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RESUMEN DE SOCIOLOGÍA

Concepto de “Ideología”.
Platón y Marx pensaban que la ideología no era el resultado de una conspiración de la clase
privilegiada que se empeñaba en inventarse ideas que justificaran su posición dominante. Las
ideologías, por el contrario, forman parte de los patrones culturales de una sociedad, que van
germinando y tomando forma a lo largo de extensos periodos de tiempo. Una vez que las
personas aprenden y aceptan lo que en su sociedad se entiende como justo e injusto,
podrán cuestionarse su situación personal, pero difícilmente llegarán a poner en cuestión lo
que piense el resto de la sociedad siguiendo las pautas culturales propias de esa sociedad.
Las ideologías, en suma, ayudan a mantener los sistemas de desigualdad.
Karl Marx: Concepto de “Estructura-Superestructura”. Marx nota que en
los momentos de la Revolución Industrial las riquezas se concentraban crecientemente en las
manos de unos pocos. Pese a que la mayoría de la población trabajasen largas jornadas,
conseguían un sueldo miserable y muchos tenían casas precarias y morían por mala
alimentación o enfermedades infecciosas. En base a ésto, crea el punto clave del pensamiento
marxista: el conflicto social: lucha entre clases por recursos económicos, la cual nace de los
modos de producción de cada sociedad. Para Marx, el capitalismo transforma a una pequeña
parte de la sociedad en capitalistas (propietarios de fábricas y empresas productivas), cuyo
objetivo es beneficiarse mediante la venta de productos por encima del precio que costó en
producirse. Por otro lado, este sistema transforma a la mayoría de la población en proletarios
(trabajadores de las industrias que venden su mano de obra a cambio de un salario necesario
para vivir). Para maximizar los beneficios, los capitalistas deben de reducir los salarios, pero
a su vez, los proletarios quieren que sus salarios sean los más altos posible, siendo de esta
forma inevitable el conflicto entre clases. Marx argumentaba que este conflicto solo podría
terminar cuando se erradicase el capitalismo de las sociedades.
Por otro lado, todas las sociedades poseen instituciones sociales (esferas más importantes de
la vida social organizadas para satisfacer necesidades básicas), pero para Marx la institución
económica dominaba a todas las demás cuando se trataba de “la dirección en la cual se mueve
la sociedad”, recurriendo así a la doctrina filosófica del Materialismo histórico: afirma que la
manera en la que los humanos producen bienes materiales define al resto de la sociedad,
reivindicando así que las otras instituciones importantes (política, familiar, religiosa y
educativa) funcionan bajo la influencia económica.Como consecuencia, ve al sistema
económico como la base de la infraestructura social (“infra”=“por debajo de”).
Marx argumentó que la economía es el “fundamento real, donde el modo de producción
determina el carácter de los procesos de vida social, política y espiritual”. Las otras industrias
eran por su parte pertenecientes a una superestructura (“supra”=“por encima de”).
Karl Marx: Alineación del trabajo.
La palabra “alienación” se refiere a una ruptura o decisión. Los proletarios
encuentran poca satisfacción en sus producciones y se sienten incapaces de mejorarlas.
Ésto da lugar a la contradicción del capitalismo: “A medida que se implementan nuevas
tecnologías para mayor producción y poder sobre el mundo, mayor dominación ejercen sobre
sus trabajadores”.
Los trabajadores se ven a sí mismos como “mercancía”, como una “fuerte mano de obra
para los capitalistas, de la cual se deshacen cuando no las necesitan”. Karl Marx va a
identificar 4 formas de alienación por parte del capitalismo hacia los trabajadores:

1. Alienación en el trabajo: Los trabajadores producen para satisfacer necesidades


inmediatas, buscando desarrollarse a largo plazo. Pero el capitalismo niega la opción a
los trabajadores de lo que producen y cómo lo producen, volviendo así el trabajo
“tedioso” y “rutinario”. Para Marx, el capitalismo se había vuelto hace tiempo al
hombre una máquina.
