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Las personas jurídicas son como las personas naturales. Así como
una persona natural nace, crece, se reproduce y, al final, muere, la
empresa se constituye, establece relaciones jurídicas, crea otras
empresas y finalmente se extingue. Precisamente esta obra colectiva
trata, a través de sus diversos artículos, de presentar a la empresa
en el desarrollo de sus actividades económicas, en particular, en lo
referido a las fusiones y adquisiciones empresariales.
Este libro pretende ser una guía para todos aquellos que buscan
entender de forma organizada lo que conlleva una combinación de
negocios, y de cómo se debe planear y estructurar un proceso de
M&A (fusiones, adquisiciones y temas relacionados a ellos).
Dicho esto, no puedo dejar de mencionar a todas las personas que
lograron que la presente publicación haya sido posible. En primer
lugar, quisiera agradecer a cada de uno de los coautores de esta
obra, los doctores: Adriana Pallis, Glaucia Mara Coelho, Marcela
Maldonado Novaes Romeu, Vítor Mendes Costa Pinto, Juan Pablo
Fábrega, Fábrega Molino y Mulino, Amilcar García Cortés, Jorge
Cobos Franco, Jaime Enrique Cubillos Porto, Paula Torres Holguín,
María Alexandra Sánchez Faria, Óscar Trelles de Belaunde, Uldarico
Ossio Seminario, Carlos Granda Boullón, Natalie Bosshard Vizcarra,
Sergio García Long, Carlos Enrique Arata Delgado, George Soros,
María Claudia Arias Markovich, Ricardo De la Piedra, Claudia Chong,
Carlos Ratti, Joe Navarrete Pérez, Danny Quiroga Anticona, Emil
Ruppert, Luis Orrego A. y Martín Melgarejo.
Por último, solo me queda decir que dejo aquí con ustedes una obra
hecha con el profundo convencimiento de que será una práctica
herramienta que refleja la realidad de las fusiones y adquisiciones en
nuestro medio. Invito a nuestros lectores a contribuir con el
enriquecimiento de esta obra participando en la discusión de los
temas propuestos, sea con nuevos artículos o con comentarios a los
artículos aquí publicados.
4. Desinversión
Observadas eventuales limitaciones negociadas entre los
accionistas, tales como las mencionadas en este artículo, período
de lock-up, derecho de preferencia, derecho de primer ofrecimiento y
derecho a venta conjunta, cualquier accionista podrá enajenar su
participación en cualquier tiempo.
Entre las ventajas de una venta para terceros están: (i) la posibilidad
de terminar rápidamente el proceso de venta; (ii) los costos menores
de salida y la simplicidad del proceso; (iii) la mayor confidencialidad;
(iv) el mejor control de la operación; y (v) la posibilidad de mantener
a la compañía fuera del mercado de capitales.
La desinversión, por medio del IPO, es muy bien vista por el mercado
y un ofrecimiento tiende a ser muy atractivo para los inversores. Al
mismo tiempo, el inversor debe tener en consideración el costo
grande para su realización.
5. Consideraciones finales
El inversor, que quiere adquirir participaciones minoritarias en
compañías brasileñas, precisa estar atento a la estructuración de esa
modalidad de inversiones bajo la óptica del derecho brasileño, así
como cuanto a los derechos que tiene y a los mecanismos que están
a su disposición para garantizar sus intereses.
Referencias bibliográficas
Amendolara, Leslie
2012 Direito dos acionistas minoritários: nova lei das S.A., 3.ª ed.,
São Paulo: Quartier Latin.
Barbosa, Marcelo S.
Botrel, Sérgio
Bulgarelli, Waldirio
Eizirik, Nelson
2012 A lei das S/A comentada, vol. I-III, São Paulo: Quartier Latin.
Waisberg, Ivo
Wald, Arnoldo
Referencias
1.Los derechos concedidos a los accionistas minoritarios —especialmente aquellos
asegurados por la legislación— son importantes para el funcionamiento y la consecución del
objeto de las sociedades, desde un punto de vista estructural. Según Marcelo Barbosa,
refiriéndose a los derechos atribuidos a la minoría “[...] se debe reconocer que, por tratarse
de prerrogativas concedidas a titulares de cantidades significativas de acciones fuera del
bloque de control y por ser auténticos instrumentos de vigilancia del ejercicio cuanto al poder
de control, tales derechos deben ser ejercidos no sólo a vista de impedir la ocurrencia de
perjuicios para los propios accionistas minoritarios, sino también considerando el interés de
la compañía.” (Barbosa, Marcelo S., “A proteção dos direitos dos acionistas minoritários e o
mercado de capitais”, en Saddi, Jairo (org.), Fusões e aquisições: aspectos jurídicos e
econômicos, São Paulo: IOB, 2002, p. 417). En esa misma dirección, Von Adamek,
reconociendo la importancia de la preservación de los derechos correspondientes a los
accionistas minoritarios, afirma: “La protección de la minoría no es solamente un imperativo
ético-social; es, más allá de eso, una exigencia esencial para el propio funcionamiento de
las sociedades. Sin mecanismos de tutela de los socios, las sociedades no irían a ejercer el
relevante papel de captación de recursos para la explotación y consecución de un fin común:
no existiría el fenómeno de la colaboración.” (Von Adamek, Marcelo, Abuso de minoria em
direito societário, São Paulo: Malheiros, 2014, p. 52).↑
2 .En Brasil, la principal norma que rige a las sociedades por acciones es la Ley N.° 6.404,
del 15 de diciembre de 1976.↑
3.Para tener una visión más profundizada del régimen de protección del accionista
minoritario en Brasil, véase: Bulgarelli, Waldirio, Regime jurídico da proteção às minorias
nas S/A, Rio de Janeiro: Renovar, 1998; y Amendolara, Leslie, Direito dos acionistas
minoritários: nova lei das S.A., 3.ª ed., São Paulo: Quartier Latin, 2012.↑
4.Art. 109 de la Ley N.° 6.404/76.↑
5.Respectivamente, arts. 105; 123, c; 159, párrafo 4; 163, párrafo 6; 206, II, b; 246, párrafo
1, a; 126, párrafo 3 de la Ley N.° 6.404/76.↑
6.Arts. 123, d, e 277, respectivamente.↑
7.Tal porcentaje, para las compañías de capital abierto, varía de acuerdo con la cuantía del
capital, según los términos de la Instrucción Normativa CVM N.° 165/1991, con
modificaciones.↑
8.El mecanismo del voto múltiple tiene el objeto de facilitar la representatividad de los
minoritarios en el consejo de administración y consiste en permitir a cada acción votante un
número de votos equivalente a la cantidad de miembros a ser elegidos. Así, las minorías
pueden concentrar sus votos en uno o dos candidatos, quienes tendrán favorecida su
elección. Véase el art. 141 de la Ley N.° 6.404/76.↑
9.En adición, de acuerdo con la interpretación de la CVM brasileña, confirmada en la reunión
realizada el 11 de abril del 2006, en caso de que la compañía de capital abierto tenga
solamente con derecho a voto, los minoritario, poseedor de por lo menos 10 % de las
acciones votantes, podrán elegir un miembro para el consejo de administración. Además de
esto, se destaca que las acciones, utilizadas para la votación en separado, no podrán ser
consideradas en el procedimiento de voto múltiple. Véase el art. 141, párrafos 4 a 6, de la
Ley N.° 6.404/76.↑
10.Art. 161, párrafos 2 y 4, a, de la Ley N.° 6.404/76.↑
11.Botrel, Sérgio, Fusões & aquisições, São Paulo: Saraiva, 2012, pp. 283-284.↑
12.La distribución de dividendos obligatorios es regulada por el art. 202 de la Ley N.°
6.404/76: “Artículo 202. Los accionistas tienen derecho a recibir como dividendo obligatorio,
en cada ejercicio, la parte de las ganancias establecida en el estatuto o, si este fuese omiso,
el monto determinado de acuerdo con las siguientes normas: I. mitad de las ganancias netas
del ejercicio, disminuídas o aumentadas por las siguientas cuantías: a) monto destinado
para la constitución de la reserva legal (art. 193); y b) cuantía destinada a la formación de la
reserva para contingencias (art. 195) y reversión de la misma reserva formada en ejercicios
anteriores; II. el pago del dividendo determinado según los términos del inciso I podrá ser
limitado al monto de las ganancias netas del ejercicio que hubiere sido realizado, desde que
la diferencia sea registrada como reserva de ganancias a realizar (art. 197); III. las ganancias
registradas en la reserva de ganancias a realizar, cuando sean realizadas y si no hubieren
sido absorbidas por perjuicios en ejercicios subsecuentes, deberán ser acrescentadas al
primer dividendo declarado después de la realización. Párrafo 1. El estatuto podrá establecer
el dividendo como porcentaje de las ganancias o del capital social, o fijar otros criterios para
determinarlo, desde que sean regulados con precisión y minucia, y que no sujeten los
accionistas minoritarios al arbitrio de los órganos de administración o de la mayoría. Párrafo
2. Cuando el estatuto fuere omiso y la Asamblea General decidiere modificarlo para
introducir norma sobre la materia, el dividendo obligatorio no podrá ser inferior a 25 %
(veinticinco por ciento) de las ganancias netas ajustadas según los términos del inciso I de
este artículo. Párrafo 3. La Asamblea General, desde que no haya oposición de cualquier
accionista presente, puede decidir la distribución de dividendo inferior al obligatorio, según
los términos de este artículo, o la retención de todas las ganancias netas, en las siguientes
sociedades: I. compañías de capital abierto exclusivamente para la captación de recursos
por debentures no convertibles en acciones; II. compañías de capital cerrado, excepto en
las controladas por compañías de capital abierto que no se clasifiquen en la condición
prevista en el inciso I. Párrafo 4. El dividendo previsto en este artículo no será obligatorio en
el ejercicio social en el que los órganos de la administración informaren a la Asamblea
General Ordinaria que aquel es incompatible con la situación financiera de la compañía. El
Consejo de Auditoría, si estuviere en funcionamiento, deberá dar una dictamen sobre esa
información y, en la compañía de capital abierto, sus administradores enviarán a la CVM,
dentro de 5 (cinco) días de ser realizada la Asamblea General, exposición justificativa de la
información transmitida a la Asamblea. Párrafo 5. Las ganancias que dejaren de ser
distribuidas, según los términos del párrafo 4, serán registradas como reserva especial y, si
no fueren absorbidas por perjuicios en ejercicios subsecuentes, deberán ser pagadas como
dividendo, así que lo permitiere la situación financiera de la compañía. Párrafo 6. Las
ganancias no destinadas, según los términos de los arts. 193 a 197, deberán ser distribuidas
como dividendos”↑
13.En esa línea, la prestación de informaciones puede ser relacionada a la ocurrencia de
ciertos eventos claves, a la solicitud del inversor o a determinados períodos en el año, por
ejemplo.↑
14.En ese sentido, es interesante para el inversor minoritario garantizar un precio alto de
emisión de acciones, de forma disminuir su índice de dilución. ↑
15.Botrel, Fusões & aquisições, ob. cit., p. 298. ↑
16.Art. 118, párrafo 3, párrafo 8 y párrafo 9 de la Ley N.° 6.404/76.↑
17.En ese contexto, afirma Nelson Eizirik: “La introducción de los párrafos 8 y 9, mediante
la promulgación de la Ley N.° 10.303/2001, significó el reconocimiento, por parte del
legislador, de que la ejecución específica de las obligaciones asumidas en el acuerdo,
aunque sea necesaria, no constituye condición suficiente para asegurar la plena eficacia de
sus disposiciones. Así, tuvo el propósito de garantizar la plena coercibilidad de las normas
contenidas en el acuerdo, posibilitándose su ejecución ‘interna corporis’ mediante actuación
directa de las partes, evitándose así largas discusiones judiciales que perjudicaban la
eficacia de los acuerdos, particularmente en lo que se refiere al voto en bloque.” (Eizirik,
Nelson, A lei das S/A comentada, vol. I-III, São Paulo: Quartier Latin, 2012, p. 724).↑
18.El art. 36 de la Ley N.° 6404/76 trata del tema: “Artículo 36. El estatuto de la compañía
de capital cerrado puede imponer restricciones a la circulación de las acciones nominativas,
puesto que minuciosamente regulen esas limitaciones y no impida la negociación o someta
el accionista a la discreción de los órganos de dirección o da mayoría de los accionistas”. ↑
19.Wald, Arnoldo, “O direito de preferência e a incorporação de ações em outra sociedade”,
en Revista de Direito Mercantil, Industrial, Econômico e Financeiro, vol. 21, n.° 46, São
Paulo, 1982, pp.5-14.↑
20.Menezes Cordeiro, António, Tratado de direito civil português, Coimbra: Almedina, 2010,
p. 462.↑
21.Waisberg, Ivo, Direito de preferência para aquisição de ações. Conceito, natureza jurídica
e interpretação, São Paulo: Quartier Latin, 2016, p. 68. ↑
22.En las palabras de Ivo Waisberg: “Como se ve, la gran diferencia entre la preferencia y
el primer ofrecimiento está en el mecanismo y en el momento de la entrada en escena del
tercero, Mientras que en la preferencia el derecho del otorgado nace después de una
negociación con un tercero que estipule las condiciones esenciales del negocio, cabiendo al
preferente decidir por celebrar el contrato en el lugar el tercero, igualando las condiciones,
en el primer ofrecimiento, el derecho del otorgado antecede, en una primera fase, a la
