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Saussure
los signos lingüísticos están compuestos por una relación entre un significante (la
forma física o acústica del signo) y un significado (la idea o concepto asociado con
el signo)
VALOR LINGÜÍSTICO
los signos lingüísticos adquieren su significado y función en virtud de las diferencias
y oposiciones que tienen con otros signos en el sistema de una lengua.
Saussure sostiene que el valor lingüístico no radica en la relación directa entre un
signo y su referente en el mundo real, sino en las relaciones diferenciales
establecidas entre los signos dentro de la estructura de la lengua
El valor lingüístico se establece por medio de la oposición binaria entre los signos.
Por ejemplo, en una lengua, la diferencia entre los sonidos /p/ y /b/ (como en "pato"
y "bato") es significativa porque esos dos sonidos se oponen y marcan una
diferencia de significado en las palabras.
RELACIONES
Las relaciones sintagmáticas se refieren a las conexiones lineales y secuenciales
que existen entre los elementos lingüísticos en una oración o en un enunciado. Estas
relaciones están determinadas por las reglas gramaticales y sintácticas de la
lengua. En un nivel sintagmático, los elementos se combinan y se organizan en
secuencias coherentes para formar unidades más grandes y significativas, como las
oraciones. Saussure describe las relaciones sintagmáticas como "colocaciones" o
combinaciones lineales de elementos lingüísticos que siguen las reglas
estructurales de la lengua.
crítica la noción de Saussure de que los signos son arbitrarios y establece que los
signos también pueden ser motivados. Para Barthes, los signos no solo adquieren
significado a través de la convención social, sino que también pueden estar
vinculados a la experiencia individual y al contexto cultural. En este sentido, Barthes
enfatiza la importancia de considerar la dimensión cultural y social en el análisis
semiótico.
Barthes, si bien reconoce estos conceptos de Saussure, también los amplía y los
adapta a su enfoque semiológico más amplio. En lugar de restringirse a la lengua
como un sistema lingüístico específico, Barthes utiliza el término "lenguaje" de
manera más amplia, para incluir todos los sistemas de signos presentes en la
comunicación humana, tanto verbales como no verbales.
Para Barthes, el lenguaje es un fenómeno más amplio que abarca todas las formas
de comunicación, incluyendo la moda, la publicidad, el cine, etc. Considera que estos
sistemas de signos tienen su propia estructura y reglas, similares a las reglas de la
lengua de Saussure. Por lo tanto, la noción de lenguaje de Barthes se extiende más
allá de la dimensión lingüística y abarca todas las prácticas comunicativas.
Barthes explora diversos sistemas de lenguaje más allá del lenguaje verbal para
ejemplificar el enfoque amplio de la semiología.
LENGUA Y HABLA
Según Barthes, la lengua es un sistema de signos establecido y convencionalizado
dentro de una comunidad lingüística. Es un conjunto de reglas y estructuras que
permiten la comunicación y la producción de significados. La lengua es social y
colectiva, y existe independientemente de los hablantes individuales. Es un sistema
que está presente antes de que cualquier hablante particular lo utilice
SIGNIFICADO Y SIGNIFICANTE
Barthes sostiene que el significado se refiere a la representación mental o
conceptual de un objeto, idea o fenómeno. Es la imagen o idea asociada a un signo
en la mente de quien lo percibe. Por otro lado, el significante es la forma material o
perceptible del signo, como una palabra, una imagen o un sonido. Es la
manifestación sensible que evoca el significado en la mente del receptor.
Son dos caras de la misma moneda, ya que el significado solo se puede expresar a
través del significante, y el significante sólo adquiere sentido a través del significado
que le atribuimos. Esta relación entre significado y significante es lo que constituye
el signo lingüístico
Barthes también destaca que los significados no son fijos ni universales, sino que
están sujetos a interpretación y construcción social. Los significados pueden variar
según el contexto cultural, la experiencia individual y las asociaciones simbólicas
que se establezcan. Además, los significados pueden ser polisémicos, es decir,
tener múltiples interpretaciones y connotaciones
SINTAGMA Y SISTEMA
Barthes define el sintagma como la combinación secuencial de elementos
lingüísticos que forman una unidad significativa más amplia. Es la estructura lineal y
secuencial de signos que se articulan en una cadena significativa. Por ejemplo, en
una frase, el sintagma es la secuencia de palabras que se combinan para formar una
unidad de sentido.
