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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD SANTA MARIA


FACULTAD DE ODONTOLOGÍA
ESCUELA DE ODONTOLOGÍA
CÁTEDRA: CRECIMIENTO Y DESARROLLO II
2º AÑO - C

CRECIMIENTO DE LA MANDÍBULA Y DE LA
ARTICULACIÓN TEMPOROMANDIBULAR (ATM)

PROFESOR: Dr. Hector Sanchez

INTEGRANTES:
Fabiana Asfaldo C.I: 28.210.527
Caterina Casalena C.I.: 30.395.544
Angeluz Martinez C.I: 29.910.445
Fatima Teixeira C.I.: 27.916.307
Johan Daniel Yupanqui C.I: 25.068.066

Caracas, octubre del 2023

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CRECIMIENTO DE LA MANDÍBULA
Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

ÍNDICE

Introducción 3
Crecimiento del cráneo 5
Boveda Craneana 6
Base del Cráneo 8
Crecimiento de la Cara 11
Maxilar Superior (complejo nasomaxilar o complejo maxilar) 11
Mandíbula 13
Crecimiento general de la mandíbula 14
Crecimiento del ángulo mandibular 16
Crecimiento del mentón 16
Crecimiento transversal de la mandíbula 17
Articulación temporo mandibular (ATM) 19
Característica del ATM en el recién nacido 21
Crecimiento Articular 22
Crecimiento Prenatal 22
Crecimiento Postnatal 23
Periodos del Crecimiento 23
Crecimiento Craneofacial en Conjunto 25
Conclusión 28
Referencia Bibliográficas 30
Anexos 31

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CRECIMIENTO DE LA MANDÍBULA
Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

INTRODUCCIÓN

El crecimiento y el desarrollo se usó para indicar la serie de cambios de


volumen, forma y peso que sufre el organismo desde la fecundación hasta la edad
adulta. En la forma más simple, puede decirse que el crecimiento es el aumento en
tamaño, talla y peso, y el desarrollo del cambio en las proporciones físicas. “ El
crecimiento es la manifestación de las funciones de hiperplasia e hipertrofia de los
tejidos que forman el organismo y el desarrollo es la diferenciación de los
componentes de ese mismo organismo que conduce a la madurez de las distintas
funciones físicas y psíquicas”. El proceso del crecimiento y desarrollo del individuo
no se hace de manera homogénea ni rítmica. A periodos de gran aumento de
tamaño y en peso suceden intervalos de relativa estabilidad.
Para el ortodoncista es fundamental el conocimiento preciso del crecimiento y
desarrollo del niño, en general, y del cráneo y la cara, en particular, para que pueda
diagnosticar y planear el tratamiento de sus casos de acuerdo con los cambios que
sufrirá el niño según los distintos periodos de desarrollo.
Como ya mencionamos antes el crecimiento y desarrollo del individuo es un
proceso continuo que ocurre desde el momento de la concepción hasta alcanzar la
adultez. Durante este proceso, el cuerpo experimenta cambios importantes en
diferentes áreas, incluyendo el crecimiento del cráneo y la cara.
El crecimiento del cráneo es un proceso complejo y dinámico que ocurre
principalmente a través del crecimiento de los huesos que lo componen, como el
frontal, occipital y parietales. Estos huesos se fusionan durante la infancia y la
adolescencia, pero continúan creciendo ligeramente hasta alcanzar la madurez.
Por otro lado, el crecimiento de la cara se produce principalmente a través del
crecimiento de los huesos maxilares y mandibulares. Estos huesos aumentan su
tamaño y cambian su forma a medida que se desarrollan, lo que permite el
crecimiento y la expansión de las estructuras faciales, como los pómulos y la
mandíbula.
El crecimiento craneofacial se refiere a la interacción entre el crecimiento del
cráneo y el crecimiento de la cara. Ambos procesos están estrechamente

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CRECIMIENTO DE LA MANDÍBULA
Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

relacionados y se influencian mutuamente. Por ejemplo, cambios en la posición de


los huesos faciales pueden afectar la forma y el tamaño del cráneo, y viceversa.
La articulación temporomandibular (ATM) es la unión entre el hueso temporal
y la mandíbula. Esta articulación es esencial para funciones como el hablar,
masticar y tragar. Durante el crecimiento y desarrollo, la ATM también experimenta
cambios, como el crecimiento de los cóndilos mandibulares y la adaptación de los
tejidos de soporte.
En resumen, el crecimiento y desarrollo del individuo implica cambios en todo
el cuerpo, incluyendo el crecimiento del cráneo, la cara, el crecimiento craneofacial y
la articulación temporo mandibular. Estos procesos son fundamentales para el
desarrollo de la forma y función de la cabeza y el rostro.

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CRECIMIENTO DEL CRÁNEO.

Cuando se analiza el crecimiento del cráneo se hace más aparente su


complejidad, tanto del punto de vista filogénico como ontogenético y funcional. Por
esto, se ha tardado mucho en tener una visión clara de los complicados cambios
que ocurren en las distintas partes del cráneo durante su desarrollo.
Por ejemplo, es importante anotar que dos partes tan distintas en sus
funciones, como la bóveda craneana y los componentes del aparato masticatorio,
están inseparablemente unidas formando un conjunto anatómico y funcional, lo cual
implica una serie de problemas que son difíciles de comprender. Ambas partes,
craneal y facial, están destinadas a ejercer funciones totalmente diferentes; la
primera, debe dar albergue al cerebro y su crecimiento está dependiente al
crecimiento de este último; la segunda, tiene como función principal la masticación,
pero tiene también que dar paso a la respiración y en ella están localizados los
globos oculares; el crecimiento de la cara depende del desarrollo de los músculos
masticadores y periorales, de la dentición y del crecimiento de la lengua y de los
ojos.
La base del cráneo tiene que estar dispuesta en forma tal que sirva como
protección de los tejidos nobles del cerebro de las influencias externas que afectan
la cara y, en especial, el aparato masticatorio. Además, el cráneo y la cara siguen
distintos ritmos de crecimiento de acuerdo con las edades en que se desarrollan los
sistemas en ellos localizados; así tenemos que el cerebro ha alcanzado el 90 % de
su volumen definitivo a la edad de 12 años, mientras que la cara debe sufrir todavía
un importante desarrollo, puesto que a esa edad apenas se está completando la
dentición permanente y falta aún la erupción de los últimos molares y los maxilares
deben experimentar el cambio de la pubertad, siguiendo el desarrollo de la cara por
ocho o diez años más.
Para facilidad de la descripción puede dividirse el estudio del crecimiento de
los distintos elementos del cráneo y de la cara en la siguiente forma, aunque debe
quedar plenamente establecido, como acabamos de mencionar, que ninguna parte
tiene un desarrollo individual y todas están relacionadas entre sí:
Cráneo:

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a. Crecimiento de la bóveda craneana.