existencia del tercero, pues el otorgante debe negociar, primero, con él al decidir celebrar
un negocio. Solamente después de la negociación frustrada es que el otorgante estará libre
para tratar con el tercero, pero preso a los parámetros en los cuales el otorgado habría
celebrado el negocio, cabiendo a éste el derecho de —en caso de que el otorgante viniese
a celebrar el negocio en condiciones iguales o más favorables al tercero— ejercer el derecho
de celebrar el contrato”, Waisberg, Direito de preferência para aquisição de ações. Conceito,
natureza jurídica e interpretação, ob. cit., p. 47.↑
23.Waisberg, Direito de preferência para aquisição de ações. Conceito, natureza jurídica e
interpretação, ob. cit., p. 48.↑
24.En las palabras de Ivo Waisberg: “Cuanto a la declaración de voluntad de las partes, en
la preferencia, el contrato principal es eventual y su celebración depende de dos nuevas
declaraciones de voluntad (en general, la comunicación de la preferencia por el otorgante y
el ejercicio de la preferencia por el otorgado). Ya, en el contrato de opción, el contrato
principal depende solamente de la declaración de voluntad del optante/otorgado, siendo
dispensada nueva declaración del otorgante”. Waisberg, Direito de preferência para
aquisição de ações. Conceito, natureza jurídica e interpretação, ob. cit., p. 45. ↑
25.El art. 254-A de la Ley 6.404/76 trata el tema: “Artículo 254-A. La enajenación, directa o
indirecta, del control de compañía de capital abierto solamente podrá ser contratada bajo la
condición, suspensiva o resolutiva, de que el adquiriente se obligue a hacer ofrecimiento
público de adquisición de las acciones con derecho a voto de propiedad de los demás
accionistas de la compañía, de modo de asegurarles el precio en el mínimo igual al 80 %
(ochenta por ciento) de la cuantía pagada por acción con derecho a voto, integrante del
bloque de control. Párrafo 1. Se entiende como enajenación de control la transferencia, de
forma directa o indirecta, de acciones integrantes del bloque de control, de acciones
vinculadas a acuerdos de accionistas y de valores mobiliarios convertibles en acciones con
derecho a voto, la cesión de derechos de suscripción de acciones y de otros títulos o
derechos relativos a valores mobiliarios convertibles en acciones que vengan a resultar en
la enajenación del control accionario de la sociedad.”↑
26.Bezerra Casquet, Andréia Cristina, Alienação de controle de companhias fechadas, São
Paulo: Quartier Latin, 2015, p. 229.↑
27.Soto Coaguila, Carlos Alberto; Espinosa Reboa, Liliana y Trelles De Belaunde, Oscar; et
al., Fusiones & adquisiciones 1, Lima: Instituto Pacífico, 2015, p. 21.↑
28.Soto Coaguila, et al., Fusiones & adquisiciones 1, ob. cit., pp. 22-24.↑
29.Soto Coaguila, et al., Fusiones & adquisiciones 1, ob. cit., pp. 27-28.↑
30.Tavares Borba, José Edwaldo, Direito societário, 11.ª ed., Rio de Janeiro: Renovar, 2008,
p. 163.↑
31.Instrucción CVM N.° 554/2014: “Artículo 9-B: Son considerados inversores cualificados:
I – inversores profesionales; II – personas naturales o jurídicas que posean inversiones
financieras por cuantía superior a R$ 1.000.000,00 (un millón de reales) y que,
adicionalmente, atesten, por escrito, su condición de inversor cualificado mediante
declaración propia, de acuerdo con el Anexo 9-B; III – las personas naturales que hayan
sido aprobadas en exámenes de cualificación técnicas o que tengan certificaciones,
aprobadas por la CVM, como requisitos para el registro de agentes autónomos de
inversiones, administradores de cartera, analistas y consultores en valores mobiliarios, en
relación con sus recursos propios; y IV – clubes de inversiones, desde que tengan la cartera
administrada por uno o más cuotistas, que sean inversores cualificados. (NR)”↑
32.Soto Coaguila, et al., Fusiones & adquisiciones 1, ob. cit., p. 44.↑
Los únicos requisitos formales para que tenga lugar una fusión se
encuentran estipulados en el art. 73 de la LSA, que demanda la
aprobación del convenio de fusión por los accionistas. En virtud del
mismo, “El convenio de fusión deberá ser sometido a los accionistas
de cada una de las sociedades constituyentes, en una junta
convocada especialmente al efecto, de acuerdo con lo dispuesto en
los arts. 40 a 43 de esta ley. En esa junta se considerará el convenio
y se votará sobre si debe aprobarse o improbarse.”
Como se recordará, el art. 71 de la LSA hace alusión a la fusión por
consolidación o integración, de ahí que el art. 73 se refiera a la
aprobación de la fusión por los accionistas de “las sociedades
constituyentes”, es decir, por los de las que serán absorbidas por el
nuevo ente legal.
Por otro lado, la norma en comento fija los criterios formales que se
requieren para documentar la aprobación de la fusión. La decisión de
las distintas asambleas de accionistas de las sociedades que
intervienen en la fusión deberá ser acreditada en una certificación
que expedirán los respectivos Secretarios o Subsecretarios de haber
estos últimos, con las formalidades vistas al analizar el art. 44 de la
Ley. Este requisito de las certificaciones obedece a que las actas se
conservan en los registros de las sociedades, así que lo que puede
obtenerse son certificaciones de dichos documentos o de su
contenido.
Dicha norma fija los efectos de la fusión: “Una vez celebrado e inscrito
en el Registro Mercantil el convenio de fusión de acuerdo con lo
dispuesto en los dos artículos anteriores, cada una de las sociedades
constituyentes dejará de existir, y la sociedad consolidada, así
constituida, sucederá a las extinguidas en todos sus derechos,
privilegios, facultades y franquicias como dueña y poseedora de los
mismos, sujeta a las restricciones, obligaciones y deberes que
correspondían a las constituyentes respectivamente, entendiéndose
que los derechos de todos los acreedores de las sociedades
constituyentes respectivamente, y los gravámenes que afectan sus
bienes no serán perjudicados por la fusión, pero tales gravámenes
afectarán solamente a los bienes gravados en la fecha de la
celebración del convenio de fusión. Las deudas y obligaciones de las
sociedades constituyentes extinguidas corresponderán a la nueva
sociedad consolidada y su cumplimiento y pago podrán ser exigidos
a esta como si se hubiesen contraído por ella misma.”
2.2. De la adquisición
Al contrario de lo que ocurre con la fusión, tanto la adquisición de
activos de sociedades anónimas, como la adquisición de estas en
virtud del traspaso de sus acciones por los accionistas, carece de
regulación. La misma queda sujeta a la libertad contractual
consagrada en nuestra legislación civil 10; se regirá, en consecuencia,
por los términos y condiciones que convengan las partes en el
contrato de adquisición respectivo.
4. Conclusiones
Panamá es un país de servicio por naturaleza, que no puede ser
prejuzgada por el uso de sus instrumentos jurídicos para la
estructuración de transacciones extraterritoriales o la planificación
empresarial. Nuestra legislación proporciona los mecanismos para
que las autoridades competentes panameñas puedan identificar a
sus propietarios o beneficiarios finales, incluso, en caso de que las
sociedades anónimas panameñas emitan acciones al portador, por
lo que las sociedades panameñas son por acciones y no “anónimas”,
en atención a su naturaleza jurídica mercantil.
Referencias Bibliográficas
Durini Andrade, Felipe
Jurisprudencia
Referencias
1.Ley 2 de 1 de febrero de 2011, que regula las medidas para conocer al cliente por los
Agentes Residentes de entidades jurídicas existentes de acuerdo con las leyes de la
República de Panamá, modificada por la Ley 23 de 27 de abril de 2015.↑
2.Ley 47 de 6 de agosto de 2013, que adopta un régimen de custodia aplicable a las
acciones emitidas al portador.↑
3.Art. 694 y siguientes del Código Fiscal de Panamá.↑
4.Ley 2 del 1 de febrero de 2011, que regula las medidas para conocer al cliente por los
Agentes Residentes de entidades jurídicas existentes de acuerdo con las leyes de la
República de Panamá, modificada por la Ley 23 de 27 de abril de 2015; Ley 23 de 27 de
abril de 2015, por la cual se adoptan medidas para prevenir el blanqueo de capitales, el
financiamiento del terrorismo y de la proliferación de armas de destrucción masiva↑
5.Barbados, Corea del Sur, Emiratos Árabes Unidos, España, Francia, Irlanda, Israel, Italia,
Luxemburgo, México, Países Bajos, Portugal, Qatar, República Checa y Singapur. ↑
6.Estados Unidos de Norteamérica↑
7.Ver comentarios de Leturia Rengifo, Jorge Eduardo, “Apuntes acerca del arbitraje
estatutario”, en Revista Peruana de Derecho de la Empresa; pp. 88 a 90. Recuperado de
<http://bit.ly/2x1P10I>.↑
8.Durini Andrade, Felipe, La vía arbitral como alternativa para la solución de conflictos
societarios en la compañía anónima.↑
9.Fábrega Polleri, Juan Pablo, Tratado sobre la Ley de Sociedades Anónimas panameñas
comentada por artículo, 2.ª ed., Panamá: Editorial Fábrega, Molino y Mulino, 2014. ↑
10.Art. 1006 del CC: “Los contratantes pueden establecer los pactos, cláusulas y
condiciones que tengan por conveniente, siempre que no sean contrarios a la ley, a la moral
ni al orden público.”↑
11.El resaltado es nuestro y corresponde a la modificación introducida.↑
12.Sala Cuarta. Corte Suprema de Justicia; Sentencia de 14 de febrero de 2005; Pleno Corte
Suprema de Justicia; Sentencia de 24 de agosto de 2010↑
13.Sala Cuarta. Corte Suprema de Justicia; Sentencia de 8 de mayo de 2015.↑
14.Ob. cit.↑
2. Sociedades de capitales
Como se menciona en la Introducción de la presente investigación,
el punto de análisis solo versa en sociedades de capitales, esto
debido al alto número de sociedades de capitales que se constituyen
en los Estados Unidos Mexicanos. Consideramos de alta
trascendencia que el lector comprenda de una manera amplia que es
una sociedad de capitales y que pueda distinguirla. Lo anterior con el
único efecto de poder proporcionar al lector una mayor comprensión
acerca del presente estudio.
2.1. Concepto
Las sociedades de capitales o intuitus capitales, son aquellas
sociedades cuya característica primordial consiste en las cantidades,
es decir, el capital que los socios aportan al ente 2.
a) La asamblea.
X. Emisión de bonos;
XII. Los demás asuntos para los que la Ley o el contrato social
exija un quórum especial.
b) La administración
c) La vigilancia
b) La administración
c) La vigilancia
3. Órgano de administración
Es importante establecer que la representación de toda sociedad
recae sobre los administradores, quienes tendrán las facultades
suficientes para poder realizar todas las operaciones inherentes al
objeto de la sociedad, siempre y cuando estas operaciones no se
encuentren prohibidas por la legislación mexicana o por el contrato
social, lo anterior, se encuentra regulado en el art. 10 de la LGSM.
3.1. Concepto de administrador
La LGSM en su art. 142 establece que la administración de una
sociedad anónima estará a cargo de uno o varios mandatarios
temporales y revocables, quienes podrán ser socios o personas
ajenas a la sociedad.
En este tipo penal nos establece cuales son las acciones que tiene
que realizar el administrador para que se configure el dolo, las cuales
son:
Referencias bibliográficas
De Barrera Graf, Jorge
Referencias
1.Recuperado de <http://bit.ly/1V2xHvm>.↑
2.De Barrera Graf, Jorge, Instituciones del derecho mercantil: generalidades, derecho de la
empresa, sociedades, 2.ª ed., México: Porrúa, 1991, p. 345. ↑
3.Paredes Sánchez, Luis y Meade Hervert, Oliver, Derecho mercantil. Parte general y
sociedades, México: Patria, 2008, p. 151.↑
4.Para efectos del presente trabajo, la representación orgánica es aquella que tienen los
administradores para actuar en nombre y por cuenta de la sociedad.↑
5.Paredes y Meade, Derecho mercantil. Parte general y sociedades, ob. cit., p. 198. ↑
6.Paredes y Meade, Derecho mercantil. Parte general y sociedades, ob. cit., p. 205. ↑
7.Rico Álvarez, Fausto, Garza Bandala, Patricio y Cohen Chicurel, Mischel, Compendio de
derecho de lsa obligaciones, México: Porrúa, 2014, p. 266.↑
8.Paredes y Meade, Derecho mercantil, parte general y sociedades, ob. cit., p. 205. ↑
9. Sistema de autorizaciones
En caso de presentarse un conflicto de interés, el administrador sólo
podrá participar en el acto o negocio respectivo, sin arriesgar su
nulidad, 30cuando medie la autorización correspondiente, bien sea de
la asamblea general de accionistas o de la junta de socios,
dependiendo de si el administrador es representante legal, miembro
de un órgano colegiado de administración u otro tipo de administrador
conforme a la definición del art. 12 del Proyecto. 31
11. Conclusión
El Proyecto de Ley promovido por la SSC sistematiza e incorpora
normativamente los esfuerzos realizados en años pasados por esa
misma entidad para llenar los vacíos e inconvenientes del régimen
vigente en Colombia. En este sentido, desde la creación de la
Delegatura para Asuntos Mercantiles, la información y las directrices
jurídicas disponibles para la evaluación de la responsabilidad de los
administradores han tenido un vuelco significativo que debe
mantenerse en el tiempo.
