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Producto Académico 4

Comunicación y Argumentación

Integrantes en orden alfabético

1. Carrasco Heredia Yubissa


2. Condezo Marquez Luis Orlando
3. Chata Quispe Luz Mery
4. Champa Rojas Miguel

POSTURA A FAVOR

INTRODUCCIÓN

El empleo de las FFAA frente a la lucha contra el crimen organizado y delincuencia común ha
sido un tema polémico no solo en nuestro país sino también en países desarrollados. No
todos han tenido resultados favorables en su aplicación. La Corte Interamericana de
Derechos Humanos, hace referencia al informe sobre seguridad ciudadana y derechos
humanos, señalando que las FFAA no tienen el l entrenamiento adecuado para el control de
la seguridad pública, función que le corresponde a la Policía, o el caso de México, que a pesar
de los éxitos que han tenido en la lucha contra el narcotráfico, se presenta como improvisada.
Los mexicanos no parecen tener una estrategia clara y un plan a largo plazo. En el caso
peruano se busca una alternativa médica polémica: el empleo de las FFAA en la lucha contra
el crimen organizado y delincuencia común. Al respecto, se observa dos posturas: La
Fuerzas armadas como un método efectivo para luchar contra el crimen organizado y
delincuencia común y, por otro lado, las Fuerzas Armadas como una institución no
capacitada para la seguridad ciudadana. Desde mi perspectiva, considero que las Fuerzas
Armadas con un adecuado equipamiento tienen la capacidad de afrontar la lucha contra el
crimen organizado y la delincuencia común.

ARGUMENTO DE AUTORIDAD

Las FFAA pueden participar contra la delincuencia común y el crimen organizado La


investigación realizada por la periodista venezolana Arisbell C. Arismendi. (2022) revela que
los resultados obtenidos con el plan Bukele han sido buenos los cuales ha llevado a
resultados visibles en El Salvador, donde los índices de homicidios y actividad delictiva han
disminuido de manera significativa en comparación con años anteriores. (artículo La
expresión política de la indignación llega al gobierno). En la actualidad el plan Bukele
continua, el cual inició en junio de 2019, cuando se anunció el Plan de Control Territorial que
aumentaría la vigilancia policial de ciertas áreas del país por combatir las altas tasas de
criminalidad y las pandillas en el país. De acuerdo al plan, tanto la Policía Nacional Civil como
la FFAA fueron dotadas de armas de fuego, y chalecos. Como resultado, la tasa de homicidio
de El Salvador redujo de 52 asesinatos por cada 100.000 habitantes en 2018 la más alta del
mundo en ese momento a 34 en 2019; en 2020 se estimó en 19.4, en 2021 a 17.6 y en 2022
a 7.8. La tasa de homicidios del 2021 era inimaginable, ya que, años antes, en 2015, era de
104 por cada 100.000 personas.

ARGUMENTO DE RELACIONES CAUSALES

Las Fuerzas Armadas, tienen la capacidad para enfrentar la criminalidad, delincuencia común
y crimen organizado. Existen casos en América Latina donde las Fuerzas Armadas reciben
un reconocimiento social y prestigio. Por ello, podemos decir que con una implementación
de equipamiento, formación personal, infraestructura, educación, logística, instrucción y el
entrenamiento las FFAA pueden brindar seguridad a la ciudadanía. En consecuencia,
actualmente algunos países como El Salvador viene empleando a sus FFAA para garantizar
la seguridad ciudadana reduciendo los índices de criminalidad. Esta idea es reforzada de
acuerdo con un estudio de María Heras en julio de 2002, frente a la interrogante, “¿Qué tanta
confianza tiene usted en las instituciones?, un 75 % mencionó al ejército de forma positiva.
(Ibarrola 2003 citado por Córdova, 2020).

