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Lirio 4°B

¿QUÉ TAN PROFUNDO HEMOS NAVEGADO?

José María Arguedas, un escritor peruano que destacó brillantemente con su


literatura basada en el indigenismo, muestra al hombre andino como alguien
que amaba la naturaleza, alguien que podía llegar a sentir amor, ya sea a
personas o lugares y todo ello vivido por el mismo; nos transmitió todo ese
dolor que sufrió a lo largo de su vida, no dejando de lado los momentos felices
que pasaba; Arguedas uso su gran talento de la escritura y creo diversos libros,
novelas y cuentos maravillosos con un mensaje único e increíble, una de ellas
siendo ‘Los ríos profundos’ un libro que tiene una manera muy única y linda de
narrar expresar cada detalle, a través de los ojos de un niño en lugares
nuevos para él.
Nos muestra como él no es ajeno a la cultura andina, pues como no, si fue
criado por los indios en su niñez, donde les mostraban lo hermosa que es
nuestra Santa Tierra Peruana, del como la sociedad debería valorar mas su
extensa diversidad, de que deberíamos dejar de lado los prejuicios y abusos a
quienes no lo merecen formar un país de todas las sangres.

Esta mágica historia inicia narrándonos la llegada de Ernesto un niño curioso y


singular, acompañado de su padre, alguien quien era muy sabio y excepcional;
mientras voy leyendo el libro la expectativa aumenta más en mí, me atrapa la
ternura con la que explica detalladamente cada rincón del hermoso Cusco,
tierra Inca y Sagrada.

Con esa imaginación e inocencia pura, Ernesto que solo era un niño, logra
darle vida a muros de piedra duros y fríos, y además encuentra una historia
en cada una de ellas, haciéndome sentir como si yo viviera en carne y hueso
tal experiencia.
En este recorrido lector aparece un personaje que me llamó mucho mi atención
le dicen, El Viejo, a quien lo reconozco por ser un hombre muy avaro,
haciéndose ver más que los otros, siendo caracterizado por estar siempre con
sus ropas sucias y desgastadas, demostrando así que no sentía empatía en
absoluto, tiene una gran devoción hacia Dios, cosa que encuentro muy raro, ya
que como un fiel seguidor del Señor, no busca mejorar como persona, al
contrario el no para de ser un discriminador, y estos abusos lo hace con el
pongo, otro personaje importante de analizar, pues el pongo representa la
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pérdida de la dignidad, siendo marioneta propia del Viejo, haciendo de él lo que


quiera; estas actitudes me causan desagrado y tristeza, porque vemos
plasmada la discriminación que ocurre en nuestro país, demostrando que estas
acciones de crueldad, suceden desde hace mucho tiempo atrás y seguramente
en estos momentos habrá en algún lugar del nuestro país alguien como el viejo
y el pongo.

En su viaje Ernesto conoce más de doscientos pueblos, “siempre junto a un río


pequeño”, admirando hermosos paisajes que nunca olvidaría por lo cautivado
que lo hacía sentir. El niño y su padre llegaron a Chalhuanca, Ernesto se quedó
en el Internado, mientras que su padre no puede permitirse quedar en ese
lugar “Pero mi padre decidía irse de un pueblo a otro, cuando las montañas, los
caminos, los campos de juego, el lugar duermen los pájaro, cuando los detalles
del pueblo empezaban a formar parte de su memoria” Gabriel, no buscaba el
forjar lazos sumamente profundos con nadie en absoluto, ya que así al menos
podría evitar sentir Nostalgia.