Jurisprudencia
Corte Constitucional, Sentencia C-123 de 22 de febrero de 2006.
M.P. Clara Inés Vargas Hernández.
Referencias
1.Ibis.↑
2.Superintendencia de Sociedades, Circular Externa N.° 009 de 18 de Julio de 1997 y
Circular Externa N.° 100-006 de 2008.↑
3.Proyecto de Ley 70 de 2015. Art. 12.↑
4.Ibid. Art. 12, numeral 7.↑
5.Ibid. Art. 12, parágrafo primero.↑
6.Ibid. Art. 12, parágrafo segundo.↑
7.Ibid. Art. 13.↑
8.Superintendencia de Sociedades. Circular Externa N.° 100-006 de 2008.↑
9.Corte Constitucional, Sentencia C-123 de 22 de febrero de 2006. M.P. Clara Inés Vargas
Hernández.↑
10.Ibid.↑
11.Ibid.↑
12.Por ejemplo, Corte Constitucional, Sentencia T-450 de 26 de mayo de 2011. M.P.
Humberto Antonio Sierra Porto.↑
13.Superintendencia de Sociedades. Circular Externa N.° 100-0006 de 2008.↑
14.Proyecto ob. cit. Exposición de Motivos.↑
15.Ibid. Art. 17.↑
16.Ibid. Exposición de Motivos.↑
17.Ibid. Art. 18.↑
18.“La diligencia de un buen hombre de negocios hace relación a que las actuaciones de los
administradores no sólo deben encontrarse acompañadas de la prudencia de un buen padre
de familia, sino que su diligencia debe ser la que tendría un profesional, un comerciante
sobre sus propios asuntos, de manera que su actividad siempre debe ser oportuna y
cuidadosa, verificando que la misma esté ajustada a la ley y los estatutos, lo que supone un
mayor esfuerzo y una más alta exigencia para los administradores en la conducción de la
empresa”. Superintendencia de Sociedades, Circular Externa N.° 100-006 de 2008.↑
19.Ibid. Exposición de Motivos.↑
20.Superintendencia de Sociedades, Circular Externa N.° 100-006 de 2008.↑
21.Ibid.↑
22.Ibid. Art. 15.↑
23.Circular Externa N.° 100-006 del 25 de marzo de 2008↑
24.Ibid. “a) El cónyuge o compañero permanente del administrador, o las personas con
análoga relación de afectividad; b) los ascendientes, descendientes y hermanos del
administrador o del cónyuge del mismo; c) los cónyuges de los ascendientes, de los
descendientes y de los hermanos del administrador o del cónyuge del mismo; d) los socios
del administrador, en compañías que no tengan la calidad de emisores de valores, o en
aquellas sociedades en las cuales dada su dimensión, el administrador conozca la identidad
de sus consocios”.↑
25.Superintendencia de Sociedades, Delegatura de Asuntos Mercantiles, Sentencia N.°
800-052 del 1 de septiembre de 2014.↑
26.Superintendencia de Sociedades, Delegatura de Asuntos Mercantiles, Sentencia N.°
2014-801-054 de 2014.↑
27.Ibis.↑
28.Proyecto ob. cit., Exposición de Motivos.↑
29.Ibid. Art. 20. “Personas vinculadas. Para los efectos del art. 19 de esta ley se entenderá
que son personas vinculadas al administrador las siguientes: 1. El cónyuge o compañero
permanente del administrador o las personas con análoga relación de afectividad. 2. Los
parientes del administrador, de su cónyuge o de su compañero permanente, dentro del
cuatro grado de consanguinidad, así como los cónyuges y compañeros permanentes de
tales parientes. 3. Las sociedades en las que el administrador o cualquiera de las personas
mencionadas en los numerales anteriores detenten la calidad de controlantes, conforme al
art. 260 del Código de Comercio. 4. Las sociedades en las que ocupe simultáneamente el
cargo de administrador. 5. Los patrimonios autónomos en los que el administrador sea
fideicomitente o beneficiario y tenga un interés sustancial; y 6. Aquellas personas naturales
o jurídicas que ejerzan conforme al art. 260 del Código de Comercio, el control sobre la
sociedad en la que el administrador cumpla sus funciones”.↑
30.30 Ibid. Art. 21. Parágrafo primero. “Si el acto o negocio se celebrare sin mediar la aludida
autorización, cualquier interesado podrá solicitar su nulidad absoluta, sin perjuicio de la
responsabilidad en que incurra el administrador. Esta nulidad absoluta podrá sanearse, en
los términos previstos en el art. 1742 del Código Civil, siempre que se obtenga la
autorización expresa de la asamblea, impartida de conformidad con lo previsto en el art. 22
de esta ley. 6 Parágrafo segundo. La circunstancia de que el administrador se ausente de la
reunión correspondiente o se abstenga de votar en ella no lo exonerará de darle
cumplimiento al trámite previsto en este artículo”. ↑
31.31 Ibid. Art. 21. “1. Si el administrador fuere representante legal, deberá convocar en
forma inmediata a la asamblea general de accionistas o junta de socios. 2. Si el
administrador fuere miembro de la junta directiva o de cualquier órgano de administración
de naturaleza colegiada, deberá revelar la existencia del conflicto de interés tan pronto como
se presente, para que se convoque, de modo inmediato, a la asamblea general de
accionistas o junta de socios. 3. Si el administrador no fuere representante legal ni miembro
de junta directiva, deberá informarle al representante legal para que proceda conforme al
numeral 1 de este art. 4. En el orden del día de la convocatoria correspondiente deberá
incluirse el punto relativo al análisis de la situación respecto del cual se ha presentado el
conflicto de interés. Durante la reunión de asamblea o junta de socios, el administrador
deberá suministrarles a los asociados toda la información relevante acerca del negocio.”↑
32.Ibid. Art. 22, numeral 1.↑
33.Ibid. Art. 22, numeral 2.↑
34.Ibid. Art. 22, numeral 3.↑
35.Superintendencia de Sociedades. Circular Externa N.° 100-0006 de 2008↑
36.Superintendencia de Sociedades. Oficio N.° 220-48932 del 24 de septiembre de 2004,
reiterado en el Concepto N.° 220-020887 de 25 de febrero de 2013.↑
37.Proyecto, ob. cit. Exposición de Motivos.↑
5. Conclusiones
El escenario actual que rige esta materia presenta una exigua
regulación internacional para las operaciones de
fusión transfronteriza. La globalización en materia económica ha
incrementado considerablemente en la práctica la tendencia a llevar
a cabo operaciones de fusión transfronteriza, por parte de empresas
multinacionales.
Referencias bibliográficas
De Maekelt, Tatiana B.
Trendelenburg, Hortense
Jurisprudencia
Referencias
1.Trendelenburg, Hortense, “Cross-border mergers: problems and solutions”, en
International Business Lawyer, vol. 30, n.° 2, 2002, p. 69. ↑
2.Mayo Catalano, Mercedes, Fusión y escisión internacional de sociedades mercantiles,
Caracas: Serie Estudios vol. 68, 2007, p. 66.↑
3.Firmado el 2 de octubre de 1997 en la ciudad de Ámsterdam, entró en vigor el 2 de mayo
de 1999.↑
4.Reglamento (CE) N.° 2157/2001, del 08 de octubre de 2001, por el que se aprueba el
Estatuto de la Sociedad Anónima Europea.↑
5.Mayo Catalano, Fusión y escisión internacional de sociedades mercantiles, ob. cit., p. 46. ↑
6.Ley N.° 218 del 31 de mayo de 1995 (Reforma del sistema italiano de derecho internacional
privado), Gaceta Oficial de la República Italiana del 3 de junio de 1995.↑
7.Santa María, Alberto, “Spunti di rifflessione sulla nuova norma de diritto internazionale
privato in materia du società ed altri enti”, Collisio Legum, Studi di diritto internazionale
privato per Gerardo Broggini, Milano, Dott. A. Giuffrè Editore, 1997, pp. 482-483.↑
8.Ley 3/2009, del 3 de abril, sobre modificaciones estructurales de las sociedades
mercantiles. Publicado en BOE N.° 82, del 4 de abril del 2009.↑
9.Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela n.° 36.511, del 6 de agosto de
1998.↑
10.De Maekelt, Tatiana B., “Influencia del sistema de derecho internacional privado
venezolano en el Código de Comercio vigente”, en Centenario del Código de Comercio
venezolano de 1904, Alfredo Morales Hernández e Irene Valera (coords.), Caracas:
Academia de Ciencias Políticas y Sociales, 2004, p.224.↑
11.Mayo Catalano, Fusión y escisión internacional de sociedades mercantiles, ob. cit., p.
155.↑
Si bien excede los alcances del presente artículo, cabe destacar que
existen una serie de argumentos legales que podrían ser sostenidos
para buscar cuestionar una pretensión de nulidad del Contrato APP
—como el argumentar que el acto administrativo y el contrato son
actos separados, plazos prescriptorios, etc.—.
1.2 Contratos de gestión patrimonial
La Ley N.º 30225, Ley de Contrataciones con el Estado, regula en
nuestro país a lo que se conoce como contratos de gestión
patrimonial, aquellos en virtud de los cuales el Estado adquiere
bienes, servicios, u obras públicas, remunerando al privado
íntegramente con fondos públicos. Esta norma, además de
establecer la exigencia de que los contratos cuenten con una cláusula
anticorrupción —de forma similar a lo que ocurre bajo el Texto Único
Ordenado (TUO) del D. Leg. N.° 1224—, establece expresamente la
posibilidad de que se declare la nulidad del contrato por ciertas
razones, entre las cuales está el que se acredite —mediante
reconocimiento o sentencia consentida o ejecutoriada— la comisión
de un delito en el procedimiento de selección específico de que se
trate.
2. M&A y anticorrupción
Un comprador interesado en adquirir una empresa objetivo (o sus
activos), primero debe analizar si resulta relevante o no realizar una
auditoría de compliance. Un análisis inicial puede ser realizado sobre
la base de la información pública existente (incluyendo, por ejemplo,
la revisión de antecedentes de sus principales directores y
empleados) e involucra identificar señales de alerta o red flags 3.
Bajo los alcances de la Ley N.° 30424, las empresas serán pasibles
de ser sancionadas por cometer ciertos delitos. Las sanciones son
significativas, ya que además de la imposición de multas, se podrá
requerir la cancelación de sus permisos y licencias. Conforme
indicamos, dicha normativa reconoce la posibilidad de exonerar a la
persona jurídica si esta adopta e implementa en su organización —
con anterioridad a la comisión del delito— un modelo de prevención
adecuado.
Bajo los alcances de la Ley N.° 30424, las empresas serán pasibles
de ser sancionadas por cometer ciertos delitos. Las sanciones son
significativas, ya que además de la imposición de multas, se podrá
requerir la cancelación de sus permisos y licencias. Conforme
indicamos, dicha normativa reconoce la posibilidad de exonerar a la
persona jurídica si esta adopta e implementa en su organización —
con anterioridad a la comisión del delito— un modelo de prevención
adecuado.
Dicho análisis debe ser realizado caso por caso y sobre la base de
los antecedentes y hallazgos concretos. Resulta necesario
determinar, entre otros, si existirá obligación solidaria de la nueva
entidad o si se considera que la fusión es una mera continuidad de la
empresa objetivo. En particular, es importante que la transacción
corporativa tenga sustento real y que la empresa que “mantenga” el
negocio “cuestionado” tenga activos reales para hacer frente a
cualquier eventual sanción.
(iv) Indemnización
Eliminar
2.3 Due Dilligence post adquisición e implementación de políticas
de compliance
En ciertos países —bajo la normativa de FCPA— se permite atenuar
o liberar de responsabilidad a un comprador diligente. Al respecto,
las siguientes recomendaciones resultan comúnmente aplicadas y
revisten de particular importancia tomando en cuenta el deber de
mitigar bajo ley peruana:
Referencias bibliográficas.
AQUILA Frank, Krishna VEERARGHAVAN y Jeffrey LEE.
What You Need to Know About the FCPA Before you Do Your Next
Deal. Recuperado de https://stanford.io/2HTngJZ.
