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¿Qué dice la Biblia acerca del Purgatorio?

Para resumir, en la teología Católica, el Purgatorio es un lugar donde va el alma cristiana después de la muerte
para purificarse de pecados que no han sido totalmente pagados durante la vida. ¿Está esta doctrina del
Purgatorio de acuerdo con la Biblia? ¡Absolutamente no!

Jesús murió para pagar la pena por todos nuestros pecados (Romanos 5:8). Isaías 53:5 declara, “Mas Él herido
fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por Su llaga
fuimos nosotros curados.” Jesús sufrió por nuestros pecados para que pudiéramos ser librados del sufrimiento.
El decir que debemos de sufrir la paga por nuestros pecados, es decir que el sufrimiento de Jesús fue
insuficiente. El decir que debemos expiar nuestros pecados mediante la purificación en el Purgatorio, es negar
la suficiencia del sacrificio expiatorio de Jesús. (1 Juan 2:2) La idea de que debemos sufrir por nuestros pecados
después de la muerte, es contraria a todo lo que la Biblia dice acerca de la salvación.

El primer pasaje de la Escritura que señalan los católicos como evidencia del Purgatorio es 1 Corintios 3:15, el
cual dice, “Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por
fuego.” El pasaje (1 Corintios 3:12-15) es usado como una ilustración de cosas pasadas a través del fuego,
como una descripción del juicio de las obras de los creyentes. Si nuestras obras son de buena calidad “oro,
plata, piedras preciosas,” ellas pasarán a través del fuego sin sufrir daño, y nosotros obtendremos la
recompensa por ellas. Si nuestras obras son de baja calidad “madera, heno y hojarasca”, ellas serán consumidas
por el fuego y no habrá recompensa. Este pasaje no dice que los creyentes pasarán a través del fuego, sino
más bien que las obras de los creyentes serán pasadas por fuego. 1 Corintios 3:15 se refiere al creyente
“escapando a través de las llamas”, no “siendo purificado por las llamas.”

El Purgatorio, como muchos otros dogmas católicos, está basado en un malentendido de la naturaleza del
sacrificio de Cristo. Los católicos ven la Misa / Eucaristía como un repetición del sacrificio de Cristo, porque no
han podido comprender que el sacrificio de Jesucristo, hecho una sola vez y para siempre, fue absoluto y
perfectamente suficiente (Hebreos 7:27). Los católicos ven las obras meritorias como una contribución a la
salvación, debido a que se equivocan al no reconocer que el pago del sacrificio de Cristo, no tiene necesidad
de “contribuciones” adicionales (Efesios 2:8-9). De igual manera, el Purgatorio es entendido por los católicos,
como el lugar de purificación en preparación para el Cielo, porque ellos no reconocen que, por el sacrificio de
Jesucristo, ya fuimos limpiados, declarados justos, perdonados, redimidos, reconciliados y santificados.

La idea misma del Purgatorio, y de las doctrina que con frecuencia se vinculan a él (rezar por los muertos, las
indulgencia, las obras meritorias a favor de los muertos, etc.) todas fallan en reconocer que la muerte de Jesús
fue suficiente para pagar la pena por TODOS nuestros pecados. Jesús, quien era Dios encarnado (Juan 1:1,14),
pagó un precio infinito por nuestros pecados. Jesús murió por nuestros pecados (1 Corintios 15:3). Jesús es el
sacrificio expiatorio por nuestros pecados (1 Juan 2:2). El limitar el sacrificio de Jesús a la expiación del pecado
original, o los pecados cometidos antes de la salvación, es un ataque a la Persona y la Obra de Jesucristo. Si
debemos en algún sentido pagar por ello, expiar por ello, o sufrir por nuestros pecados – eso indica que la
muerte de Jesús no fue un sacrificio perfecto, completo y suficiente.

Para los creyentes, después de la muerte significa estar “ausentes del cuerpo y presentes al Señor” (2 Corintios
5:6-8; Filipenses 1:23) Nótese que esto no dice “ausente del cuerpo, en el Purgatorio con el fuego purificador.”
No, por el sacrificio perfecto, completo y suficiente de Jesús, después de la muerte, estaremos inmediatamente
en la presencia del Señor.
¿Qué dice la Biblia acerca de la reencarnación?

