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Respuesta: Sin lugar a duda, una de las preguntas más frecuentes es, “¿Quién fue
Jesús?” No hay duda de que Jesús tiene, por mucho, el nombre más reconocido a
través del mundo. En total, una tercera parte de la población mundial – cerca de
2,500 millones de personas – dicen ser cristianos. –el Islam, que abarca alrededor
de 1,500 millones de gente, realmente reconoce a Jesús como el segundo profeta
más grande, después de Mahoma. De los restantes 3,200 millones
(aproximadamente la mitad de la población mundial), la mayoría o ha escuchado
el nombre de Jesús, o sabe acerca de Él.
- "Criterio del testimonio múltiple" (el más clásico): según este criterio,
es histórico aquello que en el NT es afirmado por testimonios distintos e
independientes entre sí. (La formulación es convincente; pero es difícil
asegurar esta independencia, si tenemos en cuenta las relaciones que se
suponen y hemos recordado entre unos y otros evangelios. Puede ser muy
importante, sin embargo, la presencia de una misma tradición o perícopa en
todas las
comunidades, al menos en orden a la antigüedad del texto; a veces, también
en orden a los hechos iniciales [Hay algún autor que hace un uso bastante
decisivo de este criterio].).
Después de lo dicho hasta ahora, se comprende por qué hoy se cree imposible
construir una "biografía" de Jesús: los autores de los Evangelios se
proponían otra cosa. Pero los investigadores entienden que con los métodos
actuales se pueden alcanzar algunos puntos clave de su vida, decisivos para
la comprensión del
personaje. Vamos a recoger algunos de estos puntos, a diversos niveles: nos
detendremos en las circunstancias básicas de la figura de Jesús, en el
"reino" que él predica, en sus
actitudes, en posibles palabras suyas sobre sí mismo, en los "milagros" y en
lo relativo
a la "resurrección" . Constantemente tendremos en cuenta los
criterios de historicidad recordados antes.
En este mismo plano cabe destacar la originalidad que toman sus actividades
en relación a otras paralelas y conocidas en su medio. Jesús intentará
actuar como un maestro -- como un rabino --, pero con otro propósito y con
otro horizonte. Se dirigirá él mismo a los discípulos, en contraste con la
fórmula pasiva de los maestros de Israel; su actividad se saldrá de los
espacios académicos o similares y tendrá lugar en una aldea, en la montaña o
junto al mar; su mensaje no se reducirá -- y aquí se tendría un rasgo
especialmente significativo -- al temario bíblico, como en el caso de los
mencionados rabinos, sino que se referirá a los temas básicos que interesan
al hombre de su tiempo, desde los cuales acudirá eventualmente a la Biblia.
En esta originalidad se va mostrando la huella o historicidad de los hechos,
sobre todo al enlazarla con planos más concretos. Y ya se entiende, al
menos, que lo
que se iniciaba con Jesús no era una simple propuesta teórica, sino algún
tipo
de "movimiento".
b) El "reino de Dios".
c) Actitudes de Jesús.
Este tema tiene interés dada la multitud de veces que los evangelios
atribuyen a Jesús, mediante afirmaciones en boca de Jesús mismo o de otras
personas,
su calidad de "mesías", de "hijo del hombre" o de "hijo de Dios". La
cuestión es si Jesús afirmó tales cosas de sí mismo o si esto se debe a la
fe de sus seguidores. Son puntos complejos, y en buena parte tendremos que
prescindir de
los razonamientos adecuados para limitarnos a informar de las conclusiones
actuales.
1,- Parece que Jesús no se atribuyó jamás el título de "mesías", tal vez
porque los contenidos del término, muy politizados, casaban mal con la idea
que él tenía del "reino"y de su misión. A veces se cree que Jesús sí aceptó
la "confesión de Pedro" (Mc 8, 27-30), lo que habría ocurrido en un círculo
privado y anunciando Jesús, acto seguido, algo tan "antimesiánico" como que
iba a padecer a manos de la autoridad.
2.- El título "Hijo del Hombre", extraño y poderoso personaje que aparece en
Dn 7,13, en los evangelios lo tenemos muchas veces y sólo en boca de Jesús.
Esto hace que se le atribuya históricamente el uso inicial de estos dichos,
y particularmente aquellos en los que no está claro que Jesús se identifique
con tal personaje (p. ej., Mt 26, 59-66).
Quienes estudian el tema están de acuerdo en que muchos de los milagros que
se cuentan de Jesús no son históricos, y en primer lugar suelen señalar los
que sólo serían una metáfora "teológica": la "transfiguración", por ejemplo,
o el andar sobre las aguas. Otros parecen proceder de crónicas extrañas: el
del paralítico que después se lleva su camilla (Mc 2,11) y el del ciego
curado con saliva (Mc 8, 23), por ejemplo, tienen dobles aproximados fuera
de Palestina. Muchos autores entienden, además, que habría que excluir los
milagros que vienen a superar las leyes naturales.
f) En torno a la "resurrección".