Volkov, Michael
Warin F. Joseph
Referencias
1.Abogado por la Universidad de Lima. Máster en Derecho Corporativo por Harvard
University. En el presente artículo usamos el término compliance en el contexto del
cumplimiento de normativa anticorrupción y contra el lavado de activos. En tal sentido, el
mismo no comprende el cumplimiento de pautas o normas de buen gobierno corporativo. ↑
2.La norma de FCPA contiene disposiciones relacionadas a anticorrupción y controles
internos. Ambas disposiciones aplican a emisores que tienen acciones listadas en una bolsa
de valores de los Estados Unidos de América o que está de otra forma sujeta a obligaciones
de reporte de la SEC (i.e. foreign private issuers). Las disposiciones de anticorrupción
también abarcan a empresas que tienen su principal lugar de negocios en los Estados
Unidos de América o que están constituidas bajo las normas de dicho país o a personas
extranjeras que cometen delitos en su territorio. En el 2016, casi un tercio de las demandas
de FCPA han involucrado un país latinoamericano (incluyendo un caso peruano). ↑
3.La relevancia de realizar un due diligence anticorrupción fue destacada en un survey report
de KPMG de 2015 en el que concluyó que: i) 69 % de las empresas listadas en Estados
Unidos de América (E.U.A.) y Reino Unido (UK) incluyen consideraciones anticorrupción en
sus due diligence pre adquisición; ii) 55 % de empresas listadas (fuera de E.U.A. y UK)
incluyen consideraciones de anticorrupción en sus due diligence pre adquisición; y iii) 54 %
de las empresas no listadas incluyen consideraciones anticorrupción en sus due diligence
pre adquisición.↑
4.El primer factor que se suele tener en cuenta es sí el país en el que se realiza la inversión
es un país con reputación de corrupción, por ejemplo, en el Transparency International’s
Corruption Perception Index. El Perú figura en el puesto 101 de 176 países de dicho índice.↑
3.La relevancia de realizar un due diligence anticorrupción fue destacada en un survey report
de KPMG de 2015 en el que concluyó que: i) 69 % de las empresas listadas en Estados
Unidos de América (E.U.A.) y Reino Unido (UK) incluyen consideraciones anticorrupción en
sus due diligence pre adquisición; ii) 55 % de empresas listadas (fuera de E.U.A. y UK)
incluyen consideraciones de anticorrupción en sus due diligence pre adquisición; y iii) 54 %
de las empresas no listadas incluyen consideraciones anticorrupción en sus due diligence
pre adquisición.↑
4.El primer factor que se suele tener en cuenta es sí el país en el que se realiza la inversión
es un país con reputación de corrupción, por ejemplo, en el Transparency International’s
Corruption Perception Index. El Perú figura en el puesto 101 de 176 países de dicho índice. ↑
5.La Ley N.° 30737 y su Reglamento han incluido criterios objetivos que permiten tener una
mayor visibilidad de la reparación civil.↑
6.Naturalmente, un vendedor estará interesado en que dicha auditoría sea realizada, dado
que puede reducir su eventual obligación de indemnización.↑
7.Cabría analizar el alcance de la confesión sincera como atenuante de responsabilidad. Sin
embargo, ante la falta de normativa y precedentes sobre el tema no existe claridad sobre su
aplicación a este tipo de casos.↑
2. Valorización de empresas
Antes de entrar a detalle respecto de lo que concierne y cómo
funciona la cláusula de ajuste de precio, es importante detenernos en
explicar cómo se valoriza una empresa, pues, como veremos más
adelante, el ajuste de precio no es otra cosa que un método para
intentar reflejar el valor otorgado a la compañía objetivo en el precio
total pagado, teniendo en cuenta las variaciones temporales y otras
variables que hubieran podido ocurrir durante la transacción. Es
fundamental para un abogado transaccional entender —al menos de
manera general— el proceso de valorización y el método de
valorización utilizado para calcular el precio de compra por la
compañía objetivo.
Los múltiplos del precio más utilizados son aquellos en relación a los
ingresos de la compañía objetivo. El más común, especialmente para
compañías listadas, suele ser el ratio precio en relación a ingresos
(price-to-earnings (P-E) ratio). Sin embargo, debido a que los
ingresos de una compañía se encuentran sujetos también al nivel de
deuda asumido por la misma, al pago de impuestos y a la
depreciación y amortización de sus activos tangibles e intangibles,
respectivamente, algunos analistas utilizan variaciones del P-E ratio.
(ii) Definiciones
4. Consideraciones tributarias
El presente artículo no pretende abordar las implicancias tributarias
vinculadas a los mecanismos de ajuste de precio. Sin perjuicio de lo
anterior, sí cabe indicar que es importante en toda adquisición
analizar los efectos tributarios que serían aplicables a un ajuste de
precio propiamente dicho (los mecanismos de ajuste que hemos
indicado a lo largo de este trabajo), de un ajuste de precio (o pago de
una indemnización) por la falsedad o inexactitud de una declaración
y garantía 30, y determinar de acuerdo a ello si habrá alguna
diferencia. Asimismo, será importante determinar si las
consecuencias tributarias variarán en caso el ajuste ocurra en un
periodo tributario distinto al periodo en el cual se dio la fecha de
cierre.
5. Palabras finales
La cláusula de ajuste de precio es una de las más complejas dentro
de los contratos de compraventa de acciones y, a la vez, una de las
que con mayor probabilidad tendrá efectos económicos en las partes.
Debido a ello los abogados que redactan dichos contratos deben
prestar suma atención a su redacción y funcionamiento, pues
cualquier error llevará a pagos no deseados. En tal sentido,
esperamos que este artículo haya servido para contribuir a la
comprensión del funcionamiento del ajuste de precio y su importancia
en los contratos de compraventa de acciones.
Referencias bibliográficas
Clifford Chance
E&Y
Harrison, Christopher S.
Harter, Michael A.
Pratt, Shannon P.
Referencias
1.De acuerdo al estudio, el 75 % de estas transacciones cuentan con un ajuste de precio
sobre la base del capital de trabajo de la compañía objetivo, mientras que aproximadamente
un tercio de estas transacciones cuentan con un ajuste de precio sobre la base de los niveles
de caja o deuda de la misma. Ver en Harrison, Christopher S., Make the deal: negotiating
mergers and acquisitions, EE.UU.: Bloomberg BNA, 2016, pp. 72-73.↑
2.Asimismo, no es común incluir cláusulas de ajuste de precio en transacciones que
involucran compañías objetivo cuyas acciones se encuentran listadas en bolsa, debido a las
complicaciones prácticas que su implementación requeriría.↑
3.Petitt, Barbara y Ferris, Kenneth, Valuation for mergers and acquisitions, EE. UU.: Pearson
Education Inc., 2013, pp. 11-12.↑
4.Ibid. p. 13.↑
5.Acrónimo de Earnings (E) Before (B) Interest (I), Taxes (T), Depreciation (D) and
Amortization (A) (en español, ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y
amortización).↑
6.Pratt, Shannon P. Valuing a business: the analysis and appraisal of closely held
companies, 5.ª ed., EE.UU.: McGraw-Hill, 2008, p. 56.↑
7.Harter, Michael A., “Due diligence related to financial projection bias in pricing M&A
transactions”, en Financial Advisory Services Insight, 2015, p. 27. ↑
8.Este artículo no desarrollará a profundidad lo relativo al mecanismo del earn out. Sin
embargo, cabe señalar que en este tipo de ajuste, el precio se divide en dos componentes:
uno fijo, pagadero en la fecha de cierre, y uno variable, pagadero, en caso corresponda, a
determinada fecha a partir de la fecha de cierre. Normalmente, el pago de este componente
variable se sujeta a puntos de referencia financieros a ser calculados en determinado
periodo luego del cierre, por ejemplo, ingresos netos, flujo de caja o el precio por acción de
la compañía adquirida.↑
9.Kirkland & Ellis LLP, “Kirkland M&A update: the well-adjusted purchase price adjustment”,
2010. Recuperado de <http://bit.ly/2eTStV7>.↑
10.De Cendra, Javier y Balañá, José, “Los contratos de M&A en España”, en IE Business
School y Hogan Lovells, publicación electrónica, 2014, p. 15.↑
11.En supuestos de una compra de una división de negocios, se pueden preparar estados
financieros específicos referidos a la línea de negocio en venta. ↑
12.De Cendra y Balañá, “Los contratos de M&A en España”, art. cit., p. 15.↑
13.En este documento no haremos un análisis particular acerca de los tipos de ajuste de
precio vinculados a la obtención de determinado resultado, ya que el ajuste es simple: si la
compañía obtiene durante el periodo entre firma y cierre del contrato un objetivo establecido
por las partes, el precio se mantendrá o podrá ser ajustado hacia arriba, según corresponda.
Caso contrario, el precio se mantendrá igual o podrá ser ajustado hacia abajo, conforme sea
aplicable en cada caso.↑
14.E&Y, Share purchase agreements. Purchase price mechanism and current trends in
practice, 2.ª ed., EE.UU., 2012, p. 8. Recuperado de <https://go.ey.com/2wP5CVH>. ↑
15.Moore, Robert y Jenkins, Andy, “Issues in negotiating cash free debt free deals”, 2015,
pp. 1-2. Recuperado de <http://bit.ly/2fP7QLN>.↑
16.En Alemania, por ejemplo, la tendencia actual va hacia promover e incrementar la
inclusión de este tipo de mecanismo en los contratos de compraventa de acciones. Véase
en Clifford Chance, “General procedure for M&A transactions in Germany”, p. 17. ↑
17.Ibid., p. 18.↑
18.E&Y, “Inside the locked box”. Recuperado de <https://go.ey.com/2xbYOSz>.↑
19.Conocidas en inglés como “no leakage covenants”. ↑
20.Espinosa Reboa, Liliana y Trelles de Belaunde, Oscar, “Desinversiones por fondos de
inversión o privaty equity” en Fusiones & adquisiciones, Lima: Instituto Pacífico e Instituto
Peruano de Arbitraje-IPA, 2015, p. 33.↑
21.Clifford Chance, “General procedure for M&A transactions in Germany”, art. cit., p. 17.↑
22.En efecto, se pueden presentar distintas controversias respecto a la utilización del
EBITDA como parte de la metodología para determinar el precio. Una de las discrepancias
en el cálculo de este componente es la relacionada al cálculo de las ganancias o de la
utilidad operativa, ya que no todo ingreso califica como tal para efectos del cálculo del
EBITDA. Los ingresos a ser computados deben tratarse de recurrentes, es decir, no entran
al cálculo de la utilidad operativa aquellos ingresos no recurrentes o extraordinarios. No es
unánime la decisión de cómo categorizar determinado ingreso, por lo que ello puede traer
consigo diversas controversias. Una discrepancia similar se genera en el caso de costos y
gastos no recurrentes, los mismos que de considerados para efectos de calcula el EBITDA
de la compañía, disminuirán el mismo. No es unánime tampoco la decisión de cómo
categorizar determinado costo. Para más información sobre la determinación del precio en
base a un múltiplo EBITDA y discrepancias que puedan surgir en el cálculo de este
componente, ver Rebaza Torres, Alberto y Ochoa Becerra, Lucía, “Controversias principales
en contratos de compraventa de acciones”, en Fusiones & adquisiciones, Lima: Instituto
Pacífico e Instituto Peruano de Arbitraje-IPA, 2015.↑
23.Payet, José Antonio, “Reflexiones sobre el contrato de compraventa de empresa y la
responsabilidad del vendedor” en Fusiones & adquisiciones, Lima, Instituto Pacífico e
Instituto Peruano de Arbitraje-IPA, 2015, p. 95.↑
24.Walton, Leigh y Kreb, Kevin D., “Purchase price adjustments, earn outs and other
purchase price provisions” en American Bar Association, Section of Business Law, 2005
Spring Meeting, pp. 18 y 19.↑
25.En efecto, como indica Payet, es importante definir en el contrato el alcance de la
intervención del tercero. En primer lugar, dado que la empresa contable definirá el precio
final, podría interpretarse que ésta cumple la función de un tercero integrador de la relación
contractual. En este caso, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 1407, 1408 y
1544 del CC, la determinación del precio quedará al mero arbitrio de dicho tercero y su
decisión solo podrá ser impugnada de probarse la mala fe del mismo. En cambio, si en el
contrato se hubiera establecido que la decisión no queda al mero arbitrio del tercero, sino
sujeta a una serie de reglas e instrucciones, entonces se trataría de un arbitrio de equidad.
Finalmente, si en el contrato se establece la determinación como un sistema de resolución
de controversia contractual entre el comprador y el vendedor, el perito tendrá la condición
de árbitro, y su determinación la de un laudo arbitral. Así, en este último caso, la decisión
final será susceptible de impugnación judicial como laudo arbitral. Ver Payet, “Reflexiones
sobre el contrato de compraventa de empresa y la responsabilidad del vendedor”, art. cit. p.
95.↑
26.Walton y Kreb, “Purchase price adjustments, earn outs and other purchase price
provisions”, ob. cit. p. 20↑
27.Loc. cit.↑
28.Harrison, Make the deal: negotiating mergers and acquisitions, ob. cit., p. 58. ↑
29.Ibid. p. 76.↑
30.Como sabemos, las declaraciones y garantías (representations and warranties) son
aseveraciones que otorgan las partes del contrato respecto de sí mismos (y sus empresas
vinculadas, de ser el caso) y la compañía (en el caso del vendedor), con el objeto de
garantizar las afirmaciones otorgadas y hacerse responsables por la falsedad o inexactitud
frente a la otra parte.↑
2. Ejemplo introductorio
Me invitaron a una reunión de improvisto, en el estudio en el que
trabajaba, una tarde. El grupo de práctica de arbitraje estaba
atendiendo a un cliente, y vio por necesario que un abogado
especializado en M&A participara de la reunión en un punto de la
misma 2.
Para empezar, podemos partir de una revisión del artículo 1132 del
CC, que tiene el siguiente tenor:
[…]
Ahora bien, el art. 1504 del CC establece una diferencia entre los
vicios ocultos y aquellos cuyo conocimiento era posible por parte del
adquiriente:
9. Nota conclusiva
Desde una perspectiva económica, en suma, las cláusulas relativas
a sandbagging permiten al comprador reducir su exposición al riesgo
de su propia diligencia. En efecto, si negocia y obtiene una
cláusula pro-sandbagging en el contrato de compraventa de
acciones, tendrá derecho a recuperar cualquier pago que la empresa
que ha adquirido deba hacer con posterioridad al cierre por hechos
que se hayan originado antes de la fecha de firma o cierre según se
haya pactado. Según el tipo de operación de que se haya tratado, es
conveniente hacerlo de uno u otro modo.
Referencias bibliográficas
Aldea Correa, Vládik
Ferri, Giovanni
Shadden, Stacey
Whitehead, Charles K.
