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Semana 4
Introducción
La colaboración entre la familia, la comunidad y la escuela crea un círculo virtuoso que beneficia a
todos los involucrados. Las familias se sienten más comprometidas y valoradas en el proceso
educativo de sus hijos, lo que se traduce en un mayor apoyo y acompañamiento en su aprendizaje.
La comunidad, a su vez, se convierte en un espacio de aprendizaje y enriquecimiento para la escuela,
brindando nuevas oportunidades de desarrollo y ampliando la mirada de los estudiantes sobre el
mundo que los rodea.
En esta semana, abordaremos el tema de las políticas de participación de las familias y la comunidad
en las instituciones educativas de Chile, analizando su importancia y los beneficios que aportan a la
educación. Asimismo, exploraremos el papel fundamental que desempeñan la familia y la
comunidad en la construcción de una colaboración inclusiva, donde todos los actores se unen para
promover una educación de calidad y equitativa para todos los estudiantes. Conoceremos ejemplos
concretos de programas y estrategias que fomentan esta colaboración, así como los desafíos y
oportunidades que enfrenta la implementación de estas políticas en el sistema educativo chileno.
Algunas de las medidas incluidas en estas políticas pueden ser la realización de reuniones periódicas
entre docentes, directivos, padres y representantes de la comunidad para dialogar sobre el
rendimiento académico y el bienestar de los estudiantes. También se pueden impulsar actividades
conjuntas entre la escuela y la comunidad, como talleres, jornadas de formación y proyectos
colaborativos que beneficien a la comunidad educativa en su conjunto.
Además, estas políticas buscan fomentar una comunicación fluida y transparente entre la escuela,
las familias y la comunidad, brindando información sobre el desempeño escolar de los estudiantes
y sobre los planes y programas educativos en general. La idea es que la participación activa de las
familias y la comunidad contribuya a la creación de un ambiente de apoyo y colaboración que
potencie el aprendizaje y el desarrollo integral de los estudiantes.
En lo específico, en Chile, los programas de intervención social en el ámbito escolar tienen una
trayectoria de alrededor de dos décadas. Aunque han sido ampliamente desarrollados a nivel
internacional, a nivel nacional han sido objeto de escaso estudio. Estos programas tienen como
objetivo provocar cambios en el entorno escolar y se enmarcan dentro de las estrategias de reforma
educativa, estableciendo conexiones entre las políticas educativas, sociales e intersectoriales. Su
propósito es generar procesos de transformación en la educación mediante la implementación de
acciones que abarquen diversos ámbitos de la vida escolar, con el propósito de mejorar la calidad y
el alcance de la educación en el país.
De acuerdo con los análisis de Youdell (2011), se han identificado una serie de impactos vinculados
a los enfoques de política pública, especialmente en el ámbito educativo. Estos impactos se
sustentan en la adopción de políticas de un Estado reducido, la desregulación de mercados y la
búsqueda de eficiencia y eficacia a través del enfoque de mercado. En este contexto, las agendas de
reforma neoliberal han impulsado la mercantilización y la privatización en el sector público, lo que
ha generado un impacto significativo en el sistema educativo y sus dinámicas.
Se han identificado tres mecanismos que han permitido que estos procesos impacten en el ámbito
educativo, los cuales son:
Uso de pruebas
estandarizadas con
el fin de clasificar y evaluando su capacidad e inteligencia.
seleccionar a los
estudiantes
En este contexto, los procesos de privatización están teniendo un impacto en las personas que
forman parte de las escuelas. El profesor jefe ahora asume un rol similar al de un gerente
corporativo, mientras que el profesor de asignatura es visto más como un técnico. Por otro lado, la
pedagogía parece reducirse a la mera transmisión de conocimiento mediante la correcta aplicación
de técnicas. Además, los estudiantes dentro de la comunidad escolar están siendo transformados
en consumidores individualizados, incentivados a competir con sus compañeros y considerados
responsables de sus propios éxitos y fracasos. Estas transformaciones están generando cambios en
las relaciones entre las escuelas y las comunidades, enfocándolas en la competitividad, la
individualización, la instrumentalización y la obsesión por el rendimiento.
