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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA.

Ciencias Jurídicas y Sociales.

Licda Ileana Marticorena.

Derecho Internacional Público ll.

Daniela Maritza Cermeño Arriaga.

Carné: 201947098.
INTRODUCCIÓN:

La responsabilidad internacional de los Estados por violaciones de derechos presenta


muchas formas para ser estudiada. Una de estas, y tal vez la más importante por los
alcances que tiene para las víctimas, es la obligación que surge para los Estados de reparar
dicha violación. Es en el ámbito de las reparaciones donde el derecho internacional explora
en profundidad sus particularidades.
La Responsabilidad Internacional del Estado en el Derecho Internacional Público:

Aspectos Generales:

“El Derecho aprehende la responsabilidad poniendo a cargo de una persona o de un grupo


de personas la obligación jurídica de hacer frente a las consecuencias de una conducta”.

Es decir, el acento iusprivatista está puesto en el sujeto dañador y no en la víctima, a partir


de lo cual se elabora la doctrina completa sobre la responsabilidad civil en el derecho
privado. Esta tesis privatista fundamenta la responsabilidad poniendo frente a frente la
obligación con la responsabilidad. De allí que se haya determinado su fundamento: “en la
idea según la cual toda relación normativa involucra en el campo de los derechos y de las
obligaciones a dos o más sujetos, activos o pasivos, y se construye –para ser considerada
como tal a partir de la idea de reciprocidad en los intercambios”.

En consecuencia, la responsabilidad definida a partir de la obligación del dañador respecto


del hecho dañoso se fundamenta en la convivencia social y en la consecuencia jurídica de la
violación de una obligación anterior establecida para el sujeto responsable.

El Derecho Internacional Público ha recogido el principio antes enunciado y la propia Corte


de La Haya ha señalado:

“es un principio de derecho internacional (léase una concepción general de derecho) que
toda violación de un compromiso internacional implica la obligación de reparar de una
forma adecuada”.

En consecuencia, en el derecho internacional público se define la responsabilidad en los


siguientes términos: “Es una institución jurídica en virtud de la cual el Estado al cual le es
imputable un acto ilícito según derecho internacional, debe reparación al Estado en contra
el cual fue cometido ese acto”.

Se ha establecido por la doctrina internacionalista que “de acuerdo con la doctrina admitida
comúnmente, la responsabilidad internacional es siempre una relación de Estado a Estado”,
esto es, supone que un Estado dañe a otro Estado y que éste solicite la reparación por el
daño causado.

Sobre el fundamento de la responsabilidad internacional del Estado se han sostenido


diversas tesis, primando la idea de que la responsabilidad se fundamenta en la contrariedad
de la actuación del Estado con la norma internacional a la que se encuentra obligado en
forma voluntaria, a través de un tratado o del derecho consuetudinario. Así nos señala el
profesor ROUSSEAU:
“El único fundamento de la responsabilidad es, en realidad, el incumplimiento de una regla
del derecho internacional; y es la solución que se emplea cada vez más en la doctrina y en
la práctica”.

Los elementos que componen el hecho ilícito (este incumplimiento de la regla de derecho
internacional), según el profesor JIMÉNEZ DE ARÉCHAGA, serían los siguientes:

a) existencia de un acto u omisión que viole una obligación establecida por una norma del
derecho internacional vigente entre el Estado responsable del acto u omisión y el Estado
perjudicado por dicho acto u omisión;

b) dicho acto de carácter ilícito le debe ser imputable al Estado en su calidad de persona
jurídica; y

c) debe haberse producido un perjuicio o daño como consecuencia del acto u omisión
ilícita.

