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PRINCIPIOS PERMANENTES EN LA DOCTRINA

SOCIAL DE LA IGLESIA (1ª parte)

INTRODUCCIÓN
Desde sus comienzos, la DSI contiene implícitos unos principios y valores válidos para la organización de la
vida social, que se articulan y compenetran mutuamente. Es necesario cierto conocimiento de estos a fin de
comprender el significado más profundo del actual Magisterio social.

Principios equivale en DSI a “leyes que regulan la vida social” (Orientaciones 43). Se refieren, en sentido
amplio, a las proposiciones o criterios doctrinales que fundan una visión cristiana sobre la persona y la sociedad
humana. Implícita o explícitamente inspiran a todos los documentos de la DSI.

Tienen carácter teórico, porque recogen conceptos y doctrinas que tratan de explicar la realidad de la persona
y de la sociedad utilizando análisis filosóficos, teológicos y fórmulas culturales cristianas que expresan
progresivamente una visión de la persona y de la sociedad. Práctico y dinámico, porque inspiran e impulsan a
realizar un orden social más acorde con la visión teórica. Validez universal, en la medida en que expresan
verdades de fe o elementos esenciales del orden moral natural, pero también permiten variaciones en su
formulación, consecuencias y aplicaciones prácticas.

La Iglesia los adapta tanto en su formulación como en su aplicación a las circunstancias que van
configurando a la persona y a las sociedades humanas en el dinamismo permanente del mundo. Por eso
universalidad quiere decir aquí unidad en la variedad.

“Se consideran fundamentales los principios tocantes a la persona, al Bien común, a la solidaridad y
participación. Los demás están estrechamente unidos con ellos y de ellos se
derivan” (Orientaciones 30).
Todos tienen aplicación social en general, aunque unos sean más específicamente de orden sociopolítico , y
otros tengan dimensiones socioeconómicas o socioculturales.

1. LA DIGNIDAD SAGRADA DE LA PERSONA


La doctrina de los Santos Padres es clara:
“Dios creó al hombre para la comunión y la comunidad” (Clemente de Alejandría).
“Cuando veas a un pobre no pases de largo. Piensa más bien lo que serías tu en su lugar.
ZQué querrías entonces que hicieran por ti? Piensa que él es libre como tú y participa de
tu misma dignidad. Que todo lo posee en común contigo. Y sin embargo, a ése, que no se te es
inferior en nada, lo valoras con frecuencia en menos que a tus perros: pues éstos se
hartan de pan mientras el otro se duerme con frecuencia muerto de hambre” (S. Juan
Crisóstomo, Sobre la carta a los Hebreos, PG 63, 93-94).
El principio primero y fundamental afirma:
“La dignidad de la persona humana se basa en el hecho de que es creada a imagen y semejanza de
Dios y elevada a un fin sobrenatural transcendente a la vida terrena” (GS y
Orientaciones 31).
Significado general: la persona, imagen de Dios.
La persona, pues, como ser inteligente y libre, sujeto de derechos y deberes, es el primer principio, y se
puede decir el corazón y el alma de la DSI.
“Creyentes y no creyentes están generalmente de acuerdo en este punto: todos los bienes
de la tierra deben ordenarse en función del hombre, centro y cima de todos ellos... En su alcance
antropológico constituye la fuente de los otros principios que forman parte del cuerpo de la doctrina
social. El hombre - persona es el sujeto y centro de la sociedad...

