Está en la página 1de 26

UNIDAD II: Ética y Moral.

Para tratar el tema de la Moral, partiremos de los conceptos que Adolfo Sánchez Vázquez trabaja en
su libro “Ética”, del cual hemos extraído el texto que sigue a continuación.

2.1 ESENCIA DE LA MORAL


Partiendo del hecho de la moral, es decir de la existencia de una serie de morales concretas, que se han
sucedido históricamente, podemos intentar dar una definición de la moral, válida para todas ellas.Esta
definición de la moral, no podrá abarcar en modo alguno todos los rasgos esenciales de cada unade esas
morales históricas ni reflejar toda la riqueza de la vida moral, pero sí ha de aspirar a expresar los rasgos
esenciales que permiten diferenciarla de otras formas de comportamiento humano.

La definición sería:

“La moral es un conjunto de normas aceptadas, libre y conscientemente, que regulan la conducta
individual y social de los hombres”.

LO NORMATIVO Y LO FÁCTICO

En la moral están explícitos dos planos:

a.- lo normativo, constituido por las normas (o reglas de acción) imperativas que enuncian algo que debe
ser;

b.-lo fáctico (o plano de los hechos morales) constituido por ciertos actos humanos que se dan
efectivamente, es decir, que son, independientemente de cómo estimamos que debieron ser.

Al plano normativo pertenecen las reglas que postulan determinado tipo de comportamiento: “ama al
prójimo como a ti mismo”, “respeta a tus padres”, “no seas cómplice de una injusticia”.

Al plano fáctico corresponden siempre acciones concretas: “el acto por el que X se muestra solidario de
Y”, el acto de respeto a los padres, etc. Todos estos actos se ajustan a determinadas normas morales, y
justamente porque pueden ser puestas en una relación positiva con una norma, (en cuantoque se ajustan
a ella o la ponen en práctica) cobran un significado moral. Son actos morales positivos o moralmente
valiosos.

Consideremos otro tipo de actos: “el incumplimiento de una promesa dada, la falta de solidaridad conun
compañero”, no pueden ser consideradas moralmente positivas en cuanto que implican la violaciónde
normas morales o una forma de conducta indebida pero no por ello dejan de pertenecer a la esferade lo
moral.

Son actos moralmente negativos, pero justamente por su referencia a una norma (porque implican una
violación o un incumplimiento de ella) tienen un significado moral. Así pues, su relación con lo normativo,
determina la pertenencia de ciertos hechos a la esfera de lo moral.

Lo normativo se encuentra a la vez, en una peculiar relación con lo fáctico, ya que toda norma al postular
algo que debe ser, apunta a la esfera de los hechos, a un tipo de realización. Lo normativo no
se da al margen de lo fáctico, sino que apunta a un comportamiento efectivo. Lo normativo existe paraser
realizado, lo cual no quiere decir que se realice necesariamente; postula una conducta que se considera
debida, es decir, que debe realizarse, aunque en la realidad efectiva no se cumpla la norma:un cambio de
señalización en calles de zonas periféricas, no determina que toda la comunidad cumplala norma.

Las normas se dan y valen independientemente del grado en que se cumplan o violen. Lo normativo ylo
fáctico se encuentran en relación: lo normativo exige ser realizado y apunta por ello a lo fáctico; lo
realizado (lo fáctico) sólo cobra significado moral en cuanto puede ser referido a una norma. Lo
normativo y lo fáctico en el terreno moral (la norma y el hecho) son dos planos que pueden ser
distinguidos, pero no separados.

2.2 MORAL Y MORALIDAD


La moral efectiva comprende un conjunto de principios, valores y prescripciones que los hombres, enuna
comunidad dada, consideran válidos como los actos reales en que aquellas se plasman.

La necesidad de mantener una distinción entre el plano puramente normativo o ideal y el fáctico o real,
ha llevado a algunos autores a proponer dos términos para designar un término y otro: “Moral y
Moralidad”.

La “moral” designaría el conjunto de principios, normas, imperativos o ideas morales de una época en
una sociedad dada. La moralidad es el conjunto de relaciones efectivas o actos concretos que cobran un
significado moral con respecto a la moral dada. La moral se daría “idealmente” y la moralidad
“realmente”.

La moralidad constituye un tipo de comportamiento de los hombres, y como tal formará parte de su
existencia individual y colectiva. La moral tiende a convertirse en moralidad en virtud de la existencia de
lo normativo. La moralidad es la moral en acción, la moral práctica. Por ello es mejor emplear un solo
término, el de “Moral” como se hace tradicionalmente; con él se designan los dos planos: el normativo
o prescriptivo y el práctico o efectivo, integrados ambos en la conducta humana concreta.

Así, en la moral se conjugan le normativo y lo fáctico, o lo moral como hecho de la conciencia individualy
social, y como un tipo de comportamiento efectivo de los hombres.

CARÁCTER SOCIAL DE LA MORAL

La moral tiene esencialmente un carácter social, pues sólo se da en la sociedad, respondiendo a sus
necesidades y cumpliendo una determinada función en ella. Un cambio radical de la estructura social da
lugar a un cambio fundamental de moral. La moral, como forma de comportamiento humano, tieneun
carácter social, ya que es propio de un ser, que incluso al comportarse individualmente, lo hace como un
ser social.

Aspectos fundamentales de la cualidad social de la moral:

a- Cada individuo, al comportarse moralmente, se sujeta a determinados principios, valores o normas


morales. Los individuos forman parte de una época dada y de determinada comunidad humana, donde
rigen determinados valores, principios o normas. El individuo se encuentra con lo normativo como algo
ya establecido y aceptado por determinado medio social sin que tenga posibilidad de crear nuevas
normas ni de modificarlas de acuerdo a su exigencia personal.

b-El comportamiento moral es tanto comportamiento de individuos como de grupos sociales humanos.
Cuando se trata de una conducta de un individuo, no solamente afecta a sí mismo, sino quese trata de
una conducta que tiene consecuencias en un sentido u otro para los demás, y que es objeto de su
aprobación o reprobación. Los actos morales individuales que no tienen consecuencia alguna para los
demás no pueden ser objeto de una calificación moral, por tanto quedan fuera de la moral aquellos actos
que son estrictamente personales por sus resultados y efectos. Cabe la excepción y aclaración de aquellos
que por su índole misma reciben una calificación moral, independientemente del estar solo o no. Por
ejemplo: el robar estando solo, en sí mismo es un robo.

c-Las ideas, normas y relaciones morales surgen y se desarrollan respondiendo a una necesidad social.La
función social de la moral estriba en regular las relaciones entre los hombres, para contribuir así a
mantener y asegurar determinado orden social. Se pretende que los individuos acepten libre y
conscientemente el orden social establecido. Así, la moral cumple una función social muy precisa:
contribuir a que los actos de los individuos, o de un grupo social, se desarrollen en forma favorable para
toda la sociedad o para un sector de ella. La moral tiende a que los individuos pongan en consonancia,
voluntariamente, sus propios intereses con los intereses colectivos de determinado grupo social, o de la
sociedad entera.

LO INDIVIDUAL Y LO COLECTIVO EN LA MORAL

El carácter social de la moral entraña una peculiar relación entre el individuo y la comunidad, o entre lo
individual y lo colectivo. En efecto, desde su infancia se encuentra sujeto a una influencia social quele
llega por diversas conductas y a la que no puede escapar: de los padres, del medio escolar, de los amigos,
de las costumbres y tradiciones arraigadas, del ámbito profesional, de los medios masivos de difusión
(cine, tv, prensa, radio). Bajo esta variada influencia, se van formando sus ideas morales y susmodelos de
conducta moral.

Una parte de la conducta moral se manifiesta en forma de hábitos y costumbres. Esta forma de
regulación de la conducta, es la que predomina en las sociedades primitivas. La costumbre representaen
ellas lo que debe ser. Para las sociedades más evolucionadas, no desaparece por completo la costumbre
como forma de regulación moral. Las normas que rigen así en la sociedad, tienen a veces, larga vida,
sobreviven a cambios sociales importantes y se hallan respaldadas por el peso de la tradición. Toda nueva
moral tiene que romper con la vieja moral, que trata de sobrevivirse como costumbre; pero, por otro
lado, lo nuevo moralmente tiende a consolidarse como costumbre.

La costumbre espera como un medio eficaz para integrar al individuo en la comunidad, para fortalecersu
sociedad, y para que sus actos contribuyan a mantener y no a disgregar el orden establecido. El individuo
actúa entonces de acuerdo con las normas emitidas por un grupo social, o por toda la comunidad.

La convicción íntima de lo que fue ayer, debe ser también hoy, y de la relación consuetudinaria o habitual
de la conducta cobra significación moral.

En sociedades primitivas, la costumbre cobra especial relevancia y el individuo se encuentra tan apegado
que le queda poco margen para discrepar de ella. Esta forma de regulación de la conducta
tiene un carácter moral, que se presenta como una pretensión normativa, ya que las normas que
prevalecen forman parte de los hábitos y costumbres.

Esta sujeción del individuo pone de manifiesto el carácter social de la relación entre individuo y
comunidad y de la conducta moral individual. El sujeto del comportamiento propiamente moral, es una
persona singular. Cualesquiera sean las causas que rodeen la decisión y el acto correspondiente, ambos
emanan de un individuo que libre y conscientemente asume una responsabilidad personal.

