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Filosofía

Contexto Edad Media

Delimitando el período temporal:


Llamamos Edad Media al período histórico comprendido entre los siglos V y XV, estando
cronológicamente situado entre Edad Antigua y Edad Moderna. Esta edad de la historia es
la más prolongada de las que ha habido hasta el momento (si no consideramos la
prehistoria), y se considera que da inicio con la caída del Imperio Romano occidental (el de
Roma) en el 476.

Su final coincide asimismo con la caída del Imperio bizantino (anteriormente Imperio romano
oriental) en 1453, si bien otros autores datan su final en el descubrimiento de América (si
bien descubrir no sería la palabra exacta ya que ya existían civilizaciones en ella) por parte
de Cristóbal Colón en 1492.

Este largo período de tiempo engloba una gran cantidad de acontecimientos que marcaron
el devenir de la historia de una u otra manera, si bien los acontecimientos que se tienen en
cuenta tienen prácticamente como protagonista al territorio Europeo y a parte del Asiático.
La Edad Media puede asimismo dividirse en distintos periodos, siendo la Alta Edad Media
(que transcurría entre los siglos V y X) y Baja Edad Media (correspondiente a los siglos
comprendidos entre el XI y el XV).

Durante esta etapa han existido distintos avances y retrocesos en diferentes ámbitos,
naciendo y muriendo diferentes instituciones, creencias, culturas e incluso clases sociales.
La religión juega un papel primordial, así como los diferentes sistemas políticos. También es
una época llena de conflictos bélicos (auspiciados por motivos políticos, religiosos y
económicos), como las Cruzadas o la Guerra de los Cien Años.

Características de la sociedad medieval


La Edad Media es una etapa en la que podemos observar grandes divergencias en una
gran cantidad de parámetros a lo largo de su transcurso. Asimismo, existen muchas
características típicas de esta edad que con el paso del tiempo han ido cambiando y
evolucionando (si bien algunas de ellas han permanecido durante la modernidad y parte de
la edad contemporánea, y de hecho solo han cambiado en los últimos siglos).

En este sentido, centrándonos en los aspectos sociales y aquellos de carácter más


psicológico, podemos encontrar los siguientes elementos distintivos.

1. La institución religiosa como núcleo de poder


Una de las características que probablemente más destaca de esta etapa es el gran poder y
consideración que obtiene la religión. Las creencias religiosas se vuelven elementos
básicos en el día a día de la población, así como una manera de mantener a la población
contenida y circunscrita a un modelo concreto de realidad.
Las instituciones religiosas, y concretamente la Iglesia católica, adquieren un rol
preponderante en la sociedad, siendo una de las pocas clases con acceso a la educación y
con un poder político capaz de superar al de la nobleza, hasta el punto de ser un eje central
del poder en la Europa de la época.

2. Un mundo teocéntrico
Relacionado con lo anterior, nos encontramos con una etapa en que el mundo se explicaba
fundamentalmente a partir de conceptos religiosos, siendo la realidad producto de la
voluntad y la creación divina. Ello hacía que en el centro de todo estuviera Dios,
centrándose la sociedad y gran parte de los esfuerzos filosóficos en comprender el mundo a
través de la divinidad.

3. El miedo y la obediencia a los dogmas


Otro aspecto de gran relevancia es la existencia de un elevado nivel de miedo en la
población, en su mayoría analfabeta y con pocos conocimientos respecto al funcionamiento
del universo y de los diferentes fenómenos naturales. Ello facilitaba asimismo la adscripción
al único modelo explicativo imperante al que tenían acceso, el religioso, hasta el punto de
llegar a actitudes de fanatismo y persecución de aquello que se apartara de él..

Abundaba la interpretación de que los aspectos negativos de la vida o las enfermedades


eran consecuencias de posesiones demoníacas, hechicería o magia. También es una
época de un elevado nivel de desconfianza hacia lo extraño y foráneo, especialmente a lo
que no resultaba entendible.

