe parece muy razonable.
Tóxrro.-- j\{anana irá a ofrecer el sacritlcio de acción de
gracias a los dioses.
Dónoero.- Sí, sí, por Hércules.
Tóxrlo.- Todavía estás aquí y ya tenías que haber vuelto.
(Dórdalo sale.)

ACTO CT]ARTO

ESCEi§A PRINIERA

Tóxrro

Cualquier empresa que se acomete con sensate z y pruden-


cia, suele resultar un éxito completo. La verdad, por Pólux, es +<
que según la diligencia que uno pone en real izar sus erlpre-
sas, así suelen acabar en fracaso o en éxito. A un tr¡nto y un
inútil las cosas siempre le salen mal. Pero a un tipo iisto todo

óa Dórdalo 1o que pretende es que un experto compruebe la auten-


ticidad de las monedas. Se trata de la función que desempeñaria más
tarde el numtnulañu,s.

1264)
tsgzl
-3nu EUn uoJ saluzlrqsq sns ep oJeurgu Ia op¿]uaf,3Jf,u .raqzq ,{
esolndod sgru u9e suuetv ap pzpnrr Erurslsolndod e1 E orlJaq
Jaqeq ¡od ouzpzpnrf, ap oldtuafa olaporu un opot o,{ .,(os
oI{? 'olLU ol ap opuf,oq un ru grcqotd ^ ou L orlo ep susuadxa z
vJeu¿) z,{,(o¡1 'ErJolf,rl ulsa 9-r8o1 oJaurp uo) 'Erusrru rs a)auel
-¡ad es EJor1e'etJatJa}¡ad aru anb EAEIf,sa EUn anb sa Á'sorJzrp
sauud sop oprJror{E aq eur Áoq 'olduafa .lod 'o 'el¡uru¿E
zun81z uzr^ua al a¡druals 'ueLue sasorp sol anb W eJqLUoq
ry ('oltxgJ o taa u?s 'o,to{ pp opuosa"tSaA)
-'otvcugg
olrxoJ 'olvcHgcJ
YUE]UAJ YI{AfSE
('DLta)
-sa al ap optrl u?'t o t¿Dtua.,t as uanof of ,( t,totlst"¿D7ag'so¿l
1Ly -eV 'e8ue¡ 'u;oqy 'el-rzf,JaJu ap olueLuour IJ eJ¿s saJuolua
'uoua1 Ia uoJ opuelqzq sRaA aur opuunJ 'opEIIEl Jtzlse
Elsrl rr.u ap awlgyu. 'opzl ase e alEJ,leJ '¿Euar 'o;a¿ ¡srlsa"rd^
au¡ anb epnle EI 'salnlrgH "¡od '.alqurultsaur sE!
-'orxgl
'oLns Ia seru opzl.zsua
v,\wq anb orrruo) o oolSgJl Jol)u oqnq sgruzf--'Norrsruyeys
¿1aded ortsenl ualq oprl.rs
-uJ sr?qeq ei? 'ored ¡setrlzpuzs sns uzluers al atuau¿urlrp 9nb!
v¡aluetlxa zlsa v, L 'oL\eJv nl alualuzsoltrr zleJeLU ezleal eJv\ e1
'1.a.¡ un saJa"rzd opuant¿ esa uoJ ¡o^Erq 'one.lg!
-'orrxgl
¿re.radsa or{f,eq
aq a¿? ('u?nruq apoza4vp 'tlopooos ap ofiq ry Lro3 ottxgJ
ap DSo) ap opLtaryos 'as"rad ap opaza"(§pq.¡
-'Norrsruycvs
vrrafNo¡J'ortxg¿'Nctusruvllvs
YONnClIs^ YirillfSll
'Ersrad euelal EI ep oruu nu ep at¡vd
ep alsrf¿¡t eur gt anb sul 'an8a-llua el ,( ?Depar anb sellrlqul
gc)t susa 'u?lqtuzt '.,( e1¡aruop el e aert Á InS ¡ugltsrruS¿S 'r{E! ( osa)
ns ap auanrÍ q D asopul2)tnv) 'epll ¿l ua rrlzs ap zedef, -ras
e e^ ou anb el ep 'vdutet] EUn alrepual Lor ugual Iy 'otryg Ie
.lod epvuoJoJ JeA e EL as anb ap otn8as Lolsa osa Jod 'ErJnlsu
Á pnplllqrq uor oprprn aLI ul ot vButq IW 'eI¡:,^ereur ep alES el
va ciudadana? Pero, ¡qué generoso he sido hoy, a cuánta gente
he fiado! Y no exigido garantía a nadie. De todos me he fiado
sin reserva. Y no temo que de aquellc-''s a quienes he fiado, ni
uno solo se atreva a negar su deuda ante la justicia. A partir de
ho-r- quiero ser una buena persona... lo que no ha ocurrido ni
ocurrirá jamás.
Tóxno (Aparte,) A este tipo lo voy a hacer caer yo en la 480
trampa con- mis astutas trapaceúas. La emboscada ya ha sidct
tendida contra é1 hábilmente. Le hablaré U Dórdalo./ ¿Qué
hay de nuevoT
Dón»ero.- Fíoot.
Tóxrlo.- ¿De dónde l.ienes, Dórdalo?
Dónnelo.- Me fío de ti. Que los dioses te concedan tus
deseos.
Tóxtro.- Oye , ¿ya has manumitid o a la chica?
Dóiroero.- Nle fío, por Pólux; te repito que me fío de ti.
Tóxrlo.- ¿Has aumentado ya el número de tus libertos?

ó5 Obsérvese el efecto córnico, típicarnente plautino, de la repeti-


ción del verbo credo (."fío", "me fío"). Adernás creemos que hay que
ver en el pasaje un variado juego de paiabras basado en los varios sig-
nificados de creclo, al significado principal ("fiar". "dar crédito". rnila-
gro que el lenón parece estar dispuesto a realizar: cfr. 476 y ss.), que
subyace a su uso en todo el pasaje, se une un segundo que alternati-
v¿rmente puede ser:
1) "Te creo'', respuesta anticipada a los deseos de buena suerte
típicos de los saludos, que el lenón en .sll euforia espera oír de
Tóxilo (cfr. Baccb.7B4. Epid 728: Tt'in,7073). Este valor tendría
credo las dos veces que es ernpleado en el verso 482. La fórrntrla
empleada por el lenón en 483 (di dent quae uelis), que no res-
ponde a ningún buen deseo anterior de Tóxilo, parece confir-
lrrar esta interpretación.
2) "Doy crédito a tus palabras" ("me fío de ti"): cfr. 187.
3) Y, posiblernente, también el sentido de "creo que sí, estoy de
acuerdo con lo que dices', equivalente en la práctica a un "sí":
cfr. 484.
Deteniéndonos ahora en este cornienzo. Tóxilo pregunta a Dórda-
1o cómo está, utilizando la f-órmula habitual , Quicl agis/, que literal-
mente significa "¿Qué haces?". La respuesta del Lenón es doble: al sen-
tido corno saludo responde con un también convencional "te creo".
respuesta anticipada, corrlo hemos dicho, a los posibles buenos de-
seos de saludo (Me alegro de verte o algo similar) que espera oír de
Tóxilo; corrro auténtica pregunta,Ia respuesta sería "fío", es decir, "doy
crédito", como acaba de declarar hace un momento. En la traducción.