2. Alienación con respecto a los productos de trabajo: El producto del trabajo no
pertenece al productor, sino a los capitalistas que disponen del productor para su
propio beneficio.
3. Alienación con respecto a otros trabajadores: Marx ve el trabajo como “la
afirmación productiva de la sociedad”, pero el trabajo capitalista convierte una
empresa cooperativa en una empresa competitiva, donde raramente se promociona
al compañerismo.
4. Alienación del potencial humano: El trabajo capitalista aleja al trabajador de su
auténtico potencial. Marx afirma que “el trabajo no realiza al trabajador, sino que
lo niega a sí mismo: tiene sentimiento de miseria el lugar de bienestar y no desarrolla
de manera libre sus energías físicas e intelectuales”. Concluye así que el trabajador
se autorrealiza cuando está en su tiempo libre y se siente desahuciado cuando
trabaja. Marx consideraba a la alineación como una “barrera para el cambio social”,
pero esperaba que los trabajadores la superasen mediante la conformación de una
verdadera clase social, siendo así conscientes de la causa del problema y
movilizándose para cambiarlo.

Revolución:
Marx sostenía que “la única salida del capitalismo era rehaciendo la sociedad”. Por
ésto imaginó un sistema de producción más humano que reforzarse los lazos sociales, el cual
denominó “socialismo”. Estaba seguro de que era cuestión de tiempo para que los
trabajadores se diesen cuenta de que podían tener un futuro mejor, cuyo modo de lograrlo
sería revolucionario y quizá violento. Pero lo que nacería de la Revolución Trabajadora sería
una sociedad socialista destinada a satisfacer necesidades conjuntas.
En su propio tiempo, Marx mira hacia el futuro esperanzadamente, diciendo que “los
proletarios no tienen mucho que perder más que sus cadenas, pero si tienen mucho que
ganar”.
Marx Weber: Racionalización de la sociedad y desencantamiento
del mundo.
La sociología de Marx Weber (1864-1920) puede considerarse como “teoría de la acción”.
Weber entendía el poder de la tecnología y la economía pero no se abocó a un análisis
materialista. Para él “las ideas (principalmente creencias y valores) tienen el poder de la
transformación”. De esta forma la sociedad moderna no es producto únicamente de las
nuevas tecnologías y del capitalismo, sino también de la nueva manera de pensar.
Bajo las consideraciones del desapego a la religión, Weber caracteriza al mundo
moderno como “más racional”.
Por otro lado, Weber utiliza los “tipos ideales”, (que no tienen necesariamente
connotaciones positivas, sino que se refieren a la “manera ejemplar”) de “protestante
ideal”, “judío ideal”, “hindú ideal”, etc.
Tradición y racionalidad:
Como ya sabemos, Weber en vez de categorizar a las sociedades según sus tecnologías o
sistemas productivos, destaca las diferencias de las sociedades en su forma de ver al
mundo, llegando a la conclusión de que las sociedades preindustriales se aferran a la
tradición, la cual define como "los sentimientos y creencias transmitidas de generación en
generación", mientras que las sociedades industriales capitalistas se aferran a la
racionalidad, la cual es "el análisis del costo y beneficio para saber cómo actuar".
Las sociedades modernas tienen un punto de vista diferente del mundo basado en la
razón, que serían considerados aquellos cálculos más eficientes para lograr objetivos
determinados, donde los sentimientos no tienen lugar desde el punto de vista racional del
mundo, produciendo que generalmente las personas prefieran pensar y actuar en base a las
consecuencias presentes y futuras, evaluando cuestiones como el empleo, el estudio
académico e incluso sus relaciones sociales (desde su intervención y lo que se espera recibir
a cambio).
Considera que tanto la Revolución Francesa como el Capitalismo son evidencias de
oleadas de racionalidad, utilizando así la expresión de “racionalización de la sociedad”
para explicar el cambio histórico desde la tradición a la razón como modo dominante de
pensamiento, produciendo así un “desencanto”.