Por otro lado, la comunidad también juega un rol significativo al ofrecer un entorno social, cultural
y económico que impacta en la educación. Una comunidad comprometida facilita oportunidades de
aprendizaje fuera del aula, promueve la diversidad y el respeto por las diferencias, y colabora con la
escuela para enriquecer la formación de los estudiantes.
La colaboración entre la familia, la comunidad y la institución educativa es clave para una educación
inclusiva y equitativa. Cuando estos actores trabajan de manera conjunta, se pueden identificar y
abordar de manera más efectiva las necesidades y potencialidades de cada estudiante, creando un
ambiente propicio para el aprendizaje y el desarrollo integral de los jóvenes.
La colaboración inclusiva implica una la participación activa y equitativa de todas las personas,
independientemente de sus características o condiciones individuales, en un proceso colaborativo.
En este contexto, la inclusión implica respetar la diversidad y valorar las diferentes perspectivas,
habilidades, experiencias y conocimientos de cada individuo. En un enfoque de colaboración
inclusiva, se busca involucrar a todas las personas de manera significativa, brindando espacios y
oportunidades para que puedan expresar sus ideas, opiniones y contribuciones de forma respetuosa
y sin discriminación. Además, se fomenta la empatía, la escucha activa y la construcción de
relaciones basadas en el respeto y la confianza.
desarrollo integral de los estudiantes, y su participación activa en la vida escolar puede potenciar el
proceso de aprendizaje y bienestar de los estudiantes. La colaboración entre la familia y la escuela
es esencial para establecer una comunicación efectiva, compartir información relevante sobre el
progreso académico y emocional del estudiante, y para trabajar en conjunto en la identificación y
atención de sus necesidades individuales.
Fondos de identidad: una relación necesaria entre familia y comunidad para la colaboración
inclusiva en las escuelas
Retomando el tema de los fondos de identidad, es importante referir que son elementos clave que
pueden contribuir significativamente a fortalecer la relación entre la familia, la comunidad y la
escuela, fomentando una colaboración inclusiva y enriquecedora en el proceso educativo de los
estudiantes. Los fondos de identidad representan el conjunto de conocimientos, experiencias y
valores culturales que las familias y la comunidad aportan a la educación de los estudiantes. Al
reconocer y valorar estos fondos, la escuela demuestra un genuino interés por la diversidad cultural
y las diferentes perspectivas presentes en la comunidad. Esto genera un ambiente de respeto y
aprecio por las particularidades culturales de los estudiantes, lo que facilita el establecimiento de
relaciones más cercanas y confiables entre la escuela, las familias y la comunidad.
Además, los fondos de identidad están estrechamente vinculados con la identidad y pertenencia
cultural de los estudiantes y sus familias. Al tener en cuenta estos fondos, la escuela puede
establecer vínculos emocionales y culturales más sólidos con las familias y la comunidad. Esto crea
un sentido de pertenencia y colaboración mutua, donde las familias y la comunidad se sienten
involucradas y comprometidas con el proceso educativo de los estudiantes. Asimismo, los fondos
de identidad empoderan a las familias y la comunidad al sentir que sus conocimientos y habilidades
son valorados y tomados en cuenta en la educación de los niños. Esto promueve una mayor
participación activa en la toma de decisiones relacionadas con la educación y favorece un enfoque
más participativo y colaborativo en la gestión educativa.
Por último, los fondos de identidad están relacionados con los contextos locales y las realidades
culturales y sociales de las familias y la comunidad. Al considerar estos fondos, la escuela puede
adaptar su enfoque educativo para atender las necesidades específicas de los estudiantes y su
entorno. Esto favorece una educación más inclusiva y relevante, donde se reconoce la diversidad de
estilos de aprendizaje, intereses y necesidades de los estudiantes, lo que conduce a un proceso
educativo más significativo y equitativo para todos/as.
