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Ésta puede
ocurrir varias veces durante la noche, periodo en el que pueden ser muy abundantes.
En algunos niños con enuresis nocturna pueden aparecer dificultades para despertarse
y estreñimiento.
Prevención
La mejor forma de prevenir la enuresis es educar al niño para controlar bien la
micción durante los años de aprendizaje.
Los expertos recomiendan que empiecen fijando la frecuencia con la que tienen que
acudir al baño y no levantarlo por la noche si el niño no pide ir al aseo.
Enuresis secundaria
El mejor tratamiento para evitar estas incontinencias es que el paciente siga rutinas
como miccionar antes de irse a la cama, llevar la cuenta de las noches que moja o no
la cama y no beber líquidos desde dos o tres horas antes de acostarse (sobre todo
refrescos con cafeína).
Además, existen unas alarmas de enuresis, que con un estruendoso sonido despierta al
niño. Se trata de un detector de humedad con una eficacia del 70 por ciento. Una vez
parezca solucionado el problema, es recomendable seguir usándola hasta tres semanas
después de la última incontinencia.
Junto con esto se podría reforzar el tratamiento con ejercicios de la vejiga, como
retrasar el máximo posible la micción para fortalecer esa zona.
La enuresis diurna puede presentarse con mayor probabilidad que la enuresis nocturna
después de que un niño ha tenido control de la vejiga durante al menos 6 meses a 1 año
(enuresis diurna secundaria). Este patrón de enuresis suele estar relacionado con una afección
médica, como una infección o una anomalía en las vías urinarias o con estrés emocional. El
tratamiento de la afección generalmente pondrá fin a la enuresis. Pero la enuresis diurna
puede ser una cuestión de desarrollo normal, sin causa médica.
La emisión involuntaria de orina durante el día (enuresis diurna) es común en los niños
más pequeños. Los niños pueden llegar a estar tan concentrados en el juego que se
olvidan de ir al baño. Además, podrían aguantar la orina demasiado tiempo. Estos niños:
Tienden a vaciar la vejiga solo 2 o 3 veces al día en comparación con las 5 a 7 veces
diarias que son normales.
A menudo no vacían la vejiga cuando se despiertan por la mañana.
A menudo no vacían la vejiga por completo cuando van al baño.
Ponerse en cuclillas.
Retorcerse, cruzar las piernas, juntar los muslos o usar las manos para contener la
orina.
Pararse muy quietos, como si se fuesen a orinar si se mueven.
sesoría psicológica. Las sesiones con un consejero pueden ser útiles para el niño
que se orina accidentalmente debido a estrés emocional. La asesoría puede
incluir psicoterapia o hipnosis (hipnoterapia). El objetivo es reducir o ayudar a
controlar el estrés o prevenirlo.
Tratamiento en el hogar
El tratamiento en el hogar puede ser todo lo que se necesita para mejorar la enuresis
diurna, sobre todo si la enuresis no se debe a ninguna afección médica ni al estrés.
Pruebe lo siguiente:
Si su hijo se demora en acudir al baño y aguanta la orina hasta que pierde el control y se
orina, pruebe lo siguiente:
Anime a su hijo a ir al baño cuando note señales de que él o ella tal vez necesite
ir, como ponerse en cuclillas, retorcerse, cruzar las piernas o pararse muy quieto.
Ofrézcale más líquido para beber. Beber más líquido aumentará la cantidad de
orina en la vejiga, lo que hará que su hijo tenga que ir al baño con más
frecuencia.
Haga que su hijo vaya al baño cada hora durante el día.
Anime a su hijo o hija a tomarse más tiempo en el baño para que sea más
probable que vacíe la vejiga