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Ansiedad
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es un sentimiento de miedo, temor e inquietud. Puede hacer que sudes, te sientas inquieto y
tenso, y tener palpitaciones. Puede ser una reacción normal al estrés. Por ejemplo, puedes sentirte ansioso
cuando enfrentas un problema difícil en el trabajo, antes de tomar un examen o antes de tomar una
decisión importante. Si bien la ansiedad puede ayudar a enfrentar una situación, además de date un
impulso de energía o ayudarte a concentrarte, para las personas con trastornos de ansiedad el miedo no
es temporal y puede ser abrumador.
La ansiedad patológica consiste en la aparición de una sensación de intenso malestar, sin causa objetiva
que lo justifique, que se acompaña de sentimientos de aprensión. La persona que tiene ansiedad teme
volverse loca, morirse o realizar un acto incontrolable. Las respuestas de ansiedad incluyen síntomas
cognitivos y somáticos que son característicos y que expresan la activación del sistema autonómico
(inquietud psicomotriz, pilorección, taquicardia, taquipnea, sensación de muerte inminente, tensión, etc.).
Los efectos a largo plazo de los síntomas de ansiedad persistente pueden ser variados y de consecuencias
casi irreparables, pues pueden derivar en daños en el desarrollo del concepto de sí mismo, en la
autoestima, en el funcionamiento interpersonal y en la adaptación social.
Nadie esta excepto de padecer ansiedad, ni siquiera como iglesia escapamos de esto. Incluso, muchas
veces padecemos algún trastorno de ansiedad y ni siquiera lo sabemos.
Factores predisponentes
Aunque no existe ninguna teoría psicopatológica que explique esta diferencia de forma convincente.
Tampoco conocemos los caminos por los que los factores de riesgo o predisponentes confluirían y
terminarían o no produciendo los trastornos de ansiedad; además, los estudios necesitarían incluir la
perspectiva del desarrollo porque no todos los factores de riesgo o situaciones traumáticas tienen un
mismo efecto, ya que esto varía según el momento del desarrollo en el que tienen lugar:
• Factores genéticos y constitucionales. Aunque parece que los trastornos de ansiedad se agrupan en
determinadas familias, aún no se ha establecido si la transmisión es genética o determinada por la
crianza. El hallazgo más replicado por todos los estudios es que los trastornos de ansiedad son más
prevalentes en las chicas por tanto, este factor podría ocupar un lugar destacado en la génesis de
algunos trastornos de ansiedad, como el trastorno de pánico, estando otros, como la ansiedad
generalizada o la de separación, más condicionados por factores ambientales
• Temperamento: los niños que son inhibidos, tímidos o tendentes a la retracción en los primeros
años tienen más tendencia a desarrollar trastornos de ansiedad posteriormente
• Estilos parentales: la sobre-protección que, en ocasiones, es debida a las propias ansiedades
parentales, tales como ansiedad de separación, viene a contribuir a la génesis en el niño de un sentido
de sí mismo como alguien indefenso, que está en peligro y desprovisto de los recursos personales
para protegerse defenderse ni sobreponerse a las situaciones difíciles. Por su parte, las actitudes
parentales críticas o los estilos educativos excesivamente punitivos pueden ser intimidatorios e
interferir en el desarrollo de un concepto de sí, seguro y capaz. Algunos miedos específicos pueden
ser transmitidos por los padres e incorporados por los chicos a través de mecanismos identificatorios
básicos, es decir, se identifican con los miedos de sus padres y los toman como propios.
• Acontecimientos vitales estresantes: algunos miedos pueden ser iniciados por algún
acontecimiento inusualmente aterrorizador (la experiencia de una tormenta). Además, la elaboración
cognitiva (explicación) que de una experiencia atemorizante haga el niño influirá en que éste pueda
desarrollar un trastorno de ansiedad en el futuro.
• Los ambientes sociales desfavorables (grandes adversidades, económicas o condiciones de vida,
etc.) generan un clima de inseguridad crónica que puede contribuir al desarrollo de un trastorno de
ansiedad.
Tratamiento
1. Actividades destinadas a disminuir todas las situaciones estresantes que se hubiesen identificado en
el proceso de evaluación (disfunción familiar u otro tipo de situación de desventaja social). Aunque
estas intervenciones en ocasiones no son suficientes, merecen ser tenidas en cuenta y puestas en
práctica, pues, en caso de no hacerlo, el pronóstico del trastorno será más sombrío. Muchas de las
actividades son de tipo informativo y educativo.
