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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL RÓMULO GALLEGOS

ÁREA CIENCIAS POLÍTICAS Y JURÍDICAS

DERECHO AGRARIO
Glosario y Análisis de Instrumento legal Acción de Amparo

FACILTADORA: PARTICIPANTES:

ABG. DESIREE HERNÁNDEZ Diosmarys Sosa

Mary Sosa

2do año

JULIO 2023
Introducción

La posesión es un concepto fundamental en el derecho, que se relaciona directamente


con la propiedad y el uso de los bienes. En este contexto, se pueden distinguir dos tipos de
posesión: la posesión civil y la posesión agraria. La posesión civil se refiere al control físico
y jurídico que una persona ejerce sobre un bien mueble o inmueble, mientras que la posesión
agraria se refiere a la tenencia y uso de la tierra dedicada a actividades agropecuarias.

En este sentido, ambas posesiones pueden estar relacionadas, pero no necesariamente


coinciden. Es importante distinguir entre la propiedad y la posesión, ya que son conceptos
diferentes. Además, existen mecanismos de protección posesoria para ambas posesiones, que
se pueden utilizar para proteger los derechos de las personas sobre los bienes.

En el caso de la posesión agraria, se reconoce el derecho de los campesinos y


trabajadores agrícolas a la tierra, y se puede recurrir al amparo agrario administrativo para
proteger sus derechos. En resumen, la posesión civil y la posesión agraria son conceptos
fundamentales en el derecho, y su regulación es importante para determinar la titularidad de
los derechos sobre los bienes y proteger los derechos de las personas sobre los mismos.

En este orden ideas, y con el objeto de enriquecer el vocabulario técnico legal,


presentaremos a continuación un glosario de términos de este tema, así como también un
documento legal alusivo a una acción de amparo para conservar el derecho de permanencia
agraria emitido por el Tribunal Supremo de Justicia, a los fines de ilustrar la importancia del
conocimiento legal en materia agraria.
GLOSARIO DE TERMINOS

1.- Amparo: Recurso Jurídico para proteger los derechos fundamentales de las personas.

2.- Amparo agrario: Recurso jurídico para proteger la posesión agraria y los derechos de
los campesinos y trabajadores agrícolas.

3.- Amparo Agrario Administrativo: Recurso jurídico para proteger los derechos agrarios
en caso de violaciones por parte de las autoridades administrativas.

4.- Amparo Agrario Definitivo: Amparo presentado para resolver de forma definitiva el
conflicto agrario.

5.-Amparo Agrario Provisional: Amparo presentado para obtener una protección inmediata
de los derechos agrarios.

6.-Código Civil: Conjunto de normas que regulan la posesión civil en México.

7.-Contrato de Arrendamiento: Contrato por el cual se cede el uso y goce de un bien a otra
persona a cambio de una renta.

8.-Desahucio: Juicio para recuperar la posesión de un bien cuando el poseedor no tiene


derecho a ella.

9.-Derecho de Permanencia: Derecho de una persona a permanecer en la tierra que ha


estado explotando, incluso aún sin tener de manera formal la adjudicación.

10.-Derecho de Preferencia: Derecho de una persona a adquirir la tierra que ha estado


explotando antes que cualquier otra persona.

11.-Derechos Agrarios: Conjunto de derechos que tienen los campesinos y trabajadores


agrícolas sobre la tierra y su explotación.

12.-Desalojo: Acción de remover a una persona de la posesión de un bien.

13.-Indemnización: Compensación económica que se otorga a una persona por los daños y
perjuicios sufridos.

14.-Interdicto: Juicio para proteger la posesión de un bien.


15.-Juicio de Reivindicación: Juicio para recuperar la propiedad de un bien.

16.-Ley Agraria: Conjunto de normas que regulan la posesión agraria en Venezuela.

17.-Ley de Amparo: Conjunto de normas que regulan el recurso de amparo en Venezuela.

18.-Manifestaciones Del Derecho De Permanencia: Formas en que se puede manifestar el


derecho de permanencia, como el derecho de preferencia y el derecho a la Adjudicación.

19.-Permanencia: Derecho de una persona a permanecer en la tierra que ha estado


explotando, incluso después de que su contrato haya vencido.

20.-Posesión: Control físico y jurídico que una persona ejerce sobre un bien.

21.-Posesión Agraria: Tenencia y uso de la tierra dedicada a actividades agropecuarias.

22.-Posesión Civil: Control físico y jurídico que una persona ejerce sobre un bien mueble o
inmueble.

