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DOMINGO XX DEL TIEMPO ORDINARIO

¡Bienvenidos, queridos hermanos, a nuestra iglesia parroquial de Jesús


Artesano! Les pedimos encarecidamente apagar los dispositivos celulares para
no interrumpir la celebración de la Santa Misa. Asimismo, les rogamos
colaborar en el respeto a la casa de Dios y al prójimo absteniéndose de
conversaciones entre nosotros y evitando colocar los pies sobre los reclinatorios.

Monición de entrada
La liturgia de este domingo vigésimo del tiempo ordinario nos invita a
descubrir que son las disposiciones del corazón del hombre las que permiten
que él acceda a la salvación. Puestos en pie iniciamos nuestra celebración
cantando.

Monición a la Primera Lectura


Dios llama a los extranjeros invitándoles a estar en su monte santo, en su
templo, casa de oración. Escuchemos con atención la Primera Lectura.

Salmo responsorial
Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.

Monición a la Segunda Lectura


El apóstol san Pablo enseña que, así como el rechazo de Israel fue ocasión de
salvación para los gentiles, así también el testimonio de los gentiles será ocasión
de salvación para Israel. Escuchemos atentamente la Segunda Lectura.

Monición al Santo Evangelio


La mujer cananea manifiesta su fe desde su realidad: se reconoce de los perritos
que se comen las migajas que caen de la mesa de los amos. Puestos en pie
aclamemos al Santo Evangelio cantando el Aleluya.

Monición a la presentación de ofrendas


Junto al pan y al vino, ofrecemos a Dios nuestro compromiso de mirar el
corazón y disponerlo de la mejor manera para entrar en su salvación.
Acompañamos este momento con el canto.

Monición para la Comunión


Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa. Los que van a recibir a Jesús
Eucaristía han de estar en gracia de Dios, es decir, sin tener conciencia de
pecado mortal desde su última confesión bien hecha ante un sacerdote; y han
de haber guardado el ayuno eucarístico. Se les recuerda que haber faltado a
Misa en domingo o en fiesta de guardar es un pecado mortal. Comulgar en
pecado mortal sería cometer otro pecado peor: una comunión sacrílega. Los
demás toman asiento y, en silencio, hacen una comunión espiritual.
Acompañamos este momento con el canto.
Oración Universal

1. Por el Papa Francisco y por nuestro arzobispo Carlos Castillo, para


que, a través de su predicación, manifiesten la universalidad y la
proximidad de la salvación de Dios para con los hombres.
Roguemos al Señor.

2. Por nuestros gobernantes, para que, iluminados por el Espíritu


Santo, tomen decisiones que promuevan la dignidad de la persona y
el desarrollo de los pueblos.
Roguemos al Señor.

3. Por los que sufren las consecuencias de la negligencia y la


inoperancia de los poderosos según este mundo, para que,
reconfortados por el Espíritu de Dios, perseveren en la oración y en
el buen obrar.
Roguemos al Señor.

4. Por cada uno de nosotros, para que, siguiendo el ejemplo de la


mujer cananea, busque a Jesús con sinceridad de corazón, dirija su
oración con confianza en Él y le reconozca como Dios y Señor de su
vida.
Roguemos al Señor.

5. Por las vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras, para que


muchos jóvenes de nuestra comunidad parroquial, experimentando
la misericordia de Dios en sus vidas, se entreguen a su servicio y
perseveren en el llamado que Él les ha hecho.
Roguemos al Señor.

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