Debemos tener presente que parte importante de la doctrina ha señalado que el daño no es,
necesariamente, un requisito para el surgimiento de la responsabilidad internacional del
Estado, bastando el incumplimiento imputable al Estado, sin que sea necesario que además
se produzca un daño a partir de dicho incumplimiento. Esta fue la tesis del Relator de la
Comisión de Derecho Internacional, Roberto AGO quien en su Segundo Informe sobre la
Responsabilidad de los Estados señaló que sólo dos son los elementos necesarios para
configurar responsabilidad internacional por actos ilícitos: comportamiento atribuible al
Estado como sujeto del Derecho Internacional y la contravención de la norma. A juicio de
la CDI, mantener como un requisito el “daño” forzaría a concluir que toda violación a las
normas internacionales constituye de por sí un daño o perjuicio ya que es evidente que hay
infracciones que no provocan ni daño ni siquiera afectación al honor o dignidad de los
Estados contratantes. En todo caso, el daño sigue siendo un tema relevante, en particular
por sus implicancias en materia de reparaciones.

Esta tesis fue seguida por la Comisión de Derecho Internacional, la cual ha establecido en
el artículo 1° del Proyecto de artículos sobre Responsabilidad de los Estados por hechos
internacionalmente ilícitos que “todo hecho internacionalmente ilícito de un Estado da
lugar a la responsabilidad internacional de este”, determinando como únicos requisitos: la
contravención de la norma y la atribución de esta al Estado. Así el artículo 2 relativo a los
“Elementos del hecho internacionalmente ilícito”, señala: “Hay hecho internacionalmente
ilícito del Estado cuando un comportamiento consistente en una acción u omisión:

a) Es atribuible al Estado según el derecho internacional; y

b) Constituye una violación de una obligación internacional del Estado”. La actuación


ilícita del Estado tiene un efecto fundamental, cual es, el nacimiento del deber de
reparación. El profesor AGUIAR nos resume este principio:
“Toda regla de responsabilidad, cualquiera sea su naturaleza, encierra en su interioridad un
propósito reparatorio y sancionador a la vez”.

La obligación que tienen los Estados de reparar en caso que incurran en un ilícito
internacional se considera como uno de los principios del derecho internacional público en
materia de responsabilidad del Estado. Su condición de principio del Derecho Internacional
y, por tanto, aplicable como fuente de obligaciones, ha sido consagrada por la Justicia
Internacional entre Estados y por la Corte Interamericana de Derechos Humanos:

“Es un principio de Derecho Internacional, que la jurisprudencia ha considerado ‘incluso


una concepción general de derecho’, que toda violación a una obligación internacional que
haya producido un daño comporta el deber de repararlo adecuadamente. La indemnización,
por su parte, constituye la forma más usual de hacerlo”.

De esta forma, hoy es evidente y no es materia de discusión, que los Estados están
obligados a reparar las infracciones a las obligaciones internacionales en que concurran.
Dicha obligación es un principio del derecho internacional público19 y una norma acogida
tanto por el sistema contencioso público como por el sistema especializado en derechos
humanos. La Comisión de Derecho Internacional así lo ha entendido y en su proyecto de
artículos sobre Responsabilidad Internacional del Estado por hechos ilícitos (2001),
estableció en su artículo 31:

1. El Estado responsable está obligado a reparar íntegramente el perjuicio causado por el


hecho internacionalmente ilícito.

2. El perjuicio comprende todo daño, tanto material como moral, causado por el hecho
internacionalmente ilícito del Estado.

Los criterios de reparación que ha establecido el derecho internacional público son la


restitución, la compensación, la rehabilitación y la satisfacción y garantías de no repetición.

Reparación

"Es un término genérico que permite describir los diferentes métodos con que cuenta un
Estado para cumplir o liberarse de responsabilidad internacional".

¿En qué caso se lleva a cabo la Reparación del daño causado?

Un Estado cumple con la responsabilidad que le incumbe por la violación de una obligación
internacional, reparando el daño causado".

Modalidades de reparación
1. La restitución

2. La indemnización

3. Satisfacción.

La restitución:

Es la forma normal de reparación, de manera que se indemniza sólo cuando la restitución


no sea posible. El propósito de la restitución en especie es restablecer la situación que
hubiera existido de no haber ocurrido el acto u omisión ilícitos, mediante el cumplimiento
de la obligación que el Estado dejó de cumplir y la revocación del acto ilícito".