23.-Propiedad: Derecho de una persona sobre un bien.

24.-Protección Posesoria: Conjunto de mecanismos para proteger la posesión de un bien.

25.-Recurso Jurídico: Medio legal para proteger los derechos de una persona.

26.-Denuncia de Tierra Ociosa: Es la acción que se interpone a una tierra no productiva


con el objeto de buscar adjudicación legal para producirla.

27.-Adjudicacion de Tierra: Facultad que otorga el Estado a todo Venezolano(a) que opta
por el trabajo rural de producir en la tierra.

28.-Tierra: superficie terrestre destinada a la explotación agrícola o ganadera.

29.-Titularidad de los derechos: Persona que tiene derecho sobre un bien.

30.-Trabajadores agrícolas: Personas que se dedican a las actividades agropecuarias, ya sea


de forma independiente o en relación de trabajo con terceros.
Análisis de Instrumento Legal

INSTRUMENTO LEGAL

SALA CONSTITUCIONAL

Magistrada Ponente: LUISA ESTELLA MORALES LAMUÑO


Expediente N° 09-1417
Mediante escrito presentado el 2 de diciembre de 2009, la abogada Rojexi Tenorio, en
su carácter de Defensora Pública Primera Agraria, adscrita a la Unidad de Defensa Pública
del estado Delta Amacuro y, actuando con el carácter de representante del
ciudadano PEDRO FRANCISCO MORENO PÉREZ, titular de la cédula de identidad N°
9.912.804, interpuso acción de amparo constitucional ante esta Sala Constitucional, contra la
sentencia dictada por el Juzgado Superior Quinto Agrario Civil-Bienes de la Circunscripción
Judicial del estado Monagas con competencia en lo Contencioso Administrativo de la Región
Nor Oriental en fecha 18 de junio de 2009, de acuerdo a lo dispuesto en los artículos 25, 26,
y 49, numeral 1 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en
concordancia con el artículo 4 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, ante “la violación de los derechos y garantías constitucionales del debido
proceso, derecho a la defensa y tutela judicial efectiva, consagradas en los artículos 49,
numeral 1 y 26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”.

DE LA ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL

El representante judicial de la parte accionante fundamentó su pretensión en los


siguientes argumentos de hecho y de derecho:

“Que A la luz de lo decidido por el Juzgado Superior Quinto Agrario


Civil Bienes de la Circunscripción Judicial del estado Monagas con
competencia en lo Contencioso Administrativo de la Región Nor Oriental, en el
fallo emitido en fecha 18 de junio de 2009 en cuanto a declarar con lugar la
apelación interpuesta por esta Defensora Pública Especial Agraria, y reponer
la causa al estado de ejecución de la sentencia dictada por el a quo, así como
la admisión de las sedicentes pruebas promovidas por la apoderada judicial de
la parte actora en el proceso agrario, resulta claro que dicho juzgado violó las
garantías constitucionales referidas al debido proceso, derecho a la defensa y
tutela judicial efectiva, consagrados en los artículos 49 y 26 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, porque por una parte, silenció por
completo el análisis de los argumentos de hecho y de derecho que le permitieron
arribar a la conclusión de declarar con lugar la apelación ejercida por quien
suscribe y en el mismo fallo ordenar la reposición de la causa al estado de
ejecución del fallo dictado por el juzgado de la causa, lo que se traduce en una
evidente y palpable falta de motivación y manifiesta contradicción constitutiva
de infracción al debido proceso, derecho a la defensa y tutela judicial efectiva,
otorgándole aparentemente legalidad al inconstitucional desalojo efectuado
por el Juzgado Ejecutor de Medidas en contra de mi defendido. Tales
argumentos y alegatos de la defensa no fueron examinados en modo alguno por
la recurrida, pues esta no llegó a explanar ni brindar ningún razonamiento, de
ninguna naturaleza, acerca de los fundamentos por los cuales consideró que mi
defendido debía desalojar el Fundo denominado el Cerro, limitándose tan solo
a ordenar la reposición de la causa al estado de Ejecución, pura y simplemente
sin exteriorizar en ningún momento la labor intelectual que lo llevó a
determinar y arribar a la conclusión de que efectivamente mi defendido debía
desalojar el Fundo el Cerro donde posee una casa de habitación familiar, y
donde efectivamente tenía más de cuatro años desarrollando una labor
productiva, sembrando pasto y diversos cultivos de ciclos cortos, así como
criando ganado bovino. En este fallo el Juez Superior no otorgó explicación
alguna sobre las pruebas que fueron ratificadas en la audiencia de informe y
los nuevos elementos probatorios presentados en el juicio como por ejemplo
el AUTO DE APERTURA PARA LA GARANTÍA DEL DERECHO DE
PERMANENCIA tampoco exteriorizó, ni individualizó las pruebas traídas a
los autos. Como juez Agrario no dicto medidas de oficio tendientes a esclarecer
los hechos ni los elementos de convicción empleados para proferir los
respectivos pronunciamientos, obviando el rango constitucional que poseen los
postulados contenidos en la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario ( 271 LTDA)
(sic). Aunado a todo lo anterior el juez olvido el contenido del artículo 17 de la
Ley de Tierras y Desarrollo Agrario sobre todo en su parágrafo 2, ya que en
este caso la parte actora ha debido interponer recurso jerárquico contra el auto
de apertura del Derecho de Garantía de Permanencia otorgado a favor de mi
defendido por ante al Instituto Nacional de Tierras órgano facultado por
mandato expreso de la Ley para regularizar y administrar las mismas.(…)
finalmente la parte solicita se declare la NULIDAD por Inconstitucionalidad
de la decisión dictada en fecha 14 de febrero de 2008, por el Tribunal Superior
Quinto Agrario Civil Bienes de la Circunscripción Judicial del estado Monagas
con competencia en lo Contencioso Administrativo de la Región Nor Oriental,
que ordenó la reposición de la causa al estado de ejecución y ORDENE la
restitución jurídica infringida es decir se restituya a mi defendido sobre el bien
inmueble del cual ilegalmente fue desalojado”.