PÁRRAFO DE RAZONAMIENTO INDUCTIVO

En primer lugar, el Plan Bukele puesto en ejecución en el país de El Salvador permitió reducir
el índice de criminalidad con la aplicación de una política de mano dura contra las pandillas,
la Policía Nacional registró 142 homicidios entre el 1 de enero y el 11 de septiembre de este
año, un 72% menos que los 519 del mismo periodo de 2023. Cabe destacar la gran diferencia
en la reducción de homicidios con años anteriores En segundo lugar, la investigación
publicada por la periodista Anali Espinoza de Infobae al Presidente del Poder Judicial
Javier Arevalo Vela : “Las Fuerzas Armadas sí pueden participar en la lucha contra la
criminalidad” (2023), explica que las Fuerzas Armadas sí pueden participar en la lucha
contra la criminalidad, no como agente de investigación, pero pueden dar su apoyo de
seguridad y logístico a la PNP en los operativos que realizan.Hay países que están teniendo
éxito en la lucha contra la criminalidad. Un ejemplo de ellos es El Salvador. ¿Por qué no
podemos tomar algo de sus experiencias para ver cómo las adaptamos a la experiencia
peruana?”, afirmó Arévalo Vela. (p.701). Por último, el Sr. Coronel de la Policía Nacional del
Perú Miguel Angel Contrera Gallegos, en la investigación publicada “Desafíos del Empleo de
las Fuerzas Armadas en Apoyo a la Policía Nacional del Perú para la Seguridad
Ciudadana” (2023), demuestra que el empleo óptimo de las FF. AA. para la seguridad
ciudadana tiene como centro de gravedad la capacitación del personal militar en las
actividades de tratamiento con la población y en el empleo de la fuerza. En tal sentido, es
necesario estandarizar los procedimientos en coordinación con la PNP, aprovechando la
experiencia y la doctrina policial. (p. 409). Por todo lo desarrollado, el empleo de las FFAA en
la lucha contra la delincuencia común puede reducir el índice de criminalidad.
CONCLUSIÓN

Cierre

En síntesis, se ha demostrado que el empleo de las Fuerzas Armadas en la lucha contra la


delincuencia común y crimen organizado puede reducir el índice de criminalidad Primero, se
ha demostrado que su empleo ha reducido el índice de homicidios en el país de El Salvador
el cual era considerado uno de los países con una tasa alta de criminalidad. Segundo, que su
empleo puede ser factible dando el apoyo de seguridad y logístico a la PNP en los operativos
que realizan, demostrando que hay países que están teniendo éxito en la lucha contra la
criminalidad. Y tercero, se demostró con diferentes casos la eficacia del empleo de las FFAA
contra el crimen organizado, considerando la capacitación al personal militar y estandarizando
los procedimientos en coordinación con la PNP, . A manera de reflexión, es necesario el
empleo de las Fuerzas Armadas en la lucha contra la delincuencia común y crimen
organizado; puede significar una reducción significativa en la tasa de homicidios el cual hasta
el momento no tiene solución.

POSTURA EN CONTRA

INTRODUCCIÓN

Las Fuerzas Armadas son una organización militar debidamente capacitada y entrenada para
participar durante una guerra no exactamente para el control del orden público, mientras que
la Policía está calificada para neutralizar e investigar el delito. En conversación con César
Ortiz Anderson, presidente de Asociación Pro Seguridad Ciudadana del Perú (Aprosec),
señaló que "El militar no va a enfrentar el delito urbano. No puede neutralizar la amenaza con
su armamento. No pueden disparar contra un delincuente común. Si piensan que van a
corretear a los 'marcas', no es así. opinó el experto en seguridad ciudadana. (Miranda, 2021).
Al respecto, se observa dos posturas: La Fuerzas armadas como un método efectivo para
luchar contra el crimen organizado y delincuencia común y, por otro lado, las Fuerzas
Armadas como una institución no capacitada para la seguridad ciudadana. Desde mi
perspectiva, considero que las Fuerzas Armadas no tienen una preparación adecuada en
temas de seguridad pública, lo que puede generar vulneración a los derechos humanos. Por
otro lado, el apoyo de las Fuerzas Armadas no resolverá el problema real, puede darse una
apreciación de mayor seguridad, pero eso desaparece al poco tiempo. No resuelve en sí, el
problema de inseguridad ciudadana.

ARGUMENTO DE AUTORIDAD

El uso de las FFAA en la lucha contra la inseguridad ciudadana AMENAZA los temas de
seguridad pública por lo que, desde un enfoque de DDHH, su participación resulta
cuestionable.

