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3.- Definición de la ética
La ética es la ciencia del comportamiento moral de los hombres en sociedad.
El carácter científico de esta disciplina:
Como ciencia, la ética parte de cierto tipo de hechos tratando de descubrir sus principios
generales. Es decir que los trasciende con sus conceptos, hipótesis y teorías.
En cuanto conocimiento científico, la ética ha de aspirar a la racionalidad y objetividad más
plenas, y a la vez ha de proporcionar conocimientos sistemáticos, metódicos y, hasta donde sea
posible, verificables.
Lo científico radicaría en el método, en el tratamiento del objeto, y no en el objeto mismo.
La moral no es ciencia, sino objeto de la ciencia, y en este sentido es estudiada, investigada
por ella. La ética no es la moral, y por ello no puede reducirse a un conjunto de normas y
prescripciones; su misión es explicar la moral efectiva (tratando de establecer sus orígenes,
fundamentos y evolución), y en este sentido, puede influir en la moral misma.
Su objeto de estudio lo constituye un tipo de actos humanos: los actos conscientes y voluntarios
de los individuos que afectan a otros, a determinados grupos sociales, o a la sociedad en su
conjunto.
Ética y moral se relacionan como una ciencia específica y su objeto.
-Moral procede del latín “mos” o “mores”, “costumbre” o “costumbres”, en el sentido de conjunto
de normas o reglas adquiridas por hábito. Tiene que ver así, con el comportamiento adquirido, o
modo de ser conquistado por el hombre.
-Ética, proviene del griego “ethos”, que significa análogamente “modo de ser” o “carácter” en
cuanto forma de vida también adquirida o conquistada por el hombre.
Así pues, originariamente ethos y mos, “carácter” y “costumbre”, hacen hincapié en un modo de
conducta que no responde a una adquisición natural, sino que es adquirido o conquistado por
hábito.
El significado etimológico de moral y ética nos instalan en el terreno específicamente
humano en el que se hace posible y se funda el comportamiento moral: lo humano como lo
adquirido o conquistado por el hombre sobre lo que hay en él de pura naturaleza. sólo lo es del
hombre en cuanto que sobre su propia naturaleza crea esta segunda naturaleza, de la que forma
parte su actividad moral.
Cap. 3: La esencia de la moral
Moral: es un conjunto de normas aceptadas libre y conscientemente, que regulan la conducta
individual y social de los hombres. Esta definición es válida para todas las morales concretas,
pero no puede abarcar rasgos específicos de cada una de ellas.
En la moral encontramos un doble plano:
a) El normativo, constituido por las normas y reglas de acción e imperativos que enuncian
algo que debe ser. Son las reglas que postulan determinado comportamiento (ej. Respeta
a tus padres, ama a tu prójimo, etc.).
b) El fáctico, constituido por actos humanos que se dan efectivamente independientemente
de cómo estimemos que debieron ser (hechos morales). A este plano pertenecen las
acciones concretas. Existen
- actos moralmente positivos, que son los que se ajustan a la norma y
- actos moralmente negativos que implican la violación de una norma. Sin embargo, no
dejan de pertenecer a la esfera moral, es decir que por su referencia a una determinada
norma siguen conservando una significación moral.
Lo normativo y lo fáctico no coinciden. Sin embargo, tienen una relación. Toda norma, al postular
un comportamiento que debe ser, apunta a la esfera de los hechos, ya que entraña una exigencia
de realización. El que la norma no se cumpla, no invalida su exigencia de realización. Lo fáctico
solo cobra significado en relación a una norma.
I. Moral y moralidad
- Moral: conjunto de principios, normas, imperativos o ideas morales de una época y
sociedad dadas. Sería lo ideal. Tiende a convertirse en moralidad en virtud de la
exigencia de realización que está en lo normativo.
- Moralidad: conjunto de actos concretos que cobran un significado moral con respecto a
la “moral” dada. Sería lo real. Es un tipo específico de comportamiento de los hombres,
la moral puesta en práctica.
Sin embargo, Sánchez Vázquez cree que es mejor emplear el término “moral”, entendiendo que
con él se designan los dos planos: el normativo (que surge de la vida real y vuelve a ella para
regular las relaciones humanas) y el fáctico (que surgen en relación a principios o normas).
II. Carácter social de la moral
La moral sólo se da en la sociedad, respondiendo a sus necesidades y cumpliendo una
determinada función. Un cambio radical en la estructura social da lugar a un cambio de moral.
Cuando hablamos de sociedad no debemos considerarla como algo que existe en sí y por sí, ésta
existe con dependencia de sus miembros. En cada individuo se anudan una serie de relaciones
sociales, y el modo de afirmar la individualidad en cada época y en cada sociedad tiene un
carácter social.
La moral tiene un carácter social, ya que se es propia de un ser social. La moral tiene tres
aspectos fundamentales:
a. Cada individuo, al comportarse moralmente, está sujeto a normas. Los individuos
forman parte de una época determinada de una comunidad, dentro de la cual rigen
normas, principios y valores que valen de acuerdo con el tipo de relación dominante.
Los sujetos aceptan lo normativo como algo ya establecido y aceptado por el medio
social.
b. La moral regula la conducta individual cuyos resultados y consecuencias afecten a
otros. El comportamiento moral es tanto individual como de grupos sociales, cuyas
acciones tienen carácter colectivo, pero concertado, libre y consciente. Aun cuando se
trata de la conducta de un individuo, afecta exclusivamente a él, y tiene consecuencias
para los demás, y que por ello es objeto de aprobación o reprobación.
c. Las ideas, normas y relaciones morales surgen y se desarrollan respondiendo a una
necesidad social. La función social de la moral es regular las relaciones entre los
hombres, o entre el hombre y su comunidad para contribuir a mantener y asegurar el
orden social. Esta función también puede cumplirse mediante el derecho, que se
asegura del cumplimiento de las normas mediante el mecanismo coercitivo estatal. Se
busca la aceptación de las normas en la esfera másíntima de la conciencia, en la que el
derecho y la fuerza no pueden actuar decisivamente. La moral contribuye a que los
actos de los individuos se desarrollen en forma favorable para la sociedad. Tiende a
que los individuos pongan en consonancia, voluntariamente, sus propios intereses con
los intereses colectivo de un grupo social.
