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RESUMEN
Dios creó primero gente que no tenía espíritu. Luego, Dios seleccionó a uno de entre
ellos, y le sopló el aliento de vida, esto es, el espíritu, y él fue Adán. Adán fue el primer
hombre con espíritu, no el primer hombre. Por tanto, él tenía padres.
Para hacer notar que ellos no eran elegidos, los que no tenían espíritu eran llamados
Nefilines, que significa “gente caída”. La Biblia llama a las hijas de los Nefilines “hijas de
los hombres”, y clasifica a los hijos de la gente con espíritu como “los hijos de Dios”.
Contenidos
IV. Conclusión.
I. Atención al problema
“La Teoría Dual de Adán” es una expresión censurable de los ignorantes. Los Nefilines,
que eran distintos de Adán, existieron.
Sin embargo, aquellos que no leen mucho la Biblia, y que tampoco entienden a Berea
exactamente, tratan incluso de ver a Berea como una herejía, porque la enseñanza de
Berea no les resulta familiar. En el proceso, ellos se han sometido a interpretaciones
arbitrariamente compiladas e inverosímiles, como sus “partes concretas de evidencia
encontradas en los libros de Berea”.
Por sobre eso, han tratado de hacer que Berea parezca “una tontera y una teoría vulgar” a
otros. Uno de los ejemplos de esto es la tan llamada “teoría dual de Adán”. Berea nunca
usó este término, sino que lo construyeron quienes quieren condenar a Berea.
Berea dice que hubo un solo Adán, como está escrito en la Biblia. También, como está
en la Biblia, dice que hubo Nefilines, que eran distintos de Adán. Por esto, los capítulos 1
y dos del Génesis no repiten la misma historia; son dos historias diferentes, separadas por
un tiempo entre ellas.
Específicamente, los hombres en el Génesis 1:26-27 y el hombre que llegó a ser un ser
viviente, descrito en el Génesis 2:7 no son una misma persona; los primeros son
hombres sin espíritu, sólo con carne y alma, que posteriormente serían llamados
Nefilines; el último es el hombre que llegó a ser un ser viviente después de ser elegido y
de soplársele el aliento de vida, y sólo este hombre es Adán.
Sin embargo, muchos teólogos establecidos, al ver iguales a los hombres en Génesis 1 y
a Adán en Génesis 2, malentienden fundamentalmente el propósito y la cualidad esencial
de la Creación. Este documento revelará dónde comenzó el malentendido y explicará la
relación entre Adán y los Nefilines en la Biblia.
“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento
de vida, y fue el hombre un ser viviente.”
“Dios creó al hombre a su propia imagen” significa que Dios creó al hombre de modo que
el hombre pudiera conocer a Dios. Es diferente de otras criaturas vivientes en cuanto el
hombre está relacionado con Dios. Ser creado a Su propia imagen indica ser creado en
verdadera rectitud y santidad. (Ef. 4:24).
Su propia imagen es exactamente un ser concreto, Jesús Cristo. ‘Él es la imagen del Dios
invisible, el primogénito sobre toda creación’ (Col.1:15; 2Cor.4:4; Fil.2:6; Heb.1:3).
El Santo Padre no se puede ver. Sin embargo, podemos ver a Jesucristo, el Santo Hijo de
Dios, quien es Su naturaleza e imagen.
Otro punto ciego de las teorías existentes en relación a estos versículos es que han
concluido demasiado fácilmente que el hombre es imagen directa de Dios. Pensando que
el hombre es imagen de Dios, y que imagen de Dios denota disposición de Dios, han
caído en una falacia de contradicción.
Park Yoon Sun dice “el pasaje ‘soplando a él el aliento de vida’ significa que Dios le dio
aliento. Gén.1:26 nos habla de la creación del alma del hombre (imagen de Dios), pero
este pasaje se refiere a la creación de su carne”
Herbert C. Leupold dice “Dios creó al hombre personalmente, desde el polvo de la tierra.
Sin embargo, lo que es extraordinario acerca de la creación del hombre es el hecho que
Dios le sopló el aliento de vida en su nariz. Es bueno recordar que el polvo de la tierra,
sin vida, se transformó en una criatura viviente por el soplo del Todopoderoso.
