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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Defensa


Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada
UNEFA
Extensión Cagua – Estado Aragua

ALIMENTACIÓN

Facilitador: Estudiante:
Gladys Blanco Br. Anthony Perdomo
Br. María Fernanda Álvarez
Br. Karla Martínez
Br. Sheiserth Rodríguez

Extensión Cagua – 2023


D-06 Enfermería
INTRODUCCIÓN

La alimentación es un aspecto fundamental para la salud y el bienestar de


las personas. Sin embargo, existen diversos factores culturales y psicológicos que
influyen en los hábitos alimentarios y, por ende, en el estado nutricional de los
individuos. Además, cuando un paciente se encuentra en una situación de
inmovilización, su nutrición puede verse afectada negativamente. Por esta razón,
es importante tener en cuenta tanto los factores culturales y psicológicos como el
estado nutricional y la inmovilización a la hora de diseñar una dieta básica
hospitalaria y asignar tipos de dieta específicos según la patología del paciente.
La alimentación es un aspecto vital para la salud y el bienestar de las
personas, pero su elección y consumo están influenciados por factores culturales y
psicológicos. Además, en situaciones de inmovilización, la nutrición puede verse
afectada negativamente.
Factores culturales y psicológicos en la alimentación

La alimentación es un aspecto que está estrechamente relacionado con la


cultura y la psicología de las personas. La cultura influye en la elección de
los alimentos y en los hábitos alimentarios, ya que cada cultura tiene su
propia gastronomía y costumbres culinarias. Por ejemplo, en algunas
culturas se consume carne de cerdo, mientras que en otras se evita por
motivos religiosos o culturales.

Además, los factores psicológicos también influyen en la alimentación. Las


emociones y el estado de ánimo pueden afectar la elección de los alimentos
y la cantidad que se consume. Por ejemplo, en situaciones de estrés o
ansiedad, algunas personas pueden recurrir a alimentos ricos en grasas y
azúcares para sentirse mejor temporalmente.

En situaciones de inmovilización, como hospitalizaciones o convalecencias,


estos factores culturales y psicológicos pueden influir aún más en la
alimentación del paciente. Es importante tener en cuenta estas variables al
diseñar una dieta básica hospitalaria y asignar tipos de dieta específicos
según la patología del paciente.

La alimentación es un aspecto vital para la salud y el bienestar de las


personas, y su elección y consumo están influenciados por factores
culturales y psicológicos. En situaciones de inmovilización, es importante
tener en cuenta estos factores al diseñar una dieta básica hospitalaria y
asignar tipos de dieta específicos según la patología del paciente.
Estado nutricional del paciente y efecto de inmovilización en la
nutrición

El estado nutricional del paciente se refiere a la cantidad y calidad de


nutrientes que recibe el organismo a través de la alimentación y cómo estos
nutrientes son utilizados para mantener la salud y el bienestar. Un estado
nutricional adecuado implica un equilibrio entre la ingesta de nutrientes y las
necesidades del cuerpo.

La inmovilización puede tener un efecto negativo en la nutrición del


paciente, ya que puede disminuir el apetito, aumentar el riesgo de
desnutrición y provocar pérdida de masa muscular. Además, la
inmovilización prolongada puede llevar a la aparición de úlceras por
presión, lo que puede afectar aún más la ingesta alimentaria del paciente.

Es importante que los profesionales de la salud evalúen regularmente el


estado nutricional de los pacientes inmovilizados y proporcionen una dieta
adecuada para prevenir la desnutrición y mantener la salud y el bienestar
del paciente. También se pueden utilizar suplementos nutricionales si es
necesario para cubrir las necesidades nutricionales del paciente.

Dieta básica hospitalaria

La dieta básica hospitalaria es una dieta equilibrada y completa que se


adapta a las necesidades nutricionales de los pacientes hospitalizados.
Esta dieta suele incluir alimentos como carnes magras, pescado, huevos,
lácteos bajos en grasa, frutas, verduras, cereales integrales y legumbres.

En algunos casos, se pueden modificar las cantidades o la textura de los


alimentos para adaptarse a las necesidades específicas del paciente. Por
ejemplo, si el paciente tiene problemas de deglución, se pueden ofrecer
alimentos más suaves o triturados.

Además, se pueden prescribir suplementos nutricionales para


complementar la dieta básica hospitalaria y garantizar que el paciente
reciba los nutrientes necesarios para su recuperación.

En resumen, la dieta básica hospitalaria es una herramienta importante


para mantener el estado nutricional adecuado de los pacientes
hospitalizados, especialmente aquellos que están inmovilizados. Los
profesionales de la salud deben evaluar regularmente el estado nutricional
de los pacientes y adaptar la dieta según sea necesario para garantizar una
recuperación exitosa.

Tipos de dieta según la patología del paciente.

Existen diferentes tipos de dietas que se asignan según la patología del


paciente. A continuación, se mencionan algunos ejemplos:

- Dieta blanda: se recomienda para pacientes con problemas digestivos


leves, como gastritis o diarrea. Incluye alimentos fáciles de digerir como
arroz blanco, pollo a la plancha, puré de verduras y frutas cocidas.

- Dieta líquida: se utiliza en casos de cirugías o problemas


gastrointestinales graves. Incluye líquidos claros como agua, caldo, té y
gelatina.
- Dieta baja en grasas: se recomienda para pacientes con problemas
cardiovasculares o hepáticos. Incluye alimentos bajos en grasas como
pescado, pollo sin piel, frutas y verduras.

- Dieta baja en sodio: se utiliza en casos de hipertensión arterial o


problemas renales. Incluye alimentos bajos en sodio como frutas y
verduras frescas, carnes magras y cereales integrales.
CONCLUSIÓN

La alimentación es fundamental para la salud y el bienestar de los pacientes


hospitalizados. Una dieta adecuada puede ayudar a prevenir
complicaciones y acelerar la recuperación. Una buena alimentación puede:

- Fortalecer el sistema inmunológico del paciente


- Aumentar la energía y la resistencia
- Promover la cicatrización de heridas y la regeneración de tejidos
- Reducir el riesgo de infecciones
- Mejorar el estado de ánimo y la calidad de vida del paciente

Por otro lado, una mala alimentación puede debilitar al paciente, aumentar
el riesgo de complicaciones y prolongar el tiempo de recuperación. Por lo
tanto, es importante que los pacientes reciban una dieta equilibrada y
completa durante su estancia en el hospital para garantizar una
recuperación exitosa.
BIBLIOGRAFÍA

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