La conciencia individual, esfera donde operan las decisiones de orden moral, al hallarse condicionada
socialmente, no puede dejar de reflejar una situación social concreta, de allí que distintos individuos de
un mismo grupo social, reaccionen de un modo análogo.

Así pues, cuando se subraya el carácter social de la moral y la relación de lo individual y lo colectivo, se
está lejos de negar el papel del individuo en el comportamiento moral, aunque este varíe histórica y
socialmente.

En conclusión, la moral implica siempre una conciencia individual que hace suyas las reglas de acción que
se le presentan con carácter normativo, aunque se trate de reglas establecidas por la costumbre. Como
no existe el individuo aislado, sino como ser social, no existe una moral estrictamente personal.

La moral implica, pues, una relación libre y consciente entre los individuos, o entre éstos y lacomunidad.
Pero esta relación se halla también socialmente condicionada, justamente porque el individuo es un ser
social o nudo de relaciones sociales. El individuo se comporta moralmente en el marco de unas
condiciones y relaciones sociales dadas que él no ha escogido, y dentro también de un sistema de
principios, valores y normas morales que no ha inventado, sino que le es dado socialmente,y conforme al
cual regula sus relaciones con los demás, o con la comunidad entera.

En conclusión: la moral tiene un carácter social en cuanto que:

a.- los individuos se sujetan a principios, normas o valores establecidos socialmente;

b.- regula sólo actos y relaciones que tienen consecuencias para otros y requieren necesariamente
la sanción de los demás;

c.- cumple la función social de que los individuos acepten libre y conscientemente determinados
principios, valores o intereses.

MORAL CONVENCIONAL Y MORAL CRÍTICA

La Moral convencional es aquella que está vigente en una sociedad determinada, que meramente es
reproducida por los individuos que la integran, sin realizar un examen crítico de las normas. Nos
encontramos de este modo con normas no cuestionadas; en donde la conducta individual sólo se ajusta
a dichas normas y se juzga negativamente toda conducta que se aparte de las mismas.

La Moral Crítica, por el contrario, es aquella que no se conforma con decir qué se debe hacer, sino quese
plantea la pregunta del por qué, tratando de responderla; es decir, adopta una actitud reflexiva,
buscando los fundamentos de las normas y criticando aquellas que no aparecen suficientemente
fundamentadas.

MODOS DE ENTENDER LA MORALIDAD

CARACTERÍSTICAS DE LA MORALIDAD
2.3 LA ÉTICA COMO FILOSOFÍA MORAL40.
Pasaremos ahora a analizar en que consiste la Ética o Filosofía Moral. Para ello presentamos los
conceptos que Adela Cortina expone en su obra “ÉTICA”.

La Ética es entendida como aquella parte de la Filosofía que se dedica a la reflexión sobre la moral. Como
parte de la Filosofía, la Ética es un tipo de saber que intenta construirse racionalmente, utilizando para
ello el rigor conceptual y los métodos de análisis y explicación propios de la Filosofía. Como reflexión
sobre cuestiones morales, la Ética pretende desplegar los conceptos y argumentos que permiten
comprender la dimensión moral de la persona humana en cuanto la dimensión moral, es decir, sin
reducirla a componentes psicológicos, sociológicos, económicos o de cualquier otro tipo (aunque por
supuesto, la ética no ignora que tales factores condicionan de hecho el mundo moral).

Una vez desplegados los conceptos y argumentos pertinentes, se puede decir que la Ética, la Filosofía
Moral, habrá conseguido dar razón del fenómeno moral, dar cuenta racionalmente de la dimensión
moral humana, de modo que habremos crecido en saber acerca de nosotros mismos, y, por lo tanto,
habremos alcanzado un mayor grado de libertad. En definitiva, filosofamos para encontrar sentido a lo
que somos y hacemos, y buscamos sentido para colmar nuestras ansias de libertad, dado que la faltade
sentido la experimentamos como cierto tipo de esclavitud.

1.- La Ética es indirectamente normativa.

Desde sus orígenes entre los filósofos de la antigua Grecia, la Ética es un tipo de saber normativo, estoes
un saber que pretende orientar las acciones de los seres humanos. También la moral es un saber que
ofrece orientaciones para la acción, pero mientras esta última propone acciones concretas en casos
concretos, la Ética -como filosofía moral- se remonta a la reflexión sobre las distintas morales y sobre los
distintos modos de justificar racionalmente la vida moral, de modo que su manera de orientarla acción es
indirecta: a lo sumo puede señalar qué concepción moral es más razonable para que, a partir de ella,
podamos orientar nuestros comportamientos.

Por tanto, en principio, la Filosofía Moral o Ética, no tiene por qué tener una incidencia inmediata en la
vida cotidiana, dado que su objetivo último es el de esclarecer reflexivamente el campo de la moral.Pero
semejante esclarecimiento sí puede servir de modo indirecto como orientación moral para quienes
pretenden obrar racionalmente en el conjunto de la vida entera.

Por ejemplo: supongamos que alguien nos pide que elaboremos un “juicio ético” sobre el problema dela
desocupación, o sobre el aborto, o sobre cualquier otra cuestión moral de las de las que están en
discusión en nuestra sociedad; para empezar tendríamos que aclarar que en realidad se nos está
pidiendo un juicio moral, es decir una opinión suficientemente mediata acerca de la bondad o maliciade
las intenciones, actos y consecuencias que están implicados en cada uno de esos problemas.

A continuación, deberíamos aclarar que un juicio moral se hace siempre a partir de alguna concepción
moral determinada, y una vez que hayamos anunciado cuál de ellas consideramos válida, podemos
proceder a formular, desde ella, el juicio moral que nos reclamaban. Para hacer un juicio moral correcto
acerca de alguno de los asuntos morales cotidianos no es preciso ser experto en filosofía moral. Basta
con tener cierta habilidad de raciocinio, conocer los principios básicos de la doctrina moral

40
En este apartado seguiremos el texto de: CORTINA, Adela (1.999) “Ética”. Editorial Akal.
que consideramos válida, podemos proceder a formular, desde ella, el juicio moral que nos reclamaban.

Un juicio ético estará correctamente formulado si es la conclusión de una serie de argumentos filosóficos,
sólidamente construidos, que muestren nuestras razones para preferir la doctrina moral escogida. En
general, tal juicio ético está al alcance de los especialistas en filosofía moral, pero a veces,también puede
manifestarse con cierto grado de calidad entre las personas que cultiven la afición a pensar, siempre que
hayan hecho el esfuerzo de pensar los problemas “hasta el final”.

2.- El término “Ética”

A menudo se utiliza la palabra “Ética” como sinónimo de “moral”, es decir de un conjunto de principios,
preceptos y valores que rigen la vida de los pueblos y de los individuos. La palabra “Ética” procede del
griego “ethos”, que significaba originalmente “morada”, “lugar donde vivimos”, pero posteriormente
pasó a significar “el carácter”, “el modo de ser” que una persona o grupo va adquiriendo a lo largo de su
vida. Por su parte, el término “moral” procede del latín “mos, moris”, que originalmente significaba
“costumbre” confluyen etimológicamente en un significado casi idéntico: todo aquello que se refiere al
modo de ser o carácter adquirido como resultado de poner en práctica unas costumbres o hábitos
considerados buenos.

Dadas esas coincidencias etimológicas, no es extraño que los términos “moral” y “ética” aparezcan como
intercambiables en muchos contextos cotidianos: se habla, por ej, de una “actitud ética” para referirse a
una actitud “moralmente correcta” según determinado código moral; o se dice de un comportamiento
que “ha sido poco ético”, para significar que no se ha ajustado a los patrones habituales de la moral
vigente. Este uso de los términos “ética” y “moral” como sinónimos está tan extendido en castellano que
no vale la pena intentar impugnarlo. Pero conviene que seamos conscientes de que tal uso denota, en la
mayoría de los contextos lo que aquí venimos llamando “la moral”, es decir, la referencia a algún código
moral concreto.

No obstante lo anterior, podemos proponernos reservar en el contexto académico, el término “Ética”


para referirnos a la Filosofía moral, y mantener el término “moral” para denotar los distintos códigos
morales concretos.

3.- La Ética no es ni puede ser “neutral”.

La ética no se identifica, en principio con ningún código moral determinado. Esto no significa que
permanezca “neutral ante los distintos códigos morales que hayan existido o puedan existir. No es
posible semejante “neutralidad” o “asepsia axiológica”, puesto que los métodos y objetivos de la Éticala
comprometen con ciertos valores y la obligan a denunciar a algunos códigos morales como “incorrectos”
o incluso como “inhumanos”, al tiempo que otros pueden ser reafirmados por ella en la medida en que
los encuentre “razonables”, “recomendables “ o incluso “excelentes”.

4.- Funciones de la Ética.

Corresponde a la Ética una triple función:

a.- Aclarar qué es la moral, cuáles son sus rasgos específicos.


b- Fundamentar la moralidad, es decir, tratar de averiguar cuáles son las razones por las que tiene
sentido que los seres humanos se esfuercen en vivir moralmente.

c- Aplicar a los distintos ámbitos de la vida social los resultados obtenidos en las dos primeras
funciones, de manera que se adopte en esos ámbitos sociales una moral crítica (es decir,
racionalmente fundada), en lugar de un código moral dogmáticamente impuesto o de la ausencia de
referencias morales. A lo largo de la historia de la Filosofía se han ofrecido distintos modelos éticos
que tratan de cumplir las tres funciones anteriores: son las teorías éticas. Son constructos filosóficos
que intentan dar cuenta del fenómeno de la moralidad en general, y de la preferibilidad de ciertos
códigos morales en la medida en que éstos se ajustan a los principios de racionalidad que rigen en el
modelo filosófico de que se trate.

