Está en la página 1de 9

Documento

Título: Canon locativo por el uso y goce de los bienes indivisos y por la atribución de la vivienda familiar
Autor: Veloso, Sandra Fabiana
Publicado en: DFyP 2020 (agosto), 5
Cita: TR LALEY AR/DOC/693/2020

Sumario: I. Los antecedentes.— II. El marco legal.— III. Interpretación y alcance de los textos.— IV.
Inicio y fin del canon.— V. Canon locativo con hijos, menores de edad, en la vivienda familiar.
I. Los antecedentes
Si bien no existía en nuestro ordenamiento jurídico una norma expresa que regulara el uso y goce de los
bienes indivisos había consenso en cuanto a la posibilidad de exigir durante el período de indivisión
poscomunitaria la fijación de un canon locativo por la ocupación exclusiva de un bien ganancial. Para ello se
aplicaban subsidiariamente las normas del condominio, o de la partición de herencias: arts. 2680, 2684, 2691,
2698, 2699, y 2702, 3451 y ccs., que facultaban al condómino o al heredero que se encontraba excluido del goce
del bien indiviso a reclamar a aquel que lo ocupaba en forma exclusiva y excluyente un canon mensual,
justipreciable en términos del valor locativo, antes de materializarse la partición y mientras permaneciera en su
uso, a partir de la fecha del reclamo (1).
El art. 2684 del Cód. Civil establecía que todo condómino podía usar y gozar de la cosa común conforme el
destino de ella, con tal de que no la deteriorase en su interés particular. Teniendo en consideración que cada uno
de ellos además, era deudor a los otros, según sus respectivas partes, tanto de las rentas o frutos que hubiera
percibido de la cosa común, como del valor del daño que les hubiese causado (conf. art. 2691, Cód. Civ.),
resultaba legítimo que, aún uno solo de ellos, sin necesidad de consulta o acuerdo previo con los otros, pudiera
hacerse indemnizar "el valor del daño" que le significaba no percibir las "rentas o frutos" que el bien podía
producir si no lo estuviera ocupando su condómino, pues para el caso, lo mismo era el cobro indebido de "rentas
o frutos" (art. 2691, Cód. Civil) que disfrutar de la cosa en provecho propio y sin contraprestación alguna (2).
En este orden de ideas había consenso en cuanto a que resultaba justo que el cónyuge que usaba con
exclusividad un bien cuyo derecho correspondía a ambos, pague al otro cónyuge una compensación por ese uso
(3); así como que "la inexistencia de norma expresa no era óbice para verificar la procedencia de tal pedido con
posterioridad a la sentencia de divorcio y pendiente la liquidación de la sociedad conyugal" (4). Por cuanto
durante la indivisión post comunitaria y hasta la efectiva partición, ambos cónyuges tienen igual derecho al uso
y goce común de los bienes gananciales.
El requisito esencial para la procedencia del reclamo estaba constituido, tal como sucede en la actualidad,
por el requerimiento del otro cónyuge, ya que mientras no lo exteriorizara, se consideraba que existía tolerancia
en la ocupación exclusiva, lo que comportaba una tácita admisión del carácter gratuito (5).
Nótese que la jurisprudencia mayoritaria había establecido pacíficamente que en los casos del inmueble
fuera ganancial, y estaba probado que uno de los cónyuges lo ocupa exclusivamente desde la separación de
hecho de las partes, es derecho del otro copartícipe en la indivisión poscomunitaria— como el condómino o el
coheredero indiviso— el obtener una renta o canon que corresponda a su porción en la cotitularidad y que
constituya una retribución por igual uso del que se ve privado (6).
II. El marco legal
La solución adoptada por el nuevo cuerpo legal resulta sustancialmente análoga a la que se aplicaba durante
la vigencia del régimen anterior, conforme lo ilustran los precedentes mencionados.
Señala el art. 484 del Cód. Civ. y Com. "Uso de los bienes indivisos. Cada copartícipe puede usar y disfrutar
de los bienes indivisos conforme a su destino, en la medida compatible con el derecho del otro.
"Si no hay acuerdo, el ejercicio de este derecho es regulado por el juez.
"El uso y goce excluyente sobre toda la cosa en medida mayor o calidad distinta a la convenida, solo da
derecho a indemnizar al copartícipe a partir de la oposición fehaciente, y en beneficio del oponente".
Norma que se complementa con lo normado por el art. 485 del Cód. Civ. y Com. referido a los frutos y
rentas de los bienes indivisos, que acrecen la indivisión. Respecto a los cuales postula que el copropietario que
los percibe debe rendición de cuentas, y el que tiene el uso o goce exclusivo de alguno de los bienes indivisos

© Thomson Reuters Información Legal 1


Documento

debe una compensación a la masa desde que el otro la solicita.