b. Crecimiento de la base del cráneo.
Cara:
a. Crecimiento del complejo naso-maxilar.
b. Crecimiento de la mandíbula.
c. Crecimiento de las articulaciones témporo-maxilares.
Bóveda Craneana.
Ya dejamos anotado que, en el nacimiento, la cabeza ocupa una cuarta parte
de la talla total, y este volumen está representado en gran parte por el cráneo,
siendo éste siete veces mayor que la cara. El cerebro crece antes que el aparato
masticatorio y por eso alcanza un mayor volumen antes que la cara; posteriormente,
con la erupción dentaria y consiguiente desarrollo de los maxilares, la cara tendrá un
crecimiento mayor, llegando a ocupar la mitad del volumen de la cabeza en la edad
adulta.
Durante el primer año de vida el crecimiento es general, tanto en el cráneo
como en la cara, pero con la aparición de los primeros dientes temporales la cara
incrementará su desarrollo. La circunferencia de la cabeza, al nacimiento, mide
alrededor de 35 cm y tiene una forma oval; la bóveda craneana se presenta
asimétrica por las presiones a que son sometidos los huesos que la componen
durante el parto, pero estas anomalías se corrigen automáticamente con el
crecimiento posterior; en los dos primeros años de vida la bóveda craneana cambia
de una forma relativamente cuadrada a una forma alargada, más característica del
adulto.
La bóveda craneana está compuesta por el occipital, la concha del temporal,
el parietal y el frontal; las suturas entre estos huesos están separadas, al
nacimiento, por medio de las fontanelas. El crecimiento de la bóveda craneana se
hace, según Brodie, en forma concéntrica.
Esto se ha demostrado en estudios cefalométricos seriados tomando como
base de referencia la silla turca, como ya vimos al hablar de las investigaciones de
Broadbent.
En la base del cráneo el crecimiento se hace mediante alargamiento y
ensanche del cartílago, y en la bóveda, por crecimiento de tejido conjuntivo sutural.
Sobre la expansión de la bóveda del cráneo hay varias opiniones, entre ellas la de

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Si-cher, quien cree que es debida principalmente a crecimiento sutural, y la de Scott


y otros, que la explican como una combinación de la presión que ocasiona la
expansión del cerebro y los ojos con el crecimiento del cartílago sutural.
Cuando el cráneo crece más, en los primeros meses de la vida, la curvatura
de los huesos que forman la convexidad de la bóveda cambia mucho y estos
huesos al expanderse, siguiendo el aumento de volumen del cerebro, tienen que
sufrir necesariamente una reabsorción de su superficie interna cerca de los bordes
de las suturas y una aposición en la superficie más interna de las zonas centrales de
los huesos, alejadas de las suturas. Algunos autores niegan que ocurra esa
reabsorción, pero Weinmann y Sicher afirman que sí se verifica, pero solamente en
los primeros años de vida; después, cuando decrece el ritmo de crecimiento del
cerebro y se hace menor el cambio en la curvatura de la bóveda craneana, el
crecimiento se hace por aposición en las superficies centrales internas de los
huesos combinada con una mayor aposición en las superficies externas (Weinmann
y Sicher).
Más tarde vendrá el engrosamiento de los huesos de la bóveda por aposición
en sus dos superficies, interna y externa. Este engrosamiento no es uniforme
porque las dos superficies se hallan sujetas a influencias distintas: la interna, al
crecimiento del cerebro, y la externa, a factores mecánicos. Por ejemplo, la
protuberancia occipital externa se desarrolla por la inserción de los músculos
posteriores del cuello. Las zonas donde más patente se hace la diferencia entre las
dos láminas, interna y externa, son la supraorbitaria y la mastoidea.
En el recién nacido las superficies externa e interna del hueso frontal están
dispuestas en forma paralela, no hay cresta supraorbitaria y no existe el seno
frontal; más tarde, hay un mayor crecimiento de la lámina externa que se incurva
hacia adelante para permitir la formación del seno frontal (Anexo 1). Es por este
motivo que el punto Nasion cambia de lugar apreciablemente, lo cual es importante
de tener en cuenta en los estudios cefalométricos de crecimiento y desarrollo o
cuando se quieren seguir los cambios ocurridos durante el tratamiento ortodóncico,
tomando como punto anterior el Nasion para el trazado del plano Nasion-Bolton o
Nasion-Centro de la silla turca. Para obviar este inconveniente algunos autores
recomiendan el uso del agujero ciego, como punto de referencia más estable, pero
éste tiene el inconveniente de ser muy difícil de localizar en la tele-radiografía. El

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CRECIMIENTO DE LA MANDÍBULA
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Nasion no sólo se desplaza hacia adelante sino también hacia arriba, como se
comprobó desde los estudios de Broadbent, siendo posteriormente confirmado por
Scott. Las diferencias en el crecimiento de las láminas óseas del frontal para formar
el seno trae también cambios en la forma de la frente: ésta es más alta y aplanada
en el niño, y más curvada en el adulto (siendo más marcada en el hombre que en la
mujer).
Los cambios en la región mastoidea son también similares a los de la región
supraorbitaria, con aumento de la eminencia articular por desarrollo del aparato
masticatorio.
Base del cráneo.
Ya hemos visto que la base del cráneo es la zona del esqueleto óseo del
mismo que cambia menos durante el crecimiento, y por eso se utiliza para puntos de
reparo a fijos », en especial, la silla turca. Asimismo, dejamos anotado que en la
base del cráneo el elemento principal de crecimiento es el cartílago. En el feto, la
base craneana es una lámina continua de cartílago en la cual aparecen centros de
osificación localizados en las sincondrosis esfeno etmoidal, interesfenoidal
esfenooccipital e intraoccipital (Anexo 2). La sincondrosis interesfenoidal se osifica
antes o inmediatamente después del nacimiento; la intraoccipital entre los 1 y 5
años; la esfenoetmoidal a los 7 años. La lámina cartilaginosa entre el occipital y el
esfenoides (sutura esfeno occipital) es la más importante en el crecimiento basilar y
se osifica entre los 16 y los 20 años.
La forma de la base del cráneo no cambia desde el nacimiento hasta la edad
adulta y el alargamiento y ensanche de las fosas anterior, media y posterior se hace
proporcionalmente, guardando las mismas relaciones que tienen en el recién
nacido. Scott atribuye el crecimiento en anchura de la base del cráneo al
crecimiento del cerebro y al cartílago situado entre el cuerpo y las alas mayores del
esfenoides.
La base del cráneo se ha dividido arbitrariamente en dos partes: base
craneana anterior, desde el Nasion hasta el centro de la silla turca, y base craneal
posterior, desde el centro de la silla turca hasta el punto Basión (unión del plano
sagital con el borde anterior del agujeto occipital). Björk considera que cuando el
ángulo formado por la parte anterior y posterior de la base (ángulo Nasion-Centro de
la silla Lurca-Basion, valor normal: 130°) se hace más cerrado durante el

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crecimiento, habrá más tendencia a la proyección hacia adelante de los dos


maxilares (prognatismo total), y toda la cara sufrirá una rotación hacia adelante
porque hay un mayor crecimiento de la altura posterior de la cara en relación con la
anterior producido por el descenso de la base del cráneo (Anexo 3). En estos casos
habrá también una posición más baja de la articulación temporomaxilar (infra
articulación). La rotación de estas dos partes de la base del cráneo se hace, según
Björk, con centro en la sincondrosis esfenooccipital. De la flexión en la base del
cráneo no debe desprenderse que el aumento del prognatismo de los dos maxilares
está siempre en relación con la inclinación de su parte posterior; el prognatismo
puede también originarse por un aumento del crecimiento facial sin que haya
intervención de la base del cráneo.
Igualmente se ha relacionado la longitud de la base craneana con la
determinación de la forma de la cara; Scott hace notar que, sin embargo, caras de
distintas formas y tamaños pueden tener una base craneana de la misma longitud.
Si bien es posible suponer conexiones entre la forma y tamaño de la base del
cráneo con la forma y tamaño de la cara, también debe recordarse que el
crecimiento de la cara y, en especial, de los maxilares, está sujeto a influencias muy
distintas, de origen local y general, que determinarán sus características
independientemente de la base craneana y del cráneo en general.
De Coster, Marionnaud y Scott habían notado que la distancia entre la silla
turca y el agujero ciego no aumenta después de los siete años de edad,
coincidiendo con la erupción de los primeros molares permanentes. Ford confirmó
esta premisa con el estudio de cráneos secos. La comprobación de que la parte
anterior de la base del cráneo no sufre cambios después de los 7 años facilita su
utilización como zona de referencia en los estudios cefalométricos.
Es interesante anotar que la parte media de la base del cráneo cambia
menos que las partes laterales, según estudios de cefalogramas laterales de 151
sujetos considerados normales y 549 casos de clase II (28) y clase III (21), hechos
por Moss y Greenberg. Estos autores no encontraron relación entre el desarrollo de
la base del cráneo y la aparición de anomalías de los maxilares; solamente
anotaron, como Björk, que el prognatismo inferior (clase III) parece estar asociado
con una mayor inclinación de la parte posterior de la base (porción basioccipital).

