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Adenopatías abdominales:

“Canarios de mina”
cuando no hay nada más

Nazaret Orgaz Méndez1, Esther Domínguez


Ferreras1,2, Elena Navarro Expósito1, Beatriz
Sánchez Neila1, Fernando Dotor García-Soto1,
Ludmila Protti1, Beatriz Olinda Leiva Pomacahua1,
Jorge López Beneyto1, Marina García Selam1
1HospitalGeneral Universitario, Ciudad Real;
2Facultad de Medicina de Ciudad Real, UCLM.
Objetivos
• Identificar las líneas de diseminación adenopática
abdominal, especialmente en caso de neoplasias,
para la realización de una lectura inversa de forma
que puedan utilizarse como “centinelas” para la
búsqueda dirigida de neoplasias primarias
intraabdominales.
• Reconocer, tras la detección de una afectación
adenopática aunque sea sutil, qué áreas u órganos
ameritan un “second look” para intentar buscar el
origen de la afectación.
• Determinar, en base a la localización y morfología de
los ganglios detectados, en ausencia de otras
alteraciones morfológicas definibles tras la revisión,
qué estudio/s recomendar.

Revisión del tema
Introducción1
Es conocido que ciertas neoplasias primarias intra-abdominales tienden a
diseminarse precozmente por vía ganglionar antes de manifestarse claramente
como masas definidas en los estudios de imagen.
Cada vez es más frecuente la indicación de pruebas de imagen para búsqueda de
malignidad subyacente en pacientes con clínica no dirigida en los que el orden
habitual de trabajo, identificación de neoplasia y estudios de extensión, puede no
ser aplicable. En estos pacientes la detección de un hallazgo sutil, como una
imagen ganglionar patológica, puede orientar la búsqueda de la lesión primaria
tanto en la imagen como a través de otros estudios dirigidos.
Los ganglios linfáticos normales son ovalados, con ejes cortos inferiores a 1cm y
se suelen distribuir de forma paralela a los vasos acompañantes. Cuando están
afectados por un proceso maligno, su morfología pasa a ser redondeada con
aumento del eje corto (principal criterio de afectación adenopática) y
ocasionalmente variaciones de su contorno o densidad. Además, se debe
considerar sospechosa la presencia de numerosos ganglios en una zona
“centinela” donde se sabe que podría metastatizar una neoplasia concreta,
reorientando la búsqueda.
Con respecto al tamaño, se suele considerar patológico un eje corto mayor de 10
mm en términos generales, aunque se debe de tener en cuenta un tamaño mayor
a 3 mm para ganglios perirrectales, a 6 mm para ganglios retrocrurales y
periportales y a 8 mm para los ganglios del ligamento gastrohepático3,5. Para las
adenopatías de las cadenas pélvicas algunas guías recomiendan una mayor
tolerancia aceptando como normales ejes cortos inferiores a 15 mm.
En aquellos casos en los que la clínica es inespecífica y no permite orientar la
búsqueda y una primera revisión de la imagen no permite identificar un proceso
maligno primario evidente, la detección de afectación adenopática puede
permitir una búsqueda dirigida, directamente en la imagen en busca de
alteraciones sutiles y, si esta es infructuosa, orientar el manejo del paciente y las
subsiguientes pruebas diagnósticas.
Revisión del tema
Diseminación adenopática
De manera habitual, las neoplasias primarias intraabdominales afectan en
primer lugar a los ganglios locales más próximos a las mismas, pudiendo
después dar depósitos secundarios en cadenas ganglionares más alejadas,
cercanas a órganos susceptibles en los que metastatizan. En la tabla 1 se
reflejan los grupos de diseminación preferente por localización de la
neoplasia y qué localizaciones de afectación adenopática pueden
considerarse “canarios de mina” para ellas y obligan a la revisión dirigida
del órgano.
Grupos ganglionares de Considerar como
Neoplasia primaria asociada
diseminación “canario de mina”
1º: Grupo celiaco, ligamento
gastrohepático y periesplénico G. Virchow
Gástrica y Duodenal
2º: Cadena portal y pancreático Ligamento gastrohepático
duodenal Peripilóricas y pericardiales
Ganglios portales y grupo
Hígado y vía biliar
celiaco