Del mismo modo, el elevado desconocimiento a nivel médico y el surgimiento de grandes


epidemias se veían como castigos divinos. Otro miedo frecuente era el de la llegada del fin
de los tiempos, viviéndose el paso de este como algo negativo y preocupante
(especialmente en los alrededores del año 1000 d.C., debido a la interpretación de la Biblia).

4. La exacerbación de la culpa, el pecado y la virtud


Algunos conceptos fundamentales que rigieron la conducta de muchos durante la época son
los culpa y pecado. El hecho de cometer actos considerados deleznables por el que
pudieran ser castigados tanto en esta vida como especialmente tras la muerte impregnaba
la sociedad. La contención y el excesivo control generaron actitudes paranoicas, ocultismos
y persecuciones. Por otro lado, se promovía un ideal del ser humano virtuoso como modelo
a seguir, de tal manera que la conducta quedaba muy delimitada.

5. La Inquisición y la persecución de la brujería


Tal vez una de las figuras más odiadas y temidas de la Edad Media es la de la Inquisición,
la cual es responsable de la persecución de lo que se consideraba herejía (como por
ejemplo posturas divergentes con los dogmas oficiales) y de la brujería.

En este último aspecto destaca la caza de brujas, como algo que generó un gran nivel de
persecución y sufrimiento a gran parte de la población. Una gran parte de los malestares,
enfermedades y catástrofes se asociaban al uso de magia y hechicería, culpabilizándose a
menudo a sectores concretos de la población o a personas con características marginales.
Asimismo, se empleo dicha persecución como herramienta política para eliminar
adversarios y para mantener un férreo control de la población.

6. El progreso de la ciencia y la escolástica


Si bien en este aspecto muchas personas consideran que la Edad Media es un punto negro
en el progreso científico, lo cierto es que a pesar de que el conocimiento científico y su
expansión estuvieron muy enlentecidos también hubieron numerosos avances.

Si bien es cierto que en la Europa medieval prevalecía la copia y transcripción de las figuras
clásicas de la antigüedad, siendo la investigación algo secundario y generalmente vinculado
al estudio de zoología o bien a la espiritualidad, no deberían obviarse los adelantos
científicos propios del mundo árabe y que posteriormente serían poco a poco introducidos.

Un aspecto especialmente relevante es el movimiento conocido como Escolástica, surgido


en el siglo XIII. Esta corriente aunaba la teología con la filosofía clásica con el propósito de
coordinar la fe y la razón. Aunque en esta relación la fe siempre estaba por encima, lo cierto
es que permitió el fomento del razonamiento y la reflexión, y de ella surgieron figuras
relevantes de la filosofía como Santo Tomás de Aquino.

7. Grandes diferencias sociales


Además de la religión, otro de los grandes factores identificativos de esta época es la
división en tres grandes clases sociales (nobleza, clero y campesinado) y la existencia de
una gran diferencia entre las atribuciones, roles y derechos de cada una de ellas.

El campesinado aglutinaba a la mayoría de la población, siendo sus derechos mínimos o


inexistentes. Su papel se centraba en proveer y producir alimentos trabajando las tierras de
sus señores, siendo la clase trabajadora que en realidad sustentaba a la sociedad. Los
derechos de este sector de la población eran mínimos y formaban parte de los no
privilegiados, siendo abusados a menudo por las otras clases sociales y debiendo pagar
tributos.

Los nobles eran la clase más alta, estando dentro de las clases privilegiadas y
beneficiándose de derechos especiales. En su mayoría no trabajaban, y solían dirigir tierras
y negocios. Gozaban de posiciones de poder y tenían acceso a la educación. También
formaban parte del ejército, generalmente como altos mandos. En la etapa feudal, eran los
propietarios de las tierras que los campesinos trabajaban, siendo estos sus vasallos. Por
encima de ellos estaba el rey (si bien durante el feudalismo no era infrecuente que algunos
señores feudales pudieran llegar a tener mayor poder que éste).

Por último, el clero gozaba también de una posición especial. Se trataba también de una
clase privilegiada, que no pagaba tributos y que tenía acceso a posiciones de gran poder.
Se trata del estamento con mayor nivel de educación de la época. No era raro que las
familias enviaran a alguno de sus hijos a . Si bien al principio se dedicaban únicamente a la
oración y al estudio, con el tiempo también se dedicarían al trabajo de sus tierras (con el
conocido Ora et labora de la regla de san Benito).

