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¿Tienes una buena autoestima?

8 claves para aumentarla


Escrito a las 7:29 pm
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Hace poco me preguntaban ¿qué es la autoestima? Realmente se


me hizo extraño escuchar esa pregunta porque se supone que es
algo que todo el mundo debería saber responder con facilidad.
Sin embargo, numerosas personas siguen haciéndose esa
pregunta, lo que nos deja ver las lagunas de nuestra educación
en cuanto a la inteligencia emocional y el desarrollo personal.
La autoestima es la valoración personal y la percepción que uno hace y
tiene de sí mismo. Es el reflejo del nivel de confianza de una persona y
algo que forma -a través de los años- nuestra familia, nuestra
educación, nuestro entorno y las experiencias vividas.
Las personas que no desarrollan una buena autoestima son
las que en general tendrán problemas en distintos aspectos de
su vida dado que hace que no se sientan merecedoras, ni lo
suficientemente buenas; no se hacen respetar, lo que les resta aún más
confianza y hace que no crean en sus propias capacidades y padezcan
un sentimiento de inferioridad.
Mientras que las personas que cultivan y tienen una mejor autoestima
se sienten más capaces, más merecedoras de ser más felices, tienen
mejores relaciones y creen más en su capacidades. Son personas que
sienten que pueden cambiar, mejorar y que se enfrentan mejor a los
problemas y a los retos de la vida.
Por ello, aquí te dejo algunas de las claves para mejorar tu
autoestima.
1- Aceptación radical. No podemos cambiar lo que no aceptamos, por
lo que la aceptación de uno mismo a pesar de los defectos e
imperfecciones que creamos tener es fundamental. Todos tenemos
defectos e imperfecciones, y la aceptación no sólo depura y libera
nuestro corazón, sino que también es un paso necesario en el camino de
la superación.
2- Tu pasado no determina tu futuro. El pasado nos puede
condicionar en parte, pero jamás determina nuestro futuro. En realidad,
es una experiencia para aprender de ella y en la que no podemos
quedarnos a vivir lamentándonos por lo que pasó o lo que pudo haber
sido. No estamos condenados por el pasado porque nuestra
vida, nuestra identidad y nuestra autoestima es algo flexible, algo que
cambia, algo que se expande, mejora y crece a través de la formación y
nuestro propio desarrollo personal.
3- Abrirse al cambio. Aceptar el cambio es fundamental para perder el
miedo al futuro y ganar confianza. Todo cambia en la vida, nosotros
también, y para crecer hay que cambiar. Por ello, debemos de ser
flexibles y percatarnos de que tenemos una gran capacidad de cambio,
adaptación y superación.
4- Asumir la responsabilidad, no la culpabilidad. Dejar de
convertirse en víctima de las circunstancias y asumir la responsabilidad.
Sólo de ese modo podrás convertirte en un creador de circunstancias,
porque asumir el 100% de la responsabilidad de nuestra vida nos otorga
nuestro poder personal. ¡Eso sí! Siempre desde la responsabilidad fuerte
y sana, no desde la culpabilidad.
5- Convertirse en un eterno estudiante. La autoestima se eleva a
través de nuestro desarrollo personal. Si dejas de aprender, dejas de
progresar. Por eso la formación y el aprendizaje son el alimento de
nuestra autoestima, lo que nos ayuda a creer más en nosotros mismos
6- Dejar de compararse. La sociedad constantemente nos muestra y
nos compara con supuestos ideales y perfectos modelos, cuando en
realidad todos somos imperfectos. Compararse es una genial manera de
frustrarse y sentirse inferior, porque tendemos a comparar nuestros
defectos con las virtudes de los demás. Sé tú, sé fiel a ti mismo, sé
auténtico, no pretendas imitar, ni ser como otros. La única comparación,
o mejor dicho, la forma de ver tu progreso es medirte ante ti mismo y
comprobar que sigues mejorando. De ese modo, podrás descubrir y
sacar todo el potencial que llevas dentro.
7- Sé agradecido. Cuando no somos lo suficientemente agradecidos
estamos pensando en todo lo que nos falta. Sé agradecido y reconoce lo
que sí tienes porque cuando no sabemos agradecer aunque sean las
pequeñas cosas, vivimos desde la carencia y eso aumenta la
preocupación y la ansiedad. El agradecimiento nos calma y nos llena.
8- Enfréntate a los miedos. Cuando huimos de los miedos y de los
problemas nuestra autoestima se encoge, nos sentimos más frágiles y
las dudas aumentan. Sin embargo, cuando nos enfrentamos a nuestros
miedos y a los problemas, nuestra autoestima sube y nuestra confianza
se fortalece. Hacer lo que tememos hacer es el antídoto que cura el
miedo y refuerza nuestra autoestima.
Recuerda que la vida se expande de forma directamente proporcional a
los problemas y a los miedos a los que nos enfrentamos.
¿Por cuál de estos puntos vas a empezar? Déjame tu respuesta
en comentarios.
Un abrazo y feliz semana.

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