El concepto de la reencarnación carece por completo de fundamento en la Biblia, que nos dice claramente que
nos morimos una vez y luego enfrentamos el juicio (Hebreos 9:27). La Biblia nunca menciona que la gente tiene
una segunda oportunidad en la vida o que vuelve como diferentes personas o animales. Jesús le dijo al criminal
en la cruz, “Hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23:43), no “tendrás otra oportunidad para vivir una vida
en la tierra”. Mateo 25:46 específicamente nos dice que los creyentes pasan a la vida eterna mientras los
incrédulos al castigo eterno. La reencarnación ha sido una creencia popular durante miles de años, pero nunca
ha sido aceptada por los cristianos o los seguidores del judaísmo porque es contradictoria a la Escritura.

El único pasaje al que señalan algunos como evidencia de la reencarnación es Mateo 17:10-12, que une a Juan
el Bautista con Elías. Sin embargo, el pasaje no dice que Juan el Bautista era la reencarnación de Elías, sino que
Juan habría cumplido la profecía de la venida de Elías si la gente hubiera creído sus palabras y así hubiera
creído en Jesús como el Mesías (Mateo 17:12). La gente preguntó a Juan el Bautista si él era Elías, y él dijo, “No
lo soy” (Juan 1:21).

La creencia en la reencarnación es un fenómeno antiguo y es un principio fundamental dentro de la mayoría de


las tradiciones religiosas Indias, como el hinduismo, el sijismo y el jainismo. Muchos paganos modernos
también creen en la reencarnación como algunos movimientos de la Nueva Era, junto a los seguidores del
Espiritismo. Para el cristiano, sin embargo, no puede haber ninguna duda: la reencarnación es antibíblica y
debe ser rechazada como falsa.

¿Qué es el espiritismo?

La idea principal del espiritismo es que los espíritus inmortales viajan de un cuerpo a otro a través de varias
vidas, para mejorarse a sí mismos a nivel moral e intelectual. Mientras que esta creencia suena similar a la
reencarnación, es diferente porque, según el espiritismo, los espíritus no pueden volver como animales o en
alguna forma de vida inferior. La migración del espíritu es siempre hacia adelante, y los espíritus siempre
habitan cuerpos humanos. Los espiritistas creen que esto explica las diferencias en el temperamento y el
intelecto de los seres humanos. El espiritismo también afirma que los espíritus sin cuerpo pueden tener efectos
benéficos o maléficos sobre los seres vivos y, que los seres humanos pueden comunicarse con los espíritus a
través de sesiones de espiritismo y videntes.
Según los espiritistas, el espiritismo no es una religión, sino una filosofía y una "forma de vida". No hay
ministros, y las reuniones de grupo consisten en el intercambio de ideas sobre los espíritus, cómo ellos pueden
o no estar moviéndose en el mundo, los resultados de esos movimientos, etc.
La biblia claramente prohíbe el espiritismo. El pueblo de Dios está llamado a no tener ningún contacto con los
espíritus. Las sesiones espiritistas y la necromancia son actividades de ocultismo prohibidas por Dios (Levítico
19:31; 20:6; Gálatas 5:20; 2 Crónicas 33:6). El hecho de que el espiritismo coloque lo oculto bajo un velo de
"ciencia", no hace ninguna diferencia. Los espíritus con los que el espiritismo tiene algo que ver, no son
humanos; la biblia dice que los espíritus de los hombres enfrentan el juicio después de la muerte (Hebreos
9:27), y no hay nada en las escrituras que sugiera que los espíritus regresan a la tierra de los vivientes, por
alguna razón o en cualquier forma. Sabemos que Satanás es un mentiroso (Juan 8:44). La conclusión racional
de las escrituras, es que cualquier contacto que los espiritistas tengan con las "almas de los muertos", es
realmente un contacto con demonios disfrazados (Apocalipsis 12:9). El espiritismo no es compatible con la
biblia y es espiritualmente peligroso. "Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león
rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar" (1 Pedro 5:8).
¿Apareció Samuel, o era un demonio con la apariencia de él?
Consideraciones a Favor:

1. La biblia enseña que es Samuel


La primera consideración y la más importante de todas es que la biblia declara que es Samuel, leamos:

1 Samuel 28:15
Y Samuel dijo a Saúl: ¿Por qué me has inquietado haciéndome venir? Y Saúl respondió: Estoy muy
angustiado, pues los filisteos pelean contra mí, y Dios se ha apartado de mí, y no me responde más, ni
por medio de profetas ni por sueños; por esto te he llamado, para que me declares lo que tengo que
hacer.