Castración simbólica.
Universal Lenguaje Ley de interdicción
Aquí representamos lo universal-singular en los pisos superior e inferior, ligado por lo particular.
Empezando por arriba, lo universal es el lenguaje. Así, en lo inferior escribimos su complemento:
porque existen las infinitas posibilidades significantes del lenguaje, el habla de cada sujeto es
singular, como a su vez el fantasma. La línea universal-singular, se realiza entonces en la
correspondencia lenguaje-habla. Esto se realiza sobre un campo de códigos compartidos, es
decir, sin lo particular. La lengua constituye la dimensión particular porque es ella la que sostiene,
sobre las espaldas de su espectro de posibilidades, los márgenes de lo universal-singular.
Decimos la lengua y no el idioma, aunque es evidentemente este último el que soporta toda la
estructura significante.
2
Es en ese horizonte de lo universal-singular donde iremos reconociendo la dimensión ética.
UNIVERSAL
E
Moral t
Código i PARTICULAR
C
A
SINGULAR
Para concluir: la palabra ética viene del griego ethos, que significa costumbre, carácter; el
termino correspondiente en latín es mos, cuyo plural es mores. Así ethikos y moralis designan lo
relativo a las costumbres y al carácter. Sin embargo, para la tradición filosófica, existe una
diferencia. Se utiliza el término moral para describir los sistemas de valores, reservando la
denominación de ética para la disciplina que estudia dichos entes. La ética seria entonces, la
rama de la filosofía dedicada al estudio de la moral. A su vez, la moral remite a cierta
contingencia; la pauta moral se corresponde con los sistemas particulares-culturales, históricos,
de grupo; mientras que el horizonte ético, si bien puede soportar tales imaginarios, siempre los
excede, por lo que decimos que la ética va más allá; por lo tanto asignamos la dimensión ética un
alcance universal. Pero, como antes dijimos, lo universal-singular de la ética no puede ser
colmado por ningún sistema moral.
Debido a que el tránsito del sujeto por las distintas instituciones (familia, escuela, iglesia, etc.)
imprime algo en él, la sustancia ética se empieza a determinar por reglas ya existentes y por las
instituciones que dicen que hay que hacer, es decir, por la acción del otro.
2. Modo de sujeción a la regla : forma en que el individuo se relaciona con la regla y se
reconoce como vinculado con la obligación de ponerla en práctica. Ya sea:
Como individuo que se reconoce como parte de un grupo social que acepta a la regla y
conserva la costumbre de ponerla en práctica.
Como heredero de una tradición espiritual de la cual siente la responsabilidad de
mantenerla o revivirla.
Proponiéndose como ejemplo o buscando dar a su vida personal criterios de gloria, de
belleza, de nobleza o de perfección.
El acto moral refiere a la conducta moral, la cual reclama la constitución de un sujeto moral que
no existe sin los modos de subjetivación o prácticas de sí que los apoyen. El acto moral es
INDISOCIABLE de estas formas de actividad sobre sí.
En efecto, toda moral en sentido amplio implica dos aspectos: el de los códigos de
comportamiento (instancias sistemáticas de autoridad y de ajuste, que imponen su aprendizaje y
sancionan sus infracciones) y el de las formas de subjetivación (como el sujeto moral se relaciona
con las leyes a las que debe someterse) que nunca pueden disociarse del todo, sino que ambos
se desarrollan con relativa autonomía.
- Historia de la ética
Es la historia de la manera en como los individuos son llamados a constituirse como
sujetos de la conducta moral. Historia de la subjetivación moral y de las prácticas
destinadas a asegurarla.
Maliandi, R. Ética, conceptos y problemas.
2. La dicotomía deonto-axiologica
Una de las caras del ethos es lo deóntico o normativo, la otra cara es lo valorativo o axiológico.
Esas dos caras pueden ser a su vez entendidas metodológicamente como puestas de entrada al
ethos.
Lo normativo alude a cómo debemos obrar; lo axiológico da pautas de enjuiciamiento o
evaluación de los actos y de las personas que realizan esos actos. Ambos polos son objeto de
problematizaciones y de teorías.
La dicotomía deonto-axiológica marca también de problemas centrales de la ética ¿qué debemos
hacer? Y ¿Qué es lo valioso en sí mismo? Las dos cuestiones están interconectadas, pero ¿cómo
lo están? Ahí aparece un tercer problema ¿Cuál de las dos cuestiones es más importante?
Hay relaciones entre lo deontológico y lo axiológico y precisamente el carácter de esas relaciones
determina problemas básicos de la ética.
- La moralidad no puede entenderse sin la norma. Una norma es un tipo específico de regla. Una
normal moral es la expresión de una determina exigencia para la acción. Ella da problemas
específicos. el problema fundamental de la ética normativa es el de la fundamentación de
normas. La norma dice qué se debe hacer, la ética pregunta “porqué se lo debe hacer”. Exige
la mostración de un fundamento de la norma. el problema de esta fundamentación reside en
que él remite a algún “fundamento último”, a algo que no puede ya ser fundamentado ¿existe
algo así?
- El valor también ocasiona problemas. La problemática de los valores no debe ni puede
considerarse cerrada para la ética.
El deber es un concepto central de la ética. Se concientizó desde entonces que la cuestión
decisiva de la ética es la de qué debemos hacer y la del sentido del “deber” como tal.
El concepto de deber remite al de imperativo, así también la cualificación que emplea el
termino bueno constituye un juicio de valor o valorativo en el campo de la ética. Se ve la
conexión intima que guardan entre si los conceptos normativos y los valorativos.
● Según Freud: la unión de los débiles lograría el cambio, esta unión y organización de los
miembros lleva a establecer las prescripciones y constituir las mismas como derecho. Por
eso se debe apostar al Eros, a los lazos sociales de amor y amistad.
● El que era más fuerte sobrevivía pero no era suficiente porque seguro había otro miembro
más fuerte. Entonces necesitaban crear herramientas y usar el intelecto para el uso de las
mismas. Esa inteligencia para el uso de las herramientas es lo que marca la diferencia. Si
otro no es tan bueno se unen los débiles y la comunidad se organiza y prevé la
insubordinación de los miembros. Se distingue lo bueno y lo malo para las necesidades de
una tribu.
