Hoy quiero hablarte de la autoestima.

Uno de los problemas psicológicos más extendidos en la

sociedad, tanto entre jóvenes como adultos, causa gran preocupación tanto por su magnitud
como por sus diversas manifestaciones entre las personas. Primero, comencemos definiendo
cada uno de nuestros conceptos de autoestima, que sabemos que son sentimientos que
debemos tener sobre nosotros mismos que indican cuánto nos valoramos y aceptamos.
También se define como las creencias personales que tenemos para pensar, decidir, actuar,
aprender, elegir, resolver problemas y lo más importante respetarnos a nosotros mismos; todo
esto se refleja en nuestra actitud en diversas situaciones de la vida. Debes saber que la
autoestima no es estática ni fija, se construye y cambia en nuestra vida; desde la niñez nos
formamos una autoimagen o autoimagen, la imagen mental que un individuo tiene de sí
mismo. Gran parte de la imagen que tenemos de nosotros mismos se basa en nuestras
creencias sobre nuestras propias cualidades, nuestras interacciones con los demás y las
experiencias que hemos tenido. Pero quizás te preguntes por qué la autoestima es tan
importante. La imagen que tenemos de nosotros mismos afecta la forma en que vivimos. Las
personas con autoestima alta tienen mejores relaciones sociales, capacidad para resolver
problemas y alcanzar metas, buscan el apoyo de padres o amigos cuando es necesario y
mejoran sus resultados académicos y laborales. Por el contrario, las personas con baja
autoestima no se sienten aceptadas por los demás, son inútiles, no les gusta nada, juzgan
constantemente sus acciones y no tienen las habilidades necesarias para lograr sus objetivos.
Ahora bien, no solo tú estás involucrado en la formación de tu confianza en ti mismo, sino
también muchas otras personas que juegan un papel muy importante en este proceso de tu
vida, como tus padres, maestros, tus amigos y demás familiares; tu contribución puede tener
un impacto positivo o negativo. Sin embargo, debes hacerte dos preguntas básicas: ¿Cómo nos
perciben y nos tratan los demás? ¿Y cómo nos vemos a nosotros mismos? Afectan
directamente a tu autoestima. Por ejemplo, cuando los padres pasan más tiempo criticando a
sus hijos que elogiándolos cuando se lo merecen, es difícil que esos niños desarrollen una
autoestima saludable. Recordemos que durante la adolescencia, los jóvenes crean sus propias
imágenes a partir de lo que dicen los demás.

A veces las opiniones no siempre provienen de otras personas; Recientemente, algunos

adolescentes han creado o desarrollado un "crítico interior", una voz interior que critica todo
lo que haces y, con el tiempo, esta voz negativa puede afectar nuestra autoestima como si la
crítica viniera del exterior. Esto también sucede si las expectativas son poco realistas, no
apreciamos las cualidades de cada persona, no nos permite percibirnos de manera diferente y,
al mismo tiempo, no podrás lograrlo.

Debido a esto, surgen problemas como: autodesprecio, perfeccionismo, mala conciencia sobre
tu imagen corporal, enamoramientos, etc.

Ahora analizaremos cada uno de ellos, aprenderemos a reconocerlos y te daré algunos

consejos muy prácticos para que puedas mejorar estos problemas; Empecemos por el
autodesprecio, donde critica y juzga todo lo que hace, donde aparecen sentimientos de ira y
frustración, dejando la posibilidad del perdón aunque los pequeños errores sean mejores. De
lo contrario, tienes que cambiar tu idioma. Elimina esta voz negativa de tu mente y crea
pensamientos positivos; No seas duro contigo mismo, nadie es perfecto y el arrepentimiento
no significa que seas una mala persona. No, fue un acto de valentía. Seguimos luchando por la
perfección, donde quieres que todo sea lo más perfecto posible, no estás satisfecho con ello y
aún tienes una sensación de fracaso en el logro de tus resultados. Este problema es uno de los
efectos nocivos de la baja autoestima. Ahora es el momento de analizar qué tan realistas y
alcanzables son tus metas, pero recuerda siempre que la vida no es perfecta. También
aprendes a darte cuenta de que fallar en algo es muy diferente a fallar y a dejar de lado la
obsesión con la mediocridad. Por otro lado, sentirnos mal con nuestra imagen corporal. En
este sentido, es necesario dejar de compararse con los demás, aceptar que uno es único e
irrepetible y centrarse en las propias virtudes. Cuida tu apariencia y salud, que muchas veces
se pasa por alto de vez en cuando, porque estos casos son de suma importancia.

Ahora bien, uno de los problemas más comunes que surgen en las personas es el deseo de
complacer siempre a las personas, para que les gustes, te amen y te respeten. Pero al final solo
se usa y un poco de atención. Así que aprende a decir no, tu valor no depende de la
aprobación de los demás, los que de verdad te quieren, hazlo por lo que eres, no por lo que les
das. Aprenda a ser egoísta, póngase primero cuando sea necesario y comience a establecer
límites sobre lo que quiere hacer y lo que puede hacer para no sentirse condescendiente.

Es hora de aumentar tu confianza, por lo que consideraremos otros aspectos como estos:

• Deje atrás los pensamientos negativos y, en su lugar, escriba cada día tres cosas sobre usted
que lo hagan feliz.

• Fíjate una meta de logro, no de perfección, y piensa en lo que eres bueno y lo que prefieres y
ve por ello.

• Tratar los errores como una forma de aprendizaje. Que todos los humanos cometemos
errores y al mismo tiempo recordamos que todos tenemos una cualidad diferente, y eso es lo
que hace a todos interesantes.

• Prueba cosas nuevas y prueba diferentes actividades relacionadas con tus habilidades.
Entonces siéntete orgulloso de tus nuevas habilidades.

• Decida qué puede cambiar y qué no puede cambiar. Si algo no te satisface, cámbialo, a partir
de ahora. Pero si hay algo que no puedes cambiar, como tu cara, altura u otra parte de tu
cuerpo; En lugar de eso, acéptate como eres. • Define una meta, lo que quieres lograr y
desarrolla un plan para lograrlo.

• Siéntete orgulloso de tus ideas y no tengas miedo de expresarlas.