2. Mejorar la comunicación, tanto individual como de los miembros de la familia entre sí; fomentar la
expresión de sentimientos y la comunicación de estados afectivos de una forma modulada.
3. Métodos cognitivo-conductuales.
4. Métodos físicos de tratamiento, medicación.
Filipenses 4:6-7
Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean
dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento,
guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.
Mateo 6:25-34
Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis; ni por vuestro cuerpo,
qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo {más} que la ropa? Mirad las aves del cielo,
que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y {sin embargo,} vuestro Padre celestial las alimenta.
¿No sois vosotros de mucho más valor que ellas? ¿Y quién de vosotros, por ansioso que esté, puede
añadir una hora al curso de su vida?
1 Pedro 5:7
Echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado de vosotros.
Salmos 55:22
Echa sobre el SEÑOR tu carga, y El te sustentará; El nunca permitirá que el justo sea sacudido.
Mateo 11:28-30
Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar. Tomad mi yugo sobre
vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y HALLAREIS DESCANSO PARA
VUESTRAS ALMAS. Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera.
Depresión
La depresión es una enfermedad frecuente en todo el mundo, pues se estima que afecta a un 3,8% de la
población, incluidos un 5% de los adultos y un 5,7% de los adultos de más de 60 años. A escala mundial,
aproximadamente 280 millones de personas tienen depresión. La depresión es distinta de las variaciones
habituales del estado de ánimo y de las respuestas emocionales breves a los problemas de la vida
cotidiana. Puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es recurrente y de
intensidad moderada a grave. Puede causar gran sufrimiento a la persona afectada y alterar sus
actividades laborales, escolares y familiares. En el peor de los casos, puede llevar al suicidio. Cada año
se suicidan más de 700 000 personas, convirtiéndose en la cuarta causa de muerte en el grupo etario de
15 a 29 años.
La depresión es un estado que genera altos niveles de sufrimiento y presenta una característica que son
los sesgos cognitivos, estos son interpretaciones erróneas de la información afectado nuestra manera de
pensar, nuestros juicios y toma de decisiones.
Aunque hay tratamientos conocidos y eficaces contra los trastornos mentales, más del 75% de las
personas afectadas en los países de ingresos bajos y medianos no recibe tratamiento alguno. Entre los
obstáculos a una atención eficaz se encuentran la falta de recursos y de proveedores de atención de salud
capacitados, además de la estigmatización asociada a los trastornos mentales. En países de todo tipo de
ingresos, las personas que experimentan depresión a menudo no son correctamente diagnosticadas,
mientras que otras que en realidad no padecen el trastorno son a menudo diagnosticadas erróneamente y
tratadas con antidepresivos.
En un episodio depresivo, la persona experimenta un estado de ánimo deprimido (tristeza, irritabilidad,
sensación de vacío) o una pérdida del disfrute o del interés en actividades, la mayor parte del día, casi
todos los días, durante al menos dos semanas. Se presentan varios otros síntomas, entre los que se
incluyen la dificultad de concentración, el sentimiento de culpa excesiva o de autoestima baja, la falta de
esperanza en el futuro, pensamientos de muerte o de suicidio, alteraciones del sueño, cambios en el
apetito o en el peso y sensación de cansancio acusado o de falta de energía, ¿te sientes identificado con
alguno o varios de estos síntomas?
En determinados contextos culturales, algunas personas pueden expresar más fácilmente sus cambios de
estado de ánimo en forma de síntomas somáticos (por ejemplo, dolor, cansancio, astenia), pese a que
esos síntomas físicos no se deben a otra afección médica.
Durante un episodio depresivo, la persona afectada experimenta dificultades considerables en su
funcionamiento personal, familiar, social, educativo, ocupacional y en otros ámbitos importantes.
La depresión es el resultado de interacciones complejas entre factores sociales, psicológicos y biológicos.
Quienes han pasado por circunstancias vitales adversas (desempleo, luto, eventos traumáticos) tienen
más probabilidades de sufrir depresión. A su vez, la depresión puede generar más estrés y disfunción, y
empeorar la situación vital de la persona afectada y, por consiguiente, la propia depresión.