Y a su vez concordante con el art. 444 del Cód. Civ. y Com. que regula los efectos de la atribución del uso
de la vivienda familiar, sea el inmueble propio de cualquiera de los cónyuges o ganancial (7) el que indica, entre
otros puntos, que, a petición de parte interesada, el juez puede establecer una renta compensatoria por el uso del
inmueble a favor del cónyuge a quien no se atribuye la vivienda.
III. Interpretación y alcance de los textos
Fuera de aquellas situaciones, en las cuales hubiera consenso entre los excónyuges respecto al uso y goce de
los bienes indivisos, cualquiera de ellos puede solicitar durante el estado de indivisión pos régimen, una
contraprestación por el uso y goce excluyente, o bien, por el uso y goce en medida mayor o calidad distinta a la
pautada. Fórmula que procura evitar que el expropiado (total o parcial) del bien, experimente lesión en su
patrimonio.
Lo que resulta de toda lógica que así sea, pues quien se priva del uso del bien durante dicho período no
puede perjudicarse al extremo de tener que esperar el momento de la partición para poder usar y gozar de un
derecho que le corresponde.
Esta renta o canon constituye una retribución por igual uso del que se ve privado el otro cónyuge, el único
requisito es realizar el reclamo judicial al otro copartícipe, ya que, mientras no se exteriorice de ese modo, se
considera que la tolerancia en la ocupación exclusiva comporta una tácita admisión del carácter gratuito.
El derecho a la percepción de un canon locativo como compensación por el uso exclusivo del inmueble del
acervo se devenga mensualmente mientras la ocupación del bien se mantenga y no se concrete la partición, aun
cuando las nuevas leyes no lo aclaren —salvo que hubiera mediado un acuerdo sobre el ejercicio de tal derecho
por los consortes—. Aunque no existe obstáculo legal alguno a que de acuerdo con las circunstancias que se
presenten pueda resolverse de algún otro modo que resulte de mayor interés para los involucrados en el
conflicto.
Conforme señala la norma cada copartícipe puede usar y disfrutar de los bienes indivisos conforme a su
destino, en la medida compatible con el derecho del otro. Es decir que son los cónyuges quienes entre sí podrán
determinar la utilización de los bienes en común.
Recién ante la falta de acuerdo, el ejercicio de ese derecho será regulado por el juez.
Tratándose de una propiedad podrán optar por mantenerla deshabitada; ponerla bajo administración,
locación o renta; compartirla simultáneamente, o bien atribuirla a uno o más miembros del grupo familiar.
En el caso de un automotor podrá este ser usado para esparcimiento, recreación personal o para cualquier
otro uso individual, o también puede obtenerse de él algún beneficio, o no usarse y dejar el bien inactivo.
No existiendo obligación de dar determinado uso a los bienes, el hecho de no darle ninguno no genera, de
por sí, el deber de dar al condominio que no lo administra. De ser así no existiría el hecho jurídico que originaría
la obligación de compensar al condómino. Conforme se ha sostenido, no debe confundirse cómo los
condóminos resuelven si la cosa debe ser puesta en administración o alquilada, con el derecho que a cada uno le
asiste de hacerse indemnizar, en proporción a su parte, por el uso que el otro haga del bien indiviso (8).
Un hipotético caso puede esclarecer el punto. Pensemos en dos cónyuges que tienen en común tres
vehículos. Cada uno de ellos utiliza con habitualidad uno de ellos y el tercero por sus características no es
utilizado, luego del divorcio, por ninguno de ellos, y, sin embargo, quedó estacionado en la vivienda sede del
hogar común. Quien no habita ya el hogar reclama un canon locativo por ese tercer automotor. ¿Bastará para
lograr la fijación del canon que el automotor se encuentre en la vivienda familiar?; ¿debe presumirse que por
encontrarse allí estacionado la accionada lo utiliza en beneficio propio?; ¿qué debe demostrar el accionante?
Un precedente de la Cámara Nacional Civil Sala K (9), de división de condominio y reclamo de canon
locativo de un automóvil, aplicable para el ejemplo dado, nos da luz a la respuesta. En primera instancia se hizo
lugar a la demanda de división de condominio promovida por una señora contra otra respecto de un automóvil
marca Ford Eco Sport en partes iguales y desestimó la pretensión por fijación de canon locativo con costas a la
vencida. Se agravia la actora por la desestimación del canon por el uso exclusivo del vehículo que habría
realizado la accionada. La Cámara confirma y observa que la actora no atribuyó ni acreditó que la demandada
haya obtenido beneficio alguno. Y la accionada sostuvo que la actora tenía acceso a este, pero nada dijo que ella