1 Samuel 28:16
Entonces Samuel dijo: ¿Y para qué me preguntas a mí, si Jehová se ha apartado de ti y es tu enemigo?

1 Samuel 28:20
Entonces Saúl cayó en tierra cuan grande era, y tuvo gran temor por las palabras de Samuel; y estaba
sin fuerzas, porque en todo aquel día y aquella noche no había comido pan.

Como podemos observar en la parte subrayada, el escritor sagrado inspirado por el Espíritu Santo siempre
declara que es Samuel quien habla y quien aparece, nunca deja dudas al respecto; si no hubiera sido él,
las Escrituras expresarían que era un demonio disfrazado de Samuel, pero nunca afirma tal cosa; a eso se
añade que el escritor al conocer la verdad de que no era el profeta estaría incurriendo en un grave
proceder al ocultarlo y hacerle creer a los lectores que en verdad era el profeta cuando sabía que no lo
era, en otras palabras, le atribuiría una profecía de Dios al demonio, ya que la aparición del profeta
declara unas palabras de parte del Señor. Por tanto, si tomamos la declaración bíblica tal como fue
escrita, nos indica de manera clara que la aparición en verdad fue la del profeta y no un engaño.

2. La sorpresa de la adivina al ver a Samuel


1 Samuel 28:12 Versión Reina Valera Contemporánea
Y cuando la mujer vio a Samuel, lanzó un grito y le dijo a Saúl:

En esta parte de la historia, recordemos que la adivina le pregunta a Saúl a quien quiere que invoque, a lo
que responde diciendo Samuel; en primer lugar la adivina ya sabía a quién se encontraría en el momento
de la invocación, por lo que no sería sorpresa para ella, estaba acostumbrada al proceso; sin embargo, en
este punto vemos que se sorprende y lanza un grito, aquí surgen algunas interrogantes ¿Por qué se
sorprende?¿por qué grita? Si ella conocía quien vendría ¿Por qué esa actitud? Pues la mejor respuesta es
que vio algo inesperado, presenció algo que nunca había visto: Samuel y sus acompañantes que lo traían
a la tierra

3. Samuel surge de la tierra y viene con acompañantes.


Aunque parezca algo irrelevante, puede implicar muchas cosas. Leamos la cita:

1 Samuel 28:13 Versión Reina Valera Contemporánea


«¡Pero si tú eres Saúl! ¿Por qué me has engañado?» Y el rey le respondió: «No tengas miedo. ¿Qué es lo
que ves?» Y ella respondió: «Veo dioses que salen de la tierra.»

En esta cita hay datos interesantes, el primero es que la adivina mira a varios seres subiendo de la tierra,
pero al final solo aparece Samuel, de aquí podemos sacar varias consideraciones. La primera es que si
fuera un demonio no sería necesario que aparecieran varios ya que uno solo sería necesario para
disfrazarse del profeta, por tanto tendría más sentido que basándonos en la declaración bíblica de que fue
Samuel, Dios mandara ángeles para que lo sacaran del seol y lo llevaran a la presencia de Saúl, sabiendo
que el seol estaba en el centro de la tierra y allí iban los espíritus de los muertos tanto buenos como
malos, claro está separados unos en el paraíso y otros en el lugar de tormento.

Que Dios mandara ángeles tendría sentido debido a que sería un acto sobrenatural, porque es imposible
que un espíritu salga del seol al menos que tenga la aprobación de Dios, tal como sucedió con Moisés, el
cual había muerto y sin embargo se apareció a Jesús (Deuteronomio 34:5-6, mateo 17:2-3).
A esto se añade que no hay una sola cita bíblica que declare en cuanto a los demonios o ángeles caídos
que su morada esté en el centro de la tierra, al contrario, muestra que se mueven en los aires. Un dato
que podría tener una relación sería la ocasión en que Nabucodonosor rey de babilonia echa en el horno a
tres fieles israelitas los cuales son salvados al parecer por un ángel, ya que Nabucodonosor declara lo
siguiente:

Daniel 3:25 Versión Reina Valera Contemporánea


Y el rey dijo: «Pues yo veo a cuatro jóvenes sueltos, que se pasean en medio del fuego y sin que sufran
daño alguno. ¡Y el aspecto del cuarto joven es como el de un hijo de los dioses!»

