Está en la página 1de 21

Política líquida

Política liquida

Lanzados al propio océano


bucearon
para llegar al fondo de la cuestión
y darse cuenta
que era solo el principio.

Cabello de la experiencia

Acierta altura uno ya sabe


sin el pajar no hay aguja
sin intemperie no hay cielo
sin buen oleaje no hay mar.

Yo no fui

El imbécil empuja los extremos


sin hacerse cargo de ninguno,
achica las veredas del entendimiento
y después pasea
por la avenida de la discordia
como un extranjero.

Salir del freezer

Cuando hay nueva pelea,


la peor derrota
es persistir
en la derrota.

El tránsito me vuelve fascista

Antes no pasaba,
escucha la mutación,
somos ratas acorraladas,
hormigas pisoteadas,
caballos desbocados,
hienas hambrientas,
conejos asustados,
Un aluvión mecánico, aullando
obturando la calle,
no sé cómo fue, cuándo comenzó,
solo siento que
el tránsito me vuelve fascista
y en ese punto
preferiría bajarme,
abandonar el auto por ahí,
donde quedan miles
de esos animales engorrosos,
pesados e inútiles,
y seguir a pié
como cuando era una persona
normal y corriente.
Réquiem

Siempre tuviste la palanca,


y a veces la intención.
Te faltó mundo.

El jefe

Todas las mañanas,


toma la palabra y se la bebe
a grandes empellones,
sin dejar
una sola gota de réplica
para nadie.
Así enferma,
sediento,
y frente al espejo,
mudo.

Justicia lenta no es justicia

Diez años
sentado en el umbral.
Y nada.

Como un líder

Lejos
te añoraban
y esa añoranza los fortaleció;
cerca,
confirmaste
todos los malentendidos

Boca de ganso

Presta su voz como


quien cede el cuerpo
al mejor postor.

Su única razón
es preservar el odio
que lo mantiene bueno,
terso, incontaminado.

Hace tiempo que vive de prestado


en el deseo de otros,
en un ropero ajeno
es el cortés muñeco de un ventrílocuo.

Ni apresurados ni retardatarios

Daba dos pasos adelante


y quedaba solo, se detenía
y también
quedaba solo.
No acertaba transitar
ni con la más linda ni con la más fea.

Puja distributiva

En la cinchada,
abismo entre los dos
y ganas de soltar la cuerda

Los elegantes

Liberales, libertinos, libertarios,


baile de solitarios, baile de ilusiones.
Si cabe alguna fiesta, a la bragueta.
Si cabe alguna lágrima, a la copa.
Intereses, seducciones, saberes del vivir,
medidos por medida única y propia,
soy mi propio país y mi propio presidente,
lo demás, no existe.

Corsi e ricorsi

Un crimen, un decreto sumario,


no acaban, no resuelven
sempre e per sempre
la nausea, el odio,
los fines y pasajes al olvido,
deseos absolutos.
Sobre el vacío aparente, la nada,
hay señales.

Aquello que en el mundo


en un tiempo muere,
reaparece multiplicado en otro.
Y hay señales:
lucen como nuevas
promesas y acechanzas.

Simientes perseveran en las cenizas de lo muerto.


Aguarda una memoria en las semillas,
los cuerpos hieden y en su putrefacción
el trance sigue.
En la piel de los sobrevivientes,
en el fruto de altos deseos consumados,
en la sangre de los prematuros,
bajo los viejos muros descascarados,
en los árboles que refugiaron amantes
y siguen floreciendo,
bajo la tierra o el mar,
hay señales.

Verdad

Desde sus labios,


con sus propias palabras,
voy comprendiendo.
Ánimos

Una vez en el vaso,


medio lleno, medio vacío,
no logro asirme al borde,
giro con el remolino,
me ahogo.

Volcán

Dicen que murió


aquí todavía
caen sus cenizas.

“El Líder usó al pueblo


y el pueblo al Líder”

Así también, con el uso,


comienzan las grandes historias de amor.
Separaciones y regresos.
Reproches y alabanzas.
Humillaciones y orgías.
El uso es el amor y no el deseo solitario
perdido y agotado
entre el laberinto del cerebro,
las líneas de una mano
y la compasión de los amigos.
Meditación frente a un semáforo en rojo

Rugen
huracanes de vidrio y metal
por el costado izquierdo de mi coche,
sin embargo,
reitero la mirada,
el rojo es firme,
alguien tiene el código cambiado,
¿desesperan?, ¿no advierten?,
¿mero daltonismo?, ¿la regla un juego
para chuzar la muerte?

Discordancias

Fácil se confunden
lealtad y servidumbre,
una es belleza
la otra necesidad
*
Cuanto más libre el perro
más larga su cadena
*
La mayor sumisión
semeja autonomía,
la mayor independencia
soledad
*
La religión de los sueños propios
está en las pesadillas de vida de los otros
Vecinos en el parque

Mirá
toda esta gente al sol sobre la carpeta verde,
lagartos en sus pequeños vicios, gregarios,
por lo común alegres, algo ruidosos tal vez,
despreocupados.
Células dormidas de un cuerpo imprevisible.
Los he visto
en días de soledad y recelo
beber rencor de un aire húmedo de barrio,
beber el viejo veneno de la estirpe
como un tónico amargo e inevitable,
calzarse el uniforme
de una razón de estados alterados,
aferrarse a una geometría sin puntos de fuga
sin perspectiva,
ubicar en el centro plano del mundo, su fortaleza
rodeada de acechanzas,
y esperar atrás de los visillos
la orden del dios de la expiación y la venganza,
para salir a partir cabezas
a limpiar la calle
a reclamar su espacio puro y único
a calentar la sangre
con sangre ajena.
Despreocúpate