En cuanto a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ,señala que las FFAA no


tienen el entrenamiento adecuado para el control de la seguridad pública, la cual le
corresponde a la fuerza policial civil, a las fuerzas armadas les compete la defensa de la
soberanía nacional, mientras que la seguridad ciudadana es un asunto exclusivo de las
fuerzas policiales.(Ideh Pucp, 2021).

El uso de las fuerzas armadas para poder erradicar la inseguridad va en contra de los
derechos humanos puesto que muchas veces se da el abuso de autoridad, o cargo. Por otro
lado, si bien se sabe que esta institución no está capacitada para esta función.

ARGUMENTO DE RELACIONES CAUSALES

Las Fuerzas Armadas no deben intervenir en la lucha contra el crimen organizado y


delincuencia común. Las FFAA intervienen sólo en el control del orden interno cuando estas
amenazan la estabilidad y buen funcionamiento del estado, más no en el control del orden
público salvo si existiese la declaración expresa de un estado de emergencia o situación
catastrófica. Por ello, que las FFAA realicen tareas de seguridad ciudadana, se estaría
entrando en el ámbito de responsabilidad de la PNP según el DL 1267 “Ley de la Policía
Nacional”, y cuya finalidad está determinada por el art 166 de la C.P.P., la cual es garantizar,
mantener y restablecer el orden interno. En consecuencia, las FFAA deberán participar sólo
en apoyo a la Policía Nacional en el control del orden interno de acuerdo a lo dispuesto en la
normatividad vigente, ante el desborde de la capacidad policial y afectación inminente al
normal funcionamiento del estado. Esta idea es reforzada por la publicación, El papel de las
FFAA en la seguridad pública en Guatemala donde dice según la Institución del Procurador
de los Derechos Humanos (PDH), entre 2014 y 2017, se recibió un total de 172 denuncias
por presuntas violaciones a los derechos humanos por parte del Ejército, un promedio de 43
denuncias por año.

PÁRRAFO DE RAZONAMIENTO INDUCTIVO

En primer lugar, de conformidad con los artículos 165 y 166 de la Constitución, la Policía
Nacional del Perú es la encargada del orden interno; mientras que las Fuerzas Armadas (FF.
AA.) son las responsables de garantizar la integridad territorial, la independencia y la
soberanía. Es decir, no es tarea de las FF. AA. velar por la seguridad ciudadana. En segundo
lugar,en la investigación dada por la profesora de Derecho Internacional de la Facultad de
Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Elizabeth Salmón nos indica que la
CIDH hace referencia al informe sobre seguridad ciudadana y derechos humanos, en el cual
señaló que las fuerzas armadas carecen del entrenamiento adecuado para el control de la
seguridad ciudadana, la cual le corresponde a la fuerza policial civil. Entonces la participación
de las FFAA sería anticonstitucional para combatir la inseguridad y por otro lado son roles
distintos que solo le compete a la policía nacional. Por último Iván Lanegra, secretario
general de la Asociación Civil Transparencia,(2021) recordó que ningún país ha tenido
éxito haciendo participar a las Fuerzas Armadas en la lucha contra la delincuencia. Advirtió
que no tienen una preparación específica en temas de seguridad ciudadana, lo que puede
generar riesgos que afecten el derecho de la persona. Por todo lo desarrollado, las FFAA no
tienen las competencias para participar en la erradicación de la inseguridad ciudadana.
CONCLUSIÓN

En síntesis, se ha demostrado a través de diferentes estudios que la seguridad ciudadana no


es labor fundamental de las Fuerzas Armadas. Primero, está establecido bajo el marco legal
de la Constitución Política del Perú, que la seguridad ciudadana no representa parte de sus
funciones. Segundo, carecen de una formación y preparación para abordar de manera
eficiente y eficaz la seguridad ciudadana, lo cual es función específica de la policía. Y tercero,
no existen precedentes de éxito en cuanto a la intervención de las Fuerzas Armadas en la
lucha contra la delincuencia. A manera de reflexión, es necesario tener claro la delimitación
de las funciones de la policía y las Fuerzas Armadas en relación a la seguridad ciudadana en
el marco del respeto por los derechos humanos y la soberanía del país.

References

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