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Por último, es importante incluir el papel de los huesos esfenoides y etmoides


en la base craneana. Estos dos huesos articulan, en conjunto, con todos los demás
huesos de la cara y del cráneo, a excepción de la mandíbula. La unión del
esfenoides y del etmoides, llamada complejo esfenoetmoidal, por Marshall, está
fijada y alcanza sus dimensiones definitivas alrededor de los 7 años y, por tanto, los
demás huesos craneales y faciales, cuyas suturas se obliteran mucho más tarde,
están guiados en su crecimiento por el complejo esfenoetmoidal. De aquí la
importancia de dicho complejo óseo, no sólo en el crecimiento de la base del cráneo
sino en el de los demás huesos, a los cuales dirigen en su desarrollo tanto en
sentido lateral como anteroposterior y vertical.

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CRECIMIENTO DE LA CARA

Cuando hablamos del crecimiento de la cabeza, en general, vimos cómo el


crecimiento del cráneo y de la cara no se hace de manera simultánea sino en
distintas épocas. En el nacimiento, el cráneo está mucho más desarrollado que la
cara, es siete veces mayor el primero que la segunda. Después, la cara sufrirá un
mayor desarrollo, emergiendo, por decirlo así, de debajo del cráneo y
proyectándose hacia adelante y hacia abajo, adquiriendo paulatinamente un mayor
volumen hasta llegar a tener una proporción sensiblemente igual con el cráneo en el
individuo adulto.
El desarrollo de los huesos de la cara está condicionado por la calcificación y
erupción de los dientes y el desarrollo de los músculos masticadores. Al estudiar el
crecimiento de la cara no puede olvidarse su relación con los huesos del cráneo, en
especial con la base y su estrecha conexión con el complejo esfenoetmoidal.
Maxilar Superior (complejo nasomaxilar o complejo maxilar).
Un hecho que se destaca en seguida al estudiar el crecimiento del esqueleto
facial es que éste se hace en forma regular, conservando el patrón original en
relación con el cráneo. En las radiografías seriadas se aprecia la constancia en sus
direcciones que guardan durante el crecimiento los planos palatino, oclusal y
mandibular. Esto significa que las diferentes partes que componen el esqueleto
facial se desplazan en forma paralela, o por lo menos homogénea. El crecimiento de
la parte superior de la cara está regido por el maxilar superior y el hueso palatino.
En el crecimiento del complejo maxilar interviene, de manera fundamental, la base
del cráneo en la porción anterior a la sincondrosis esfeno-occipital.
Como bien lo hace notar Graber, el aumento en anchura y el desplazamiento hacia
abajo del complejo maxilar son dos procesos simultáneos y ligados entre sí, pero se
estudian aparte para mayor claridad en la descripción.
Se ha explicado el desplazamiento hacia abajo y hacia adelante del maxilar superior
por un crecimiento en el sistema de suturas, tres a cada lado, de los huesos del
complejo naso-maxilar (Sicher). Estas suturas son: la sutura frontomaxilar, la sutura
cigomaticomaxilar (complementada en su acción por la sutura cigomático temporal)
y la sutura pterigopalatina (Anexo 4). Estas suturas están dispuestas en forma

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paralela unas con otras y se encuentran dirigidas de arriba hacia abajo y de delante
hacia atrás. El crecimiento de estas suturas, según Sicher, «empujará » el complejo
maxilar hacia abajo y hacia adelante.
Parece, sin embargo que este paralelismo en la colocación de las suturas no
es tan evidente cuando se mira el cráneo de frente y puede ser, por tanto, más
aceptable la teoría de Scott, quien dice que « el crecimiento de la cápsula nasal, y
en especial el cartílago del tabique, empuja a los huesos faciales, inclusive la
mandíbula, hacia abajo y hacia adelante y permite que haya crecimiento en las
suturas faciales, clasificadas en dos sistemas: el retromaxilar y el craniofacial. Por
tanto, puede explicarse el crecimiento del complejo nasal como dirigido por el
tabique o septum nasal y ayudado por el crecimiento sutural (Anexo 5).
El crecimiento en las suturas disminuye su ritmo en el período en que se
completa la dentición temporal y cesa poco después de los 7 años, con el comienzo
de la dentición permanente, de acuerdo con la terminación también del crecimiento
de la base craneana anterior. Después de esta edad sólo queda crecimiento por
aposición y reabsorción superficiales, pero ya no hay crecimiento sutural. En la
mandíbula el crecimiento dura más por el cartílago de los cóndilos, que sigue activo
hasta la edad adulta.
La erupción de los dientes y el consiguiente crecimiento del proceso alveolar
aumentará la dimensión vertical del maxilar superior. En resumen, el crecimiento del
tabique nasal y de las suturas craneofaciales aumenta la profundidad del complejo
nasomaxilar (crecimiento hacia adelante). y el crecimiento de los procesos
alveolares aumenta la altura (crecimiento hacia abajo).
El crecimiento en anchura del maxilar superior está menos explicado. En la
parte anterior del paladar el cambio es muy pequeño, según la mayoría de los
autores. Moorrees encontró que la distancia entre los caninos temporales aumenta
ligeramente de los 3 a los 4 años de edad, luego aumenta unos 3 mm entre los 5 y
los 6 años, antes de la erupción de los caninos permanentes, y después de que
estos dientes hacen su erupción no se observa ningún crecimiento; y el mismo autor
usa el término crecimiento en este área con reservas, puesto que también pueden
ocurrir cambios en la posición de los caminos o una combinación de este
movimiento dentario y de crecimiento alveolar.

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CRECIMIENTO DE LA MANDÍBULA
Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

Este dato sobre el mínimo aumento en la anchura de la parte anterior del


paladar es indispensable tenerlo en cuenta en los tratamientos que pretenden la
expansión del sector anterior del arco dentario superior. En la parte posterior no se
explica bien el aumento en anchura del complejo maxilar debido a la unión de este
complejo con las apófisis pterigoides del esfenoides, que impedirían el
ensanchamiento de esta zona si lo queremos explicar como un proceso semejante
al del crecimiento en anchura de la sutura media palatina. El crecimiento en la
sutura palatina está coordinado con el ensanchamiento que ocurre en el maxilar a
medida que va dirigiéndose hacia abajo; este ensanchamiento tiene que estar
también relacionado necesariamente con un crecimiento en las suturas del
esqueleto facial.
El piso de las órbitas se ensancha como consecuencia del crecimiento
transversal de los arcos dentarios; en el piso de la órbita hay aposición ósea al
mismo tiempo que se produce reabsorción en el piso de las fosas nasales y
oposición en la superficie bucal del paladar. Según Scott, a los 3 años de edad la
distancia entre los ojos ha alcanzado la proporción del adulto, pudiendo quedar un
crecimiento en la sutura entre el maxilar y el hueso zigomático. El crecimiento de los
ojos y del cerebro se completa a los 7 años y no hay evidencia de más separación
de los huesos maxilares después de este período. De los 10 a los 21 años el
crecimiento en anchura del complejo maxilar (lo mismo que en altura y profundidad)
depende de la posición superficial en las caras externa, alveolar y buco-palatina de
los huesos y reabsorción en la parte inferior de la cavidad nasal y seno maxilar.
Mandíbula
Así como el factor principal en el crecimiento del esqueleto facial es el
crecimiento intersticial de tejido conjuntivo, en el maxilar inferior el crecimiento se
hace principalmente por aposición de cartílago y su principal centro es el cartílago
hialino del cóndilo. Estas diferencias explican una cierta independencia en el
crecimiento de estas dos partes del esqueleto facial.
☆ Crecimiento general de la mandíbula.
Normalmente, la mandíbula está menos desarrollada que el maxilar superior,
en el nacimiento, y puede considerarse como una concha rodeando los gérmenes
dentarios; está formada por dos huesos separados en la línea media por cartílago y
tejido conjuntivo, donde se desarrollarán los huesecillos mentonianos, que se unen