Otro grupo social que a menudo es ignorado cuando se habla de las clases sociales es el
de los esclavos. Aunque ya existían en la Edad Antigua, se seguían viendo como poco más
que propiedades a las que poder usar al antojo de sus “amos”.

8. Una posición de nacimiento


La posición social que ocupaba cada uno estaba determinado por su procedencia y familia
de nacimiento, con la única excepción del clero. Alguien nacido de nobles era noble y un
hijo de campesinos sería campesino toda su vida, no existiendo en principio la posibilidad
de cambiar la posición social.

La excepción era el clero, siendo posible que aquellos que entraran en él asumieran una
posición social más elevada y cambiara su estamento social. De hecho, entre las clases
bajas solía ser uno de los únicos modos de acceder a la educación.

9. La figura y el rol de la mujer


Otro aspecto de gran relevancia a tener en cuenta es el rol de la mujer en la Edad Media.
Dicha consideración fue variable a lo largo de este periodo, pero por norma general la mujer
estaba por debajo del hombre y estaba supeditada a él. También surgió la idealización de la
belleza femenina y del romanticismo, naciendo la figura literaria del “roman courtois”.
Asimismo, las mujeres de este periodo tenían una función y un rol centrado en el hogar y en
la reproducción, si bien en el caso del campesinado también trabajaban en el campo.
Socialmente, la mujer soltera era mal vista y a menudo se consideraba que existían tres
caminos básicos: el matrimonio, la iglesia o la prostitución. En lo que respecta a la mujer
casada, debía obediencia y sumisión a su marido.

Sin embargo, con el paso del tiempo surgieron grandes figuras femeninas entre las nobles y
las mujeres que se dedicaban a la Iglesia, siendo muchas nombradas santas o teniendo
gran influencia. También existieron grandes reinas con un influyente papel en la vida
política, si bien a menudo de manera indirecta. Durante la Inquisición, asimismo, existió
mayor preponderancia de persecución a la figura de la bruja, generalmente mujeres
solitarias o viudas.

10. El tratamiento de la diversidad étnica y religiosa


Como hemos mencionado, durante le Edad Media destaca la existencia de un elevado nivel
de miedo e incluso de psicoticismo, así como de gran desconfianza hacia lo extraño. Ello se
reflejaba en que personas que no cumplieran con el modelo estándar de comportamiento o
sus costumbres o facciones no se adscribieran a lo que se consideraban normal eran
perseguidas e incluso atacadas.

Por ejemplo, minorías étnicas eran perseguidas y tratadas como animales (las personas de
color, de hecho, eran principalmente esclavos). Personas con religiones diferentes a la
oficial también eran perseguidas o bien obligadas a convertirse, como en el caso de los
judíos (los cuales eran frecuentemente culpabilizados de enfermedades y otros desastres y
atacados y asesinados en las juderías). Lo mismo ocurría con la minoría musulmana de los
territorios europeos (si bien en diferentes períodos y territorios hubo también una
convivencia pacífica).

11. El sexo, un tabú


El tratamiento del sexo es también un aspecto particular de la Edad Media. El sexo era algo
que a nivel oficial se ocultaba socialmente y del que no se hablaba. Se veía como algo
reservado a la mera reproducción, y también se encontraba muy guionizado y
estandarizado. Prácticas como el sexo anal eran pecado de sodomía, por ejemplo.
Sin embargo, era frecuente recurrir a los servicios de prostitutas y que los hombres
(especialmente los nobles) tuviesen una o varias amantes. La sexualidad femenina era algo
ignorado y no valorado, no siendo su disfrute algo contemplado ni siquiera por el propio
sector femenino. En ellas, el adulterio tenía severas penas que podían incluir el
emparedamiento.

