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ASIGNATURA: SOCIOLOGÍA
La primera de nuestras visiones clásicas de la sociedad nos viene de Marx (1818- 1883).
Pocos observan la transformación industrial de Europa tan intensamente como él. Marx
pasó la mayor parte de su vida en Londres. Con lo cual, se dio cuenta de que las riquezas
de las industrias se estaban concentrando de manera creciente en las manos de unos pocos.
Londres revelaba extremos de una riqueza casi obscena al lado de una miseria espantosa.
A lo largo de su vida Marx luchó contra una condición básica: en una sociedad tan rica
¿cómo podía haber tantos pobres? Y lo más importante para Marx, ¿cómo se puede
cambiar esta situación? Su motivación era la compasión humana y un nuevo orden social
más justo. El punto clave del pensamiento de Marx es la idea del conflicto social, la lucha
entre los diferentes segmentos de la sociedad por los recursos económicos. Para Marx la
forma de conflicto social más significativa hace referencia a los conflictos entre las clases
sociales, entre ricos y pobres, que nace de la manera en que una sociedad produce sus
recursos económicos.
SOCIEDAD Y PRODUCCIÓN
Durante el siglo XIX, Marx observó las primeras etapas del capitalismo industrial en
Europa. Este sistema transformó a una pequeña parte de la población en capitalistas,
personas que eran propietarias de fábricas y otras empresas productivas. El capitalismo
transforma la mayoría de la población en trabajadores para la industria, a los que Marx
llamó proletarios, personas que proporcionan el trabajo necesario para hacer funcionar las
fábricas y otras empresas productivas. Los trabajadores venden su trabajo a cambio de un
salario que necesitan para vivir. Para Marx el conflicto entre los capitalistas y los
trabajadores tiene su raíz en el propio proceso productivo. Para maximizar los beneficios,
los capitalistas deben minimizar los salarios, por lo general su mayor gasto. Los
trabajadores quieren que sus salarios sean lo más elevados posible. Entonces un aumento
de salarios, implica una reducción de beneficios, con lo que el conflicto entre ambos
grupos es inevitable. Todas las sociedades se componen de instituciones sociales,
definidas como las esferas más importantes de la vida social, o los subsistemas de la
sociedad organizados para satisfacer las necesidades humanas básicas. Según Marx, en la
sociedad la institución de la economía domina a todas las demás cuando se trata de
determinar en qué dirección se mueve la sociedad. Recurriendo a la doctrina filosófica
del Materialismo histórico, que afirma que la manera en que los seres humanos producen
bienes materiales define el resto de la sociedad. Para Marx el resto de las instituciones
sociales (educación, familia, sistema político) funcionaban bajo la influencia de la
economía. En consecuencia, Marx veía al sistema económico como la infraestructura
social (por debajo de) el resto de las instituciones forman la superestructura de la sociedad
(por encima de). En términos generales los miembros de las sociedades capitalistas no
consideran que sus sistemas legales o familiares representen un caldo de cultivo para el
conflicto social. Por el contrario consideran que sus derechos sobre la propiedad privada
son naturales. Por tanto, Marx rechazaba el sentido común capitalista como falsa
conciencia, una explicación de los problemas sociales fundamentada en los defectos de
los individuos en lugar de los defectos de la sociedad. En efecto Marx sostenía que el
capitalismo industrial es el responsable de muchos de los problemas sociales que veía a
su alrededor.
Marx empleó el término conflicto de clases, y a veces, lucha de clases, para referirse al
antagonismo entre las clases sobre la distribución de la riqueza y el poder en la sociedad.