Distinciones de Ética y Moral.

Desde sus orígenes entre los filósofos de la antigua Grecia, la Ética es un tipo de saber que pretende
orientar las acciones de los seres humanos. También la moral es un saber que ofrece orientaciones parala
acción, pero mientras esta última propone acciones concretas en casos concretos, la Ética se remontaa la
reflexión sobre las distintas morales y sobre los distintos modos de justificar racionalmente la vida moral,
de modo que su manera de orientar la acción es indirecta.

Por tanto, en principio, la Ética no tiene por qué tener una incidencia inmediata en la vida cotidiana, dado
que su objetivo último es el de esclarecer reflexivamente el campo de lo moral.

Moral Orientaciones para la acción

Ética Reflexión sobre los modos de justificar la vida moral

Siendo la Ética una disciplina filosófica que debe englobar toda la conducta humana en sus diversos
matices, abarca un campo inmenso.

En este cuadro se sintetizan las relaciones entre Ética y Moral:

Una primera caracterización de la ética es la Ética General: en ella se analizan los fundamentos o
principios generales del orden moral, es decir, los basamentos primarios sobre los cuales se apoya todoel
andamiaje del sistema moral.

La Ética Particular o Aplicada consiste en la “aplicación” de los principios generales a las situaciones más
concretas de la conducta moral y de la actividad humana en general. Dentro del ámbito de la Ética
Aplicada, y en consideración al notable incremento adquirido por numerosos problemas morales
surgidos en el ámbito de las diversas profesiones, ha ido afianzándose el estudio de la llamada Ética
Profesional, cuyo objetivo sería analizar las más importantes cuestiones morales suscitadas en el ejercicio
de las diversas profesiones. Esto ha dado origen a una múltiple especialización, que cada díacobra mayor
importancia. Se le suele denominar también “Deontología” (del griego “ciencia del deber”), neologismo
inventado por Bentham.

Por último, sus objetos son los mencionados precedentemente. El objeto de la Ética es el acto humano
realizado con el pleno concurso de las facultades espirituales superiores: inteligencia y voluntad libre. El
objeto de la deontología es el acto profesional, aquel efectuado en un marco laboral determinado y quese
rige por un determinado código de ética profesional.

Como dijimos, la Ética estudia los actos humanos, que también denominamos actos morales o acciones
humanas.

2.4 ACCIÓN HUMANA


Aristóteles, en la Ética a Nicómaco, afirma que los animales no actúan, ya que sus actividades tienen
forzosamente éxito porque son instintivas o porque son consecuencia de un aprendizaje, pero no porque
hayan sido planeadas o sean creativas; son siempre las mismas, es decir, son estáticas en cuanto a su
resultado.

En cambio, en relación a otros animales, el ser humano es de una medianía biológica alarmante y sólo se
compensa de esa carencia mediante sus manos y su inteligencia. Por esta razón, la acción aparece como
un factor humanizador, constituyéndose en el instrumento por el cual el ser humano transforma el medio
convirtiéndolo en “mundo”. Si los comparamos con el animal, los actos humanos son modos
completamente nuevos de dirigir la vida.

Es conveniente distinguir entre actos humanos y actos del hombre, ya que no todos los actos realizadospor
el ser humano son actos libres. Para que un acto sea considerado “humano”, se requiere que sea
voluntario. En cambio, cuando una persona realiza un acto sin la voluntad de realizarlo o en contra su
voluntad, ese acto se denomina acto del hombre. Éstos son actos amorales, o sea, no son ni buenos ni
malos.

Según Aristóteles, para que una acción sea objeto de elogio o de censura debe ser voluntaria; en caso
contrario sólo merecerá indulgencia o compasión. Aristóteles entiende por acción voluntaria a aquella
cuyo principio está en el agente, es decir, en quien obra y, además, cuando el agente conoce las
circunstancias en que se cumple dicho acto. No son acciones voluntarias aquellas que se cumplen por
fuerza (compulsión, coacción) o por ignorancia (aunque en éste último caso no siempre nos exime de
responsabilidad moral).

Entonces, para que un acto sea considerado como humano (lo que denominamos acción humana o acto
moral) tiene que reunir ciertas condiciones:

- Que sea realizado con conciencia de lo que se está haciendo (conociendo las circunstancias que rodean
la acción y sus posibles consecuencias).

- Que exista libertad psicológica o libertad interior (que el sujeto no esté coaccionado), o sea que la
causa de la acción esté en el sujeto mismo. Se trata por eso de una acción voluntaria, que responde al
propósito de realizar algo previamente decidido por el sujeto.
- Que exista uso de razón, o sea capacidad para discernir, para analizar la situación, conociendo el fin
que se persigue, los medios que pueden estar al alcance y su correspondiente aplicación para la
consecución del fin.

Si alguna de estas condiciones faltase, el acto realizado sería considerado como acto del hombre y no como
acto humano. Sólo cuando existen actos humanos, podemos hablar de responsabilidad moral.

Un ejemplo de acto humano, es el de una persona que después de un proceso deliberativo, decide
incorporarse como voluntaria a un grupo que prestará ayuda a gente que sufrió pérdidas por catástrofes
naturales; o bien que decide no hacerlo por cuestiones de salud.

En tanto que una persona que es obligada por otra a realizar un acto indebido, contrario a las normas o
en consonancia con ellas, bajo una amenaza grave, como la pérdida de la vida (coacción exterior), no
realiza un acto humano sino del hombre, porque no decidió, no pudo hacerlo. En el caso de una persona
que sufre un trastorno psiquiátrico grave (coacción interior), tampoco tiene dominio ni control de sus
actos. No decide por sí misma y por lo tanto no realiza un acto humano sino del hombre.

Los actos humanos o acciones humanas están condicionados por el medio natural, los límites de la
constitución biológica, los productos tecnológicos, las acciones de las demás personas. Los modos de
responder a esos condicionamientos varían de un sujeto a otro, e incluso en el mismo sujeto en diferentes
momentos o situaciones.

Si bien las acciones humanas están condicionadas, no se encuentran determinadas, ya que los límites no
son absolutos y no anulan la libertad. Por eso la acción humana es libre, ya que el ser humano puede
responder a su situación de diversas maneras, siendo consciente de las circunstancias que rodean su acción
y de sus posibles consecuencias.

ANÁLISIS ANTROPOLÓGICO DE LA ACCIÓN HUMANA

La persona dispone de su ser a través de su acción. De allí que toda fundamentación antropológica de la
ética, tiene que partir de un estudio de las acciones humanas.

Lo específicamente humano es proceder de una manera reflexiva, racional, y por lo mismo, libre. La
persona es dueña de sus actos por la razón y por la voluntad.

La acción voluntaria fue definida de un modo clásico como aquella que procede de un principio intrínseco
con conocimiento formal del fin.

La acción voluntaria tiene su origen en una facultad apetitiva del sujeto, la voluntad, la cual actúa desde
dentro de él (procede de un principio intrínseco.).

Por otra parte, la acción voluntaria implica el conocimiento del fin por parte del sujeto; es decir, que antes
de obrar, la persona conoce la meta que pretende alcanzar.

Ángel Rodríguez Luño, en su libro Ética General41, destaca las siguientes características de la
intencionalidad de la voluntad:

41
RODRÍGUEZ LUÑO, Ángel. Ética General. EUNSA Pamplona, 1.991
es consciente: es decir, que antes de actuar, el propio sujeto planea y se representa la acción. Al conocer
el fin, relaciona su acción con el objetivo que pretende conseguir. Proyectar y representar constituyen
actos de la razón que están implicados en la acción voluntaria, por lo cual, cada persona se experimenta
como autora de sus propios actos;

es activa: la persona y el fin entran en relación por iniciativa del propio sujeto; es guiada y ordenada por
la razón: porque la inteligencia presenta a la voluntad el objeto intencional, la acción o el objeto deseado
por la voluntad.; por su parte, el juicio racional establece entre la acción y su fin un motivo (por ej.: quiero
hacer esta acción porque es buena o porque es útil);

es autorreferencial: pues toda acción voluntaria si bien posee un objeto intencional, tiene a la propia
persona como sujeto, en la medida en que revierte sobre ella misma (ej: no es posible robar sin que la
persona se convierta en ladrón), porque el querer implica una valoración personal de lo querido que no
se da en el conocer como tal y todo lo que el ser humano hace tiene efectos que no sólo son externos,
sino que también, se va realizando y haciendo a sí mismo.

2.5 ESTRUCTURA DEL ACTO MORAL


Los actos humanos, como dijimos anteriormente, son actos morales, y por lo tanto, están siempre sujetos
a la aprobación o condena por parte de los demás. No son actos morales aquellos cuya realización no
puede ser evitada o cuyas consecuencias no pueden ser previstas (son ejemplos: el respirar; o el acto de
entregar el dinero a un asaltante).