Decimos "en torno" porque lo que no se puede es, por las razones que
diremos, "entrar" en la resurrección propiamente dicha. Por esto nos
centraremos en su planteamiento correcto y en la posible aproximación a
ciertos hechos relacionados con ella.
Visto todo esto, la generalidad de los autores piensan que en la raíz de las
llamadas "apariciones" habría habido una vivencia de carácter religioso
(eran judíos que creían en Yahvé), por la que entendieron que Jesús, el
crucificado, estaba con Dios; o que Dios había acogido a Jesús. Sería una
vivencia interior, y compartida. Algún autor se atreve a especificar ese
tipo de vivencia, y propone concebirla como una "conversión": después de
abandonar a Jesús en los peores momentos, volverían a él y a su mensaje con
una resolución nueva. La muerte de un Jesús ajusticiado habría dado toda la
medida y la novedad de aquel hombre, a la vez que habría provocado una
reacción
más definida y madura en sus viejos amigos.
Bevísima bibliografía:
- Schillebeeckx, E. Jesús. La historia de un viviente. Cristiandad, Madrid
1981, 686 pág (Bueno y sugerente.).
- Crossan, J.-D, Jesús, la vida de un campesino judío. Crítica, Barcelona
1994, 565 pág. (Metodología algo particular y matices interesantes).
- Meier, John P., Un judío marginal, Nueva visión del Jesús histórico (en
publicación). Verbo
Divino, Estella (Navarra) 1998 y ss. (Tomo I [1998]: Las raíces del problema
y de la persona; Tomo II/1 [1999]: Juan y Jesús. El Reino de Dios; Tomo II/2
[2000]: Los milagros; Tomo III [2003]: Compañeros y co9mpetidores.). (En
realidad, una obra de consulta: ya han salido
tres tomos -- cuatro vols. -- y, al menos, saldrá otro. Todo muy claro y
amplio).
Transcurridos veinte siglos, cualquier persona que se acerca con interés y honestidad a la
figura de Jesús, se encuentra enfrentado a esta pregunta: “¿Quién es Jesús? Esto es lo primero y
más decisivo: poner a Jesús en el centro del cristianismo.
Piñero, Antonio (2020). «El Jesús de John P. Meier». Aproximaciones de hoy al Jesús histórico: Reseña
crítica de algunos libros significativos en lengua española. Trotta. ISBN 978-84-9879-820-3.
Evidencia de Jesús[editar]
Artículos principales: Fiabilidad histórica de los Evangelios, Fuentes de la historicidad de
Jesús, Jesús según Josefo y Cristo según Tácito.
No hay evidencia física o arqueológica de Jesús. Todas las fuentes que tenemos son escritos
documentales, principalmente cristianos, como los evangelios y las supuestas cartas de los
apóstoles. La autenticidad y la fiabilidad de estas fuentes ha sido cuestionada por muchos
estudiosos, y pocos eventos mencionados en los evangelios son universalmente aceptados. 41
En conjunto con las fuentes bíblicas, tres menciones de Jesús en fuentes no cristianas se han
utilizado en los análisis históricos de la existencia de Jesús.42 Se trata de dos pasajes en los
escritos del historiador judío Josefo, y uno del historiador romano Tácito.4243
Josefo, en su libro Antigüedades judías, escrito alrededor de 93 a 94 d. C., incluye dos
referencias al bíblico Jesucristo en los libros 18 y 20. El punto de vista académico general es
que mientras que el pasaje más largo, conocido como el Testimonium Flavianum, es muy
probablemente no auténtico en su totalidad, se está de acuerdo en términos generales que
originalmente consistía en un núcleo auténtico, que fue entonces objeto de la interpolación
cristiana.4445 De la otra mención, el estudioso de Josefo Louis H. Feldman señala que «pocos
han dudado de la autenticidad» de la referencia de Josefo a Jesús en Antigüedades 20, 9, 1 y
sólo está en disputa por un pequeño número de estudiosos.46474849
El historiador romano Tácito se refirió a «Cristo» [Christus] y su ejecución por Poncio Pilato en
sus Anales (escritos c. 116), libro 15, capítulo 44.50 Robert E. Van Voorst afirma que el tono
muy negativo de los comentarios de Tácito sobre los cristianos hace extremadamente
improbable que el pasaje haya sido inventado por un escriba cristiano.43 Boyd y Eddy señalan
que la referencia de Tácito es ampliamente aceptada como una confirmación independiente
de la crucifixión de Cristo,51 aunque algunos estudiosos cuestionan la autenticidad del pasaje
por varios motivos diferentes.4352535455565758
Otras consideraciones externas al cristianismo son las posibles menciones de Jesús en el
Talmud. El Talmud (200-500 d. C.) habla en detalle de la conducta de los casos criminales de
Israel y los reúne en un solo lugar. La más importante mención se encuentra en Sanedrín 32a:
«En la víspera de la Pascua Ieshú fue colgado. Durante cuarenta días antes que la ejecución
se llevara a cabo, un heraldo salió y gritó: Él va a ser apedreado porque ha practicado la
hechicería y atraído a Israel a la apostasía». La primera fecha registrada de los actos
judiciales del Sanedrín es 57 a. C.59