● Los intereses colectivos están por encima de los individuales. Las normas son
heterónomas. El individuo se resigna a si mismo a cambio de la protección de la tribu.
(Sánchez Vázquez habla de progreso moral)
● Se habla de una moral primitiva, una Moral Colectivista.
Las leyes de esta asociación determinan en qué medida cada uno sus miembros ha de renunciar
a la libertad personal de ejercer violentamente sus fuerzas para que sea posible una segura vida
en común. Esto se presenta complicado en la realidad misma, porque la comunidad desde un
principio está formada por un poderío dispar, por hombres y mujeres, hijos y padre, vencedores y
vencidos que se convierten en amos y esclavos.
● El derecho de la comunidad se expresa en la desigual distribución del poder entre sus
miembros; las leyes serán hechas para y por los dominantes y concederán estos derechos
hacia los subyugados. Existen en la comunidad dos fuentes de conmoción del derecho, por
un lado algunos de los amos trataran de eludir las restricciones y abandonar en dominio
del derechos y volverán al dominio de la violencia. Por otro lado los oprimidos tenderán a
procurarse mayor poderío y que se pase de un derecho desigual a uno igual para todos.
En este caso el derecho puede adaptarse a la nueva distribución del poderío pero la clase
dominante se negara a reconocer dicha transformación y se llega a la guerra civil, a la
supresión del derecho y a renovadas tentativas violentas que pueden llevar a un nuevo
orden legal.
● Solo se impedirían las guerras si los hombres se ponen de acuerdo en establecer un poder
o instancia central que solucionaría todos los conflictos de intereses.
● Una comunidad humana se mantiene unida por dos factores: el imperio de la violencia y
los lazos afectivos (identificaciones).
● Según Freud cuando los hombres son incitados a la guerra habrá muchos motivos, entre
ellos el placer de la agresión y la destrucción. Esa tendencia a la destrucción actúa en todo
ser llevándolo a su desintegración, pulsión de muerte. Esta pulsión siempre estará dirigida
hacia afuero, el ser viviente protege su vida destruyendo la vida ajena. Si la disposición a la
guerra es un producto de la pulsión de destrucción lo más fácil es apelar al EROS, su
antagónico. Todo lo que establezca vínculos afectivos entre los hombres debe actuar
contra la guerra.
Ej.: El niño ignora las consecuencias de sus actos y desconoce la naturaleza buena o mala
de ellos; no podemos hacerlos responsables de su ignorancia. Por lo tanto queda exento
de una responsabilidad moral.
- Cuando el agente moral se encuentra bajo el imperio de una coacción exterior, pierde el
control sobre sus actos y se le cierra el camino de la eleccion y decision propias,
realizando un acto no elegido por él.
- Cuando la causa del acto esta fuera del agente, escapa a su poder y control, y no puede
decidir ni actuar de otra manera, no se le puede hacer responsable de la forma en que ha
actuado.
- Aristoteles: la coaccion exterior puede provenir de alguien que consciente y
voluntariamente le obliga a realizar un acto que no quiere realizar, es decir, que el agente
no ha escogido ni decidido.
- La coaccion es tan intensa que no queda margen o es muy estrecho para decidir y actuar
por voluntad propia.
-La coaccion es tan fuerte que la resistencia a la coaccion del agente exterior implica
riesgos gravisimos incluso para la propia vida.
-Los métodos de coacción son tan poderosos que el agente puede verse obligado a hacer
lo que normalmente no hubiera deseado. El sujeto entonces queda excusado moralmente,
pues la resistencia física y espiritual tiene un límite, cuando lo pasa el sujeto pierde el
dominio y el control sobre sí mismo.
II. Hay casos que pese a sus formas extremas, le queda un margen de opción, por lo
tanto de responsabilidad moral.
Esta reducción seria menos legitima tratándose de actos cuyas consecuencias afectan
a sectores de la población o a la sociedad entera.
Determinismo Absoluto
- Principio: “Todo en este mundo tiene causa”. Confirmado por la experiencia cotidiana y
la ciencia. Según la ciencia: todo tiene causa… aunque no siempre podamos conocerla.
- La actividad del hombre, su forma de ser, pensar, actuar, de organizarse política y
socialmente, y en especial su comportamiento moral se halla sujetado a causas.
- Al hablar de determinación causal no nos referimos a una coacción interior o exterior,
sino al conjunto de circunstancias que determinan el comportamiento del agente, de
modo que el acto es el efecto de una causa o de una serie causal.
- El hecho de que mi decisión esté causada significa que mi elección no es libre.
- La elección libre se revela como una ilusión. No hay libertad de voluntad. Yo no elijo…
un conjunto de circunstancias (causas) eligen por mí.
- Determinismo rechaza la idea de libertad
- Representado por los materialistas franceses en la historia de las doctrinas éticas del
siglo XVIII. Establecen: “los actos humanos son eslabones de una cadena causal
universal; en ella, el pasado determina el presente”.
Si las acciones son efecto de causas que escapan por completo a nuestro control, no
podría hablarse de responsabilidad moral, ya que no se nos podría exigir actuar de otro
modo distinto de cómo nos vimos forzados a obrar.
Su decisión es libre, es decir propiamente suya, en cuanto que pudo elegir y decidir por sí mismo
o sea, en ausencia de una fuerte coacción interior o exterior, pero sin que ello signifique que su
decisión no se halle determinada. Pero esta determinación causal no es tan rígida como para
trazar una sola dirección a su acción e impedirle que pueda optar entre dos o más alternativas.
- El sujeto que quiere, decide y actúa en cierta dirección, determina y a su vez se haya
determinado.
- El sujeto se inserta en el tejido de las relaciones causales, alterándolo o modificándolo con
su decisión y su acción; y también obedece en su comportamiento, a causas internas y
externas, inmediatas y mediatas, de modo que lejos de romper la cadena causal, la
presupone necesariamente.
De acuerdo a esta tesis:
- El hombre que actuará conforme a su carácter no es propiamente libre. Ser libre seria
actuar a pesar del o incluso en contra de él.