DE LOS ALEGATOS DEL TERCERO INTERESADO

El ciudadano Pedro Emilio Moreno Pérez, representando en este acto a los


coherederos antes identificados manifestó las siguientes consideraciones:
Que “(…) desde hace muchos años el trabajó el lote de terreno junto a su
padre objeto de la presente acción de amparo constitucional, de igual manera manifestó
que con el trabajo de su papa se pudo levantar toda su familia, gracias a la mediana
producción que su papa tenía en el lote de terreno (…)”.
Que “(…) su hermano se había aprovechado de la buena fé de su papá, para
apropiarse de un lote de terreno y luego decir que este se lo había donado (…)”.
Que “(…) su papá había muerto y que ahora todos sus hermanos eran únicos
herederos universales y que por tal motivo todos tenían derechos sobre las tierras (…)”.
Que “(…) por todas las consideraciones antes expuestas ellos necesitaban que el
Tribunal Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito, Bancario y Agrario
de la Circunscripción Judicial del estado Delta Amacuro ejecutara la sentencia
definitivamente firme dictada en fecha 24 de septiembre de 2007 (…)”.
Finalmente, solicitó que la presente acción de amparo constitucional fuera declarada
sin lugar.

DE LA OPINIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO

El abogado Néstor Castellano, en su carácter de Fiscal Primero del Ministerio Público


ante las Salas de Casación y Sala Constitucional, consignó escrito de opinión fiscal, en los
siguientes términos:
Que “(…) del fallo accionado se observa que el Juez Superior se limitó a determinar
que la Juez de Primera Instancia acordó la ejecución forzosa de la sentencia proferida,
comisionando para ello a un Juzgado Ejecutor de Municipios, a pesar de que la Ley de
Tierras y Desarrollo Agrario no le confiere competencia alguna a estos tribunales en ese
sentido, y contrariamente expresa, que serán los Juzgados de Primera Instancia Agraria los
que ejecuten las sentencias definitivamente firmes o cualquier otro acto equivalente que
tenga fuerza de cosa juzgada, tal como lo ordena a su vez, la Resolución N° 2006-00013 de
fecha 22 de febrero de 2006, emanada de la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia,
en la cual se instruye además sobre, el cese inmediato de toda actividad de los Tribunales
Ejecutores de Medidas del País, relacionada con la ejecución de decisiones proferidas por
tribunales con competencia agraria (…)”.
Que “(…) en el presente caso se pudo constatar que el ciudadano Pedro Francisco
Moreno Pérez, asistido de una Defensora Pública en materia agraria, promovió como
prueba ante el Juzgado de Primera Instancia, original de auto de apertura del Derecho de
Garantía de Permanencia, el cual corre inserto a las actas que conforman el presente
expediente, toda vez que el mismo no fue impugnado por la parte actora (…)”.
Que “(…) se puede evidenciar del fallo recurrido, que el juez omite resolver dicho
alegato planteado, lo cual constituye un hecho de suma relevancia en el juicio principal,
puesto que del mismo se podría derivar que el ciudadano Pedro Francisco Moreno Pérez,
no puede ser desalojado del predio que ocupaba hasta tanto haya culminado el
procedimiento administrativo de garantía del derecho de permanencia aperturado por la
Coordinación Regional del Instituto Nacional de Tierras del estado Delta Amacuro, el cual
se encuentra vigente.(…)”
En fuerza de las razones que anteceden el Ministerio Público considera, que la
presente acción de amparo constitucional (…) debe ser declarada Con Lugar (…)”.