“Abancay está cercado por las tierras de la hacienda Patibamba” describe con
sus enormes patios, hermosos pastizales, rejas que las rodeaban cada de una
de esas haciendas, quedándose pasmado. Pero toda esa belleza parecía
escasa en sus pobladores, “Los indios y las mujeres no hablaban con los
forasteros. Jampuyki mamaya (Vengo donde ti, madrecita) — llamaba Ernesto
desde algunas puertas. —¡Mánan! ¡Ama rimawaychu! (¡No quiero! ¡No me
hables!) le contestaban”, podemos ver cómo la gente del pueblo se deja llevar
por prejuicios, tratando de una mala forma a visitantes, haciendo sentir a un
niño que no encajaba en ese lugar. “¡Señoray, rimakusk’ayki! (¡Déjame
hablarte, señora!) insistía, muchas veces, pretendiendo entrar en alguna casa.
Pero las mujeres le miraban atemorizadas y con desconfianza. Ya no
escuchaban ni el lenguaje de los ayllus ; les habían hecho perder la memoria”;
Muy aparte de ello, estaban perdiendo su identidad, están dejando de lado su
lengua natal, cosa que hace a una comunidad algo único, algo hermoso ya que
cuentan con una propia lengua originaria para comunicarse; quien sabe quizás
de aquí unos pocos años, desaparezcan muchas lenguas originarias y toda esa
diversidad cultural, que es lo que caracteriza y diferencia a nuestra patria de
otros lugares en el Mundo.
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El colegio, lugar donde uno conoce y aprende cosas nuevas, donde


encuentras compañeros de clase, que después se convertirán en grandes
amigos; pero esta vez en la novela nos muestra como alberga aulas malvadas,
el abuso cometido frente al Padre Linares, “santo predicador de Abancay y
Director del Colegio”, quien debería darle un alto a la gran falta que cometen
las personas que conforman la institución, y no seguir fomentando actos
horribles hacia personas vulnerables, no entiendo cómo alguien que pertenece
a la Orden Sacerdotal, puede ser testigo y cómplice de muchas atrocidades.
Para muestra un botón es lo que sucede con Marcelina, “la opa”, una joven
cuyas capacidades eran limitadas quien vive en el colegio, es parte de aquellas
personas que sufren el maltrato en la institución, los estudiantes mayores
tienen la osadía de abusar sexualmente de esta pobre muchacha, entonces
me hace pensar de como esta clase de actos de violencia se ha normalizado
totalmente en el colegio, preguntándome entonces reflexiono y digo ¿Es ajena
esta situación, a la actualidad de nuestro país? cada mañana se escuchan en
noticieros el abuso que sufren las mujeres producto del machismo, y somos a
veces nosotros mismos quienes nos quedamos de brazos cruzados, tenemos
una voz, una que es fuerte y puede darle un alto a esta injusticia ¿Como
encontrar consuelo ante tanta maldad? Algo bello que encontró Ernesto, fue la
naturaleza que la supo contemplar de una manera única, que fue como se la
enseñaron los indios, cada pastizal, los ríos, el cielo que a mi en lo particular es
algo que adoro contemplar, me gusta cómo es que toma distintos tonos, te
expresa sentimientos con sus distintos climas, una tarde de lluvia puede traer
tristeza o también placer, a menudo imagino que puedo volar y divago en ese
enorme mar azul con nubes tan suaves y dulces como el abrazo de una madre,
alejándome de mi realidad y dejándome en paz, así como Ernesto.

Solemos guardar en nuestra mente los recuerdos que nos hicieron muy felices
y nos traen paz, quizás para olvidar por un segundo lo que pasa a nuestro
alrededor, sin duda alguna Ernesto no es ajeno a ello, acude a su lista de
recuerdos, y le pone una mascara a sus ojos, para así evadir su triste realidad.
Sin embargo no es lo único que hace que se sienta más tranquilo, el zumbayllu
un trompo silbador, que no solo causa paz en Ernesto, los demás también
sienten este sentimiento trayéndoles la paz que tanto buscaban.
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Las mujeres de Abancay, deciden juntarse para crear un motín contra los
trabajadores de hacendados, ya que ellos robaban la sal; se escuchaba bullicio
en las calles, llamando la atención de todos, “En ese instante, las campanas
tocaron a rebato y un griterío de mujeres, tan alto como el sonido de las
campanas, llegó desde la plaza. Lleras y Romero saltaron a la calle y siguieron
adelante, hacia la plaza. Todos los seguimos. El potero empezó a gritar en
quechua: —¡Se escapan, Padrecitos! ¡Auxilio!” a toda velocidad salieron
siguiendo a las mujeres, Antero era quien los guiaba, llegó con Ernesto a la
plaza, atravesando a las mujeres y sus faldones grandes, cerca de la primera
fila se podía ver digamos a la cabecilla del motín “¡Mánan! ¡Kunankamallam
suark’aku…! —decía. (¡No! ¡Sólo hasta hoy robaron la sal! Hoy vamos a
expulsar de Abancay a todos los ladrones. ¡Gritad, mujeres; gritad fuerte; que
lo oiga el mundo entero! ¡Morirán los ladrones!)” Ernesto y Antero gritaban con
ellas, estaban juntos en esa lucha. No tardó en hacerse presente el Padre
Director, se paró junto a la mujer y dijo “…No, hija. No ofendas a Dios. Las
autoridades no tienen la culpa. Yo te lo digo en nombre de Dios” se veía venir
que no estaría a favor de ellas, eso no le convenía para nada, ese hombre era
quien también se dejaba comprar con puros verdes, indignante es la actitud
que demuestra, alguien de doble cara sin duda alguna.

