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Arelis Alejandra Recinos Mazariegos

Carnet: 1028619

ANÁLISIS DE SENTENCIAS

Juicio Oral de División de la Cosa en Común

(3373-2012, 3342-201, 1320-2017)

En virtud de realizar el respectivo análisis de las sentencias anteriormente individualizas, es


importante como primer punto a partir, explicar conforme a nuestra normativa, específicamente
en el Decreto Ley 106, Código Procesal Civil y Mercantil de Guatemala todo lo relativo a la
tramitación del Juicio Oral empezando del artículo 199 al 210. Moretti señala que “en relación al
sistema oran en los procesos, deben estudiarse cinco aspectos 1) lo relativo a la estructura de
los órganos judiciales 2) la organización de la defensa de los litigantes 3) el desarrollo del
proceso; 4) los poderes de los jueces; y 5). La extensión del principio de la oralidad1.

De acuerdo con el libro de Mario Aguirre Godoy, se expone que en todo proceso de conocimiento
deben haber tres períodos, en el primer periodo, las parte proponen al tribunal la contienda legal,
sobre la que le piden su decisión, de acuerdo con las razones que cada una en su momento,
expone, apoyada en las pruebas que determina; en el segundo, el tribunal realiza la necesaria
instrucción o información o prueba de las afirmaciones de las partes, y en tercero, el tribunal
realiza la necesaria instrucción o información o prueba de las afirmaciones de las partes, y en el
tercero, el tribunal verifica esas afirmaciones a través de la valoración de esas pruebas y dicta la
sentencia definitiva. 2

De igual forma, es importante establecer que las características del Juicio Oral es la inmediación
que implica el acercamiento directo entre el juez y las partes, la celeridad, la brevedad, y la
concentración de actos procesales en un mismo acto, que buscan o que tienen como fin principal,
abordar los temas que contempla el Código Procesal Civil y Mercantil que se tramiten por la vía
del Juicio Oral, exigiendo por su materia mayor brevedad en los trámites y que no siguiera
sometido al formalismo del proceso escrito.

En este contexto, el procedimiento del juicio oral de división de la cosa común se encuentra
regulado en los artículos 219 al 224 del Código Procesal Civil y Mercantil, Decreto Ley 107. Este
procedimiento permite a los copropietarios acudir al órgano jurisdiccional para solicitar la partición
de la propiedad en copropiedad tal y como se encuentra regulado en el artículo 219 que indica
“Cuando los copropietarios no estén de acuerdo, podrá pedirse la división o la venta en pública
subasta de la cosa común, por el procedimiento del juicio oral”. El proceso se inicia con la

1
Morreti, op. cit, p. 657. Véase El Juicio Oral en el Código Procesal Civil y Mercantil, Tesis de Licenciatura de Lionel Enrique
Ríos Martínez, edit, Rosales, Guatemala, 1969.
2
presentación de una demanda que debe cumplir con los requisitos esenciales establecidos en el
Código Procesal Civil y Mercantil, tales como el articulo 106 y 107. De igual forma será necesaria
la declaración judicial cuando hubiere intereses de menores o incapacitados o del Estado. Luego,
se fija una fecha y hora para una audiencia en la que las partes intentarán llegar a un acuerdo o
presentar sus objeciones. Entre el emplazamiento del demandado y la primera audiencia deberá
mediar por lo menos tres días. El juez, al inicio de la audiencia, justamente en la fase de
conciliación deberá procurar avenir a las partes sobre el nombramiento del partidor, quien deberá
de ser un notario; si no hubiere acuerdo él lo nombrará de oficio. Discernido el cargo al partidor,
este tiene que elaborar el proyecto de partición o bien manifestar imposibilidad para realizarlo.
Previamente el notario puede reunir a las partes para aclarar instrucciones; fijando el juzgador
audiencia para ello. Posteriormente, señalará fecha para que las partes conozcan el proyecto de
partición, y pueden hacer observaciones y rendir aquellas pruebas que consideren convenientes.
En caso de no aceptarse el proyecto de partición, se fijará audiencia por cinco días para la
elaboración de otro proyecto. Si las partes lo aceptan, la autoridad judicial dictará auto donde
apruebe el acuerdo de partición, el cual mandará a protocolizar por el propio partidor. Si hubiere
oposición al proyecto, el juez dictará sentencia, declarando según los casos la aprobación del
proyecto, su modificación, o bien la procedencia de la venta de la cosa en pública subasta. Por
último, debe procederse a la protocolización de la certificación del proyecto y de la sentencia.
Todo esto regulado en los artículos 220, 221, 222, y 223 del Código Procesal Civil y Mercantil.3