Para analizar un acto moral tenemos que tener en cuenta los elementos que intervienen en su
estructura. Esos elementos, que están articulados entre sí son los siguientes:

a.- Motivo: es aquello que impulsa a actuar y mantiene la acción, lo que mueve al sujeto a perseguir
determinado fin. Un mismo acto puede realizarse por diferentes motivos, y a su vez, el mismo motivo
puede impulsar a realizar actos distintos con diferentes fines.

b.- Fin de la acción: todo acto humano se realiza con un fin; el acto moral exige que el sujeto tenga
conciencia del fin que se persigue. En el acto moral no sólo se anticipa idealmente como un fin un
determinado resultado, sino que además hay una decisión de alcanzar el resultado que dicho fin anticipa.
La conciencia del fin y la decisión de alcanzarlo dan el carácter de un acto voluntario y esta voluntariedad
en el acto moral se distingue de los actos fisiológicos, psíquicos, automáticos (instintivos o habituales).
Dichos actos no responden a un fin trazado por la conciencia, son inconscientes e involuntarios y no son
morales. El acto moral implica la conciencia de un fin, así como la decisión de realizarlo; pero esta decisión
presupone en muchos casos una elección entre varios fines posibles.

c.- Medios: al realizar la elección de los medios adecuados para alcanzar el fin elegido, tiene que darse una
adecuación moral y no sólo instrumental entre el fin y los medios. No es lícito el empleo de cualquiermedio
aún supuesto que el fin elegido sea correcto. Es por eso importante tener en cuenta que “el fin no justifica
los medios”.

d.- Consecuencias de la acción: se refiere a que en el acto moral, es necesario tener en cuenta las
consecuencias previsibles de la acción, ya que el sujeto no puede desentenderse de las repercusiones que
sus actos tienen en la convivencia social cuya regulación también es un elemento moral.
El acto moral se presenta con un aspecto subjetivo (motivos, conciencia del fin, conciencia de los mediosy
decisión personal), pero a la vez, muestra un lado objetivo que trasciende a la conciencia (empleo de
determinados medios, consecuencias que se siguen a la acción). El acto moral no puede estar reducido a
uno de sus elementos, así por ejemplo los medios no pueden ser aislados de los fines, las consecuencias
no se aíslan de la intención.

Para que el acto moral sea considerado bueno, se requiere que todos los elementos sean buenos. Si alguno
de ellos fuera malo (por ejemplo, si el fin es bueno pero los medios utilizados son malos) todo elacto es
considerado malo.

FUENTES DE LA MORALIDAD

Por fuentes de la moralidad se entienden aquellos elementos del acto humano de donde emanan la
conveniencia o la no conveniencia con las normas de la moralidad. Santo Tomás señala cuatro fuentes,de
las cuales interesa en este momento el detenerse en la tercera fuente, que son las circunstancias.

Estas son los accidentes del acto moral, por tanto la bondad emanante de ellas es “accidental”. Lo que
interesa es analizar su influencia en el grado de moralidad

a-Moralidad por parte del objeto

La cosa exterior, conocida por la inteligencia, puede ser querida por la voluntad y se convierte en
“objeto”. De este objeto procede la primera y esencial calificación moral del acto.

El objeto moral de la acción es su término, tomado en relación a la ley moral. El objeto moral de un roboes,
por ejemplo, un automóvil, pero no en cuanto automóvil de tal marca o características técnicas, sinoen
cuanto ajeno, pues sólo bajo esa razón se establece la relación, negativa en este caso, a la ley moral que
prohíbe apropiarse de los bienes del prójimo.

El objeto moral es el objeto inmediato del acto de la voluntad (llamado elección) y otorga al obrar humano
su moralidad (o calificación) primera y esencial. Según esta moralidad del objeto, las acciones son en sí
mismas buenas o malas, ordenables al fin último o no.

b- Moralidad por parte del fin

El fin es la llamada “intención” del sujeto que realiza la acción, es lo que el agente quiere lograr por medio
de la acción realizada. Un acto de determinada especie moral, por ejemplo, la limosna, puede ordenarse a
una finalidad preestablecida en la intención del sujeto, por ejemplo, la propia gloria. En esecaso el objeto
se subordina a la intención.

El fin es el objeto inmediato que posee la voluntad, de allí que éste puede subordinar a los demás actosy
envilecer un objeto que en sí mismo es bueno (caso del ejemplo citado).

c- Moralidad por parte de las circunstancias

Las circunstancias son aquellos detalles que rodean (circundan) un acto moral bueno o malo, son como
accidentes que modifican el objeto moral. Dichas circunstancias (“quien”, “cómo”, “qué”, “cuándo”,
“dónde”, “con qué medios”, etc.) sin ser el objeto del acto, desempeñan un importante papel en la vida
moral. Sucede en el orden moral algo similar a lo acontecido en el físico. En el orden moral, la entidad
del acto humano no se restringe al objeto, sino que depende además de algunas circunstancias
sobreañadidas.

La presencia o ausencia de alguna de ellas determina la bondad o la malicia moral de una acción, no al
igual del objeto (porque su ausencia produciría la mutación de la especie moral), pero sí en forma gradual,
aumentando o disminuyendo la especie moral ya existente: por ejemplo, robar mucho o robarpoco no son
dos especies distintos de robos, sino dos grados diversos de gravedad. Por todo ello, la moralidad no
consiste en algo indivisible; la integran muchos elementos y todos deben ser tenidos en cuenta para poder
valorar una acción moral, al juzgar un hecho moral se ha de estar atentos a todas lascircunstancias.

 quien obra: no tiene la misma moralidad el juicio falso de un notario, abogado o juez que el de
una persona privada.
 cualidad y cantidad del objeto producido: la cantidad de lo robado varía la moralidad del robo;
igualmente, el hecho de que lo robado sea un bien público o privado, etc.
 lugar de la acción: no se califica del mismo modo, por ejemplo, la acción cometida en un lugar
público o en un lugar secreto.
 medios empleados: se distingue, por ejemplo, entre robo a mano armada y robo sin violencia,
etc.
 modo moral en que se realiza la acción. es distinta la moralidad de las acciones según se
comenten con deliberación plena o no, etc.
 cantidad y cualidad del tiempo: la bondad o malicia de una acción puede variar por la duración
de ésta, o por el momento concreto en que se comete (en guerra o en paz, etc.)
 motivo por el que se realiza un acto: no hace relación al fin principal del agente, sino a motivos
secundarios o añadidos: así, una persona puede ayudar al prójimo con el fin de vivir la caridad,
pero añadiendo también un cierto deseo que se le agradezcan su servicio.

LA EXISTENCIA Y NATURALEZA DE UN ÚLTIMO FIN EN EL OBRAR HUMANO

Santo Tomás y otros filósofos daban suma importancia, como punto de partida de la moral, al estudio del
fin último. El motivo es que, siendo la moralidad un orden de la actividad humana, sólo puede ser definida
por el fin al cual se orienta. Un cambio en este objetivo transformaría totalmente la trayectoriamoral de
dicha actividad. Es este objeto el que define el modo de tender al fin, que es propio del hombre,el cual es
muy diferente al resto de los demás seres. Siendo el hombre libre, su libertad no obstaculiza la tendencia
hacia el fin ni la niega; por el contrario, con ella y por ella se dirige con mayor facilidad a laconsecución de
su fin último.

Algunos autores modernos niegan el principio de finalidad del hombre, lo que origina una concepción
moral distinta; pero que no será conducente a una moral objetiva dada la ausencia de un fin hacia el cual
tender.

El término fin es frecuentemente utilizado, incluso en el lenguaje vulgar, pero no siempre en el mismo
sentido. El concepto de fin en el campo moral, depende estrechamente del concepto metafísico de la
causalidad final como de su fundamento primero. Cuando se dice de alguien o de algo que tiene un fin o
que obra por un fin se está sugiriendo su “ordenación o subordinación a otra cosa” (por ello, en el lenguaje
cotidiano se emplean habitualmente los siguientes sinónimos: motivo, término, móvil, objetivo, razón de
ser, intento, propósito, etc.). “Obrar por un fin” es, entonces, una fórmula usada en
moral en sentido perfectivo, por cuanto hace referencia a la acción y ésta, si no es ya la perfección de un
sujeto operante, constituye cuando menos algo tendiente a la perfección.

Si el fin fuese el término efectivo de una acción humana, se le denomina tradicionalmente “fin de la
ejecución”; si, en cambio, es el motivo o móvil propulsor del obrar, pero aún no ha sido alcanzado, se le
llama “fin en la intención”. Por eso, el fin es lo primero que se intenta y lo último que se ejecuta.

Según Aristóteles, el bien es aquello que todos los seres apetecen o desean (es decir, se desea o apeteceun
fin que es bueno). Por eso la noción de fin agrega algo a la de bien. Tender a un fin u “obrar por un fin”,
supone la presencia de un conocimiento (si no se lo conoce no se lo desea).

Siendo la característica propia del hombre su racionalidad, ello implica que las acciones humanas suponen
la intervención de la razón; ella (la razón) es quien convierte al hombre en dueño de sus actos,dado que la
voluntad, motor de toda la actividad humana, es una “voluntad deliberada”, o sea, dependiente del
conocimiento racional. Con esto dicho se afirma la existencia del libre albedrío. En definitiva, toda acción
humana es una acción libre. Y al afirmar que el hombre “obra por un fin”, se hacereferencia exclusivamente
a las acciones humanas. Por último, todas las acciones humanas proceden dela voluntad deliberada o de la
libertad. Entonces, siendo el fin el objeto propio de la voluntad deliberada,todo acto emanado de ella lo
hace de acuerdo al fin: todos los actos específicamente humanos son realizados por un fin.

