McWilliam, R. A. (2016, enero 6).
Early Intervention in Natural Environments: MENTAL SHIFT 2: WHOSE CHILD
IS IT ANYWAY? Recuperado 1 de noviembre de 2017, a partir de
http://naturalenvironments.blogspot.com.es/2016/01/mental-shift-2-whose-child-is-it-anyway.html
Cambio mental 2:
¿DE QUIÉN ES EL NIÑO, AL FIN Y AL CABO?
Este post continúa con los 12
cambios mentales que proponía
en septiembre, y que deben
darse para pasar de un enfoque
clínico a un enfoque funcional
centrado en la familia. Esta vez,
el cambio implica hacerse una
pregunta: ¿De quién es el niño
o niña, al fin y al cabo?
El momento en que esta
pregunta surge con más
frecuencia se da cuando
profesionales y familia no están
de acuerdo. Al menos, debería
surgir. Los desacuerdos suelen
ser dos: cuando las familias
quieren abordar algo que no
crees importante y cuando no
quieren abordar algo que a ti sí
te lo parece.
Las familias quieren abordar
algo que no te parece
importante
Javier insistía en que su hijo
Carlos debía decir por favor y
gracias. Éste apenas llegaba a
decir mamá y papá. La
terapeuta de AT pensó que
había otras muchas palabras
funcionales que debería
aprender antes como más, sí,
terminar, comer, beber, etc.
Explicó a Javier que dichas
palabras podrían ser útiles en
diferentes rutinas y que
generalmente resultaban fáciles
de aprender. Se dio cuenta, sin
embargo, de que el propio
Javier no las usaba al jugar o
alimentar a Carlos, sino que
modelaba el dar gracias y pedir
por favor. Recordó entonces que
¿Al fin y al cabo, de quién es
niño? No sólo porque era una
afirmación verdadera y obvia,
sino porque Carlos estaba
recibiendo la intervención de
Javier con frecuencia, ya que al
verlo prioritario se sentía
motivado a trabajarlo. Decir por
favor y gracias no le hacía daño
y, de hecho, ayudaba a Carlos a
aprender sobre la imitación, la
comunicación y los rituales, todo
ello importante para el
aprendizaje y las rutinas
familiares.
¿Y si Javier hubiese querido que
Carlos usara el baño a los 18
meses? La terapeuta de AT
habría tenido la obligación ética
de proporcionar información a
Javier, lo que constituye otro
mantra del modelo basado en
rutinas. Tenemos la obligación
ética de proporcionar
información a las familias.
Las familias no quieren
abordar algo que te parece
importante
Filomena es fisioterapeuta y
está trabajando con Rose y su
familia. Rose consigue ponerse
a “cuatro patas”, sobre sus
manos y rodillas. A menudo
después se sienta en los
tobillos, pero no hay
movimiento, no gatea sobre
manos y rodillas separando la
tripa del suelo. Filomena cree
que es importante: ayudaría a
Rose a aprender cómo alternar
el movimiento y a desplazar el
peso, sin mencionar que sería
una forma más eficiente de
moverse que lo que hacía Rose
arrastrándose como un
comando. Pero sus padres se
mostraban educadamente
indiferentes hacia el gateo.
Habían oído que muchos bebés
simplemente se saltan este paso
antes de aprender a ponerse de
pié y finalmente caminar.
Además, no les gustaba
presionar a Rose a hacer cosas
que ella no desease, y ella no
mostraba ningún interés en
gatear, incluso al ser sostenida
por un adulto con una toalla
pasada debajo de su vientre.
Filomena pensaba
incorrectamente que gatear era
un requisito previo para
caminar; al fin y al cabo, era lo
siguiente en la lista de ítems de
desarrollo motor.
Entonces ella recordó la
pregunta ¿De quién es niño?
Había dado a los padres
información sobre el movimiento
alterno y el desplazamiento del
peso, por lo que había cumplido
con su deber ético. No iba a
dañar a Rose que sus padres no
trabajasen con ella el gateo.
Incluso si así aprendía a
moverse sola más tarde que si
gatease, ¿y qué? La atención
temprana no significa que
tengamos que intentar que
todas las habilidades se
aprendan lo antes posible. Si los
niños o sus cuidadores no están
interesados en algo, es inútil
insistir.
Pasaron unas semanas, y la
madre dijo que le gustaría que
Rose jugara de forma más
independiente y durante más
tiempo, para que ella pudiera
preparar la cena (la temida
rutina de preparación de la
cena). Filomena trabajó con la
madre para encontrar
soluciones y, en una visita, la
madre dijo: "Si no tardase tanto
en llegar a sus juguetes, no se
pondría exigente (a pedir
ayuda) tan rápido" .
Filomena dijo: "¿Cómo podemos
lograr que ella sea más rápida?
¿O deberíamos poner los
juguetes más cerca? "
"Necesitamos conseguir que ella
se mueva mejor que
arrastrándose como lo hace".
"Ciertamente podemos trabajar
en eso, pero haría falta un
adulto con ella, y estás ocupada
preparando la cena".
"Tal vez pueda trabajar en eso
cuando estemos sólo pasando el
rato, jugando en la sala de
estar", dijo la madre de Rose.
"¿Para ella sería útil poder
moverse mejor en ese
momento?", Preguntó Filomena.
"Sí, es el mismo problema. Ella
podría ser más independiente
en su juego ".
Este es un ejemplo de cómo,
incluso aceptando de quién es el
niño o niña, puede abordarse
una habilidad. Se convirtió en
una prioridad sólo cuando la
madre de Rose vio una
necesidad funcional en que
estuviera entretenida durante la
preparación de la cena. Después
de esta conversación, tal vez
incluso en otra visita centrada
en sus momentos de juego,
Filomena podría utilizar la
consulta familiar (Cambio
Mental 12) para desarrollar con
la madre las estrategias de
intervención específicas.
Robin A. McWilliam