Mediante la comparativa de Weber deducimos que las sociedades conceden diversos
valores a los avances tecnológicos:
- Algunas lo pueden anunciar como un avance.
- Otras pueden juzgarlas carentes de interés.
- Otras pueden oponerse por representar una amenaza a la tradición.
Racionalismo, calvinismo y capitalismo:
Weber consideraba que el capitalismo industrial era la esencia de la racionalidad,
debido a que los capitalistas persiguen racionalmente sus objetivos, lo cual iba en contra de la
consideración de Karl Marx, quien se mostró crítico ante el capitalismo, argumentando que
era una antítesis de la racionalidad y defendiendo que fracasaba a la hora de satisfacer
necesidades básicas de la mayor parte de la población.
Weber sostenía que el capitalismo era fruto del calvinismo, un movimiento religioso
cristiano reproducido por la reforma protestante, donde se separa la iglesia católica de la
protestante. Los calvinistas tenían características distintivas:
1. Enfocaban la vida de forma muy disciplinada y racional.
2. En base a su doctrina, creían en la predestinación: pensaban a Dios como
conocedor de todo y todopoderoso, quien predetermina en ciertas personas la
salvación y en otras el castigo eterno. Creían que nada podía cambiar su
destino y sus vidas giraban en torno a la esperanza de salvación eterna,
donde al mismo tiempo tenían una angustia por el temor a encontrarse entre
los condenados por Dios.
3. Interpretaban la “prosperidad” y el “éxito” como un signo de gracia divina.
4. Buscaban el éxito mediante el uso de la racionalidad, la disciplina y el duro
trabajo en sus tareas.
5. La búsqueda de riqueza no era orientada con un fin de gozo puesto a que éste
era un pecado.
6. No compartían su riqueza con los pobres, pues veían a la pobreza como un
símbolo de rechazo por parte de Dios. Cada uno debía de trabajar en su
oficio o vocación

A medida que los calvinistas generaban reinversiones, para adquirir


mayores beneficios, iban construyendo así el capitalismo mediante:
- Adoptamiento entusiasta de nuevas tecnologías.
- Empleo de riqueza para generar más riqueza.
- Práctica de economías personales.

Estos rasgos para Weber, distinguían al calvinismo del resto de las religiones. Por
su lado los católicos consideraban que la riqueza material no tenía significado espiritual.
Por esta misma razón, el capitalismo se estableció en primer lugar en aquellas regiones de
Europa donde el calvinismo tenía más influencia.
Racionalidad y alineación:
Max Weber concordaba con Marx a la hora de reconocer la eficiencia del capitalismo
industrial, también compartían la conclusión de que la sociedad moderna produce una
alineación generalizada, aunque por razones diversas: para Weber el principal problema no
era la desigualdad económica, sino la regulación y deshumanización que acompaña a la
burocracia en su expresión, conduciendo a la creciente desnaturalización del mundo.
Los burócratas tratan a la gente como “casos” en vez de “individuos únicos”.
Para finalizar, Weber va a imaginar a la sociedad moderna como un enorme y
creciente sistema de normas que buscan regular absolutamente todo y aplastan
el espíritu humano.
Existe una ironía entre los pensamientos de Marx que reaparecen en los de Weber:
La sociedad moderna se vuelve en contra de sus creadores y los esclaviza.

Emile Durkheim: “Los lazos que nos unen. Desde los mecánicos hasta
los orgánicos”.
Otro autor que encontramos es Emile Durkheim (1858-1917), quien cera la frase
“Amar a la sociedad es amar algo más allá de nosotros mismos y algo en nosotros
mismos”. Ésta expresa la influencia que puede tener la sociedad en las personas.