Es importante destacar también la relación que existe entre la depresión y la salud física. Por ejemplo,
las enfermedades cardiovasculares pueden producir depresión, y viceversa.
La depresión, además, es la principal causa mundial de discapacidad y contribuye de forma muy
importante a la carga mundial general de morbilidad.
1Te 5: v23. Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y
cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Con el cuerpo nos relacionamos con el mundo físico, mientras que con el “alma”, que en realidad es
nuestra mente, nos relacionamos con las otras personas, ya que esta abarca nuestro intelecto pero también
nuestras emociones, y con nuestro espíritu nos relacionamos con Dios. Así como el Espíritu puede
entristecerse, nuestro cuerpo enfermarse y debilitarse con el tiempo, sucede lo mismo con nuestra mente,
esta puede perturbarse, enfermarse, y deteriorarse, por lo tanto, tenemos que entender que la depresión
es una enfermedad como cualquier otra y que también ataca a fieles cristianos.
1Re 19: v4. Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando
morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres.
Este verso bíblico es un claro ejemplo de depresión. Elías era un hombre que estaba conectado con Dios
y aún así empezó a sentir depresión y perdida de ganas de vivir. Podemos ver a través de él que la
depresión puede tocar a tu puerta así estés haciendo la obra de Dios.
La depresión está acabado con la vida espiritual de muchas personas dentro de la iglesia. Muchas veces
creemos que estar triste es estar deprimido, pero la tristeza es una emoción inevitable que
experimentaremos a lo largo de nuestra vida, mientras que la depresión es un estado que permanece.
Puedes tener días tristes, pero cuando la tristeza es una constante en tu vida debes preguntarte, ¿qué está
pasando?
Elías ya no quería vivir, y en el verso 5 y 6 el Señor lo deja descansar y le envía a un ángel para que le
dé comida y agua porque es necesario descansar y recordar que nuestro cuerpo es templo del Espíritu
Santo. Elías vuelve a quedarse dormido y el ángel lo despierta nuevamente para darle comida pero está
vez con una palabra poderosa, “Levántate y como porque largo camino te resta”.
No es tiempo de rendirse ni de tirar la toalla. Si sientes que estás en un pozo, lucha por salir, pero no
luches solo. Busca apoyo en quienes te rodean y en Dios.
Cuando una persona presenta un cuadro depresivo, en lugar de ser juzgada, necesita ayuda emocional y
espiritual, y tu puedes brindársela.
Es importante saber que el hecho de ser cristianos no nos hace inmunes a la depresión; o que toda
depresión ocurre en nuestras vidas como consecuencia de un pecado.
Este es un argumento que utiliza el adversario para afectar la vida de muchos de nuestros niños,
preadolescentes, adolescentes, jóvenes y adultos, produciendo aislamiento y alejándolos de la ayuda que
en verdad necesitan, pues muchas veces nosotros mismos ponemos barreras de comunicación entre ellos
y nosotros.
Deseamos que todos eso prejuicios sean quitados, para que seamos intencionales, estratégicos y líderes
que restauran.
Proverbios 15:13
El corazón gozoso alegra el rostro, pero en la tristeza del corazón se quebranta el espíritu.
Salmos 43:5
¿Por qué te abates, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues he de alabarle otra
vez. ¿{El es} la salvación de mi ser, y mi Dios!
La depresión no nos pertenece. Una vez escuche a alguien decir: cuando la depresión toca mi puerta, yo
no le abro.
Aunque en nuestras vidas, de una manera u otra, siempre estaremos propensos a sufrir de tristezas,
cuando está se vuelve patológica crea disfuncionalidad en nuestra vida. Entonces, ¿qué hacer? El gozo
que Dios nos da es mayor que todo y sobrepasa cualquier adversidad. Es importante transmitir también
esto a nuestros alumnos, y primeramente reflejar el gozo que Dios nos ha dado.
Pregúntese usted, ¿estoy reflejando el gozo de Dios? ¿O estoy mostrando la tristeza que me causan las
adversidades diarias? Somos cartas abiertas al mundo, y para las personas que enseñamos somos
mentores, ellos quieren ser como nosotros. Aseguremosno de mostrar a Jesús en cada cosa que hagamos,
mostrar su gozo, su identidad. Para que cuando vengan los tiempos difíciles, nuestra casa permanezca
como aquella que estaba fundada sobre la roca.