En lo que respecta a la diversidad sexual, la homosexualidad y otras conductas diferentes


de la heterosexualidad era considera una aberración y era perseguida oficialmente
especialmente en la etapa en que existió la Inquisición, considerándose el pecado de
sodomía como grave y pudiendo acarrear severas consecuencias a quienes se acusara de
tal acción.

12. Creación cultural


Si bien el conocimiento científico no fue especialmente destacable en la época, lo cierto es
que la creación cultural tuvo grandes representantes en la Edad Media.

Si bien por lo general casi todos los aspectos culturales estaban centrados en la religión, en
el caso de la arquitectura encontramos grandes avances a través de los siglos, naciendo
diferentes estilos arquitectónicos como el románico y el gótico. También la música era
importante en esta época, y la creación literaria (si bien salvo excepciones por lo general se
trabajaba con pseudónimos).

13. Los orígenes de la burguesía


La mayoría de la población europea vivía en el campo durante la Edad Media. Sin embargo,
durante el paso de los siglos poco a poco y cada vez en mayor medida se fue
incrementando el número de habitantes de los burgos. Asimismo, se empezaron a generar
oficios diferentes a las labores del campo y que eran de gran relevancia para la sociedad,
como los mercaderes y artesanos.

Estos profesionales poco a poco se fueron organizando en gremios, y con el paso del
tiempo terminarían por generar una nueva clase social: la burguesía. Esta nueva clase no
estaba entre las clases privilegiadas, pero tendía a concentrar una gran cantidad de dinero y
poco a poco se tornaría un elemento básico de la economía. Al contrario que los
campesinos, los burgueses tenían muchas más probabilidades de llegar a prosperar y
cambiar su posición social.

14. La educación
Otro aspecto característico de la época es la educación. Se trataba de algo minoritario,
siendo permisible sólo para la nobleza y el clero en la mayoría de los casos. Los métodos
empleados no solían tener en cuenta la existencia de diferencias individuales en
capacidades, no adaptádose la metodología a los alumnos. Los contenidos tratados
estaban supeditados a los dogmas oficiales, siendo el clero el principal encargado de
educar a los pocos que podían hacerlo. Principalmente se llevaba a cabo un aprendizaje de
tipo memorístico.

Asimismo, también surgieron las primeras universidades (algunas de ellas en nuestro


territorio) como tales a partir de las escuelas monacales. Gramática, Medicina o Derecho
eran, junto a Teología, algunas de las materias tratadas.
15. El tratamiento de enfermedades y trastornos mentales
La enfermedad era en la Edad Media algo extremadamente temido, siendo el desarrollo
médico deficiente. En muchos casos se tenía una concepción cuasi mística del
funcionamiento del cuerpo, y un simple resfriado o corte podían resultar mortales. Explorar
el interior de un cuerpo humano era delito y estaba perseguido con dureza, lo que hizo que
muchas enfermedades no pudieran ser tratadas ni comprendidas.

Otros muchos trastornos se trataban de forma deficiente e incluso el tratamiento utilizado


podía empeorar el cuadro. El ejemplo más claro es el uso de la sangría o de las
sanguijuelas, empleado frecuentemente para purificar la sangre. Lo que no se sabía era que
ello también debilitaba en gran medida al paciente, pudiendo empeorar su estado y llevarle
con mayor facilidad a la muerte.

Si bien se conocían propiedades medicinales de algunas plantas, su utilización no era


frecuente. De hecho, muchas personas con conocimientos de este tipo fueron acusadas y
quemadas o ahorcadas acusadas de brujería.

También en este sentido destaca que las condiciones higiénicas eran mínimas, existiendo
gran cantidad de piojos, chinches, pulgas y criaturas con potencial para contagiar distintas
enfermedades. Ello generó grandes plagas, incluyendo la peste negra.

Mención aparte merece el tratamiento de los trastornos mentales. Inicialmente existía un


tratamiento de carácter caritativo, pero con el transcurso de los siglos se consideraban
determinados trastornos como posesiones demoníacas o efecto de la brujería, no siendo
extraña la presencia de exorcismos, tortura o incluso de quema en la hoguera para liberar el
alma de la persona de espíritus malignos.