La indemnización:

"Es la forma más usual de reparación por ser el dinero la medida común de las cosas
valiosas. Esta indemnización debe compensar todos los daños que se produzcan a
consecuencia del acto ilícito, incluyendo aquellas utilidades que se dejaron de percibir y
que, en caso de no haberse realizado dicho acto, se hubiera obtenido".

Satisfacción:

Esta forma de reparación es la adecuada para reparar los perjuicios no materiales


ocasionados a la dignidad de un Estado. Las formas de satisfacción en la práctica
contemporánea pueden consistir en las excusas, el castigo de los funcionarios culpables de
menor categoría o bien en un reconocimiento formal o declaración judicial del carácter
ilícito del acto.

LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO EN EL DERECHO INTERNACIONAL


PÚBLICO.

Responsabilidad internacional:

La responsabilidad internacional es la institución dirigida a la restauración del


ordenamiento internacional o de la mera normalidad de la vida internacional ante aquellas
conductas lesivas para los diferentes miembros de la sociedad internacional atribuibles a
determinados sujetos internacionales -bien Estados u organizaciones internacionales, que
conllevan la obligación de reparación.

Así, la trascendencia de la institución -según señalan los autores y la propia jurisprudencia


internacional (asunto de la «fábrica de Chorzow»)-, se desprende primordial mente de su
naturaleza y configuración eminentemente preparatorias, en cuanto su aparición en el
comportamiento activo u o misivo de un sujeto internacional dimana de la transgresión de
la norma internacional y, sobre todo, del daño producido.

Por ello, aunque toda violación de la normativa internacional supone daño -aun moral-, el
resultado lesivo puede desprenderse además de actividades legítimas eventualmente
dañosas y también del riesgo, siempre y cuando su potencial materialización haya sido
objeto de oportuna cobertura preparatoria por vía convencional.

Por consiguiente, la responsabilidad internacional derivará tanto del acto ilícito, es decir,
contrario por ser la norma internacional latamente considerada y de aquellos otros
comportamientos lícitos susceptibles de generar perjuicios para terceros, como de
actividades de alto riesgo para el entorno ecológico de la humanidad, independientes de
ilícito previo alguno y cuya cobertura ha sido convencionalmente acordada.

A) Responsabilidad internacional derivada del acto ilícito: esta faceta de la institución


conforma su dimensión más ortodoxa. Así, recogiendo el sentido tradicional, la Comisión
de Derecho Internacional de las Naciones Unidas, al redactar el artículo 1 del proyecto de
artículos sobre responsabilidad de los Estados, establecía que «todo hecho internacional
mente ilícito de un Estado da lugar a las responsabilidad internacional de éste.

B) Responsabilidad internacional derivada de actos permitidos por el Derecho


Internacional o de actividades lícitas de alto riesgo: en la actualidad se perfila de forma
harto individualizada la existencia de responsabilidad internacional por las consecuencias
perjudiciales de actos no prohibidos por el Derecho Internacional, por lo que se producirá -
en palabras de PASTOR RIDRUEJO- «el desencadenamiento de la obligación de reparar
sin necesidad de ilicitud previa por parte del Estado

TEORÍAS DE LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL DEL ESTADO.

Existen dos teorías que fundamentan la responsabilidad internacional: La teoría de la falta y


la de responsabilidad objetiva:

TEORÍA DE LA FALTA.

Según esta teoría, la responsabilidad de un Estado, se encuentra supeditada al hecho de que


cometa una falta, es decir, una acción u omisión que viole la norma de derecho
internacional.

Técnicamente, la teoría supone que la comisión de la falta es fácil o posible en tanto que la
realidad es que esa situación no debe ser ni fácil ni posible.
Algunos han considerado que el hecho que constituye la falta no es más que una violación a
un deber internacional, entendido como el deber general de no dañar a los otros,
acercándose con ello a una teoría del riesgo.

Pero Grocio agrega a esta situación el elemento sicológico, es decir, que exista voluntad por
parte del Estado responsable, por lo que no bastaba el nexo causal entre violación y agente,
sino que se necesita que resulte de su libre determinación.

TEORÍA DE LA RESPONSABILIDAD OBJETIVA.

Esta teoría responde a las limitaciones de la teoría de la falta.