Identidad Sexual
Al hablar de un tema tan sensible como este es importante el uso adecuado de las palabras, para abordar
este tema tan urgente controversial y sensible, así que resulta importante conocer cada definición.
Es importante que usted pueda abordar cada uno de estos temas con base a la postura bíblica adecuada y
eso incluye el amor, la restauración y la sabiduría para tratar con las personas. Creemos, la mayoría de
las veces, que este es un tema lejano a nosotros y en muchos casos ponemos el dedo señalador y vemos
con cierto repudio a estás personas como leprosos ¿Jesús los vería de esa manera? ¿Harías lo mismo si
se tratara de tu hijo o un familiar cercano? Pongamos rostro.
Veamos los primeros conceptos para abordar lo que se conoce como ideología de género.
La definición de identidad general en el diccionario nos dice: “Conjunto de rasgos o características de
una persona que permiten distinguirla de su agrupación”
Otras ideas nos llevan a considerar que la identidad es la conciencia que tiene una persona acerca de si
misma y que la convierte en alguien distinto a los demás, es decir, la identidad tiene que ver con los
rasgos con que nos autodefinimos, esto incluye factores cómo:
1. La identidad cultural.
2. La identidad nacional.
3. La identidad de género: que comprende aquel tiempo de pensamientos en relación a una persona con
la cual se identifica con un género en particular, debemos de tener en claro la diferencia de este
concepto con la identidad Sexual.
4. La identidad Sexual hace referencia hace referencia a la visión que cada persona hace de su
sexualidad, alude a la percepción que una persona hace sobre sí mismo en cuanto a sentirse hombre
o mujer, en función de la evaluación que se hace de sus características físicas o biológicas, es un
individuo que al estar frente al espejo está claro de su anatomía física y biología.
5. La identidad civil.
Hay una valiosa definición que nos proporciona el médico Héctor Segú dónde afirma lo siguiente “Existe
una norma genética que marca al feto como macho y hembra, pero para que cristalice cómo tal, necesita
el entorno adecuado a partir del nacimiento, es decir nos identificamos como hombre o mujeres siguiendo
un proceso evolutivo dónde el aprendizaje juega un papel importante”
Esto quiere decir que nuestra mente saca fotos que van construyendo nuestra identidad, imágenes que
nos identifican, y marca la influencia que recibimos en nuestra vida, así como cada vivencia en especial
en la niñez y otras personas que han sido de influencia y me permiten responder ¿Quién soy? ¿Quién no
soy? ¿Cómo quien quiero ser? ¿Cómo quien no quiero ser ni parecerme?.
Está conciencia de identidad inicia a partir de los 2 años cuando el niño deja expresar “la niña” o el niño”
y empieza a usar el pronombre “Yo” diferenciando su persona de su entorno que lo rodea.
Muchas de las características de nosotros los seres humanos son heredadas pero sin lugar a duda el
entorno juega un papal fundamental en la construcción de nuestra identidad.
Una de la preguntas fundamentales es ¿De dónde nace la atracción hacia personas del mismo sexo?
Esteban Borghetti en su libro sexualidad e identidad de género afirma lo siguiente:
1. Nadie nace siendo homosexual, aunque muchas personas lo afirmen cómo un hecho científico lo
cierto es que la genética no puede corroborar que la homosexualidad se hereda de nuestros genes.
2. La atracción sexual hacia personas del mismo sexo (homosexualidad) se ha construido como un
largo proceso de formación de la identidad sexual durante nuestra niñez y hasta la adolescencia.
Es importante entender que la formación de la identidad es un proceso inconsciente, y no importa si
medios de comunicación aún participan en la falacia de que las personas nacen siendo homosexuales, la
verdad es que este hecho no es así.
Tenemos que tener presente la cultura donde nació, la crianza de sus padres, las costumbres y
comportamientos de otros familiares, las vivencias, y las características heredadas de la familia.
Todos nosotros nacemos en una cultura que nos influencia aunque no hayamos pedido nacer en ella, y
dicha influencia ocasionada por estas vivencias también nos modelan.