- En el acto moral el sujeto no decide arbitrariamente, en su conducta, su carácter aparece
como factor importante. Pero la relación de su comportamiento con esta determinación
interior que proviene de su carácter no rompe la cadena causal, pues su carácter se ha
moldeado a lo largo de su vida, en sus relaciones con los demás.
Hay quienes ven este papel del carácter en nuestras decisiones como una negación
de la libertad de la voluntad y por ello conciben la libertad como una ruptura de la
cadena causal al nivel del carácter.
- La decisión del sujeto no estaría determinada por nada, ni por las condiciones en que se
desarrolla su existencia y ni siquiera por su propio carácter.
Teórico:
1. Definición de Responsabilidad Moral: viene del latín “responderé” obligación de…asumir
las consecuencias del acto moral. Es aquello por el cual el hombre es interpelado por otro
y tiene obligación de responder por su acto. Remite a un imperativo o a una exigencia de
lograr conforme a otro que actuaría de igual modo.
2. Sánchez Vázquez : Responsabilidad Moral es pensar en el derecho positivo que se
apoya en la autonomía y conciencia de este Yo para atribuir de responsabilidad o
imputabilidad a un sujeto. Las dos condiciones necesarias para atribuir de Responsabilidad
Moral a un sujeto son: El discernimiento y la Libertad.
Discernimiento: un sujeto debe tener las capacidades mentales y dominio de ellas para
discernir de lo que le va a permitir tener el conocimiento de los móviles, de los causales
que lo llevaron a actuar de una manera determinada. El hombre con discernimiento podrá
reconocer las causas y asumir las consecuencias, quien conoce la causa del acto puede
prever las consecuencias del mismo.
Libertad: el motivo de los actos del hombre debe basarse en la voluntad de dicho hombre.
El motivo de actuar estará en la capacidad volitiva del hombre, es decir que su acto no se
encuentre coaccionado, o sea en fin el resultado de una coacción interna o externa. La
libertad de acción es lo que caracteriza al hombre. La capacidad de elegir libremente va a
ser lo que lo diferencia de otro ser vivo, por lo tanto el actuar del h’ debe residir en la
posibilidad de elección. Cuando su acto es debido a una coacción no se le atribuye RM ya
que perdió su dominio y control al actuar.
3. Determinismo absoluto: todo tiene una causa y que todo en la naturaleza va a estar
encausada de manera absoluta, todo lo que hace el hombre está determinado por una
causa de orden natural o universal. Desde esta perspectiva no se puede hablar de RM.
En cambio el Determinismo causal: el hombre va a actuar conforme a una causa y no de
manera fortuita, su actuar no obedecerá a razones fortuitas sino que va a obedecer a
causas que motivaran la realización de ese acto. Ese actuar causado se inserta como
eslabón más del encadenamiento causal del tejido social, no de manera absoluta sino que
ingresa en tanto pueda conocer las causas y prever las consecuencias. Desde esta
perspectiva se puede hablar de RM porque como sujeto tenemos determinantes
psicologías biológicas que marca el actuar humano.
El valor no lo poseen los objetos de por sí, sino que estos lo adquieren gracias a su relación con
el hombre como ser social. Pero los objetos solo pueden ser valiosos cuando están dotados
efectivamente de ciertas propiedades objetivas.
OBJETIVISMO AXIOLOGICO:
1°Tesis: “Existe una independencia de los valores respecto de los bienes en que se encarnan”.
1) Los valores constituyen subsisten por ellos mismos. Son absolutos, inmutables e
incondicionales.
2) Los valores se hallan en una relación con las cosas reales valiosas que llamamos bienes.
En los bienes se encarna determinado valor: en las cosas útiles, la utilidad, en los actos
buenos de los h’, la bondad.
3) Los valores son independientes de los bienes en que se encarnan. No necesitan
encarnarse en las cosas reales para existir.
4) Los bienes dependen del valor que encarnan. Solo son valiosos en la medida que soportan
un valor.
5) Los valores son inmutables, no cambian en el tiempo ni de una sociedad a otra. Los bienes
en que los valores se encarnan si cambian de una época a otra, son objetos reales,
condicionados, variables y relativos.
6) Los valores no tienen una existencia real, su modo de existir es ideal.
2° Tesis: “Afirma que hay objetos valiosos en sí, al margen de toda relación humana”.
Independencia de los valores con respecto del sujeto.
1) Los valores existen en sí, al margen de toda relación con el hombre como sujeto que
pueda conocerlos, aprehenderlos o valorar los vienen en que se encarnan. Son valores en
sí, y no para el hombre.
2) Como entidades absolutas e independientes, no necesitan ser puestos en relación con los
hombres ni tampoco relacionarse con las cosas o encarnarse en los bienes.
3) El hombre puede mantener diversas relaciones con los valores: conociéndolos
(percibiéndolos o captándolos); produciendo los bienes en que se encarnan (obras de arte,
actos buenos, actos jurídicos). Pero los valores existen al margen de sus relaciones con
los humanos.
4) La forma de relacionarse el hombre con los valores pueden variar históricamente, pueden
incluso ser ciegos para percibirlos en una época dada. Ni la ignorancia de un valor, ni los
cambios históricos en su conocimiento afectan la existencia de los mismos. Los valores
existen de un modo intemporal, absoluto e incondicionado.
TESIS 1 y 2:
TEORICO:
Conclusión del autor
Los valores son, en relación a una justificación social. Por ejemplo una piedra tiene las mismas
propiedades físicas para todos pero no tiene el mismo valor, ya que depende de la significación
humana o social. Su valor esta puesto en la utilidad, por eso se establece que un valor es
potencial, ya que depende de la significación social que se le da. La piedra en una calle de EEUU
puede ser un estorbo, en cambio en Tafi del Valle es algo común para todos. Esa significación
que se le da al objeto es propia de cada sujeto. Lo que remite al ethos de cada uno. Los valores
se relacionan con las características del objeto, con el sujeto y el contexto que le da significado y
sentido de existencia. El sujeto le otorga carga valorativa al objeto en función de un contexto que
lo determina. La esencia del valor se encuentra en su significación humana.
Valor: cualidad o atributo de una cosa, persona, acto, palabra. Está en relación a algo o alguien,
no existen por sí mismos. Los rasgos de los mismos son:
- no existen por sí mismos, los encontramos en los objetos, no es un objeto el valor si no la
propiedad que él tiene.