© Thomson Reuters Información Legal 2


Documento

fuera quien lo utilizara en forma personal. A lo que suma el testimonio del encargado del edificio quien sostuvo
que el auto lo utilizaban ambas señoras cuando ambas vivían allí y que ahora el vehículo se encontraba en el
mismo lugar, la cochera de donde vive la accionada, Presupuesto que juzgó como determinante para que no
prospere la acción.
Otro antecedente jurisprudencial, resuelto por la SCBA (10), en el marco del sucesorio iniciado por uno de
los hijos del difunto contra su hermano —coheredero— nos explica con claridad qué significa la nota
característica de la exclusividad en la ocupación de un inmueble en estado de indivisión. En el caso uno de ellos
reclamó contra el otro el pago de un canon locativo por el alegado uso exclusivo del único inmueble
perteneciente al acervo, el que tuvo debida acogida en primera instancia. Sin embargo, fue revocado por Cámara
que hizo lugar al recurso interpuesto por la demandada. Tuvo en cuenta que no se encontraba en discusión la
copropiedad del inmueble en cabeza de ambas partes, así como que el demandado había venido habitando una
porción de él (la parte trasera alta, no su totalidad), y que si bien el accionante había exteriorizado su falta de
consentimiento con la situación, no se había demostrado la utilización del bien común de manera exclusiva, ni
una exclusión de hecho de su copartícipe (no surgía de la prueba que el acceso al inmueble le hubiera sido
impedido al actor, ni que se le hubiera vedado su uso en forma igualitaria al ejercido por la demandada), por lo
que no cabía hallar caracterizada la figura que autorizaba la fijación del pretendido canon locativo. El hecho de
que el demandado circunscribiera su habitación a la parte trasera de la casa no importaba un empleo del
inmueble más allá de las facultades que como cotitular le estaba permitido ejercer.
Interpuesto el recurso extraordinario por la actora, la SCBA clarifica la errónea aplicación de la ley en que
incurrió la alzada dando un triple orden de razones. El reclamo compensatorio prospera aún por el comunero
que no posee intención de ocupar el bien porque su pretensión se sustenta en una circunstancia objetiva, cual es
la del no aprovechamiento del bien por uno solo de los condóminos. Por otro porque la única vivienda edificada
sobre el lote tiene un único acceso a la construcción de dos plantas, ambas comunicadas e insusceptibles de
divisibilidad material. Y finalmente porque aun cuando la vivienda pudiere ser funcionalmente escindible,
importaría otorgar al coheredero un uso y goce del bien común su sola autoridad para forzar una partición
provisional del acervo hereditario entre los comuneros con prescindencia de la voluntad de los demás
condóminos. Y que deviene, asimismo, predicable lo establecido por el art. 2328 del Cód. Civ. y Com. cuando
dispone que el coheredero que usa privativamente la cosa indivisa durante el estado de indivisión está obligado,
salvo pacto en contrario a satisfacer una indemnización desde que le es requerida.
Otro de los puntos a analizar lo constituyen los vocablos utilizados en las normas descriptas. El art. 484 del
Cód. Civ. y Com. utiliza "indemnización"; el art. 485 del Cód. Civ. y Com. el de "compensación", y finalmente,
el art. 444 del Cód. Civ. y Com. el de "renta compensatoria" en este último caso se trate de un bien propio o
ganancial, otorgándole facultad al juez para establecerla, a pedido de parte y en favor de quien no se le atribuye
la vivienda.
Indemnización es el acto y la consecuencia de indemnizar: propiciar, por lo general a través de dinero, el
resarcimiento de un perjuicio o de un daño. Consistirá en aplicar valores actuales para el cumplimiento de una
oportuna reparación, adecuados a las circunstancias propias de la situación a resolver y la realidad económica
que la rodea. Lo que sin lugar a duda excede el mero valor locativo que pueda determinarse en relación con un
bien indiviso.
En este sentido se resolvió que la fijación de un canon por el uso exclusivo de un inmueble en condominio
no corresponde establecer el importe de un alquiler inmobiliario similar a un valor de mercado, sino de
indemnizar al peticionante a raíz de la privación de uso del bien a la cual se vio sometido (11).
La terminología utilizada en los tres casos es adecuada y los términos son coherentes unos con otros, debido
a que lo que se procura es que el cónyuge que formula la oposición no experimente lesión alguna en su
patrimonio a causa del actuar del otro.
Sin embargo, para su determinación el juez debe evaluar, necesariamente, otras circunstancias. Entre ellas:
si quien se encuentra en uso del bien está o no en condiciones de pagarla —pues si no lo está, el juez no la
fijará—, o en su caso, morigerará el monto. Tendrá en consideración una multiplicidad de cuestiones como por
ejemplo si uno de los cónyuges se encuentra en una situación de mayor vulnerabilidad; si hubo o no acuerdo