t266)
lLgz)
'sarrlBru solsa sopol uepJeld as 'aluatuelqEluatrl¿l
JuserEeJ elqrsodrul sa aLU sesalu oq)o ue souaru Iy 'sel¡uzuu8
o8uatqo sor¡oEau sltu e oJlpap aLU 'JJuatuztra;-rad ,(olsa
o¡ 'o-r8alz^ aLU 'uelg srglsa 'pnlzs Easep ese) ns ap sol sopol
IS
z L olrxg¡- e saprnbrgLll¡,,, (ouol ol opl4a[aD
'EJoq q gxrqB ou anb 'aef -'orycugg
'oel sErluaILU '¿wllv) -'orlxgl
-'olvcu9cl
'e\e zo^ ue sEla9l orsd
-'o]lx9l lrp al
('oltxgJ
oos anb sottttqry so1 a&o) olop"¿g1.) 'sand 'sulatuzq
-'olYaug6l
'ugrlp ol et sufle L sel¡a e oles¿1ug8a;¿
¿uarrp ?nb ¡?
-'o]x9l
'ol{fnur aJELI -'orYaugcl
of{
¿opugna?
-'o]ix9J
-'orYClrgCI
'oruu ILu ep al¡zd ap 'EISJad ep opluJl
uEI{ sEI eIAl 'uusare}ul at L uut¡odq at anb orPIJ
¿uuuodurr eLU gnb tT;i:t t sEIIIIqEt sESa ¡?
-'olxgJ
-'oryauq)Cl
'ugrrualz uor szlegl ,( szlp¡qrt sztsa a8o¡
'utuoJ 'svtqeled snu -lrldlunJ u. olsandsrp Lolsa anb sEaA anb
e¡ed,r orra op ropa::ñ::rXrrf;#rill?fi:
::,ffi ;;:3tr*
sexqe¡vd suuenq t"r-1"t";;r;.1t, s¿fa-ro stw
'vPlr trl Epol -'orycugc
ILU 3p seprenrE
at anb o-rarn§ 'sorf,rJaueq sosuaLUUI Jeualqo Jllltu-¡ad e E^ el
anb ,( zqztlnf,o al anb olaJfas un JEIJAaJ E Lo,t al otuslur EJoqV
('osortals!ru ouol ug) 'ILu ep sgrlqlJer seroAP.J IItu ugIfJE ESe
¡od usuadtuofeJ ue anb sJSoIp so1 -rod o¡nf a¿
'vsvJ n] ua glsa anb o8lp JI '?,seJ nl ua ',S -'orIXgI
¿sJJIP 'PSE: ttu u3?
-'orYauo(J
'ESEJ nl uE -'o'llxol
¿uuaqrl nt Eroqu. V)s¿ epugp
-'olvcu9cl
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a casa, ya que un asutlto importante me detiene aquí. Los per-
sas han conquistado ia ciudad árabe de Crisópolis67, una ciu-
dad antigua, llena de tesoros. Ahora el botín está siendo trans-
portado aquí para ser vendido en pública sub asta. Éste es el
rnotivo que me mantiene aleiado de mi casa. Quiero que se 510
proporcione ayuda y hospitalidad al portador de estas tablillas.
Complácelo en todos sus deseos, pues me ha tratado en su
casa con la máxima consideración." (Interrumpiendo la lectu-
ra d,e la carta, a Tóxilo.) ¿Y a mí qué me imp orta o me intere-
sa 1o que hagan los persas o lo que haga tu amoT
Tóxno. Calla, y no digas tonterías. Tú ignoras la suerte
- las ganas que tiene la Fortuna de las Ganancias
que te esperay
de iiumínar tu viclat s.
l)ónnero.- ¿Cuál es esa Fortuna de las Ganancias?
Tóxrro.- $enalando las tablillas.) Pregúntales a elias,
que son las que 1o saben. Yo sé tanto como tú, satrvo que he
leído la carta primero. Pero sigue leyendo y las mi-smas tabli-
llas responderán a tu pregunta.
l)ónner Buen consejo. Cierra la boca.
Toxrro.- Ahora vas a llegar a la parte que te interesa.
l)ónoero.- (Reanud.ando la lectura de la carta,) "El por- 52('
tador de estas tablillas lleva consigo una doncella noble, de
una belleza cautirra dora, rob¿lda a sus padres y traída de los
confines de Arabia. Quiero que te encargues de que sea vendi-
da ahi, advirtiéndole al comprador que la adquiere por su
cuenta y riesgo. Pues naclie le garantizari ni le transmítirá el
pleno dominio sobre ,71v{te. Encárgate de que a nuestro hués-

6ó Lit. "nada que no desees".


67 Lit. "La ciudad dcl oro". en alusión a su inmen.sas riquezas. Es,
por slrpuesto, una ciudad imaginaria.
68 Lit. "Ia antr.orchita qr-re la Fortuna Lucrifera quiere encenderte".
Recuérdese que en Roma la Fortuna er¿i veneracia b;rjo diferentes in-
vocaciones: ,Wt.t,liebris, Virilis, Pri.migenia, etc.: cfr. Plut¿lrco. Quaest.
Ron"t. 74. En el texto, probablemente hay un juego de palabras enire
lucri,fera y lLtciferA, lo que explica que la Fortuna encienda una antor-
cha. En nuestra traducción hemos tratado de sugerirlo de alguna ma-
nera con la paranomasia "ganas... Ganancias". Descartamos. como
parece sugerir Ernout, que .faculam pueda significar corneta, entre
otras Cosz¡ porque para los antiguos éstos eran signos de mal agüero:
Cfr. Séneca. \Vat.7,7,5 IYc¡n enim desunt qui terreant, qui significatio-
nes eius (.sc. cometae) graues praedicent.
69 Sobre la ntancipatio, acto del derecho romano por el que se
transmite la propiedad absoluta de una cosa, cfr. n. 26 del ilIercator.

12681
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Leq ou anb a¡a"rzd atrq.,,) tnlap1a ep tqrut rapuadap arzq ollxg¿ ultrl
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-url uarq ¿as padsgnr{ Iu anb u¡n¡o-ld Á ots, opot ap alzE:grua
'sup¿luo) uarq ,( 1z8a1 osrnf, ap szpauoru ua an8zd a1 as pad
Dónnero.- (Señalando a la bija de Saciadón.) ¿Y ésta es
la doncella robada?
Tóxno.- Sé lo mismo que tú. Lo único que sé es que,
quienquiera que sea, por Pólux, que tiene un aspecto bien
noble.
Dónoero.- Sí, no está mal.
Tóxrro.- (Aparte.) ¡Qué remilgado el muy verdugo!
(A Dórdalo.)Examinemos en silencio su figura.
Dcin»ero.- Apruebo tu consejo . (Se 'retiran a Ltn lado de
la escena.)

ESCENA CUARTA

SecnnrsrróN, La DoNCELLA, Tóxrr.o, Dónoero

Secenrsl§v.- (A la hija del parasito.) ¿Qué te parece Ate-


nas? ¿Note parece una ciudad próspe ra y floreciente?
DoNcsr Sólo he visto el aspecto exterior de la ciudad, í'
todavía no he podido observar las costumbres de sus habi-
tantes71.
Tóxno.- Gparte, a Dórdalo)Di la verdad: ¿Las primeras
palabras que ha pronunciado no demuestran a las claras su
educac ión?
l)ónoero.- Omitando el tono solemne )) sentencioso de la
.fouen.) Por sus primeras palabras todavía no puedo juzgar su
sabiduría.
Secenrsrróx.- ¿Y qué piensas de 1o que has visto? ¿Crees
que la ciudad está bien protegida por sus mu rallas?
DoNcerL\.- Si sus habitantes son virtuosos, en ese caso
creo que está bien protegida. Si han sido desterradas de la ciu-
dad la Mala Fe, la Malversación, la Avaricia, en cuarto lugar la
Malevolencia, en quinto la Intriga, en sexto la Calumnia, en
séptimo el Perjurio...
Tóxtro.- ¡Hurra!
DoxcprlA.- ... en octavo la Pereza, efl noveno la Injusti-
ciay, en décimo, el más peligroso de los vicios, el Crimen, si
todas estas plagas están lejos de una ciudad, esa ciudad está
suficientemente protegida con una simple muralla; pero, si