Periesplénicos, pancreático-
G. Virchow
duodenales, AMS, grupo
Páncreas Peripancreáticas
celiaco, retroperitoneales y
AMS
ligamento gastrohepático

Ganglios mesentéricos y de la
Intestino delgado Mesentéricos
cadena AMS
Pericólico, ciego anterior, ciego
Ciego posterior, ileocólico y cólico Mesociego y grasa pericecal
derecho
Pericólico, ileocólico, cólico
Colon ascendente
derecho y cólico medio
Pericólico, cólico medio y cólico Peri y paracólicos
Ángulo hepático
derecho (Buscar en el segmento
Pericólico, cólico medio, cólico de colon adyacente )
Ángulo esplénico
izquierdo, AMI
Pericólico, cólico izquierdo, AMI
Colon descendente
y sigmoide
Tabla 1; primera parte.
Grupos ganglionares de Considerar como
Neoplasia primaria asociada
diseminación “canario de mina”
Colon transverso Pericólico y cólico medio Mesocolon transverso
Pericólico, mesentérico
inferior, rectal superior Mesocolon y raíz del
Colon sigmoide
(hemorroidal), sigmoide y mesocolon sigmoide
mesentérico sigmoide
Recto – Grupo hemorroidal
Ganglios paraórticos
superior
1º: Ganglios iliacos internos
2º: Superficie superior de los
Recto – Grupo hemorroidal Perirrectales y obturatrices
músculos elevadores del ano
medio
y ganglios de los ligamentos
laterales del recto
Recto – Grupo hemorroidal
Ganglios inguinales
inferior
Periaórticos del Hilio renal y paraaórticos
Riñones y suprarrenales
retroperitoneo superiores
1º: Ganglios pélvicos
(Hipogástricos, obturador,
iliaco interno y externo,
Vejiga perivesicales, sacro (lateral y Grupos iliacos externos y
promontorio) y presacro) obturatrices
2º: Iliacos comunes y
retroperitoneales
1º: Ganglios pélvicos
(Hipogástricos, obturador,
iliaco interno y externo,
Próstata, cérvix y Grupos iliacos externos y
perivesicales, sacro (lateral y
endometrio obturatrices, con frecuencia
promontorio) y presacro)
bilaterales y ascendentes a
2º: Iliacos comunes y
cadenas paraaórticas
retroperitoneales
Tabla 1; segunda parte: grupos de diseminación preferente por localización de la neoplasia
y qué localizaciones de afectación adenopática pueden considerarse “canarios de mina” o
“centinelas”.
1.- Ganglios retrocrurales
• El espacio retrocrural es un espacio de morfología triangular
que se sitúa en la porción caudal del mediastino posterior, y no
presenta límites definidos con respecto a la porción
posteromedial de la cavidad torácica, de forma que en la
práctica conecta el mediastino posterior al retroperitoneo, y
puede valorarse de forma efectiva en los cortes craneales de
cualquier estudio planar abdominal1.

Imagen 1: Espacio retrocrural.

• A los ganglios retrocrurales drenan los linfáticos de la región


diafragmática, mediastino posterior y región lumbar
superior. Por tanto, las neoplasias que se originen tanto
craneales como caudales al diafragma pueden comunicarse
a través de este espacio, no obstante las neoplasias
primarias que con mayor frecuencia los afectan son el
cáncer pulmonar, el linfoma y el mesotelioma, por lo que su
afectación aislada debe orientar la búsqueda a lesiones
supradiafragmáticas2.
• Se consideran patológicos cuando exceden los 6 mm de eje
corto1.
2.- Ganglios del ligamento gastrohepático
• El ligamento gastrohepático se extiende desde el cardias y la
curvatura menor del estómago hasta la cisura del ligamento
venoso, situada en el aspecto inferior del hígado. En las imágenes
de CT corresponde al área grasa entre el hígado y la pared
gástrica en la que circulan los vasos gástricos izquierdos3.
• Los ganglios del ligamento gastrohepático pueden considerarse
sospechosos cuando alcanzan ejes cortos de 8mm1.