© Thomson Reuters Información Legal 3


Documento

previo respecto a la atribución de la vivienda familiar, su período y bajo qué circunstancias; si habitan la
vivienda hijos menores de edad bajo el cuidado de quien —aún de ser compartido—, si se han fijado alimentos
y si estos han contemplado el rubro vivienda, o si se encuentran pendientes de fijación; si esta discutida la
calificación del bien o el porcentaje en caso de cotitularidad, entre otras.
En cuanto al quantum, se ha establecido que "la circunstancia de tratarse de una finca que fue sede del hogar
conyugal y en la que se ha desenvuelto la vida familiar, obliga a restringir la entidad económica de los reclamos
a lo estrictamente necesario para retribuir la exclusividad del disfrute de la vivienda común, sin que pueda
extenderse al precio de los objetos que en él se encuentren" (12).
Será el juez quien deba valorar en el caso en concreto si corresponde el canon y, en su caso, cuál es la justa
indemnización por el uso exclusivo del bien, o por el uso excluyente en medida mayor o en una calidad distinta
a la pautada, a fin de que el expropiado, no experimente lesión alguna en su patrimonio (13), pero a su vez que
no haya desprotección del núcleo familiar que se presente como más débil, en definitiva se procurará mediante
la resolución que se dicte alcanzar un razonable equilibrio.
IV. Inicio y fin del canon
La petición por la parte interesada será el puntapié inicial que brinde la posibilidad al juez para establecer la
indemnización a que se refiere el Código.
En efecto, existe consenso que mientras este no exteriorice el ejercicio de tal facultad, se considera que la
tolerancia en la ocupación exclusiva comporta una tácita admisión del carácter gratuito.
La presunción de aquel carácter recién cede cuando hay un reclamo expreso, a partir del cual nace la
obligación del otro a una contraprestación por el uso de este. Sea que se trate un uso y goce excluyente de uno o
más bienes indivisos, o bien de un uso en medida mayor o en calidad distinta de la convenida (conf. art. 484 del
Cód. Civ. y Com.).
Desde esta perspectiva el cónyuge que no tiene el uso y goce exclusivo del bien en cuestión se encuentra
legitimado para requerir la compensación solo a partir del día en que hace efectiva la solicitud, pero no puede
solicitarla por períodos transcurridos con anterioridad a tal reclamo, por considerarse consentidos (art. 485, Cód.
Civ. y Com.) (14).
La norma indica que corresponde a partir de la oposición que el cónyuge formule, la que debe ser
fehaciente.
Por oposición fehaciente debe interpretarse toda manifestación, contraria a los sucesos ocurridos, expuesta
por cualquier medio de notificación que resulte indiscutible. Si bien no se exige que sea por escrito, dicho
requisito otorga mayor certeza a la hora de probar cual ha sido la primera oportunidad en que ha operado la
interpelación a la contraria, aunque bien podría ser la constancia de la celebración misma de una audiencia, en la
cual el demandado tomó o pudo razonablemente tomar conocimiento de la pretensión que se entabla en su
contra.
Resumidamente, el período del pago del canon podrá considerarse iniciado a partir de: la notificación de la
demanda; el envío de un telegrama o carta documento, de una cédula; de la celebración de una audiencia de
mediación, de conciliación o de etapa previa; o a partir de cualquier otra oportunidad, que en definitiva brinde
convicción del cabal conocimiento del reclamo que se le efectúa, aún ante la negativa u oposición que pudiere
plantear el requerido.
Un poco de casuística nos permite descubrir las diversas oportunidades que pueden ser tenidas en cuenta
para resolver la cuestión.
Carta documento: en el caso, la Cámara Nacional Civil, sala B resuelve modificar la fecha de cómputo del
valor locativo que la sentencia de grado había ordenado en el traslado de la demanda, teniendo en cuenta
corresponde retrotraer el efecto a la fecha de recepción de la intimación recibida por el emplazado, quien
desconoció la carta documento. Afirmó el Tribunal que, aunque se tuviera por válida su negativa existe un
"acuse de recibo" expedido por el correo; a lo que suma la falta de elemento de prueba del accionado que
autorice siquiera a dudar de que la carta documento pueda ser auténtica, y que no fuera recibida por el
destinatario (15).
Audiencia de mediación: la Cámara Civil y Comercial de Salta, sala cuarta modifica la fecha fijada