CONSIDERACIONES PARA DECIDIR


Ahora bien, se desprende del fallo dictado el 18 de junio de 2009, por el Juzgado
Superior Quinto Agrario Civil Bienes de la Circunscripción Judicial del estado Monagas con
competencia en lo Contencioso Administrativo de la Región Nor Oriental, que la misma
declaró con lugar la apelación ejercida por la Defensora Pública en materia agraria “Rojexis
Tenorio”, lo que trajo como consecuencia la anulación de la sentencia impugnada, así como
la comisión de fecha 07 de mayo de 2007 y el acto de ejecución realizada por el Juzgado
Ejecutor de Medidas de fecha 27 de mayo de 2008, y todos los actos subsiguientes,
reponiendo la causa al estado de que se ejecute por el a quo la sentencia definitivamente
firme por el dictada en fecha 24 de septiembre de 2007, el cual entre otras cosas se señaló:

“Observa el tribunal, que la Juez de la Primera Instancia, mediante auto de


fecha 07 de Mayo de 2.007 acordó la ejecución forzosa de la sentencia,
comisionando al Juzgado Ejecutor de Medidas de los Municipios de Tucupita,
Casacoima, Pedernales y Antonio íaz de la Circunscripción Judicial del
Estado Delta Amacuro para la práctica de dicha ejecución.

En fecha 27 de Mayo del 2008, se procedió a realizar la ejecución forzada, en


la cual se presentó la Defensora Pública Agraria, asistiendo al ciudadano
Pedro Francisco Moreno Pérez y se opuso a la ejecución forzada de la
sentencia, por lo que el juez ejecutor de medidas ordenó devolver la comisión
al Juez de Primera Instancia en materia agraria, y es esa oposición la que
motivó la sentencia apelada, dictada esta sentencia, una vez que culminó la
articulación probatoria abierta por la Juez de la causa.
Ahora bien, se observa que en el auto dictado en fecha 07 de Mayo del 2008 tal
como se dijo, la Juez de Primera Instancia Agraria, además de ordenar la
ejecución forzada de la sentencia, ordenó dar comisión de ejecución al Juez
Ejecutor antes mencionado, aun, cuando la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario
no prevé dentro de la estructura de la jurisdicción agraria competencia alguna
a cargo de los tribunales ejecutores de medidas y si contiene un mandato
expreso, para que sean los Juzgados de Primera Instancia Agraria los que
ejecuten las sentencias definitivamente firme o cualquier otro acto equivalente
que tenga fuerza de cosa juzgada, tal como lo señala el tercer considerando de
la Resolución dictada por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia en
fecha 22 de Febrero del 2006 y mediante la cual ordena el cese inmediato de
toda actividad de los tribunales ejecutores de medidas en el país, relacionada
con la ejecución de decisiones proferidas por tribunales con competencia
agraria por corresponderle a estos últimos tal actividad.
Siendo esto así se observa, que ordenada la ejecución forzada de la sentencia
07 de Mayo del 2007, el a quo, incurrió en una infracción de normas
procesal(sic) que tiene la naturaleza de ser de orden público al comisionar a
un juzgado ejecutor de medidas, a pesar de ser contrario a la Ley de Tierras y
Desarrollo Agrario y a la disposición expresa de la Sala Plena del Tribunal
Supremo de Justicia, dictada mediante la resolución antes señaladas, y al
hacerlo, actuó fuera de su competencia, originando además que el Juzgado
Ejecutor de Medidas, al realizar la ejecución de la sentencia, realizará un acto
para el cual no tenía asignada competencia.