Expediente 3342 – 2014

En relación a la sentencia que estamos examinando, se menciona que se han vulnerado los
derechos de defensa y los principios de debido proceso y legalidad. Esto se debe a que el juez
rechazó y desestimó el documento en el cual se respondió negativamente a la demanda y se
presentaron las siguientes excepciones: previa de falta de personería de la parte actora y las
objeciones perentorias relacionadas con la falta de veracidad de las afirmaciones realizadas por
la parte actora en su escrito inicial, así como de la imposibilidad de esta última para respaldar
dichas afirmaciones. Además, se presentaron pruebas como parte del proceso.

No obstante, en el procedimiento de este juicio en particular, no está permitido presentar


objeciones previas, objeciones perentorias o, en su caso, responder negativamente a la
demanda. Esto llevó a los recurrentes a iniciar acciones de amparo con el fin de que se
restablecieran sus derechos al debido proceso y a la defensa, derechos que están protegidos
tanto por la Constitución Política de la República de Guatemala.

Es importante señalar que el Código no excluye en ningún momento el derecho de defensa o el


debido proceso de los recurrentes en este juicio. Esto se debe a que el juicio oral de división de
la cosa común se rige por principios de celeridad y eficiencia procesal, con el objetivo principal
de poner fin a la copropiedad. Por lo tanto, el Código ofrece alternativas adecuadas para
oponerse y ejercer el derecho de defensa, como la posibilidad de expresar su desacuerdo con el
proyecto de partición presentado por el Notario partidor ante el Juez en el momento procesal

3
SENTENCIA 3342-2014
adecuado. El Código no restringe la opción de apelar; simplemente, la naturaleza de dicha
apelación varía según las circunstancias del proceso, como tal es este presente asunto.

Como se menciona claramente en la sentencia objeto de análisis, en donde indica que la forma
idónea para defenderse dentro del proceso del Juicio Oral de División de la Cosa Común es
presentando una inconformidad con el proyecto de partición presentado por el Notario designado
para hacerlo. Quien de una forma clara deberá explicar los motivos por los cuales existe una
inconformidad o agravio que le afecta o vulnere sus derechos ya que tal y como establece el
Código Procesal Civil y Mercantil en su artículo 222, en donde hace referencia a que; si existiere
objeción de parte, el juez dictará sentencia declarando según sea el caso las modificaciones con
determinación concreta de los puntos que sean objeto de las mismas o bien, realizar la venta en
subasta pública.

El tribunal de Amparo de primer grado denegó la protección constitucional con fundamente en


que la autoridad cuestionada obro de forma correcta en ejercicio de las facultades conferidas ya
que el momento procesal para que las partes hagan valer su derecho de oponerse y aportar
medios de prueba se encuentra específicamente regulado en el Artículo que previamente se
expuso en cuanto a que el error de la Amparista fue el no haber utilizado el medio de defensa
idóneo que en este caso era la oposición de la partición luego de haberse presentado el primer
proyecto de partición por el notario designado, atendiendo a la naturaleza del juicio oral de la
cosa común, que como se especificó con anterioridad, su único objeto es ponerle fin a la
copropiedad.

La Corte recalca en varias ocasiones que cuando el acto reprochado no contiene un debido
razonamiento, este no puede interpretarse como una violación a los derechos constitucionales
que en un principio enunciaba. Por lo tanto, es indispensable que al comparecer a la audiencia
oral señalada por el Juez, la ahora Amparista tuvo que oponer su defensa conforme a lo prescrito
en los artículos que regulan la tramitación del juicio oral para obtener la división de la cosa común
tomando en cuenta que no procede la aplicación del procedimiento del Juicio Oral que en
términos generales prevén los artículos 201 al 106.

Concluye de esta forma que no se pudo generar el agravio que la accionante denuncia en
amparo, pues la utilización de mecanismos inidóneos y la práctica de una defensa desacertada
solo puede provocar la desestimación.