La teoría despoja de elementos subjetivos y se funda exclusivamente en el hecho de que un


Estado reciba un daño y de que ese daño tenga un nexo causal con un agente, en este caso
un sujeto de Derecho internacional, produciendo una violación a dicho derecho.

Entonces aquí tenemos tres elementos:

a) Que un daño haya sido causado.

b) Que exista nexo causal entre el daño y el agente.

c) Qué haya violación del Derecho internacional.

RESPONSABILIDAD DE LOS ORGANISMOS INTERNACIONALES.

El tópico de la responsabilidad de las organizaciones internacionales, uno que ha sido


sugerido para tratamiento por la Comisión de Derecho Internacional de las Naciones
Unidas, se impone en razón de la proliferación de organizaciones en el ámbito global,
regional y hasta subregional, y la consecuente multiplicación del actuar de éstas. En el
curso de sus actividades, una organización internacional entrará en relación con diversos
órdenes jurídicos, tanto aquellos de los estados donde está asentada cuanto con los órdenes
jurídicos de terceros estados.

Este artículo toma en cuenta las organizaciones intergubernamentales ya que las mismas
son los sujetos reconocidos del Derecho Internacional.

RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL DEL ESTADO POR HECHOS LÍCITOS.

El artículo 1 del proyecto de la CDI (Comisión de Derecho internacional) enuncia el


principio fundamental de que la responsabilidad se deriva de todo hecho
internacionalmente ilícito realizado por un Estado. Por lo tanto, en virtud de la comisión del
hecho nace la serie de relaciones jurídicas que conforman la responsabilidad internacional.
Tradicionalmente se entendía que estas relaciones eran bilaterales, pero se ha aceptado
progresivamente que existen hechos que implican responsabilidad incluso respecto la
comunidad internacional, por la violación de normas erga omnes.

Se atribuye un hecho ilícito a un Estado cuando un comportamiento, consistente en una


acción u omisión, es atribuible al Estado y constituye violación de una de sus obligaciones
internacionales.

La violación existe cuando el comportamiento de un Estado no se ciñe a lo que le exigen


sus obligaciones, sea cual sea la fuente y naturaleza de éstas. La obligación debe estar en
vigor para el Estado en el momento en que se realiza el hecho ilícito.

La licitud o ilicitud del hecho se establece de acuerdo con el Derecho internacional. Es


irrelevante que el Derecho interno del Estado infractor califique el hecho como lícito.

Atribución del hecho.

El Estado, por su naturaleza, actuará siempre por medio de sus agentes o representantes. Se
considera hecho atribuible al Estado el provocado por el comportamiento de cualquiera de
sus órganos, incluso aunque éstos se excedan en sus competencias. También los de las
personas o entidades que, sin ser órganos del Estado, estén facultadas por el Derecho
interno para ejercer atribuciones del poder público y actúen en el ejercicio de dicha
capacidad. Finalmente, el Estado será responsable por los hechos cometidos por
particulares bajo sus instrucciones o control, o si reconoce, ampara o comparte la actuación
de aquéllos.

Es posible invocar la responsabilidad internacional respecto de un Estado en relación con


las actuaciones de otro Estado. En primer lugar cuando un estado ayuda o presta asistencia
a otro en la comisión de un hecho internacionalmente ilícito. En segundo lugar cuando
dirige y controla a otro Estado en la comisión de un hecho internacionalmente ilícito.
Finalmente cuando coacciona a otro Estado para la comisión de un hecho
internacionalmente ilícito.

Circunstancias que excluyen la ilicitud.

La ilicitud del acto de un Estado puede excluirse respecto de otro Estado si éste consiente la
acción, o si se trata de una contramedida respecto de otro hecho ilícito cometido por el
segundo Estado contra el primero. También se excluye si se actúa en el marco de la
legítima defensa, recogida en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas. No
obstante, existen obligaciones de Derecho humanitario y Derecho internacional de los
derechos humanos que deben cumplirse en todo caso, incluso en el ejercicio de la legítima
defensa, como también deben acatarse las normas de ius cogens.

