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Observa con atención el siguiente esquema sobre los elementos que estudiarás en
este bloque.
¿Qué es un ensayo?
Según el Diccionario de la Real Academia Española (RAE, 2001) es un escrito en el
cual el autor o escritor desarrolla sus ideas.
Un ensayo es un escrito en prosa, generalmente breve, en el que el autor profundiza de
manera madura, sensible y personal en un tema determinado, ya sea filosófico,
científico, histórico, literario o religioso, entre otros.
Es un género relativamente moderno; cuyo desarrollo y unificación fue influido por el
pensamiento liberal y el periodismo.
Estructura interna
El ensayo se conforma por: tesis, argumentos, lenguaje, claridad e intencionalidad del
texto, coherencia y lógica en el desarrollo del ensayo y referencias bibliográficas.
Tesis. Como se ha explicado anteriormente, la tesis es la proposición o idea que
contiene el tema y refleja la postura o punto de vista del autor, a partir de ella se van a ir
desarrollando los diferentes argumentos que dan cuerpo al ensayo. Aquí está la tesis
que se maneja en el ensayo anterior.
El Pan es sagrado. Manhá: “¿Qué es esto?” “Es el pan que se cuaje en torno de
nosotros, mejor que en los trigales”. Antes, Lot (Génesis III) hizo una fiesta "e hizo pan”.
Y Abraham, cuando recibió a los ángeles, ordenó a la diligente e Sara (Génesis XVIII)
que preparara panecillos.
Argumentos. La palabra argumento proviene del latín argumentum, que significa
prueba, indicio, por lo tanto argumentar quiere decir exponer y construir razonamientos
lógicos para defender un punto de vista.
Recuerda que un ensayo es digno de atención cuando está sustentado en el
conocimiento profundo de un tema y de las fuentes utilizadas. De ahí que, para que los
argumentos sean válidos deben estar fundamentados en la investigación previa; dicha
investigación puede ser documental, cuando emplea textos, documentos, etcétera.
Nota:
En los ensayos extensos como suelen ser los de temática científica, es indispensable
incluir los datos básicos de la bibliografía, la cual se presenta en orden alfabético.
Tesis. Como se ha explicado anteriormente, la tesis es la proposición o idea que
contiene el tema y refleja la postura o punto de vista del autor, a partir de ella se van a ir
desarrollando los diferentes argumentos que dan cuerpo al ensayo. Aquí está la tesis
que se maneja en el ensayo anterior.
El Pan es sagrado. Manhá: “¿Qué es esto?” “Es el pan que se cuaje en torno de
nosotros, mejor que en los trigales”. Antes, Lot (Génesis III) hizo una fiesta "e hizo pan”.
Y Abraham, cuando recibió a los ángeles, ordenó a la diligente e Sara (Génesis XVIII)
que preparara panecillos.
Argumentos. La palabra argumento proviene del latín argumentum, que significa
prueba, indicio, por lo tanto argumentar quiere decir exponer y construir razonamientos
lógicos para defender un punto de vista.
Recuerda que un ensayo es digno de atención cuando está sustentado en el
conocimiento profundo de un tema y de las fuentes utilizadas. De ahí que, para que los
argumentos sean válidos deben estar fundamentados en la investigación previa; dicha
investigación puede ser documental, cuando emplea textos, documentos, periódicos,
etcétera para recabar la información importante, o bien puede ser experimental, donde
se trabaja el método científico (que si recuerdas, lo estudiaste en la secundaria) u otra
opción es la investigación de campo, donde debes vivir y observar de manera personal
y directa el fenómeno que vas a desarrollar.
Lee con atención el ejemplo de argumento, tomado del ensayo anterior:
El pan no armoniza con ciertos guisos ni con determinados líquidos. El pan es sagrado
y es católico… El pan es inseparable de la leche... En nuestros pueblos, coloniales aún,
se vende en las plazas, en grandes canastos. Todavía las familias, en las “colonias”,
tienen su panadero predilecto.
Más, ya aparecen casas americanas que reparten pan en automóvil: tostado y de pasas
—¡poca imaginación nórdica! — para todos los usos. Aquellos grandes surtidos de
biscocho para la merienda van desapareciendo…. Méjico se desmejicaniza. Con su pan
se lo coma.