Por esa razón la Iglesia no se cansará nunca de insistir sobre la dignidad de la persona humana,
contra todas las esclavitudes, explotaciones y manipulaciones perpetradas en perjuicio de los hombres
no sólo en el campo político y económico, sino también en el cultural, ideológico y médico”
(Orientaciones 31).
Desarrollo doctrinal de este principio.
León XII reconoce que
“La sociedad no ha sido instituida para que el hombre la busque como fin último, sino para que en
ella y por medio de ella posea medios eficaces para su propia perfección...” (Sapientiae christianae 2).
“...en la protección de los derechos individuales se habrá de mirar principalmente por los débiles y
los pobres... El Estado deberá rodear de singulares cuidados y providencia a los asalariados que se
cuentan entre la muchedumbre desvalida” (RN 27).
“Hay muchas cosas en el obrero que se han de tutelar con la protección del Estado, en primer lugar
los bienes del alma..., el alma es la que lleva impresa la imagen y semejanza
de Dios y en esto son todos los hombres iguales” (RN 30).
Pio XI:
“El hombre como persona tiene derechos recibidos de Dios que han de ser defendidos contra
cualquier atentado de la comunidad que pretendiera negarlos, abolirlos o
impedir su ejercicio” (Mit brennender sorge 35).
“La sociedad no puede despojar al hombre de los derechos personales que le han sido concedidos
por el Creador” (Divini Redemptoris 30).
Pio XII tiene esta doctrina como fundamento de su pensamiento social (Radiomensaje, Navidad 1942, 9).
Juan XXIII recoge esta doctrina:
“El principio capital... el hombre es necesariamente fundamento, causa y fin de todas las
instituciones sociales, el hombre, en cuanto es sociable por naturaleza y ha sido elevado a
un orden sobrenatural” (MM 219).
En PT sistematiza e integra esta doctrina, dándole un valor práctico y efectivo, al establecer una correlación
mutua y simultánea entre derechos y deberes de los miembros de la sociedad:

“...una convivencia bien organizada exige que se reconozcan y se respeten los derechos
mutuos” (31).

GS consagra esta doctrina:


“Es el hombre todo entero, cuerpo y alma, corazón y conciencia, inteligencia y voluntad, quien
centrará las explicaciones” (3)... , porque el desarrollo de la persona humana y el crecimiento de la
propia sociedad están mutuamente condicionados” (25).

Pablo VI pone el fundamento en Dios:


“La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la unión con Dios.
Desde su mismo nacimiento el hombre es invitado al diálogo con Dios” (ES 19).

En PP conecta a la Iglesia con el mundo cuando:


“propone lo que ella posee como propio: una visión global del hombre y de la
humanidad” (13).
Juan Pablo II en Puebla, en RH presenta a Cristo como camino del hombre y al hombre como camino de la
Iglesia. La misión de la Iglesia está unida a la suerte del hombre, por quien se preocupa con solicitud, porque
está llamado desde Cristo.
LE considera el trabajo, al hombre y su dignidad desde la doctrina de la Creación según el Génesis. Trabajo
que en sentido subjetivo se refiere al hombre como persona, sujeto del trabajo y metro de la dignidad de la
persona (4-9).
CA relee RN afirmando que el Magisterio y la acción social de los católicos, a lo largo de un siglo,
desde León XIII, es:
“Un gran movimiento para la defensa de la persona humana y para la tutela de su digni-dad” (3).
Los contenidos de la dignidad humana según la DSI.
La dignidad de la persona humana es dato connatural y punto de partida. Su consideración implica un
concepto estático y otro dinámico. Ambos forman parte de los contenidos teóricos en la concepción cristiana
de la persona, que no siempre coinciden con los personalismos no cristianos en muchos aspectos
fundamentales del ser humano.
Juan XXIII en MM señala como ideologías defectuosas y erróneas aquellas:
“que no consideran la total integridad del hombre y no comprenden la parte más importante de
éste, ni tienen presentes las indudables imperfecciones de la naturaleza humana, que no se remedian ni
siquiera por los sistemas económicos y sociales más
perfectos” (212).
PT entiende la persona humana como sujeto de derechos y deberes y destinada a una vida superior. El
principio de toda convivencia se basa en que todo hombre es persona, naturaleza dotada de inteligencia y de
libre albedrío y, por tanto el hombre tiene por sí mismo derechos y deberes, que dimanan de su propia
naturaleza. Por ello son universales e inviolables y no pueden renunciarse por ningún concepto.
GS desarrolla este tema en su primera parte.

Concepto dinámico de la dignidad de la persona humana.