Preocuparse por el olvido


ya es olvidar

Colóquese usted la máscara de oxigeno

El altruismo requiere que primero


nos cuidemos de nosotros mismos

Él

lejos ahora
de la sombra
de la podredumbre
desamortajada
la palabra
compañero
sale a la calle
grita
acontece
brilla en
miles de rostros
sucede nuevamente
multiplica potencias
libera
El próximo juego

La luz, plena,
el paño verde, dispuesto,
a cara descubierta se acomodan
la parturienta, el muchachito de overol,
el viejo soldado y la madre ciega,
los jugadores ubicados,
bajo la mesa húmeros y tibias,
reparten hebras, lanas de colores,
nadie recuerda el juego,
hay que esperar que nazca la criatura
o apurar el parto,
dice la madre,
el juego es del nonato,
paciencia. Cada cual
ovilla su espera.

Ser social

Sinuoso.
Helicoidal.
Apto para roscas.
No dice todo lo que cree,
No cree todo lo que dice.
Si lo liberan, aprieta.
Si lo atenazan, calla y cumple.
Fertilidades

Fue al país del futuro.


Hoy se supone que llegará, atrasado.
Todos ya han sido padres de algo.
No hay hijos.
Todavía es ayer.
Y no te dejan volver.

Libertades

Partieron con una tiza negra.


Hicieron lo que pudieron.
Pero perdieron el orden de llegada.
Es hora de descifrar malentendidos.

Abundancias

Le queda lo que hace falta.


Siempre le queda, crece
y lo extravía bajo su peso.

Relaciones

La carencia ocupa.
En su economía hay puro movimiento.
El excedente preocupa.
En sus coartadas puro derroche.
Zoocial

Posturas. Contracturas. Contorsiones.


Se esfuerzan en privado.
Se refuerzan en público.
Ninguno logra ser del todo
el animal deseado.

Entusiasmos

Acuerda con tanto énfasis


que desafina.
No encaja del todo
en ningún coro.

Estilo

Aprendió rápido
a caer parado,
no cesa de probarse
en todas las aguas
y recibe animado
los tímidos aplausos.
Suspendido en el aire
todos lo reconocen.
Salud pública

Un trazo inconcluso
remedo de un signo
luce en el paredón.
Su condición inacabada
alienta los más recónditos sueños,
frente el abanico de sentidos que abre su exégesis
crece la turbación y la turbamulta.
Con brochazos de municipal blancura
su impertinencia es cubierta
para tranquilidad de todos.

El lenguaraz

Sobrenadan palabras como injurias


si en la embestida
los ojos no desechan
lo prescindible
y van al hueso de ésa voz.

Escribas en planta transitoria

En el principio,
el verbo de los profetas anticipando las batallas.
Con la victoria,
los redactores de odas, himnos triunfales, panegíricos.
Con la epifanía llegaron los exégetas
y en la consumación
los hermeneutas.

El vecindario es ávido en narraciones.


Solo abjura de los redactores de obituarios.

Obsolescencia programada

las heladeras duraban más


la loza duraba más
los transistores y la pasta dental
la escarcha y el tabaco negro
el filo en los cuchillos duraba más
pero decíamos
la gente vive sin creer
las flores de diciembre
los ciruelos y las moras
la pintura del frente de casa
las pilas y las pastillas de frenos
las chapas del techo
los goleadores de primera A
el peinado de mis tías
el quejido de los goznes
y la mayonesa casera
los relatos de fantasmas
y los cuentos exóticos
las cuatro estaciones y el pampero
los juguetes y los juegos
los amores tempestuosos
y los calmos recreos
las erecciones y los finales
los argumentos y las discusiones
las canciones de vida y el abrazo del baile
las victorias y los entusiasmos
duraban más
las amistades
duraban más
pero
decíamos
la gente vive sin creer
ayer nomás
el tiempo se estiraba o eso parece ahora
pesando como una lápida sobre lo porvenir
nosotros parecíamos los mismos
tampoco duramos más

y sin embargo
todo consuelo es un fósforo fugaz
dura demasiado y oscurece
y la melancolía una dulce trampa
donde caemos como moscas
la obsolescencia es programada
hay que seguir intentando
lo que vendrá
con el flaco fondo de lo que perdura
aunque nos coman el hígado los carroñeros
y algunos sigan sin creer
Al sol

hay demasiada luz


para negarle altura
a quien escaló
el primer peldaño

La desmesura

Una calesa rota sin su eje.


Con las riendas inútiles
tensando las muñecas.
Un vórtice en donde toda acción
configura el vacío.
El silencio un tapiz de hojas podridas
sellando la boca del vociferante.

Bienes raíces

Con una fina serie


de puntos y rayas sobre el plano,
dividieron el mapa de los afectos
y crearon
un bonito archipiélago
infectado de tiburones.
Desarrollo urbano
a Cesar Cantoni

Por la ventana abierta que busca el aire


de la madrugada
algunos pájaros entraron al cuarto.
Piden explicaciones por los nuevos ruidos
que invaden el barrio.
No doy fe al progreso
ni podría explicarlo, no sé cómo calmarlos,
solo atino a decirles que tampoco
duermo bien
y se van, malhumorados.
Murmuran entre ellos
maldiciones incomprensibles,
me dejan abochornado.
FIN

También podría gustarte