Esto así tendremos, que tanto la comisión conferida al Juzgado Ejecutor de


Medidas para que ejecutara la sentencia definitivamente firme, como la
ejecución misma en la cual se originó la oposición decidida el 23 de Septiembre
del 2008 fueran realizadas en contradicción a la Ley de Tierras y Desarrollos
Agrario, por lo que éste tribunal debe proceder a anular, tanto la comisión
librada en fecha 07 de Mayo al Juzgado Ejecutor de Medidas, como la
ejecución realizada por ese tribunal en fecha 27 de Mayo del 2008 y en
consecuencia debe ordenar al Tribunal de Primera instancia en lo Civil,
Mercantil, Transito, Agrario, Bancario y Constitucional de la Circunscripción
Judicial del Estado Delta Amacuro proceda a ejecutar por sus propios medios,
en conformidad con la Ley de Tierras Y Desarrollo Agrario y la Resolución Nº
2006-00013 de fecha 22 de Febrero del 2006 dictada por la Sala Plena del
Tribunal Supremo de Justicia, la sentencia definitivamente firme dictada por
ese tribunal en fecha 24 de Septiembre del 2007, razón por la cual debe
declararse con lugar el presente recurso de apelación. Así se decide.”.

Ahora bien, la Defensora Pública Agraria expone su amparo contra la sentencia antes
referida en lo siguiente:
“ A la luz de lo decidido por el Juzgado Superior Quinto Agrario Civil Bienes de la
Circunscripción Judicial del estado Monagas con competencia en lo Contencioso
Administrativo de la Región Nor Oriental, en el fallo emitido en fecha 18 de junio de 2009
en cuanto a declarar con lugar la apelación interpuesta por esta Defensora Pública Especial
Agraria, y reponer la causa al estado de ejecución de la sentencia dictada por el a quo, así
como la admisión de las sedicentes pruebas promovidas por la apoderada judicial de la
parte actora en el proceso agrario, resulta claro que dicho juzgado violó las garantías
constitucionales referidas al debido proceso, derecho a la defensa y tutela judicial efectiva,
consagrados en los artículos 49 y 26 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, porque por una parte, silenció por completo el análisis de los argumentos de
hecho y de derecho que le permitieron arribar a la conclusión de declarar con lugar la
apelación ejercida por quien suscribe y en el mismo fallo ordenar la reposición de la causa
al estado ejecución del fallo dictado por el juzgado de la causa, lo que se traduce en una
evidente y palpable falta de motivación y manifiesta contradicción constitutiva de infracción
al debido proceso, derecho a la defensa y tutela judicial efectiva, otorgándole aparentemente
legalidad al inconstitucional desalojo efectuado por el Juzgado Ejecutor de Medidas en
contra de mi defendido. Tales argumentos y alegatos de la defensa no fueron examinados en
modo alguno por la recurrida, pues esta no llegó a explanar ni brindar ningún razonamiento,
de ninguna naturaleza, acerca de los fundamentos por los cuales consideró que mi defendido
debía desalojar el Fundo denominado el Cerro, limitándose tan solo a ordenar la reposición
de la causa al estado de Ejecución, pura y simplemente sin exteriorizar en ningún momento
la labor intelectual que lo llevó a determinar y arribar a la conclusión de que efectivamente
mi defendido debía desalojar el Fundo el Cerro donde posee una casa de habitación familiar,
y donde efectivamente tenía más de cuatro años desarrollando una labor productiva,
sembrando pasto y diversos cultivos de ciclos cortos, así como criando ganado bovino. En
este fallo el Juez Superior no otorgó explicación alguna sobre las pruebas que fueron
ratificadas en la audiencia de informe y los nuevos elementos probatorios presentados en el
juicio como por ejemplo el AUTO DE APERTURA PARA LA GARANTÍA DEL
DERECHO DE PERMANENCIA tampoco exteriorizó, ni individualizó las pruebas traídas
a los autos. Como juez Agrario no dicto medidas de oficio tendientes a esclarecer los hechos
ni los elementos de convicción empleados para proferir los respectivos pronunciamientos,
obviando el rango constitucional que poseen los postulados contenidos en la Ley de Tierras
y Desarrollo Agrario ( 271 LTDA) (sic). Aunado a todo lo anterior el juez olvido el contenido
del artículo 17 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario sobre todo en su parágrafo 2, ya
que en este caso la parte actora ha debido interponer recurso jerárquico contra el auto de
apertura del Derecho de Garantía de Permanencia otorgado a favor de mi defendido por
ante al Instituto Nacional de Tierras órgano facultado por mandato expreso de la Ley para
regularizar y administrar las mismas.(…) finalmente la parte solicita se declare
la NULIDAD por Inconstitucionalidad de la decisión dictada en fecha 14 de febrero de
2008, por el Tribunal Superior Quinto Agrario Civil Bienes de la Circunscripción Judicial
del estado Monagas con competencia en lo Contencioso administrativo de la Región Nor
Oriental, que ordenó la reposición de la causa al estado de ejecución y ORDENE la
restitución jurídica infringida es decir se restituya a mi defendido sobre el bien inmueble del
cual ilegalmente fue desalojado.”
Del estudio de las actas procesales, se observa que no obstante haber sido declarada
con lugar la apelación a favor de la hoy accionante en amparo, el hecho controvertido en
amparo, resulta a su criterio, la inmotivación de la sentencia y el error de juzgamiento (vicio
de silencio de prueba) por parte del Tribunal Superior Quinto Agrario Civil-Bienes de la
Circunscripción Judicial del estado Monagas, que a su vez conllevó al desalojo de su
representado el ciudadano Pedro Francisco Moreno Pérez, titular de la cédula de identidad
N° 9.912.804, por cuanto no brindó ningún razonamiento, limitándose sólo a ordenar la
reposición de la causa al estado de ejecución a cargo del juez agrario.
Asimismo señaló, que el fallo recurrido en amparo, no otorgó explicación sobre las
pruebas que fueron ratificadas en la audiencia de informe y los nuevos elementos probatorios
presentados en el juicio como por ejemplo, el auto de apertura para la garantía del derecho
de permanencia, ni individualizó las pruebas traídas a los autos. Asimismo, desatendió el
contenido del artículo 17 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario sobre todo en su parágrafo
3, referido al auto de apertura del derecho de garantía de permanencia otorgado a favor del
hoy quejoso por ante al Instituto Nacional de Tierras el cual riela en el folio 30 del presente
expediente.
Para resolver esta Sala Constitucional observa:
En primer término, resulta necesario determinar la naturaleza del amparo incoado,
que no es otra que el denominado “amparo contra decisión judicial”, estipulada en el
artículo 4 de la Ley Orgánica Sobre Derechos y Garantías Constitucionales.
En ese sentido, esta Sala Constitucional en sentencias dictadas el 27 de julio de 2000
(caso: “Segucorp”), el 4 de abril de 2001 (caso: “Cilo Antonio Anual Morales”), y el 3 de
mayo de 2004 (caso: “Italian Furniture, C.A.,) ha reiterado:

“(…) en el procedimiento de amparo el juez enjuicia las actuaciones del poder


público o de los particulares, que hayan podido lesionar los derechos
fundamentales. Pero, en ningún caso, puede revisar, por ejemplo, la aplicación
o interpretación del derecho ordinario, por parte de la administración o los
órganos judiciales, a menos que de ella se derive una infracción directa de la
constitución (…)”

En concordancia con las precedentes decisiones, de la revisión de las actas que


conforman el presente expediente esta Sala constató, que el Juzgado Superior Quinto Agrario
Civil-Bienes de la Circunscripción Judicial del Estado Monagas con competencia en lo
Contencioso Administrativo de la Región Nor Oriental, efectivamente omitió pronunciarse
en la sentencia recurrida con respecto al acto de apertura de la garantía de permanencia
emitido por el Instituto Nacional de Tierras a favor del presunto agraviado ciudadano Pedro
Francisco Moreno Pérez, así como de los efectos procesales derivados del mismo, lo cual
evidentemente nos coloca en presencia de un error de juzgamiento del juez, siendo necesario
determinar si tal infracción constituye una violación directa a las garantías supremas del
debido proceso y el derecho a la defensa que correspondían al hoy quejoso, para determinar
así la procedencia o no del presente amparo constitucional.
Así las cosas, la garantía de permanencia agraria es una institución jurídica del
derecho agrario venezolano, concebida en la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario como una
protección a la tenencia de la tierra, cuyo fin primordial es garantizarle a los productores
agrarios la continuidad en la posesión de la tierra que ocupan con fines productivos,
constituyéndose en una garantía especial que impide ser perturbados o desalojados, evitando
así la interrupción su actividad productiva lo cual favorece a la producción agroalimentaria
de la Nación.