Referencias
1.En lo que sigue en este artículo vamos a referirnos al contrato de compraventa de acciones
como expresión única del derecho de M&A a la que es pertinente la comprensión de las
cláusulas sobre sandbagging. Ello no es así, sin embargo, pues estas cláusulas son
aplicables a todos los tipos de operaciones de M&A. Estos tipos son comentados en el primer
párrafo de la Introducción de este artículo.↑
2.Aunque el caso es público, a pesar de tratarse de un arbitraje, voy a omitir los nombres en
esta sección, pues el objeto de este ejemplo es permitir al lector hacerse una idea
introductoria de la problemática que subyace a las cláusulas sobre sandbagging.↑
3.Traducción libre del inglés. Whitehead, Charles, “Sandbagging: default rules and
acquisition agreements”, en Delaware Journal of Corporate Law (DJCL), vol. 36, n.° 3, 2011,
p. 1081. Recuperado de <http://bit.ly/2k0LuLT>.↑
4.Traducción libre del inglés. Miziolek, Aleksandra y Angelakos, Dimitrios, “From poker to
the world of mergers and acquisitions”, en Michigan Bar Journal, vol. 92, n.° 6, 2013, p. 30.
Recuperado de <http://bit.ly/2jXV0PL>.↑
5.Avery, Daniel y Weintraub, Daniel H., “Trends in M&A provisions: ‘sandbagging’ and ‘anti-
sandbagging’ provisions”, en Bloomberg Law Reports, Mergers and Acquisitions. Bloomberg
Finance, 2011, p. 1. Recuperado de <http://bit.ly/2yEDGmc>.↑
6.Miziolek y Angelakos, “From poker to the world of mergers and acquisitions”, art. cit., p.
31.↑
7.Loc. cit.↑
8.Avery y Weintraub, “Trends in M&A provisions: ‘sandbagging’ and ‘anti-sandbagging’
provisions”, art. cit., p. 1, 2.↑
9.Miziolek y Angelakos, “From poker to the world of mergers and acquisitions”, art. cit. ↑
10.TELEPHIA, INC., Plaintiff, v. Steven CUPPY et al., Defendants. Steven Cuppy, et al.,
Counterclaimants, v. Telephia, Inc., et al., Counterdefendants. Case No. 15-cv-03839-HSG
(N.D. Cal. Dec. 2, 2015); Cobalt Operating, LLC v. James Crystal Enterprises, LLC, Not
Reported in A.2d (2007), 2007 WL 2142926; Interim Healthcare, Inc. v. Spherion Corp., 884
A.2d 513 (2005); Kelly v. McKesson HBOC, Inc., Not Reported in A.2d (2002), 2002 WL
88939; NY Gusmao v. GMT Group, Inc., 2008 WL 2980039 (S.D.N.Y. Aug. 1, 2008); NY-
Galli v. Metz 973 F.2d 145 (2d Cir. 1992).↑
11.Whitehead, “Sandbagging: default rules and acquisition agreements”, art. cit., p. 1084. ↑
12.Cho, David K. and Chung, Seon N., “Sandbagging in M&A transactions: Default rules in
Delaware, New York and California”, EE.UU.: Lexology. Recuperado de
<http://bit.ly/2k20t8g>.↑
13.Fecha de cierre es una fecha, pactada por las partes en el contrato de compraventa de
acciones, en que se completa una adquisición de empresas. Incluye el pago final por la
propiedad de las acciones que se adquiere y el traspaso legal de la propiedad de dichas
acciones, entre otras tantas circunstancias que se pueden incluir en esta regulación para
implementar en todos sus aspectos la adquisición. De común, es una fecha posterior a la de
la firma del contrato (fecha de firma).↑
14.Traducción libre del inglés. Whitehead, “Sandbagging: default rules and acquisition
agreements”, art. cit., p. 1088.↑
15.Choi, Albert H. y Triantis, George G., “Strategic vagueness in contract design: the case
of corporate acquisitions” (2009), Yale Law Journal, vol. 119, 2010; Virginia Law and
Economics Research Paper n.° 2009-16. Recuperado de <http://bit.ly/2hJHvPk>.↑
16.Traducción libre del inglés. Whitehead, “Sandbagging: default rules and acquisition
agreements”, art. cit., p. 1106.↑
17.Osterling, Felipe y Castillo Freyre, Mario, Compendio de derecho de las obligaciones,
Lima: Palestra, 2008, p. 150.↑
18.Torres Vásquez, Aníbal, Teoría general de las obligaciones, t. I, Lima: Palestra, 2014, p.
460.↑
19.Aldea Correa, Vládik, “Comentario al artículo 1504 del Código Civil”, en Código Civil
comentado, t. VII (Contratos. Parte general), 3.ª ed., Gaceta Jurídica, 2010. ↑
20.De La Puente, Manuel, El contrato en general, t. III, Lima: Palestra, 2011, p. 528. ↑
21.Ferri, Giovanni, “La vendita”, en Obligazioni e contratti. t. III, Torino: Unione Tipografico-
Editrice Torinese, 1984, p. 249.↑
22.Aldea Correa, “Comentario al artículo 1504 del Código Civil”, art. cit.↑
23.De La Puente, El contrato en general, t. III, ob. cit., pp. 544-545.↑
24.Esta afirmación deja de lado, a propósito y para simplificar el análisis, el hecho de que
existe también en los procesos de M&A revelación de información en el contexto de los
acuerdos de confidencialidad (“NDA” por su acrónimo en inglés), que tienen lugar al principio
de las negociaciones comúnmente; y, en general, de que puede revelarse información a lo
largo del todo el proceso de negociación que involucra una transacción de M&A. ↑
25.Por la importancia para el análisis que hago en esta sección, reproduzco la nota
publicada por la Revista de Derecho Forsetti, —a cargo de los alumnos de la Facultad de
Derecho de la Universidad del Pacífico—, en su publicación periódica online el 2 de
diciembre del 2015 a continuación: “Estrategias en transacciones de M&A: Sandbagging
Carlos Granda Boullón Socio del Estudio Osterling. Abogado por la Pontificia Universidad
Católica del Perú. Master of Laws por The University of Michigan Law School. Renzo E.
Saavedra Velazco Asociado del Estudio Osterling. Abogado y magíster en Derecho Civil por
la Pontificia Universidad Católica del Perú. En los últimos años, las operaciones de fusiones
y adquisiciones (“M&A”) locales incrementaron su número y sofisticación. Estos datos
explican por qué es cada vez más usual el uso de estrategias creadas en mercados de M&A
más maduros, por ejemplo, las cláusulas pro y anti sandbagging. To sandbag, en M&A,
refiere el caso en que el comprador conoce, antes del cierre del Contrato de Compraventa
de Acciones o activos, que una o varias de las declaraciones y garantías (“R&W”) del
vendedor resultan falsas o inexactas; y a pesar de ello cierra el deal para luego gatillar el
mecanismo de indemnización previsto en el contrato para dichas circunstancias [Cfr. West,
Glenn D. y Shah, Kim M., “Debunking the myth of the sandbagging buyer: when sellers ask
buyers to agree to anti-sandbagging clauses, who is sandbagging whom?” en The M&A
Lawyer, vol. 11, n.° 1, 2007, pp. 3-7. Shadden, Stacey, “How to sandbag your opponent in
the unsuspecting world of high stakes acquisitions”, en Creighton Law Review, vol. 47, n.° 3,
2014, pp. 459-475.]. Menos intencionalmente, hay sandbagging, cuando el comprador
quiere gatillar el mecanismo de indemnización referido aduciendo el desconocimiento de la
situación que en su opinión equivale a un incumplimiento de los R&W, cuando tal situación
le fue informada o cuando estuvo en capacidad de conocerla, actuando razonable y
diligentemente, en la etapa de negociaciones o due diligence. “Potato, potatoe”. Como el
vendedor no tiende a actuar pasivamente cuando le quieren practicar un sandbagging, el
comprador debe estimar que va a tener que demandar para obtener la indemnización
[Whitehead, “Sandbagging: default rules and acquisition agreements”, art. cit., pp. 1081-
1115]. Todos estos costos son calculados por el comprador, ya sea que conozca de la
inexactitud antes del cierre y la calle, o que descubra luego la inexactitud que pudo haber
conocido y quiera reclamar la indemnización igual [Iovine, Luke P. (III), “Sandbagging in
M&A deals: Silence may not be Golden”, en The M&A Lawyer, vol. 16, N.° 1, 2012, pp. 10 y
ss.]. El sentido legal y económico de esta estrategia varía por factores tales como la
jurisdicción, el tipo de operación y la parte que la implementa. El comprador por ejemplo
puede valorar obtener la calidad de accionista lo más pronto posible (para ejercer los
derechos políticos o económicos) por encima de los costos que le significará el litigio para
obtener el pago de los daños ante el incumplimiento de las R&W. Las partes de un deal de
M&A disponen de cláusulas para regular el sandbagging, administrando los riesgos que
presenta esta estrategia. Estas cláusulas delimitan hasta qué punto responderá el vendedor
si se incumple un R&W: Sin importar si el comprador conoció o diligentemente debió conocer
el hecho generador del incumplimiento y daño (pro-sandbagging, o PSB), o, sólo por aquello
que no haya revelado y el comprador diligentemente no haya debido de conocer (anti-
sandbagging, o ASB) [Miziolek y Angelakos, “From poker to the world of mergers and
acquisitions”, art. cit., pp. 31.]. Nótese que el equilibrio que producirá el cierre de un deal
tiene que ver con la percepción del riesgo asociado al pago de un precio correcto por la
empresa o activo [Coates IV, John C. y Subramanian, Guhan, “A buy-side model of lockups:
Theory and evidence”, Harvard Law School, Law-Econ Discussion Paper N.° 274, 2000.].
Por el lado del comprador, se trata de evitar pagar y que la empresa por ejemplo dé menos
de lo esperado en términos de flujos (pago en exceso), o perder la posibilidad de una
adquisición por una falsa percepción de este riesgo y una valuación muy a la baja o la
exigencia de una cláusula PSB muy estricta. Por el lado del vendedor la idea es ser pagado
lo más posible por la empresa o activo, por lo que por ejemplo si oculta o entrega insuficiente
información y busca protegerse con una cláusula ASB estará enviando una señal que el
comprador traducirá en la oferta de un precio menor. La información es clave en la formación
de precios, por lo que las cláusulas ASB y PSB juegan, con el due diligence, un rol que
puede ser determinante en ciertos deals. Si se pacta una cláusula ASB, el vendedor
adquiere el deber de candidez, que falta incorporar a nivel legislativo en nuestra LGS —
aunque sea imitando el desarrollo que al respecto ya hizo la Delaware Court of Chancery—
; y el comprador adquiere, con diferentes intensidades según la redacción que se use, el
deber de diligencia y el traspaso del riesgo que el ejercicio de dicho deber supone tras el
cierre de la adquisición. Si se pacta una cláusula PSB, el vendedor pierde el incentivo para
entregar información completa o veraz y el comprador el incentivo para ser diligente en su
análisis de riesgo previo a la compra. En estos casos surgen los contratos escrow
normalmente, para que el precio se vaya pagando conforme el paso del tiempo, entre otras
condiciones posibles, permita que el riesgo de indemnizaciones por incumplimiento de R&W
vaya disminuyendo. El equilibro descrito se puede considerar precario, pero es en el mismo
en donde consideramos que reposa uno de los generadores de dinamismo más importantes
de la industria de M&A. Granda piensa que hay un estándar ya en nuestro Código Civil,
referido por los artículos 1132 y 1504; Saavedra que deberá construirse sobre la base de
éstas y otras normas, entre ellas, los artículos 1326 y 1327. El primer grupo de normas
exigen al comprador comportarse de manera diligente para conocer las cualidades de
aquello que adquiere. El segundo la imposibilidad de exigir la reparación de daños
ocasionados por la propia conducta del acreedor, forzándolo a aceptar los costos y riesgos
de sus decisiones. Hablando de sandbagging, en virtud de estas reglas, si no se pacta nada
al respecto, el Código Civil es anti-sandbagging. Las ventajas y desventajas, privadas y
sociales, de las cláusulas ASB y PSB dependerá de múltiples factores. Conocer estas (y
otras) estrategias y el contexto en el cual emplearlas es determinante para una óptima
asesoría legal y para alentar un mayor número de operaciones de M&A.” Recuperado de
<http://bit.ly/2fP7QLN>.↑
26.Thompson Reuters.↑
27.Loc. cit.↑
28.Transactional Track Record (TTR).↑
Mientras que las partes van negociando los términos del contrato, se
irán creando diversos borradores (drafts) del contrato definitivo. Si el
comprador es el encargado de elaborar el primer borrador,
seguramente enviará un contrato asimétrico con términos y
condiciones muy favorables para él. Por su parte, el vendedor
revisará el contrato y lo regresará con sus respectivas correcciones,
eliminaciones y agregados (en control de cambios). Si las partes no
están de acuerdo con algún aspecto en concreto, probablemente se
reunirán para discutir el desacuerdo. Podría ocurrir que una parte
termine concediendo en favor de la otra o podría suceder que una de
ellas mantenga su posición y señale que para ella cierto tema es
un deal breaker, en el sentido que no está dispuesta a celebrar el
contrato si cierto pacto no se encuentra expresamente en el mismo.
2. La carta de intención
2.1. Concepto
La carta de intención y en general los acuerdos no vinculantes, son
documentos destinados a regular la formación progresiva de un
contrato definitivo a través del establecimiento de reglas de
conductas que deberán seguir las partes con la intención de celebrar
el contrato definitivo, sin asumir ninguna obligación de celebrar el
mismo. Lo primero que debemos internalizar es la intención de las
partes de no quedar legalmente vinculadas al acuerdo en concreto.