La persona en un largo proceso que implica muchas facetas, debe desarrollar esa dignidad sustancial durante
su existencia individual y social, a través de:
La inteligencia humana por participar de la inteligencia divina sitúa a la persona en la cima del
universo material y se manifiesta en el pensamiento, la ciencia, la técnica, las artes. Es la
manifestación más decisiva de la humanidad (GS 15,56-57,59,61-62).
La sabiduría perfecciona a la inteligencia, eleva a la persona a la verdad, al bien, descubriendo el
sentido profundo de la realidad. Con esta sabiduría conecta la conciencia moral, o mundo de valores,
que es fundamental para este sentido dinámico de la persona, y la permite realizar en su vida su propia
dignidad obrando el bien moral.
La conciencia humana se va formando al construir la persona una jerarquía de valores, que la
permiten optar por unos de ellos, a los que convierte en referencias firmes y objetivas. Así la persona
sabe dónde está y en función de qué intereses.

La libertad humana. Condición básica para buscar la verdad en todos los órdenes del saber humano.
No significa cerrarse a la Revelación, sino dotar de sentido a la realidad y orientar hacia Dios la
vida individual y social de la persona... El progreso técnico o económico, solos, no proporcionan la
conciencia y la dimensión de la justicia y de la paz. La experiencia científica hay que equilibrarla con
el ser hijos de Dios. Quien no crea en nada definitivo tiene difícil creer en la persona y justificar la
lucha por ella misma.

La libertad moral y el valor de la libertad civil. La libertad social, política y jurídica se encuentra
en la raíz de los derechos humanos y de los principios que organizan el orden jurídico. La persona ha
de vivir armónicamente su libertad, psicológica o de elección, para decir “sí” o “no”. La libertad es un
horizonte permanente por alcanzar y para actuar. La conciencia reconoce en la libertad el camino recto
para ser persona en la sociedad civil. La libertad civil implica que la persona sea libre ante los poderes
constituidos.

2. LOS DERECHOS HUMANOS COMO EXPRESIÓN SOCIAL DE LA


DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA

La dignidad de la persona tiene una eficacia operativa en su dimensión social, a través de los derechos
fundamentales del hombre, que vienen a ser la expresión social de la dignidad humana. Derechos del hombre,
derechos humanos, derechos de la persona humana, derechos fundamentales... son expresiones genéricas,
aunque comunes desde el siglo XVIII. Sólo el hombre es titular de derecho en sentido estricto. Las
expresiones se refieren a ciertos derechos del hombre, llamados fundamentales en cuanto aluden a exigencias
básicas del ser humano y por ello son la base de los restantes derechos humanos.

Antiguamente se hablaba de derechos naturales, así aparecen en las Declaraciones Americana y


Francesa, en cuanto fundados en la naturaleza o en el derecho natural. El siglo XIX se usó el término de
libertades públicas, civiles, fundamentales para indicar la independencia y defensa de esos derechos frente al
posible abuso del Poder. Quizá la expresión más exacta sea derechos fundamentales del hombre, utilizada
por la Declaración Universal de la ONU de 1948.

Desarrollo histórico de los derechos humanos en la DSI.


Del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento surgen criterios sobre la persona en su relación con
la sociedad y con el poder político.
“Nadie tiene derecho a lujos y deleites extraordinarios mientras haya en el mundo seres humanos
que viven en la miseria privados de lo necesario” (Clemente de Alejandría).
“El dueño y creador del universo dice: Tuve hambre y no me disteis de comer. ¿Qué corazón no
se conmoviera con esa palabra, aunque fuera de piedra? ¿Tú Señor anda por ahí muerto de hambre
y tú dándote a la gula?” (S. Juan Crisóstomo, Homilía 50,
sobre el Génesis, PG 54, 450).
Santo Tomás y sus seguidores desarrollan la teoría de que la autoridad política, fundada en la
naturaleza humana creada por Dios, radica en el pueblo o en la sociedad, sujeto del Poder y origen del
Estado. Consecuencia: igualdad esencial de todos.

Siglos XVII y XVIII evolución hacia el absolutismo que defiende el derecho divino de la realeza.

Desde León XIII la Iglesia decanta su postura y la articula dentro de su propia concepción del hombre, la
sociedad, el significado y las funciones del poder político. Juan Pablo II cree que “para confirmar los
derechos humanos mucho ayuda la reflexión teológica sobre la dignidad de la persona humana en la
historia de la salvación y la revelación cristiana puede aportar los fundamentos necesarios de la
dignidad de la persona humana a la luz de la historia de la creación y en las diversas etapas de la
historia de la salvación” (A los Miembros de la Comisión Teológica Internacional, 5-12-1983).