Dicha garantía la encontramos consagrada en el artículo 17 de la Ley de Tierras y


Desarrollo Agrario, que establece en su parágrafo tercero lo siguiente:

“Artículo 17.- Dentro del régimen del uso de tierras con vocación para la
producción agrícola que permita alcanzar la soberanía alimentaria, se
garantiza: (…) Parágrafo Tercero: En cualquier estado y grado del proceso
judicial de que se trate, puede consignarse el acto dictado por el Instituto
Nacional de Tierras (INTI), que dé inicio al procedimiento para la
declaratoria de la garantía de permanencia, o el acto definitivo que la declara,
debiendo el juez o jueza de la causa abstenerse de practicar cualquier medida
de desalojo en contra de los sujetos beneficiarios de dicha garantía”. (…)

De la anterior norma parcialmente transcrita se observa, que el citado artículo 17 en


su Parágrafo Tercero, establece que el acto que dé inicio a dicho procedimiento, o el acto
definitivo que la declare, puede consignarse en cualquier estado y grado del proceso judicial
de que se trate, debiendo el juez o jueza de la causa abstenerse de practicar cualquier medida
de desalojo en contra de los sujetos beneficiarios de dicha garantía hasta tanto el directorio
del Instituto Nacional de Tierras se pronuncie o no sobre su procedencia.
El auto de apertura del procedimiento de la garantía de permanencia sirve de base
para dar inicio a un procedimiento administrativo formal, y no constituyen pronunciamientos
definitivos de la Administración Pública Agraria a cargo del Instituto Nacional de Tierras,
sino actuaciones de carácter instrumental, destinadas a alcanzar su fin.
En efecto, ese auto de apertura del derecho de permanencia constituye una especie
más de los denominados actos de mero trámite o preparatorios, dictado por la administración
agraria sobre las tierras determinadas en el artículo 2 de la Ley de Tierras y Desarrollo
Agrario, cuyo fin es garantizar provisionalmente, como su mismo nombre lo indica, la
permanencia de los sujetos señalados en los numerales 1° al 4° del artículo 17 eiusdem, que
trabajan de forma directa las tierras que ocupan, hasta tanto por órgano del Instituto Nacional
de Tierras sea declarada, negada o revocada la misma.
Sus antecedentes se retrotraen al llamado amparo agrario administrativo otorgado de
manera provisional por la extinta Procuraduría Agraria Nacional y posteriormente
confirmado o revocado por el también extinto Instituto Agrario Nacional, conforme a la
derogada Ley de Reforma Agraria y a la ley Orgánica de Tribunales y Procedimientos
Agrarios, en su Reglamento Parcial II, respectivamente.
Se suspende así los desalojos hasta tanto el Directorio del Instituto Nacional de
Tierras, ente rector de las políticas de regularización de tenencia de la tierra tal como lo
instituyen los artículos 115 y 117 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, se pronuncie o
no sobre su declaratoria definitiva. En tal sentido, si se otorga la declaratoria de permanencia
los ocupantes no podrán ser desalojados. En caso contrario, es decir, el acto que niegue la
declaratoria de la garantía de permanencia agraria el procedimiento de desalojo a seguir se
ejecutará conforme a lo previsto en el parágrafo cuarto del artículo 17 de la Ley de Tierras y
Desarrollo Agrario.
En el caso de marras, esta Sala Constitucional concluye que efectivamente la omisión
del Juzgado Superior Quinto Agrario Civil-Bienes de la Circunscripción Judicial del estado
Monagas con competencia en lo contencioso administrativo de la Región Nor Oriental de
pronunciarse con respecto al acto de apertura de la garantía de permanencia, desencadenó en
la flagrante violación al debido proceso y derecho a la defensa del hoy quejoso, por lo que
considera que la presente acción de amparo constitucional debe declararse con lugar, pues tal
y como resulta evidente fueron obviadas las consecuencias procesales de la acreditación en
autos del aludido acto de apertura consagrado en el artículo 17 de la Ley de Tierras y
Desarrollo Agrario, consecuencias estas que también fueron desconocidas por el Juzgado
Ejecutor de Medidas de los Municipios Tucupita, Casacoima, Pedernales y Antonio Díaz de
la Circunscripción Judicial del estado Delta Amacuro, que ejecutó el desalojo del hoy
agraviado actuando a espaldas de la referida protección legal y de la Resolución de la Sala
Plena N° 2006-00013 de fecha 22 de febrero de 2006 reseñada que impide las ejecuciones
de sentencias agrarias a cargo de tribunales ejecutores de medidas, resultado en el deber de
restituir inmediatamente en su posesión al ciudadano Pedro Francisco Moreno Pérez, para lo
cual se instruye suficientemente al Juzgado de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil,
Transito, Agrario, Bancario y Constitucional de la Circunscripción Judicial del estado Delta
Amacuro. Así se decide.
DECISIÓN

