El 9 de octubre de 1820. La independencia de Guayaquil marcó el comienzo de
la guerra de independencia de la Real Audiencia de Quito como parte de las guerras emancipadoras de Hispanoamérica. Entre los factores más influyentes para su desencadenamiento se puede determinar la voluntad de los criollos, los cuales ya poseían un alto estatus social y económico, de obtener el poder político.
El 9 de octubre de 1820 se proclamó la Independencia de Guayaquil del
imperio español. José Joaquín de Olmedo, designado jefe político de la provincia convocó a un cabildo abierto el cual se reunió el mismo nueve de octubre. Al acto concurrieron los miembros del Ayuntamiento y otros ciudadanos notables. En él se decidió nombrar y ratificar autoridades, siempre y cuando juraran lealtad al nuevo régimen independiente. Se acordó también enviar noticias sobre esto a Quito y Cuenca para exhortarlos a unirse al pronunciamiento.
El 8 de Octubre de 1.820 los conspiradores decidieron “entrar en acción” de tal
modo que en la madrugada del 9 de Octubre el capitán Febres Cordero toma el cuartel de Granaderos sin encontrar resistencia alguna algo parecido ocurre en los demás cuarteles de la ciudad en donde casi no existió oposición alguna, no así en el batallón “Daule” en donde el comandante Joaquín Magallar se enfrentó al Capitán Luis de Urdaneta y debió ser abatido junto a otros ocho soldados que secundaron su acción.
La muerte del comandante Magallar fue la única que se dio en la toma de la
ciudad, ya por la mañana del 9 de Octubre de 1.820 se organiza una Junta de Guerra presidida por Luis de Urdaneta, se nombró a Olmedo como Jefe Político y al teniente Gregorio Escobedo como comandante militar.
Finalmente el 8 de Noviembre los diputados de la provincia de Guayaquil se
reúnen y conforman la Junta de Gobierno definitiva, compuesta por José Joaquín de Olmedo como presidente, Rafael Jimena y Francisco Roca como Vocales y Secretario de Junta a Francisco Marcos.