Aún así, es punto de vista establecido es ignorar la sentencia escrita. Gén.1:27
claramente señala que Dios creó hombres que tienen carácter moral. Por otro lado,
Gén.2:7 nos dice que tal hombre llegó a ser un ser viviente. No dice que la carne se hizo
hombre sino que el hombre se hizo ser viviente.
Con sus teorías establecidas, parece ser imposible para ellos salir del laberinto para
imaginar el orden exacto de la Creación, la naturaleza del hombre y otras recónditas
preguntas del Génesis, en tanto no pueden liberarse de la preocupación por el
malentender “hombre” y “aliento de vida”, que se tratarán más adelante en este trabajo.
Otras criaturas que Dios creó, como los pájaros, los peces y el ganado, vivían con
respiración y vida completas, aunque Dios no había soplado a ellos el aliento de vida. En
Génesis 1, Dios creó al hombre y a todas las criaturas vivientes, del polvo de la tierra, y
todas ellas ya vivían y respiraban normalmente. En un algún momento posterior, Dios
sopló el espíritu a un hombre, tornándolo un ser espiritual.
A partir de entonces, Adán, el ser espiritual, pudo comunicarse con Dios. Y, como será
explicado en la última parte de este trabajo, Dios tenía un plan para el ser espiritual, Adán,
que es diferente al de los otros sin espíritu, y Dios le dio otras tareas especiales. Lo que
debemos señalar es que no está establecido en la Biblia cuanto tiempo tomó desde que
Dios creó al hombre en el Capítulo 1. Trataremos esto más adelante, cuando nos
refiramos a los Nefilines.
Sin embargo, “ish”, en Gén.2:23-24 significa un macho como un individuo, él, esposo o
humano; e “isha” significa ella, esposa o matrona.
Por lo tanto, la explicación precisa basada en el texto original, en Gén.1:27, es que Dios
creó a los hombres, macho y hembra, cada sexo. Y estos dos son creados separada e
independientemente.
Por otro lado, Adán, un macho, llegó a ser primero en Gén.2, y Eva llegó a ser
posteriormente, en una manera diferente.
Si alguien sin prejuicio sino con sentido común lee este versículo, sentirá curiosidad. Sin
embargo, los que han considerado por dogma a Adán como el primer hombre, sentirán
dudas.
Aun así, al ser expulsado por Dios, Caín, que había cometido asesinato, dijo al Señor:
“He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y
extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará.” (Gén.4:14).
Contextualmente, no pueden ser Adán o Eva quienes le matarían. Entonces, ¿quiénes
eran aquellos a quienes Caín temía?
Además, ¿de dónde salió la esposa de Caín, si Caín salió de la presencia del Señor y
vivió en la tierra de Nod?
Algunos eruditos explican que hubo muchos hijos de Adán y Eva, aparte de Caín y Abel,
pero que ellos no aparecen en la Biblia. Pero esta es una explicación sumamente pobre.
La Biblia claramente registra que Dios le dio Set a Adán, en reemplazo de Abel. Él es la
quinta persona en la familia de Adán.
Y conoció de nuevo Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set:
Porque Dios (dijo ella) me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín.
(Gén.4:25)
Después de todo, queda claro que la gente a la que Caín temía, y de entre las cuales
tomó su esposa, era la gente creada en Génesis1, es decir, aquellos que existían antes
que Adán.
Por otra parte, la tarea de Adán, el ser viviente, es trabajar y cuidar el Jardín del Edén, y
puesto que era un ser espiritual, tenía también que vivir de acuerdo a la palabra de Dios
(Mateo 4:4). Específicamente, tenía que cumplir el mandamiento de Dios de “no comer del
árbol del conocimiento del bien y el mal” (Gén.2:17).
Aún, como ha sido explicado, si uno entiende que los hombres en Génesis capítulo 1 y
Adán, en Génesis capítulo 2, son diferentes, aquellos versículos tendrán un claro sentido.
En este trabajo, para centrarnos en el tema del mismo, explicaremos la primera y la sexta
preguntas, que están directamente relacionadas con el tema, esperando que las otras
preguntas sean tratadas por otros escritores. Puesto que puede asegurarse la validez de
la explicación, comenzaremos estableciendo la conclusión, donde sea necesario.
“Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy,
y otra vez: Yo seré a él Padre, Y él me será a mí hijo?” (Hebreos 1:5). “y envió a sus
siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir.” (Mateo
22:3).