Además, se afirmó que todos los seres poseen una finalidad, pero no todos pueden conocerla. La relación
medios-fin no es conocida por el animal; éste actúa siempre instintivamente o “por necesidad natural”,
mecánicamente. Usa de los medios pero sin saber que lo son. El hombre, por el contrario, posee el
conocimiento de esa relación, señal de ese conocimiento es la variedad de los recursos a los cuales alude
para lograr sus propósitos (no siempre usamos el mismo medio para lograr algo). Este hecho es la
manifestación más evidente de la presencia en él de una inteligencia espiritual, capaz de abstracción y de
concebir ideas.

Con la existencia de un fin último se hace posible la acción por las siguientes razones:

a.- si no hubiese un primero en el orden de la intención: - nunca se desearía nada en concreto - no se


terminaría ninguna acción

b.- si no hubiese un último en la ejecución: - nadie comenzaría a obrar - nunca se terminaría de formularel
juicio de decidir lo que se quiere conseguir

Debe tenerse en cuenta que todo lo expuesto está referido en un plano abstracto, sin haber dicho aún,en
concreto, ese fin último.

Integrando los distintos bienes y distinguiendo el doble orden (natural y sobrenatural), Santo Tomás realiza
una catalogación de todos los bienes posibles:

A.- Creados y limitados 1.- Considerados individualmente o en particular: 1.1.- Externos al hombre: a.-
meramente materiales: las riquezas. b.- meramente espirituales: - personales o privados: los honores.
- sociales o públicos: la fama. c.- mixtos de material y espiritual: el poder.
1.2.- Internos al hombre o propios de él: a.- meramente corporal: la salud. b.- mixto de corporal y animal:
la voluptuosidad. c.- meramente espirituales: la virtud y la sabiduría. 2.- Considerados colectivamente o
todos juntos.

B.- Increado o Infinito: Dios Todos estos bienes pueden ser alcanzados por el hombre y otorgarle felicidad
o una cierta dosis de felicidad. Por distintas causas, cada uno de ellos no constituyen el fin último del
hombre, y, por eso mismo, la felicidad no consistirá en buscarlos. 1.1.a.- las riquezas: o son “naturales”
(aquellas que el hombre precisa para su sustento o para cubrir sus necesidades -comida, vestido, casa,
etc.-) y, en ese caso, se subordinan a la dignidad del hombre, lo cual convierte en absurdobuscarlas por sí
mismas, por el mero hecho de que están subordinadas, dejan de ser algo principal; o son “artificiales”
(dinero, piedras y metales preciosos, etc.), cuyo valor es meramente convencional, y entonces se
subordinan a las naturales para adquirirlas pues, de lo contrario, no sirven para nada.

1.1.b.- los honores: el honor se subordina a la excelencia de la persona honrada; un honor sin dicha
excelencia es absolutamente efímero. Es decir, éste es debido por alguna acción u obra realizada por la
persona, entonces el honor depende de esa acción, es algo subordinado. - la fama o gloria: se subordinaa
la persona del “famoso”, entonces depende siempre de la persona y del grupo humano que quiera
tributarle, por lo tanto también es algo dependiente.

1.1.c.- el poder: el argumento demostrativo de por qué no consiste la felicidad en el poder, es que la
verdadera felicidad es incompatible con el mal; el poder o potestad en cambio, puede ser usado tanto para
el bien como para el mal. Por lo tanto, una cosa (en esta caso, el poder) no puede ser buena en sí misma,
ya que tiene dos finalidades radicalmente opuestas.

1.2.a.- la salud: en sí misma es bueno. Aún más, el hombre debe proveer y mantenerse, por todos los
medios posibles, en el estado de salud. Pero ésta está subordinada a algo más elevado que es la presencia
del alma. Por eso, si el cuerpo y, con él la salud, está subordinada al alma, la salud no podrá consistir en
fin último.

1.2.b.- la voluptuosidad: la idea de que los deleites corporales constituyen la felicidad está muy difundida
entre quienes niegan la existencia del espíritu (o al menos, atenúan su presencia) y de los bienes eternos.No
es posible buscar la felicidad en ellos por el hecho de que responden a lo corporal, y éste está subordinado
al alma. Entonces es un tipo de fin pero de menor valía.

1.2.c.- tanto la ciencia (o sabiduría) como la virtud son hábitos de las potencias superiores que son la
inteligencia y la voluntad, respectivamente. No es posible poner el último fin en ellas dado que son
operaciones de estas facultades y por lo tanto, son sólo partes integrantes de la realidad humana. Están
subordinadas.

En esta clasificación están comprendidos cualquier bien concreto imaginable, dado que los mencionados
precedentemente son expuestos de una manera genérica o universal.

C.- Habiendo descartado todos y cada uno de los bienes creados como constitutivos de la felicidad o
beatitud objetiva humana, pues son incapaces de concretar el concepto de fin verdaderamente último por
su naturaleza, queda por ver cómo Dios constituye el fin último de la felicidad humana. Existe un hecho
innegable. Ninguno de los bienes creados ni todo su conjunto pueden saciar el apetito de felicidadinherente
a la aspiración natural del hombre. Y el motivo estriba en que, dentro del conjunto de los seresy perfecciones
de la creación, el hombre es el mayor de todos y los supera a todos (se decía arriba que
los bienes dependen de él o están a él subordinados). Aun siendo inmensamente rico y poseyendo la
totalidad de los seres y perfecciones, el hombre seguirá siendo insaciable justamente por poseer una
capacidad de mirar a lo infinito. Es por ello que no se sacia acabadamente con los distintos bienes creados
(ni poseyéndolos individualmente ni globalmente), por lo tanto, la “universalidad del bien” podrá
encontrarse en el Ser Divino y únicamente en Él; por tanto sólo Él reviste las condiciones de objetobeatífico
real y definitivo.

ACTIVIDAD Nº 2

a.- De Autoevaluación

Lea el texto que se presenta a continuación y teniendo en cuenta el marco teórico analizado, elabore una
reflexión (de aproximadamente diez renglones) acerca del tema.

“La necesidad de la ética” por Adela Cortina

“La ética está de moda: al menos verbalmente de moda. Políticos y empresarios, periodistas y agentes
económicos, médicos y docentes se lamentan día tras día de la escasa moral de que hacen gala en sus
actividades y profesiones y añoran -nostálgicos- un tiempo futuro en que los valores morales auténticosse
coticen más en la vida social que la aburrida charlatanería de los políticos, el morbo de programas
macabros y anuncios provocativos, la carrera descompuesta hacia los puestos de poder. ¿Qué diferente
sería todo -vienen a decir- si los periodistas y publicistas no entendiéramos la información y la publicidad
sólo como mercancía, si empresarios y trabajadores tuviéramos la empresa como un servicio cooperativo
a la sociedad, si los políticos aprendiéramos que es nuestra razón de ser la defensa de intereses
universalizables, si el personal sanitario tomáramos en serio que el bien del paciente es nuestro primer
deber, si algún día los docentes creyéramos de verdad que la calidad de la enseñanza es un valor
prioritario...! ¡Qué diferente sería todo -en definitiva- si viviéramos moralmente! Porque la moralidad no
es un extraño artefacto, venido de un desconocido lugar, sino simplemente el reto de vivircomo hombre -
mujer, varón- en el más pleno sentido de la palabra; cosa imposible si no es a través de todas nuestras
actividades y dedicaciones”.

- Reflexione sobre la siguiente cuestión: ¿toda norma moral, por el hecho de ser establecida por la
sociedad, reporta un beneficio y lleva al perfeccionamiento de la persona? Fundamente su respuesta.

b.- Obligatoria

- Proponga dos ejemplos de normas morales de esta o de otra sociedad, de la época actual o de otra
época. Luego, justifique en cada caso porque la cumpliría o dejaría de cumplir. - Elabore un ejemplo de
una situación en que una persona haciendo ejercicio de una moral crítica, manifiesta desacuerdo con
una norma moral vigente, que se justificaría desde lo ético (entregue en Doc. Word).
2.6 LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD MORAL. HÁBITOS
MORALES.
Libertad, en general, significa estar exento de coacción. Pero la coacción puede depender de diversas
causas; por eso se pueden distinguir varios tipos (análogos) de libertad, que se pueden reducir a dos formas
principales: libertad exterior y libertad interior.

1.- Libertad exterior.

Libertad exterior o libertad de hacer, o libertad de ejecución, es una situación en la que no existen trabas,
presiones, impedimentos, estorbos exteriores. Es decir, supone ausencia de coacción exterior. Estas
“libertades” se refieren al ejercicio de la libertad (interior) y no a su existencia.