Figura 1: TC abdominal en fase portal en el que se identifica un ganglio


hipercaptante de contornos desflecados en el ligamento gastrohepático (circulo
naranja). El primario gástrico, confirmado posteriormente en endoscopia) se
manifiesta como un sutil engrosamiento hipercaptante de la pared anterior del
estómago (flecha naranja).

• Estos ganglios se afectan de forma precoz por diseminación local


de los tumores localizados en la unión esófago-gástrica,
curvatura menor y antro pilórico, y, de forma retrógrada en las
neoplasias pancreáticas, por lo que su afectación aislada debe
inducir la reevaluación de la pared gástrica (Figura 1) y del
cuerpo pancreático4.
3.1.- Ganglios pericardiales y peripilóricos
• Drenajes de los tumores gástricos, esofágicos
distales (pericardiales) y duodenales (peripilóricos):
• Los ganglios pericardiales son nódulos que recogen el
drenaje de los nódulos de la curvatura menor de estómago,
el fundus gástrico y la unión esófago-gástrica (esquema 1).
Nos orientarán, por tanto, a tumor primario esofágico
distal o gástrico (fundus, curvatura menor) 5.
• Los ganglios peripilóricos recogen el drenaje de los nódulos
situados a lo largo del antro gástrico, la curvatura mayor
del cuerpo gástrico y del ligamento gastroduodenal. Se
verán afectados, en consecuencia, por neoplasias gástricas
(antro, curvatura mayor) (Figura 2) como duodenales
(Figura 3)5.
• Son patológicos cuando superan los 8 mm de eje corto.
Drenarán a los ganglios del tronco celiaco1.

Esquema 1: esquema de los


ganglios de drenaje gástricos
3.2.- Ganglios pericardiales y peripilóricos

Figura 2: TC abdominal en fase portal en el que se identifican adenopatías de centro


hipodenso y tamaño patológico adyacentes a los vasos pancreatoduodenales y
peripilóricos (círculo naranja). El primario gástrico se manifiesta como un engrosamiento
sutil de la pared del antro, desestructurada, pero sin masa apreciable (flecha naranja).
Obsérvense los ganglios de contornos desflecados adyacentes a la lesión neoplásica.

Figura 3: TC abdominal en fase portal en el que se identifican adenopatías de centro


hipodenso adyacentes a los vasos pancreatoduodenales y peripilóricos (círculo naranja).
El primario duodenal (flecha naranja) confirmado posteriormente en la endoscopia
recomendada, es difícil de ver en los axiales, simulando peristaltismo.
4.- Ganglios portales-hepáticos
• Estos grupos ganglionares se sitúan a lo largo de la porta hepatis,
sobre la fisura transversa sobre la que asienta el hilio hepático, el
plexo nervioso hepático y los conductos linfáticos hepáticos, y
recorren el ligamento hepatoduodenal (esquema 2). Drenan en los
ganglios celiacos, y mantienen interconexiones con los ganglios del
ligamento gastrohepático6.
• Se alteran por afectación locorregional en caso de tumores
hepáticos (la masa suele ser muy evidente), de vía biliar (con
frecuencia asociados a dilatación e ictericia) y duodenales, y por
diseminación retrógrada los gástricos, esofágicos, pancreáticos,
pulmón y colon, con mayor frecuencia.
• No obstante el hígado es un órgano de diseminación preferente
para los tumores digestivos a través de la vía portal, de tumores de
otras localizaciones por vía hematógena, y dada su función de
transformación metabólica puede sufrir cambios inflamatorios
asociados a múltiples procesos y a toma de fármacos por lo que
encontrar ganglios aumentados de tamaño, pero con morfología
conservada en esta localización es frecuente, por lo que no es una
localización que pueda utilizarse con éxito como “centinela”.
Ligamento gastrohepático