Las hijas del hombre en Génesis 6 son las hijas de aquellos sin espíritu, y los hijos de
Dios son los hijos de Adán, quien tiene espíritu. Específicamente, son hijos de Adán,
quien vivió 800 años después que nació Set y tuvo otros hijos e hijas.
La unión de los hijos de Adán, con espíritu, y las hijas de los hombres sin espíritu era un
problema, y no complacía a Dios. De modo que llegaron a ser hombres sin espíritu, que
son seres carnales, cuando Dios retiró de ellos su espíritu, esto es, el Espíritu del Señor.
Como referencia, el Espíritu del Señor no es el Espíritu Santo, sino el “aliento de vida”, es
decir, el espíritu de los hombres. “Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que
creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido
aún glorificado.” (Juan 7:39)
Ellos son los Nefilines. Ellos vivían vida carnal sin espíritu, sólo con cuerpo y alma. Los
hombres sin espíritu antes de Adán son una clase de ellos, y los descendientes por unión
de ellos y los hijos de Dios son una clase. Esto le da un claro sentido a la palabra
“Nefilines”.
Nefilines, que significa gente de sobra, caída o depravada, viene del hebreo “naphal”, que
significa “caer”. Cuando Dios eligió sólo a Adán de entre numerosos hombres en la tierra,
y le sopló el aliento de vida, todos los otros hombres que no fueron elegidos fueron
“sobras”. Y como Dios retiró el Espíritu del Señor de aquellos provenientes de la unión de
ellos y los hijos de Dios, ellos son “depravados”, o “caídos”.
“¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque
buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis
desleales para con la mujer de vuestra juventud.” (Mal.2:15)
Dios tiene muchos espíritus incluyendo muchos ángeles, pero hizo que sólo uno de entre
los hombres adquiriera una descendencia divina. Cuando el Señor Dios dijo que no era
bueno que el hombre estuviera solo, no hizo una mujer separadamente, sino que tomó
una de las costillas de Adán e hizo a Eva para que se casara con Adán. Desde entonces,
el espíritu de Adán se hereda a sus descendientes.
Junto con su muerte física, la vida de los hombres sin espíritu termina sin una vida
después de la muerte. Sin embargo, los descendientes de Adán, al heredar el espíritu de
Adán, no perecen después de la muerte física. Y por este mismo principio, heredan el
status del espíritu de Adán, quien ha cometido pecado, esto es, la muerte espiritual de sus
espíritus por el pecado original.
“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte,
así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.” (Romanos 5:12)
Esta es una importante evidencia de la relación causa – efecto entre el incidente del fruto
del conocimiento del bien y el mal de Adán, y la salvación de Jesús Cristo. Otro proceso
fue necesario para alinear a todas las criaturas junto a la línea, cual fue el Diluvio de Noé.
Todos los Nefilines perecieron durante el Diluvio. La Biblia claramente establece que:
“los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios
en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir,
ocho, fueron salvadas por agua.” (I Pedro 3:20)
Si vemos que Dios salvó sólo a la familia de Noé del Diluvio, podemos verificar el
propósito de Dios al hacer que un alma buscase la descendencia divina. Otros
descendientes de Adán, con espíritu, perecieron en el Diluvio, debido a su desobediencia,
y sus espíritus están encerrados en una cierta “prisión”.
“en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, los que en otro tiempo
desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé,
mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas
por agua.” (I Pedro 3:19-20)
Por otro lado, cuando Dios eligió a Adán, se cumplió el propósito de la existencia de los
Nefilines. Y puesto que no tenían espíritu, y consecuentemente, no estaban incluidos en
el plan de salvación de Jesús Cristo, fueron completamente removidos por el Diluvio.
Puesto que los Nefilines no tenían espíritu, si no sólo carne desde el polvo de la tierra
(Gén.1:27), vivían en la tierra, y eran juzgados para perecer en el agua, desde la cual
venía el polvo de la tierra (Gén.1:9).
Los nacidos de la tierra serán juzgados por el agua; los nacidos del espíritu adquirirán
vida eterna por medio de la Palabra, y serán juzgados por la Palabra (Juan 12:47-48). Así,
un juicio por un diluvio ya no es más necesario, y por esta razón, Dios prometió:
“Estableceré mi pacto con vosotros, y no exterminaré ya más toda carne con aguas de
diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra.” (Gén.9:11).