Estructura, “la sociedad más allá de nosotros mismos”:
Durkheim reconoció que la sociedad existe más allá de nosotros mismos: es más que
los individuos que la componen, puesto a que tiene una vida propia que se extiende por
encima de nuestras experiencias personales. Durkheim explicaba que las pautas de la
conducta humana creaban estructuras establecidas, definidas como “hechos sociales con
realidad objetiva más allá de las vidas y percepciones de individuos concretos”. Éstos hechos
son…
1. Valores.
2. Normas culturales.
3. Creencias religiosas.

La sociedad tiene la capacidad de determinar nuestros pensamientos y acciones.


Estudiar de manera aislada a las personas no puede capturar la esencia de la experiencia
humana puesto a que la sociedad es más que la suma de sus partes: es un organismo
complejo arraigado en una vida colectiva.
Luego de ser creada por las personas, la sociedad crea su propia inercia: se enfrenta a
sus creadores y exige medidas de obediencia, tales como reglas morales y leyes.
Función, “la sociedad en acción”:
Luego de explicar que la sociedad tiene estructura, Durkheim se concentra en el
concepto de función, la cual "sostiene que los hechos sociales se extienden más allá de los
individuos hasta el funcionamiento de la sociedad en ésta". Podemos entenderlo bajo el
ejemplo de los delitos: la mayoría los ve como actos perjudiciales que algunas personas
ejercen sobre otras. Pero mirando más allá de las personas, Durkheim estable que los delitos
son imprescindibles para el desarrollo de la sociedad, puesto a que solo mediante el
reconocimiento y reacción ante los actos delictivos, las personas son capaces de
construir y defender moralidad, proporcionando así una estructura necesaria para el
desarrollo de nuestra vida colectiva. Por esta misma razón, Durkheim rechazaba la posición
del punto de vista común de catalogar a lo delictivo como “patológico”. De hecho, llegó a
la conclusión de que lo delictivo es un fenómeno bastante “normal” por el hecho de que la
sociedad no podría existir sin ello.
Personalidad, “la sociedad en nosotros mismos”:
Durkheim afirma que la sociedad no únicamente está “más allá de nosotros
mismos”, sino que está también “en nosotros mismos”, puesto a que cada uno construye su
personalidad interiorizando los hechos sociales: nuestras formas de actuar, pensar y sentir
está determinada a partir de una sociedad que nos educa. Además, ésta nos regula por
medio de una disciplina moral.
En uno de sus estudios, determina que las personas menos sujetas a una regulación social
de su conducta sufren índices más elevados de suicidio: a mayor libertad, ya sea en jóvenes,
en ricos y en famosos, propensa a mayor posibilidad de sacarse la vida. Modernidad y
anomia:
Durkheim establecía que en comparación con las sociedades tradicionales, las sociedades
modernas imponen pocas restricciones sobre los individuos. Pese a reconocer la ventaja de
la sociedad moderna, advirtió del peligroso aumento de “anomía”, definida como una
condición donde la sociedad promociona una guía moral insuficiente a los individuos. Un
ejemplo es la fama repentina: aleja a famosos de su familia y de su vida habitual, generando
a veces fatales resultados. Por ésto, Durkheim nos enseña que los deseos de los individuos
deben de equilibrarse por las demandas y consejos sociales. Sociedades en evolución,
“la división del trabajo”:
Al igual que Marx y Weber, Durkheim fue testigo de la Revolución Industrial, donde
este último, vio una evolución radical en las formas de organización social. En las
sociedades preindustriales, las tradiciones actúan como un cemento social que mantiene
unidas a las personas, incluso, la llamó “conciencia colectiva”, la cual es tan fuerte que una
comunidad se moviliza rápidamente para castigar a quien desafíe los modos de vida
convencionales. Durkheim llamó a este sistema “solidaridad mecánica”, definida como
lazos sociales basados en una modernidad comparativa, puesto a que mantienen unidos a los
miembros de las sociedades preindustriales, por lo tanto, ésta solidaridad nace de la
semejanza. Definía a estos tipos de lazos como “mecánicos”, ya que las personas percibían
sensaciones casi automáticas de pertenecer entre sí.