71 Cfr. Homero, Odisea 7,3

[zto)
lt Lzl
'u9rJJnp
-EJl EJlsanu ua sEJqEIEd ep o8anf 1a z:auerlr Eun81e ap rrcnporda.r ap
opEtPJl s-oruefl 'ugrlsrJ?8zs ap uorf,Elseluol Ef EJrJrls^nf anb ''Jla '.,uelq
oPol JrlEs^,, opEAIus JElsJ,, ap lzrnbolo) oprluas Ia ugrquul auert 'an
-las ¿p oruruouls^ a¡dturs un sa oldr¡ul¡d ua anb '(sts stlnlos) ypu.a¡drua
¿lnr.urol EI orad 'ugrtsrrz8ug e pnlzs etuaueldrurt^ Easep olrprog z,
¡ua^of '¿¿opruo^uarg! (' t,tgttst"taSag V) orvaugcl
'saluz oluunf,
-' rnbz ap ar.uJr
orernb 'ou IS 'alqrsod sa rs '¿lJJpueA oJarn§ 'ogand ua aqJou
ap eÁ, ¡aie gJlua al¿u uJlsanu sand 'olEJ un eJEq aflp al oruof,
'ruql eI e o8ru"¡l el Á ullan,t ap ,(c¡lsa lnby
-'Nolrsiuyevs
'e e aJv)re)u atu o
-'olYau9cJ
¿atuufl o1 anb sa:arn]?
'EIIa ,rod apld anb ol raqrs ¿rruasep souaru Iv -'olxol
-'orvcugg
'os¿J eützaq'epetdutof, E "'91 ala¡
'olq¿lp olursllusFu ala^
I¿
-'orlxg¿
-'olycugc
'oJJarq
ap selalllr8 sosan-¡8 uz8uod et enb zeq oursrlu Il y'orrerq'rol
-r4 rod 'sarurlz)se oNJ 'orJerr{ ap EIIrue eun L o¡;a¡q ep eJUeJl
uun 'ouarq ap szqruzf al"rauod 'ot:alq ap eno ¡od eseJ nl
Jurqurz) 'vse) nl e oJJarr.{ ap ul¡and ;auod ua ualg seuetq
1Lg anb ISv 'z]¡and el ugreu¡anb et Á vsz) nl ap euand v.l v et".u
-ares EUn euEp 3 eqJou ap uvrpua^ solla ored
'eperlue el grlqlqord sa¡ o.( clra¿ -'olrxoJ
-'orycugg
'ese) nl E ElsslJ ep
ugrpua¡ 'p¿lsrtu¿ nl ue,Jeas¿p sopo¿ 'saf¿uos¡ad sollz sgtu sol
uo) oluJl sgJpue¿ 'ou¡l-lde) nt e'so,tu¡csa sns,( sztur; sns ap
opunru Ie opol e sgmlodsaq '9r] anb oJrr sgLU ugurl orto Vrqeq,
ou anb 'salegotuul sasorp so¡ tod 's¿.ldruoJ el IS
'ulsnE-'orxoI
aur sgru 'old
-ureluof, EI sgru oluun) anb 'xnlgd ¡od 'o-ln[ aI
'z¡zldugf 'auerluof, e] anb o8lp aI-'oryaugcl
'p¿paJeu EUn oqJlp uq ou anb aJ V -'orrxgJ
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a] oNl 'sapuJJo) zalp sose ua oprnlf,ur sglse
'I¿ -'olrxoJ
u r{f, nrs n (, pi:;¿ti,o' :;H;:r:ft:?
'u4Jel'IEs e¡ed uetJe$eq seile.rnlu uarJ ru 'Joualul ns ue uzJoru
SecerusrroN.- Sí, bienvenido si la r,.endo a buen precio.
Tóxno.- Comprador que te la pague al precio que é1, no 580
encontrurás otro.
SecenrsrróN.- ¿Eres tú amigo suyo?
Tóxrlo.- Tanto como los dioses que habitan en el cielo.
Dónoel Entonces eres con certeza mi enemigct. Pues
jamás hubo clios alguno tan bondadoso que fuera propici o a la
taza de los lenones.
Secnnrsl§rri.- (A Dórdalo.) Atiende: ¿tú tienes interés en
comprarla?
Dón»er-o.- Si tú tienes interés en venderla, yo también lo
tengo en comprarla. Pero si tú no tienes prisa por venderla, yo
tampoco la tengo por comprarla.
SecerusróN.- Dime, indícame su precio.
Dónn¡.ro.- Tú eres el dueño. A ti te corresponde decirlo.
Tóxno.- Es justo lo que dice.
Secenrsl§¡.- ¿Quieres hacer una buena compraT
Dónonro.- ¿Y tú quieres hacer una buena venta?
Tóxno.- Yo estoy seguro, por Hércules, de que los dos
queréis.
Dónoer (A Sagaristión.) Vamos, dime el precio exacto.
SecnnIsrIóN.- Pero te 1o advierto de antemano: nadie te
garantizará la propiedad absoluta de la chica. ¿Estás enterado?
Dónoero.- Sí, estoy enterado. Vamos, dime en cuánto me
la dejas, por cuánto me la puedo llevar. 59(
Tóxrt-o.- Calla, calla, que eres tan tonto como utl niño pe-
queño73.
Dónnero.- ¿Por qué?
Tóxno.- Pues porque creo que antes deberías hacerle a la
chica una serie de preguntas referentes al caso,
Dónoero.- Por Hércules que no me has dado un mal con-
sejo. Fijate tú: todo un astuto lenón como yo casi caigo en la
trampa, si tu no hubieras estado a mi lado. ¡Lo importante que
es disponer de un amigo, cuando se hace un negocio!
Tóxrro.- Creo que debes preguntarle por su linaje, por su
país, por sus padres, no .vayas a decir después que la compras-
te a ciegas, impulsado o embaucado por mí.
Dón»nro.- Sí, sí. Aplaudo tu consejo.
Tóxtro.- G Sagaristión.) Si no te importa, este hombre
quería hacerle unas preguntas a la chica.

73 Los niños eran ejemplo proverbial de estupidez: cfr. Bacch. 123.

Íztzl
ÉLZ)
'opuarpuat gtsa al as anb ¿druvn el ap oxet
-uo) Ie ua supzlardJetur uzas o ugual 1u srpr8rrrp ueLr.t ug8as oprtuas
alqop un ueualt olrxol -¡od L EIIe)uop e1 .rod sELIrrp s^Ereulvd sEI supol
ynbz ap ¡ruud Y'(ugual Ia uoJ EISatJoJ) atuaurep¿nf,apu Jetsatuo¡ e¡ed
'uoua¡ Iep sutun8a:d sEI E Etuatz etptsa (q Á (rrcua¡ra^pz) aue¡onrnba
y se,\v.t ou (e :Jp opltuas alqop ia ue sr.rqe¡zd setsa asurpugltull r-
'yrvluele 3lEls3 'sotuE¡ ('ttaoof of v)
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anb Ia anb-¡od 'lt e euapn1lv ervd ugrqurl
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'Jzlse sapand 'IS 'IS -'orlxg¿
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rru oruoJ 'padsgnq rLU e rapuale anb o8ual o
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-'orycugg
('as"to"tlpt ap uqruapo »DH) 'su¡alnb anb ol alzl
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'sasaJalur soJlsanu
vrcd -rofau saJaprsuoJ oruof eqlce iop¡an¡E aCI
'gre^ell ul ai oÁ 'orod un aterIley ('olt)ptg7 n-'orvcugg
-'orrxo1
'u,toq
osor.uJar.l un uoJ sopzS;er oluatu¿duz¡ IE, sotuase¡Ea¡ anb
ap ?relEJL 'zllz) 'srlquro^uJ uos sor¡rdsnz so]
Jeq?,Jl EJnJoJd
'sol¡rdsnz souanq uof, elrqruoJ-'\nrEfNoCI
'D e EJo.] el uJor{u 'soruz,r. 'sotuz¡ ¡'ua^no[ a7 D
stu-rarnb anb ol alrtug8a-rd 'eyeBguatul (olop,tg1
-'orlxglW 'lg
uor aluarf,ulduoc 9s ,( aturr?ry ('uaoof of V)
'tuJ e anb¡a¡u as anb eIC-'Nglrsruvrvs
'sr;alnb anb ol opol -'orvcugql
-'NorrsruYsYs
'sBSoJ suluenf, sEUn Eqr¿qrntu EI E e1Jalun8a¡d zpztsnE
aru 'orefue-rryg ('ugtls?"ta&ag y1 ¡olasuor ueng!
'al¡a¡dsoualu -'orvaugg
al ou anb ercd
'lg e alueul¿uos¡ad gt srprci q as anb o-rar;a-rd 'uot)ezlJolnu
q opup eq eLU v,\ Iru e anbuny 'se"latnb anb ol elr¿tun8a-¡C
v.rcd osrlurad Ap al anb otuslru rll alaptd ,\ e e atufrgf,e 'rpuy
¿operueld tqe supanb at gnb to¿? ('olt p,tg7 D
009 '¿-lalnb otuor iop"lan¡¿ eCI -'orlxg¿
-'NgtrstHvcvs
DoNcErL{.- Basta de palabras. Aunque soy una esclava,
conozco mi deber y a sus preguntas sabré responder Ia ver-
ciad, tal como me han enseñado:;.
Tóxrro.- (Señalando a Dórdalo.) Jot,en, esre hombre es
todo un caballero.
Dox<-EuA.- No 1o dudo.
Tóxno.- No serás esclava mucho tiempo en su casail.
DoxcErL\.- Eso espero, por Pólux, si mis padres cumplen
con su deber.
DÓnoelo.- No te extrañes de que te preguntemos por tu 62(t
patria y por tus padres.
DoxcErL\.- ¿Y por qué iba a extrañarme, buen hombre?
(Llorando,) La esclavitud me ha prohibido extrañarnle cle
c-ualquier mal que me pueda suceder.
I)ónoero.- No llores.
Tóxno.- (Aparte.) Que los dioses la confundan ¡eué lista
y astuta es! No tiene pelo de tonta. ¡Con qué facilidad sabe
decir Ia palabra justa!
Dónoelo.- (A la.louen.) ¿Cuál es tu nombre?
Tóxrro Gparte,) Ahora sí que temo que equivoque.
- FortunataT7 me Ilamaban en misepatria.
DoxcnrL\.-
Toxrlo.- (A Dórd,alo.) lJn nombre de buen agüero que
no tiene precio. Anda, cómprala. (Aparte.) Estaba temblando
de mie clo a que se equiyocara. Pero supo salir airosa del ato-
lladero.
Dónnelo.- Si te compro, espero que sabrás hacer honor a
tu nombre para mi provecho.
Tóxrro.- Si la compras, no creo yo que a finales de este
mes sea todavía tu esclava.
Dónnaro.- Oialá fuera cierto.
Tóxlro.- Pero has de poner los medios para que se cum-
plan tus deseos, (Aparte.) Todavía no ha cometido ninguna 63,
equivocación.
Dónoer ¿Dónde nacisteT
DoNcnLA.- Según me dijo mi madre, en la cocina, en el
rincón de la izquierda.