© Thomson Reuters Información Legal 4


Documento

considerando que se había llevado un procedimiento de mediación previa cuyo objeto fue la liquidación de los
bienes que finalizó sin acuerdo. Por lo que sostiene, debe presumirse, que la actora formulo en reclamo en tal
oportunidad y que no arribó a ningún acuerdo al respecto. A la vez que el demandado reconociera que existió un
único bien ganancial y que resultaba necesaria su liquidación, por lo que el reclamo judicial no habría sido
necesario de haberse solucionado la cuestión durante la mediación (16).
En otro caso, la Cámara Nacional Civil, sala G, luego de modificar la calificación dada al bien por el juez de
grado, accedió al pedido de la actora de que se fije un canon locativo en relación con un local comercial. Para
decidir sobre la fecha de su exigibilidad tuvo en consideración las contingencias suscitadas para notificar al
emplazado para concurrir a mediación, las que indica, fueron superadas a raíz de la audiencia que convocó el a
quo con carácter previo a correr traslado de la demanda, por lo que postula se liquide desde la fecha en que se
celebró dicho acto y en adelante mientras dure la indivisión (17).
Una situación diferente se presentó en la misma Cámara, sala A, quien coincidió con el criterio del anterior
juzgador al considerar que no había constancia alguna en el proceso que indique que el accionado fue intimado
al pago del canon locativo con anterioridad a la celebración de la tercera audiencia de mediación. Ello en la
medida que los dos primeros encuentros fueron llevados a cabo sin su comparecencia y las primeras misivas no
indicaron el contenido del reclamo. Tampoco fueron consignados cuáles eran los motivos y/o conceptos por los
cuales era convocado a la audiencia prejudicial. Concluye, en otros términos, que fue aquella la oportunidad
inicial en que pudo tomar conocimiento el demandado de la pretensión de la contraria (18).
Notificación del incidente: en otro precedente se resolvió que la fecha de la oposición fehaciente fue la de
notificación del incidente de canon locativo, y que no puede considerase a la demandada por notificada de una
petición con el mismo objeto, de fecha anterior, que no tuvo trámite (19).
Fecha del dictado de una resolución cautelar de atribución de vivienda: otra situación que fue resuelta,
presenta la particularidad de que el peticionante de la fijación del canon a su exesposa, fue excluido del hogar
familiar por resolución dictada en el marco de un proceso de violencia familiar, donde dispusieron, además, de
su exclusión la prohibición de su acercamiento. Tiempo después se resuelve en un incidente de medida cautelar
la atribución de la vivienda familiar a la cónyuge para que habite allí con su madre por el plazo de dos años. El
juez fija un canon a favor del peticionante desde el dictado de la segunda resolución, en el marco del art. 44 del
Cód. Civ. y Com. y no desde la exclusión ordenada, conforme fuera pedido por el requirente, por considerar que
la resolución que está enmarcada en un proceso de violencia familiar, subyacen otros fundamentos (20).
En cuanto a la fecha hasta la que tendrá vigencia el canon, este ha de operar, en principio, mientras uno de
ellos continúe en el uso y goce excluyente sobre la cosa en medida mayor o calidad distinta a la convenida,
desde la oposición fehaciente, y mientras el estado de indivisión continúe, es decir en tanto la misma situación
persista y no haya habido partición. Claro que puede suceder que con el transcurso del tiempo se produzcan
modificaciones sustanciales de las circunstancias que, oportunamente, fueron tenidas en cuenta para el logro de
un acuerdo o bien para la resolución dictada, y un nuevo mapa de conflicto se presente para ser evaluado por el
juzgador.
V. Canon locativo con hijos, menores de edad, en la vivienda familiar
La situación a decidir se presenta más compleja cuando en la vivienda se encuentran conviviendo uno de los
progenitores junto a sus hijos, menores de edad, cualquiera sea la modalidad de cuidado que tenga aquel que
continuó junto habitando la vivienda que fuera sede del hogar conyugal. Sea porque los cónyuges lo acordaron,
sea porque hubo una tácita conformidad para su continuidad, o bien, porque la atribución fue decidida
judicialmente a través de una sentencia.
Recordemos que cuando se produce el quiebre de la vida en común la problemática jurídica de la vivienda
asume una significativa importancia. La posibilidad de su atribución a uno u otro consorte, junto a otras
personas que forman parte del grupo familiar constituye una materia disponible para las partes, por lo que
resulta no solo posible, sino, altamente ventajoso que puedan ser los propios protagonistas quienes aporten
soluciones y pongan fin al problema habitacional, en tanto habitualmente constituye un punto medular del
conflicto de la familia. Los intereses contrapuestos de los integrantes se agudizan, aún pese a haber estado
enlazados por un vínculo de amor, de afecto, de comunidad y/o de solidaridad familiar. La nueva situación que