Durkheim consideró el debilitamiento de la solidaridad mecánica como un rasgo que
define a la sociedad moderna, pero ésto no significa que la sociedad se disuelva, sino que la
modernidad genera un nuevo tipo de solidaridad que apresura a llenar un vacío, dejando así
abandonadas las tradiciones. Durkheim llamó a ésta nueva integración como “sociedad
orgánica”, definida como lazos sociales basados en la especialización que mantienen unidos
a los miembros de las sociedades industriales: mientras la solidaridad posee origen en la
semejanza, ahora surgen las diferencias entre personas (propio de la sociedad moderna)
cuyas actividades especializadas generan una dependencia entre unos y otros.
Para Durkheim entonces, la dimensión clave del cambio es la “división de trabajo”
que deriva en una expansión de la sociedad o actividad económica especializada. Tal y
como explicaba Marx Weber: “las sociedades modernas se especializan para fomentar la
eficiencia”. Durkheim va a completar su visión mostrándonos que “los miembros de las
sociedades modernas cuentan con los esfuerzos de otros individuos (generalmente entre
desconocidos) para asegurar los bienes y servicios necesarios para cada día”. Concluimos así
que la sociedad moderna se apoya mucho menos en el “consenso moral” (propio de
sociedades tradicionales) y mucho más en la “interdependencia funcional”: depender cada
vez más de alguien que conocemos cada vez menos. Ahí contestará Durkheim la pregunta de
“¿Por qué confiamos en alguien que no conocemos, cuyas creencias pueden ser
completamente distintas a la nuestra?”, y la respuesta dada es que “no podemos vivir sin
ellos”.
En esta sociedad moderna nos podemos encontrar el dilema de Durkheim: la tecnología
y la libertad personal que crecen constantemente en la sociedad moderna sólo puede
avanzar a costa de una moralidad en retroceso y del peligro constante de la anomia.
Como Marx y Weber, Durkheim tenía dudas acerca de la dirección que estaba
tomando la sociedad, pero de los tres, este último es el más optimista: su confianza en el
futuro surgió a partir de la esperanza de que disfrutaríamos de mayor libertad y privacidad
mientras fuéramos capaces de crear nosotros mismos normas sociales que antes nos venían
impuestas por tradición.
Teoría social clásica.
Los tres autores concentran su trabajo en el estudio de las sociedades modernas:
Durkheim: Defiende la cientificidad de la sociología y basa sus estudios en los
procesos de socialización y los lazos sociales dentro de las sociedades industriales.
Marx: Intenta explicar las dinámicas de la economía capitalista y las causas de la
desigualdad social.
Weber: Teoriza sobre la importancia de la ética, la religión, la filosofía y la dimensión
subjetiva de los cambios sociales.
Emile Durkheim:
Este autor (1858-1917) al igual que Comte defendió el carácter científico de la
sociología. Sostuvo que era necesario utilizar un conocimiento científico para intervenir en
la sociedad, proporcionando de esta forma mejoras sociales.
Si recuperamos la tensión "objetivismo-subjetivismo", Durkheim sostuvo que el sociólogo
debe evitar los juicios previos, evitando todo subjetivismo considerando a los hechos
sociales aislados de las manifestaciones individuales. El sociólogo, al analizar los hechos
sociales, debe mantener objetividad para otorgarles el carácter científico que poseen.
En su libro “las reglas del método sociológico” (1895) manifiesta que la sociología
debe basarse en la observación y la aplicación de método científico. Por esto mismo, definió
que el objeto de estudio de la sociología son los hechos sociales. Definió estos hechos
como “maneras de pensar, obrar de sentir exteriores al individuo e impuestas a éstos más
allá de su voluntad personal”: Son anteriores al individuo, por lo tanto los hechos sociales
deben considerarse como cosas.