Este conflicto se remonta a las civilizaciones más antiguas, lo que distingue al conflicto
en la sociedad capitalista es que se manifiesta abiertamente. El capitalismo industrial tiene
un interés propio bien visible y la búsqueda de beneficios en un descarado ejercicio de
opresión. Pero aunque el capitalismo industrial pone de manifiesto abiertamente el
conflicto de clases, Marx era consciente de que el cambio social no se produciría
fácilmente. En primer lugar, los trabajadores deben tomar conciencia de su opresión y
deben ver al capitalismo como su enemigo. En segundo lugar, deben organizarse y actuar
para abordar sus problemas. Esto significa que los trabajadores deben reemplazar la falsa
conciencia con la conciencia de clase, el reconocimiento por parte de los trabajadores de
su unidad como clase en oposición a los capitalistas y finalmente al capitalismo. Marx
llego a la conclusión de que los trabajadores industriales inevitablemente se levantarían
en masa para destruir el capitalismo.
CAPITALISMO Y ALIENACIÓN
• Alienación con respecto a los productos del trabajo: el producto del trabajo no
pertenece a los trabajadores sino a los capitalistas, que disponen de él para su propio
beneficio.
En resumen distorsiona una actividad que debería expresar las mejores cualidades de los
seres humanos en una expresión aburrida y deshumanizada. Marx consideraba a la
alienación como una barrera para el cambio social.
REVOLUCIÓN
TRADICIÓN Y RACIONALIDAD
RACIONALIDAD Y BUROCRACIA
RACIONALIDAD Y ALIENACIÓN
Weber también compartía la conclusión de Marx de que la sociedad moderna produce una
alienación generalizada aunque por diferentes razones. Para Weber el principal problema
es la agobiante regulación y deshumanización que acompaña a la burocracia en expansión.
Los burócratas tratan a las personas como una serie de casos en lugar de tratarlos como
individuos únicos. Además los trabajos en las organizaciones son tediosos y
especializados. Donde la sociedad es un sistema de normas que regulan absolutamente
todo y que amenazan con aplastar el espíritu humano. Weber acabo sus días sintiéndose
profundamente pesimista. Temía que la racionalización de la sociedad acabaría por
reducir las personas en robots.
EMILE DURKHEIM: “LOS LAZOS QUE NOS UNEN, DESDE LOS MECÁNICOS
HASTA LOS ORGÁNICOS”
En primer lugar Durkheim reconoció que la sociedad existe más allá de nosotros mismos.
La sociedad es más que los individuos que la componen, la sociedad tiene una vida propia
que se extiende más allá de nuestras experiencias personales. Estaba aquí antes de que
naciéramos. Durkheim explicaba que las pautas de la conducta humana forman
estructuras establecidas; son hechos sociales que tienen una realidad objetiva más allá de
las vidas y las percepciones de los individuos concretos. Las normas culturales, los
valores, las creencias religiosas permanecen como hechos sociales. La sociedad tiene el
poder de determinar nuestros pensamientos y acciones. La sociedad es más que la suma
de sus partes; existe como un organismo complejo arraigado en nuestra vida colectiva.
MODERNIDAD Y ANOMIA
Las sociedades modernas imponen pocas restricciones sobre los individuos. Durkheim
advirtió del peligro de un aumento de la anomia, una condición en la cual la sociedad
proporciona una guía moral insuficiente a los individuos. Por tanto, Durkheim nos enseña
que los deseos de los individuos deben estar equilibrados por las demandas y los concejos
de la sociedad.
Durkheim fue testigo de la máxima transformación de la Europa del siglo XIX. En las
sociedades preindustriales las fuertes tradiciones actúa como el cemento social que
mantiene unida a las personas. Durkheim llamo a este sistema solidaridad mecánica, que
implica lazos sociales basados en una moralidad compartida y que mantienen unidos a los
miembros de las sociedades preindustriales. Este autor consideraba que el debilitamiento
de la solidaridad mecánica es un rasgo que define la sociedad moderna. La modernidad
genera un nuevo tipo de solidaridad, denominada solidaridad orgánica, definida como los
lazos sociales, basados en la especialización, que mantienen unidos a los miembros de las
sociedades industriales. Para Durkheim la dimensión clave del cambio es la división del
trabajo o actividad económica especializada. Durkheim tenía dudas acerca de la dirección
que estaba tomando la sociedad, pero de los tres pensadores, era el más optimista.