Sin embargo, algunos se preguntan si los Nefilines aún existen, basados en Núm.13:33:
“También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a
nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.”
Pero tal punto de vista tiene errores en los siguientes cuatro aspectos:
Primero: sólo ocho personas fueron salvadas del agua (1Pedro 3:20)
Segundo: el diluvio inundó a todo el mundo (Génesis 7:19)
Tercero: el propósito de la creación y la existencia de los Nefilines
Cuarto: la interpretación contextual de Números 13:33.
3. Los Nefilines son los antiguos humanos, y los poseedores de las civilizaciones
antiguas.
Como Dios ordenó a los Nefilines llenar la tierra y dominarla (Gén.1:28), ellos deben
haberse esforzado en vivir bien usando la tierra, y consecuentemente, deben haber tenido
civilizaciones altamente desarrolladas. Las civilizaciones que tomaron entre miles y
millones de años en desarrollarse deben haber estado en su culminación antes del
Diluvio. Es altamente posible que las civilizaciones antiguas que la arqueología y la
antropología moderna andan buscando, no hayan pertenecido a alienígenas, como
algunos conjeturan, sino hayan sido obra de los Nefilines. Y si los fósiles que los
evolucionistas presentan como sus evidencias son realmente de humanos antiguos, la
existencia de los Nefilines podría ser una clave para la respuesta.
Aún un erudito conservador como Gleason Archer piensa que esto es altamente posible,
también. El cree que hubo al menos 20000 años de historia humana antes de los días de
Adán. Como se han encontrado restos y fósiles humanos a partir de 1850, el argumento
de que los hombres existieron por mucho más tiempo que el registrado en la Biblia está
ganando terreno. Se cree que la calavera Swanscombe, el Pithecanthropus y el
Sinanthropus datan de unos 200.000 a 500.000 años.
No podemos rechazar sus argumentos llanamente, diciendo que los Neanderthals, que
se estima han existido entre 50.000 y 100.000 años atrás, son todos monos. Porque no
sólo tenían herramientas como puntas de flechas de piedra y hachas de piedra, sino que
también, por los carbones que dejaron, podemos asegurar que usaban fuego para
cocinar. Aunque, por supuesto, las investigaciones de las futuras generaciones podrían
probar que los métodos para fechar estaban equivocados, y que los primeros antropoides
existieron antes de lo que creemos ahora.
Por otro lado, es extremadamente improbable que esos antiguos humanos puedan
incluirse en las genealogías en Génesis 5 y 10. Por lo tanto, tenemos que decidir si esas
genealogías no están en línea con los marcos de tiempo actuales (¿reales?) o los
antiguos humanos son diferentes de los descendientes de Adán.
Aunque nos permitimos suponer que hubo un gran período de tiempo entre la genealogía
del capítulo 5 y la del capítulo 10, es irracional pensar que hubo algunos cientos de
generaciones y que la mayoría de las generaciones está registrada. Por lo tanto, suponer
que Adán existió 20.000 años atrás hace no confiable a los registros del Génesis.
Consideramos los términos para Dios, tres términos aparecen en orden: Dios o Ellohim
(Gén.1:1-2:3), el Señor Dios o el Señor Ellohim (Gén.2:4-3:24) y el Señor (Gén.4:1-). Este
arreglo no es una coincidencia, sino que está relacionado con los tres tipos de gente.
Los hombres en Génesis 1 (los Nefilines) entendían a Dios vagamente como un ser
sobrenatural. Creían que Dios podía cambiar el clima, el entorno y el destino. Aún así,
como no tenían espíritu, no podían sentir o temer la vida después de la muerte. Y no
tenían ningún pecado por el que temer a Dios. Dios, como Él era conocido para ellos, era
‘Ellohim’.
Cuando Adán llegó a ser un ser viviente, comenzó a respetar y admirar a Dios. Entonces,
Dios fue llamado ‘el Señor Dios’, lo que significa que Dios es para ser reverenciado.
Concluyendo este trabajo, esperamos que la discusión acerca de la separación entre los
Nefilines y Adán conduzca a una parte práctica de nuestra vida espiritual basada en la
Biblia.