Es natural que un pagano como Nabucodonosor al ver un ser celestial como los ángeles declare que era un
dios, por tanto esto mismo pudo haber movido a la adivina a llamarlos de esa manera.

4. La profecía dada por Samuel se cumple exactamente.

Profecía:
1 Samuel 28:19
Y Jehová entregará a Israel también contigo en manos de los filisteos; y mañana estaréis conmigo, tú y
tus hijos; y Jehová entregará también al ejército de Israel en mano de los filisteos.

Cumplimiento:
1 Samuel 31:1-2
Los filisteos, pues, pelearon contra Israel, y los de Israel huyeron delante de los filisteos, y cayeron
muertos en el monte de Gilboa. Y siguiendo los filisteos a Saúl y a sus hijos, mataron a Jonatán, a
Abinadab y a Malquisúa, hijos de Saúl.

1 Samuel 31:6
Así murió Saúl en aquel día, juntamente con sus tres hijos, y su escudero, y todos sus varones.

1Crónicas 10:6
Así murieron Saúl y sus tres hijos; y toda su casa murió juntamente con él.

Como es de observar, la profecía dada por Samuel se cumple al pie de la letra, este solo hecho demuestra
algo sobrenatural en las palabras dichas el profeta. Otro aspecto a considerar el cual fortalece el hecho de
que sí fue Samuel quien se apareció es que dicha profecía está relacionada a algo que un demonio nunca
podría hacer y es quitarle la vida a un ser humano, como dicen las Escrituras:

Ezequiel 18:4
La persona que peque morirá. Sabed que todas las vidas me pertenecen, tanto la del padre como la del
hijo.

Salmos 24:1
De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan.

El Señor es dueño de todas las vidas, por tanto a Él solo pertenece el derecho de quitarlas; es absurdo
pensar que Satanás y sus demonios tengan tal poder, ya que si fuera así, todos los seres humanos
estarían muertos debido a que ese es su propósito; por tanto, esto da fuerza al hecho de que sí fue
Samuel quien apareció, ya que una profecía así nunca pudo haber sido dada por un demonio debido a que
no conoce el futuro y en este caso no tiene poder sobre la muerte de alguien y mucho menos pudo ser
invento humano dada las precisiones con que se dijo y cumplió la profecía.
Consideraciones en contra:

Ahora examinaremos aquellas objeciones que niegan el que Samuel haya sido el que apareció a Saúl,
refutando al mismo tiempo dicha objeción.

1. Dios no puede usar a una adivina


En cuanto a esta objeción es válido decir que la adivinación es una práctica que el Señor aborrece ya que
así lo muestran las Escrituras:

Deuteronomio 18:10-12
No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni
agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos.
Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones
Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.

De tal manera que no es lógico pensar que Dios va a usar algo que aborrece y prohíbe para sus propósitos
ya que la adivina no usa el poder de Dios para hacer sus prácticas sino el de Satanás además del evidente
hecho que no es posible traer el espíritu de los muertos a la tierra, siendo que la biblia declara su nula
intervención en la tierra de los vivientes.

Refutación
Hay un aspecto a considerar y que lo tratamos anteriormente: la sorpresa de la adivina al ver el espíritu;
como se explicó, esto demuestra que en verdad era Samuel debido a que tal sorpresa no se hubiera
producido si en verdad fuera un engaño o demonio. Por tanto, el espíritu de Samuel no apareció por el
poder de Satanás que usaba la adivina, sino que el Señor en ese momento quiso hacer surgir al profeta,
de tal manera que emergiera por el poder de Dios y no por el de Satanás. Es notable el ver que en
ocasiones cuando personas estaban en prácticas que eran desagradables al Señor, precisamente en ese
momento actuaba para corregir o predecir su ruina; un ejemplo se da cuando Belsasar usa los vasos
utilizados en el Templo de Dios para embriagarse con sus invitados a lo que aparece una mano en el aire
escribiendo ciertas palabras que predecían la ruina del rey (Daniel 5), hacían algo desagradable a Dios y
sin embargo eso no impidió que el Señor interviniera.