Hígado
Ligamento
hepatoduodenal

Estómago

Esquema 2: Representación de los


ligamentos gastrohepático (portando los
vasos del hilio hepático y la vía biliar) y
Duodeno hepatoduodenal.
5.- Ganglios celiacos
• Este grupo se compone por los ganglios situados en localización
preaórtica en torno al tronco celiaco y su bifurcación
• Son patológicos cuando miden 10 mm de eje corto o si son numerosos1.
• A ellos drenan los vasos linfáticos procedentes del tracto gastrointestinal
y los órganos intraabdominales, por lo que tienen interconexión con los
ganglios portales-hepáticos, pancreático-duodenales, esplénicos y
mesentéricos3,7. Así, podemos deducir que cualquier neoplasia
intraabdominal puede dar depósitos secundarios en estos ganglios.
• No obstante, al tratarse de una estación secundaria o terciaria en la
mayoría de los casos, su afectación aislada sin masa visible en otras
localizaciones es poco frecuente. Cuando aparece, la búsqueda debe
orientarse preferentemente al estómago y esófago distal (figura 4).

Figura 4: TC abdominal en fase portal (izquierda) en el que se identifica adenopatía de


centro hipodenso adyacentes al tronco celiaco (círculo naranja). El estómago no
mostraba alteraciones. En el corte de TC torácico se identifica el primario esofágico
(flecha naranja) confirmado posteriormente en la endoscopia recomendada.
6.1.- Ganglios de los mesos
• El mesenterio es la doble hoja peritoneal que tapiza las asas de
yeyuno e íleon. Entre ambas discurren los vasos intestinales y los
linfáticos mesentéricos (esquema 3). El ciego, colon transverso y
colon sigmoide, intraperitoneales, tienen mesos propios3.
• Los ganglios mesentéricos son un conjunto numeroso que sitúa
en el espesor de la grasa de los mesos y drena en sentido craneal
hacia el retroperitoneo superior, y serán sospechosos si son
numerosos, con captación de contraste marcada, y como norma,
si alcanzan los 10 mm de eje corto1.

Esquema 3: Ganglios mesentéricos.


Modificado de
https://doi.org/10.37019/e-anatomy,
ISSN 2534-5079

• Aunque puede aparecer afectación ganglionar sobre los mesos


como metástasis a distancia de otras neoplasias, la afectación
adenopática sobre el meso tiene como orígenes primarios
preferentes las neoplasias intestinales y la afectación linfomatosa
por lo que ante la detección de ganglios sospechosos en los
mesos es necesario considerar distribución, morfología y
número8.
6.2.- Ganglios de los mesos
• Considerando distribución, morfología y número:
• La afectación focal y restringida sobre una localización en el
meso (incluidos los mesos colónicos), especialmente si
alguno de los ganglios muestra espiculación del contorno
obliga a revisar el asa de intestino correspondiente al área de
drenaje, considerando en la evaluación de forma más
preferente el segmento de intestino incluido que
corresponda al arco de drenaje de un ángulo de 90º sobre el
meso cuya bisectriz sea el eje del vaso mesentérico
adyacente al ganglio afecto, en busca de una lesión intestinal
(figura 5).

Figura 5: TC abdominal en fase portal (arriba)


en el que se identifica adenopatía
hipercaptante en el mesosigma (círculo
naranja). En el área de búsqueda sobre el
sigma delimitada por las líneas azules
(izquierda) se identifica una lesión plana
hipercaptante sobre la pared del sigma que
afecta a menos del 50% de la circunferencia
(flecha naranja). La sospecha de neoplasia
fue confirmada en la endoscopia.
6.3.- Ganglios de los mesos
• Considerando distribución, morfología y número:
• La afectación difusa, especialmente del mesenterio, con
ganglios de bordes lisos y, con mayor confianza si los
ganglios tienden a formar imágenes de “signo del
sándwich” o a coalescer formando masas, será sugerente
de síndrome linfoproliferativo y debe orientarse el
proceso diagnóstico en esa dirección (Figura 6).