75 El lel:ón debe entender que le enseñaron a no clecir


mentiras.
pero en realidad está diciendo que va a repetir la verdad (el papel)
que -su padre y Tóxilo le enseñaron.
70 Una primera premonición del desenlace
del engaño.
77 Lat. Lucris, de lucrunl, "ganancia".

Ízt+l
lsLz)
'll ep eJef,e)sal etu ,( zuos
-;ad ua ¡nbz gretuasa-¡d as '1nbz EpIpuaA opIS aq anb ap eralue
es a"rpzd rur oluzn) ue :o-ln8asz el Esof, EUf I
-'!-ITEfr.ioCI
' e¡etdtuof, ' sotuz¡ olx9l
isesorp sol uzrernb o¡ ISy!
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'oJrr sVrvLl at EIIa -'orycugg
uoJ 'afeur¡ otl¿
,{nu ep se anb oqradsos ¿,,oeJ),, saJtp etlvpol?
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.se soprrenb ,,1::i,H,"; i,|:}'lüHil3,",,?J,§',3t,"n
'sarrp anb o1 "rod 'opette.lSsap ualg arqluoq un
-'ouxgl
'uzrrenb ol
sarqrl L so,tzl)sg 'opelr.atdv sgtu orlo etqeq oNI
¿syvd ns ue eqezo? ugl)utndar 9nb eC? -'\rrEfNoC
-'orycugg
'vpa)e;8saq ap Ia 1tu
e f, oper¡u;8saq ap Ia se erpenr a1 anb erqluou Ie Eror{v ¿op
-zl¡z;Esap un ap arquou Ia r¿proler gnb em¿?
'arqurou ns IC ¿anJ ugrn§? -'!-ITsfNoCI
-'orvcug6l
'p¿pra^ z¡ anb
sgru rrJep aqES ou sand 'afeutl eiqou ap res aqeg
-'oltxgl
'sauarq sns sopol
c2rp-rad orad 'orauolsr;d oq)Jq anJ ou 'oNI
'aLUlC -'vITETNoCI
¿atped nt orauolsl¡d oqlaq enJ osulv?
-'olvcugg
¿senet3sap sns ap
opJanJal Ia ErJor.ueru ns E JeeJl ou ewd 'íJEIqEq a¡atnb ou anb
sal oNi'/ 'osa alrztunEa"rd ap v,\ ¿faq ( olap,tg1 W
'euled rru sa Elsg 'rnbu EÁEIJSO-'orrxgJ
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olueurotu Ia apsap :sgru z¿z' BUn ollda"r ol aJ
-'!-ITEfNoCI
¿selquq ou 9nb -ro¿? 'eqlvd nt sa Ign¡ z¿^
¡yg ?.un ap aLUIp 'ua¡.of 'u8uan 'szru;o¡ szpol aCI
'¿uad Ep eru anb sa pzpral EI -'orvaugcl
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'ulJnprqus uoJ opEIqEr{ EI{ anb 'sasorp Áuq, ouroJ
-'oltxgl
¿anJ ugrnb ¡¿tun8a¡d ar-¡ls
gnb vsed? 'o1uar¡z orullltr ns glzqxa arqluoq un anb z¿A eun
'suuosrad e1 uoJ arrnf,o anb otusILU ol sE 'ras ep gfap anb zet
¿un 'o8ual ol ¿pEU ¡od 'opls zq anb ol opo¿
'anJ -'vITE)NoCI
Ign¡ otun8a¡d at oL ora¿
¿oJluarlJua au anb EIua Els? ours 'Jes E eL lgn)? -'orvcugg
-'wrE)No(J
'vt¡lvd
nl sa Ignl sa reqzs o"ralnb anb ol o.( orad
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¡opulrnq trq ol EIrurB 9nb uo3! ¡gIrEU epugp alrztun8ard ¡e
'uoua¡ Ia oplqrrar u.qepe)otsa gnó! 6'auadV) 'szuanq szsor ap
ErJuzpunqrradns ,(eq apuop 'aluatler ru8n¡ ue opl)vu eq sand
'{peprJedso"rd VJeeJl al anb EUESJUof, ¿un gJaS
-'olxgl
Tóxno.- ¿Qué dices?
Dón»ero.- ¿Qué quieres?
Tóxrro.- ¿No oyes lo que dice?
Doxcer Aunque haya perdido su fortuna, sin embargo
tiene amigos.
Dónoelo.- No llores, por far,.or. Pronto serás libre, si
sucumbes muchas veces a los asaltos de mis clientes. ¿Quieres
ser mía?
f)oNcnuA.- Con tal de que no sea por mucho tiempo, sí
quiero.
Tóxno.- ¿No ves que no puede olvidarse de la libertad?
Esta joven te dará grandes ganancias. Decídete de una vez. Yo
vuelvo junto al extranjero. (A la jouen ) Sígueme. (A Sagaris-
tión.) Te la devuelvo.
Dónonro.- (A Sagaristión,)Joven, ¿quieres vend erla? 66(
Secenrsrr§¡.- Nlejor que perderla.
Dón»ero.- Entonces di en dos palabras. ¿Por cuánto me la
vendes? Dime su precio.
S,rcerusrróN.- Te lo diré, puesto que así lo deseas. Es tuya
por cien minas78.
Dón»elo.- Es demasiado.
SecarusrróN.- Ochenta.
f)ónoero.- Es demasiado.
Secerusar§iri.- No te rebajaré ni un céntimo del precio que
te voy a decir.
Dónnero.- ¿Y cuál es ese precio? Habla, dilo pronto.
SrcerusrróN.- Te Ia doy por sesenta minas y tú corres con
los riesgos.
Dónoero"- Tóxilo, ¿qué hago?
Tóxrro.-La cólera de los dioses y las diosas tiene que ofus-
car tu cerebro, maldito, para que no te apresures a comprarla.
Dónoero.- (A Sagaristión.) De acuerdo.
Tóxno. A Dórdalo.l Bravo, has conseguido un hermoso
botín. Vete-a buscar el dinero. Por Pólux, que ni por trescien-
tas minas hubiese sido cara. Has hecho un buen negocio.
S¡,cerus1§ru.- (A Dórdalo.)Escucha. por sus ropas tendrás
que sumar cliez minas.