Todos nosotros como adultos, y en especial los padres, deben entender la forma de ser, de sentir y de
pensar de los niños, educándolos como hombre o mujer, reconociendo las particulares de su
temperamento y carácter, y el diseño de Dios para sus vidas, ya que el desconocimiento de esto ha llevado
a muchas madres a sobreproteger a sus hijos y a apartarlos de su padre, lo cual ocasiona que el niño tome
como referencia el modelo de la madre para imitarla.
Las mujeres son grandiosas pero nunca podrán masculinizar el vínculo, ya que asignar la identidad del
niño le corresponde al hombre.
En América latina es muy común ver a mujeres asumiendo el papel del hombre, pero esto ha creado
muchas veces la falta del vínculo masculino, ocasionado confusión en la formación de la identidad.
Podemos decir entonces que las áreas involucradas en la formación de nuestra identidad son la cultura
y el contexto familiar, la situaciones vividas, cómo juegos sexuales con otros niños, abusos, y el
temperamento, que es la carga genética heredada. Estos son los protagonistas de la formación de la
identidad de nuestros adolescentes y jóvenes de hoy día.
Joseph Ratzinger afirmó lo siguiente “La ideología de género es la última rebelión del ser humano”
Él mismo expresa: con el ateísmo el hombre pretendió negar la existencia de una instancia superior
externa que le dijera algo sobre la verdad acerca de si mismo, sobre lo que es bueno y lo que es malo en
la conducta humana.
Luego, con el materialismo, el hombre moderno intento negar su condición de ser espiritual, tratando de
lograr toda satisfacción y plenitud a través de sus fuerzas y razones.
Ahora, con la ideología de género, el hombre moderno pretende liberarse incluso de las exigencias de su
propio cuerpo; se considera un ser autónoma que se construye así mismo, un ser que se crea así mismo
y se cree dios para si mismo.
Esto hace que surja la siguiente pregunta ¿Por qué entonces reemplazan identidad sexual por
ideología de género?
La ideología de género evita el término de identidad sexual porque esto solo implica dos posibilidades:
hombre y mujer.
Únicas posibilidades de acuerdo con nuestra biología. La ideología de género usa la lingüística ya que
género permite tres variaciones: masculino, femenino y neutro.
Ellos parten de la teoría de una idea autónoma que no proviene del resultado biológico, intentando
justificar de esta manera su comportamiento y las desviaciones sexuales que pudieran llegar a presentar.
¿Qué es una desviación sexual?
Son patrones de conducta o comportamientos sexuales cuyas fuente predominante de placer no se
encuentra en la cópula si no en alguna otra actividad o cosa que lo acompaña
Asignación sexual
La asignación del sexo de un individuo ocurre desde antes de su nacimiento, durante la fecundación,
luego de esto continúa como un proceso de construcción social, donde nace el término género.
Género
Se entiende entonces que el género es un conjunto de creencias, actitudes, valores y comportamientos
que pueden variar de una cultura a otra y que define mi identidad. El género es un concepto socialmente
construido que no tiene pautas ni en la realidad biológica ni en la psicológica. "Se nace así" afirman
algunos, "se hace" afirman otros.
Sin lugar a duda las desviaciones sexuales han cobrado un mayor auge en la época actual debido al sida,
matrimonios igualitarios, y todo lo relacionado con el movimiento LGBTQ+, donde intentan imponerse
en la sociedad, queriendo ser participes y protagonistas de diversas áreas, incluyendo la televisión y
largometrajes, política, educación, y similares.
La hipersexualización y sexualidad desenfrenada también es un tema que ya no es tabú, pues podemos
encontrar esto en todas partes. Basta con abrir cualquier diario o revista para poder ver figuras, notas y
noticias en las que hombres, mujeres y niños participan en actos que pueden caracterizarse como
denigrantes sexualmente.
Dice el Dr. Digfrief Schnabal: "dime que representaciones de deseos sexuales tienes y te diré si tu vida
sexual es normal o desviada"
Frotteurismo
Consiste en la obtención de placer de forma preferente o exclusiva a través del frotamiento de los órganos
genitales contra el cuerpo de una persona desconocida y sin el consentimiento de ésta.
Se realiza en lugares públicos y concurridos, como el metro o el autobús. Suele tener un carácter pasajero
y se da con mayor frecuencia entre los 15 y 20 años. Su aparición se asocia a la observación de la misma
en otras personas y su posterior imitación por parte del adolescente.