Por las razones que anteceden, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala
Constitucional, administrando justicia en nombre de la República por autoridad de la ley,
declara CON LUGAR la acción de amparo constitucional ejercida por la abogada Rojexi
Tenorio, en su carácter de defensora pública del ciudadano Pedro Francisco Moreno Pérez,
contra el fallo dictado, el 18 de junio de 2009, por el Juzgado Superior Quinto Agrario, Civil-
Bienes de la Circunscripción Judicial del estado Monagas con competencia en lo Contencioso
Administrativo de la Región Sur Oriental, el cual se ANULA.
En consecuencia, se mantiene al accionante en el ejercicio de sus derechos de
posesión sobre las tierras en litigio.
Publíquese y regístrese. Cúmplase lo ordenado. Remítase copia certificada de la
presente decisión al Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales.
Dada, firmada y sellada en el Salón de Despacho de la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los 03 días del mes de febrero de dos mil doce
(2012). Años: 201º de la Independencia y 152º de la Federación.

La Presidenta de la Sala,
LUISA ESTELLA MORALES LAMUÑO
Ponente
El Vicepresidente,

FRANCISCO ANTONIO CARRASQUERO LÓPEZ

Los Magistrados,

MARCOS TULIO DUGARTE PADRÓN

CARMEN ZULETA DE MERCHÁN

ARCADIO DE JESÚS DELGADO ROSALES


JUAN JOSÉ MENDOZA JOVER
GLADYS MARÍA GUTIÉRREZ ALVARADO
El Secretario,

JOSÉ LEONARDO REQUENA CABELLO


Exp. N° 09-1417
ANÁLISIS
La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia decide declarar CON
LUGAR (a favor) la acción de amparo constitucional ejercida por la defensora pública Rojexi
Tenorio en representación de su defendido Pedro Francisco Moreno Pérez.

Los fundamentos son los siguientes:

1.- El juzgado que dictó la sentencia apelada omitió pronunciarse sobre el auto de apertura
de la garantía de permanencia agraria emitido por el Instituto Nacional de Tierras a favor del
ciudadano Moreno Pérez.

2.- Esa omisión constituyó una violación al debido proceso y la defensa del ciudadano
Moreno Pérez, ya que el auto de apertura de la garantía de permanencia impide su desalojo
hasta tanto el Instituto Nacional de Tierras se pronuncie sobre la misma.

3.- Tanto el juzgado que dictó la sentencia apelada como el juzgado ejecutor de medidas que
ordenó el desalojo actuaron ignorando los efectos del auto de apertura de la garantía de
permanencia agraria.

Por lo tanto, la Sala Constitucional ordena:

1.- Anular la sentencia apelada y los actos derivados de la misma que ordenaron y ejecutaron
el desalojo de Moreno Pérez.

2.- Mantener en firme la sentencia inicial dictada a favor de Moreno Pérez pero aclarando
que solo surte efectos en relación a él y no contra la parte actora original.

3.- Mantener al ciudadano Moreno Pérez en el ejercicio de sus derechos de posesión sobre
las tierras en litigio.

Fundamentado en estas premisas, la Corte falla a favor de Moreno Pérez al determinar


que los tribunales inferiores ignoraron el auto de apertura de su garantía de permanencia
agraria, lo que violó su debido proceso, y anula su desalojo devolviéndole la posesión de las
tierras.
De manera que se trata de una acción de amparo constitucional presentada por una
defensora pública agraria en contra de una sentencia que declaró con lugar una apelación a
su favor, pero que omitió analizar argumentos y pruebas clave.

La defensora alega que esto violó el debido proceso y el derecho a la defensa de su


defendido, quien fue desalojado ilegalmente de un fundo que ocupaba.

La Sala Constitucional revisa el caso y determina que efectivamente el fallo recurrido


omitió pronunciarse sobre un acto de apertura de garantía de permanencia agraria emitido a
favor del defendido, lo cual constituye un error de juzgamiento que conllevó la violación de
sus derechos.

La garantía de permanencia agraria implica que el ocupante de una tierra no puede


ser desalojado hasta que el Instituto Nacional de Tierras se pronuncie definitivamente. Este
acto puede consignarse en cualquier etapa judicial para impedir desalojos.

Por tanto, al omitir analizar este acto de garantía de permanencia y desalojar


igualmente al demandado, se violaron sus derechos constitucionales.

Por ello, la Sala Constitucional declara con lugar el amparo, anula los fallos y
actuaciones que derivaron en el desalojo y ordena la inmediata restitución del demandado en
posesión de las tierras litigiosas.

En resumen, se tutela el derecho a la garantía de permanencia agraria reconocida en


la ley.

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