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MONICIÓN DE ENTRADA
Queridos hermanos, sean todos bienvenidos a la casa de Dios, en la que nos
disponemos para celebrar la Santa Misa, en este segundo domingo de Cuaresma,
encaminándonos hacia la Pascua con Cristo. Este es el domingo de la
transfiguración: Cristo deja ver su gloria a sus discípulos, como un anticipo de su
resurrección.
La Liturgia de la Palabra de hoy nos llama a la vida plena, nos llama a una
transfiguración. Dios nos llama por nuestro nombre y nos invita a salir de nuestros
límites y ponernos en marcha hacia la plenitud, que es Jesucristo, su Hijo Amado.
Sólo haciéndole caso a su Hijo lograremos esa transformación radical. Nos ponemos
en pie, para celebrar la santa misa entonando el canto de entrada.
Escucharemos ahora una lectura muy breve del Antiguo Testamento, pero que marca
un momento decisivo en la historia de la salvación. Abrahán escucha la llamada de
Dios y por su respuesta y disponibilidad, es considerado modelo para los creyentes
de todos los tiempos. Escuchemos con atención.
Salmo 32:
El Señor es compasivo y misericordioso.
1. Para que nuestra Iglesia vaya cada día encaminándonos hacia la gloria de Cristo,
purificándonos de nuestras manchas, a través del sacramento del perdón, durante
este tiempo de Cuaresma. Roguemos al Señor.
2. Por el Papa, obispos y sacerdotes, para que en este tiempo de Cuaresma sean
dispensadores generosos de la misericordia de Dios. Roguemos al Señor.
3. Por todos los hombres del mundo, para que en medio sus angustias y a pesar de sus
pecados, confíen en la misericordia de Dios y busquen la luz que sólo puede venirles
de Cristo. Roguemos al Señor.
4. Por los peregrinos y emigrantes, los hombres sin techo y sin patria, para que esa
gloria que hoy se nos ha manifestado a nosotros, les ilumine también a ellos para que
encuentren el camino a una vida mejor. Roguemos al Señor.
5. Para que los que celebramos hoy esta santa Misa, preparemos nuestros corazones
para que lleguen a ser, por medio de la penitencia cuaresmal, tierra fecunda en la que
la Palabra de Dios produzca buenos y abundantes frutos. Roguemos al Señor.
OFRENDAS:
2. VINO: Te presentamos Señor este vino, que es materia para el sacrificio eucarístico,
que convertido en la sangre del Señor es bebida de Redención. Recíbelos Señor.
Iluminados por la gloria de Dios nos encaminamos ahora al altar, para presentar
nuestras humildes ofrendas de pan y vino, que se convertirán en la presencia
vivificante de Cristo Jesús.
También ofrecemos con amor nuestra ofrenda material para el trabajo pastoral de
nuestra parroquia. Entonamos el canto del ofertorio.
MONICION DE COMUNIÓN:
Acerquémonos ahora a recibir el Cuerpo de Cristo y pidámosle que transforme
nuestra vida para llegar transfigurados por su misericordia a las festividades
pascuales.
Recordamos que los hermanos convivientes que no han recibido el sacramento del
matrimonio religioso no pueden comulgar, acompañamos al canto de comunión.
MONICION FINAL:
3. Por todos los hombres del mundo, para que en medio sus
angustias y a pesar de sus pecados, confíen en la misericordia de
Dios y busquen la luz que sólo puede venirles de Cristo.
Roguemos al Señor.
5. Para que los que celebramos hoy esta santa Misa, preparemos
nuestros corazones para que lleguen a ser, por medio de la
penitencia cuaresmal, tierra fecunda en la que la Palabra de Dios
produzca buenos y abundantes frutos. Roguemos al Señor.