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Historia y Memoria

Selección de textos

Maurice Halbwachs: Memoria colectiva y memoria histórica (1950)

“La memoria colectiva no se confunde con la historia y la expresión memoria histórica no ha


sido una elección muy acertada, puesto que asocia dos términos que se oponen.”

“Hay varias memorias colectivas….La historia es una y se puede decir que sólo hay una
historia…. En el desarrollo continuo de la memoria colectiva no hay, como en la historia, líneas
de separación claramente trazadas, sino solamente límites irregulares e inciertos.”

“La historia puede representarse como la memoria universal del género humano. Pero no hay
memoria universal. Toda memoria colectiva tiene por soporte un grupo limitado en el espacio
y en el tiempo. Sólo se puede juntar en un único cuadro la totalidad de los hechos pasados si
se desprenden de la memoria de los grupos que conservaban su recuerdo, si se cortan las
amarras por las que estaban unidos a la vida psicológica de los medios sociales donde se
produjeron, si se retiene sólo el esquema cronológico y espacial. No se trata ya de revivirlos en
su realidad, sino de resituarlos en los marcos en los que la historia dispone los hechos, marcos
que permanecen exteriores a los grupos mismos, de definirlos oponiéndolos unos entre sí. Es
decir, la historia se interesa sobre todo por las diferencias y hace abstracción de las
semejanzas, sin las que no habría memoria, ya que sólo nos acordamos de los hechos que
tienen como rasgo común el pertenecer a una misma conciencia.”

“En apariencia, la serie de los acontecimientos históricos es discontinua, estando cada hecho
separado del que le precede o sigue por un intervalo en que no podemos creer que nada se
haya producido. En realidad, los que escriben la historia y observan sobre todo los cambios, las
diferencias, comprenden que, para pasar de unos a otros, hace falta que se desarrolle una
serie de transformaciones de las que la historia sólo percibe la suma (en el sentido del cálculo
integral) o el resultado final. Tal es el punto de vista de la historia porque examina el grupo
desde fuera y abarca una duración bastante larga…La memoria colectiva, por el contrario, es el
grupo visto desde dentro….La memoria colectiva es un cuadro de semejanzas y es natural que
se persuada de que el grupo permanece, ha permanecido idéntico, porque ella fija su atención
en el grupo y lo que ha cambiado son las relaciones o contactos del grupo con los otros. Ya que
el grupo sigue siendo el mismo, es necesario que los cambios sean aparentes; los cambios, es
decir, los hechos que se han producido en el grupo, se resuelven ellos mismos en similitudes…”

“Para Halbwachs, si bien una de las similitudes entre memoria e historia es que ambas son una
herencia colectiva, lo que marca la diferencia es la diversidad de memorias colectivas, frente a
la existencia de una sola historia. La historia se interesa en las diferencias, la memoria en las
semejanzas. La historia toma en cuenta las largas duraciones y ve a los grupos desde fuera,
mientras la memoria es el grupo visto desde dentro, durante un periodo que, regularmente,
no sobrepasa la vida media de un ser humano.”
Walter Benjamin (1937 y 1942) La memoria como el pasado de los vencidos, no de los
vencedores

“Articular históricamente lo pasado no significa conocerlo como verdaderamente ha sido.


Consiste, más bien, en adueñarse de un recuerdo tal y como brilla en el instante de un
peligro.” (Fragmento de la Tesis VI “Sobre el concepto de historia”)

“El sujeto que se sabe en peligro necesita de la memoria para salvarse, memoria significa
considerar el pasado insignificante como parte fundamental de la realidad….lo propio de la
historia es conocer el pasado y lo que preocupa a la memoria es la actualidad del pretérito.”