En este grupo caben las siguientes:

a.- La libertad física que es la capacidad de podernos mover de un lugar a otro, de circular libremente, sin
que ninguna fuerza externa nos lo impida (cárceles, cadenas, fronteras…).

b.- La liberad moral (o licitud): estar exento de obligaciones o prohibiciones relativas al orden moral. Por
ejemplo: gozo de libertad física para envenenar al vecino, pero no de libertad moral (no me es “lícito”
hacerlo).

c.- La libertad civil, política, religiosa, etc. de ellas gozo cuando no existen leyes positivas -dictadas por la
autoridad- que traban mi libre acción (libertad de asociación, de prensa, de opinión, de comercio, etc.).

d.- La libertad social es distinta: es ausencia de determinismos sociales, de influjos sociales que me inclinen
fatalmente en una dirección sin que yo lo advierta (manipulación de la propaganda, ambientes
corrompidos, etc.).

e.- Libertad ascética o “liberación”: de ella goza el que domina sus instintos, sus pasiones. Se requieren,por
cierto, estas libertades exteriores, porque el hombre se realiza en “lo otro”, su libertad interior necesita
un espacio para su autodefinición y desarrollo.

Estas libertades deben ayudar al desarrollo de la capacidad de autodeterminación del ser humano, pero
pueden entrar en colisión, por lo que requieren de control, ejercido a través de las leyes.

2.- Libertad interior.

La libertad interior o libertad de querer, se define como ausencia de determinación interna previa a la
acción. Supone el reconocimiento de la capacidad para poder elegir y decidir en un momento dado entre
diferentes opciones que se presenten, eligiendo aquello que se desea llevar a la práctica.

La libertad sicológica o libertad de elección o libre albedrío es “el poder que tiene el hombre de obrar ono
obrar, hacer esto o aquello, cuando ya se dan todas las condiciones requeridas para obrar”.

El hombre, puesto ante un abanico de posibilidades, de valores (bienes limitados), no está determinadopor
su naturaleza, ni es atraído fatalmente por uno de los valores en juego, sino que puede autodeterminarse
por uno de ellos. En este dominio sobre los actos consiste la libertad sicológica.
Sin embargo, no se trata de una libertad absoluta, totalmente libre de condicionamientos, sino de una
libertad “dentro de lo que cabe”.

LIBERTAD Y VALORES MORALES O ÉTICOS

Muchos valores perfeccionan al hombre en alguna zona de su personalidad, ya sea su inteligencia, sentido
estético, contextura física, etc., pero no lo afectan de tal manera que por ellos se convierta en “hombre
bueno” u “hombre malo”.

En cambio existen valores, los valores morales, que afectan a la persona en su totalidad, llevándola al
desarrollo y realización plena de su ser propiamente humano.

Los valores morales suponen la libertad y provocan como respuesta específica la experiencia de la
obligación, del “tú debes”, afectando al nivel práctico de la acción humana libre.La

libertad le permite al hombre asumir los valores y realizarse.

LEY ETERNA

La noción de ley eterna no la recibe la Filosofía de la Sagrada Escritura, sino de la tradición filosófica. Ya
Heráclito (filósofo griego del siglo V a.C.) hablaba de una “ley sempiterna”; con mayor precisión utilizan el
concepto los estoicos y Cicerón, de quien lo toma San Agustín.

La noción de ley eterna puede manifestarse sea indirectamente, a través del orden de la creación o de la
naturaleza conocido por la razón con sus solas fuerzas, o de una manera directa, a través de la revelación
aceptada por la fe. En este segundo caso se la llama “ley divina positiva”.

RECTA RAZÓN HUMANA

Cada uno tiende al fin último según el modo de su naturaleza propio. El modo propio de la naturaleza
humana es el racional, de donde surge que la norma inmediata del orden moral u orden de las acciones
humanas es la misma razón del hombre.

La razón es el primer principio de todos los actos humanos. La razón recta es la que pone orden en los
actos humanos o en las cosas exteriores.

CONCIENCIA MORAL

La consciencia no es una facultad más, unida a la inteligencia y a la voluntad, sino que es un acto de la
inteligencia por el cual la persona juzga la moralidad de una acción. Se trata de un juicio teórico-prácticocon
el cual ésta juzga si su acción es buena o mala en sentido moral.

Desde el punto de vista psicológico, se llama conciencia al conocimiento íntimo que tiene el ser humano
acerca de sí mismo y de los actos que realiza. Pero, al referirnos a la conciencia en sentido moral, lo que
interesa fundamentalmente es su connotación moral.

Es en este último sentido en que nos referimos a la conciencia como la aplicación de normas universalesa
un acto particular. Se supone que la conciencia moral, cuyos dictados seguirá la persona, está
fundamentada en razones objetivas. Sin embargo, pueden darse casos en que se registre error en el
juicio de conciencia. De allí que sea preciso analizar las diferentes modalidades que pueden presentarsey
los principios que hay que aplicar para seguir el dictamen de la conciencia.

Entonces, teniendo en cuenta su conformidad con la ley moral, la conciencia puede ser:

a.- Verdadera o recta: cuando juzga la bondad o malicia de un acto rectamente, en conformidad con laley
moral; en este caso el juicio moral es verdadero, buscando sinceramente el bien.

b.- Errónea o falsa: cuando juzga en desacuerdo con la ley moral, al considerar buena una acción quees
mala y viceversa. Puede ser que la causa del error en el juicio sea la ignorancia.

Según el tipo de consentimiento con que el sujeto asiente al juicio de conciencia, ésta puede ser:

a.- Cierta: es la que juzga con firmeza que un acto es bueno o malo sin temor a errar.

b.- Probable: no existe seguridad por parte del sujeto al emitir el juicio, por lo cual sólo dictamina con
probabilidad acerca de la moralidad del acto, inclinándose por una de las alternativas posibles.

c.- Dudosa: en este caso se suspende el juicio por temor a equivocarse, ya que el sujeto no puede tomaruna
decisión acerca de la bondad o maldad del acto.

Nunca se puede obrar en contra de la propia conciencia, si ésta es conciencia cierta, porque es actuar en
contra de uno mismo y de las convicciones más profundas. A veces, por la imperfección humana, a pesar
de la diligencia debida, la persona estima recta una conciencia que en realidad es falsa, juzgando como
bueno algo que no lo es. En este caso no es culpable al obrar, porque obró de buena fe. Ahora, quien obra
a pesar de una duda fundada en serias razones acerca de la moralidad de la acción, puede actuar mal, por
lo cual se impone resolver la duda antes de actuar.

Cada persona tiene la responsabilidad de formar la propia conciencia, de tal modo que siempre tienda a
la verdad y al bien. Para ello, es preciso poner los medios adecuados para adquirir la ciencia moral debida
que dependerá de la capacidad personal, del tipo de ocupación y de responsabilidad que tiene, de las
circunstancias del ambiente en que se desenvuelve. También, es importante en determinados casos la
petición de consejo a personas con mayor experiencia.

Sin embargo, no se debe olvidar que cada persona es responsable de la decisión que toma.

OBJECIÓN DE CONCIENCIA

Muchas veces las personas se ven obligadas a actuar en contra de lo que en conciencia consideran buenoo
justo. En ocasiones, los superiores por el cargo o poder que detentan, exigen a sus subordinados que
participen en acciones que son incompatibles con el respeto debido a un determinado valor moral
percibido por la conciencia. En estas circunstancias, la persona tiene el derecho a la objeción de conciencia,
es decir, a la resistencia a una orden superior que la conciencia opone por fidelidad a sus propias
convicciones religiosas o morales (Patricia Debeljuh, 2.005).

La desobediencia al imperativo de la conciencia produce la renuncia de la persona a su verdadera esencia


humana, un atentado a su propia dignidad. En la intimidad, la persona no puede ocultar la ruptura consigo
misma provocada por un acto desviado de la norma imperada por su conciencia.
La objeción de conciencia no implica un desprecio del sujeto hacia la ley, sino una coherente fidelidad asus
profundas convicciones, una muestra clara de su compromiso de buscar el bien.

Por ello es posible afirmar la existencia de límites de la obediencia. El asentimiento a una orden recibidade
un superior es exigible en virtud de algún compromiso previamente adquirido, como un contrato de
trabajo. El superior puede exigir cualquier orden o mandato siempre y cuando no sean opuestas a las
convicciones éticas y morales del sujeto. Si surge algún conflicto entre ambos, esa situación debe
resolverse a favor de la objeción de conciencia.

RESPONSABILIDAD MORAL

Se entiende por responsabilidad la capacidad de las personas para responder de sus actos; estacapacidad
exige la obligación de reparar los daños ocasionados y de soportar el castigo previsto para la infracción
cometida.

Se dice de una persona que es responsable cuando está obligada a responder de sus propios actos.

Un sujeto es responsable cuando actúa con libertad; esto implica:

a.- Conciencia de las circunstancias y las consecuencias de su acción. b.- Que no existan causas externasque
lo obliguen a actuar de un solo modo.

La ignorancia y la coacción eximen al individuo de responsabilidad. Pero la ignorancia debe ser de cosasque
no tiene la obligación de conocer; es decir que sólo el que ignora lo que no pudo haber sabido estáeximido
de responsabilidad. En cambio, ignorar lo que se debía saber, sufrir presiones o pasar por situaciones
difíciles, pueden atenuar nuestra responsabilidad pero no eximirnos de ella. Si un individuoes consciente
de las circunstancias y de las consecuencias previsibles de su acción y si no han existido causas que lo hayan
obligado a actuar de un solo modo, es responsable del acto producido.