- Los valores requieren de propiedades reales, un soporte real de lo que consideramos
valioso.
- Son potenciales: las propiedades de un objeto son valiosos al estar en relación a la
necesidad o interés de un sujeto o grupo.
- Se puede valorar positivo o negativamente.
SV: los valores existen para el sujeto en sentido social que necesitan de un sustrato material
(hecho, palabra, persona, objeto). No existe valor al margen de objetos reales y de relación con el
h’. El hombre es quien le da sentido a los valores y a los bienes en los que se encarnan. Los
valores existen solo por el hombre y responden a sus necesidades, Los valores existen en
relación a la justificación social que le dé el hombre, esa justificación social está determinada por
el nivel de utilidad que le de él a una cosa. El valor si puede cambiar.
Valores morales y Valores no morales.
Los valores morales se encarnan en actos o productos humanos, los cuales se realizan libres,
consciente y voluntariamente, y a los cuales se les atribuye responsabilidad moral. Lo moral se
define por el acto que tiene consecuencia sobre otro. Acto humano es distinto al acto moral.
Savater, Fernando. Qué vale y cómo vale
IDEAL ETICO: Es un rechazo de la indiferencia en la que todo da igual: la única postura
frontalmente opuesta al punto de vista ético será esa indiferencia, ya que es justamente la
diferencia lo que la voluntad de valor reclama, sostiene, inventa. . El indiferente es cosa entre las
cosas: sabe que de las cosas no puede esperarse nada, porque todas dan lo mismo, y él no se
siente llamado a introducir apasionadamente en ellas las debidas distinciones; así, la disposición
melancólica es lo más opuesto a la moral que es la decisión de luchar por las diferencias. Para la
voluntad moral, no todo vale. Lo que no vale es lo que no nos vale: aquello que nos hace perder,
lo que debilita nuestro juego o nos excluye de el.
Para la voluntad moral, no todo vale. Lo que no vale es lo que no nos vale: aquello que nos hace
perder, lo que debilita nuestro juego o nos excluye de él. Lo que vale para el hombre es lo que él
quiere; y lo que el hombre quiere es, en primer lugar SER; en segundo lugar SER MAS, ampliarse
y reafirmarse en el ser; en tercer lugar, SER UNA TOTALIDAD NO-IDENTICA, abierta a lo posible
y auto determinada. El origen de todos los valores está en estos niveles del querer humano y aquí
su objetividad y su idealidad: fuera de este querer, todo da igual, todo pertenece al orden idéntico
de las cosas... el ideal ético consiste en articular y reconciliar todo aquello que el hombre quiere,
es decir, todo lo que para él vale. Así, lo propiamente ético es la pretensión de armonizar todo lo
que para el hombre vale;.
Lo valioso para el hombre es aquello que preserva su vida, aumenta su capacidad de acción y le
confirma en su condición racional y libre. Y esto es valioso porque ser, poder y humanidad es lo
que el hombre quiere. Partir del querer del hombre significa que esta dado como un hacer que se
abre a lo posible desde la libertad en cada decisión. Así, la moral, trata de llegar a saber lo que el
hombre quiere para en tal querer enraizar su posibilidad
Entendemos, desde nuestro punto de vista, que lo que el hombre quiere, es ser lo que no es y no
ser lo que es, por lo cual nunca sabrá del todo lo que puede;
Hablamos de lo valioso para el hombre, es decir, para todos y cada uno de los hombres; y en este
sentido el modo de compaginar esta supuesta homogeneidad del valor con las evidentes
discrepancias en las valoraciones humanas concretas, por lo que podemos plantear dos
distinciones. La primera refiere a la diferencia entre intereses y valores; frente a la universalidad
genérica y categórica de los valores, los intereses expresan una opción parcial y circunscripta
contra otras opciones. Lo malo de los intereses consiste en el excederse; es decir, la pasión por
el interés es siempre excesiva, no porque nos de algo, sino porque nos priva de algo. Por otro
lado, los valores del hombre provienen, y se fundan en, sus anhelos o apetitos.
La segunda distinción se refiere a la diferencia entre principios y normas , que intenta resolver la
cuestión de si los preceptos morales son categóricos o hipotéticos; soluciona el problema
afirmando que hay de ambos tipos, reservándose la categoreidad estricta para los principios y
relativizándose las normas, ya que éstas son solo validas en cuanto que sirven de concreta
mediación para el cumplimiento de los principios. Las normas o reglas varían según las
circunstancias históricas, el desarrollo d los conocimientos científicos, la modificación de los usos
y el desgaste de las tradiciones, la evolución de los mitos, etc.;
Responsabilidad por el contenido de los sueños
-Se debe asumir la responsabilidad de los impulsos oníricos malvados, ya que el contenido
onírico es una parte del propio ser. Si pretendo clasificar, de acuerdo con cánones sociales, en
buenas y malas las tendencias que en mi se encuentran, entonces debo asumir la
responsabilidad para ambas categorías, y si, defendiéndome, digo que cuanto en mi es
desconocido, reprimido e inconsciente no pertenece a mi yo, entonces me coloco fuera del
terreno psicoanalítico. Esto, negado por mí, no sólo “está” en mí, sino que “actúa” ocasionalmente
desde mi interior.
En un ser normal, su conciencia moral es más sensible cuanto más moral sea el quien la lleva.
Ésta es una formación reactiva del yo frente a todo lo malo que percibe en el ello.
Aportes Freudianos a la responsabilidad moral
Para el psicoanálisis no podemos apoyarnos en la conciencia para atribuir la responsabilidad
moral a un sujeto, ya que ésta es algo fugaz que se puede extinguir en un instante. El hombre, al
ser sujeto del inconsciente, posee un no saber del que debe hacerse cargo. Esto que desconoce,
además de pertenecerle, actúa desde su interior. Desde este no saber, el hombre necesita revelar
la verdad que lo determina como sujeto.
El ser sujeto del inconsciente permite subjetivar la propia responsabilidad permitiendo que ese
orden simbólico se restituya, evitando así la repetición del acto.
La responsabilidad está ligada a la capacidad del hombre de asumir subjetivamente las
consecuencias de su obrar en la medida que es interpelado por el otro a responder por su acto.