A esto se debe añadir que el hecho de demostrar que un demonio no puede predecir el futuro y mucho
menos tener poder sobre la vida de los hombres para declarar qué día van a morir, da garantía que fue
una manifestación del verdadero Samuel y que la profecía proviene de Dios dada las circunstancias que
así lo aprueban; por tanto es prueba de que en verdad fue el profeta y que apareció por poder de Dios ya
que es el único capaz de tal suceso.

2. Dios no le respondió a Saúl por medio de las vías que enseña la biblia como los sueños, profetas
y Urim, por tanto no pudo responderle en ese momento.

1 Samuel 28:6
Y consultó Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas.

Según el relato bíblico, Saúl queriendo saber la voluntad de Dios en cuanto a la batalla usó los medios que
enseñaba la biblia para conocer sus designios, sin embargo no obtuvo respuesta; por tanto busco una
adivina que le hiciese traer a Samuel, de tal manera que no pudo ser el profeta quien apareciere ya que
Dios nunca respondió a Saúl por los medios que El dejo y mucho menos lo haría por una adivina.

Refutación
Hay un detalle que no se tiene en cuenta, y es que Saúl al invocar a Samuel nunca quiso saber cuál era la
voluntad de Dios, no lo estaba consultando a Él, deseaba que el profeta le indicara como proceder;
leamos:

1 Samuel 28:15 Versión Reina Valera Contemporánea


Y Samuel le dijo a Saúl:«¿Por qué me molestas? ¿Por qué me haces venir?» Saúl le respondió: «Es que
estoy muy angustiado. Los filisteos me están atacando y Dios se ha apartado de mí. Ya no me responde,
ni por medio de profetas ni en sueños. Por eso te he llamado, para que me aconsejes lo que debo hacer.»

De tal manera que Saúl quería el consejo de Samuel y nunca buscó a la adivina para consultar al Señor.
Que Dios le haya respondido en ese momento pues ya entra en su soberana voluntad, el cual actúa de la
forma que quiere en los momentos que así desea. El hecho de que haya sido Samuel quien le declarara la
profecía demuestra la determinación del Señor en la ruina del rey, además de ser un golpe fuerte para el
recibir esas palabras de parte de aquel que lo consagró en el reinado y a quien este estimaba mucho; de
tal manera que Dios no responde a Saúl por los medios regulares y cuando éste quiere buscar una ayuda
externa que le dé esperanzas, aun esas puertas el Señor se las cierra para que se percate de su ruina.

3. La profecía no se cumplió en realidad.

Profecía:
1 Samuel 28:19
Y Jehová entregará a Israel también contigo en manos de los filisteos; y mañana estaréis conmigo, tú y
tus hijos; y Jehová entregará también al ejército de Israel en mano de los filisteos.

Incumplimiento:

2 Samuel 2:10
De cuarenta años era Is-boset hijo de Saúl cuando comenzó a reinar sobre Israel, y reinó dos años.
Solamente los de la casa de Judá siguieron a David.

Según este argumento la profecía de Samuel indica que morirían Saúl y sus hijos, sin embargo tiempo
después de la muerte del rey aparece un hijo de él reclamando el reino, de tal forma que todos sus hijos
no murieron y la profecía no se cumplió.

Refutación
Para comprender qué ocurrió debemos conocer el contexto en que se dijo la profecía, ya que si no lo
hacemos podemos llegar a errores. En el libro de 1 Samuel cuando se habla de los hijos de Saúl se
nombran a los siguientes:

1 Samuel 14:49
Y los hijos de Saúl fueron Jonatán, Isúi y Malquisúa. Y los nombres de sus dos hijas eran, el de la mayor,
Merab, y el de la menor, Mical.

Sin embargo en esta otra cita se nombra a otro:

1 Crónicas 8:33
Ner engendró a Cis, Cis engendró a Saúl, y Saúl engendró a Jonatán, Malquisúa, Abinadab y Es-baal.

Como puede darse cuenta en las dos listas hay diferencias, la primera es que Isúi es llamado Abinadab,
cosa común en la antigüedad en la que las personas tenían varios nombres, es claro que este hijo de Saúl
era conocido por los dos nombres. La segunda diferencia es que en una lista se nombran tres hijos,
mientras que en otra cuatro.