La ignorancia y la coacción eximen al individuo de responsabilidad. Pero la ignorancia debe ser de cosas
que no tiene la obligación de conocer; es decir que sólo el que ignora lo que no pudo haber sabido está
eximido de responsabilidad. En cambio, ignorar lo que se debía saber, sufrir presiones o pasar por
situaciones difíciles, pueden atenuar nuestra responsabilidad pero no eximirnos de ella. Si un individuo es
consciente de las circunstancias y de las consecuencias previsibles de su acción y si no han existido causas
que lo hayan obligado a actuar de un solo modo, es responsable del acto producido.

Podemos diferenciar dos tipos de responsabilidad moral: la responsabilidad moral directa y la indirecta.

Existe responsabilidad moral directa cuando nos encontramos ante el caso de que existe pleno uso de
razón, libertad y conciencia por parte del sujeto al realizar un acto.

En cambio, si no existe libertad psicológica, ni conciencia, no hay responsabilidad moral directa. Sin
embargo puede existir responsabilidad moral indirecta, que es la que se le imputa al sujeto que libre y
conscientemente, se coloca en un estado inconsciente y carente de libertad, sabiendo o previendo que
clase de actos haría o podría hacer en este último estado. Es el caso del que se droga o embriaga.

Podemos también reconocer lo que denominamos responsabilidad directiva. El sentido de


responsabilidad es parte esencial de la calidad humana del directivo. Requiere que éste sea plenamente
consciente de su condición y de lo que exige su cargo en la empresa y en la sociedad. Actuar de modo
responsable exige saber qué se debe hacer y las repercusiones de las propias acciones en los demás,
conocerse a sí mismo -talentos y posibilidades- y las posibilidades de acción en cada situación.

Modos de responsabilidad directiva:

- Por comisión (o acción voluntaria): corresponde a actos directamente voluntarios. Se trata de actos
realizados con intención de conseguir algún objetivo o meta. Se incurre en la responsabilidad propia el
acto y en la responsabilidad de las consecuencias razonablemente previsibles y evitables.

- Por omisión: cuando no se realizan actos que había obligación de hacer y realmente se podían hacer.
Hay culpabilidad cuando se omite algo debido y posible de modo deliberado y con pleno consentimiento,
o bien por negligencia u otros modos de imprudencia.

- Por su influencia en acciones ajenas: ya sea por inducción (cuando pide o manda algo, persuadiendo
a que se realice una acción y estimulando a otros con la propia conducta), ya sea por cooperación (por
participación inmediata, colaboración u omisión.

2.2.- Hábitos morales. Virtudes y vicios

Entendemos por hábito una disposición permanente y adquirida para reproducir determinados actos. Se
trata de cualidades estables y no de meras disposiciones transeúntes. Son la base de todo el desarrollo
humano, ya que por ellos las personas aprenden a hablar, a escribir y todas aquellas actitudes que son
propias de éstas, que se adquieren con la educación, permitiéndoles vivir con dignidad.

Un hábito se conforma por la repetición de los actos correspondientes. Pero, cualquier acción en sí misma
considerada no es un hábito. De allí que podemos decir que, cuando observamos que una persona fuma,
no quiere decir que tenga el hábito de fumar y, si tiene este hábito, no está fumando entodo momento.

El origen de un hábito está en un acto o en varios actos que se han realizado y que dejan una especie de
huella en el mecanismo mental o en el fisiológico, lo cual genera una tendencia a reproducir lo que se ha
hecho una o varias veces, de tal modo que va adquiriendo la disposición para reproducir otra vez el acto.

Los hábitos se adquieren consciente o inconscientemente, o con escaso margen de conciencia; en forma
voluntaria o involuntaria, ya que se lo puede adquirir por voluntad ajena (por ejemplo, los hábitos que
adquieren los niños pequeños, en los que actúa la voluntad de los padres) o tan sólo por imitación no
consciente.

Existen dos fases del hábito:

1º.- La formación: que consiste en la repetición de varios actos de la misma especie, con la cual se producen
una serie de transformaciones internas que hacen posible la mayor soltura, rapidez y perfección de la
conducta habitual.

2º.- La estabilización: los actos habituales, además de estas tres características, adquieren una cuarta, que
consiste en que estos actos se realizan subconscientemente o con escaso margen de conciencia.
Sólo la persona humana, por estar dotada de libertad, puede aumentar a través de los hábitos, el dominio
que goza sobre sus actos. El hábito existe cuando se da una inclinación permanente a obrar en un sentido
y, por lo general, se manifiesta como una línea de conducta que caracteriza a cada individuo.Además, los
hábitos son como una segunda naturaleza, ya que capacitan para un modo nuevo de obrary dan a las
acciones libres una espontaneidad equiparable a la de otras operaciones puramente naturales.

2.7 VIRTUDES Y VICIOS


Los hábitos que conciernen a la problemática ética son las virtudes y los vicios. Éstos constituyen hábitos
operativos, es decir, son cualidades estables de las potencias (facultades) del hombre, que lo disponen e
inclinan a obrar en un sentido. Son prácticos, porque se refieren a la acción.

La virtud es un hábito operativo bueno. No puede confundirse con la mera costumbre, ya que ésta se trata
de una simple repetición de actos externos; mientras que la virtud implica un creciente conocimiento y
amor del bien y un orden de las pasiones, por lo cual aumenta la perfección de la libertada través de esas
acciones. Dispone al ser humano a comportarse de una manera adecuada a su propia naturaleza, fortalece
la voluntad y el rendimiento positivo de la libertad.

El término virtud proviene del vocablo latino virtus, que equivale al término vis, cuyo sentido es fuerza.En
una acepción más limitada significa un hábito adquirido que perfecciona o refuerza alguna potencia activa.

La virtud es esencialmente personal e implica fuerza espiritual para vencer las dificultades que se
presentan en su ejercicio. Se adquiere con dificultad, porque requiere esfuerzo y produce placer espiritual,
pero generalmente no produce placer material.

Las virtudes nacen de la actividad humana libre y dan una mayor firmeza, facilidad, eficacia y satisfacción
para obrar bien. Se las clasifica en virtudes intelectuales y virtudes morales. Las virtudes intelectuales
inhieren y perfeccionan la razón especulativa o práctica. Son las que perfeccionan al hombre en el
conocimiento de la verdad; posibilitando a la inteligencia conocer el orden moral y la manera adecuadade
moverse dentro de él, para que el ser humano pueda alcanzar su fin último.

En tanto que las virtudes morales perfeccionan la voluntad y las tendencias sensibles, ayudando a las
personas a obrar rectamente respecto de la elección del bien. Son las que inclinan al ser humano a
practicar el bien propio de su naturaleza, o sea, el bien moral. De esto se infiere que las virtudes moralesno
pueden usarse para hacer el mal.

Entre todas las virtudes morales ocupan un sitial de preferencia las llamadas virtudes cardinales, del latín
cardo, que significa quicio; por ser como los quicios sobre los que gira toda la vida moral de la persona.

- Prudencia o sabiduría práctica: es la virtud que dicta a la razón el cómo y el cuándo se debe actuar. Esla
que contribuye al bien de la persona, ayudando a descubrir qué es realmente lo que conviene hacer para
actuar bien en cada situación particular y así mejorar como persona. Su finalidad inmediata es gobernar
el modo y las circunstancias todas de la conducta moral. La prudencia es la virtud del equilibrio, de la
sensatez; la que debe gravitar en los momentos de las graves decisiones personales y sociales, privadas
y públicas. Los jefes de las naciones, las autoridades que tienen a su cargo la dirección de gruposhumanos,
requieren necesariamente de esta virtud. Se la considera la madre de las demás virtudes,
porque es la rectora de las otras virtudes cardinales, ya que facilita descubrir a la razón qué constituye
“lo moderado”, “lo fuerte”, “lo justo”, en cada caso singular.

La prudencia se ejercita mediante tres actos principales:

a.- El conocimiento: se trata de conocer con claridad la realidad de las cosas y los principios morales que
guían a la conciencia. Este conocimiento es muy importante, y puede verse enriquecido por el estudio, la
memoria de experiencias pasadas y el consejo de personas prudentes.

b.- El juicio: se refiere a la moralidad de la acción concreta que se va a realizar; también abarca los medios
previstos para alcanzar el fin propuesto. La virtud de la prudencia ayuda al sujeto a valorar la información,
eligiendo el comportamiento más adecuado. Aquí es especialmente importante la coherencia que lleva a
actuar de acuerdo con lo que se piensa.

c.- El imperio: que moviliza a la voluntad a realizar la acción o bien a abstenerse de actuar. La prudencia
impulsa a realizar aquello que se considera bueno en cada situación.

La prudencia interviene a la hora de tomar decisiones, ayudando a detectar el problema, moviendo a


tomar decisiones ante las soluciones posibles que se presentan y apoyando la ejecución de lo decidido.
- Justicia: es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo (su derecho). Analizando esta
definición, podemos distinguir, por un lado el verbo “dar”, que según el contexto, puede significar
entregar, respetar, devolver, transferir y otras acciones parecidas. La expresión “a cada uno”, indica la
capacidad de tener derechos, con independencia de la condición o estatus del sujeto; puede referirse a
una persona, a un grupo de personas o a una comunidad en su conjunto; al bien de personas singulares
o al bien común de una sociedad. Por otro lado, al referirse a “lo suyo”, que se refiere a “su derecho”,
se quiere significar que se trata de aquello de lo que uno es dueño con dominio libre y personal.