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Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

al cuerpo mandibular, al final del primer año, cuando también se juntan las dos
mitades de la mandíbula por osificación del cartílago sinfisario. No hay evidencia de
crecimiento importante en la sínfisis mentoniana antes de su soldadura definitiva,
cuando parece ser una verdadera sutura.
El crecimiento de la mandíbula se debe, como ya se dijo, al cartílago del
cóndilo. Sicher lo describe como una capa de cartílago hialino cubierta por una capa
gruesa de tejido conjuntivo; este último dirige el crecimiento del cartílago hialino
haciendo que aumente su espesor por crecimiento de aposición, que dando
crecimiento intersticial en la zona profunda; hay, pues, una combinación de
crecimiento por aposición y crecimiento intersticial. En la zona de unión entre el
cartílago y el hueso el cartílago se irá reemplazando por hueso.
Durante el primer año, el crecimiento se hace en toda la extensión de la
mandíbula por aposición de hueso. Después se limita a determinadas áreas : el
proceso alveolar, el borde posterior de la rama ascendente y de la apófisis
coronoides son las más importantes, junto con el cartílago condilar, que seguirá
dirigiendo el crecimiento (Anexo 6). El mecanismo de crecimiento del cartílago
condilar se prolonga hasta después de los 20 años.
Björk también pudo confirmar el gran crecimiento en el cóndilo en estudios
con implantes de Vitallium que usó como puntos de referencia para apreciar los
cambios que se efectúan en la mandíbula; asimismo pudo observar que el mentón
no sufre cambios de importancia. En el mismo estudio, Bjork anotó que el
crecimiento de los cartílagos condilares se hace en diferentes direcciones. según los
distintos individuos. La rama, en general, aumenta de tamaño y el borde inferior
tiende a aumentar su curvatura con la edad.
La relación entre la dirección del crecimiento del cóndilo y la forma resultante
de la cara puede explicarse así: cuando el crecimiento del cóndilo es principalmente
vertical la rama ascendente aumenta su dimensión vertical y la mandíbula sufre una
rotación que impulsa el cuerpo hacia adelante (Anexo 7); la cara se caracterizará
por un aumento en la dimensión vertical posterior y un ángulo goniaco cerrado
(hipogonia); si el crecimiento del cóndilo es mayor en sentido sagital, la rama no se
desarrollara y la mandíbula tendrá un movimiento de rotación hacia atrás con
aumento vertical de la dimensión anterior de la cara; estos casos se acompañan de
hipertonía, aumento del valor del ángulo goniaco, y casi siempre lo que habrá es

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Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

una disminución del crecimiento vertical de la rama, micrognatismo vertical de la


rama ascendente, que dará la impresión de que la parte anterior de la cara es la que
ha tenido un mayor crecimiento vertical cuando en realidad sus dimensiones sean
normales.
La variación en el crecimiento del cóndilo y su influencia en la dirección del
crecimiento del cuerpo mandibular fue también estudiada por Schudy, quien tuvo en
cuenta también el crecimiento en la región de los molares como responsable, junto
con el cóndilo, de la rotación de la mandíbula. Este autor opina que cuando hay un
mayor crecimiento, en conjunto, en la región de los molares y en el cóndilo se
ocasionará una rotación posterior de la mandíbula con aumento de la dimensión
vertical anterior, tal como lo describió Björk, y que en casos extremos puede llegar a
producirse una mordida abierta.
Si bien el cartílago condilar gobierna el crecimiento y la forma de la
mandíbula, en general, el cuerpo y la rama sufren también fenómenos
independientes. En la rama hay crecimiento a lo largo de todo el borde posterior y
reabsorción en el borde anterior de la apófisis coronoides y de la rama, que permite
el aumento de la longitud del borde alveolar y conserva la dimensión de la rama en
sentido anteroposterior; al mismo tiempo, contribuye al alargamiento de todo el
cuerpo mandibular. Otra zona importante en el crecimiento de la mandíbula es el
proceso alveolar que contribuye, con el desarrollo y erupción de los dientes, al
aumento de la dimensión vertical del cuerpo mandibular.
El crecimiento del proceso alveolar se hace hacia arriba, hacia afuera y hacia
adelante. La posición de hueso en la región mentoniana y en el borde inferior del
cuerpo del maxilar inferior no contribuye al agrandamiento de la mandíbula, sino
más bien produce una especie de refuerzo óseo y un remodelado general de la
mandíbula.
El crecimiento de la mandíbula no se hace suavemente, en forma rítmica,
sino que se hace por medio de « estirones » en distintas épocas del desarrollo.Estos
incrementos de crecimiento son independientes en el cuerpo y en la rama y
tampoco guardan relación con el ritmo de crecimiento del resto del cuerpo (Maj y
Luzi).
La mandíbula tiene tres zonas arquitectónicas bien definidas que están
sujetas a influencias distintas durante el transcurso de la vida del individuo. Estas

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zonas son (Scott): hueso basal o estructura central que va del cóndilo al mentón;
parte muscular donde se insertan el masetero, pterigoideo interno y temporal,
compuesta por la apófisis coronoides y el ángulo y, por último, la parte alveolar,
donde se colocan los dientes; esta última zona depende del crecimiento y erupción
de los dientes y desaparece cuando se pierden éstos (Anexo 8).
☆ Crecimiento del ángulo mandibular.
Aparentemente existe una discrepancia en la idea de que el ángulo cambia o
no durante el crecimiento. Brodie, en estudios cefalométricos seriados, encontró que
el ángulo no cambiaba durante el crecimiento, lo que estaba en contraposición con
lo que los antropólogos habían encontrado desde hace muchos años: que el ángulo
iba disminuyendo con la edad. En realidad, esta confusión proviene de los métodos
con que se mida el ángulo. El verdadero ángulo, es decir, el sitio en que el cuerpo
se une con la rama, no cambia durante el crecimiento. Pero si la medida se toma
con el plano mandibular (o plano Gonion-Gnation) y un plano tangente a los dos
puntos más prominentes en sentido posterior del borde posterior de la rama
ascendente, uno cercano al cóndilo y otro al ángulo, sí se encontrará que el ángulo
se irá cerrando con la edad. El valor normal de este ángulo es de 120 a 130° (Izard).
El ángulo del maxilar está sujeto, como ya se dijo, a la inserción de los
músculos masticadores y su crecimiento está condicionado por la fuerza de estos
músculos, siendo más marcado y fuerte en las razas menos civilizadas por las
mayores necesidades masticatorias.
☆ Crecimiento del mentón.
La aparición del mentón constituye una de las principales características de la
evolución humana. Walkhoff dice que el mavor crecimiento del mentón ocurre entre
la erupción de los primeros y segundos molares cuando el crecimiento en el proceso
alveolar es lento y, en cambio, es más acentuado en el cuerpo del maxilar inferior.
Meredith encontró cambios individuales en la forma y tamaño del mentón, pero sin
relación con edad o sexo.
Enlow y Harris explican el crecimiento del mentón como un proceso
generalizado de receso cortical en las áreas de hueso delgado situadas entre los
caninos inferiores, asociado a una aposición cortical en la región del mentón
propiamente dicha. Rosenstein observó que el mentón es más grueso y más
pronunciado en sentido anteroposterior (entre las dos tablas interna y externa) en el