16. El alma y el cuerpo


En esta etapa, se consideraba que el ser humano estaba configurado por alma y cuerpo,
incluyendo el alma lo que hoy consideramos mente. Las sensaciones o los pensamientos
eran actos del espíritu.
Coexistieron concepciones tanto dualistas como monistas al respecto. También se explora
la existencia de diferencias entre personas a nivel de características del alma. Emociones,
motivación y otros aspectos relevantes para la psicología serían trabajados por autores
como Juan Luis Vives a finales de esta edad.

El feudalismo fue el sistema de organización política, social y económica preponderante en


la Edad Media. Con el feudalismo, se creó un nuevo sistema que permitió el equilibrio y la
ayuda mutua entre la realeza y la nobleza, dando lugar a un nuevo reparto de poder y
riquezas. El modo en el que lo desarrollaron fue el vasallaje, subordinación de los segundos
respecto a los primeros.

Antes del feudalismo, debemos retrotraernos en el tiempo para entender la evolución


posterior: tras la fragmentación del Imperio Romano, la unidad política de occidente
desapareció, dando paso al control de los distintos pueblos bárbaros: los musulmanes en el
sur de Europa, los suevos y los vikingos en el norte. La máxima expresión de esta
descomposición, fue el tratado de Verdún que en el año 843, divide los territorios entre
varios hermanos, acabando con la unidad del mundo occidental que había visto en
Carlomagno su último gran emperador.

Si algo sobrevivió a la disgregación política, fue la Iglesia. Tomando la antorcha romana, se


instauró como la única institución que unió a todos los pueblos europeos. Así el latín, se
convierte en lengua común de unos y otros y la Iglesia en el poder más relevante de todo el
contexto político contemporáneo, friccionando con los poderes tradicionales, que veían
peligrar su supremacía.

Durante siglos el Papado estuvo convencido del predominio divino sobre el poder temporal,
el político, hecho que no admitía el último. Por ello, en ese tiempo, existió un enfrentamiento
entre los dos poderes universales, surgiendo la teoría de las dos espadas, es decir, el
símbolo del poder espiritual y el temporal. Ambos poderes estuvieron hasta el siglo XI,
momento de una profunda reforma en la Iglesia, unidos en manos del Papa, el máximo
exponente del poder divino en la Tierra. Así por ejemplo, un rey o emperador sólo podía ser
coronado tal si el Papado daba el permiso para ello, aprobación que se vería escenificada
en la ceremonia de coronación.

La nobleza, opuesta a este proceso, animó a la reforma de la Iglesia, proceso que


culminaría con la división de ambos poderes. Aún así, la influencia ejercida por la institución
de la iglesia, sería un hecho durante toda la Edad Moderna.
Política medieval: Alfonso VI fue un poderoso rey de los siglos XI y XIIA partir del siglo XI,
tras el fin de las invasiones bárbaras del espacio europeo, comienzan a surgir las
monarquías feudales, gracias a procesos políticos como las Cruzadas o la Reconquista en
España. Señores, nobles, que durante años hicieron de su linaje toda una familia noble, con
ventajas que se transmitían de forma hereditaria, comenzaron a tomar mucho poder.

Se pasó de un poder único, centralizado, el del imperio, a la instauración de muchos


pequeños poderes sobre tierras de distintos tamaños a mano de los nobles. Cada tierra se
constituyó como una entidad económica y política.
El proceso de consolidación por una parte de aristócratas, por otro del rey como centro de
poder, fue gracias a una serie de factores como la sacralización y ordenación del nuevo
orden social que suponía el sistema vasallático.

Fueron los clérigos quienes intentaron delimitar las funciones de los grupos de poder, del
eclesiástico y de los campesinos.

