ACCIÓN DE CUMPLIMIENTO

La acción de cumplimiento tiene su base legal en el artículo 87 de la Constitución

Política y se encuentra regulada en la Ley 393 de 1997, ley que establece los
procedimientos y requisitos necesarios para su ejercicio. Toda persona tiene
derecho a acudir ante una autoridad judicial, para solicitar el cumplimiento de
una ley o de un acto administrativo.

Una vez esta acción es radicada por el interesado ante el juez administrativo -
quien es competente- en el domicilio del accionante, su trámite se hace de forma
oficiosa y bajo los principios de publicidad, prevalencia del derecho sustancial,
economía, celeridad, eficacia y gratuidad. (art. 2, Ley 393 de 1997).

Como lo señaló la Corte Constitucional “el objeto y finalidad de esta acción es

otorgarle a toda persona, natural o jurídica, e incluso a los servidores públicos,
la posibilidad de acudir ante la autoridad judicial para exigir la realización o el
cumplimiento del deber que surge de la ley o del acto administrativo y que es
omitido por la autoridad, o el particular cuando asume este carácter. De esta
manera, la referida acción se encamina a procurar la vigencia y efectividad
material de las leyes y de los actos administrativos, lo cual conlleva la concreción
de principios medulares del Estado Social de Derecho, que tienden a asegurar la
vigencia de un orden jurídico, social y económico justo” (Corte Constitucional,
sentencia C-157 de 1998. Magistrados Ponentes Antonio Barrera Carbonell y
Hernando Herrera Vergara.)

LEGITIMACIÓN POR ACTIVA

Los titulares de la acción, según el artículo 4 de la citada ley pueden ser:

-Cualquier persona
-Servidores públicos, entre otros: el Procurador General de la Nación, los
procuradores delegados, regionales y provinciales, el Defensor del Pueblo y sus
delegados, los personeros municipales, el Contralor General de la República, los
contralores departamentales, distritales y municipales.
-Las organizaciones sociales y,
- Las organizaciones no gubernamentales.

LEGITIMACIÓN POR PASIVA

Es importante resaltar que este mecanismo se dirige contra la autoridad

renuente a quien le corresponde el cumplimiento de la norma con fuerza material
de ley o acto administrativo, y el particular cuando actúe o deba actuar en
ejercicio de sus funciones públicas y sus acciones u omisiones impliquen el
cumplimiento de una norma con fuerza material de ley o acto administrativo.
En cuanto a la procedibilidad, se debe mencionar que la acción de cumplimiento
es de carácter subsidiario, es decir, solo procede cuando no existen otros medios
legales para hacer efectivo el derecho vulnerado o amenazado. Al respecto, el
artículo 9 de la Ley 393 de 1997 indica que es improcedente cuando la protección
de los derechos pueda garantizarse mediante la acción de tutela.
El artículo 10 ibidem, señala el contenido de la demanda, en la que se debe
especificar la obligación que se pretende hacer cumplir y presentar las pruebas
correspondientes que demuestren que la misma no está siendo cumplida. Es
susceptible de recurso el auto de pruebas que profiere el juez competente.

Finalmente, esta herramienta legal de tramite preferencial no tiene fines

indemnizatorios, la Corte Constitucional declaró exequible la expresión
demandada, contenida en el artículo 16 de la Ley 393 de 1997, es decir el auto
que rechaza la demanda no es susceptible de apelación, al respecto CONSEJO
DE ESTADO SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO SECCION QUINTA
Consejera ponente: ROCIO ARAUJO OÑATE Bogotá, D.C., siete (7) de abril de
dos mil dieciséis (2016) Radicación número: 25000-23-41-000-2015-02429-
01(ACU)señaló:

“(…)1. El artículo 16 demandado es norma expresa que excluye los

recursos contra las decisiones de trámite dentro de la acción de
cumplimiento, con excepción del auto que deniegue la práctica de
pruebas. 2. Es un precepto de carácter general y específico para el trámite
de la acción de cumplimiento y, deber ser interpretado en el sentido que
excluye, entre otros recursos, la apelación contra el auto que rechaza de
la demanda en la acción de cumplimiento. 3. No existe por lo tanto, vacío
normativo. 4. El rechazo de la demanda no constituye la finalización del
trámite, como si ocurre con el fallo de mérito, pues el actor puede formular
nuevamente su acción. 5. Ante la eventualidad de que la decisión de
rechazo de la demanda esté basada en el capricho o la arbitrariedad del
juez, el interesado podrá formular mediante la acción de tutela, la
existencia de un defecto sustantivo y procedimental absoluto,
incompatible con los derechos al debido proceso y al acceso a la
administración de justicia, y respecto del cual no concurriría ningún
instrumento de defensa judicial”.

De otra parte, el fallo que decidad la acción de cumplimiento se puede impugnar

en los tres días siguientes a su notificación (art. 26, Ley 393/97). La persona
que incumpla la orden incurrirá en desacato, sancionable de acuerdo con las
normas vigentes, sin perjuicios de las acciones penales y/o disciplinarias
pertinentes.

MAYRA EUGENIA HERNÁNDEZ LEMUS