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La cerveza empezó a surgir en distintas partes del mundo y se comenzó a sustituir el vino
por la cerveza. Con la instauración del imperio de Carlomagno, los monasterios fueron
importantes centros de producción alcohólica. Los monasterios del sur se dedicaban a la
producción de vino (debido al clima, que les permitió el desarrollo de la viña). En la región
del norte, los monasterios se dedicaron a la producción de cerveza (porque había una
climatología más prospera para el cultivo de cebada).
En Europa central la cerveza producida por los monjes la destinaban a su propio consumo
(con un consumo elevado, debido al agua contaminada) y al de los peregrinos y pobres.
Además, la cerveza era parte de la dieta cotidiana porque aportaba nutrientes
compensando la falta de alimento de la época.
La difusión del lúpulo (materia prima para la producción de cerveza, la cual preservaba por
más tiempo la bebida) en Europa fue lenta por el impacto sobre la base tributaria local en
muchas regiones.
En el siglo XIV los monasterios empezaron su declive como centros de producción y fueron
desplazados paulatinamente por una industria en manos de laicos. Lo que se hizo fue una
privatización de la cerveza porque los monasterios estaban vinculados a las parroquias
locales (no pagaban tributos), así que los gobiernos locales privatizaron la producción de
cerveza para defender ingresos fiscales.
Por otro lado, también se incrementó la demanda a finales del siglo XIV y el XV, tras la
aparición de la peste negra, debido al aumento de los ingresos de los individuos y el
sustituir el consumo de agua por el de cerveza (debido a la incertidumbre que generaba el
agua, ya que sufría contaminación). Otra razón fue la expansión comercial, ya que
aparecieron los inns y las tabernas.
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, se generaron diversas innovaciones tecnológicas
y descubrimientos científicos en cuanto al proceso de la fabricación de cerveza. Estas
transformaciones, que surgieron en el siglo de oro, dieron lugar a la aparición de costos
fijos más altos en la fabricación de cerveza, dando paso a las economías de escala y la
consolidación de la gran empresa.
En cuanto al campo tecnológico, una de las innovaciones fue la posibilidad de producir frío
artificial, lo que permitía producir durante todo el año sin importar la climatología. Y otra
innovación fue la generación de energía de vapor, que permitía mayor productividad y
reducción de costes de transporte.
La invención de máquinas que ayudaban a fabricar frío artificial reducía los costes. Con
este sistema algunas cerveceras llegaron a formar parte de los principales productores de
hielo de la provincia donde operaban al lanzar al mercado parte de sus excedentes.
PRECIOS y COSTOS
Hacia mediados del siglo XVII, el sector cervecero, junto con otras industrias de
abastecimientos, quedó regulado por el sistema de estanco, donde un privilegio real
otorgaba a un único productor el monopolio exclusivo de fabricación, comercio y
distribución en una determinada área a cambio de pagos al gobierno, limitando la
competencia en lugar de promover un mercado libre.
En el siglo XVIII, surgieron reales fábricas respaldadas por la Corona en diversas industrias,
con financiamiento y ventajas para mejorar la calidad de las manufacturas y reducir las
importaciones. Esto se aplicó también a las industrias militares y suntuarias, además de
estar vinculado a los monopolios fiscales, como en el caso del sector cervecero, que pasó a
ser administrado directamente por la Corona bajo la dinastía de los Borbones.
Los precios de la cerveza en Madrid entre 1601 y 1661, basados en documentos del
Archivo Histórico Nacional, mostraron una tendencia creciente a lo largo del período.
Inicialmente, hubo una disminución de casi la mitad, desde 0,41 reales en 1601 hasta 0,22
reales en 1605, debido a la intervención gubernamental en el precio. Sin embargo, los
aumentos posteriores se explicaron por el incremento en el costo de los cereales
utilizados en la producción de cerveza.
Los datos de precios del vino en Madrid durante el siglo XVII son escasos, pero se sabe que
se aplicaban altos tributos a esta bebida. En comparación, el precio del litro de cerveza en
1662, estaba aproximadamente un 5% por encima del precio del vino más vendido. La
diferencia en el consumo de ambas bebidas en 1733 podría atribuirse a la calidad de la
cerveza producida en un sector monopolizado.
Como no se pudo conseguir un resumen de este cap, toca guiarnos con la actividad que
hicimos
Capítulo 5: La demanda de cerveza y el papel institucional,
1815-1870
Las cuatro ciudades con mayor número de cervecerías disponen de costa. Esta
circunstancia les otorgaba la posibilidad de dar salida a su producción cervecera al
disponer de extranjeros provenientes de la parte meridional europea que estaban de paso
por España o se habían constituido en colonias.