78 Precio desorbitado. Aunque al final, el precio va a ser rebaiado


a
60 minas, se trata de la cortesana más cara de todo el teatro plautino.
Recuérdese que el precio habitual de una esclava son veinte o treinta
minas: cfr. n. 72 del Curculio.

lzt6)
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'Qt9 '^) eua)sa ¿l ap IEUII IE'olzprgg ep eprued ¿l ap s^gndsap
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ESCENA SEXTA

Dónn¡.ro, SacaRisróx, Tóxlo, DorucErH

Dónoelo.- (Mostrando Ltna bolsa colt dinero a Sagaris-


tión ) Aquí dentro huy sesenta minas de plata, en moneda cie
curso legal . Tan sólo faltan dos escudos.
Secerusrróx.- ¿Y qué pretenden esos escudos?
Dónoero.- Comprar la bolsa u obligarla a regresar a su
CASA.
S¡.cerusrów.- Tenías mucho miedo, ¿verdad /, bellaco, ava-
ro, de no demostrar ser un lenón perfecto, de perder una bol-
sita insignificante.
Tóxrro.- (A Sagaristión,) Déialo, por favor. Es un lenón.
¿Qué hace de extraño?
Dónoero.- Hoy he rezado a los diosesso para ganar dine- 6l
ro. No huy cantidad tan pequeña que no me disguste perderla.
(Tendiéndole la bolsa.) Toma, co5le esto, por favor.
S¡.cerusróx.- Cuélgamela del cuello, si no te disgusta,
Dónnnro.- De acuerdo.
Secerusróx.- (Despidiéndose.) ¿Queréis algo más de mí?
Tóxno.- ¿Por qué tienes tanta prisa?
Sec;eRrsrróN.- Tengo cosas que hacer. NIe han encomenda-
do entregar una carta y quiero cumplir el encargo. Además he
oído decir que mi hermano gemelo es esclavo en esta ciudad y
quiero encontrarlo y rescatarlo.
Tóxno.- Por Pólux, ahora que lo dices, 1o recuerdo. Creo
haber visto en la ciudad a un indirricluo de aspecto exactamen-
te igual al tuyo y de tu misma estatura.
Sacenislóx.- Seguro que es mi hermano.
Dóno¡.ro.- Y, a propósito, ¿cómo te llamas?
SacnrusrróN.- ¿Y a ti qué te importa?81
Dón»aro.- ¿Y por qué no ha de importarme?
SecarusrIóN.- Escucha, pues, y 1o sabrás: Falsiloquidoro
Vendedoncellónides Gastabromístides Sacatudinerónides Di-
celoquetemerécides Burlónides Embaucónicles Loquetequíti-
des Nuncalorecuperarástides . Ya lo sabes.

80 Lit. "he tomado los auspicios": cfi. Rudens777.


81 El texto presenta en este punto una pequeña laguna, pero c
sentido no parece dudoso.

lzta)
16Lz)
'EpEuI
-rxoJdu olgs uorJJnpe$ el L oldn.¡.rol sa olund etsa ua otxat IH ze
-urfus 'qE! (asac ns ap oLtand q o asopuq)rilv)
'olual.UouJ
Ie sE
-'olINoI
iolJESr,\tr e EJ¿IJ IS
-'Y"IlafNoc
'Esurter 3s arpud ut (ottxgJ v.) ^? -'OlrxOI
-'YllEfNoc
('asac
115 ua CI"t|UA olDpJgO) 'souELU s¿uenq u3 91sE
-'ollxgl
'z1z¡13r¡
('uaool Dl o opuulouag'op¿pl^lo eq aLu as L sorz¡rsa sltu E
seueprg suun olualuolu un aJur{ optrp raquq e1;an} ¡equerca!
(oryqfts oluatutasuad un aluo oputeuot))Day)
-'orYCt{oC
'zgeuafanbuua ¡od ualq sgru IC ¿aurpn (E -ro¿?
ol opot atslr
'aurrupn(e -¡od alqrsod-'ortxol
OZL -lq anb gs send'ollxgl'o)zepv.r8u o1 et IS'o¡
'arFI al anb ro^?.J -'oryaug6l
Ie selratepet?e au anb IJrf
-'orxgl
¡s¿Iratuo¡! ¿zts;a¿ y? ¿'olrzJsnq
v euI epugpy? ¿atqq oluor eyeLuep¿r e uarnSlz ,lztuasa-ld e
EA as ou anb oÁ 9s otrrgJ z-roqy? 'oI{JTEIU as L oraulp 1a gr3o3
'zun81z et)uvr?.8 au-¡up uls epeqor ua.to[ Eun E eLuopuQlpue.,\
'oq)eq zq anb ol¡o8au uonq Ia eq¿s anb IS IE
-'orvcuclq
'opep1ar uztl EI at 'ope-rduoJ s¿I{ EI ou send (:uarrcl q o opuol
-DUag '\ ercd euens ¿p et? un opIS eq anb ys Lo¡1 'etuatuarqll
reyleq souapocJ v,\'opul{f,rvw eTq as anb Eror{V
-'orixoJ
Nlgcyrfvq'yrrufNog'olvcugg'orxo¿
VI,{IId$S YI\JEfSE
'pnlus
-'NoiISruYcYS
'soJlosou uoJ ,(oq op
0lL -eua) JaqEq ,\, euvgetu opl suaquq anb s¿IrpusJ
-'o1lx9*
EI ua gtsa zÁ n1l-l1dsa IIAi 'u?lqruw sortoso^ ,,rrrr!u\EU
'pnlzs su8uat anó
^ -'orYCugC
¿IVLU o31u srg"ran§?
('oaanu ap asopu?tpdsaql 'soperllduot ,{, so8tz¡ sarqtuou
soruaua] sopoJ 'sus;ad sol ap arqtunlsoJ sE
-'Nolrsruvcvs
¡sauerl saJqruou
ap epeuer sgru uglf,)alo¡ e[el^'sa¡nua¡1 -ro¿!
-'orycuqrg
dón, sal! Ahora es Ia ocasión de vengarnos de nuestro ene-
migo.
Sacn»o (Apane.) Aquí me tienes. ¿Os he hecho esperar?
Tóxno.- Vamos, retírate hacia aquel lado, apártate de
nuestra vista y cállate. Cuando me veas hablando con el lenón,
entonces comienza a afi\tar el jaleo.
SecnoóN.-A buen entendedor con decírselo una vezbasta. 73(.1
Tóxrlo.- Después, cuando rne haya ido...
S¡.crloó Anda, cállate. Ya sé lo que quieres decir. 6e
aparta a Ltn lado de la escena.)

ESCENA OCTAVA

Dónoero, Tóxno, DoNCELLA

Dónonr (Regresando d,e su casa) Al entrar en casa, he


tenido que zurrar la badana a todos los esclavos, pues los
muebles y las habitaciones estaban llenos de polr,,o.
Tóxrro.- ¿Vuelves ya?
Dónoero.- Sí.
Tóxno.- ¡Menudo favor que te he hecho hoy!
Dónoer Sí, lo reconozco y te 1o agradezco.
Tóxrr-o.- (Despidiéndose.) ¿Quieres algo más de mí?
Dónoero.- Que lo pases bien.
Tóxrro.- Ese deseo, por Pólux, ahora mismo voy a llevar-
lo ala práctica en mi casa, pues ahoru mismo voy a recostarme
en el lecho con tu liberta. (Tóxilo entra en su casa.)

ESCENA I\OVTNA

SecmoóN, DoNcELLA. Dóno¿.ro

SecnooN.- (Fingiendo unt arrebato d,e cólera./ Que me


nluera si no mato a ese tipo. ¡Ah! ¡Magnífico! Precisamente ahí
está ala puerta de su casa.
DoNcnr Salucl, salud, padre mío.
SecnnóN.- Salud, hija rnía. 7+
Dónoer (Adiuinando lo ocu,rrido.) ¡Ay! El persa me ha
perdido.
DoNcnr (¿ Dórdalo, señalando a Saciad,ón.) Es mi
padre.