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Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

hombre que en la mujer; por el contrario, en el mismo estudio, pudo notar que la
forma definitiva del mentón se alcanzaba antes en la mujer que en el hombre (con
un adelanto de dos a tres años). En los casos que estudió no pudo apreciar
diferencias en el crecimiento del mentón en los que habían tenido tratamiento
ortodóncico con los que no habían sido tratados; esto corrobora la idea de que la
mecánica ortodóncica no obra más allá de los procesos alveolares: incluso en casos
de extracción terapéutica no se encontró influencia en la forma del mentón.
Gran estudió la herencia de la sínfisis mentoniana y concluyó que la forma
del mentón (ancho y alto) puede heredarse de acuerdo a las leves de Mendel; no
encontró relación entre la altura y el espesor del mentón con la estatura, tamaño de
los dientes y anchura del arco dentario.
☆ Crecimiento transversal de la mandíbula.
En sentido transversal, la mandíbula experimenta un aumento en su diámetro
transversal asociado con el crecimiento anteroposterior a medida que la mandíbula
va separándose en su extremidad posterior. En otras palabras, la mandíbula se
ensancha por crecimiento divergente hacia atrás, pero no aumenta en sentido
transversal en su parte anterior. Este es el fenómeno conocido como principio de
expansión en forma de V (Enlow).
Este principio conlleva un patrón de crecimiento en el cual los depósitos de
hueso nuevo se acumulan en la superficie interna de un área en forma de V. con
una reabsorción concomitante de algunas partes de las superficies externas. Toda la
zona de la apófisis coronoides, el cóndilo, y en general la totalidad de la mandíbula,
sufren así un verdadero movimiento hacia una forma final más amplia o
ensanchada. Al mismo tiempo se disminuye el diámetro de la base de la V (Anexo
9).
El cambio en anchura del cuerpo mandibular es, por el contrario, mínimo;
dice Slavsgold: El ancho de la mandíbula, en el niño, corresponde estrechamente al
segmento anterior de la mandíbula en el adulto.(Anexo 10). La aposición osea en
las superficies laterales aumenta un poco el ancho del cuerpo mandibular durante el
primer año de vida, pero después no hay cambio apreciable.
Después de los 6 años el aumento, si existe, es prácticamente nulo. Esto
debe tenerse presente en los tratamientos de expansión del arco dentario inferior: si

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CRECIMIENTO DE LA MANDÍBULA
Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

no hay aumento transversal normal menos se podrá obtener por medio de fuerzas
artificiales en los caso de falta de espacio para los incisivos inferiores.

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CRECIMIENTO DE LA MANDÍBULA
Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

ARTICULACIÓN TEMPOROMANDIBULAR (ATM)

El crecimiento de la articulación temporomaxilar depende del crecimiento de


los dos huesos que la forman: el temporal y la mandíbula. La parte temporal de la
articulación tiene una osificación intramembranosa que comienza alrededor de la
10.a semana, al mismo tiempo en que aparece el cartílago del cóndilo del maxilar
inferior. El crecimiento del hueso temporal está influenciado por estructuras
anatómicas muy diversas: lóbulo temporal del cerebro, anillo timpánico y el conducto
auditivo externo.
Un aspecto interesante es que la cavidad glenoidea tiene una dirección
francamente vertical en el recién nacido y después cambia a la dirección horizontal
con el crecimiento de la fosa cerebral media y el desarrollo del arco zigomático.
El piso de la fosa cerebral media se desplaza hacia abajo y hacia afuera y su
pared interna se hace más plana, con lo cual se logra la posición horizontal de la
cavidad glenoidea y del tubérculo articular. Este crecimiento lleva hacia abajo la
articulación y, por tanto, desplaza en el mismo sentido al maxilar inferior.
Este hecho ha inducido a algunos autores (Moss) a creer que la mandíbula
puede desplazarse hacia abajo sin participación de verdadero crecimiento
mandibular y que es impulsada por el crecimiento del piso de la fosa cerebral media.
Al tener el niño recién nacido una articulación temporomandibular
funcionalmente eficiente, pero sin fosa articular, se cree que esta cavidad no forma
parte funcional de la articulación.
En los primeros estadios de la formación de la articulación, existe una gran
distancia intraarticular, rellena de tejido blando, y las partes temporal y mandibular
están muy separadas. Más adelante vendrá el crecimiento del cartílago del cóndilo,
que hace que los dos componentes se aproximen.
La articulación témporomandibular es una articulación sinovial que presenta
características especiales ya que se forma entre dos huesos de osificación
membranosa, el temporal y la mandíbula.
El crecimiento posterior de la mandíbula hasta el nacimiento, está
influenciado por la aparición de tres cartílagos secundarios, no derivados del

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CRECIMIENTO DE LA MANDÍBULA
Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

cartílago de Meckel, ubicados en la apófisis coronoides, en el cóndilo y en la sínfisis


mentoniana, constituyendo centros de crecimiento
El cartílago de la apófisis coronoides aparece alrededor de los tres meses de
gestación y desaparece antes del nacimiento.
El cartílago de la sínfisis mentoniana se desarrolla en el tejido conectivo
ubicado entre las dos mitades de la mandíbula y desaparece a fines del primer año
de vida.
El cartílago del cóndilo aparece a las diez semanas de gestación y forma la
mayor parte de la rama en desarrollo. Este cartílago se mantendrá hasta los 20
años.
Las estructuras de la ATM se forman a las 8 semanas de desarrollo, con la
aparición de dos condensaciones mesenquimáticas: el blastema condilar y el
blastema temporal. En la 8a semana, no sólo aparecen las condensaciones
mesenquimáticas de los blastemas condilar y temporal, sino que también se inicia la
osificación membranosa del temporal.
La ATM, al igual que todas las articulaciones sinoviales, se originan a partir
del tejido mesenquimático que se ubica entre los futuros huesos articulares. Este
tejido mesenquimático se condensa al centro para formar el disco articular y en la
zona externa forma la cápsula con la membrana sinovial. En la cavidad articular sólo
queda la matriz extracelular amorfa del tejido mesenquimático, que será la base en
la formación del líquido sinovial articular (Anexo. 11).
El cartílago del cóndilo aparece a los 3 meses de gestación, y forma
rápidamente un cono cartilagíneo que ocupa la mayor parte de la rama en desarrollo
(Anexo 12). Este cartílago se convierte luego en hueso por osificación endocondral,
de modo que a los 5 meses sólo queda una delgada capa de cartílago en la cabeza
del cóndilo. Este cartílago persiste hasta los 20 años como centro de crecimiento de
la mandíbula.
A los 4 meses se observan todos los componentes histológicos de la ATM
(Anexo 13 y 14).
Poco antes de los 4 meses de desarrollo, se inicia la osificación endocondral
del cóndilo mandibular y aumenta rápidamente. El blastema condilar cartilaginoso
disminuye gradualmente a través de la vida fetal (Anexo 15). La hematopoyesis en

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CRECIMIENTO DE LA MANDÍBULA
Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

el tejido óseo esponjoso del cóndilo, aparece a los 5 meses de desarrollo y va


aumentando durante la gestación.
Una vez que los diferentes elementos de la ATM están constituidos, no se
observan mayores cambios excepto por el tamaño de las partes. El crecimiento del
cóndilo es de tipo intersticial y posicional, pero además comienzan a aparecer las
primeras formaciones de hueso endocondral. La rápida formación de cartílago
embrionario y la continua formación de hueso endocondral, aumenta el tamaño del
cóndilo y este proceso ayuda al crecimiento de la rama de la mandíbula.
Simultáneamente con el desarrollo del cóndilo, existe una formación de
hueso membranoso en la región temporal, de modo que a los 5 meses de gestación,
la cavidad articular está bien formada (Anexo 16).
La capa fibrosa que recubre la superficie del cóndilo mandibular, mantiene su
grosor hasta el 6o mes de gestación, pero después aumenta gradualmente. Esta
capa fibrosa es más delgada que la del temporal durante toda la vida fetal (Anexo
17 y 18).