Algunos derechos humanos más importantes en la DSI.


La DSI no intenta hacer un elenco completo de los derechos humanos sino indicar los principales
según la situación y las necesidades del momento.
a. El derecho a la vida. La vida es un don de Dios. Tiene valor divino porque de Él participa, en
todas sus formas, no solo biológica, y en todas las dimensiones del hombre. Es el más
fundamental y supone los restantes derechos.
b. El derecho a la libertad religiosa. Se trata de la libertad de la conciencia como espacio propio
del encuentro personal con Dios y, por tanto, libertad de religión para dar culto a Dios y practicar
la fe.
c. El derecho a la participación en la vida social. Implica la necesidad de dar y recibir la educación
en la participación cívica y política. Su carencia es una forma de pobreza.
d. El derecho a la participación económica con el derecho a la iniciativa económica (SRS y CA)
para todos los miembros de la comunidad política, basado en la función social de las propiedad
individual y colectiva.
e. El derecho de los pueblos a salir de la miseria. Realidad del problema Norte-Sur. Frente a la
dependencia está la solidaridad y la exigencia de creación de nuevas solidaridades.

De León XIII a Pio XII.

León XIII inicia la recuperación de los derechos humanos. Dialoga con el mundo moderno y cambia con
moderación la doctrina y la actitud que la Iglesia tenía hasta entonces.
Pio XI hace avanzar la DSI. En QA plantea los derechos socio-económicos y configura el principio de
subsidiaridad.
Pio XII partiendo del contexto histórico en el que vive, afirma con claridad:
“tutelar el campo intangible de los derechos de la persona humana... El origen y fin de la vida social ha de
ser la conservación, el desarrollo y el perfeccionamiento de la persona humana... Los fundamentos de la paz
social a través de la dignidad y derechos de la persona humana...” (Radiomensajes Pentecostés 1941,
Navidad 1942 y 1944).
De Juan XXIII a Pablo VI.

Juan XXIII en MM y PT afirma que la dignidad de la persona humana es el transcendental principio de toda
la DSI. Ofrece una declaración amplia de los derechos y deberes de la persona humana...
Pablo VI en el Discurso ante la ONU, en las Jornadas de la Paz, afirma que los derechos de la persona tienen
un fundamento espiritual, habla de los derechos de los pueblos pobres al desarrollo, creará la Jornada de la
paz, que busca la acción teórica y práctica sobre los derechos fundamentales de la persona.

Los derechos humanos en Juan Pablo II. Los derechos humanos es el elemento esencial y punto de partida
de todo su mensaje social. En RH coloca al hombre como el primer camino de la Iglesia, el hombre es el
centro de la vida social (14 y 17).
En LE trata los derechos de los hombres del trabajo.

En SRS considera positivamente los derechos humanos y la preocupación ecológica en el mundo


contemporáneo (26). El derecho al desarrollo lleva en sí un carácter moral, por eso hay que conservar la
naturaleza (33-34).
En CA el ideal democrático no siempre es respetado (47).

TRABAJO EN GRUPO
ORIENTACIONES

I. LECTURA DEL DOCUMENTO


 Señalar las cuestiones que no quedan suficientemente claras.
 Señalar las cuestiones que más llaman la atención.

II. CUESTIONANTES:

1. La Doctrina Social de la Iglesia establece como principio primero la dignidad de la persona humana.
a) ¿Por qué crees que es éste el primero y principal?
b) ¿De dónde viene este principio?
c) ¿En qué aspectos crees que se niega hoy la dignidad a la persona humana?

2. Las Naciones Unidas firmaron en el 1948 la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En
ellos se recogen los derechos fundamentales de la persona. A pesar de los años transcurridos aún no
es una realidad conseguida.

a) Señala leyes o acciones actuales que van en contra de la persona y su dignidad.


b) Señala los derechos humanos que aún no están conseguidos en el pueblo, ciudad
donde vives (y luego en nuest

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