Respondiendo la pregunta de “¿Qué posición debe de tomar la sociología en los hechos
sociales?” Durkheim sostiene que debe de evitar juicios previos (apreciaciones
subjetivas), puesto que debe mantener la objetividad para otorgar un carácter científico.
Para Durkheim, los hechos sociales actúan por medio de la fuerza sin que el individuo
tenga el control sobre ellas, éstos poseen las siguientes características… 1. Exterioridad:
Realidad impuesta desde el mundo material y no desde la creencia del investigador,
manteniendo así una postura objetiva respecto al hecho social estudiado.
2. Imperatividad: Ejercen presión sobre el individuo a partir de sanciones ante la ley y
la desaprobación del resto de los integrantes de la sociedad en el caso de no ser
cumplidos.
3. Generalidad: Adquisición de existencia interdependiente de sus manifestaciones
individuales, “los hechos están por fuera de la conciencia individual”. Individuo y
sociedad, “las bases del lazo social”:
En los años en que duró en desarrollo su teoría, el capitalismo se expandía y el
fenómeno de la inmigración crecía, con la aparición de la producción industrial. El
trabajo se concentraría en las fábricas, provocando así una migración masiva del
campo a la ciudad.
El proceso de socialización, “la integración y regulación de la vida social”: a una
de las principales preocupaciones de Durkheim era el orden moral y cómo el grado
en que la sociedad se comparte las creencias y sentimientos colectivos conduce
ala integración social. para él, ”la integración social requiere de una conciencia
colectiva que articule los intereses individuales con los compartidos. Para que esta
sea posible, el autor plantea que la coacción es fundamental: el acatamiento de las
reglas hace a un sujeto parte del conjunto social. Según su visión, las conductas
individuales no sé adecuan a la conciencia moral establecida, por lo que deben de
ser sancionadas trasponer en peligro la cohesión social, causando así daño en un
grupo. Lo que permite la cohesión social es una división del trabajo, puesto que
produce una cooperación e interdependencia entre individuos
Durkheim utiliza el concepto de cohesión social para medir la integración de
las personas a la sociedad en la que viven, distinguiendo así entre la cohesión familiar
y la cohesión religiosa. Cuándo estos tipos de cohesión no son lo suficientemente
fuertes, el individuo puede tender a un comportamiento apartado de las normas,
generando así la anomia.
Karl Marx:
Este autor analiza y cuestiona las condiciones de vida materiales de su
época, encaminándose en la comprensión de los fenómenos que lo rodeaban y
construyendo una guía para la acción transformadora y revolucionaria. Pretende dar
los cimientos a la teoría del socialismo científico mediante la crítica sistemática del
orden social establecido y el descubrimiento de leyes objetivas que conduzcan a abolir
la propiedad privada sobre los medios de producción. Según Marx, la fuerza de la
revolución encabezada por la clase trabajadora era la forma de acabar con la
sociedad capitalista”.
La estructura de la sociedad capitalista, clases sociales y luchas sociales”: . Para la
existencia de cualquier sociedad, los individuos deben de satisfacer sus
necesidades produciendo medios para su subsistencia (comida, vestimenta,
vivienda, etc.). Esta producción considera al trabajo como una actividad creadora y
transformadora, mediante la cual las personas obtienen de su medio natural y cultural
los elementos necesarios para su vida.
Para Marx, a lo largo de la historia han sucedido distintos modos de producción, lo
cual ha condicionado las formas de organización social. Sostiene que el capitalismo es
una forma de organización social basada en la producción de bienes y servicios,
dónde se acumulan riquezas para los propietarios de los medios de producción y
existe un mercado mundial donde estos bienes circulan. Para este actor, el sistema
capitalista se divide en dos clases:
1. Capitalistas burgueses: Propietarios de los medios de producción y trabajo. 2.
Obreros o proletarios: Los no propietarios que trabajan para la burguesía que
obtienen así aquello que necesitan para subsistir.
El autor va a destacar una pugna permanente entre estos dos sectores por la
distribución de la riqueza.
