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COMPETENCIAS EMOCIONALES DEL LÍDER EN LA COMUNICACIÓN:

HABILIDADES SOCIALES
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Dentro de las competencias emocionales definidas por Daniel Goleman, algunas


de ellas están directamente relacionadas con la comunicación: la escucha, la
empatía y las habilidades sociales.
Al hablar de habilidades sociales se hace referencia a “conductas aprendidas y
dirigidas a metas para interactuar y funcionar de manera eficaz dentro de un grupo de trabajo.
Expresar ideas y construir relaciones significativas y transmitir confianza y respeto a través de ellas”.
Para poder conseguir ser un líder eficaz, hace falta hacer un autoanálisis de los propios procesos de
comunicación. Las habilidades sociales y comunicativas del líder son determinantes para el buen
funcionamiento del grupo ya que afectan directamente a las personas a las cuales dirige.
Las habilidades sociales comprenden a su vez diferentes competencias emocionales básicas para el
liderazgo.
· Influencia;
· Comunicación;
· Establecimiento de vínculos;
· Colaboración y cooperación;
· Habilidades de equipo.
Influencia
Se trata de tener herramientas eficaces de persuasión. Las personas con esta competencia:
· Son muy persuasivas.
· Utilizan estrategias indirectas para recabar el consenso y el apoyo de los demás.
En el nivel más básico, la influencia de la persuasión consiste en la capacidad de despertar ciertas
emociones en los demás.
Comunicación
Escuchar abiertamente y enviar mensajes convincentes. Las personas con esta competencia:
· Saben dar y recibir, captan las señales emocionales y sintonizan con su mensaje.
· Abordan abiertamente las cuestiones difíciles.
· Escuchan bien, buscan la comprensión mutua y no tienen problemas en compartir la información de
que disponen.
· Promueven la comunicación sincera y permanecen abiertos tanto a las buenas noticias como a las
malas.
Establecimiento de vínculos
Capacidad para desarrollar relaciones. Las personas con esta competencia:
· Cultivan y mantienen amplias redes informales.
· Crean relaciones mutuamente provechosas.
· Crean y consolidan la amistad personal con personas de su entorno.
Las personas capaces de establecer vínculos suelen combinar su vida privada con su vida profesional,
algo que exige claridad y disciplina.
Colaboración y cooperación
Consiste en trabajar con los demás en la consecución de objetivos compartidos. Las personas que
tienen esta competencia.
· Equilibran el enfoque en la tarea con la atención a las relaciones.
· Colaboran y comparten recursos, información y planes. · Promueven un clima de cooperación y
amistad.
· Buscan y promueven las oportunidades de colaboración.
Los grupos que se divierten juntos, que disfrutan estando en compañía, que pueden bromear y que
comparten buenos momentos, disponen de suficiente capacidad emocional no sólo para disfrutar los
buenos momentos sino también para hacer frente a las dificultades. Es muy probable que cuando se
hallen sometidos a presión, los grupos que no comparten este vínculo emocional se estanquen,
funcionen mal o terminen desintegrándose.

Habilidades de equipo
Crear una sinergia laboral orientada a la consecución de los objetivos del grupo. Las personas con
esta competencia:
· Promueven cualidades grupales como el respeto y la cooperación.
· Despiertan entusiasmo y actitud participativa.
· Consolidan el compromiso y la identidad del grupo.
· Comparten los méritos, cuidan al grupo y su reputación.
A modo de resumen, con respecto a las competencias relacionadas con las habilidades sociales, se
remite a los rasgos del “Talking Manager” que postula González-Alorda, como un patrón de pautas a
seguir para conseguir según sus propias palabras “ser un líder capaz de conquistar el entusiasmo
del equipo”.
Pautas a seguir:
· Conocer bien a las personas con las que se trabaja y tener afecto por ellas.
· Dedicar tiempo a conversar con las personas del equipo tanto en conversaciones formales como
informales.
· Preparar las conversaciones importantes. No improvisar.
· Ser empático. Captar el estado de ánimo del interlocutor.
· Utilizar más las preguntas que respuestas.
· Ser prudente en las afirmaciones. Saber decir “no lo sé”.
· Pedir opinión a los demás y tenerla en cuenta.
· Escuchar con los cinco sentidos.
· No tomar decisiones importantes en caliente. Tomar tiempo para reflexionar y después decidir con
firmeza.
· Ser flexible. No pretender salirse con la suya, sino “con la nuestra”.
· Hablar con franqueza y mirar a los ojos.
· Pedir feedback y saber recibirlo.
· No personalizar las discrepancias profesionales.
· Asumir los errores y tratar de aprender de ellos.
· No hablar mal de nadie nunca, ni siquiera interiormente.
· Al hablar de otra persona hacerlo con respeto.
· Saber pedir disculpas y aceptarlas.
· Tener la capacidad de trabajar con personas diferentes.
· Confiar en los demás y delegar.
· Cuando se genere un conflicto entre dos miembros del equipo ayudarles a que encuentren la
solución. No convertirse en un juez, sino en un mediador.
· Compartir la información y comunicar las decisiones.
· No mentir. Decir siempre la verdad y si no se puede permanecer en silencio.
· Estar presente y disponible.
· Corregir sin humillar y con la intención de animar a la otra persona a mejorar.
· Mostrarse receptivo ante propuestas de mejora o ante nuevas maneras de hacer las cosas.
· Aceptar con naturalidad las discrepancias.
· Afrontar las conversaciones difíciles cara a cara.
La clave para el desarrollo de las habilidades sociales, como competencia comunicativa del líder, pasa
por un proceso consciente de repetición de las mencionadas conductas para convertirlas en un hábito.
Fuente: Prevencionintegral&ORP

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