En apariencia se muestra como una contradicción bíblica, pero solo es aparente, para dar luz al respecto
debemos saber que en la antigüedad en ocasiones cuando se nombraba una familia se colocaban a
aquellos que estaban bajo la autoridad de la cabeza de la casa, esto es del Padre, pero un hijo con casa
propia, o sea emancipado no podía ser considerado como dependiente; de tal manera que en las citas en
cuestión, la primera hace referencia a los hijos que vivían bajo la autoridad y mismo techo que Saúl, y en
la segunda a su genealogía, a los hijos que tuvo, no a aquellos que estaban bajo su autoridad. Una cita
que también demuestra esto es donde relata la muerte de Saúl y sus hijos:

1Crónicas 10:6
Así murieron Saúl y sus tres hijos; y toda su casa murió juntamente con él.
Si usted analiza se dará cuenta que narra la muerte de toda la casa de Saúl, pudiéramos creer que hace
referencia a todo su linaje, pero como leímos en una cita anterior, eso no ocurrió, hacía referencia a
aquella familia que vivía bajo su techo y autoridad; por tanto la profecía se enfocó en ese aspecto, si no lo
tomamos así, caemos en el error de declarar que la biblia se equivocó al afirmar que toda la familia de
Saúl murió cuando no aconteció así. Un dato importante a considerar, es que en 1 Samuel siempre se
nombran tres hijos de Saúl, mostrando que en el contexto del libro se tiene en cuenta a esos tres y no al
cuarto, el cual se menciona en una lista genealógica donde tenía que aparecer aunque no viviera con Saúl.

Otro punto importante es que según el contexto de lo dicho por Samuel se está haciendo referencia a la
batalla y se da a entender que Saúl y sus hijos morirían en ella, por tanto la profecía se relaciona con
aquellos hijos que vivían con Saúl y que irían con él a la batalla; el cuarto hijo al no vivir con él y no ir a la
batalla no aplicaba en la profecía.

4. Satanás puede dar profecías que se cumplan, por tanto esa aparición fue un demonio.

Deuteronomio 13:1-3
Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, y si
se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no
conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque
Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro
corazón, y con toda vuestra alma.

En las Escrituras hay dos formas de conocer a los falsos profetas: la primera indica que el falso profeta
declara una profecía y ésta no se cumple, la segunda es que sí se cumple la profecía dicha, pero esa
persona no busca de Dios sino que incita a apartarse de Él; por tanto, la profecía dicha por el espíritu de
Samuel no indica que haya sido en verdad él y que Dios la haya dado.

Refutación
El segundo caso nombrado se cumple en ciertas ocasiones en las cuales se prestan las condiciones, ya que
Satanás al no conocer el futuro, en el momento que inspira una profecía para que se efectúe debe crear
las condiciones para que se cumpla; un ejemplo seria el que un profeta maligno le declarara a alguien el
lugar de una posesión perdida, en este caso satanás sabia el lugar de dicho objeto. Otro ejemplo son las
señales que puede producir con su poder o propiciar ciertas situaciones de poca trascendencia, pero el
caso que estamos tratando es muy distinto ya que la profecía está fundamentada en la muerte de varias
personas, siendo así, satanás nunca pudo haber dicho la profecía debido a que no tiene el poder sobre las
vidas de los hombres porque les pertenecen a Dios y Él es el único con la autoridad de determinar el final
de cada quien como demostramos en un ítem anterior.

Por tanto, aunque satanás y sus demonios puedan dar profecías para que se cumplan, estas son limitadas,
cosa contraria a la que dio Samuel ya que su cumplimiento solo podía venir de Dios el cual tiene en sus
manos el día final de cada ser viviente, determinando así que la profecía venia de Dios y que en realidad
era Samuel quien la declaraba.

A esto se puede añadir que el propósito de Dios para permitir que una profecía venida de un demonio o
falso profeta se cumpla es probar a sus hijos, como Saúl había sido abandonado por Dios, dicha prueba no
tiene sentido, por tanto es una razón más para creer que sí fue Samuel quien emergió.

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