lzsol
Ii8z]
,ÉZ'TT'ru¡¡ 'UIId 'UJ
:Elrouratrl EI ep epJS oprreplsuo) 'trfa¡o EI ap olnqgl Ia alref,ot v Eqerg
-urnlso)E as '(ttllosaluaS o?tlsat ¡od euos¡ad Eutl E Juurol EJed gg
anb 'sorttcltsa sol V) 'alrtrd ns cun EpeJ v, grep L sa-ropuroqulo:)
slru eJlue uiloq Ia ?JIUEd3J 'OlJuJqelel EJEí 'u"lor{v 'o8truaua
Irrr ap vzuv7ua,,\ Eplldrun¡ JEuIot opllllurad au¡Jqeq ¡od sEIJ
-e¡3 Áop so L pnllle-r8 ILU osa¡dxa so opetsa.rd slgquq sou anb
epn,\e ESoII¿A u1 -iod 'olal) Ia uJ LIuuIeJ anb sesolp sol sopol e
,( ¡atldlr [ 'p e 'sauot)lu;u nB seJ]sanu L o]l¡.lgfa oJlsanu ua sefzq
uls 'urJollll EI zprn8asuof, 'u;,¡an8 el epeLÍILUJel 'zed el epeuj
-rrJ oprs e\ '[pepnlJ el eLUIeJ ue 91sa 'scluzpepnll sol o^lES v uvl
-sa 'so8nuaua sol soplrual opls uzq anb sJot{V
-'o1x9¿
[N'd'IEs-lNr\iEf ' NQIISIHVOYS' OllXqI
\f,UEI,^IIUcI Y,NefSA
oürrnÓ o¿¡v
('udtttg 'o8rs e1
'¡ola;d-'YTIEINoCI
IE Ja^ u sourz¡
'etur ullq 'ynbe -rod atuanSts (tt/iq ns V) 's¿llaruop ap ugrpzl
'{eIIeue)'1nbu ¡od atuanS1s 'uuItuEJ 'opros ÁoE
'¿qrnf,sg -'NigaYirYS
'epvu JaqES o-rarnb oi{ -'olYauoc
' _-' o]YCuoC
a¡rerrldxa aLUu [qC -'NgaYIrYS
cttL ¿serqll sou¿pEpnll uof, v¡lJ
-u,¡l anb '1rt outoJ onplllpq un ep udlnr ¡od erqll erqtuot{ un u
ssrfa;o vI Je$eB ¿ Lor anb 'o8np;aA 'Lu saa;3?
-'NQaYI)YS
¿so8rlsal szurol ou ¡?
-'orYCugCI
'uIJIlsnl e¡ aluu. ollr
a] ored '.tola;d iap atu¿lap gturrldxa ol et u^
-'NgavIfYS
¿¿If,Ilsnl e1a¡ue szllt aru 9nb ro¿?
'uguel 'lEUnqIJl Ie 3lu3 eutuJeJ 'sotuurl -'olYCugC
'ouanlu eJquoq ,(os -'Ngavlfvs
-'olvcugc
'otusILU It ¡od u?Iqulet olr¿uolua anb sz8ual
anb ?reLl or( anb 'elyeuvt 'xnlgd .rod 'o"¡nf aI
-'NgavIfYS
¿suultu eluases slLU ¡od uarnbg"r
Ie Jzuolu¿ vJed 'Iu ap opeJrlluoz\sop 'o.ladsa 9nb y7 'oprp;ad
alueluzla¡duoc Lolsg ¿atpvd n¿? ¿gn§? ¿otug)?
-'orYCugCI
están en la casa.) Vamos, salid. Aquí, clelante de la puerta de
mi casa, quierc> dar un banquete a mis colaboradores. Colocad
aquí los lechos, poned aquí lo usual en estos casos. Ante toclo
quiero que pongáis aquí un cántaro de vino8*, para que yo 760
haga rebosar de gozo , alegría y felicid ad, a todos aquellos cuya
colaboración me ha permitido llevar a cabo con facilidad mis
propósitos. Pues es un canalla el hombre que sabe recibir f'a-
vores pero no sabe devolverlos.
LnnrNrsrLFNF.- (Saliendo de casa y acercandose a Tóxilo.)
Tóxilo mío, ¿por qué estoy sin ti? ¿Y por qué tú esrás sin mí?
T(rxu,o.-Eá, pues, acércate a mí y abrázame, por far.or.
LnuxrspLFNF.- (Abrazándolo ) Claro que sí.
.

Tóxrr.o.- ¡Oh, flo huy placer más dulce que éste! Pero, por
f'avor. niñita de mis ojos, ¿por qué no nos instalamos ahora
mismo en los lechosT
LrlrNrsnr.ENE.- Tus deseos son los míos.
Tóxrlo.- Y 1o mismo me sucede a mí. Venga, \,enga, ven-
ga, pues. Tú, Sagaristión, reclínate en el lecho de la izquierclast.
SecerusrróN.- Ese honor me trae sin cuidado. Dame el
compañero8o que pacté contigo.
Tóxno.- Espera un segundo.
SrrcrnrsrióN.- Ese segundo es un siglo para nú.
Tóxrlo.- Vamos, recuéstate. Celebremos y festejemos el

84 El texto es corrupto y el sentido sólo aproxirnado.


85 El prirner lecho de la izquierda (según se sientan los convida-
dos). Segúrn las norrnas griegas de preferencia, es el ptresto de rnayor
honor del banquete (en Roma lo sería el lectus meclit,tsy, especiahnen-
te, el loctts intus in tttcclio lectc¡). Tóxilo se sentaría probablemente al
lado de Lemniselene kfr.771), en el lecho de la derecha (imus), de-
jando libre el m,edius lectus, qlle sería ocupado posteriormente por el
ienón (cfr.792). Es arracriva la hipótesis de Berrini (op. cit., 265), quien
piensa que en la escena no había, a la usanza rofirana. un triclinio
(conjunto de tres lechos de un máximo de tres plazas cada uno), sino
dos biclinios. es decir, dos lechos de dos plazas (cfr. Baccb. 72A y
751). En el de la izquierda, que sería el de mayor honor confbrrne a las
nonrras griegas, se sentaría Sagaristión y su pareja, que segúrn é1 mis-
mo }Jettini, (cfr. n. siguiente) serí¿ el lenón. rnientras qLle en ei otro
biclinio sc )entarían Tóxilo y Lemniselene.
tto En general quiere verse tina referencia al cántaro de vino. Pero
se ha supuesto también que con Szlgaristión paretn podría referir.se a
Pegnio. aDórdalo (Chiarini. La recita. Plauto, la¡arsa, laJesta. 185 ss.
seguido por Bettini) y, al propic¡'fórilo (tWbyteck).