Marx para crear el concepto de “plusvalía”, la cual se define como el valor que el
obrero crea más allá del valor que se abona por su fuerza de trabajo.
Una de las tensiones que atraviesa a la sociología es la de “consenso-conflicto”: para la
teoría marxista, la sociedad no es armoniosa, pues existen diferentes intereses y disputas
entre clases sociales, justamente, esta tensión va a destacar que la lucha de clases es el
motor de la historia. Justamente, el sostenía que el capitalismo se caracterizaba por la
lucha de clases: “la manera de resolver la contradicción creada por el sistema capitalista
era mediante la revolución por parte de los proletarios hacia la burguesía”. Concepto de
“ideología” y de “conciencia de clases”:
El marxismo entiende a la ideología de un modo amplio que identifica a la misma con
la cultura: abarca el derecho, la política, la religión, el arte, la filosofía e incluso la misma
ciencia; no describe al hombre y su situación en la sociedad de manera correcta, sino que de
modo falso. Esa deformación es consecuencia del interés de la clase dominante por
mantenerse en su situación de dominio: esta clase dispone de los medios de producción
material pero también del control y producción cultural a través distintos lugares como lo son
los medios de comunicación.
Para este autor el concepto de ideología se distingue del concepto de la conciencia de
clase: esta última se produce cuándo el individuo es consciente de sus verdaderos intereses de
clase y logra desnaturalizar aquello que es dado como inmodificable, asumiendo un rol
activo para el cambio social.
Max Weber:
Este autor se centra en el análisis de la consolidación del capitalismo, el desarrollo
de los estados modernos y el crecimiento de la racionalización del mundo. Weber fue
muy crítico en cuanto a la concepción del materialismo histórico, ya que señaló que los
conflictos de clase no eran tan relevantes como Marx relataba, puesto que los factores
económicos no son suficientes para explicar el cambio social. Tanto las ideas como los
valores son igualmente significativos para explicarlo.
La sociología comprensiva Y la racionalización creciente del mundo moderno: Weber
sostuvo la importancia de factores como religión, filosofía y ética en los cambios sociales,
planteando a su vez que en los asuntos sociales intervienen individuos con conciencia,
voluntad e intenciones que son precisas comprender. Sí retomamos en la tención
“estructura-sujeto”, Weber centro su mirada más atentamente en el comportamiento de los
individuos que en la estructura social, introduciendo el análisis sobre la dimensión subjetiva
de los actores sociales, y, tras centrarse en los factores subjetivos, buscó explicar qué le otorga
sentido a las acciones humanas. Esto produjo qué una de las claves de su pensamiento fuese
la acción social: definida como “aquellas conductas a las que el individuo concede un
significado subjetivo e intencional orientado hacia otras personas. Es por lo tanto, una
acción intencionada y recíproca”. Weber va a entender a la sociedad como el resultado de
acciones sociales realizadas por individuos de manera intencionada y recíproca.
Según la relación entre medios y fines, Weber distingue cuatro tipos ideales de acción
social:
Estado moderno:
Weber va a desarrollar el concepto de estado, definiéndolo bajo su concepción como ”una
comunidad humana que dentro de un determinado territorio reclama para sí el monopolio
efectivo de la violencia física legítima”, por esta misma razón el estado va a constituir la
única fuente de derecho a la violencia y la va a ejercer a partir de instituciones qué creó
para garantizar el orden.sí
Este mismo autor, generará la definición de poder, definiéndolo como “la probabilidad qué
tiene una persona de imponer su propia voluntad, la cual implica la imposición o presión
sobre conductas o voluntades ajenas”.
Por otro lado, va a referirse al concepto de dominación, el cual entiende como “la
probabilidad de encontrar obediencia mediante el ejercicio efectivo de poder donde un sujeto
obedece un mandato específico que proviene de otra persona. Por lo tanto, esta dominación
necesita consenso, puesto a que ningún sistema de dominación se basa en una obediencia
automática”.
Comparaciones entre los clásicos

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