Antero decidió alejarse e irse del bullicio, mientras que Ernesto siguió con ellas
hasta el final, se sentía identificado con ellas; iba hombro a hombro cantando a
todo pulmón, pues habían logrado su objetivo, tenían razón encontraron la sal y
la empezaron a repartirla para todos.

Luego de tanto alboroto al anochecer Ernesto se encuentra por fin con Antero,
“…¡Te he buscado como a Cristo, hermanito! He pasado por aquí varias veces.
¿Por qué te escondiste?” Ernesto nunca estuvo escondido, simplemente
divagaba entre la multitud sin saber que hacer, pero ya eso fue historia, ahora
estaba con Antero quien le contó algo que quizás en otras circunstancias lo
hubiera llenado de emoción y alegría, pero su reacción no fue una que
mostrara tanto entusiasmo. Era obvio que el Padre castigaría a Ernesto por lo
ocurrido, pero en Ernesto no había ninguna gota de arrepentimiento, el fue muy
feliz de participar con las mujeres.
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La llegada del ejército a Abancay, fue para “poner orden”, un significado muy
distinto al mío, ya que ellos sólo piensan en oprimir el pensamiento de los
demás, buscando así que sigan sumisos y no vuelvan a revelarse.

Las clases del colegio, fueron suspendidas por la peste, todos empiezan su
viaje a sus pueblos natales, alejándose de Abancay; entonces Ernesto vio esto
como una oportunidad de escapar e irse de ese horrible lugar. Paso por mucho
el solo, pero con algo que era lo que lo motivaba a seguir adelante, que es su
confianza en si mismo, para poder acabar su viaje, esperando encontrarse con
su padre para superar todo lo vivido.

Lo que Arguedas navegó tan profundamente para describir este viaje que
cuenta con altos y bajos, haciéndome enamorar de lo hermosa que puede
llegar a ser nuestra sierra Peruana; algo que sin duda quiero destacar es sus
tradiciones y costumbres, su música, que me hace sentir viva y crean
emociones y sensaciones nuevas en mí, son algo único e invaluable que me
llenan de gozo de una manera que no te puedes imaginar; también nos
muestra la naturaleza, que en particular ya la apreciaba; pero luego de
conocer cómo es que algunos personajes de la novela sienten amor y cariño
profundo por ella, aprendí a amarla más, porque sin duda alguna te hace
reflexionar que en un mundo de caos, siempre habrá algo que te pueda
reconfortar, algo que te da esa paz tan buscada.

Después de leer obras de este magnifico escritor Peruano, me declaro fan de


su literatura, porque me hizo conocer contextos de los que no conocía mucho,
además salí de mis zona de confort en cuanto a la lectura de mis libros,
Arguedas me mostró lo hermoso que es nuestro país si erradicamos la
discriminación y establecemos el encuentro de esos mundos paralelos y
antagónicos y a la vez dejamos de lado los prejuicios y maltratos, para así
convertirnos en un país de todas las sangres.

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