En este sentido, estos acuerdos no son vinculantes por naturaleza al
no generar efectos jurídicos ni cualquier otra “atadura jurídica” que
obligue a las partes a celebrar necesariamente el contrato
pretendido. Las partes suscriben la carta de intención para definir
reglas de negociación y realizar sus mayores esfuerzos para lograr
llegar a un acuerdo, pero nada más. Por tal motivo estos documentos
son inherentemente no vinculantes 6.
Pero esto es muy distinto a los efectos que pueda generar la buena
fe como fuente de responsabilidad contractual (Alemania) o la culpa
como fuente de responsabilidad extracontractual (Francia), en caso
las partes rompan las tratativas injustificadamente incluso en el
contexto de la suscripción de un acuerdo no vinculante.
2.2. Contenido
Habiendo realizado estas precisiones con el objetivo de superar la
falta de comprensión respecto a qué son las cartas de intención,
resulta evidente cuál es el contenido que tipifica a este tipo de
documento: la regulación de las reglas de negociación para la
formación de un eventual contrato. En general, el contenido de la
carta de intención es el siguiente: (a) define la intención de las partes
respecto a la vinculatoriedad de la carta de intención, (b) representa
un registro del estado de las negociaciones entre las partes, (c)
detalla el objeto de la operación y sobre qué aspectos las partes
deberán ponerse de acuerdo, y finalmente (d) indica cuáles son las
reglas de conductas que deberán asumir las partes.
Como advierten abogados americanos: “The mere fact that the letter
of intent specifically states it is the parties’ goal that the identified
terms and conditions “be incorporated into a definitive agreement to
be negotiated and entered into” by the parties is insufficient to
prevent such a detailed letter from being considered the definitive
agreement […] It is therefore critical that lawyers tasked with drafting
letters of intent take special care not to incorporate so many details
and terms that they create a binding agreement for their client when
the parties did not actually intend to be bound” 18.
Por otro lado, es importante señalar que a pesar del claro lenguaje
que pueda tener la carta de intención respecto a su no
vinculatoriedad, en países del civil law pueden surgir algunos
inconvenientes si las partes empiezan a ejecutar las obligaciones del
futuro contrato definitivo sin que el mismo se haya celebrado.
Estamos ante un supuesto en donde las partes están negociando a
través de una carta de intención, y debido a cuestiones de tiempo y
al estado de las negociaciones, una de las ellas empieza a ejecutar
el “contrato” sin que el mismo se haya formalizado y firmado. Este es
un claro ejemplo de cómo la práctica comercial desafía a la teoría
tradicional contractual. Como se pregunta Scott: “Why do parties put
themselves in this situation?” 24.
Una eventual solución podría ser la dispuesta por el artículo 1360 del
CC, que señala que “Es válido el contrato cuando las partes han
resuelto reservar alguna estipulación, siempre que con posterioridad
la reserva quede satisfecha, en cuyo caso opera retroactivamente”.
Bajo dicha norma, las partes pueden ir negociando los diez puntos
acordados y pactar expresamente la reserva para un punto en
concreto que será resuelto posteriormente. El acuerdo sobre el punto
objeto de reserva se considerará como acordado de manera
retroactiva desde el momento de realizada la reserva.
Sin perjuicio que el art. 1360 esté vigente, su uso sería raro en las
cartas de intención desde que la reserva no es usada en la
experiencia comparada en documentos precontractuales no
vinculantes. Precisamente, las partes cuando suscriben una carta de
intención no quieren vincularse a un contrato válido, y en
consecuencia, el art. 1360 del CC no se presenta como una
alternativa atractiva al generar un contrato válido (pero sujeto a
reserva).
3. Jurisprudencia americana
Sin perjuicio que la carta de intención sea principalmente un acuerdo
no vinculante (un “no-contrato” o una “no-oferta”), esto no impide que
el contratante que no se aparta de las tratativas pueda demandar la
existencia de un contrato y solicitar la ejecución del mismo. Si bien la
carta de intención no es vinculante por naturaleza, se han presentado
imprecisiones en la redacción de las mismas que han permitido
demandar que tal acuerdo en el caso en concreto sí era vinculante, y
en consecuencia, que se trataba del contrato definitivo 53. Para Kling
y Nugent esta es la principal desventaja de suscribir una carta de
intención: “[…] the risk that such a document may be construed as
binding upon the parties […]” 54.
(1) whether there has been an express reservation of the right not to
be bound in the absence of a writing; (2) whether there has been
partial performance of the contract; (3) whether all of the terms of the
alleged contract have been agreed upon; and (4) whether the
agreement at issue is the type of contract that is usually committed to
writing. 65
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global […]”; Shapiro, Martin, “The globalization of law”, en Indiana Journal of Global Legal
Studies, vol. 1, n.° 1, 1993, p. 39: “Given the place of the United States in the world economy,
this globalization of law through private corporate lawmaking rather naturally takes the form
of the global americanization of commercial law. Often when we speak of globalization we
mean that certain american legal practices are being diffused throughout the world […] It may
be not only american economic power, but some particular receptivity of common law to
contract, and other commercial law innovation that is the engine of globalization in this sense.
It is widely believed in Europe that European Community legal business flows to London
because english lawyers are more adept than civil lawyers at legal innovation to facilitate
new and evolving transnational business relationships. For whatever reasons, it is now
possible to argue that american business law has become a kind of global jus commune
incorporated explicitly or implicitly into transnational contracts and beginning to be
incorporated into the case law and even the statutes of many other nations”.↑
2.Algunos autores han criticado la falta de comprensión de los abogados civilistas sobre la
importación contractual anglosajona. Por ejemplo, véase a Carrasco Perera, Ángel, “Las
cartas de intenciones”, en Álvarez Arjona, José María y Ángel Carrasco Perera (eds.),
Adquisiciones de empresas, Madrid: Arazandi, 2004, p. 149: “La imposición de una
fraseología inglesa en los contratos que se realizan en España ha tenido como consecuencia
negativa la de la floración de barbarismos técnicos cuyo significado normalmente ni los
propios asesores legales muchas veces conocen”.↑
3.A manera de ejemplo, entre las innovaciones contractuales que se introdujeron en el
Código Civil y Comercial argentino está el art. 993 que regula —aunque de manera
insuficiente— a la carta de intención: “Cartas de intención. Los instrumentos mediante los
cuales una parte, o todas ellas, expresan un consentimiento para negociar sobre ciertas
bases, limitado a cuestiones relativas a un futuro contrato, son de interpretación restrictiva.
Sólo tienen la fuerza obligatoria de la oferta si cumplen sus requisitos”. Al respecto véanse
a: Papa, Rodolfo G., “La ‘carta de intención’ en el nuevo código y en el common law”, en La
Ley, año LXXX, n.° 68, 2016, p. 2.; Papa, Rodolfo G., “Letter of intent and precontractual
liability issues under cross border M&A transactions. Current trends and a comparative
approach in United States/Argentine law”, en Rocky Mountain Mineral Law Foundation,
working paper, 2015, p. 13.↑
4.Williston, Samuel y Lord, Richard A., A treatise on the law of contracts, EE.UU.: Lawyers
Cooperative, 2004; Gosfield, Gregory, “It’s a question of what’s binding”, en American Bar
Association, Law Section, vol. 13, n.° 6, 2004, p. 55.↑
5.Kling, Lou R.; Nugent, Eileen T. y Van Dyke, Brandon A., Negotiated acquisitions of
companies, subsidiaries and divisions, vol. I, New York: Law Journal Press, 2005 [1992], pp.
6-1/6-2.↑
6.Brodsky, Stephen L., “Federal Courts in New York provide framework for enforcing
preliminary agreements”, en New York State Bar Association Journal, 2008, p. 16:
“Ordinarily, preliminary manifestations of assent do not create binding obligations”; Carrasco
Perera, “Las cartas de intenciones”, art. cit., p. 129: “Salvo en aquellos extremos en que
resulta imprescindible algún grado de vinculación, el carácter más señero de estos
documentos es la pretensión de las partes de no quedar comprometidos por sus palabras
respecto de su conducta negociadora futura; especialmente, respecto de su posibilidad de
poder retroceder libremente de la negociación empezada, sin que la otra parte pueda
imputarle haber roto un compromiso vinculante o haber traicionado una confianza legítima y
protegible”; Mascareñas Pérez-Iñigo, Juan, Fusiones y adquisiciones de empresas, Madrid:
McGraw-Hill, 2005, p. 90: “Realmente, la carta de intenciones no es un contrato legal, sino
que solo representa un acuerdo moral […]”; Horowitz, Marshall P. y Joshua Schneiderman,
“Letters of intent: creating inadvertent obligations”, en Snell & Wilmer, Law Report, 2011, p.
1: “Since LOIs are often signed before the parties have hammered out the details of the
transaction, the parties generally do not intend to create legally binding obligations”; Fazio,
Joseph M. y Brandy L. Mathie, “The devil is the detail: when being more thorough can get
you into trouble”, en Michigan Bar Journal, 2013, p. 26: “As the definition suggest, most
letters of intent are not intended to bind the parties to an agreement […]”; Feriancek, Jean,
“What did you agree to in your letter of intent?”, en Natural Resource & Environment, vol. 23,
n.° 1, 2008, p. 42: “It usually also contains some variation of a statement that it is not binding,
although the contrary intent may be stated with respect to certain terms such as no-shop or
confidentiality provisions”; Cárdenas, Jonathan, “Deal jumping in cross-border merger &
acquisition negotiations: a comparative analysis of pre-contractual liability under French,
German, United Kingdom and United States law”, en New York University Journal of Law &
Business, vol. 9, 2013, p. 951: “Letters of intent in the U.S. and U.K. are typically considered
to be a non-binding expression in contemplation of a future contract”.↑
7.Fontaine, Marcel y De Ly, Filip, Drafting international contracts. An analysis of contract
clauses, Boston: Martinus Nijhoff Publishers, 2009, p. 43.↑
8.Kling, Nugent y Van Dyke, Negotiated acquisitions of companies, subsidiaries and
divisions, vol. I, ob. cit., pp. 6-3.↑
9.Farnsworth, E. Allan, “Precontractual liability and preliminary agreements: fair dealing and
failed negotiations”, en Columbia Law Review, vol. 87, n.° 2, 1987, pp. 218-219.↑
10.Artículo 140. El acto jurídico es la manifestación de voluntad destinada a crear, regular,
modificar o extinguir relaciones jurídicas […].↑
11.Artículo 1359. No hay contrato mientras las partes no estén conformes sobre todas sus
estipulaciones, aunque la discrepancia sea secundaria.↑
12.Algunos autores han señalado cuáles son las provisiones que típicamente se pactan
como vinculantes. Al respecto, véase a: Gosfield, Gregory G., “The structure and use of
letters of intent”, en GPSolo, vol. 21, n.° 2, 2004, p. 27: “There are essentially 11 binding
provisions: (1) intent; (2) good faith; (3) disclaimer of exclusivity; (4) disclaimer, release,
indemnification, assumption, and waiver; (5) limitation of liability; (6) confidentiality; (7)
approval and authority; (8) expenses; (9) access; (10) termination; and (11) miscellaneous
provisions […] Nonbinding provisions are ordinarily terms that continue to be negotiated to
reach a final definitive purchase-and-sale contract”.↑
13.Artículo 1415. El compromiso de contratar debe contener, por lo menos, los elementos
esenciales del contrato definitivo. Artículo 1422. El contrato de opción debe contener todos
los elementos y condiciones del contrato definitivo. ↑
14.Schwartz, Alan y Scott, Robert E., “Precontractual liability and preliminary agreements”,
en Harvard Law Review, vol. 120, n.° 3, 2007, p. 675. ↑
15.Bernstein, Herbert y Zekoll, Joachim, “The gentleman’s agreement in legal theory and in
modern practice: United States”, en The American Journal of Comparative Law, vol. 46,
1998, p. 92.↑
16.Carrasco Perera, “Las cartas de intenciones”, art. cit., p. 134.↑
17.Idem, p. 143.↑
18.Fazio y Brandy, “The devil is the detail: when being more thorough can get you into
trouble”, art. cit., p. 27.↑
19.Knapp, Charles L., “Enforcing the contract to bargain”, en New York University Law
Review, vol. 44, 1969, p. 677.↑
20.Idem, p. 683.↑
21.Artículo 140. El acto jurídico es la manifestación de voluntad destinada a crear, regular,
modificar o extinguir relaciones jurídicas. Para su validez se requiere: […] 4. Observancia de
la forma prescrita bajo sanción de nulidad.↑
22.Artículo 219. El acto jurídico es nulo: […] 6. Cuando no revista la forma prescrita bajo
sanción de nulidad. […]↑
23.Artículo 1411. Se presume que la forma que las partes convienen adoptar
anticipadamente y por escrito es requisito indispensable para la validez del acto, bajo
sanción de nulidad.↑
24.Scott, Robert E., “Hoffman v. Red Owl Stores and the myth of precontractual reliance”,
en Ohio State Law Journal, vol. 68, 2007, p. 102.↑
25.Fontaine y De Ly, Drafting international contracts. An analysis of contract clauses, ob. cit.,
pp. 30: “Negotiations are very advanced, but a number of points remain to be settle.