Características de la ATM en el recién nacido.


Al nacimiento, la fosa temporal es aplanada y poco profunda y existe escaso
desarrollo de la eminencia articular. El cóndilo mandibular es plano en su superficie
y poco prominente.
El crecimiento de la ATM continúa hasta la segunda década de vida
postnatal. La fosa temporal adquiere profundidad a medida que se desarrollan los
huesos laterales del cráneo y crece la eminencia articular. En el cóndilo mandibular,
la actividad proliferativa cesa a los 21 años.

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CRECIMIENTO DE LA MANDÍBULA
Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

Durante los primeros meses de vida, se mantienen planas la eminencia


temporal, la superficie articular del cóndilo mandibular y la fosa temporal, debido a
que la principal función articular es la succión. Cuando comienza la función
masticatoria, el cóndilo mandibular se hace convexo y la fosa temporal cada vez
más cóncava. Además, se va engrosando la eminencia articular.
Crecimiento Articular
Como sabemos, la ATM es una articulación sinovial en la cual las superficies
articulares no están revestidas de un cartílago articular como el resto de las
articulaciones sinoviales, sino que están revestidas por una capa fibrosa de tejido
conectivo.
Las articulaciones de la clavícula, acromioclavicular y esterno-clavicular,
también están revestidas de tejido fibroso. Estas articulaciones y la ATM son las
únicas que tienen sus superficies articulares cubiertas por tejido conectivo fibroso.
El cartílago del cóndilo es un cartílago secundario, ya que no deriva del
cartílago de Meckel, sino que se desarrolla del tejido conectivo que forma el esbozo
del hueso mandibular.
El cartílago condilar está formado por tejido cartilaginoso hialino revestido por
una delgada capa de tejido mesenquimático que corresponde al pericondrio.
☆ Crecimiento Prenatal
Desde los 4 meses de gestación, en la superficie del cóndilo mandibular en
desarrollo, se distinguen varias capas (Anexo 19 y 20):
A. Capa articular superficial formada por una cubierta de tejido conectivo
joven avascular, con pocos fibroblastos de disposición epiteloidea y algunas fibrillas
colágenas dispuestas paralelamente a la superficie articular.
B. Zona proliferativa ubicada bajo la capa articular, formada por células
mesenquimáticas indiferenciadas o células progenitoras activas.
C. Zona de maduración ubicada en el extremo profundo de la zona
proliferativa y formada por condroblastos y condrocitos distribuidos al azar e
inmersos en una matriz extracelular rica en proteoglicanos. Debido al aumento de la
matriz extracelular cartilaginosa, las células se van separando unas de otras y
adoptan el tamaño y la forma redonda de los condrocitos jóvenes.
D. Zona de osificación El proceso de osificación endocondral continua con la
muerte de los condrocitos debido a la calcificación del cartílago, dejando lagunas

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CRECIMIENTO DE LA MANDÍBULA
Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

vacías. Esta zona es invadida por vasos sanguíneos y osteoblastos que empiezan a
sintetizar tejido óseo.
En las características estructurales. En el cartílago del cóndilo mandibular,
existen canales vasculares que cruzan perpendicularmente el cartílago conectando
directamente con la zona de osificación. Estos canales que cruzan desde la capa
fibrosa, contienen vasos sanguíneos que parecen cumplir una función nutricia para
el cartílago (Anexo 21).
En el cartílago condilar, el colágeno tipo I se encuentra no sólo en la matriz
extracelular de la capa fibrosa y proliferativa como es lo esperable, sino que también
en la matriz extracelular de la capa madurativa de condrocitos hipertróficos. En
cambio en el cartílago de crecimiento de un hueso largo, es el colágeno tipo II el que
está presente en todo el cartílago y no existe colágeno tipo I.
☆ Crecimiento Postnatal
La ATM es parte del macizo cráneo-facial y por lo tanto se rige por los
mismos patrones de crecimiento y desarrollo El crecimiento de la cara y cráneo
inmediatamente después del nacimiento es continuación directa de los procesos
embrionarios y fetales.
Después del nacimiento hay un crecimiento acelerado el que va decreciendo
hasta los 4 años de edad, luego se desacelera hasta la adolescencia, momento
donde se produce el pico de crecimiento puberal (Anexo 22. A y B).
☆ Periodos de Crecimiento

El crecimiento de la ATM depende del crecimiento de los huesos que la


forman: temporal y mandíbula. La parte temporal de la articulación presenta una
osificación membranosa y está influenciado por el lóbulo temporal del cerebro, el
anillo timpánico y el conducto auditivo externo.
La parte mandibular está influenciada por el desarrollo de la base posterior
del cráneo (silla-basion) que parece tener gran influencia sobre la ubicación espacial

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CRECIMIENTO DE LA MANDÍBULA
Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

de la ATM y de este modo una gran influencia en el crecimiento y desarrollo de la


mandíbula.

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CRECIMIENTO DE LA MANDÍBULA
Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

CRECIMIENTO CRANEOFACIAL EN CONJUNTO

Después de estudiar los distintos componentes óseos craneofaciales en


forma separada, parece necesario hacer un resumen del desarrollo en conjunto del
complejo craneofacial, antes de terminar este capítulo sobre crecimiento y
desarrollo.
Para facilidad en la comprensión de la manera como se realiza el crecimiento de los
distintos huesos del cráneo y de la cara podemos considerar el aparato masticatorio
como compuesto por dos huesos (Coben) : el craneomaxilar, donde están colocados
los dientes superiores, y la mandíbula con los dientes inferiores. Para que el
resultado final de alineación normal y oclusión de los dientes sea satisfactorio, todos
los componentes de esas dos unidades deben desarrollarse coordinada y
armónicamente. El espacio para los dientes superiores se denomina complejo
maxilar y está unido a la base craneana anterior (silla turca-amina interna del hueso
frontal). Los huesos que primero se calcifican y terminan su desarrollo son los de la
base craneana anterior, regidos por el complejo esfenoetmoidal (7 años). Este
complejo articula con todos los huesos del cráneo y de la cara (salvo el maxilar
inferior) y rige el crecimiento de éstos en los tres sentidos del espacio. La
sincondrosis esfenooccipital se osifica muy tarde y el crecimiento en esta sutura
sigue llevando el complejo maxilar hacia arriba y hacia adelante como consecuencia
del mismo movimiento que impulsa a la base
craneana anterior.
Parece poderse dividir el crecimiento de la parte superior de la cara en dos fases : la
primera, se extiende hasta los siete años y depende del crecimiento de la base del
cráneo anterior, del tabique nasal y de los ojos, que le imprimen un movimiento
hacia abajo y hacia adelante (Anexo 23); la segunda fase, va de los siete años hasta
el final del desarrollo del individuo y se caracteriza por aposición y remodelado
óseos superficiales (Anexo 24).
El crecimiento hacia adelante y hacia abajo del maxilar superior favorecido
por un sistema de suturas que permite que quede un espacio suficiente para la
erupción los dientes posteriores hasta las hasta los siete años, y como desde esta
edad en adelante cesa el crecimiento sutural se puede explicar el espacio para el