Monarquía medieval: estatua de Alfonso VIIIGracias a los libros que hemos conservado,
sabemos que los estamentos fueron definidos de la siguiente manera: los laboratores - los
trabajadores-, los oratores-los que rezaban-, y los bellatores-los que guerreaban, entre los
que se encontraban la realeza, la nobleza y los militares. Así se justificó que unos
estuviesen por encima de otros en la pirámide social, culminada por el rey que, gracias a su
origen y misión divina, sería el garante de la paz y del buen desarrollo social. Así, al mismo
tiempo, justificarían el carácter hereditario y no electivo del cargo.
La evolución del sistema de vasallaje y de las monarquías feudales, va perfilando lo que hoy
en día conocemos como estados. Es también gracias a las uniones matrimoniales,
perfectos engranajes políticos, donde se unen o dividen territorios, donde se hacen políticas
dirigidas a la ayuda mutua o desde donde nacen las mayores rencillas.
Será a partir del siglo XIV y durante el siglo XV, cuando comencemos a observar las
características propias de los nuevos estados.

………

La sociedad medieval fue durante siglos una sociedad básicamente rural. En la Edad Media
el noventa por ciento de la población vivía en el campo, centro de toda actividad y vida
diaria para los habitantes de aquella época.

Poco a poco, estas comunidades fueron absorbidas por señores, laicos o religiosos, a los
que habían sido entregadas esas tierras. Así da comienzo lo que hoy en día hemos llamado
sistema feudal o feudalismo, instaurándose como modo de organización social.

La sociedad estaba dividida en estamentos: en la base encontramos a los campesinos,


libres o siervos, quienes suponían la inmensa mayoría de la población; en el escalafón
intermedio se encuentran los militares y los nobles, laicos o eclesiásticos. No todos tenían la
misma categoría sino que el status dentro de estos dos grupos variaba. Acabamos en la
cúspide con la realeza, es decir, el rey y su familia.
Músico medievalEl pertenecer a uno u otro grupo estaba marcado por el nacimiento, no
pudiendo pasar de uno a otro dado el carácter rígido de los estamentos. Cada uno cumplía
una función, siendo importantes todas ellas ya que la supervivencia de unos y de otros
dependía de un intrincado sistema de lazos productivos, políticos, económicos, culturales,
religiosos, de protección, etc. Este sistema es el de dependencia o vasallaje, donde los
campesinos juraban fidelidad o vasallaje a los señores quienes, a cambio del trabajo en sus
tierras y parte de la cosecha, les proporcionaban protección.

Podemos resumirlo de la siguiente manera: frente a la sociedad esclavista del antiguo


Imperio Romano había surgido un nuevo mundo de hombres libres, pero éstos dependían
de la seguridad ofrecida por la nobleza guerrera que disponía de armas para su defensa.

Los canecillos románicos muestran, en ocasiones, aspectos de la sociedad medievalLos


señores y los militares, a su vez, juran fidelidad al rey por medio de la ceremonia del
homenaje, asegurando su apoyo y fuerzas en tiempos de guerra. El rey, agradecido,
entregaba unas tierras o feudos a los nobles a modo vitalicio y hereditario, pasando a ser
dirigidas y gobernadas por ellos desde sus castillos o fortalezas, centros de actividad no
sólo política sino también económica. Cada tierra estaba dirigida de forma distinta y es que,
desde que las leyes eran consuetudinarias, no estaban escritas sino que se basaban en las
tradiciones y costumbres de cada pueblo, podían ser interpretadas de distintas formas.