La evolución de los precios de la cerveza y el vino: Durante la primera década del siglo XIX
se registró una inflación debido al agotamiento del modelo de crecimiento económico del
Setecientos (transición hacia la industrialización, el mercantilismo, el crecimiento del
comercio y la banca), principalmente por conflictos armados y la crisis fiscal. Debido al
incremento de competencia con la aparición de fabricantes de cerveza sin duda alentó el
proceso de estabilidad y en algunos años la reducción de los precios de la bebida
A finales del periodo (1868-1869), la diferencia entre los precios del vino común y la
cerveza hacía que el primero pudiera imponerse en el consumo de las clases populares.
La escasez de envases de vidrio: Uno de los retos a los que se enfrentaba el sector
cervecero madrileño era el de la falta de envases para la cerveza. Por ello, con el
objetivo de incentivar una industria de envases nacional, el Gobierno publicó una
Real Orden que regulaba los derechos de entrada de cerveza en botellas
procedentes del extranjero. Mediante esta Real Orden se levantó el
prohibicionismo sobre la importación de cerveza envasada en botellas, aunque
con unos tipos arancelarios cuantitativamente elevados. Pero esto no llego a crear
de inmediato un mercado de envases. El descenso en los precios de los envases de
vidrio surgidos de la industria nacional debe atribuirse a un crecimiento de la
capacidad productiva en este sector, ya que al seguir el consumo de cerveza una
tendencia creciente, como se ha observado al principio de este capítulo, también
fue en aumento su demanda de envases.
Las mayores inversiones necesarias para producir cerveza de baja fermentación darían
lugar a la aparición de economías de escala que llevaría a la concentración de la
producción en dos compañías: Ernesto Petry (Moritz) y la S.A. Damm. Se llevó a cabo una
alta inversión que limitó la entrada de otras empresas, y llevó a la desaparición de otras
múltiples (pequeños fabricantes).
1. FINANCIACIÓN
Se tenía registro de que la compañía Damm empezó con 100 mil pesetas . Otra
compañía fue Cammany y Cía., fundada en 1899 con un capital social de 200.000
pesetas, financiado por socios de la burguesía catalana Miklas y Musolas, S. en C. fue
la cuarta de las grandes cerveceras barcelonesas. Se constituyó en 1902 con un
capital La Cerveza en España 3 social de 2.500.000 pesetas y un desembolso inicial
de algo más de 900.000 pesetas.
2. ASOCIACIONISMO
Ante este escenario, las cuatro cerveceras, Ernesto Petry, Joan Musolas, Hijos de J.
Damm y E. Cammany y Cía., acordaron reunirse para defender «los intereses
generales del sector» y planearon la creación en 1906 de la Agremiación de
Fabricantes de Cerveza de Barcelona. Una de las primeras medidas adoptadas por la
nueva asociación, en septiembre de ese mismo año, se materializó en un acuerdo
para prohibir el establecimiento de nuevas instalaciones de surtidores de cerveza
promocionales en bares y restaurantes, lo que aplacaba el clima de competencia
Más adelante, un nuevo acuerdo llevado a cabo por los cuatro fabricantes llevó a
repartirse el impuesto de consumos establecido sobre la cerveza y la aplicación de
distintos precios según la zona de venta. Para esta última cuestión dividieron el
mercado nacional en siete zonas de actuación y fijaron además distintos precios de
venta para establecimientos y particulares con vigencia hasta 1920
3. PROCESOS DE FUSIÓN
En 1909 se celebró una reunión entre Hijos de J. Damm y Juan Musolas, Sociedad en
Liquidación, para estudiar un proyecto de fusión con la idea de integrar con
posterioridad a E. Cammany y Cía. A los pocos días de esa reunión, los abogados y
representantes de las tres firmas fueron convocados con la finalidad de aprobar un
principio de acuerdo.
Por último, aunque esta industria históricamente había dependido del capital, los
conocimientos y la tecnología extranjeros, una vez implantadas definitivamente las
compañías dominadoras del sector en 1913, la mayor parte de su capital fue
español.
Por último, este prominente proceso de competencia quedó finalmente frenado tras
la creación de la Asociación de Fabricantes de Cerveza en 1922 por parte de las
grandes cerveceras españolas, que se organizaron para eliminar la competencia en
el sector y crear barreras a la aparición de futuros competidores.