lzazl
l€82)
'opEJf Ilu
-auoq Ie PIJas Jnb 's7?/lxoJ ap >^EJtal t^¿i uos slals^ .\ 'eJQLuOu l1s u¿luod
-Lrrof, anb s^¿¡lel ep oJeu-Inu Ie oulol seJs^ sBluEl euos¡ad EUn 3p pnlEs
eI ?. Jeqaq v eqeJqu.Iols-ol¿ as anb ua EQIJI5^J srdO¡ ep oJsLI-Inu Iap
ugzr.r EI'rurneg ur13a5^ 'snq)us Iep 98'u '{f,'rdo¡ EI t7 orrlugr Iep oul-\
{3 J?s^EASZ¡]
¿;ed EIAJes^ anb ozrJ 3p al¡ads^a 'snc¡Jtt,l't Ia JJqos 88
( IUI]]AB )
'olueIuIIJEu opunBas ep at¡ads^a ¿ul1 I? ex,d auoditt^ euJIesIU[LI3-I
ep ugllzreqll e¡ anb JEJIpuI r:ed EroJgleul Eun ap ouIS 'ollxgl ep sog
-ea¡clurnl oJepúpJal Iep EteJl as ou sgzrnb 'JIJap sE 'l¿JelII oplluas^ uJ
szpeta;dretul ras ueqap ou ollxgJ ap s^trrQeird sr1 alueutalqlsod ¿g
aC! '¿PIn Itu ap o8¿t¡e sgtu .( olsaunJ sgur Elp Ia opls Eq alsE
08¿ ¡ouantu Lolsa 'oplprad ,(otsg! 'opunlu Iep oprLlllpsep sglu 3rq
-Luot{ Ia oqJnlu uoJ Áos :sELlflpsap ue olgs oÁ o-radns sol sopol
e 'vtp ug8¡z reqzl{ e e^ o oplqeq Eq 'Y/rqeq 'Árq sarqtuoq so1
-uEnJ y Csopltplouo) sol ?2 "¿do ttts 'opuasat&a¿¡
-'olYCtlgCI
oINcEd'o'IIx9I'xqlustuYSvs'',INE-IEsINI'§E-I'olYau9CI
YCI{]I3ES YI{EfSA
itrlla ap uul8al¿ es sol ap .{ zqrrp lur
uerpr^ua anb sol ap pnlzs ¿l v! (opttopttt"tg)
-'ENuIESII{I'\Ef
'
ulatugO
Ja)uq aqap oluof,
'epeute ns uo) sluuluu Ia -'SN¡S1ESINl'\iuf
'¿.,(nt El e esed ul ai ouEtLI lu udoJ ElsE (.'aua¡asttttttaT V) ¡soJl
-osou sopot ap pnlzs r¡ y! (tapu¡rq D opLtanlo,l)
Il E SUIf,eJU
-'ollxol
-'ENC'IESINII,\ET
'arqll eÁ euvzerqe eturll
-ru-¡ad 1z 'soasap sltu sopol Áoq opeurloJ ueq sesolp st-t1 ('au
-apsurua7 V) iepeLUY. FU ep elv.'E¡lsan,t eIe'pnl¿s FU Y! (op
-uopu!,tg) 'sv:rLl?/p'z8ua¡ 's¿do¡ sul JBStrd ua oqfntu opu¿pJzl
sglsg 'usud alep 'sou¿tu strl slentu 'olu8a¿ 'sotut'¡
-'orxgl
'zp-rarnb
-zl q -¡od opezÍJaLuoJ 'ezeqe) ¡od sssedoc elsls aAJIS izlsat¡ z1
e ozuutuor ep '7e,tetlJ 'sotu?.¡ ('ottt&a¿ W EN'{IESII§IIE-I
'atanbuzq Iep EUIar ¿l syras ;tI- 'sarou 3p Euorof,
Etsa o)zerJo al $ oLUoJ roLJ u un y ('aualastltutdT ap ozaqm ol
oLL ua satog[ ap ouo,to) o\,t tt opualuod) 'Esetu el ptrJoloJ lsou¿tu
sey ercd en?v paurl ('sooopsa sol V) ',sSolz31dunr ltu 3p Elp
qué forma me ha burlado Tóxilo y ha saqueado mi fortunal He
arrojado, pobre de mí, a la calle un cairo de dinero: me he
quedado sin é1 y también me he queclado sin lo que quería
comprar. ¡Que todos los dioses confundan a ese maldito pe.rr,
a todos los persas, y a todos los pers...onajes cle esta comeclia!
¡Qué cantidad de males me ha causado, pobre cle mí, el malcli_
to Tóxilo! Como no le fié, tramé contrá mí esta intriga. pero
jyt9, por Pólux, que, si sigo con vida, lo haré colgar cÉ lo alto
de la crLtz, lo haré cargar de cadenas, en cuanto regrese su
amo, 1o que espero que suceda pronto... (Viendo el
fástín que
tiene.lugar delante de la casa de Tóxito,) pero. ¿clué .rioy
vienclo? Se puede saber qué comeclia es ésta. Ahí étán, por
Pólux, celebrando una fiesta. Me acercaré a ellos @ fOxito.)
O buen amigo, salud; (A Lemniselene,) y salucl a ti también,79,
buena liberta.
LnnruseLENF.- Pero si es Dórdalo.
SacenrsrróN.- Dile que se acerqlle.
Tóxlro.- Acércate, por favor.
Secarusrróx.- Vamos, recibámoslo con un aplauso.
Tcixrlo.- Dórdalo. simpatiquísimo, salud. $eñalandole
ttn sitict en el triclinio.) Aquí tienes un sitio. Recuéstate aqtíae.
(A los esclauo.s.) Traedle agua para los pies (A pegnio") ¿euie-
res seryirle vino, chaval?
I)ónn,rio.- (A Pegnio.) Te juro que como rne toques con
un solo dedo, bribrón, te estrello contra el suelo.
Pscuo.- Y yo acto seguiclo te saco un ojo con esta copa.
Dononro.- (A Tóxilo.) f)ime, carne de horca, ,ompéláti_
gos, ¿estás orgulloso de cómo me has engañado, de cómo me
has hecho caer en la trampa, de cómo me la has pegado con el
persa?
Ti¡xnoeo.- Harías bien en dejarte de disputas.
Dónrar (e Lemniselene.) y túr, buena liberta, estabas
enterada de todo esto pero me lo ocultaste, ¿ver dad?
Ler,rxrsEr-FNE.- Es un estupidez, cltando uno puede pasárse_
lo bien, preferir dedicarse a las querellas. Eso es mejoi qr.r" lo E,
dejes para después.
Dónoaro.- Me arde el corazónel.

8e Cfr. noras 85 y 86.


9o Quizás las palabras sentaran mejor en boca de Lemniselene, a
quien \üToyteck se las atribuye: cfr. 7g9.
91 De ira, evidenternente"

[za+]
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'tgg 'c¡dtuv 'r¡: :atualuatuapr^a 'ratrdgf E6
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tr opuern8is 'olla Jod 'oprluas auelt ou olse oJad 'oru8a¿ e sepr8urp
uEA sRJqe¡ed szlsJ anb aluaullenllqzll uúJaprsuoJ sJJolrpa s^oT z(,
-anbe releq ep souelu Jod 'u9ua1 'opand ol{
-'l'igrrsruyrys
'o8zrugtsa
Ir ur atse8lput
so as slgqaq anb ol anb sesolp sol uz;atn§
'Efes elueS¡e8 -'orycugq
nl soruJuet anb
p¿pluJala Eun artrI{ :o8e¡l un soLLIEI"uol ou anb o13rs un alzq
E 'sapJoq sol Els¿q sedof, sEI ¿uall i;e-¡rzd uls 'raqeq ep Jz\JIS
'oprlarur ouru\ Ia JEInJxJ zeq 'sotue¡ (ottt&a¿ W
028 'o.( o8rp ol at'solle ueJrp ol at ou IS-'orxo¿
'Vreq el IEur
z( a¡atnb al IELu anb 'eeolla ol ua oAIr\ anb Ia it E
'g-ru¡rnbruz so anb 'xnlgd -lod 'o-rn[ sO ^ -'oINeEd
-'orvaHgg
'olrruJad ol ¿L'olzEH
'eJJnz Euanq Eun gp el 'uglseq else-'oti\ioad
uol anb sa"r
-arnb ou rs 'aru-¡Ef,ol ep oqJnur ¿lu.rqtl¡'ol,taadlo? ap otu&a¿ ap
olualut ol.anu Ltn alu0 'L,t?§CIq p opu0lut2odT)
'ayz8¡o¡ Á zsanr8 epranJ EUn ra3o3 -'olYCll9c
¿olasuor 9n]?
-'orNqEd
-'orYCugC
s«>fasuoJ srLU
;ln8as L ose¡ aulraf,Eq anb u?rqruzt gt suluel ored ¿seuaprg snt
oJzepaqo ourgJ sa¡? ¡'opaadlo? tt opuanpA)
-'oINqEd
'alussne vlse olrrl7 nl sBJluslLU
'ofotuz nl v ,ru ap alulr9q ',S ('trJuo"n uo))
'Ets? ewpr7rr8 'ziuo¿ ('ooanu ap oppuqadto»-'olvcugq
OIB
-'orNr)ad
iopep Eq our anb ad¡o8 elet'ILU ep a"rqo¿!
-'orycugg
'\ vrcd olsa :ugual'ztuo¿ (' ol"¿?)!)t"¿g)o dp uqru
-apo fi)oq ayt sgndsap tolCIp,tg7 tt opuoalr{rqVl
'u9urluoJ -'orNccd
'o)eJaru ol as anb¡od 'u9ua1 Jlsa ap-'olrxoJ
auJlar aJel
-ade aur'sgru¿pv'Ávt¡uv8ala ul sa ortu o1 anb sE
-'oINcEd
iopqpeqszq Errur8ala anb uo3! ip"l]si8uru oputsa
sz¡1! ¡?lO! (app"tg7 ap aruapp alfeq ap sosad soltn op olu
-&ail 'sJlznlrqzq sorarulru snl ap oun uof, souzllalap 'pzplunl
-"rodo EI af,e{o e} as anb uÁ'oru8ad (otu&a¿ V) ze¿utrvlryq o^
-anu un u atuasard at anb sa-rarn§? ( oplttg1 n
'Itu ep opuzlrnq srgtse so anb oe¡ -'ouxgl
-'orvcug6l
'ez¿qv) el e ased al o8ary la uoze.Iof, Iep anb tras ou 'o8an; 1a
awSgdy ( olop,tg7 W 'udo¡ q egq ¡ otuSa¿ V1
-'orlxgJ
lla clanzst)+, que en otro tiempo bailaba Hegeasq:. (I3aila. ) Aver
si te gusta.
Toxrlo ,- (lSailandrt A su uez.) Talnltién \,'() quiero irnitar la
danza qLle en otro tiempo bailaba Diodoro en Jonia'r0.
Dorur,uo.- Os r.oy a clar un br-ren esc¿trltliento, conlo no
os vayáis.
fs¡11-e.- ¿Te atreves a altrir la boca, clesve rgc>nzadol
Como me enfades, te traigo cle nLre\.o al persa.
l)onn,rlo.- De acuerclo, por Hérci-rles, llle callo, (,4 Sctgct-
ristión.) Pero túr eres el persa, tú el qLie me ira trasquilado l-ras-
t"a la piel.
'foxlr-o.- Calla, tonto. Es su hermano gemelct. 83(r
I)cinn¡.o.- ¿Sur herl]lano gemeloT
Toxrlo.- Y gemelísimo.
DoHr>al().- (A Sr.tgaristiórt./ ¡Qtrc los dioses ). las diosas te
confirnclan a t"i y a tu hermano gemelo!
S,qc;,uusrrcir.- Esc-l desó'aselo al qLler te arruin(>. Pues yo no
tengo culpa cle nada.
Driru>uo.- Pues ¡qlle sr-r culpa recaiga sobre ti!
Tr.rxu-o.- lenga, burlérnonos de é1. si os parece ltien.
I-nl,rrrsElENrl.- Si no lo trrerece, [o es preciso. \'yo no debc>
hacerlo.
Toxlc¡.- Sr-rpongo qLre será porque no pLrso dificr-rlt¿rdes a
qlre yo te cornprara. ¿verdadl
LEr,rxrsr".LE\rr.- Perct. ..

