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NOMBRE: CURSO:
PUNTAJE: FECHA:
HUINCA. —[…] Pucha, voh soy más difícil que pelar papas con una cuchara de
palo. (Se para frente a ella). ¿Sabís que más? Si teníai ganas de tener una
casa, y no te gusta como quedó esta, yo te regalo la mía: ya está, me espanté.
EVA. —(Sin enojo). Qué vai a tener casa voh, pobre gallo.
HUINCA. —No, en serio; hácete el causeo y conversamos. Ya. (Señala la
bolsa de malla). Ve que tenemos en la despensa.
EVA. —(Interesada). ¿En serio que tenís una casa por ahí? […]
HUINCA. —Lógico. (Soñador). Pucha, esa casa sí qu´es linda...
EVA. —¿Y aónde está?
HUINCA. —…Es una casa más grande que toa la vida. Y ahí nadie trata mal a
nadie; ahí vai a ser mucho más de lo que habís querido ser siempre.
EVA. —Pero aónde está, po.
HUINCA. —Al otro lado. O sea que tendríai que morirte conmigo.
EVA. —(Defraudada). Pucha. ¿No vis que soy mentiroso?...
HUINCA. —No soy mentiroso, es cierto... Y es tan grande mi casa, que todos
los que tú habís querido alguna vez o los que te han querido, te están
esperando allá... ¿Tiacordai que en la mañana te pusiste a llorar porque no
teníai a dónde volver? Ahora tenís; no seai tonta, no me desprecís sin saber: mi
casa también tiene un banco debajo di´un castaño y una señora tá cantando al
lao di´una artesa, ¿ti acordai? (Canta): “Alma, si tanto te han herido, por qué te
niegas al olvido, por qué prefieres...”.
EVA. —¡Déjate de hablar leseras!... Ellos y too lo que había en la casa han
estado siempre muertos, la muerte les creció aentro antes de que pudieran
nacer.
HUINCA. —Chis, ¿cómo es eso?
EVA. —A voh no te importa, pero allá aonde voh decís, tampoco hay na’, no
hay casas, no hay gente, ni calles, ni ná: cuando una se muere se acaba todo.
[…]
Prueba de Contenido-Género Dramático
HUINCA. —No te pongai complicá, si la cuestión no puee ser igual que aquí.
La mitá de la noche y la mitá de la tarde te da un color así como el que da el sol
en los bosques cuando se mete por en medio de los troncos y de las ramas y
alumbra el camino: ese es el color que veís en las cosas cuando despertai. Y
todo está callado y tibiecito, no se ve a nadie, ni se oye nada, pero no sentís
miedo, sentís el pecho fresquito, como si...
EVA. —¿Pero qu’es lo que veís, qué hay?
HUINCA. —¡La casa po, la casa grande, la casa de toos: lo único que cambia
es que allá no hay ciudades, y como no se conoce el odio...
El loco y la triste, Juan Radrigán.
5.- ¿De qué manera nos damos cuenta de los hechos que ocurren en el texto
anterior?
a. Por marcas textuales
b. Por medio de la descripción de los personajes
c. A través del diálogo de los personajes
d. Por el relato del narrador
MADRE.—Calla, he dicho. (En la puerta). ¿No hay nadie aquí? (Se lleva las manos a
la frente). Debía contestarme mi hijo. Pero mi hijo es ya un brazado de hojas secas. Mi
hijo es ya una voz oscura detrás de los montes. (Con rabia a la VECINA). ¿Te quieres
callar? No quiero llantos en esta casa. Vuestras lágrimas son lágrimas de los ojos
nada más, y las mías vendrán cuando yo esté sola, de las plantas de los pies, de mis
raíces, y serán más ardientes que la sangre.
García Lorca, F. (1989). Bodas de sangre.
6.- ¿Qué significa la expresión “Mi hijo es ya una voz oscura detrás del monte”?
a. Su hijo se fue a trabajar al monte.
b. En la oscuridad todas las voces son iguales.
c. Que la voz de su hijo no es clara detrás de los montes.
d. Que no podrá oír la voz de su hijo nunca más.
19.-La expresión “le dicen cuchara porque alimenta la boca” significa que:
a. el ser humano habla de lo que siente.
b. El corazón tiene forma de cuchara.
Prueba de Contenido-Género Dramático
26.- En la acotación “(Entran Gilberto y Graciano. Los dos son menores que
Nicolás y están vestido como éste, manta y sombrero, cada uno trae un atado
con ropa)” los elementos dramáticos que aparecen son:
a. Lenguaje Kinésico y carácter de los personajes.
b. Lenguaje Paraverbal y cambio de escena.
c. Próxémico y Paraverbal.
d. Cambio de escena y lenguaje kinésico.
SR. SMITH:
– Un médico concienzudo debe morir con el enfermo si no pueden curarse
juntos. El capitán de un barco perece con el barco, en el agua. No le sobrevive.
SRA. SMITH:
– No se puede comparar a un enfermo con un barco.
SR. SMITH:
– ¿Por qué no? El barco tiene también sus enfermedades; además tu doctor es
tan sano como
un barco; también por eso debía perecer al mismo tiempo que el enfermo,
como el doctor y su barco.
SRA. SMITH:
– ¡Ah! ¡No había pensado en eso!... Tal vez sea justo... Entonces, ¿cuál es tu
conclusión?
SR. SMITH:
– Que todos los doctores no son más que charlatanes. Y también todos los
enfermos. Sólo la
marina es honrada en Inglaterra.
SRA. SMITH:
– Pero no los marinos.
SR. SMITH:
– Naturalmente.
La Cantate Calva, Eugéne Lonesco