La fuerza mayor, el peligro extremo y el estado de necesidad excluyen la ilicitud en los


casos determinados por los Artículos de la CDI.
LA REPARACION: La reparación no debe ser menor ni mayor al perjuicio o daño
causado; debe tomar en cuenta el lucro cesante y pago de intereses cuando proceda;
conlleva el restablecer las cosas a su estado anterior; tiene carácter compensatorio y en
ningún caso carácter punitivo. Se traduce generalmente por el pago de una indemnización
monetaria que cubra suficientemente el daño causado, por la denegatoria de una ley, por la
libertad de un detenido o por la reconstrucción de una propiedad. LA SATISFACCION:
Corresponde a un daño moral; puede ser este un insulto a un mandatario, a un símbolo
patrio, etc. Debe ser pública y lo suficientemente convincente para que sea aceptable; se
traduce generalmente por la presentación de excusas, manifestación pública o de
sentimiento, destitución del autor de la ofensa, castigo al culpable del hecho, saludo y
honores a los símbolos patrios (bandera, himno, escudo). Tiene la particularidad que está
dirigido a "reivindicar" la dignidad y el honor del Estado ofendido. APROPIADA PARA
LOS RECLAMOS: Cuando son los intereses del Estado en si mismo los afectados, los
reclamos no presentan mayor dificultad; el Estado mismo, sin mayor trámite procede a los
reclamos. Sin embargo cuando son los intereses de un particular nacional de otro Estado los
afectados, entonces el particular deber acudir a su Estado para que haga los reclamos
correspondientes; a esto se le llama acudir a la "protección de la Diplomática.

En el primer caso la responsabilidad internacional resulta de que se causa daño a otro


Estado o particulares nacionales de otro Estado al actuar de manera incompatible con las
obligaciones y compromisos internacionales adquiridos, por ejemplo al ordenar la
intervención arbitraria en otro Estado, al declarar la guerra sin antes haber agotado los
medios pacíficos reconocidos por el Derecho Internacional, etc.

En el segundo caso puede suceder que el funcionario actuando dentro de sus funciones o
arbitrariamente cause daño a otro Estado o a nacionales de otro Estado, por ejemplo dando
trato preferente a ciertos súbditos extranjeros en detrimento de otros, incurriendo en
discriminación, daños causados por soldados o militares en tiempo de paz, detenciones
ilegales, procedimientos aduanales discriminatorios, etc. De opinión que el invocar como
defensa que el funcionario actúa fuera del cumplimiento de sus funciones normales o
abusando de ellas o en contra de instrucciones expresamente recibidas es suficiente porque
ello hará que la responsabilidad internacional deviniera poco menos que ilusoria, pero en
todo caso es necesario que el funcionario o agente en su actuar ante de tal manera que d la
impresión de que lo que está haciendo en alguna forma se relaciona con las funciones
propias de su cargo. ORGANO LEGISLATIVO: Se incluye aquí los actos u omisiones
positivos o negativos de los órganos legislativos al adoptar leyes o emitir resoluciones
contrarias a los compromisos y obligaciones internacionales asumidas por el Estado, o no
adoptando las leyes o no emitiendo las resoluciones necesarias para el cumplimiento de los
compromisos y obligaciones asumidos.
CONCLUSION:

La reparación no debe ser menor ni mayor al perjuicio o daño causado; debe tomar en
cuenta el lucro cesante y pago de intereses cuando proceda; conlleva el restablecer las cosas
a su estado anterior; tiene carácter compensatorio y en ningún caso carácter punitivo.

Se atribuye un hecho ilícito a un Estado cuando un comportamiento, consistente en una


acción u omisión, es atribuible al Estado y constituye violación de una de sus obligaciones
internacionales.

La violación existe cuando el comportamiento de un Estado no se ciñe a lo que le exigen


sus obligaciones, sea cual sea la fuente y naturaleza de éstas. La obligación debe estar en
vigor para el Estado en el momento en que se realiza el hecho ilícito.

La licitud o ilicitud del hecho se establece de acuerdo con el Derecho internacional. Es


irrelevante que el Derecho interno del Estado infractor califique el hecho como lícito.

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