Derechos grupales
La característica central de los derechos grupales reside en que se trata de derechos otorgados a
las comunidades y ejercidos por sus órganos, los derechos grupales no pueden ser ejercidos
individualmente. La denominación de derechos grupales sugiere la prioridad del grupo sobre los
individuos. Los grupos son aquí los detentadores de derecho.
Distinto es en el caso de los llamados derechos especiales, tales como los derechos de caza
concedidos en algunos casos a ciertos pueblos aborígenes, los que en realidad podrían atribuirse
directamente a individuos, este tipo de derechos podrían considerarse como derechos
individuales.
Conclusión:
Las ideas que se defendió hasta aquí pueden resumirse así:
1). No hay que confundir al multiculturalismo, que se vincula solamente con la diversidad cultural,
con el multiculturalismo, que se vincula con la diversidad moral.
2). El relativismo cultural, que no comprende situaciones morales, es una posición aceptable.
3). El relativismo moral, identificando la moral con el daño no consentido a terceros, es una
posición inaceptable.
4). Rechazar el relativismo moral no implica aceptar el absolutismo moral, en el sentido de
sostener que los juicios morales son independientemente de nuestros sentimientos.
5). Rechazar el relativismo moral espacial no implica rechazar el relativismo moral temporal.
6). Para defender el relativismo cultural (o multiculturalismo) son suficientes los derechos
individuales.
7). Los derechos grupales son necesarios para defender el relativismo moral espacial, pero este
relativismo moral no es aceptable.
8). Cuando se sostiene que los derechos individuales no bastan para defender el relativismo
cultural (multiculturalismo) el problema no reside en la escritura del derecho sino en su contenido.
9). Hay que distinguir entre conductas moralmente inaceptables en nuestra sociedad y conductas
moralmente inaceptables que se llevan a cabo en otras sociedades.
10). Respecto de las conductas moralmente inaceptables practicadas en otras sociedades, hay
un deber de intervención, en ciertos casos, para proteger los derechos humanos.
MODULO 2
SOCIEDAD MODERNA.
VAZQUEZ ROCCA, ADOLFO, Zygmunt Bauman: Modernidad líquida y fragilidad humana
En modernidad líquida, Bauman, explora cuales son los atributos de la sociedad capitalista que
permanecen en el tiempo y cuales cambiaron. Remarca lo visible en las etapas tempranas de la
acumulación, pero que se vuelven centrales en la fase tardía de la modernidad. Una de las
características es el individualismo que marca nuestras relaciones y las torna precarias,
transitorias y volátiles; la modernidad líquida es una figura del cambio y de la transitoriedad: ‘’ los
sólidos conforman su forma y persisten en el tiempo: duran, mientras que los líquidos son
informes y se transforman constantemente: fluyen. Como la desregulación, la flexibilización o la
liberalización de los mercados. ‘’ esta caracterización, da cuenta del tránsito de una modernidad
sólida – estable y repetitiva -, a una líquida – flexible, voluble- en la que los modelos y estructuras
sociales no perduran lo suficiente como para enraizarse y gobernar las costumbres; sufrimos
pérdidas y transformaciones como el de la ‘’duración del mundo’’, vivimos bajo el imperio de la
caducidad y la seducción en el que el verdadero ‘’estado’’ es el dinero. La modernidad líquida
está dominada por una inestabilidad asociada a la desaparición de los referentes a los que anclar
nuestras certezas.
Bauman se limita a describir nuestras contradicciones, las tensiones sociales y existenciales que
se generan cuando los hombres nos relacionamos.
La fragilidad de los vínculos humanos
La incertidumbre en la que vivimos, se debe a transformaciones como el debilitamiento de los
sistemas de seguridad del individuo y la renuncia a la planificación a largo plazo: el desarraigo
afectivo y el olvido, presentados como condición del éxito. Hablamos de una nueva
(in)sensibilidad, exigente de los individuos a flexibilidad, fragmentación y compartimentación de
intereses y afectos, al abandono de compromisos y lealtades.
Bauman refiere al miedo a establecer relaciones duraderas y a la fragilidad de los lazos solidarios,
que parecen depender de los beneficios que generan, ya que las relaciones se miden en términos
de costo y beneficio, de liquidez en el estricto sentido financiero.
Superfluidad y desvinculación
Bauman refiere al concepto de ‘’derechos humanos’’ para referirse a los
desempleados,considerados hoy como gente superflua, excluida, el excedente, gente
innecesaria; porque cuanto menos trabajadores haya, mejor funciona la economía. Es el estado
del desperdicio. Es mejor desvincularse rápido, los sentimientos pueden crear dependencia. Hay
que cultivar el arte de truncar relaciones, saber cancelar los ‘’contratos’’ a tiempo.
ÉTICA POSMODERNA. BAUMAN, ZYGMUNT
Introducción: la moralidad en las perspectivas moderna y posmoderna
El verdadero tema de este estudio es la época posmoderna en sí, a partir de la llegada de la
modernidad a un período de autocrítica o autodesmanteladora (proceso que el concepto de
posmodernidad pretende abordar y transmitir), los diversos caminos que antes seguían las teorías
éticas acabaron por volverse una especie de callejón sin salida, aunque también abrían la
posibilidad de una comprensión radicalmente novedosa de los fenómenos morales.
La interpretación de la ‘’revolución’’ posmoderna de la ética es contenciosa pero no la única.
Se llegó a asociar con el enfoque posmoderno de la moralidad la ‘’debacle de la ética’’. La
ética se denigra o se considera una de las restricciones típicas de la modernidad, cuyas cadenas
finalmente fueron rotas y echadas al basurero de la historia. Se ha deslegitimado la idea de auto
sacrificio; la gente ya no se siente protegida ni está dispuesta a hacer un esfuerzo por alcanzar
ideales morales ni defender valores morales. La época ‘’posterior al deber’’ admite apenas un
vestigio o huella de moralidad, una moralidad ‘’minimalista’’; situación novedosa, de acuerdo con
Lipovetsky, quien nos insta a aplaudir su llegada y regocijarnos por la libertad que trajo. Si el ‘’es’’
puro ya no se guía por un ‘’debería ser’’, si la interrelación social está desvinculada de
obligaciones y deberes, entonces la tarea del sociólogo es buscar cómo se ‘’destituyó’’ la norma
moral del arsenal de armas antes desplegadas por la sociedad en su lucha por la autoproducción.