Lenguaje. El escritor o enunciador no debe perder de vista que el vocabulario que va a
emplear en la redacción de sus argumentos debe ser adecuado con la temática,
disciplina de estudio y las personas a quien está dirigido.
Observa esto en el ejemplo:
…el flirt decorativo que llega a las cinco de la tarde… con su gran bandeja de
chilindrinas, hojaldras, violines, huesos, cocoles, monjas, empanadas, roscas de
canela, cuernos, chamucos…
Como te darás cuenta, el vocabulario también ayuda a ubicar el contexto en el que se
desarrolla el tema del ensayo.
Claridad e intencionalidad del texto. El ensayo es un texto persuasivo que, a través de
argumentos y razones, realiza la manipulación intencionada de las emociones o afectos
del lector y lo convence. El escritor, para lograr una mayor claridad en las ideas
expuestas en su ensayo, puede valerse del uso de las figuras retóricas. Del mismo
modo, en el ensayo se pueden emplear las diferentes funciones comunicativas, que ya
has estudiado en bloques anteriores. La función apelativa, la referencial y la poética son
las más usadas en los ensayos. En conclusión, se puede decir que si un ensayo es
claro y logra su intencionalidad, se debe al buen manejo del lenguaje retórico y a la
aplicación adecuada de las funciones del lenguaje.
Lee con atención el ejemplo:
La telera y el bolillo son aristocráticos, totales e individualistas. Nadie que se respete se
comerá delante de la gente una sobra de bolillo como se come una rebanada de pan. Y
decid, francamente, ¿no halláis preferibles las tortas compuestas a los sándwiches, aun
los pambazos compuestos?
Coherencia y lógica en el desarrollo del ensayo
Se refiere a la manera en que el escritor va ordenando la información para llevar, al
lector a comprender la intencionalidad del mismo. Así, la lógica que se emplee puede
ser deductiva (parte de las ideas generales para después llegar a las particulares) o
bien inductiva (expone un caso particular, debidamente documentado, para después
llegar a un sistema general de ideas o fundamentos) o una tercera forma de exponer los
argumentos es la dialéctica, que consiste en confrontar dos tesis y posteriormente
establecer una síntesis. En el desarrollo se presentan el problema de investigación, la
tesis y los argumentos que la sustentan. A través del análisis de los juicios se establece
la postura que se pretende defender.
Referencias bibliográficas.
Las referencias bibliográficas o documentales son propuestas por el escritor para
respaldar los argumentos que integran el ensayo. Las referencias se pueden insertar en
el cuerpo del ensayo empleando cualquiera de los sistemas de citación existentes y que
más adelante trabajarás, por el momento no los nombraremos ni profundizaremos en
ellos. Para reforzar los argumentos se recurre a las citas textuales, es decir, se hace
mención palabra por palabra, de lo que determinado autor piensa o expresa sobre el
asunto, Además de las citas textuales, se puede utilizar el parafraseo de los datos
importantes seleccionados en la investigación documental. Las notas al pie de página
también cumplen una función aclaratoria de los conceptos en términos semánticos,
también nos permiten ampliar la compresión de una idea.
Revisa el ejemplo:
Antes Lot (Génesis III) hizo una fiesta “e hizo pan”. Y cuando Abraham recibió a los
ángeles, ordenó a la diligente Sara (Génesis XVIII) que preparara panecillos.
A continuación se presenta el ensayo completo; léelo con atención.
(Planteamiento) Antología del pan. (Título)
(Autor) Por Salvador Novo
El Pan, según la Biblia, resulta ser tan antiguo como el hombre mismo. Adán,
vegetariano, al ser echado de su huerta, no sólo fue condenado a ganarlo con el sudor
de su frente, sino que iba en lo sucesivo a alimentarse de carnes –caza y pesca— para
tragar las cuales necesitaba acompañarse de pan, tal como nosotros. Las frutas y las
legumbres pasan sin él. Más para aquellas constantes excursiones de nuestros abuelos
prehistóricos, como para las nuestras, era bueno llevar sándwiches. Toda pena es
buena con pan. Y el que tiene hambre, piensa en él. Lo comen las personas que son
como él de buenas. Calma el llanto. ¿A quién le dan pan que llore? Y las personas
sinceras le llaman por su nombre, y al vino, vino.
