¿Existe un relativo consenso sobre los derechos?

, ¿el cumplimiento irrestricto de los mismos

podría significar alcanzar una vida de mayor felicidad, con mayor bienestar y en un estado de
paz social?

Sí existe un consenso respecto a los derechos fundamentales, al punto de poder situarse por sobre la
carta fundamental de un país. Así lo menciona la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, al
señalar que “estos se encuentran protegidos por determinados ordenamientos jurídicos y deben ser
protegidos a través de las Constituciones, los tratados internacionales sobre Derechos Humanos, el
derecho internacional consuetudinario, los principios generales y otras fuentes del derecho” (1).
Existen múltiples organismos internacionales que, en efecto, consideran que la consecución de los
derechos fundamentales implica una vida de mayor felicidad. Un reporte del año 2000 del Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo, lo expresa de la siguiente forma: “el desarrollo y los
derechos humanos comparten la misma perspectiva. El objetivo es la libertad humana. En el
proceso de conseguir los derechos, esta Libertad es esencial. El desarrollo y los derechos humanos
se promueven entre sí, trabajando en conjunto para asegurar la felicidad y la dignidad de todas las
personas” (2).

¿Los intereses ideológicos son un impedimento?

Abordando esta pregunta, deja en evidencia la realidad de este impedimento Cornelius Murphy, ya
en 1972, desde el núcleo la Guerra Fría. Señala que “la experiencia occidental está llena de
imperfecciones, y en la práctica, los países socialistas, en ciertos aspectos, superan a los del bloque
occidental. El nivel de participación real en los asuntos del gobierno es probablemente mayor en
aquellos países donde prevalece la ideología marxista, pero a la vez, desde la visión occidental,
existe un aspecto esencial sobre la naturaleza de la autoridad política que es de importancia
fundamental en la protección de los derechos humanos”(3).

¿Existen derechos que se contraponen y producen tensiones en la vida social y política? ¿Es
un tema de tiempos para avanzar progresivamente en la consecución de los derechos?
Respecto a ambas interrogantes, considero de especial interés indagar en cómo las redes sociales
implican un conflicto entre el derecho a la libertad de expresión y el derecho a la intimidad de las
personas. Esta contraposición, a la vez, supone una invitación a la consecución de los derechos
humanos, y más aún, considerar una actualización de ellos, puesto que la Declaración Universal de
los DDHH vigente fue reactiva a las vejaciones perpetradas en la segunda guerra mundial, hace más
de siete décadas. Lejos de constituir una idea novedosa de interés personal, constituye un tema de
interés sociológico. Según discute Sieber (2019), las neurotecnologías modernas -que rigen los
algoritmos de las redes sociales -, han dado lugar al neuromarketing, estrategia comercial que
infringe las nociones universales sobre los derechos a la dignidad, autodeterminación y privacidad.
Frente a ello, el autor plantea la necesidad de establecer y validar el derecho humano a la privacidad
mental, así como a la jurisdicción espiritual, considerándolos sujetos de interés normativo en el
ámbito legal internacional (4).
1.https://www.bcn.cl/formacioncivica/detalle_guia?h=10221.3/45660#:~:text=%2D%20Derechos
%20civiles%20y%20pol%C3%ADticos%3A%20derecho,contra%20la%20tortura%2C%20entre
%20otros.
2. 160 UNDP, Human Development Report 2000: Human Rights and Human Development,
available at http://www.hdr.undp.org/en/content/human-development-report-2000.
3. https://core.ac.uk/download/pdf/232968398.pdf Cornelius Murphy, Ideological Interpretations of
Human Rights , 21 DePaul L. Rev. 286 (1972) Available at: https://via.library.depaul.edu/law-
review/vol21/iss2/2 PAGINA 21/22
4. Sieber A. (2019). Souled out of rights? - predicaments in protecting the human spirit in the age of
neuromarketing. Life sciences, society and policy, 15(1), 6. https://doi.org/10.1186/s40504-019-
0095-4