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CRECIMIENTO DE LA MANDÍBULA
Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

segundo y tercer molar como facilitado por aposición hacia superficial y por
migración de los dientes anteriores.
El crecimiento sutural, tal como lo dicen Enlow y Hunter, obliga a los distintos
huesos faciales a separarse unos de otros y, como consecuencia de esta
separación, hay un cambio en la posición de estos distintos componentes del
complejo maxilar y un remodelado para mantener las proporciones y la forma.
El espacio para los dientes inferiores depende del crecimiento mandibular y
del hueso temporal, con el cual articula, y del crecimiento del cóndilo hacia arriba y
hacia atrás que se traduce por un desplazamiento en sentido contrario del cuerpo
mandibular: hacia abajo y hacia adelante: los dientes posteriores encuentran sitio
por la reabsorción del borde anterior de la rama.
De lo anterior se puede concluir que el crecimiento de los huesos de la cara
está regido por dos vectores principales: la sincondrosis esfenooccipital que dirige el
crecimiento en sentido anterior y superior, y el cuello del cóndilo que lo dirige en
sentido anterior e inferior. Entre estos dos vectores se consigue espacio para el
crecimiento alveolar y la erupción dentaria.
Sin embargo, con mucha frecuencia, las direcciones del crecimiento sufren
cambios bruscos durante el periodo de crecimiento y desarrollo del niño o tienen
una orientación dominante; se considera que hay dos direcciones principales en el
crecimiento de los maxilares: vertical y horizontal. El tipo predominantemente
vertical se caracteriza por cara larga y poco desarrollada en sentido
antero-posterior; puede haber ángulo goniaco abierto (hipergamia) y retroinclinación
(posición inclinada del borde inferior de la mandíbula). Este crecimiento es
desfavorable para el tratamiento ortodóncico: tipo retrognático. El crecimiento
predominantemente horizontal puede llegar a producir prognatismo, pero, en
general, favorece la colocación normal de los dientes por disponer éstos de espacio
suficiente. Puede haber tipos intermedios de crecimiento entre los dos principales y
también cambios en la dirección del crecimiento, de uno a otro tipo principal. Esto es
importantísimo en el plan de tratamiento, pues, con frecuencia, se atribuye a los
aparatos el éxito conseguido en la colocación hacia adelante del maxilar inferior
cuando lo que realmente ha ocurrido es un cambio favorable en la dirección del
crecimiento, de predominio vertical a predominio horizontal, cambió totalmente
independiente de la acción mecánica de los aparatos, que se hubiera producido

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CRECIMIENTO DE LA MANDÍBULA
Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

también sin ningún tratamiento de Ortodoncia. Cuando, por el contrario, el


crecimiento sigue siendo vertical, es casi imposible corregir la posición del maxilar
inferior (retrognatismo) y no debemos culpar al paciente de falta de colaboración si
no obtenemos éxito. Los cambios del crecimiento no pueden predecirse, pero el
diagnóstico cefalométrico cuidadoso ayudará mucho en el pronóstico del caso.
Estos conceptos sobre las direcciones del crecimiento y los cambios de éstas, lo
mismo que los incrementos de desarrollo en la época de la pubertad, han sido
gráficamente mostrados por Graber con calcos cefalométricos tomados a niños
durante el tratamiento ortodóncico con intervalos cortos (tres meses).

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CRECIMIENTO DE LA MANDÍBULA
Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

CONCLUSIONES

El crecimiento del cráneo, la cara, el crecimiento craneofacial y la articulación


temporo mandibular son procesos complejos que ocurren durante el desarrollo
humano. Aquí hay algunas conclusiones importantes sobre estos temas:

1. El crecimiento del cráneo: El cráneo humano experimenta un crecimiento


significativo durante la infancia y la niñez. La expansión del cerebro y el
desarrollo de los huesos craneales contribuyen a este crecimiento. Además,
los procesos de sutura entre los huesos craneales permiten el aumento de
tamaño y la adaptación del cráneo a medida que el cerebro se desarrolla.
Durante este proceso, la bóveda craneana, que es la parte superior del
cráneo, experimenta un crecimiento en términos de tamaño y forma.
2. El crecimiento de la bóveda craneana es influenciado por varios factores,
incluyendo la genética y las fuerzas mecánicas que actúan sobre ella. Estas
fuerzas pueden provenir de los músculos, el crecimiento del cerebro y las
fuerzas masticatorias.
3. Además de la bóveda craneana, también hay un crecimiento en la base del
cráneo. Esto incluye el crecimiento de las estructuras como el esfenoides y el
occipital, que son importantes para la formación de la cabeza.
4. El crecimiento de la cara: La cara también experimenta un crecimiento
importante durante el desarrollo. Este proceso está influenciado por una
combinación de factores genéticos y ambientales. La mandíbula y los huesos
faciales se elongan y remodelan a medida que crecemos, lo que afecta la
estructura facial y la apariencia general.
5. En relación al crecimiento de la cara, el maxilar superior y la mandíbula
también se desarrollan durante la infancia y la adolescencia. El maxilar
superior se expande horizontalmente y verticalmente, mientras que la
mandíbula crece en longitud y anchura.
6. El crecimiento craneofacial: El crecimiento del cráneo y la cara están
estrechamente relacionados y ocurren de manera coordinada. El desarrollo

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CRECIMIENTO DE LA MANDÍBULA
Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

equilibrado de los huesos craneales y faciales es esencial para una función


adecuada y una apariencia armoniosa.
7. La articulación temporo mandibular (ATM): Esta articulación se encuentra
entre la mandíbula y el cráneo y permite el movimiento de la mandíbula.
Durante el crecimiento, la ATM también sufre cambios importantes. Una
alineación adecuada y una función correcta de la ATM son esenciales para el
habla, la masticación y otros movimientos de la mandíbula.
8. Las articulaciones temporomandibulares (ATM) son las articulaciones que
permiten la apertura y cierre de la boca,. Durante el crecimiento, estas
articulaciones pueden experimentar cambios en su anatomía y función.
9. En conjunto, el crecimiento craneofacial y el crecimiento de la articulación
temporomandibular son procesos dinámicos y coordinados que resultan en el
desarrollo adecuado de la cara y la función de la mandíbula.

Y por último podemos decir que la importancia de un crecimiento adecuado


del cráneo, la cara, el crecimiento craneofacial y la articulación temporomandibular
son muy importantes para el desarrollo saludable y la función óptima del sistema
estomatognático. También es importante destacar que estos procesos de
crecimiento son altamente variables entre individuos y están influenciados por
factores genéticos, ambientales y nutricionales. Es fundamental recibir atención
médica adecuada y realizar un seguimiento regular para evaluar el crecimiento y
desarrollo craneofacial adecuado.

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CRECIMIENTO DE LA MANDÍBULA
Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

- Bhaskar S.N. Histología y Embriología Oral de Orban. 11a Edición. Editorial Prado
S.A., México, (1993).
- Gomez de Ferraris M.E. y Campos Muñoz A. Histología y Embriología
Bucodentaria. 1a Edición. Editorial Médica Panamericana, Madrid, (1999).
- Dr. José Mayoral, Dr. Guillermo Mayoral y Dr. T.m. Graber. Ortodoncia. Principios
Fundamentales y Practicas.1a Edición. EditorialLabor, S.A, Barcelona-España.
(1969).
- Abramovich A. Embriología de la región máxilo-facial. Ed. Panamericana, Buenos
Aires-Argentina, (1999)
- Wurgaft R., Montenegro M. A. Atlas de histología y embriología bucodentaria.
Edit. Abaco, Santiago,(1992)
- Wurgaft R., Montenegro M. A. Desarrollo y estructura de la articulacion
temporomandibular. Edit. Servimpres, Santiago, (2003).
- Wurgaft R., Pino C., Liberona A., Montenegro M.A. Morfología articular y la
dinámica oclusal temporomandibular. Rev. Latinoam. Ortod 2: 19-27, (2000).
- Wurgaft R., Versluys J. Rappoport K., Heran D. Estudio descriptivo morfofuncional
de pacientes con trastornos temporomandibulares (TTM) y asimetrias faciales. Rev.
Chil. Ortod. 21 (1): 31-41, En. - Jun., (2004)

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Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

ANEXOS

ANEXO 1:
Corte sagital de los huesos frontales en un recién nacido A, y en un adulto joven B, para mostrar el crecimiento
divergente de las tablas óseas y externa y la formación del seno frontal. (Según Weinmann y Sicher).

