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Cyberpunk Cold War

Historia:
Night City, finales del año 2078, el peor sitio para vivir en América. Para algunos una
vergüenza, para muchos otros un logro del que estar orgullosos.
La antiguamente nombrada ciudad de Coronado City se encuentra bajo el yugo de
corporaciones a la luz del día mientras que, en las sombras, en los callejones más
angostos y los pobres suburbios donde reside la mayor parte de la población las
pandillas y sus matones luchan por el control de los bajos fondos.
Ya ha pasado más de un año desde el último de los grandes incidentes que sacudió la
ciudad, la muerte de Saburo Arasaka “el Emperador” y presidente de la junta directiva
de Arasaka Corporation. El hijo de Saburo, Yorinobu Arasaka, ascendió a la posición de
su padre tras el misterioso asesinato de su progenitor prácticamente sin oposición,
menos aun después de la muerte de la hermana del propio Yorinobu, Hanako. A pesar
de todo, Yorinobu se encontró con varios problemas tras su ascenso. Una serie de
malos movimientos corporativos, sumado a las luchas internas entre las diferentes
facciones de la compañía provocaron una caída en el valor de sus activos, prestigio e
incluso poder militar.
Bajo este nuevo marco, el rival principal de Arasaka, Militech International Armaments,
ocupó buena parte del sector ocupado anteriormente por el gigante corporativo
japones. La corporación norteamericana ha logrado establecerse como el más grande
productor armamentístico del mundo y un revolucionario tecnológico sin comparación.
Especialmente en la ciudad de Night City, una de las antiguas joyas de la corona de
Arasaka.
Para sorpresa de nadie, el ya de por si tenso ambiente en la urbe situada en las costas
norteamericanas del Pacífico, es aún más palpable desde que la presencia de Militech
aumentó en la ciudad. Anuncios y comerciales a favor de la NUSA (New United States
of America) aparecen en pantallas de la Corpo Plaza y cada vez que alguien quiere
hacer uso de la Red propia de Night City. Las persecuciones, represiones y asesinatos
por parte de los cuerpos de orden y grupos militares corporativos contra ciudadanos
extranjeros se han vuelto algo más común de lo que cabria esperarse en la ciudad. Y
por si fuese poco las tensiones entre las diferentes corporaciones son más palpables
que nunca, lanzando ataques a pequeña escala tanto en el mundo real como dentro de
la red.
Lo único que evita el inicio de una “Quinta Guerra Corporativa” es el escenario donde
los gigantes empresariales tienen más presencia, la propia ciudad de Night City y su
aun reciente historia. La localidad soñada por Richard Night fue el lugar donde tuvo su
desenlace la Cuarta Guerra Corporativa, el último y más reciente de los grandes
conflictos abiertos entre las corporaciones. Y una vez más entre las propios Militech y
Arasaka. La devastación y ruina que trajo aquella lucha siguen vivas no solo en la
memoria de los habitantes de Night City, si no en la de todo el mundo. El miedo a otro
desenlace nuclear, a que los cielos se vuelvan a teñir de rojo y a tener que volver a
resurgir de las cenizas para permitir que el ciclo corporativo continue es lo que
mantiene a Arasaka y Militech sin pulsar el gran botón rojo. Lo cual no implica que
estás compañías no hayan encontrado otra forma de hacer la guerra.
La subcontratación de mercenarios o “edgerunners” por medio de terceros se ha
convertido en algo mucho más común de lo que ya era hace tan solo un año. Según los
registros el número de habitantes que se dedica a actividades delictivas y de terrorismo
se ha duplicado. Apenas se deja un rastro para ir tras las cabezas que forman estos
grupos de asalto dedicados principalmente a robar y atacar infraestructuras de las
propias corporaciones, dejando curiosamente a un lado todo aquello que pueda
considerarse bien público. A parte de estos “equipos de combate”, los grandes grupos
criminales también desean una parte del pastel al alinearse junto a las corporaciones
que están en su línea de pensamiento o les prometen apoyo en sus luchas de bandas.
Ante toda esta situación todavía hay quienes resisten y se ponen de pie para gritar
basta ante esta “guerra fría”. Desde el ayuntamiento de Night City el alcalde, Jefferson
Peralez, mantiene una posición firme contra la influencia corporativa y la devastación
que estos están causando. Apoyado por buena parte de la ciudadanía, ciertos sectores
del propio ayuntamiento e incluso determinadas corporaciones como pueden ser Night
International o Biotechnica.
Aun así, la situación para Night City sigue siendo complicada y nadie sabe cuando el
ligero telón, que evita que las grandes corporaciones entren en conflicto directo, caerá.
Militech, apoyada principalmente por Orbital Air y Petrochem entre otras muchas
compañías con sus intereses propios, se alza como la soberana en la ciudad que puede
definir el futuro corporativo global mientras que una sospechosamente debilitada
Arasaka trata de aferrarse a su trono. Grupos como los Voodoo Boys, Valentinos, 6th
Street o Maelstrom están tomando un papel más activo y público que nunca,
abandonando esa faceta de bandas callejeras para convertirse en lo que algunos no
tienen miedo de asegurar que son grupos terroristas bien organizados.
Si a todo esto le sumamos los crecientes intentos de intervención en la ciudad por
parte de gobiernos ajenos al de la propias Night City como puede ser principalmente el
caso de la NUSA, aunque la Comunidad Económica Europea y la URSS actuando en
conjunto tampoco se quedan muy atrás, convierten el hervidero que ya de por si era la
ciudad en una olla a presión lista para explotar.
¿Qué es lo que le espera a Night City? Eso es lo peor, nadie lo sabe.

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