“En el ensayo El narrador. Consideraciones sobre la obra de Nikolai Leskov, de 1937, Walter
Benjamin habla de dos tipos de la memoria: en primer lugar, de la que atañe a las experiencias
de una persona que, a partir de procesos de rememoración y por medio de narraciones orales,
las transmite a un colectivo —ya sea su familia o los habitantes de su comunidad— y, en
segundo lugar, de la memoria de los relatos orales escuchados que se transmiten a la siguiente
generación. Los relatos por tanto conforman una tradición oral que crea continuidad entre las
generaciones. Benjamin hace entonces referencia a la dimensión social de la memoria
individual de los narradores, así como a la creación de una memoria colectiva acerca de relatos
épicos compartidos. Sin embargo, no utiliza el concepto "memoria colectiva"; tampoco habla
explícitamente de la "dimensión social" de estos relatos.”

“El narrador oral aporta a lo que en alemán se llama Erfahrungsschatz (tesoro de experiencia);
esto es, la memoria que describe Benjamin se refiere a la capacidad de observar atentamente
las relaciones humanas, costumbres, formas de solucionar conflictos así como los modos de
pensar que existían en los lugares que habían recorrido, los narradores orales transmitían en
sus relatos una sabiduría, enseñanza, moral o un consejo significativo para su auditorio.”

Pierre Nora (1984) Los lugares de memoria

“La historia es la reconstrucción siempre problemática e incompleta de lo que ya no es. Por ser
afectiva y mágica, la memoria se ajusta a detalles que la reafirman: se nutre de recuerdos
borrosos, empalmados, globales o flotantes, particulares o simbólicos. La memoria surge de un
grupo al cual fusiona, lo que significa, como dijo Halbwachs, que hay tantas memorias como
grupos, que es por naturaleza múltiple y demultiplicada, colectiva, plural e individualizada. La
historia por el contrario pertenece a todos y a nadie, lo cual le da vocación universal. La
memoria es un absoluto y la historia solo conoce lo relativo.”

“Los lugares de memoria son, ante todo, restos. La forma extrema bajo la cual subsiste una
conciencia conmemorativa en una historia que la solicita, porque la ignora. Es la des-
ritualización la que hace aparecer la noción de historia…Museos, archivos, cementerios y
colecciones, aniversarios, tratados, actas, monumentos, santuarios, asociaciones, son los
testigos de otra época, de las ilusiones de eternidad.”
“Los lugares de memoria nacen y viven del sentimiento de que no hay memoria espontánea,
de que hay que crear archivos, mantener aniversarios, organizar celebraciones, pronunciar
elogios fúnebres, labrar actas, porque esas operaciones no son naturales. Por eso la defensa,
por parte de las minorías de una memoria refugiada en focos privilegiados y celosamente
custodiados ilumina con mayor fuerza aun la verdad de todos los lugares de memoria.”

“Los lugares de memoria pertenecen a dos reinos, es lo que les confiere interés pero también
complejidad: simples y ambiguos, naturales y artificiales, abiertos inmediatamente a la
experiencia más sensible y al mismo tiempo fruto de la elaboración más abstracta. En la
mezcla es la memoria la que dicta y la historia la que escribe.”

Enzo Traverso: La historia como discurso crítico sobre el pasado

“La memoria es un conjunto de recuerdos individuales y de representaciones colectivas del


pasado. La historia, por su parte, es un discurso crítico sobre el pasado: una reconstrucción de
los hechos y los acontecimientos pasados tendiente a su examen contextual y a su
interpretación. Sin duda es posible reconocer en la memoria un carácter matricial muy anterior
a la pretensión de la historia de convertirse en ciencia. Concebida como un relato objetivo del
pasado elaborado según reglas, la historia se emancipó de la memoria, o bien rechazándola
como un obstáculo (los recuerdos efímeros y engañosos que alejaron con cuidado los
fetichistas del archivo), o bien atribuyéndole un estatus de fuente susceptible de ser explotada
con el rigor y la distancia crítica propios de todo trabajo científico”.

“Historia y memoria no son lo mismo y sin embargo hay que reconocer claramente que existe
una memoria histórica, es la memoria de un pasado que percibimos como clausurado y que ha
entrado a partir de entonces en la historia.”

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