La familia

La familia era la primera unidad de producción para los campesinos medievales. En los
hogares vivía la familia nuclear aunque era común encontrar a los abuelos habitando con
ellos. Cada miembro de la familia tenía una función en ella, existiendo así una división del
trabajo según el sexo, la edad o el status de la persona. Mientras que los hombres y
jóvenes trabajaban las tierras, las mujeres eran las encargadas del ganado, del huerto, del
vestido y de la preparación y conservación de los alimentos y las bebidas- como podía ser
el vino, los cereales para el invierno o la mantequilla-. Las mujeres, por tanto, tenían una
importantísima función dado el carácter de subsistencia que tenía la economía.
Los monasterios
Los monasterios, centro de oración, estudio y cultura, eran las residencias del clero.
Suponían un elemento esencial en el paisaje medieval y es que no podemos olvidar la
importancia que esta clase social tuvo no sólo como guía espiritual sino también por su
influencia política, cultural, artística y social.
San Benito, ya a mediados del siglo VI, estableció una regla que, con el tiempo, se convirtió
en un modelo organizativo y muy funcional para la vida de los monasterios y el clero regular
(no secular). La vida de los monjes giraba entorno a unos tiempos de rezos (la Liturgia de
las Horas), a partir de los cuales se establecían de modo ordenado el resto de actividades
que se llevaban a cabo, consideradas tan importantes como la oración: el trabajo.
Los monasterios eran autosuficientes gracias a los huertos que solían cultivar en los
alrededores o a los productos que se obtenían de las tierras de influencia del mismo. Eran
estos productos-junto al pan y al vino y otros derivados del ganado- los únicos que
consumían los monjes. Aquellos monjes que no trabajaban el huerto, dedicaban la mayoría
del día a copiar y traducir obras clásicas al latín, lengua eclesiástica, convirtiéndose en
espléndidos centros de estudio y de transmisión de la cultura y del conocimiento.
Desarrollo urbano a partir del siglo XI
Aunque como ya hemos comentado, la sociedad feudal era eminentemente rural, a partir
del siglo XI se produjo un importante desarrollo urbano y de la clase social urbana, la
burguesía, gracias, entre otras cosas, a la expansión agraria, los avances técnicos y al
desarrollo del comercio. Progresivamente el modelo fue dirigiéndose hacia una sociedad
urbana donde la burguesía fue delimitando su espacio y funciones además de tomar
pequeñas parcelas de poder: crearon un sistema político y organizativo muy distinto al
practicado en el campo, tomando ellos el mando en las urbes.
Sociedad Medieval. Capitel con escena de la caza de un osoAl llegar a los núcleos urbanos,
los burgueses se asentaban fuera de las murallas o burgos, dando lugar al extrarradio
(barrios extramuros o arrabales que contaban con su propia iglesia parroquial), zona que
posteriormente será integrado en la ciudad con una nueva muralla que incluyera a los
nuevos habitantes. Ello dará lugar a trazados irregulares de las ciudades que crecían
"orgánicamente" en función de la ubicación de los núcleos habitacionales y no al raciocinio
urbanístico.
Ambos modelos, el rural y el urbano -o feudal-, así como su forma de organización social o
económica, no fueron incompatibles sino que convivieron durante todo el Medievo. La
mayoría de la población continuó viviendo en el campo, siendo la población de las ciudades
una minoría que, sin embargo, fue creciendo paulatinamente durante toda la Plena y Baja
Edad Media.

………

Etapas de la filosofía medieval

En este resumen de la filosofía medieval comenzaremos detectando los dos periodos


diferenciados, a saber:
1. Periodo platónico
Durante este periodo todavía no existe una clara separación entre filosofía y teología. Los
autores más representativos de esta etapa son Agustín de Hipona, Boecio, Juan Escoto
Erígena, Anselmo de Canterbury y Pedro Abelardo.

2. Periodo aristotélico
En esta etapa, se crean las primeras universidades, y la filosofía, se presenta más
sistematizada que durante el periodo anterior, y la escolástica, es la corriente dominante.
Destacan filósofos como Ramon Llull, Tomás de Aquino, Juan Duns Scoto, Guillermo de
Ockham y Buenaventura de Fidanza.

La Patrística dentro de la filosofía medieval

La patrística es el estudio del cristianismo de los padres de la Iglesia, y va desde el fin del
cristianismo primitivo hasta el siglo VIII, y es en este periodo donde se generan todas las
creencias religiosas cristianas. Su gran difusión, provoca el desplazamiento de las religiones
politeístas y es aceptado por gran parte de la población.

Entre los principales representantes de la patrística destacan los siguientes: Mario Victorino,
Boecio, Isidoro de Sevilla, San Agustín de Hipona y Juan Escoto Erígena.

La filosofía islámica
La filosofía islámica es el conjunto de doctrinas relacionadas con el mundo islámico, y
constituye una combinación de neoplatonismo y del aristotelismo con doctrinas del Islam.
Destacan autores como al-Kindi, al-Farabi, Avicena, Ibn Tufail y Averroes, quienes harían
una interpretación de la filosofía de Aristóteles, que recogen después los pensadores judíos
y cristianos.