Nevertheless, being nearly certain that a final agreement will be reached and considering the
urgency of the project, the parties decide to start performance of the contract, even though it
is not yet concluded. This situation, disconcerting under the classic theory of contract, is far
from exceptional. The practice of international contracts reveals that, quite frequently, the
performance of vast enterprises proceeds to quite an advanced stage even before the
contractual documents that will provide its legal structure are completed […] The authority to
proceed is no doubt the most remarkable phenomenon in the area of letters of intent, by the
way in which it puts in doubt the apparently natural distinction between the phases of
formation and of performance of contracts”.↑
26.Schwartz y Scott, “Precontractual liability and preliminary agreements”, art. cit., p. 663. ↑
27.Feriancek, Jean, “What did you agree to in your letter of intent?”, art. cit., p. 43: “The
language of the letter of intent may not be the only consideration in whether a contract exists,
however. Even if the seller and buyer initially agree in writing not to be bound until they sign
a definitive agreement, they may modify or waive their initial understanding by their
subsequent actions. The issue is whether the buyer and seller demonstrated and intent to be
bound in contract. For example, in on Colorado case, the Court concluded the parties’ actions
evidenced their willingness to be bound on a particular date”.↑
28.Carrasco Perera, “Las cartas de intenciones”, art. cit., p. 134: “Es decir, no cabe rechazar
que una conducta ulterior deba ser valorada como acuerdo, y que el contenido de este
acuerdo sea precisamente el de abrogar el acuerdo previo de que las conductas futuras no
son vinculantes. Pero la parte que lo pretenda corre con la carga de la prueba. Es decir, la
parte que quiera conceder eficacia vinculante a una declaración o conducta anterior, o
posterior, a la Carta de Intenciones no sólo tiene que probar que él entendió la declaración
en este sentido, sino que, además, él entendió, y pudo legítimamente haber entendido, que
la conducta posterior de la otra parte “revocaba” el pacto de no vinculatoriedad o que dicho
pacto expreso no expresaba la auténtica voluntad de las partes”. ↑
29.Bernstein y Zekoll, “The gentleman’s agreement in legal theory and in modern practice:
United States”, art. cit., p. 98.↑
30.Macaulay, Stewart, “Non-contractual relations in business: a preliminary study”, en
American Sociological Review, vol. 28, n.° 1, 1963, p. 6.↑
31.Idem, p. 7.↑
32.Idem, p. 11.↑
33.Ibídem.↑
34.Idem, p. 15.↑
35.Idem, p. 13.↑
36.Benson, Bruce L., “The spontaneous evolution of commercial law”, en Southern Economic
Journal, vol. 55, n.° 3, 1989, p. 646.↑
37.Hayek, F.A., “Notes on the evolution of systems of rules of conduct”, en F.A. Hayek,
Studies in philosophy, politics and economics, Chicago: The University of Chicago Press,
1973, p. 67.↑
38.Fuller, Lon L., The morality of law, New Heaven: Yale University Press, 1964, p. 19. ↑
39.Idem, p. 21: “So soon as it becomes perfectly clear that you have no intention whatever
of treating me as you yourself wish to be treated, then I shall consider myself as relieved
from the obligation to treat you as I would wish to be treated”.↑
40.Ibid.↑
41.Bernstein, Lisa, “Opting out of the legal system: extralegal contractual relations in the
diamond industry”, en The Journal of Legal Studies, vol. 21, n.° 1, 1992, p. 115. ↑
42.Benson, “The spontaneous evolution of commercial law”, art. cit., p. 649.↑
43.Williams, Kipling D., “Ostracism: the kiss of social death”, en Social and personality
psychology compass, vol. 1, 2007, p. 236.↑
44.Bernstein, “Opting out of the legal system: extralegal contractual relations in the diamond
industry”, art. cit., p. 157.↑
45.Macaulay, “Non-contractual relations in business: a preliminary study”, art. cit., p. 14.↑
46.Bernstein y Zekoll, “The gentleman’s agreement in legal theory and in modern practice:
United States”, art. cit., p. 87 y ss.↑
47.Klass, Gregory, “Intent to contract”, en Virginia Law Review, vol. 95, 2009, p. 1439. ↑
48.Idem, p. 91: “Typically, the purpose of producing a writing with a “no-law-yet” clause is
that, in the process of complex negotiations, the parties need a memorial recording those
points on which they have reached an understanding. In accordance with its intent, such an
agreement should not be treated as binding”. ↑
49.Lake, Ralph B., “Letters of intent: a comparative examination under English, U.S., French,
and West German law”, en Geo. Wash. J. Int’l L. & Econ., vol. 18, 1984, p. 332.↑
50.Kling, Nugent y Van Dyke, Negotiated acquisitions of companies, subsidiaries and
divisions, vol. I, ob. cit., pp. 6-3: “It may also protect the parties (probably the seller) from
convenient memory loss on the part of the other party”.↑
51.Idem, p. 332.↑
52.Kling, Nugent y Van Dyke, Negotiated acquisitions of companies, subsidiaries and
divisions, vol. I, ob. cit., pp. 6-2.↑
53.Shelley, Kevin M. y Toronto, Jonathan J., “Preliminary agreements: how to avoid
unintended contractual obligations”, en Franchise Law Journal, vol. 25, n.° 2, 2005, p. 47;
Feriancek, Jean, “What did you agree to in your letter of intent?”, art. cit., pp. 42-43: “The
existence and contents of a letter of intent prove most contentious if either the seller or buyer
ends negotiations. The party desiring to proceed with the transaction may argue that the
letter of intent resulted in obligations the other party cannot get out of. There are numerous
cases in which one party has sued after a breakdown in negotiations claiming that the other
party breached contractual obligations under a preliminary document they executed. A Texas
court summarized this risk associated with a letter of intent as follows: “Absent careful
drafting, the parties may find themselves bound by a letter agreement that does not contain
all of the protections for which they would normally negotiate or for which due diligence is
incomplete”.↑
54.Kling, Nugent y Van Dyke, Negotiated acquisitions of companies, subsidiaries and
divisions, vol. I, ob. cit., pp. 6-5.↑
55.Lake, “Letters of intent: a comparative examination under English, U.S., French, and West
German law”, art. cit., p. 337: “In considering the effect of the letter of intent, the court
declared: ‘There can be no hard and fast answer to the question whether a letter of intent will
give rise to a binding agreement: everything must depend on the circumstances of the
particular case’”.↑
56.Kling, Nugent y Van Dyke, Negotiated acquisitions of companies, subsidiaries and
divisions, vol. I, ob. cit., pp. 6-15: “This analysis of the intent of the parties is a little easier
said than done. The case law is filled with a variety of cases in which courts have considered
essentially the same factors bearing on the parties’ intent with respect to similar factual
situations and have rendered totally different judgments, sometimes holding that a contract
has been formed, sometimes not”.↑
57.Knapp, “Enforcing the contract to bargain”, art. cit., p. 675: “[…] when the dispute is
resolved, the court’s decision will probably be based on one of two fundamental conclusions:
that no contractual rights had been created (and thus none could have been violated); or that
the agreement between the parties had reached the stage of a complete and binding
contract”; Temkin, Harvey L., “When does the ‘fat lady’ sing? An analysis of ‘agreements in
principle’ in corporate acquisitions”, en Fordham Law Review, vol. 55, 1986, p. 127: “[…]
courts have generally used an “all or nothing” approach. Under this approach, courts
determine either that the parties have entered into a contract to consummate the transaction
or that no contract exists”; Ben-Shahar, Omri, “Pre-closing liability”, en The University of
Chicago Law Review, vol. 77, 2010, p. 979: “The law requires court to reach a yes or no
decision, all or nothing, contract versus no contract, freedom to walk away versus full
expectation damages […]”; Bebchuk, Lucian Ayre y Ben-Shahar, Omri, “Precontractual
reliance”, en Journal of Legal Studies, vol. 30, 2001, p. 452: “[…] “all-or-nothing” position of
the law, which either dismisses the preliminary agreement as unenforceable or fully enforces
it and awards expectation remedies”; Ben-Shahar, Omri, “Contracts without consent:
exploring a new basis for contractual liability”, en University of Pennsylvania Law Review,
vol. 152, 2004, p. 1836: “One of the most fundamental features of contractual liability is its
emergence in an all-or-nothing fashion. This legal dichotomy is striking because the positions
of the parties, who contemplate a deal and negotiate its terms at arms length, converge in a
gradual, rather than abrupt, fashion”; Giliker, Paula, “A role for tort in pre-contractual
negotiations? An examination of english, french, and canadian law”, en The International and
Comparative Law Quarterly, vol. 52, n.° 4, 2003, p. 969: “Here, under the rules of contract
law, no liability will ensue: the so-called ‘all or nothing approach’“; Fuller, L.L. y Perdue,
William R., “The reliance interest in contract damages: 2”, en The Yale Law Journal, vol. 46,
n.° 3, 1937, p. 418: “The cases discussed in this instalment show, we believe, that the
contractual reliance interest receives a much wider (though often covert) recognition in the
decisions than it does in the textbooks. There can be little question that this judicial
recognition would be much enlarged if the textbooks were to abandon their present treatment
of contract claims (“all or nothing”) in favor of an analysis in terms of distinct contract interests
such as is proposed here”; Temkin, Harvey, “Texaco v. Pennzoil: can’t the courts do better?”,
en The Business Lawyer Update, vol. 7, n.° 5, 1987, p. 2: “[…] courts have typically adopted
an all or nothing approach. Under this approach, either courts view the parties as having
entered into an enforceable contract to consummate the transaction, meaning that the
breaching party is liable for damages as if a final and binding contract to consummate had
been entered into, or else courts view the parties as being under no contractual obligation.
This latter course permits either party to walk away from the transaction with impunity, even
if one of the parties has acted in bad faith”. ↑
58.En uno de ellos, el tribunal arbitral partió de la premisa que la carta de intención era un
contrato y por ende resolvió la controversia teniendo en cuenta que las cláusulas
contractuales eran vinculantes. En el derecho americano no se presume nada: el primer
paso es analizar si la carta de intención es vinculante o no. Al respecto, véase a: García
Long, Sergio, Arbitraje en fusiones y adquisiciones de empresas. Forthcoming.↑
59.729 SW2d 768, Tex 1978.↑
60.Ben-Shahar, Omri, “Pre-closing liability”, art. cit. p. 980.↑
61.Del. Ch. Nov. 16, 2009.↑
62.Wachtell, Lipton, Rosen & Katz, “Takeover law and practice”, en Wachtell, Lipton, Rosen
& Katz, 2016, p. 56.↑
63.Kling, Nugent y Van Dyke, Negotiated acquisitions of companies, subsidiaries and
divisions, vol. I, ob. cit., pp. 6-12/6-14: “The determination of whether a letter of intent is
binding upon the parties turns on whether the parties intended to be bound, or whether either
of them manifested an intent to the other not to be bound, until a fully integrated contract had
been executed. Generally, the fact that the parties contemplated that an integrated memorial
of their agreement would eventually be executed is evidence of intent, but standing alone is
not conclusive. The courts will examine various factors concerning the letter of intent and the
circumstances surrounding its negotiation and execution: including the language of the letter
of intent; whether the transaction required further approval on the part of a board of directors
or shareholders; whether the document contained all the essential terms of the transaction;
whether the parties viewed their execution of a complete agreement as a mere formality or
whether it was central to the negotiations between them; whether the parties took steps to
partially perform the contract; and whether it was typical for the parties to be bound at the
stage of the transaction”.↑
64.Winston v. Mediafare Entertainment Corp., 777 F.2D 78 (2d Cir. 1985). ↑
65.Ídem, 777 F.2 at 80.↑
66.Scott, “Hoffman v. Red Owl Stores and the myth of precontractual reliance”, art. cit., p.
99.↑
67.Summers, Robert S., “Good faith in general contract law and the sales provisions of the
uniform commercial code”, en Virginia Law Review, vol. 54, n.° 2, 1968, p. 226↑
68.Giliker, Paula, “A role for tort in pre-contractual negotiations? An examination of english,
french, and canadian law”, art. cit., pp. 969 y ss.; Scott, “Hoffman v. Red Owl Stores and the
myth of precontractual reliance”, art. cit., pp. 92-94: “Mark Gergen and others have
suggested that the best theory of liability is negligent misrepresentation. But there are many
problems applying this theory to arm’s length bargaining contexts. Many courts don’t
recognize this tort at all and the Restatement rule requires that the party making the
statement owe a duty to the plaintiff to supply correct information to him […] A final theory of
liability is recovery in quasi-contract for unjust enrichment […] Quasi-contract claims based
on unjust enrichment rarely succeed, however, unless the defendant specifically and
wrongfully induced the benefit. A quasi-contract claim does not lie simply because one party
benefits from the efforts or obligations of others, but instead “it must be shown that a party
was unjustly enriched in the sense that the term ‘unjustly’ could mean illegally or
unlawfully”“.↑
69.Buechler Jr., Gerald B., “The recognition of preliminary agreement in negotiated corporate
acquisitions: an empirical analysis of the disagreement process”, en Creighton Law Review,
vol. 22, 1989, p. 584.↑
70.Ben-Shahar, Omri, “Pre-closing liability”, art. cit. p. 979: “Interestingly, this is an area of
contract law that proved trickier to regulate than other areas of contract interpretation. The
law require courts to reach a yes or no decision, all or nothing, contract versus no contract,
freedom to walk away versus full expectation damages, whereas the situation is
fundamentally one of intermediate, halfway, assent. On the one hand, it is clear that some
substantial consensus has been reached between the parties and that the preliminary
agreement is a milestone in reaching assent, and thus allowing the parties to freely walk
away would frustrate their initial accomplishment. On the other hand, the parties have also
made it clear that additional agreement needs to be reached and some conditions need to
be met for there to be a “contract”, and thus enforcing their precontractual understanding as
if it were a contract (and filling its gaps with majoritarian terms) would deprive each party of
the power it sought to maintain, that is, to reject unfavorable additional terms”. ↑
71.Ben-Shahar, Omri, “Contracts without consent: exploring a new basis for contractual
liability”, art. cit., p. 1836.↑
72.Schwartz y Scott, “Precontractual liability and preliminary agreements”, art. cit., pp. 661 y
ss.↑
73.Scott, “Hoffman v. Red Owl Stores and the myth of precontractual reliance”, art. cit., p.