(Tesis)El pan es sagrado. Manhá “¿qué es esto?” “Es el pan que se cuaje en torno de
nosotros, mejor que en los trigales”. Antes, Lot (Génesis III) hizo una fiesta “e hizo pan”.
Y Abraham, cuando recibió a los ángeles, ordenó a la diligente Sara (Génesis XVIII)
que preparara panecillos.
(Desarrollo) El Pan no armoniza con ciertos guisos ni con determinados líquidos. Por
eso a las personas inarmónicas se les llama “pan con atole” y es preferible comer
tortillas con los frijoles y piloncillo con el atole. Tal hacían los indios, y todavía no
aceptan el pan. Es sagrado, he dicho, y es católico.
Conformándolo con diversas maneras se celebran fechas notables: las roscas de reyes,
el pan de muerto, y luego las torrijas, y la capirotada y los chongos…
El pan es inseparable de la leche. Si incompatible con el atole, es indispensable con el
chocolate o con el café con leche. Niños y viejos lo bendicen porque se reblandece
mojándolo en “sopas”. No es menor su interés literario. ¿En qué novela con calabozos
no aparece, con un jarro de agua, un pan duro? ¿En qué novela con altruismo no se
habla de los mendrugos o de las migajas y no se dice: “nos arrebatan el pan”? ¿Y el
amargo pan del destierro?
En nuestros pueblos, coloniales aún, el pan se vende en las plazas, en grandes
canastos. Todavía las familias, en las “colonias”, tienen su panadero predilecto, aquel
que constituye el flirt de las criadas y el regocijo de los niños.
El flirt decorativo que llega a las cinco de la tarde, cuando ellos vuelven del colegio, con
su gran bandeja de chilindrinas, hojaldras, violines, huesos, cocoles, monjas,
empanadas, roscas de canela, cuernos, chamucos…
Las teleras —bolillos y virotes, según la región— que consumimos usualmente en la
mesa son adecuadamente grandes, parecen encerrar, además, en forma de puño
cerrado, una sorpresa. El pan rebanado, americano — el pan que usted comerá— ya se
sabe que nada encierra. (¡Oh, razas blondas que procedéis por partes, por pisos, por
años, por capítulos, por tajadas, por estados!). La telera y el bolillo son aristocráticos,
totales e individualistas. Nadie que se respete se comerá delante de la gente una sobra
de bolillo como se come una rebanada de pan. Y decid, francamente, ¿no halláis
preferibles las tortas compuestas a los sándwiches, aun los pambazos compuestos?
(conclusión) Más, ya aparecen casas americanas que reparten pan en automóvil:
tostado y de pasas —¡poca imaginación nórdica!—, para todos los usos. Aquellos
grandes surtidos de biscocho para la merienda van desapareciendo. En los cumpleaños
ya se parten birthdaycakes.
El té substituye al chocolate y se toma con pan tostado o de pasas. Los bolillos,
grandes trigos, ceden su puesto a las monótonas rebanadas. “Méjico se desmejicaniza.
Con su pan se lo coma”.
Ensayo subjetivo: centra la fuerza reflexiva en la capacidad de análisis del autor, sus
experiencias personales, gustos, juicios de carácter personal, comprensión de los
temas, entre otros. No se centra en lo científico sino en la experiencia, se apoya en
fuentes diferentes a las científicas. Esto no disminuye la fuerza argumentativa del
escrito. Es más frecuente que en este tipo de ensayos el lector (receptor) se apropie o
haga eco del problema que se plantea. La subjetividad del texto se identifica en la
conjugación de los verbos en primera persona, con un tono sencillo y cercano. Por
ejemplo: Voy a analizar hasta qué punto la falta de oxígeno en el cerebro provoca
problemas neuronales.
Las citas textuales son menos rigurosas, son más un marco de referencia que rodea los
argumentos y se une al punto de vista personal del autor.
Lee este ejemplo de ensayo subjetivo tratando de identificar las características
enunciadas anteriormente.
