Está en la página 1de 2

CHRISTUS VIVIT

María Gallardo Díaz y Mireia Iñigo Llàcer

Esta parte del trabajo engloba desde el párrafo 102-200, y estas frases son las que más nos
han resonado, y a partir de ellas hemos llegado a distintas conclusiones.
- Alégrate con tu Amigo que triunfó.
- Aunque los amigos pueden ser muy diferentes entre sí, siempre hay algunas cosas en
común que los llevan a sentirse cercanos.
- Se experimenta mayor alegría en dar que en recibir.
- Así como te preocupa no perder la conexión a Internet, cuida que esté activa tu conexión
con el Señor.
- Los jóvenes están llamados a proyectarse hacia adelante sin cortar con sus raíces, a construir
autonomía, pero no en solitario.
- Para ello hay que estar atentos a una tentación que suele jugarnos una mala pasada: la
ansiedad.
-Tú tienes que descubrir quién eres y desarrollar tu forma propia de ser santo, más allá de lo
que digan y opinen los demás.
- A veces toda la energía, los sueños y el entusiasmo de la juventud se debilitan por la
tentación de encerrarnos en nosotros mismos, en nuestros problemas, sentimientos heridos,
lamentos y comodidades.
- Hay hermosura, más allá de la apariencia
- Hemos de amar nuestra hora con sus posibilidades y riesgos, con sus alegrías y dolores, con
sus riquezas y sus límites, con sus aciertos y sus errores.

Las conclusiones que hemos obtenido son que es importante no solo alegrarte por tus
logros, si no también alegrarse por los de tus seres queridos, que el motivo por el cual
decidimos que una persona sea nuestra amiga es cuando compartimos además de momentos,
pensamientos e ideales por eso a pesar de nuestras diferencias hay algo en común que nos
une, algo que nos hace verdaderamente humanos es la satisfacción que sentimos al ayudar a
alguien sin esperar nada a cambio ya que nos llena y sin embargo cuando alguien lo hace por
nosotros se convierte en un momento incómodo.

Hoy en día nuestra máxima preocupación es si tenemos wifi, cobertura, si la foto que
hemos subido es perfecta, pero nos olvidamos de conectar con personas, de pasar tiempo con
gente que vale la pena y no fijándonos en el número de seguidores u otras cosas vanales.

Los jóvenes necesitamos conseguir autonomía aunque eso no significa que queramos
que nos dejen al libre albedrío si no que queremos que no ayudan a hacernos adultos
guiándonos en este camino. Algo que es muy habitual es que los jóvenes tenemos el deseo de
crecer y hacernos mayores, lo que no sabemos es que para llegar a ello hay muchas piedras en
el camino, esas piedras, que hacen que nos tropecemos, nos generan la sensación de que es
imposible y esto nos lleva a estresarnos y a sobreexplotación para conseguir nuestros
objetivos.
Debido a la edad que tenemos nuestros ideales son nuestro grupo de iguales, por ello
se suele decir que los adolescentes no tienen personalidad, y el problema no es que no tengan,
el problema es que la están formando y para ello tienen que relacionarse entre ellos para así
poder formar su propia personalidad, sus propias ideas y sus propios ideales.

La adolescencia es un período bastante complejo tiene muchas subidas y bajadas,


emociones muy fuertes,que a veces no podemos controlar, pero eso no significa que no
seamos válidos, ni autosuficientes, un problema muy común es la falta de autoestima, la cual
nos hace pensar que no somos capaces de conseguir nuestros objetivos, ya sean físicos,
mentales e incluso profesionales, estos problemas nos hacen infravalorarse, por ello tenemos
que aprender a no solo valorar la apariencia si no saber que somos más que nuestro cuerpo.

Aprender a quererse es muy necesario y a la vez muy complicado, y aunque ahora


todo problema te parezca el fin del mundo, hay que levantarse y seguir con nuestro camino,
porque por muy difícil que sea el camino, no hay que abandonarlo.

También podría gustarte