Figura 6: TC abdominal en fase portal en el que se observan numerosas


adenopatías, algunas de ellas necrosadas y de hasta 24 mm de eje corto
(flecha), con afectación de la práctica totalidad de las cadenas abdominales y
que en el mesenterio rodean los vasos mesentéricos, con imágenes de “signo
del Sándwich” (círculo naranja). El estudio histológico confirmó LNH.
7.1.- Ganglios epicólicos y paracólicos
• Drenaje del colon retroperitoneal (ascendente y
descendente):
• El espacio pararrenal anterior del retroperitoneo se
puede dividir en tres compatimentos: el pancreático-
duodenal y los paracólicos izquierdo y derecho, los
cuales caudalmente se unen con el espacio pararrenal
posterior, para formar el espacio infrarrenal, que
comunica a su vez con la pelvis5. Los ganglios
paracólicos se distribuyen adyacentes a los vasos
marginales del colon ascendente y descendente
(esquema 4).
• Los ganglios paracólicos ascendentes recogerán los
drenajes de las neoplasias cecales, del colon derecho y
del ángulo hepático del colon.
• Los ganglios paracólicos descendentes recogerán los
drenajes de los tumores del ángulo esplénico del colon,
del colon izquierdo y del sigma.
• Serán patológicos si superan los 10 mm de eje corto,
numerosos, redondeados o hipercaptantes1.
7.2. - Ganglios epicólicos y paracólicos
• Los ganglios epicólicos se sitúan en contacto con las
paredes del colon. Los paracólicos en la grasa adyacente al
mismo. Los intermedios a lo largo de los vasos sanguíneos
radiales, sobre las líneas de drenaje y los centrales en las
raíces de los troncos vasculares principales.

Esquema 4: Ganglios de drenaje del colon; epicólicos, paracólicos, Intermedios y


centrales. Modificado de Pallarés Segura, José Luis; Balagué Ponz, M. Carmen,
dir.; Targarona Soler, Eduardo Ma. El papel del ganglio centinela en la evolución
del cáncer de colon. 2011. 49 p. <https://ddd.uab.cat/record/85537>
8.1.- Ganglios retroperitoneales