ANEXO 2:
Centro de osificación de la base del cráneo 1, sindrocosis esfenooccipital; 2, sincondrosis interesfenoidal; 3,
sincondrosis esfeno etmoidal (Según Marionnaud).

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CRECIMIENTO DE LA MANDÍBULA
Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

ANEXO 3:
Relación de la forma de la base del cráneo con la forma de la cara. Las líneas continuas representan un grupo
de individuos con angulación muy marcada de la base del cráneo y proyección de los maxilares hacia adelante;
las líneas de punto representan un grupo de individuos con base craneana acentuadamente plana y con
posición retrognática de los maxilares. Cada grupo representa el 10% más extremo de un estudio de 243 adultos
(Björk).

ANEXO 4:
Disposición de las suturas faciales (Sicher). A, sutura frontomaxilar; B, sutura cigomaticotemporal; C, sutura
cigomaticomaxilar; D, sutura pterigopalatina.

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Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

ANEXO 5:
Papel del tabique nasal cartilaginoso en crecimiento vertical y anteroposterior del complejo maxilar. Hueso en
negro; Cartilago.
Zonas Punteadas: E, etmoide; O, basioccipital; PS, preesfenoides; S, esfenoides; V, vómer (Adaptado por Ford)

ANEXO 6:
Zonas de crecimiento de la mandíbula: Cóndilo, borde posterior de la rama ascendente y procesos alveolares
son principales zonas aposición; borde inferior del cuerpo, remodelado óseo; borde anterior de la rama
ascendente, reabsorción ósea.

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Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

ANEXO 7:
✔ Crecimiento del cóndilo hacia arriba y ligeramente hacia adelante que ocasiona una marcada rotación
del cuerpo mandibular
✔ Línea punteada: 11 años y 7 meses; Línea continua : 15 años y 8 meses
✔ Los calcos se han superpuestos en implantes de vitallium (Björk).

ANEXO 8:
Zonas morfológicas de la mandíbula. A, parte basal; B, parte muscular; C, parte alveolo (Adaptado de Scott).

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CRECIMIENTO DE LA MANDÍBULA
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ANEXO 9:
Secuencia del crecimiento de la apófisis coronoides, según el principio en “V” . Obsérvese el crecimiento hacia
arriba y hacia afuera de los extremos de la apófisis coronoides, 3, por aposición ósea en la superficie interna,
4’,y reabsorción concomitante en la superficie externa, 4. Por el mismo mecanismo, las bases, 5, se aproximan
una a la otra por oposición interna (Enlow).

ANEXO 10:
Cambios en la posición de la apófisis coronoides de 1 a 1’. Nótese que la parte anterior del cuerpo no sufre
cambios apreciables (Enlow).

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Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

ANEXO 11:
ATM de feto de 2,5 meses de gestación. Bajo aumento. Tinción: H-E, Azul de Alcian.
Se observa el blastema condilar cartilaginoso (C), la osificación membranosa del hueso temporal (T), el
cartílago de Meckel (Me) y el esbozo del músculo pterigoideo medial (PM).

ANEXO 12:
ATM de feto de 3 meses de desarrollo. Aumento mediano. Tinción: H-E, Azul de Alcian.
Se observa el cartílago de Meckel (Me) y la osificación membranosa de la rama mandibular (O) con un grueso
periostio (P). En su extremo superior, el esbozo cartilaginoso del cóndilo (C).

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ANEXO 13:
ATM de feto de 3,5 meses de gestación. Aumento mediano. Tinción H-E, Azul de Alcian.
Se observa el cóndilo mandibular (C), la condensación mesenquimática correspon- diente al disco articular (D) y
el esbozo óseo del temporal (T ).Se observan las cavidades supradiscal e infradiscal en formación ( flechas).

ANEXO 14:
ATM de feto de 3,5 meses de desarrollo. Aumento mediano. Tinción: H-E, Azul de Alcian.Se observa el cóndilo
mandibular (C), la condensación mesenquimática del disco articular (D) y las cavidades supradiscal (S) e
infradiscal (I) en formación.

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CRECIMIENTO DE LA MANDÍBULA
Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

ANEXO 15:
ATM de feto de 4 meses de desarrollo. Aumento mediano. Tinción: Tricrómico de Masson. Se observa el disco
(D), entre el esbozo óseo del temporal (T) y el esbozo cartilaginoso del cóndilo mandibular (C).

ANEXO 16:
ATM de feto de 4 meses de desarrollo. Aumento mediano. Tinción: H-E, Azul de Alcian. Se observa el blastema
condilar cartilaginoso (C), una delgada capa de osificación pericondral (P) y tejido fibroso cubriendo la superficie
articular (F). Además, vemos el disco (D) y la osificación membranosa del temporal (T).

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ANEXO 17:
ATM de feto de 4 meses de desarrollo. Aumento mediano. Tinción: Azul de Toluidina.Se observa el
blastema condilar cartilaginoso (C), la osificación pericondral (P), tejido fibroso cubriendo la superficie
articular (TF), el disco (D) y la osificación membranosa del temporal (T). Se destaca la intensa
metacromasia del blastema condilar cartilaginoso, (glicosaminoglicanos sulfatados).

ANEXO 18:
ATM de feto de 5 meses de desarrollo. Aumento mediano. Tinción: Picrosirius.La osificación
membranosa del hueso temporal (T) y la osificación endocondral del cóndilo (O), han progresado
rápidamente. Se observa el disco articular (D) y el blastema condilar cartilaginoso (C).

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ANEXO 19:
Cóndilo mandibular de ATM de feto de 4 meses de gestación . Aumento medio. Tinción: Tricrómico de Masson.
Se observan las capas: superficial (CS), proliferativa (CP), de maduración (CM), de la superficie del cóndilo fetal.

ANEXO 20:
Cóndilo mandibular de ATM de feto de 7 meses de gestación. Gran aumento. Tinción: Tricrómico de
Masson. Se observan las capas superficial (CS), proliferativa (CP), de maduración (CM) y la zona de
osificación (ZO).

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CRECIMIENTO DE LA MANDÍBULA
Y DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM).

ANEXO 21:
Cóndilo mandibular de ATM de feto de 7 meses de gestación Aumento medio. Tinción: Tricrómico de
Masson.Se observa un canal vascular (flechas) que atraviesa perpendicularmente el cartílago.

ANEXO 22:
Mandíbulas humanas. Visión macroscópica. A ) niño de 6 años. B ) adulto joven.

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ANEXO 23:
Primera fase del crecimiento: del nacimiento hasta los 7 años. El crecimiento está guiado por la sincondrosis
esfenooccipital (EO), el cóndilo (G) y el septum nasal (SN), junto con las saturaciones faciales. Muy aposición
superficial (Coben).

ANEXO 24:
Segunda fase del crecimiento facial: de los 7 años en adelante. Crecimiento en la sincondrosis esfenooccipital
(EO) y en el cóndilo (G) y, sobre todo, por aposición superficial (parte sombradas) (Coben).

ANEXO 23 ANEXO 24

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