El cuento como herramienta de iniciación a la lectura
Muchos autores de libros sobre literatura pasan por alto los cuentos considerando que
constituyen un género menor y que no merecen a penas consideración, sin embargo,
opino que no tiene que ser así, como voy a demostrar en mi ensayo; y además, que
constituye una herramienta maravillosa para iniciar a la infancia en un mundo mágico,
infinito y enriquecedor: el de los libros.
Comencemos desmontando el mito de que el cuento es un género menor en
importancia. No es complicado hacerlo pues basta referirse a las plumas de Julio
Cortázar, Benedetti, Borges o Eduardo Galeano, entre muchos otros, para defender que
el cuento puede tener una alta categoría y ser mucho más que un mero relato para
niños.
Pero incluso en los relatos infantiles despreciar la tinta de Andersen, Grimm o Perrault
es una soberbia inconmensurable, digna de arrogantes críticos demasiado encerrados
en un universo propio de letras y polvorientos escritos. Como pueden ver en los anexos
que adjunto, no son pocas las voces autorizadas que defienden la calidad literaria de
los grandes autores de cuentos.
El germen de los cuentos está en la tradición oral y es por esto que han sido en muchos
casos despreciados cuándo pasaron a ser un género literario. En un principio se
limitaban a recoger estas narraciones tradicionales, pero el cuento ha evolucionado y ya
no se limita a ser una simple recopilación de leyendas constituyendo un género propio,
con sus subgéneros y peculiaridades. Y una vez que hemos dejado clara su
importancia literaria, hablemos de su influencia en las jóvenes mentes como inductor a
la lectura.
La mayoría de los niños tienen su primer contacto con los libros a través de los
coloridos ejemplares que sus padres les sujetan para que observen los dibujos mientras
les narran lo que allí está escrito. Cuándo comienzan a leer, son los cuentos los
primeros escritos sobre los que posan sus miradas tratando de descifrar los mágicos
secretos que encierran. Cumplen todos los requisitos:
Son breves, de lenguaje sencillo y los temas atrapan su imaginación que rebosa
misterios, hadas, princesas y enanitos mágicos.
Con el tiempo y la edad, un niño al que se le ha inculcado el placer de dormirse con un
cuento, comenzará a desear saber por sí mismo qué sucede a sus personajes favoritos,
y poco a poco se adentrará en el íntimo placer de sumergirse en las páginas de un libro,
y comenzar a vivir sus historias sin más voz que esa interior que te acaricia el alma
cuándo te sitúas frente al hechizo de las palabras.
Un cuento puede crear lectores no sólo entre los niños. Los libros de cuentos o relatos
breves para adultos atrapan a personas que han dejado atrás la infancia, y, que
inmersos en una vida de prisas y estrés no encuentran tiempo para leer una novela más
extensa. Los cuentos permiten aprovechar una espera en la consulta del médico, un
viaje en el transporte público o un breve instante antes de entregarse al sueño para
abanicar sus hojas, y dejar que sus letras nos arranquen durante un breve rato de la
rutina diaria y su torbellino de ruidos y prisas, y nos transporte a diferentes lugares
dando un respiro a nuestra mente, demasiado sometida a una constante ansiedad.
Creo haber demostrado que el cuento no sólo no es un género menor, sino que puede
estar a la altura de las más grandes obras, y que su importancia es básica y primordial
para el fomento de la lectura en niños y adultos, ayudando a que la sana costumbre de
la lectura perviva en las nuevas generaciones.
Seamos pues, unos “cuentistas” irreductibles con nuestros hijos, descubrámosles el
placer de no poner barreras a los sueños y de amar la lectura, a través de nuestras
voces en un principio y de forma autónoma y con sus personales elecciones más
adelante.”
Fuente: http://comohacerunensayobien.com/ejemplodeensayoliterario/.
Ejercicio; localiza un ensayo e identifica las partes externas del mismo
subrayando en diferente colores cada una de sus partes.
Ejercicio; elige un tema que te agrade o apasione de un módulo en específico,
realiza una investigación y realiza un ensayo académico, mismos que debe tener
todas sus características bien definidas.