Expediente 3373-2012

En esta sentencia, se promovió Jucio Oral de división de la cosa común contra las ahora
Amparistas, objeto de este análisis, quienes, como fundamento de su pretensión, contestaron la
demanda en sentido negativo y plantearon las excepciones perentorias de Falta de legitimidad
de la parte actora en cuanto a la demarcación del bien inmueble que pretende hacer valer
mediante la acción planteada e Incongruencia en la formulación de la petición de fonde de la
parte actora. Mecanismos de defensa que el juez de la causa, rechazo por considerar que los
mismos no eran procedentes por la clase de proceso que se ventilaba.
Ante el rechazo del juez, las Amparistas plantearon nulidad por violacion de ley y vicio del
procedimiento asegurando que las excepciones que habían hecha valer en su momento debían
ser resueltas en sentencia y no en la audiencia oral. A esto, el juez resuelve respecto a la nulidad
que por frívola e improcedente, no ha lugar a darle tramite, en vista que los aspectos
mencionados ya fueron resueltos y conocidos dentro del presente proceso, además, el momento
procesal oportuno para interponer la presente nulidad ya precluyó.

Las postulantes consideran que con esa última resolución se vulneró su derecho y los principios
jurídicos referentes al que el juzgado las dejo en estado indefenso al rechazar la nulidad, asi
como por no aceptarle los medios de prueba ofrecidos, este infringió en la carga que tienen las
partes de demostrar sus respectivas proposiciones de hecho. Referente al rechazo de las
excepciones, consideran que se vedó su derecho a oponerse a la demanda y demostrar los
motivos que tuvieron para contestarla en sentido negativo. De igual forma, indican que se violó
el principio de igualdad entre las partes, ya que mientras la demandante obtuvo su derecho de
copropiedad con posterioridad al momento en que ellas lo hicieron, no tuvieron conocimiento y
tampoco se les notifico dicha adquisición. Por último, afirman que en cuanto a que precluyó el
momento procesal oportuno para interponer aquel remedio procesal, es desacertada ya que
plantearon la nulidad dentro del plazo que para el efecto señala el Código Procesal Civil y
Mercantil en su artículo 614, siendo este de tres días.

El procedimiento del Juicio Oral de División de la Cosa Común, es de observancia obligatoria


cuando se presenta una demanda de esa naturaleza, por lo tanto, establece la Corte de
Constitucionalidad que las excepciones perentorias que las ahora postulantes plantearon dentro
de aquel juicio, no constituyen el mecanismo idóneo para discutir cuestiones que debieron
haberse ventilado según las disposiciones legales que rigen el acto, por lo que el juez calificó
acertadamente los mismos como notoriamente improcedentes, pues el juez tiene potestad
suficiente para decidir liminarmente acerca de cuestiones que entorpezcan o dilaten el
procedimiento, pues la utilización de un mecanismo inidóneo y la práctica de una defensa
desacertada solamente pueden provocar su desistimiento y no un agravio como tal. En cuanto a
la nulidad establece que aun cuando esta denuncia fuera atendible luego de establecer que en
realidad, el mismo fue presentado dentro del tiempo que la ley señala para el efecto, esa sola
circunstancia en nada habría variado el sentido de la resolución objeto de rechazo.

Como último punto, la Corte advierte que en cuanto a que según estiman las postulantes, al no
haber sido notificadas del derecho de copropiedad y no haber podido hacer uso del derecho de
tanteo, la corte establece que el señalamiento no puede dirigirse contra la resolución que
constituye el acto reclamado, pues de existir tal violación, la misma tuvo que haber sido
cuestionada en todo caso, en la jurisdicción ordinaria por medio del procedimiento
correspondiente. Por lo anteriormente expuesto, resuelve la Corte SIN LUGAR al recurso de
apelación confirmando la resolución.

Expediente 1320-2017
En esta sentencia se promovió Juicio Oral de División de la cosa en Común en donde la ahor
Amparista reclama el auto que declaró sin lugar las excepciones previas de Falta de
cumplimiento de la condición a que está sujeto el derecho que se hace valer, demanda
defectuosa, litispendencia y falta de capacidad legal de la demandante.