© Thomson Reuters Información Legal 5


Documento

el conjunto de la familia vive debe ser reconstruida a diario, tanto en el plano económico, como en el social. Las
economías se dividen, y peligra la estabilidad de aquellas que se presentan como más débiles (21).
De allí la difícil tarea del juez de saber sopesar cuidadosamente todos los derechos de los miembros de la
familia en juego en un entramado que se presenta muchas veces complejo, para lograr equilibrar o
compatibilizar: la protección del cónyuge más vulnerable en cuanto a su derecho de uso de la vivienda; la
compensación por la restricción al dominio del otro cónyuge a quien no se le atribuyó dicho uso; las
responsabilidades que despliegan las funciones parentales; el derecho de los niños, niñas y adolescentes a
continuar viviendo en la sede del hogar familiar evitando situaciones de sobre adaptación que hacen peligrar su
estabilidad psicosocial, entre otras.
En definitiva, "los niños y adolescentes gozan de una protección especial, por su condición de personas en
desarrollo y su dependencia de los mayores, que los convierte en más vulnerables, por lo que es deber del estado
promover y garantizar su efectiva protección en condiciones de igualdad". Reviste importancia, asimismo, la
preservación del llamado centro de vida de los niños y adolescentes, lugar donde ha transcurrido, en condiciones
legítimas, la mayor parte de su existencia.
"Dado que el entorno de un menor de edad consiste en su vida familiar, escolar y social, y cualquier
modificación a este sistema exige una readaptación por parte del niño, la nueva situación debe ser mejor o igual
a la anterior, a efectos de evitar que se vea perjudicado". En este sentido sostuvo nuestro Superior Tribunal
Provincial: "La eficacia del proceso de familia es un mandato que se amplía cuando se ponen en juego derechos
de niños; esto es sostenido por el Cód. Civ. y Com. de la Nación —arts. 1º, 2º, 650, 652, 653, 658, 659, 705,
706, 709 y ccs.—, por la Constitución de la Provincia de Buenos Aires —art. 15—, la Constitución Nacional
—arts. 18 y 75, inc. 22—, los tratados internacionales de derechos humanos específicamente aplicables —arts.
8º y 25 del Pacto de San José de Costa Rica y arts. 3º, 4º, 9º, 12, 18, 27 y ccs. de la Convención de los Derechos
del Niño— así como por la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, entre otros casos
en 'Fornerón' —27/06/2012— y 'Furlán y familiares' —31/08/2012—".
El ordenamiento jurídico brinda, en definitiva, herramientas para que el juzgador pueda decidir lo que
resulte más beneficioso para el desarrollo pleno de las personas a las que se aplica la norma en mira a colaborar
en la consolidación del sistema de derechos humanos, en especial, respecto a quienes se encuentran en una
situación de mayor vulnerabilidad (arts. 17 y principio pro homine, 29, Convención Americana de los Derechos
Humanos, 14 bis y 75, inc. 22 de la CN).
En este sentido se sostuvo que en la ponderación de las circunstancias de hecho a fin de establecer un canon
locativo, debe tenerse en cuenta primordialmente el interés de los hijos menores que habitan la propiedad junto
al excónyuge a quien se le reclama dicha renta; como así también si la concesión del uso del bien coloca en una
situación insalvable al titular de dominio, carente de una casa habitación, con ingresos insuficientes y con la
consecuente posibilidad de obtener una situación de alivio económico, sin perder de vista, que debe primar en la
valoración conjunta de dichas circunstancias, la situación de sus hijos menores de edad y la incidencia que la
carga de aportar por quien tiene su tenencia (hoy cuidado personal) pueda tener sobre ellos (22).
También se resolvió la improcedencia del pago del canon locativo solicitado por uno de los excónyuges
respecto del inmueble que fue objeto de la sociedad conyugal, en los términos del art. 485 del Cód. Civ. y Com.,
si no se cumplen con todas las condiciones previstas en el artículo citado para que proceda la compensación
pecuniaria. Es que, si bien el accionante, en principio se encuentra legitimado en su calidad de excónyuge para
reclamar el canon por su participación en la titularidad del bien, obsta al reconocimiento de su derecho que no
se cumpla la otra condición requerida por el artículo mencionado, que es que la ocupación sea exclusiva, por
continuar los hijos del matrimonio habitando el inmueble (23).
Desde otro punto de vista fue rechazado el reclamo de un canon por la utilización exclusiva de un rodado
por parte de la excónyuge, que se según las pruebas se encontraba afectado a las necesidades básicas de la
dinámica familiar impuesta por los hijos del matrimonio (24).
Un reciente pronunciamiento de la Cámara Civil y Comercial de San Isidro, sala segunda, cuyos
fundamentos comparto, revoca una sentencia que hizo lugar al canon locativo a cargo de la exesposa, quien
continuó ocupando la vivienda junto a tres hijos menores de edad (de entre 12 y 17 años) porque ello podría