Capítulo 8: La demanda de cerveza y el papel institucional,
1870- 1913
El consumo de cerveza
Hay pocas fuentes que documenten el consumo de cerveza en España. En cuanto a las
bebidas alcohólicas, España prefería el vino, sin embargo, es de reconocer las inversiones
realizadas para la producción de cerveza, a pesar de no ser una industria que tuviera un
consumo consolidado en España.
Durante el final del siglo XIX y principios del siglo XX, hubo una gran inversión en la
industria cervecera, que llevó al aumento de los establecimientos de venta de cerveza.
Barcelona en el último cuarto del siglo XIX se pobló de muchas cervecerías, algunas
con lujo y otras que también prestaban el servicio de café-restaurant. Además, un
factor clave que ayudó a la popularización de la cerveza fue su inclusión en las cartas
de los restaurantes.
No sólo Barcelona tuvo una rápida evolución de la industria cervecera, sino también
municipios aledaños, como Gracia, Sant Martí de Provencals.
El conjunto español
Lo que respecta a Madrid, se hizo tan popular la cerveza, que llegó a reemplazar al
vino en las mesas de las personas adineradas y, además, comenzó a hacer asequible
a todos los bolsillos de la población, lo que le hizo recoger un número mayor de
consumidores.
En 1869 el precio de la cerveza era levemente superior al del vino de buena calidad, y
superior al de calidad común. Sin embargo, los precios tenderían a regularse e incluso la
cerveza llegó a ser más barata a inicios de la década de los setenta. La regularización de los
precios de la cerveza y el vino también se vio influenciada por una plaga que atacó los
viñedos franceses, generando que Francia tuviera que demandar vino extranjero, entre el
cual se encontraba el español, lo que a su vez provocó una baja oferta de vino en España,
y, por lo tanto, un aumento en el precio de éste, e incentivó a la extensión del cultivo de
vides.
El aumento del precio del vino coincidió perfecto con la gran inversión en la industria
cervecera.
A principios del siglo XX, la cerveza fue gravada con grandes impuestos, haciendo elevar el
precio de ésta, pero luego se estabilizó cerca al precio del vino en 1911, cuando se abolió
el impuesto a la cerveza.
La primera regulación sobre la calidad de la cerveza fue en 1908. Esto sirvió para
impulsar a sector cervecero en España, ya que se debía "salvaguardar" el honor de la
bebida, ya que estaba creciendo en popularidad, pero que no tenía una
estandarización en su proceso de producción.
La cerveza era gravada por menos impuestos que el vino y los aguardientes.
Evidentemente, los productores de vino, no contentos con aquella situación,
ejercieron presión; presión la cual rindió frutos. Cuando iban a aumentar los
impuestos sobre la cerveza en Madrid, casi inmediatamente las fábricas tuvieron
que cerrar o trasladar el incremento del impuesto al consumidor. El sector vinícola
estaba en grave decaimiento, lo que hizo que el Gobierno eliminara sus impuestos,
impuestos los cuales tuvieron que recaer, una vez más, en la industria cervecera.
El comercio exterior
La Europa septentrional era la mayor productora de cerveza y ésta había formado parte
importante de su cultura durante siglos. En cambio, los países mediterráneos eran
tradicionalmente de consumo vinícola. En el ranking europeo en producción de cerveza de
1871 a 1913, lideraban UK y Alemania, mientras que España se encontraba en undécimo
lugar.
A lo largo de unos 40 años, España experimentó un cambio significativo en su consumo de
cerveza, pasando de un consumo limitado en las ciudades a un consumo más generalizado
en toda la Península, gracias a la industrialización del sector cervecero.
Además, España logró una alta industrialización en la producción de cerveza, con una
producción promedio por fábrica que la situaba en el cuarto lugar en Europa. Esto se logró
mediante la adopción de tecnologías y prácticas modernas, incluyendo la imitación e
importación de tecnologías de otros países europeos. En consecuencia, España se
convirtió en uno de los principales productores de cerveza en la Europa mediterránea,
ocupando el segundo lugar después de Francia.
Conclusiones
La llegada de la filoxera en el siglo XIX redujo la producción y calidad del vino, lo que
benefició a la industria cervecera en España. Se invirtió en la fabricación de cerveza, y los
aranceles redujeron la importación de cerveza extranjera, impulsando el sector cervecero
en el país. La industria cervecera en España, establecida antes de la Primera Guerra
Mundial con inversión española, compitió con la industria vinícola. A pesar de la crisis de la
filoxera en la viticultura, la cerveza se consolidó como una de las primeras industrias de
alimentos en España en adoptar tecnología avanzada.