Por otro lado, el sistema se refiere a la estructura de relaciones entre los elementos
que componen un conjunto de signos. Es la organización estructural y jerárquica de
los elementos que conforman un sistema de signos. El sistema establece las reglas
y las posibilidades de combinación entre los signos, determinando así las opciones
de significado dentro de un contexto dado.
DENOTACION Y CONNOTACION
Barthes define la denotación como el nivel básico y objetivo de significado de un
signo. Es la representación literal y descriptiva de un objeto o un concepto, sin
implicaciones adicionales. La denotación se refiere al sentido directo y
generalmente aceptado de un signo, que puede ser compartido por una comunidad
lingüística o cultural.
Por otro lado, la connotación se refiere a los significados asociados o sugeridos por
un signo más allá de su sentido denotativo. Es la carga simbólica, subjetiva y cultural
que se atribuye a un signo y que puede variar según el contexto y las
interpretaciones individuales. La connotación implica asociaciones, valores,
emociones y juicios que se evocan a través del signo.
SEMIÓTICA DE LA SIGNIFICACIÓN
Cuando se pueden generar nuevas funciones semióticas a través de convenciones
sociales. ESTABLECIMIENTO DE REGLAS. TEORIA DE LOS CODIGOS
NO DEPENDE DE LA SEMIÓTICA DE LA COMUNICACIÓN.
En su tratado "Semiótica General", Umberto Eco aborda los límites y fines de una
teoría semiótica de manera exhaustiva
1. Signo triádico: Eco introduce la noción del signo triádico, que consta de tres
elementos interrelacionados: el representamen, el objeto y el interpretante. El
representamen es el signo en sí mismo, que actúa como mediador entre el
objeto y el interpretante. El objeto es aquello a lo que el signo hace referencia
o representa, mientras que el interpretante es la interpretación o comprensión
que se deriva del signo. Eco sostiene que esta relación triádica entre
representamen, objeto e interpretante es fundamental para comprender el
proceso de significación y la función de los signos en la comunicación.
2. Semiosis infinita: La semiosis infinita se refiere al proceso de interpretación
continua y sin fin que ocurre a través de los signos. Eco argumenta que
cuando un interpretante se convierte en un nuevo representamen, se
establece una cadena interminable de interpretaciones sucesivas. Esto
implica que la interpretación de un signo siempre da lugar a nuevos signos y a
su vez, a nuevas interpretaciones. La semiosis infinita señala la naturaleza
dinámica y en constante evolución del significado, en la que los signos
generan un proceso de referencia y significación inagotable.
¿DOMINIO O DISCIPLINA?
Eco plantea que la semiótica puede ser vista tanto como un dominio autónomo del
conocimiento, con sus propios métodos y objetos de estudio, o como una disciplina
que se entrelaza con otras disciplinas y se aplica en diversos campos. En este
sentido, argumenta que la semiótica tiene una naturaleza interdisciplinaria y que su
enfoque puede variar dependiendo de la aplicación específica
Por un lado, Eco defiende la idea de que la semiótica es un dominio propio que tiene
un cuerpo teórico y metodológico bien establecido. Propone que la semiótica tiene
un conjunto de principios y conceptos centrales que son fundamentales para el
análisis de los signos y la interpretación de la comunicación humana. Desde esta
perspectiva, la semiótica se define como una disciplina con su propio objeto de
estudio y sus propias reglas.
Por un lado, Eco sostiene que la comunicación es un fenómeno más amplio que
abarca los procesos de intercambio de información entre los seres humanos y otros
organismos. La comunicación implica la transmisión de mensajes a través de
diferentes medios, como el lenguaje verbal y no verbal, con el objetivo de transmitir
información y establecer interacciones sociales. La comunicación se refiere al
aspecto externo y observable de la interacción entre los seres vivos.