La modernidad debió ponerse metas inalcanzables con el propósito de alcanzar lo que le fuere
posible. La ‘’perspectiva posmoderna’’ a la que el estudio presente se refiere, significa ante todo
que se arranca la máscara de la ilusión y se reconocen como falsas ciertas pretensiones y
objetivos que no pueden alcanzarse y que no es deseable alcanzar. La esperanza que guía este
estudio es que en estas condiciones puedan hacerse visibles las fuentes de fuerza moral que se
encontraban ocultas en la filosofía ética moderna y en la práctica política, y que se comprendan
las razones de su pasada invisibilidad.
La novedad del enfoque posmoderno de la ética consiste en rechazar las formas modernas
típicas de abordar problemas morales; es decir, responder a los retos morales con normas
coercitivas en la práctica política.
Si lo ‘’moral’’ pudo diferenciarse como el aspecto del pensamiento el sentimiento y la
acción humana que implica la diferencia entre lo ‘’correcto’’ y lo ‘’incorrecto’’; éste fue en
gran medida el logro de la época moderna. Conforme al modo de vida ‘’tradicional’’, todo parecía
florecer en el mismo nivel de importancia; se pesaba en la misma balanza de lo ‘’correcto’’ frente
a lo ‘’incorrecto’’.Todas las formas en todos sus aspectos, se consideraban validadas por la divina
providencia; Por otra parte, estar en lo correcto no era una elección sino, por el contrario, evitar la
elección y seguir la forma de vida habitual. Todo esto cambió con el relajamiento gradual de la
tradición, y la creciente pluralidad de contextos mutuamente autónomos en los que se
manejaba la vida de un número cada vez mayor de hombres y mujeres otorgándoles el
rango de individuos – dotados de identidad aún no dada, o apenas esbozada – y se enfrentó la
necesidad de ‘’construirlos’’ y, en el proceso, de hacer elecciones’. Las acciones pueden ser
correctas en un sentido e incorrectas en otro.
Max Weber plantea dos narrativas irreconciliables desde un punto de vista lógico sobre el
nacimiento de la modernidad. Por una parte, nos dice que la modernidad comenzó con la
separación entre el hogar y la empresa, un divorcio que en principio podría evitar el peligro de
adoptar criterios contradictorios respecto de la eficiencia y el lucro (adecuados para el negocio), y
las normas morales de compartir y querer (adecuadas para la vida familiar) que continuamente se
encontraban en el mismo terreno; esto dejaba al tomador de decisiones en una posición
eternamente ambivalente. Por otra parte, Weber nos dice que los reformadores protestantes se
convirtieron en los pioneros de la vida moderna precisamente porque insistían en que la
‘’honestidad es la política’’, que la vida en su totalidad está cargada de significados morales y
que en cualquier campo de la vida, tiene una importancia moral; afirma que de hecho crearon una
ética que rechazaba dejar por fuera cualquier aspecto de la vida. Sin dudas, observamos una
contradicción lógica entre ambas versiones; contrario a la lógica, no necesariamente significa que
una de ellas sea falsa. La contradicción refleja el choque genuino en una sociedad ‘’moderna’’
que intenta ‘’abarcar lo inabarcable’’, sustituir la diversidad por la uniformidad y la ambivalencia
por un orden coherente y transparente, y que al intentar hacerlo genera un número mayor de
divisiones.
Por eso, legisladores y pensadores modernos, consideraron que la moralidad es algo que
necesita diseñarse e inyectarse a la conducta humana. Y por ello intentaron componer e imponer
una ética unitaria y abarcadora; esto es, un código de reglas morales cohesivo que pudiera
enseñarse a la gente y que se la obligara a obedecer. se intentaba construir un código
moral que proclamara a voz en cuello haber sido‘’hecha por el hombre’’ y, por eso, fuera
abrazada y obedecida por todos los seres humanos racionales.
La suposición tácita del pensamiento ético moderno y de la práctica que recomendaba era que, al
dejar al individuo en libertad, debería impedírsele utilizarla para hacer el mal; Esta situación
aporética (aporía: contradicción que no puede superarse, que resulta en un conflicto sin solución)
debía seguir siendo el destino de la sociedad moderna, un artificio reconocido como ‘’hecho por el
hombre’’, cuya marca indeleble de modernidad no era admitir que se destino era irreparable. Una
característica de la modernidad era que la aporía debía reducirse a un conflicto aún no
resuelto pero que podría resolverse; una molestia temporal, una imperfección residual en el
camino de la perfección, una reliquia de la sinrazón en la vía del gobierno de la razón. La
modernidad sabía que estaba herida de muerte, pero pensaba que la herida era curable.
Podemos decir que siguió siendo ‘’modernidad’’ en tanto se rehusó a abandonar esta creencia y a
hacer el esfuerzo. La modernidad se refiere a la solución de un conflicto y a no admitir
contradicciones, salvo en el caso de conflictos que están a punto de resolverse.
El pensamiento ético moderno, en colaboración con la legislación moderna, se abrió paso a
una solución tan radical bajo la doble bandera de la universalidad y los fundamentos.
El pensamiento y la práctica moral de la modernidad estaban animadas por la creencia en
la posibilidad de un código ético no ambivalente y no aporético.
La incredulidad en esa posibilidad es justamente lo posmoderno, ‘’pos’’ en el sentido de que a
manera de conclusión, los esfuerzos que la modernidad realizó durante tanto tiempo estaban
desviados, erigidos sobre bases falsas y destinados, tarde o temprano, a agotarse. Sin lugar a
duda, la propia modernidad demostrará su imposibilidad, lo vano de sus esperanzas y el
desperdicio de esfuerzos. El código ético a prueba de tontos – con fundamentos universales e
inamovibles – nunca se encontrará. Una moral no aporética, no ambivalente, una ética universal y
con ‘’fundamentos objetivos’’ es una imposibilidad práctica, quizás un oxímoron, una
contradicción.
Explorar las consecuencias de esta crítica posmoderna a las ambiciones modernas es un tema
medular del estudio. Así, se determinara las marcas de la condición moral, tal como aparecen
contempladas desde la perspectiva posmoderna.