Suelen distinguirse tres formas de justicia:

La justicia general se refiere a la exigencia de justicia que cada uno tiene con los demás, por ser personasy
miembros de una comunidad. Se incluye aquí aquello que es necesario para el bien común de la sociedad.
A veces se la denomina también justicia legal, porque incluye las leyes que concretan lo que cada individuo
debe equitativamente a la comunidad a la que pertenece. Sin embargo, la justicia generalo legal no se agota
con las leyes, que siempre son contingentes y limitadas.

En la medida en que las leyes especifican deberes generales de justicia, hay obligación moral de cumplirlas
(leyes mercantiles, impuestos, por ejemplo); pero, las leyes humanas dejan de obligar (por ser injustas) si
son contrarias a algún derecho fundamental de la persona. Si se da tal situación será necesario presentar
objeción de conciencia.

En tanto que la justicia entre particulares (individuos o grupos) se denomina justicia conmutativa, y viene
exigida por los intercambios (ejemplo, una compraventa o arriendo), exigiendo igualdad relativa entre lo
que se da y lo que se recibe, por lo cual se hace necesaria una valoración lo más objetiva posible. En la
práctica, esa valoración se determina por lo general a través de una libre negociación entre las partes.Pero,
cuando existe una notoria asimetría en el poder negociador, se requiere estar vigilantes para ser justos,
porque se puede llegar a un acuerdo poco justo si la parte poderosa se aprovecha de la situación de
necesidad de la parte débil. De allí que, tanto en los monopolios como en general, en las posiciones
prepotentes, puede haber abuso de poder.
La justicia conmutativa obliga a cumplir estrictamente los contratos y a dar lo libremente acordado.

Por su parte, la justicia distributiva, es la voluntad de distribuir con equidad, evitando hacer acepción de
personas (amiguismos, favoritismos, etc.), dando a cada uno lo que le corresponde por su condición y
aportaciones dentro de la comunidad.

El directivo se encuentra con relativa frecuencia con problemas de justicia distributiva, pues tiene que
repartir algo común entre las personas que integran la comunidad organizacional, tanto lo que es
ventajoso (cargos, gratificaciones, etc.) como lo que es oneroso (turnos incómodos, reducciones de
planilla, etc.). Por eso, cuando se distribuye algo de una comunidad, tanto las ventajas como las cargas o
desventajas, tiene que hacerse de acuerdo con criterios objetivos determinados con prudencia, los que
deben considerar los casos, las capacidades, los méritos y las necesidades de cada uno.

A veces, quien ejerce un cargo directivo debe aplicar sanciones ante indisciplinas o faltas que vulneran el
bien común de la organización. En ese sentido, castigar con justicia implica penalizar algún delito de un
modo proporcionado y siempre buscando cumplir el bien superior de la justicia o con la sana intención de
corregir al culpable, y no con afán de venganza o por odio.

La ética orienta la excelencia humana, y estas exigencias son mínimos que de ningún modo agotan el deber
de buscar siempre lo mejor, el valor más alto que posibilite el perfeccionamiento humano.

- Fortaleza: la palabra fortaleza significa firmeza corporal y/ o espiritual contra toda situación externa o
interna dolorosa o molesta para el individuo. Es la virtud que contribuye al bien de la persona
ayudándola a resistir dificultades y superar los obstáculos que se presentan para alcanzar una vida
plenamente humana o bien para sufrirlos con paciencia cuando las fuerzas propias no logran superarlos.
Con la fortaleza se evitan tanto la cobardía como la temeridad al asumir riesgos. En efecto, esta virtud
modera la tendencia de la persona de arriesgarse más de lo que sería prudente, refrenando la temeridad
y, a su vez, impulsando a contrarrestar la tentación de esquivar los bienes que son difíciles de alcanzar,
adoptando una actitud de cobardía. Lo propio de la fortaleza es que a pesar del conocimiento del miedo
por parte del sujeto, lo dispone a que éste no lo arrastre hacia el mal o le impida la realización del bien.
Según

Santo Tomás, la virtud de la fortaleza se pone de manifiesto en dos actos fundamentales, que son el atacar
y el resistir, es decir, enfrentarse con aquellos peligros que se presentan cuando quiera realizar el bien (en
este caso actúa la valentía) o soportar las contrariedades que sobrevengan por una causa justa (actuando
la paciencia y la perseverancia), superando el desaliento ante las limitaciones propias y ajenas, moviendo
a seguir con firmeza el objetivo propuesto. El acto más propio de la fortaleza es este último. Una dimensión
de la fortaleza es la coherencia, es decir, vivir de acuerdo con lo que se cree, aceptando el riesgo de la
incomprensión.

- Templanza: es la virtud que contribuye al bien de la persona ayudando a autorregular y moderar la


atracción por todo aquello que resulta placentero, pero que sólo en su justa medida es bueno. Se trata de
la virtud de la moderación de los placeres espirituales o sensoriales, y consiste en buscar o aceptar éstos
con medida, sin excesos que son perjudiciales a la salud corporal o que, si no lo son, degradan a lapersona
en forma manifiesta (alcoholismo, desenfreno sexual, drogadicción, codicia, etc.).

La templanza dirige las pasiones bajo el dominio de la razón y de la voluntad, encauzándolas hacia el bien,
fomentando la armonía entre los sentidos y la razón. Las pasiones no son malas en cuanto logran
sus bienes deleitables dentro del orden racional o del perfeccionamiento integral humano. Por eso, la
templanza edifica y defienden el orden interior de la persona y gracias a ella puede tener señoría sobre sí
misma y tranquilidad de espíritu. De aquí se desprende la moderación con que hay que vivir en otros
campos, tales como la justa aplicación al trabajo (laboriosidad), la recta autoestima personal la humildad),
el medido control de la agresividad la mansedumbre) y la modestia que modera la ostentación en el porte
exterior.

Aunque la virtud implica la perfección personal, está siempre facilitada u obstaculizada por factores
externos. Una vez que las virtudes fueron interiorizadas por la persona, éstas se convierten en guías y
pautas que señalan el camino hacia una conducta coherente con lo que ella es. No son una meta que se
alcanza de una vez para siempre, por lo cual, requieren el esfuerzo constante de vivirlas.

En cuanto al vicio, éste constituye un hábito operativo malo. Se adquiere con facilidad, porque produce
placer y se pierde con mucha dificultad.

Daniel Ruiz42 sostiene que, para que un hábito sea considerado como vicio, debe reunir las siguientes
características:

- que provoque un grave ataque a la salud corporal o espiritual de la persona (ej: el hábito de fumar o de
drogarse);

- que la satisfacción de ese acto produzca desarreglos económicos perjudiciales para los miembros de
la familia que están a cargo del sujeto vicioso;

- que se cause un mal físico o espiritual a otras personas (Ej : fumar en lugares públicos cerrados);

- que la no realización del acto habitual produzca la impresión psico- fisiológica de necesidad, de modo
que el sujeto advierta que está sometido a una tiránica esclavitud.

Aunque en el hábito no se cumpla ninguna de las tres primeras características, sólo basta la última para
considerarlo un vicio. Los vicios principales, (que desde el punto de vista religioso han sido llamados los
siete pecados capitales) considerados los más importantes por lo grave que son y por lo mucho que están
difundidos en la humanidad de todos los tiempos son:

- La soberbia (orgullo), que es la tendencia a buscar desmedidamente la propia alabanza y a gozarla


también en forma desmedida, generalmente con subestimación y desprecio de los demás.

2.- La lujuria: es la tendencia a la búsqueda excesiva, desordenada, refinada y hasta artificial de los placeres
sexuales.

3.- La avaricia: es la inclinación a poseer sin medida toda clase de bienes materiales, preferentemente
dinero, aunque no únicamente.

4.- La gula: es la tendencia exagerada a la búsqueda de los placeres que proporciona el comer y el beber.

5.- La ira: es la tendencia afectiva de enojo y agresión ante un hecho o ante una persona que han provocado
en el sujeto un disgusto grave.

42 RUIZ, Daniel. (1.988) Ética y Deontología Docente. Bs. As.: Ediciones Braga. Pág. 101 y ss.
6.- La envidia: es la tendencia a entristecerse por el bien ajeno conocido.

7.- La pereza, que es la inclinación a la inactividad ante el trabajo que se debe hacer, o ante los
esfuerzosque requiere el trabajo mismo.

Es importante tratar de extirpar el vicio y evitar que se instale cuando todavía se da la


posibilidad dehacerlo, porque aleja a la persona de la perfección a la que está llamada.

ACTIVIDAD Nº 3

a.- De Autoevaluación – Piense en un ejemplo de cada tipo de libertad exterior,


teniendopresente alguna decisión tomada por libertad interior o libre albedrío.

b.- Obligatoria - Elabore un ejemplo de una situación en que un acto realizado por una
persona conlleve responsabilidad moral y otro en que el acto no implique responsabilidad
moral. Fundamente. - Proponga dos ejemplos de actos que implique responsabilidad moral
directa, uno por omisión y el otropor influencia en acciones ajenas. - Reflexione acerca de las
virtudes que debería tener en su profesión,
y elabore un listado de las mismas en orden de importancia, definiendo qué entiende por
cada una de
ellas (entregue en Doc. Word).

También podría gustarte