El accionista establece que se violó el derecho de defensa así como al principio jurídico del
debido proceso, pues alega el decidió resolver el litigio de mérito con base en el artículo 199,
numeral 5, del Código Procesal Civil y Mercantil, sin hacer un estudio somero de la ley especial,
es decir, que no tomó en cuenta lo contenido en el Decreto Ley 82-84 -Ley Reguladora del
Procedimiento de Localización y Desmembración de Derechos Sobre Inmuebles Proindivisos
cuya norma según el amparista prevalece sobre la disposición general contendia en el Código
Procesal Civil y Mercantil sobre el Juicio Oral de División de la Cosa Común.

Por lo anteriormente expuesto el Tribunal de Amparo consideró que el postulante no agotó los
recursos o procedimientos regulados que le permitieron impugnar y por ende variar o revocar el
acto reclamado porque, por una parte, establece en el artículo 207 de la ley citada con
anterioridad establece que tolos los incidentes que por su naturaleza no pueden o no deban
resolverse previamente, se decidirán en sentencia. Por lo que con base a las normas
previamente citadas, el postulante debió impugnar a través del recurso de nulidad pues este era
em medio legal idóneo que tenía a su alcance.

Es importante demostrar para tales efectos de la procedencia del amparo,tiene como elemento
esencial para la procedencia del mismo que el postulante demuestre que ha sido agraviado,
razón por la cual se estima improcedente el amparo ya que la resolución reclamada carece de
efecto agraviante. Por otro lado, en cuanto al rechazo de las excepciones previas en cuanto a
que no se había agotado el principio de definitividad, la corte ha asentado el criterio de que,
siendo las excepciones el mecanismo de defensas que puede emplear la parte demandada para
rebatir los argumentos expresados por la demandante, la decisión que el juez de autos asuma al
conocerlas no puede ser objeto de nulidad ya que resulta que esta no es un mecanismo de
defensa idóneo para cuestionar lo decidido en auto.

La corte resuelve conforme a las excepciones previas planteadas lo siguiente

I) Con relación a la falta de cumplimiento de la condición a que está sujeto el derecho


que se hace valer, se determinó que esa excepción no fue planteada en forma
técnica, pues el amparista no especificó el plazo y condición a la que estuviera
sujeta tanto la obligación como el derecho de la parte demandante
II) En cuanto a la de demanda defectuosa, se estableció que tal excepción no era
procedente, pues del análisis del escrito contentivo del juicio de mérito se advirtió
que esta cumple con lo que preceptúan los artículos 6a, 106 y 107 de la Ley
procesal adjetiva, puesto que observa los requisitos establecidos en esos preceptos
legales; además, el juzgador no tiene límite en cuanto a la aplicación del derecho
respecto de los hechos establecidos en el proceso, siempre en relación con lo
pedido
III) Respecto a la de litispendencia se determina que el accionante, en el memorial que
contiene la interposición de aquellas excepciones, al referirse a ese mecanismo de
defensa, únicamente se limitó a indicar que existen otros procesos relacionados al
juicio oral de división de la cosa común, pero para que esta pueda concurrir debe
existir la triple identidad, es decir, identidad de partes, causa y objeto, lo cual no se
pudo establecer como acertadamente lo adujo el órgano reprochado, puesto que el
amparista no proporcionó la información para verificar tal extremo
IV) En cuanto a la de falta de capacidad legal de la demandante, se advirtió que el hoy
accionante no proporcionó los argumentos suficientes para poder determinar que el
sujeto activo en el juicio subyacente, carecía de tal capacidad.

Como ultimo punto a resolver, y aunado a lo anterior, en cuanto al argumento alegado por el
amparista en su escrito de evacuación ante esta instancia, referente a que, en todo caso, lo viable
para impugnar las excepciones previas -acto reclamado-, era el recurso de apelación contenido
en el artículo 602 del Código Procesal Civil y Mercanti, como efectivamente lo hizo y no la nulidad
que aduce el tribunal constitucional en el fallo, la Corte, decidió que el auto que resuelve
excepciones previas, ya sea que las acoja o no, es apelable. Sin embargo, esta tesis “de
apelabilidad” no es aplicable en este caso ya que el en el trámite del Juicio oral, la apelación está
para impugnar la sentencia, ya que en este caso, según la normativa especial, el auto que
resuelve excepciones previas no es apelable.