© Thomson Reuters Información Legal 6


Documento

afectar intereses superiores de los niños que habitan en la vivienda. Para así decidirlo entendió que, al estar
involucrados derechos de niños y adolescentes, debe garantizárseles el derecho de habitación (arts. 537, 646,
658, 659 y ccs. del Cód. Civ. y Com.) además, invocó la necesidad de realizar el análisis de la cuestión
planteada con enfoque en la Convención de los Derechos del Niño y su interés superior. Establecido como uno
de los valores fundamentales de la CDN, el Comité ha determinado que el art. 3º, párr. 1º, que enuncia uno de
sus cuatro principios generales: que el interés superior del niño se aplicará a todos los asuntos relacionados con
él y se tendrá en cuenta para resolver cualquier posible conflicto entre los derechos consagrados en la
Convención o en otros tratados de derechos humanos (conf. Comité de los Derechos del Niño, observación
general 14 [2013] sobre el derecho del niño a que su interés superior sea una consideración primordial, párr. 33).
El principio favor minoris, con expresa recepción en los arts. 3º y 5º de la ley 26.061, que determina también
que, ante la posible colisión entre los derechos e intereses de los menores, en oposición a otros derechos e
intereses igualmente legítimos, han de prevalecer los primeros (en el mismo sentido, art. 4º, ley 13.298). A la
que sumó el principio de precaución que exige valorar primordialmente los riesgos, daños futuros y otras
consecuencias de la decisión, en la seguridad de los niños. En definitiva, rechaza el reclamo del demandado
excluido del uso y goce de la vivienda, bajo el marco de dichas directivas y las normas que rigen la
responsabilidad parental; específicamente, el deber de los progenitores de prestar alimentos a sus hijos —en
dinero o en especie— (arts. 646, 658 y 659 del Cód. Civ. y Com.), procurando —en lo posible— preservar el
nivel de vida que tenían durante la convivencia de sus progenitores. Y apuntó que la obligación de quien
convive con el niño se encuentra en alguna medida compensada con la asistencia que le brinda y los gastos
cotidianos que esa situación implica. El art. 660 del Cód. Civ. y Com. en vigor, le asigna un valor económico a
esos cuidados que dispensa quien habita con el niño, constituyendo un aporte a la manutención (arts. 541, 658,
659, 660 del Cód. Civ. Com.). E Infiere de los términos de la sentencia y el monto de la cuota alimentaria a
cargo del progenitor que la suma mensual estipulada en favor de los tres menores que el rubro vivienda se
prestaba en especie. Y que le correspondía al interesado la demostración de que ese monto alcance para costear
el alquiler de un inmueble similar al que los alimentados habitaban durante la convivencia de sus padres,
sumado a las demás necesidades a las que está destinada la cuota (art. 375 del Cód. Proc. Civ. y Com.) y la
abultada suma adeudada por el peticionante en alimentos es impuestos que gravan el bien de autos (arts. 541,
658, 659 y 660 del Cód. Civ. y Com.; 33, CN y 36, Const. Pcial.) (25).
En similar sentido, se pronunció la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Laboral y de Minería de
la Segunda Circunscripción Judicial de la Ciudad de General Pico, La Pampa, sala B. Que confirma la sentencia
que atribuyó la vivienda familiar a la progenitora a cargo del cuidado personal de la hija menor de las partes al
concluirse que había acertado el juez al asignarle especial consideración a la pauta valorativa enunciada en el
inc. a) del art. 443 del Cód. Civ. y Com., pues se garantizó así el interés superior de la menor y el
mantenimiento de su centro de vida. Y rechazó el reclamo en concepto de renta compensatoria a favor del padre
no conviviente al juzgarse que la obligación que los padres tenían respecto de los hijos hacía que sea impropio
concederle un canon sobre el inmueble donde viven sus hijos menores de edad. Con marcada sensibilidad el
juzgador, dio acabadas explicaciones de su resolución donde ponderó la protección de la vivienda, teniendo en
primordial consideración el interés superior de la niña de diez años edad que actualmente la habita y transcurrió
la mayor parte de su existencia (centro de vida). Sin menospreciar ni dejar de ponderar los inconvenientes
habitacionales que presentaba el actor como consecuencia de la ruptura matrimonial, como contrapartida,
ponderó el derecho de su hija, cuya naturaleza y consagración legal ha de imponerse como derivación del
llamado centro de vida. El apelante solicitó la venta de la vivienda para tomar otro crédito y adquirir un
inmueble utilizando parte de pago de lo obtenido. Empero, en la causa solo obra una tasación inmobiliaria de la
propiedad que se pretendía vender sin que existiera prueba que refleje valores aproximados y características del
inmueble al que podría presuntamente acceder la accionada en el futuro para convivir junto a su hija menor de
edad. Por lo que la probable adquisición de un nuevo inmueble al que hace referencia el actor se inscribe en un
marco puramente conjetural, que no se condice con los sólidos fundamentos en los que se asienta el interés
superior del niño y la protección a la vivienda familiar, a los cuales acudió la jueza de grado para rechazar la
pretendida venta (26).
En sentido contrario y con fundamento en el art. 444 del Cód. Civ. y Com. la sala D de la Cámara Nacional