1) Las afirmaciones, contradictorias, son equivocadas . ‘’ el ser humano es esencialmente
bueno, y únicamente debe ser guiado para actuar de acuerdo con su naturaleza’’ y ‘’ el ser
humano es esencialmente malo, y debe impedírsele actuar conforme a sus impulsos’’. El
ser humano es ambivalente en términos morales y la ambivalencia reside en el corazón de
la ‘’escena primaria’’ de la interacción humana. no puede garantizarse una conducta moral,
al menos no con contextos mejor diseñados para la acción humana ni con motivos de
acción humana mejor formados. Necesitamos aprender a vivir sin estas garantías,
conscientes de que jamás podrán darse; que una sociedad y hombre perfecto, no son una
posibilidad viable; y que el intento por demostrar lo contrario resulta cruel y menos moral.
2) Los fenómenos morales son esencialmente ‘’ no racionales ‘'. Únicamente son morales
en tanto preceden la consideración de propósito y el cálculo de pérdidas y ganancias;
escapan a cualquier explicación en términos de utilidad o servicio que puedan proporcionar
o se pretenda que proporcionen al sujeto moral, al grupo o a la causa. La suposición de
que el actuar en cualquier situación, puede ser racional en tanto que los actores son
racionales, deja de lado lo que es propiamente moral en la moralidad. Desplaza los
fenómenos morales del ámbito de la autonomía personal al de la heteronomía apoyada en
el poder, y sustituye el conocimiento de reglas aprendidas por el yo moral formado en la
responsabilidad, colocando a esta última en los legisladores y guardianes del código,
mientras que anteriormente había responsabilidad con el otro y con la autoconciencia
moral, el contexto en el que se adopta una postura moral.
3) La moralidad es incurablemente aporética. La mayoría de las elecciones morales se
hacen entre impulsos contradictorios. Lo más importante, sin embargo, es que virtualmente
cualquier impulso moral, si se deja actuar plenamente, tiene consecuencias inmorales (ej.
El impulso de preocuparse por el Otro, llevado al extremo, conlleva a la aniquilación de la
autonomía del mismo, a la dominación y opresión). El yo moral se mueve, siente y actúa
en el contexto de la ambivalencia y es acosado por la incertidumbre; por eso sostenemos
que es utópico pensar las situaciones libres de ambigüedades. Podemos reconocer al yo
moral por la incertidumbre en torno a si ha hecho todo lo que debería hacerse, ya que la
responsabilidad que guía a la persona moral siempre se adelanta a lo que se ha hecho o
puede hacerse.
4) La moralidad no es universal. la afirmación de que la ‘’moralidad no es universal’’ refiere
a que se opone a la versión concreta de universalismo moral que, en la época moderna, se
convirtió en una declaración apenas disfrazada del intento de promover una campaña para
aplastar las diferencias y, sobre todo, eliminar las fuentes ‘’salvajes’’ de juicio moral. lo
realizaron de manera ocultamente, en el nombre de una única ética humana que
suplantaría cualquier distorsión local.
5) Desde la perspectiva del ‘’orden racional’’, la moralidad es y será irracional. Los
impulsos morales deben ser domesticados, restringidos y explotados, más que suprimidos
y proscriptos. De ahí la ambivalencia endémica con la que las administraciones sociales
tratan al yo moral: el yo moral necesita cultivarse sin que se le dé rienda suelta; debe
podarse constantemente para que mantenga la forma deseada, sin sofocar su crecimiento
ni secar su vitalidad. La administración social de la moralidad es una operación compleja y
delicada que no puede sino precipitar más ambivalencia de la que logra eliminar.
6) la responsabilidad moral – ser para el Otro antes que estar con el Otro – es la
primera realidad del ser, un punto de partida más que un producto de la sociedad.
Antecede cualquier compromiso con el Otro y el contexto social. se exige que la moralidad
muestre su certificado de origen, pero no existe un ser antes que el yo moral, ya que la
moralidad es la presencia última, no determinada; de hecho, un acto de creación ex nihilo
(desde la nada al ser), si es que puede haberlo. A su vez, la responsabilidad moral es un
misterio contrario a la razón, que los yos no podrían ser ‘’normalmente’’ morales, salvo por
alguna causa especial o poderosa; que para ser morales, los yos deben primero sacrificar
alguna parte de ellos; la más común, es que dado que la acción moral es extrañamente
generosa, el elemento sacrificado es el interés propio.
7) Las sociedades modernas practican un parroquialismmo moral bajo la máscara de
promover la ética universal. Así, la perspectiva posmoderna demuestra la relatividad de
los códigos éticos y de las practicas morales que recomiendan o apoyan.
Lo que logró la perspectiva posmoderna al rechazar la universalidad apoyada en el poder
es romper el velo del mito para llegar a la condición moral común que antecede los efectos
diversificadores de la administración social de la capacidad moral, sin mencionar la
necesidad de una ‘’universalización’’ administrada de manera similar. Cabe pensar en una
unidad moral que abarque toda la humanidad como horizonte utópico.
FARIÑA, JUAN JOSE. Ética Profesional. Dossier Bibliográfico en Salud Mental y Derechos
Humanos
Introducción
Este dossier propone una actualización de la bibliografía disponible en materia de ética
profesional y Derechos Humanos.
El dossier fue organizado en dos partes articuladas; la primera es una aproximación analítica a la
bibliografía, ordenada de acuerdo a un criterio cronológico y temático. La finalidad es proponer al
lector un panorama del material disponible. La segunda parte es un listado de referencias
bibliográficas y de resúmenes. De esta manera, se recibieron aportes formales e informales
profesionales e institucionales, los cuales resultaron valioso como fuente para hacer el proyecto
mismo y como estímulo para el pensamiento de quienes participaron en su realización.
El eje articulador general de toda la bibliografía está centrada en el nacimiento y consolidación del
capitalismo moderno, sus logros científicos y las contradicciones respecto a los criterios de
respeto a la persona que se desprende en distintos momentos de su evolución. Correlativamente,
el modo en que el desarrollo desigual de la sociedad industrial avanzada ha ido generado
técnicas al servicio de la destrucción del ser humano, sustentadas en conocimientos y acciones
de los profesionales de la salud.