Por lo tanto, la corte resuelve SIN LUGAR el recurso de apelación y confirma la sentencia
apelada.

Análisis y conclusiones

Para realizar un análisis de la sentencia actual relacionada con el juicio oral de división de la cosa
común en el marco del derecho guatemalteco, es fundamental tener en cuenta que este proceso
legal posee disposiciones específicas que lo diferencian de un juicio oral convencional. Es
relevante destacar que la doctrina, representada por autores como Guillermo Cabanellas y
Eduardo J. Couture, establece que un juicio oral se caracteriza por llevarse a cabo
predominantemente de manera verbal ante un tribunal encargado de tomar decisiones, aunque
se conserva un registro escrito conciso que documenta lo esencial de las actuaciones.

Además de lo anterior, es importante resaltar que el simple hecho de que una resolución emitida
por una autoridad judicial no se ajuste a los intereses de los recurrentes no implica
necesariamente una violación de ciertos derechos constitucionales, tal y como reitera la Corte en
las tres sentencias objeto de análisis. Los jueces actúan en conformidad con el procedimiento
legal establecido por la ley, el cual varía en sus diversas facetas y no es uniforme en todos los
casos regulados por el mismo cuerpo legal. Las autoridades impugnadas ejercieron sus
facultades de acuerdo con la ley, actuando de manera legal y fundamentando adecuadamente
sus decisiones en el caso particular, sin causar perjuicio a los demandantes que buscan la
restitución de supuestos "derechos" vulnerados por las decisiones judiciales.
De igual forma, considero que no existe una unificación de criterios en cuanto a qué recurso o
medio de defensa es el viable y oportuno en cuanto a la defensa del demandado, pues en una
de las sentencias establece que las excepciones previas no son el mecanismo idóneo para atacar
y hacer valer su derecho de defensa en cuanto al Juicio Oral de División de la Cosa en Común
ya que lo que debieron hacer en cuanto al expediente 3342-2014 y 3373-2012, reiteran que hay
que oponerse al proyecto de partición que presenta el notario designado, cuestión que a mi
criterio, deja indefenso al demandado.

Caso en contrario en donde en el expediente 1220-2017, no se encuentra de acuerdo en que el


medio idóneo para atacar el rechazo de la interposición de las excepciones previas, es la nulidad
tal y como aduce el tribunal constitucional ya que, según la norma general del Juicio Oral, procede
únicamente la Apelación para atacar la sentencia, norma que aplica para el caso específico de
la División de la cosa en Común. A mi criterio existe una gran desventaja en cuanto al demandado
para hacer valer sus pretensiones y defenderse con los medios de defensa que la ley le otorga.

Por lo anteriormente expuesto, considero que tal y como aduce la Corte de Constitucionalidad
en repetidas ocasiones, existe un papel muy importante en cuanto a la práctica procesal de los
abogados, ya que a mi parecer en las sentencias objeto de análisis es deficiente; las tácticas
antiéticas, la mala fe o las diversas motivaciones que llevan a los abogados de las partes
demandadas a presentar recursos frívolos y dilatorios que retrasan el proceso, junto con el
atrevimiento de llevar este litigio a instancias superiores para complicar lo que originalmente
podría haberse resuelto fácilmente. Esta actitud de los abogados, en mi opinión, debe ser
sancionada, ya que constituye una técnica procesal con una clara intención de mala fe.

De igual forma, recordar que es importante al momento de presentar las excepciones previas,
estas sean debidamente fundamentadas y suscritas a los hechos objeto de litigio, pues es
menesteroso destacar que el objeto de este juicio es ponerle fin a la copropiedad y la importancia
que recae en la interposición de un medio de defensa idóneo que sustente mediante la carga
procesal, los hechos que pretende hacer valer el demandado. Así como mantenerse actualizado
con las diferentes sentencias emitidas por la Corte de Constitucionalidad para explorar
alternativas que permitan resolver las cuestiones procesales de manera eficiente y aumentar el
conocimiento jurídico y profesional de los abogados que buscan aprovechar este tipo de recursos
y actuar de manera acertada en cuanto a lo que se pretende hacer valer.

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