Te¡1le.- No hay pero qr;e 'u.alga. (Lagtntct.,l Ánclate con


oio ),síguerne. Tú tienes qLle hacer caso a lo qlle te cligo, por-
qLle. por []ércules, qLle si no fr-rera por mí y por rni ay,r-rda. este
tipo hr-rbiera hecho de ti Ltn¿l prostitr-rta a la primera de camltir>.
Pero así son la mayoría de los libertos. Si no le llevan la con-
traria a slls patronose., no se consicleran strflcienternente li-

e+ El stctticulus, cotnc> clice la palaltra. clerivada cle s/o, es una danza


qut: consistía en unos rnovimientos lentos y. probablernente, volr-rp-
tur>sc>sclel cr-rerpo, sin nloversc clel n-risrno sitict,
95No tencmos ningunzi c¡tra indic¿lción de c.ste bailarín.
96lrrrrnoco tenetnos ninguna otra noticia cle erste f)iocloro. Sol>re
la danza jonia cf-r. 1'se¿td. 7'27+. Sobre él y Flegea. recién nre.ncionadc;.
Fraenkel t.\lentettti. 3+9), aclmite quc tantci pr-reclc trararse cle fantosos
bailarines orientales colno dc nornhres inr.entaclos por Plauto.
Cfr., aclernás. n. 11 de la Introcluccií;n.
er En realid¿rd el vercl¿rdcro patrono de Lernniselene es Dórdalo.
qtre f r-re qr-ricn le clir¡ la lihertacl v así se cleclara erxpre.samentc en otros

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R eluarrB^rsnlJxs SJJOAEJ sns opE,Lrasal euqeq auslesruuaf anb ap Eq
-anJd Eun sEIIa uJ Je^ aJarnb a¡ol¿Jzd 'orJolleJs^rlzs opurs¿uJap trlouJg
e a¡a¡ed ou 'oArlr?JOA un ouroJ aluJLUIRLrrJou sepeta:dJelur 'uguJl Iap
s^EJeEfEd sEisa ep oprturt^ IE '(..r7}r.u eze¡¿d., 'l]|[) DmottSt aaut 'lx:l 6(,
'oru8a¿ ep sRJqE¡rd setsa ua EueJSeo uers^nle Eun Ja,\ aJeinb aS
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'ZyB'A 'Ul :ouo"rlrd orap¿pra^ Etaprsuol as Epnp uls
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'o^EIf,Se Un I? JAS ap JEs^ad E 'Erf,UanlaSUOJ Ua alplsal nS ep Olra.¡d
¡a opr8ud r uarnb oprs Er.l olrxgl ored
'ouo¡trd "(
ep otuarurrtrTrt Ia olrp
-rgCI u a8r,rrp euelasrutua'I rpuop '6rg Á lo1zp-r9q ep Elreqll oLUOr ru
-rfos^rulUa-I ap RIqEq 3s^ 3puop) 86¿',68/_'L€L 'JIt:Erpalrrol RI 3p sotund
'u3lq olrus¿d orarnb oNI
¿ualq olJESud E olr^Ur al Jnbrod?
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QEB ¿,LU ap sBlrnq a] 91 uglqluEl,? '¡,6ELLIJ ESoZeJed
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e'Jo/\eJ JOd 'E;1ua 'Olru ouoJlEd (op|t,tgo v)
-'EN'clESrNr^isf
¿lllgqlur'opuBlqEr{ san3r57
-'olvcugcl
s¡,lsozELIJUrd sol E sEp¿JquInlsolp uglse
anb odluart oqrnu e^ arer{ ol{7 ¿ou ?nb rod?
¡sEBIEU sEI operzrllad Eq aru 'r(y! -'oiN.ldd
'rvp E soluara,\
('ocz771ad a71-'orycugg
-lo^ sol e] ,( opup soluaq sol al uL soJlosou oJad
oluarLUJEJSe un -'olxol
aJEp so ¡ozel
-agnd un optrp Eq aru ',{y! ¿o1sa Ef,rJru8rs 9nó?
-'olvcugq
('oznpu?xd Ltn 0p aT)
¿uof,n^Erq un Ere odruart orto ue enb Ie elsg sg? ¿sa:qrl sEIIsl
-uop u;dtuo¡ anb '¿oluprgg uouel Ia etsg sg?
-'r.rgrrsruvevs
'alulcl
¡sorloso^ 'r{A! (auapsturuaT I o17x9¿ V) -'olxo¿
-'Ngrrsn{ycvs
'rru EJluoJ ouEp
u;r312 opuzrxarluglsa sod¡l sotse anb o;nEas uanq y (uaaof ol
I opxg¡ ap ugpoyaoLto) Dl opto Dq ou anfi¡
-'orvougg
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ogadua Iur opol g"lpuod 'auud tu ;od 'o¡
-'aNalasrNrt'cf
'ErJuerJuof, E Ig ep
soruelrnq sou anb o,¡arnb or( Á 'a]zJser nt ap or¡a¡d ¡a opz8zd
eq al o^ sand 'uorsn)srp urs 'ouo¡Jzd nl ,(os o¡
-'orrxoJ
'auaJapaqo e uvu)
-IUe aru sapzpuoq snl anb oJulJ 'xnlgd JOd
-'ENaIESTNWE'I
'otualtur;apurBe uaqap olgs uarnb p pntltz.iEur e1
uo) uapuodsal ou rs 'u¿llnsur ol ou rs 'soqca¡srlzs uzpanb og
078 'salqeJouor{ aluerueluer)rJns rs 'so1sr1 eluarualuerfrJns Iu 'sa;q
LruxrsELENF'.- Pues no lo pases.
Tóxno.- ¿Y c1ué7 ¿V'es 1o que hacen seiscientos escudos?
¿Ves los problemas que causan?
Dónoalo.- (Aparte.) ¡Estoy completamente perdidol ¡Esta
gente sabe devolr'er cumplidamente los far.ores a sus ene-
migos!
Tóxrro.- ¿Te hemos castigado ya bastante?
Don»al Sí, me rindo a la evidencia.
Tóxrro.- Y después te rendirás a la te¡trr¡2100.
Dóno¿ro.- Vete a que te crucifiquen. ¿Es que no rne han
maltratado ya aqui éstos bastante?
Toxno.- Te acordarás de haberte encontrado con Tóxilo.
Espectaclores, que os vaya bien. El lenón ha muerto. Aplaudid.

100 J¡2¡2mos de traducir el doble sentido de manus dare.. a) "ren-


dirse" (pronunciado por el lenón) b) estirar las manos en la horca
(sentido que le da Tóxilo). Sobre la horca cfr. n. 30 del Miles,

Izsa]

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