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EL ERROR DE LA DOCTRINA DEL RAPTO

En reiteradas ocasiones escucharemos acerca del “rapto”. Se trata de una


doctrina que enseña que, cuando Jesús venga, habrá misteriosas desapariciones,
que habrá personas que de pronto ya no estarán entre nosotros, y que esos serán
los que Jesús habrá venido a llevarse. Esta doctrina extraña surge a partir de la
interpretación libre de 1 Tesalonicenses 4,16-17 y también de San Mateo 24,40-
41.
La llamamos extraña porque no es algo que se mencione en la biblia de ninguna
manera. De hecho, cuando se habla de la segunda venida de Jesús, las escrituras
dicen que será un acontecimiento en el cual se conmoverá el mundo entero, ya
que no se tratará de un evento secreto ni silencioso. Jesús no vendrá como un
ladrón, sigiloso, a llevarse a solamente unos cuantos primero, para luego regresar
a juzgar al resto. Si leemos San Mateo 25,31-46, veremos que ahí dice claramente
que será un evento en donde Jesús vendrá acompañado de todos sus ángeles, y
que además juzgará a todos, sin excepciones. No podemos imaginar a Jesús
apareciendo con todos sus ángeles sin que nadie lo note. Tampoco podemos
entender cómo es que se llevará a solamente unos cuantos consigo, cuando en
ese pasaje dice que vendrá y juzgará a todos. Otro pasaje de la biblia que dice
con claridad que la segunda venida de Jesús será un evento trascendental, lo
vemos en Apocalipsis 1,7 donde dice que todo ojo le verá.
La interpretación libre, uno de los frutos de árbol de la reforma protestante, lleva a
que prácticamente cualquiera pueda salir a la calle a proclamar su propia
interpretación de la biblia y erigirse como un nuevo profeta o mesías. Esto no deja
nada bueno, porque son muchos los que caen en la trampa y se pierden al seguir
a esos falsos profetas que solamente desparraman (San Mateo 12,30).
Lo que leemos en 1 Tes. 4,16-17 es lo que San Pablo nos revela que ocurrirá en
el día del juicio final. Hay que entender que San Pablo esperaba que ese día
ocurriera cuando el aun estuviera vivo, por eso dice «los que quedemos vivos»,
porque él pensaba que iba a estar aun en este mundo, para ver ese día. El verbo
que San Pablo usa en griego es ἁρπάζω, transliterado es harpazó, que significa
robar, tomar de forma sorpresiva, sin previo aviso. San Pablo no está hablando de
ningún rapto, solo nos está recordando que la segunda venida de Cristo será
sorpresiva, repentina, sin previo aviso, y que más nos vale estar listos siempre
porque no habrá tiempo de hacer nada cuando esa segunda venida se dé (San
Mateo 24,42-44).
Jesús dice en San Mateo 24,40-41 que dos hombres estarán en el campo, pero
uno será tomado y el otro dejado. Dos mujeres estarán moliendo, pero una será
tomada y la otra dejada. Lo que va a ocurrir no excluye a un sexo o al otro. Tanto
hombres como mujeres pasarán por ese proceso de selección. Es de notar que
tampoco excluye a nadie por su quehacer, ya que claramente estarán haciendo lo
mismo, al menos en apariencia, pero por alguna razón se tomará solo a uno y de
dejará al otro.
¿Qué es lo que puede hacer que de dos personas haciendo lo mismo, se tome
solamente a una y se deje a la otra? La respuesta la tenemos en los mismos
evangelios, en el episodio de la crucifixión, cuando Jesús está clavado en la cruz,
en medio de dos ladrones que también están crucificados con Él. No hace falta
leer la biblia para recordar lo que ocurrió ahí. Ambos ladrones están crucificados
con Jesús, ambos sufren de la misma manera, ambos tienen las mismas culpas
que pagar. Pero Jesús se lleva al Paraíso solamente a uno de ellos, y deja al otro.
Ahí la escritura es clara, no hace falta interpretar nada. Uno fue directamente al
Paraíso, el otro no. Dos hombres en las mismas exactas condiciones, pero uno
tuvo un cambio de corazón y el otro no, por eso sólo uno fue tomado y el otro no.
Ahí está la diferencia que hará que unos sean dejados y otros tomados: el cambio
de corazón, el arrepentimiento. Esto aplica para todas las ocupaciones, incluso la
de los sacerdotes. No por estar aparentemente haciendo lo mismo, todos se van a
salvar. Eso es lo que Jesús quiere señalar cuando dice que uno será tomado y el
otro dejado. No quiere decir que habrá gente que va a desaparecer
misteriosamente, sino que ocurrirá lo que pasó con los dos ladrones: uno entró al
Paraíso ese mismo día, y el otro no, a pesar de estar los dos en el mismo suplicio.
No existe el tal rapto. Es una mera doctrina de hombres, sacada a partir de una
pésima interpretación de las escrituras, producto de la anti bíblica interpretación
libre (2 Pedro 1,20-21). San Mateo 24,40-41 es una advertencia, para que no nos
engañemos al creer que al estar todos haciendo, disfrutando o sufriendo lo mismo,
ya tenemos asegurada la salvación. No por ir todos a misa, todos se salvarán. No
por ir todos al culto, todos se salvarán. No por leer la biblia todos, entonces todos
se salvarán. Cada cual será medido, según sus obras. Esto es algo que San Pablo
tenía muy claro al escribir lo que leemos en Romanos 2,6; 1 Corintios 3,13 y 1
Corintios 9,27.
#Lioenlasredes
El Caminante

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