• El retroperitoneo es la región comprendida entre el


peritoneo parietal posterior y la fascia transversalis que
recubre a los músculos de la región lumbar, en la zona
posterior de la cavidad abdominal. Caudalmente, se
delimita por el diafragma, caudalmente por el suelo de
la pelvis7.
• Por tanto, tumores originados intraperitonealmente o en
pelvis pueden dar con facilidad adenopatías
retroperitoneales.
• Suelen ser patológicos cuando superan los 10 mm de eje
corto o si son numerosos1.
• Las neoplasias primarias que con mayor frecuencia
afectan a este grupo ganglionar son los carcinomas de
próstata, cérvix, uterino, testicular, renal y el linfoma y es
además característica la diseminación retrógrada
metastásica del cáncer gástrico9.
• Por todo ello, al evaluar la afectación ganglionar
retroperitoneal es necesario tener en cuenta la
morfología, captación y localización de los ganglios
patológicos, la existencia de afectación concomitante de
otras cadenas si las hay (buscarlas) y la evolución si se
dispone de estudios previos comparativos.
8.2.- Ganglios retroperitoneales
• Valoración de ganglios retroperitoneales:
• La afectación difusa, con ganglios de bordes lisos y de
gran tamaño y, con mayor confianza si los ganglios
tienden a coalescer formando masas con extensión
perivascular, será sugerente de síndrome
linfoproliferativo y debe orientarse el proceso
diagnóstico en esa dirección (figura 6).
• Adenopatías perirrenales unilaterales aisladas o con
mínima extensión a las cadenas de los grandes vasos
homolaterales sin extensión craneocaudal significativa
se asocian a alteraciones nefro-urológicas
homolaterales, por lo que en ausencia de otras
alteraciones y si debemos usarlas como centinelas
será necesario buscar activamente en esta localización
lesiones renales de pequeño tamaño o captaciones
uroteliales.
• Ganglios múltiples, relativamente pequeños, pero
hipercaptantes, a veces desflecados, en localización
para-aórtica izquierda infrarrenal pueden ser signo de
diseminación retroperitoneal de un carcinoma
gástrico, obligando a reevaluar esta víscera cuando las
empleamos como “canarios de mina”.
8.3.- Ganglios retroperitoneales
• Valoración de ganglios retroperitoneales:
• Ganglios múltiples, relativamente pequeños pero hipercaptantes,
a veces desflecados, en localización para-aórtica izquierda
infrarrenal pueden ser signo de diseminación retroperitoneal de
un carcinoma gástrico, obligando a reevaluar esta víscera cuando
las usamos como “canarios de mina” (Figura 7).
• Afectación adenopática ascendente: la afectación de las cadenas
del retroperitoneo perivascular distal con extensión hacia las
cadenas iliacas comunes y pélvicas laterales debe inducir una
búsqueda activa de la causa en el aparato genital. En los varones
es frecuente que la afectación ganglionar de origen testicular sea
unilateral en la pelvis (Figura 8), mientras que la afectación de
origen prostático es frecuentemente bilateral y relativamente
craneal (Figura 9).

Figura 7: TC abdominal en fase portal en el que se identifican múltiples ganglios


desflecados de pequeño tamaño en las cadenas paraaórticas infra renales
(círculo naranja) y adenopatía de similares características adyacente al tronco
celiaco (flecha blanca). El primario gástrico ulcerado sobre la pared posterior del
estómago (flecha naranja) confirmado posteriormente en endoscopia podría
haber sido difícil de detectar debido al colapso gástrico por intolerancia oral del
paciente.
8.4.- Ganglios retroperitoneales
Figura 8: TC abdominal en fase
portal en el que se identifican
múltiples adenopatías individuales
(no fusionadas) hipodensas y de
gran tamaño que se extienden
cranealmente desde las cadenas
inguinales derechas hasta el
retroperitoneo infrarrenal (marcas
naranjas). La afectación unilateral
y ascendente sugiere lesión
perineal o en MID. En este caso se
diagnosticó un seminoma testicular
derecho.

Figura 9: TC abdominal en fase portal en el que se


identifican múltiples adenopatías individualizables (no
fusionadas) con contornos relativamente lisos que
afectan de forma bilateral a los grupos obturadores y
ascienden afectando a los grupos iliacos comunes y al
retroperitoneo infrarrenal distal, pero sin afectación iliaca
externa distal. Pese a la ausencia de lesiones óseas, en
un paciente varón se sospechó un Ca. Próstata y se
recomendó valorar PSA. El PSA, llamativamente
elevado, permitió indicar la biopsia de próstata y
confirmar histológicamente el diagnóstico de sospecha.
9.- Ganglios pélvicos
• Son un grupo extenso, como el anterior, que se
distribuyen adyacentes a los vasos iliacos (comunes,
internos y externos) y en contacto con los músculos
psoas (los inguinales externos). Tienen fuertes
interconexiones con los ganglios retroperitoneales,
como hemos referido en dicho apartado y suelen
valorarse junto con ellos y siguiendo las mismas
reglas.
• Entre ellos destaca el ganglio obturador, que
pertenece al grupo externo. Suele ser el primer
ganglio afecto por neoplasias como la prostática,
vesical o cervical. En referencia a él, esta cadena se
denomina a veces así mismo “cadena/grupo
obturatriz”9.
• Su tamaño patológico está en torno a los 15 mm,
aunque como venimos destacando, si son
numerosos pueden alertarnos de una patología
subyacente1.
• A ellos drenan los tumores anteriormente
mencionados, así como el carcinoma anorrectal tras
metastatizar primero a los ganglios pararrectales, y
por mecanismo retrógrado de los tumores de ovario,
testículo y trompas de Falopio, que drenan en
primer lugar a retroperitoneo.
10.- Ganglios extra-abdominales
• Ganglio de Virchow:
Se trata de una adenopatía supraclavicular izquierda, que mantiene
estrecha relación con el conducto torácico principal al cual drenan
los vasos linfáticos abdominales. Se afecta característicamente por
metástasis de carcinoma gástrico (el primero relacionado
históricamente con este nódulo), pero también del pancreático o de
la vía biliar10.
Es de especial utilidad como “ganglio centinela” de estas entidades,
ya que suelen presentar una alta mortalidad por permanecer
silentes hasta estados avanzados de la enfermedad (Figura 10).

