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Obligación de dar

La prestación de dar es el comportamiento dirigido a la entrega de una cosa. La entrega es


un
traspaso posesorio y consiste en la realización de los actos necesarios para que el acreedor
tome posesión de la cosa. La finalidad de la obligación de dar puede
ser la de transmitir la mera posesión o bien puede tener la finalidad de transmitir la
propiedad
u otro derecho real sobre la cosa, siempre que la entrega o «traditio» se
complete con «título» hábil (Carbonnier, 2000R según el art. 609 cc. La obligación de dar
también
puede tener una finalidad restitutoria como sucede en el caso del comodato y del depósito
La obligación de dar también comprende, de modo implícito, las siguientes obligaciones La
de conservar la cosa con la diligencia de un buen padre de familia (art.1094) y
la de entregar todos los accesorios (art. 1.097); además si se trata de la obligación de
entregar
una cosa concreta, el acreedor tiene derecho a que le sean entregados los frutos de la cosa
desde que nace la obligación de entrega (art.1.095).
Las obligaciones de dar pueden ser genéricas o específicas. El cc se refiere a las
obligaciones de
dar en los arts. 1.094 a 1.097.

Obligación de hacer y no hacer


Hacer
La prestación de hacer impone al deudor el desarrollo de una actividad que permite al
acreedor la satisfacción de un interés (ejemplo: ejecutar alguna obra o gestionar algún
asunto). La doctrina distingue dos tipos diversos de obligaciones de hacer según que lo
comprometido por el deudor sea una mera actividad o consista además en la obtención de
un determinado resultado. En el primer supuesto hablamos de una obligación de medios y
en el segundo, de resultado.
En el primero el deudor cumple desplegando diligentemente la actividad, aunque no se
consiga el resultado. Ej.: el abogado que se compromete a actuar diligentemente
defendiendo a su cliente pero no se obliga a ganar el pleito ni el médico a sanar al enfermo.
en ambos casos se entiende que han cumplido si han actuado de acuerdo con la lex artis
que
rige en su profesión.
En las obligaciones de resultado no hay cumplimiento si no se cumple el objetivo. Ej.: El
constructor incumple si no construye y termina un edificio de acuerdo a lo pactado.
No hacer
La obligación de no hacer es un comportamiento desempeñado por el deudor consistente
en una omisión o una abstención. Es un comportamiento meramente negativo. La omisión,
puede tener dos manifestaciones: la simple y mera inactividad (ej. la obligación de no
instalar un bar en un local que se ha arrendado). La segunda consiste en que el deudor
permita
al acreedor realizar una actividad sin poner obstáculos a la misma (ej. permitir que el dueño
del solar que hemos arrendado al parque.
En caso de incumplimiento de la obligación de no hacer, el acreedor tiene derecho a que se
deshaga lo indebidamente realizado (art. 1.099) y si ello no fuera posible a que se le
indemnice de los daños y perjuicios causados por el incumplimiento (art. 1.101) (Castán,
1992R.

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