Colaboración Familia y Comunidad desde los Proyectos de Integración Escolar (PIE) en las escuelas
Desde los proyectos de integración escolar se promueve establecer una colaboración inclusiva entre
familia y comunidad al reconocer la importancia de contar con una red de apoyo sólida y
comprometida en el proceso educativo de los estudiantes con necesidades educativas especiales.
Estos proyectos buscan crear un ambiente inclusivo y respetuoso, donde la familia y la comunidad
se involucren activamente en el desarrollo integral de los alumnos. Para ello, se implementan
estrategias de comunicación y participación que favorecen la vinculación entre la escuela, la familia
y la comunidad. Se realizan reuniones periódicas con los padres y cuidadores para compartir
información relevante sobre el progreso académico y socioemocional de los estudiantes, así como
para escuchar sus inquietudes y sugerencias. Se fomenta la creación de espacios de diálogo y
colaboración, donde los miembros de la comunidad educativa puedan trabajar juntos en la
identificación de necesidades y la búsqueda de soluciones.
Objetivo general: Fortalecer la colaboración inclusiva entre familia, comunidad y la escuela, con
el propósito de favorecer la inclusión y el desarrollo integral de los estudiantes con necesidades
educativas especiales en el marco de los Proyectos de Integración Escolar.
1. Crear una Red de • Establecer un equipo de trabajo conformado por docentes,
Apoyo profesionales de la educación, familiares y representantes de la
comunidad, para planificar y ejecutar acciones de colaboración
inclusiva.
• Realizar reuniones periódicas con la comunidad educativa para
compartir información relevante sobre los avances y logros de
los estudiantes, así como para escuchar las necesidades y
aportes de las familias y comunidad.
En resumen, los proyectos de integración escolar promueven una colaboración inclusiva entre
familia y comunidad al reconocerlos como actores fundamentales en el proceso educativo,
generando espacios de participación y diálogo, y fomentando la formación y trabajo conjunto de
todos los involucrados para lograr una educación más inclusiva, equitativa y enriquecedora para
todos/as los/as estudiantes.
En lo específico, el rol del o la psicopedagoga/o es de vital importancia para construir una relación
inclusiva entre la familia y la comunidad en el contexto educativo. Como profesional especializado
en el desarrollo integral de los estudiantes, la psicopedagoga despliega diversas acciones para
fomentar una colaboración efectiva y enriquecedora entre todos los actores involucrados.
Para comenzar, la psicopedagoga actúa como mediadora y facilitadora de la comunicación entre la
escuela, las familias y la comunidad. Establece canales de diálogo abiertos y transparentes para
escuchar las necesidades, inquietudes y expectativas de cada parte, promoviendo un ambiente de
confianza y respeto mutuo.
Consideraciones finales
El papel de la familia y la comunidad en esta colaboración inclusiva es esencial para el éxito de los
proyectos educativos. La familia, como el primer agente educador de los estudiantes, juega un rol
clave en su desarrollo académico y emocional. Su involucramiento activo y comprometido en la vida
escolar de los niños y jóvenes es un factor determinante para su éxito educativo. Por otro lado, la
comunidad se convierte en un espacio enriquecedor y diverso donde los estudiantes pueden
aprender y desarrollarse fuera del aula, ampliando sus horizontes y conectándose con su entorno
social y cultural.
Referencias Bibliográficas
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https://convivenciaparaciudadania.mineduc.cl/wp-
content/uploads/2022/07/Politica_de_Participacion_FamiliasyComunidad.pdf
Saracostti, M., López Santana, A., & Lara, L. (2019). La relación entre familias y escuelas en Chile:
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Simón, C., & Giné, C. (2016). Escuela, familia y comunidad: construyendo alianzas para promover
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Youdell, D. (2011). School trouble: identity, power and politics in education. New York: Routledge.