Figura 10: TC de cuello (izquierda) y de abdomen (derecha) en un paciente


que consulta por masa palpable supraclavicular izquierda. En el TC de cuello
se identifica una masa adenopática necrosada supraclavicular izquierda sin
otros hallazgos. La panendoscopia oral y el resto del estudio cervical fue
negativo por lo que se decide ampliar la evaluación a tórax y abdomen,
detectándose una pequeña lesión hipocaptante y excrecente en la cabeza del
páncreas (flecha naranja). El estudio histológico confirmó finalmente neoplasia
pancreática con ganglio de Virchow de gran tamaño.
Revisión del tema
Resumen
Cuando se encuentran ganglios aislados sin clara
lesión visible en una evaluación inicial, la localización
y distribución de los mismos puede orientar la
búsqueda del primario (Tabla 2).
Ganglios “aislados” : “Canarios de mina” Dónde buscar primero

Hemiabdomen superior: páncreas, estómago


Ganglio de Virchow
y vía biliar
Ganglios periceliacos Estómago y esófago distal

Ligamento gastroduodenal Estómago y páncreas

Ganglios peripilóricos y pancreatoduodenales Estómago, páncreas y bulbo duodenal

Asa intestinal.
• En el colon retroperitoneal buscar en el
segmento adyacente.
Ganglios paracólicos y sobre los mesos • Sobre el meso, reevaluar el arco insertado
en un ángulo de 90º con vértice en el
ganglio y bisectriz sobre el vaso más
próximo
Riñón y sistema excretor renal superior
Cadenas perirrenales unilaterales
homolaterales
Periné y miembro inferior homolateral en
Afectación pélvica ascendente unilateral
ambos sexos y trompas de Falopio
Genitales internos (cérvix y útero) en las
Afectación pélvica ascendente bilateral
mujeres y próstata en los varones
Grupos inguinales Periné y miembro inferior homolateral

Tabla 2: dónde orientar inicialmente la búsqueda del primario cuando se detecta una
afectación adenopática “aislada” en una primera evaluación sobre grupos ganglionares
o combinaciones de ellos que puedan considerarse “canarios de mina” o “centinelas”.
Conclusión
• Existen grupos ganglionares que se ven afectados de
forma precoz y en ocasiones relativamente
específica por neoplasias de localizaciones definidas.
• La evaluación ganglionar, cuando considera de
manera holística la morfología, localización y
captación de adenopatías sospechosas (por número
o tamaño) puede orientar la búsqueda de un posible
primario.
• En ausencia de una imagen de masa evidente en un
estudio de rastreo de “lesión orgánica” sobre
sintomatología inespecífica, la presencia de
afectación adenopática sobre alguno de los
principales grupos ganglionares “centinelas” nos
puede guiar en la búsqueda de lesiones de pequeño
tamaño no detectadas inicialmente o en la
planificación del estudio dirigido del paciente.
Bibliografía
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