La filosofía judía
Hace una introducción a la lógica aristotélica, ofreciendo, una definición clara y precisa de
los principales términos silogísticos que utiliza. Destacan filósofos como Maimónides, muy
influenciado por el árabe, Al-Farabi.

La Guía de los Perplejos, de Maimónides, demuestra que no puede existir contradicción


entre fe y la razón, ya que la primera tiene como fundamento la revelación, y la segunda, el
conocimiento derivado de Diso. Pronto sería conocida por los filósofos cristianos como
Alberto Magno o Tomás de Aquino.

La Escolástica
En este resumen de filosofía medieval no podemos dejar de hablar de los escolásticos. La
escolástica significa “aquel que pertenece a la escuela”, y es una corriente teológica y
filosófica, que recoge parte de la tradición grecolatina clásica y cuyo tema central es el de la
revelación, y es la corriente dominante de la filosofía medieval, junto a la patrística, que se
centraba en la cuestión de la relación entre razón y fe.

No constituye un conjunto homogéneo de corrientes, sino que recoge distintas filosofías,


como la clásica, la árabe o la judía. Defendían que la razón debía someterse al principio de
autoridad, y toda fuente de conocimiento estaban en los textos bíblicos, pero al mismo
tiempo, construye un sistema lógico y un esquema de discurso fuertemente estructurado.

Temas fundamentales a lo largo de la filosofía medieval


Para poder entender mejor la filosofía medieval es importante que conozcamos cuáles eran
las cuestiones centrales de esta filosofía. Destacan las siguientes:

La relación entre razón y fe


La existencia de Dios y sus atributos
El mal
El libre albedrío
La causalidad
Los límites del conocimiento
El problema de la substancia
La lógica aristotélica
El tema fundamental de la filosofía es Dios y la relación entre razón y fe, y ya no el ser
humano, la sociedad o la naturaleza. La filosofía se convierte en un instrumento de la fe, en
su sierva, quedando subordinada a la misma.

La filosofía medieval es inseparable de la filosofía cristiana, influenciada a su vez por la


filosofía islámica y la judeo-islámica y a los textos de filósofos árabes como Al-Kindi, Al-
Farabi, Alhazen, Avicena, Al-Ghazali, Avempace y Averroes, o judíos como Maimónides y
Gersónides.

Argumentos para demostrar la existencia de Dios


El argumento cosmológico de Tomás de Aquino para demostrar la existencia de Dios, parte
de que todo lo que existe tiene una causa, debe haber pues, una causa primera de todo,
que es Dios, que equivale al primer motor de Aristóteles. Las cinco vías de la demostración
de la existencia de Dios, las expone el filósofo en su "Suma Teológica":

Primera. Vía del movimiento: todo lo que se mueve es movido por otro, y al no ser posible
una serie infinita de causas, se ha de concluir que existe un primer motor inmóvil, que sería
Dios.
Segunda. Vía de la eficiencia: existen causas eficientes que no pueden ser causa de sí
mismas, y al ser imposible una serie infinita de causas eficiente, tiene que existir una
primera causa eficiente incausada, que es Dios.
Tercera. Vía de la contingencia: existen seres que no son necesarios, por lo que debe hacer
un primer ser necesario, al no ser posible una serie causal infinita de seres contingentes,
que es Dios.
Cuarta. Vía de los grados de perfección: existen en la naturaleza diferentes grados de
perfección, lo que implica la existencia de un ser supremo, absolutamente perfecto, que es
Dios.
Quinta. Vía de la finalidad: todos los seres naturales se dirigen a un fin, y por lo tanto, han
de estar dirigidos por un ser inteligente, que es Dios.
El argumento ontológico de Anselmo de Canterbury es otro importante intento de demostrar
la existencia de Dios, y puede resumirse en lo siguiente: Dios, es lo máximo que se puede
llegar a pensar, no siendo posible pensarse algo más grande que él. Este argumento, fue
empleado posteriormente por autores como Duns Scoto o Descartes.

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