© Thomson Reuters Información Legal 7


Documento

Civil confirmó el crédito por cánones locativos que debe abonar la excónyuge por el uso del inmueble ganancial
resuelto y lo extiende hasta la mayoría de edad de los hijos (tres) del matrimonio o, en su defecto, hasta que cese
la ocupación exclusiva del bien por parte de aquella, ello a los fines de garantizar la protección efectiva del
cónyuge más vulnerable en cuanto a su derecho de uso de la vivienda familiar y de compensar la restricción al
dominio del cónyuge al que no se le atribuyó (27).
(1) CCI Art. 2684 CC0001 SM 57471 RSD-86-6, S 20/04/2006, "Newkirk, Patricio E. E. c. Giordano, Andrea
F. s/ incidente de cobro de valor locativo", www.SCBA.gov.ar.
(2) SCBA, Ac. 57.020, sentencia del 17/10/1996 señalada en SCBA LP C 119829 S 23/11/2016, Juez Pettigiani
(SD), "Ruggiero, Francisco J. c. Ruggiero, Miguel Á. s/ fijación precio alquileres". Ver en www.scba.gov.ar.
(3) SAMBRIZZI, Eduardo A., "Régimen de bienes en el matrimonio", Ed. La Ley, 2007, p. 180.
(4) ED, 133-435, 1990-B-p. 322; CNCiv., sala E, "S., E. D. c. D., E. N. s/ fijación de valor locativo",
14/02/1997; entre otros.
(5) CNCiv., sala B, "F. M. de D. D. c. D., E. E. s/ liquidación de sociedad conyugal", 18/08/1989, CNCiv., sala
L, del 05/05/1993, in re "P. de S., S. v. S., C s/ liquidación de sociedad conyugal", idem, sala F, del 29/05/2008,
LA LEY 2009-D, p. 598; entre otros.
(6) CNCiv., sala F, 29/05/2008, en autos "N. M. A. c. B. A. M. s/ liquidación de sociedad conyugal", CNCiv.,
sala L, "P. de S., S. c. S., C. G., N s/ fijación de valor locativo", del 04/07/2000; CNCiv., sala K, 26/10/2007,
"M. I., A. J. c. M., G. B.", Lexis 35012434; entre otros.
(7) Conforme a las pautas que establece el art. 443 del Cód. Civ. y Com.
(8) SCBA, Ac 57020, sent. 17/09/1996, publicado en DJBA 151,285. L. Citado por la CNCiv., sala K,
24/06/2019. En elDial.com - AAB8CC.
(9) CNCiv., sala K, 24/06/2019, en elDial.com - AAB8CC.
(10) SCBA, Ac. 20178 del 23/11/2016, "Ruggiero, Francisco J. c. Ruggiero Miguel A. s/ fijación precio
alquileres", en www.SCBA.gov.ar.
(11) CNCiv., sala A, "G. E. D. c. G., J. s/ cobro de alquileres", 08/02/2019, LLonline: AR/JUR/471/2019.
(12) SAIJ: SUC0400798, 04/07/2000.
(13) Ver el trabajo desarrollado con anterioridad en VELOSO, Sandra F., "De la Indivisión poscomunitaria en
el nuevo Código Civil y Comercial", LA LEY - DFyP 2015 (febrero), 137; y en Código Civil y Comercial
Comentado, dir. CURA, José María, Eds. Thomson Reuters - La Ley, Buenos Aires, 2015, t. II y 2ª ed., 2016.
(14) HERRERA, Marisa; "Manual de Derecho de las Familias", Ed. Abeledo Perrot, 2016, p. 229.
(15) CNCiv., sala B, 16/02/2018. "B., A. A. c. M., H. F. s/ liquidación de la sociedad conyugal" (expte.
21.279/13), LA LEY 10/05/2018, 10/05/2018, 11 - LA LEY 2018-B, 635.
(16) CCiv.Com. de Salta, sala Cuarta; 09/2017, expte. 348.849/11, "A. M. A. c. F., M. C.". Citar: elDial.com -
AAA3C. Publicado el 27/11/2017. En igual sentido: CNCiv., sala H, 18/12/2018.
(17) CNCiv., sala G, 18/06/2018, "V. H. A. C. c. C. J. A. s/ liquidación de sociedad conyugal", LLOnline:
AR/JUR/33957/2018. En similar sentido CNCiv., sala I, "T. C. E. c. L. G. C. s/ fijación renta compensación por
uso de vivienda". Cita: MK-JU-M-115368-AR/ MJJ115368, 02/11/2018.
(18) CNCiv., sala A, "G. E. D. c. G., J. s/ cobro de alquileres", 08/02/2019, LLonline: AR/JUR/471/2019.
(19) CCiv. La Plata, 120408 RSD-37-18, s. 20/03/2018, "Cartechini, N. F c. Espósito, S. M. s/ materia a
categorizar (incidente canon locativo)".
(20) Juzgado de Familia de Paso de los Libres (Corrientes) 17/04/2018, exp. 103 13290-02 "Incidente de
liquidación de la sociedad conyugal, "G. R. J. c. M. C. M. T s/ divorcio", cita el Dial.com. Publicado el
30/05/2018. (Sentencia no firme).
(21) VELOSO, Sandra F., "Atribución del uso de la vivienda familiar", LA LEY 21/03/2017, 1 - LA LEY
2017-B, 731 - DFyP 2017 (junio), 19.
(22) CC0103 LP 242811 S 13/04/2004; "Paulettich, Juan C. c. Herrero, Sandra s/ determinación del valor
locativo", en www.SCBA.gov.ar.
(23) CC0203, LP 121214 RSD-80-17, S 20/04/2017, "Baglieri, Carlos M. c. Keberlein, Claudia s/ incidente de
fijación de canon locativo", en www.SCBA.gov.ar.
(24) CC0003, LZ 4381 181, S 21/10/2014, "Traverso, Graciela E. c. Mariluis J. C. s/ incidente de liquidación

© Thomson Reuters Información Legal 8


Documento

sociedad conyugal", en www.SCBA.gov.ar.


(25) CCiv. y Com. San Isidro, sala 2ª, 24/10/2019, elDial.com - AAB8CF. Publicado el 17/12/2019. Expte.
25402-2014, "N. C. S. R. c. O. P. G. s/ liquidación de sociedad conyugal".
(26) Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Laboral y de Minería de la Segunda Circunscripción
Judicial, sala B, de Gral. Pico La Pampa, del 30/05/2018, "B., M. O. c. C., V. P. s/ liquidación de la comunidad
de bienes" (expte. 6175/18 r.C.A.), Errejus, Cita digital: IUSJU029616E.
(27) CNCiv., sala D, 06/07/2017, "G. A. E. c. M. H. M. s/ liquidación de la sociedad conyugal". Publicado en:
DFyP 2018 (mayo), 82, con nota de Alejandro F. Bosch Madariaga (h.); RCCyC 2018 (junio). Cita Online:
AR/JUR/51023/2017.

© Thomson Reuters Información Legal 9

También podría gustarte