Por otro lado, Eco argumenta que la significación es un aspecto más profundo y
complejo de la comunicación. La significación se relaciona con la atribución de
sentido y la comprensión de los signos. Los signos son unidades fundamentales en
la construcción de la significación, ya que representan algo más allá de ellos
mismos y requieren de una interpretación por parte de los receptores. La
significación implica la conexión entre los signos y los objetos o conceptos a los que
hacen referencia, y también implica la interpretación subjetiva por parte de los
intérpretes
Peirce propuso una teoría del signo que se basa en tres componentes
fundamentales: el signo, el objeto y el interpretante. Umberto Eco aborda esta teoría
y la desarrolla en su tratado, proporcionando una perspectiva detallada sobre la
semiótica peirceana.
Eco destaca la importancia del concepto de triadicidad en la teoría de Peirce. Según
Peirce, un signo siempre implica una relación triádica entre el signo mismo, el objeto
al que se refiere y el interpretante, que es el efecto que el signo produce en el
intérprete. Esta noción de triadicidad subraya la naturaleza dinámica y procesual del
signo, en lugar de considerarlo como una entidad estática.
1. Icono: Peirce describe el icono como un tipo de signo que se relaciona con su
objeto a través de una semejanza o similitud. Un icono tiene una forma o
cualidad que se asemeja o representa alguna característica o aspecto del
objeto al que se refiere. Por ejemplo, una fotografía de una flor puede ser un
icono de esa flor, ya que muestra una semejanza visual con la flor real.
2. Índice: Peirce define el índice como un tipo de signo que se relaciona con su
objeto a través de una conexión o contigüidad directa. Un índice establece
una relación de causa y efecto o una relación espacial y temporal con su
objeto. Por ejemplo, el humo es un índice de fuego, ya que indica la presencia
de fuego.
3. Símbolo: Peirce describe el símbolo como un tipo de signo que se relaciona
con su objeto a través de una convención o acuerdo culturalmente
establecido. Los símbolos son signos que tienen un significado
convencionalmente asignado por una comunidad o cultura. Ejemplos de
símbolos son las palabras en un lenguaje, los números o los gestos con
significado cultural.
Tercera tricotomía:
Se refiere a la clasificación de los modos de ser de los signos según su función en
tres categorías. Estas categorías son:
DISPERSIÓN DE MÉTODOS
Uno de los problemas que emerge de la semiótica, es el de la variedad de
direcciones de investigación o el de diversidad de puntos de referencia, sean
metodológicos, teóricos o empíricos
la semiótica aparece cada vez más como una ciencia accionada a las situaciones
fronterizas: ciencia que toca en su propia demarchè reservas que corresponden a
otras ciencias: psicoanálisis, sociología, lingüística, ciencias literarias, historia del
arte, crítica, etc.
● PRESEMIÓTICA
Desarrollo del signo lingüístico por los griegos: El signo parece ser definido como
“aquello que remite a otra cosa, o natural o convencionalmente”(Platón). Primer
punto, la relación entre el signo lingüístico y su designado, o si se quiere, la
oposición entre la remisión convencional o natural a la realidad. choque entre dos
posiciones.
Con Platón y Aristóteles, entra en juego un tercer elemento, el concepto. “Las cosas
que son, que se verifican en la voz, son símbolos de los afectos del alma, y los
escritos son símbolos de las cosas que está en la voz; y como los signos grácos no
son los mismos para todos, tampoco las formas fónicas son las mismas; ellos son
signos de éstas, los afectos del alma son los mismos para todos y las cosas, de las
que estos afectos son imágenes similares, son también las mismas para todos”
Aristóteles.
Para èl, existe una relación unívoca entre palabra y cosa; hablar signica nombrar
cosas precisas en la constitución de un sentido que no puede ser diferente de sí
mismo
San Agustín
distingue entre los signos y las cosas armando que los primeros son objetos usados
para significar a otro, mientras que las segundas son objetos que no sirven a este
fin; con esta distinción moviliza de hecho una categoría, la del uso, que añade a una
valencia directamente pragmática una justificación social y una dimensión
intencional
En el uso de un signo entra siempre, aún en las formas de una práctica directa, una
dimensión del querer expresarse y una dimensión de relación o intercambio
comunicativo, y por lo tanto social. “Para que una cosa funcione como signo es
necesario que el intèrprete sepa que ella es un signo”