Fetichismo
El fetichista se excita sexualmente observando y/o manipulando objetos inanimados, normalmente ropa
interior femenina, calzado, prendas de vestir diversas, etc. Frecuentemente se masturban mientras
sostienen, tocan o huelen el fetiche. Son mayoritariamente hombres heterosexuales y se produce como
una asociación del objeto fetiche con una situación de excitación sexual.
Pedofilia
Es el trastorno caracterizado por la presencia de fantasías y conductas que implican la actividad sexual
entre un adulto y un niño. Normalmente no incluye violencia física. Existen varias hipótesis para
explicarlo: aprendizaje de actitudes negativas hacia el sexo, experiencias de abuso sexual durante la
infancia, sentimientos de inferioridad y baja autoestima, dificultades de relación interpersonal, etc., que
facilitan la relación del adulto con el niño como forma de refugiarse en un mundo poco hostil.
Sadismo y masoquismo
El sadismo se refiere a la necesidad de infligir daño a otra persona para excitarse sexualmente. El
masoquismo implica la necesidad de ser humillado, atacado, maltratado, etc., para obtener placer sexual.
Con frecuencia aparecen juntos y entonces se llama sadomasoquismo. El masoquismo es más frecuente
en mujeres que en hombres. Suele comenzar en la adolescencia y tiene un curso crónico. Una explicación
posible es que ciertas sensaciones dolorosas o desagradables se hayan asociado a la excitación sexual
durante la adolescencia.
Otras parafilias
Zoofilia (animales), coprofilia (heces), necrofilia (muertos) y otras ofensas sexuales, como las llamadas
telefónicas obscenas, etc.
Ámbito espiritual
La identidad sexual, se va construyendo desde que nacemos. Cada categoría (hembra y varón) va
construyendo su identidad al ser socializada de distinta manera, eso es, que ambos van adquiriendo un
conjunto de costumbres, normas, conductas socialmente aceptadas para su sexo. Por lo general es algo
tan aceptado y visto como normal que ni siquiera lo notamos ni somos conscientes de ello.
La mayor parte de las conductas sexuales humanas comienzan en la infancia en forma de juegos,
estimulados mayormente por la curiosidad del cuerpo de otro u otra. Cuando hablamos de desviación
sexual, nos referimos a toda practica que se aleja del camino natural ordenado por Dios y que va en contra
de este.
Existe un determinado número de prácticas sexuales que van en contra de lo que la palabra de Dios
ordena.
En Levítico 18, Dios les da una serie de ordenanzas al pueblo de Israel sobre su comportamiento en el
ámbito sexual y prácticas que debían evitar. Dios les dice claramente en el versículo 3, “No haréis como
hacen en la tierra de Egipto, en la cual morasteis; ni haréis como hacen en la tierra de Canaán, a la cual
yo os conduzco”.
Es interesante que Dios les hace esta aclaración al pueblo de Israel, pues sabía que ellos habían adoptado
costumbres del pueblo de Egipto como adorar a otros dioses, tal y como se menciona en Josué 24:4.
Para evitar que el pueblo de Israel cayera en estas costumbres egipcias eenumeró una lista de prácticas
que no debían cometer, estableciendo un orden también en la parte sexual del pueblo de Israel, reflejando
santidad en cada aspecto y una identidad clara.
El perder la identidad, nos aleja de aquel diseño original que Dios creó y puede hacernos caer en
desviaciones sexuales y todo lo que se aleje de lo que Dios diseñó de manera perfecta, hombre y mujer,
pues la iniquidad en el corazón del hombre que no ha conocido a Dios lo lleva a caer en sus propias
pasiones y desenfrenos, como ocurría en el caso de los habitantes de Sodoma y Gomorra, en Génesis 19,
quienes cegados por sus pasiones querían tomar parte incluso de lo sagrado, como lo eran los ángeles,
pues estaban completamente llenos de iniquidad, y esto terminó llevándolos a la destrucción de sí
mismos.
Una vez que estamos tan alejados, el pecado es nuestro día a día, y aquellas prácticas que antes nos
parecían escandalizadoras pasan a ser “normales”, empezando a nombrar lo malo como bueno y lo bueno
como malo, tal y como se muestra en Isaías 5:20.