71.↑
74.Por ejemplo, véase a: Duhl, Gregory M., “Red Owl’s legacy”, en Marquette Law Review,
vol. 87, 2003, p. 314: “A more fitting rationale for the Supreme Court of Wisconsin’s opinion
in Red Owl might be that the court was imposing a duty to negotiate in good faith to
franchisors”.↑
75.Dubroff, Harold, “The implied covenant of good faith in contract interpretation and gap-
filling: reviling a revered relic”, en St. John’s Law Review, vol. 80, n.° 2, 2006, p. 563. ↑
76.Summers, Robert S., “Good faith in general contract law and the sales provisions of the
uniform commercial code”, art. cit., p. 223. ↑
77.Idem, p. 224.↑
78.670 F. Supp. 491 (1987).↑
79.Scott, “Hoffman v. Red Owl Stores and the myth of precontractual reliance”, art. cit., pp.
100-101; Brodsky, “Federal Courts in New York provide framework for enforcing preliminary
agreements”, art. cit., pp. 16.↑
80.Schwartz y Scott, “Precontractual liability and preliminary agreements”, art. cit., pp. 664-
665: “[…] the parties have made a preliminary agreement as defined above when they have
agreed on certain terms but left other terms open, so that the best inference from their
negotiations is that they have made a binding preliminary commitment to pursue a profitable
transaction. Here, the emerging legal rule requires parties to such preliminary agreements to
bargain in good faith over open terms. Should the promisor —the party who prefers to exit—
fail to bargain in good faith, she will be liable for the promisee’s reliance expenditures. The
parties are not required to agree to a deal, however, because their preliminary agreement
does not commit them to pursue an unprofitable project”. ↑
81.Knapp, “Enforcing the contract to bargain”, art. cit., p. 685: “[…] the parties have reached
agreement to such a degree that they regard themselves as bound to each other to the extent
that neither can withdraw for an “unjustified” reason, and yet still free enough that neither will
be compelled to perform if —after good faith bargaining— actual agreement cannot be
reached. This situation, if recognized at law in the manner suggested, might be most
accurately nominated as “contract to bargain.” ↑
82.Buechler Jr., Gerald B., “The recognition of preliminary agreement in negotiated corporate
acquisitions: an empirical analysis of the disagreement process”, art. cit., p. 585. ↑
83.Según la § 205. Duty of Good Faith and Fair Dealing del Restatement (Second) of
Contracts, la buena fe solo se aplica en el cumplimiento (performance) y ejecución
(enforcement) del contrato pero no en las tratativas: “Every contract imposes upon each
party a duty of good faith and fair dealing in its performance and its enforcement”. ↑
84.García Rubio, María Paz y Otero Crespo, Marta, “La responsabilidad precontractual en
el derecho contractual europeo”, en InDret, 2010, p. 7. ↑
85.Idem, p. 10.↑
86.Testani, Rocco E. y Lentz, Kurt E., “Avoiding ‘benefit of the bargain’ damages in letters of
intent”, en Business Law Today, 2010, pp. 2: “Judge Posner did point out the difficulties of
proof plaintiffs would face: ‘The difficulty, which may well be insuperable, is that since by
hypothesis the parties had not agreed to any of the terms of their contract, it may be
impossible to determine what those terms would have been and hence what profit the victim
of bad faith would have had.’ But, according to Judge Posner, this difficulty ‘goes to the
practicality of the remedy, not the principle of it.’“.↑
87.96 F.3d 275 (7th Cir. 1996).↑
88.Id. at 276.↑
89.[1854] EWHC J70.↑
90.Eisenberg, Melvin Aron, “The principle of Hadley v. Baxendale”, en California Law
Review, vol. 80, 1992, pp. 565-566: “General o direct damages are the damages that flow
from a given type of breach without regard to the buyer’s particular circumstances. General
damages are never barred by the principle of Hadley v. Baxendale because by their very
definition such damages should “reasonably be considered… [as] arising naturally, i.e.,
according to the usual course of thing from the breach.” […] Special or consequential
damages are the damages above and beyond general damages that flow from a breach as
a result of buyer’s particular circumstances […] consequential damages can be recovered
only if, at the time the contract was made, the seller has reason to foresee that the
consequential damages were the probable result of the breach”; Bebchuk, Lucian Ayre y
Shavell, Steven, “Information and the scope of liability for breach of contract: the rule of
‘Hadley v. Baxendale’”, en Journal of Law, Economics, & Organization, vol. 7, n.° 2, 1991,
pp. 284-285: “When Hadley sued for damages, the court decided that Baxendale was nor
liable for Hadley’s lost profits because they were the result of unusual circumstances that
could not be reasonably supposed to have been contemplated by Baxendale. For Baxendale
to be responsible for Hadley’s lost profits, the court said, Hadley had to have communicated
his particular circumstances to Baxendale at the time that the contract was made. This
limitation on liability for breach of contract to the ordinary level of losses, unless the promisee
had informed the promisor otherwise, has been accepted ever since in the common law
world”.↑
91.Artículo 1321. Queda sujeto a la indemnización de daños y perjuicios quien no ejecuta
sus obligaciones por dolo, culpa inexcusable o culpa leve. El resarcimiento por la inejecución
de la obligación o por su cumplimiento parcial, tardío o defectuoso, comprende tanto el daño
emergente como el lucro cesante, en cuanto sean consecuencia inmediata y directa de tal
inejecución.↑
92.Dodge, William S., “The case for punitive damages in contracts”, en Duke Law Journal,
vol. 48, n.° 4, 1999, pp. 633-634: “[…] I argue on economic grounds that punitive damages
should be available for all willful breaches of contract, including both opportunistic breaches
and efficient breaches. To make this argument, I rely on the analytic framework that Guido
Calabresi and Douglas Melamed set forth in their classic article One view of the cathedral.
Calabresi and Melamed identified two ways of protecting a legal entitlement: “property rules”
and “liability rules.” Property rules require a person who wishes to remove an entitlement to
negotiate with the entitlement holder. Liability rules allow a person to remove the entitlement
without the holder’s consent and pay an amount determined by a court […] I argue that
because the transaction costs of negotiating a release are typical lower than the assessment
costs of establishing damages at trial, contractual entitlements should be protected with
property rules, including punitive damages. Thus, punitive damages should be available for
any willful breach”.↑
93.Yumazaki, Yu, “Preliminary agreements as contracts: facilitating socially desirable
transactions using the doctrines of injunction, disgorgement, and tortious interference”, en
New York University Journal of Law & Business, vol. 9, 2012, pp. 416-47: “Professor
Farnsworth correctly insisted that disgorgement should be accepted as a remedy in such a
situation. If the usual remedy cannot compensate for the damages the promisee suffers, the
promisor should not be permitted to gain profits from its wrongdoing. If professor
Farnsworth’s proposal is accepted, a breach of a preliminary agreement seems to be a good
example of an appropriate situation that should trigger disgorgement. When the promisor, or
seller, breaches its promise not to search for competitor, it seeks to benefit itself at the
expense of the promisee, or buyer, which puts it in danger of significant undercompensation.
Buyer will surely face the difficulty of proving its expectation or reliance damages. Since this
risk of undercompensation discourages Buyer from investing in the investigation, such a
breach harms ex ante efficiency. Therefore, we cannot support this kind of breach as an
efficient breach”.↑
94.En sede nacional, véase a: Saavedra Velasco, Renzo, “Obstáculos jurídicos y
económicos a la aplicación de la teoría del incumplimiento eficiente. ¿Un irritante jurídico o
una figura de aplicación imposible?”, en Themis, n.° 58, 2010, pp. 274: “En nuestra opinión
este remedio es aún más interesante que los punitive damages e incluso anunciamos que
si su aplicación se sigue extendiendo significará la partida de defunción de la teoría del
incumplimiento eficiente en sede estadounidense. Este remedio genera que el deudor que
incumple reintegre a su contraparte los beneficios que obtiene de tal conducta. Si el remedio
en cuestión se aplica cualquier posible beneficio que el deudor, en el esquema del
incumplimiento eficiente, pueda obtener deberá entregarse al acreedor insatisfecho”. ↑
95.Markovits, Daniel y Schwartz, Alan, “The myth of efficient breach: new defenses of the
expectations interest”, en Virginia Law Review, vol. 97, 2011, pp. 1948-1949: “Our argument
rests on an old idea, to which we give a new name: the “dual performance hypothesis.” The
dual performance hypothesis justifies protecting the expectation with a damage remedy. The
hypothesis holds that contracts typically impose alternative obligations on the promisor:
either to supply goods or services for a specified price or to transfer to the promisee the gain
the promisee would have made had those goods or services been supplied. Under the
hypothesis, a promisor who fails to deliver the promised goods or services but instead
transfers the gain to her promisee performs rather than breaches. The promisor breaches
only if she neither delivers nor pays. A breach in this sense contradicts the promisee’s actual
expectation —to receive goods or money— and thus reduces agents’ incentives to organize
their economic affairs under contracts. On this view, “efficient breach” theory not only is
vacuous; “efficient breach” itself is a myth, because no true breach is efficient”. ↑
96.Testani, Rocco E. y Kurt E. Lentz, “Avoiding ‘benefit of the bargain’ damages in letters of
intent”, art. cit. p. 2.↑
97.SIGA Techs., Inc. v. PharmAthene, Inc., 67 A.3d 330, 336 (Del. 2013).↑
98.Winston & Strawn LLP, “Delaware Supreme Court finds binding commitment to negotiate
agreement in good faith obligates parties to negotiate substantially in accordance with term
sheet”, en Winston & Strawn LLP Law Report, Corporate Practice, 2013, p. 1.↑
99.Lipkin, Gary W., “Delaware Supreme Court affirms award of expectation damages
resulting from a party’s failure to negotiate the terms of a final agreement in good faith”, en
Business Law Today, 2006, p. 1.↑
100.Bigler, C. Stephen y Veet Barrett, Jennifer, “Delaware insider: Delaware Courts may
award expectation damages for a breach of an obligation to negotiate in good faith”, en
Business Law Today, 2013, p. 1.↑
101.Crane, Roger R. y Peter N. Flocos, Delaware Supreme Courts holds that a covenant to
negotiate in good faith is enforceable and that the plaintiff may receive its expectation
damages for breach of the covenant, en K&L Gates, Deal Litigation Alert, 2013. ↑
102.SIGA Techs., Inc. v. PharmAthene, Inc., 67 A.3d at 346. ↑
103.Rusell, R. Jason y Gelsinger, Sara A., “Recent developments in Delaware commercial
law: important decisions and legislation for contract drafting”, en Delaware Law Review, vol.
16, 2016, p. 156.↑
104.Lipkin, Gary W., “Delaware Supreme Court affirms award of expectation damages
resulting from a party’s failure to negotiate the terms of a final agreement in good faith”, art.
cit., p. 1. Véase también a: Rusell, R. Jason y Gelsinger, Sara A., “Recent developments in
Delaware commercial law: Important decisions and legislation for contract drafting”, art. cit.,
p. 159: “Importantly, PharmAthene established that expectation damages may be available
for a breach of an agreement to negotiate in good faith and affirmed that, while the fact of
damages in such a case must be proven with reasonable certainty, the amount of damages
can be proven with less certainty”.↑
105.Lipkin, Gary W., “Delaware Supreme Court affirms award of expectation damages
resulting from a party’s failure to negotiate the terms of a final agreement in good faith”, ob.
cit., pp. 2.↑
106.Testani, Rocco E. y Lentz, Kurt E., “Avoiding “benefit of the bargain” damages in letters
of intent”, ob. cit. pp. 2.↑
107.Idem, pp. 3.↑
108.Romano, Roberta, The genius of american corporate law, Washington: American
Enterprise Institute, 1993, pp. 9: “The dynamic business environment in which firms operate
places a premium on a state’s responsiveness to corporations’ legislative demands, that is,
on a state’s ability to adapt its corporation code to changing business circumstances. It also
places a premium on a decentralized regime: the trial-and-error process of interjurisdictional
competition enables a more accurate identification of optimal corporate arrangements when
there is fluidity in business conditions. Delaware excels in both dimensions”; Romano,
Roberta, “Competition for corporate charters and the lesson on takeover statutes”, en
Fordham Law Review, vol. 61, 1993, pp. 845: “The concern arises because Delaware, which
is a small state by any measure (population, geography, industrial production, and
agricultural production), has dominated all the rest in granting corporate charters.
Approximately half of the largest industrial firms are incorporated in Delaware, and more
corporations listed on national exchanges are incorporated in Delaware than in any other
state. Moreover, the vast majority of reincorporating firms move to Delaware. This is a stable
and persistent phenomenon; Delaware has been the leading incorporation state since the
1920s. As a result, a substantial portion of the state’s revenue —averaging 15.5 % from 1960
through 1990— is derived from incorporation fees”; Romano, Roberta, “Law as a product:
Some pieces of the incorporation puzzle”, en Journal of Law, Economics, & Organization,
vol. 1, n.° 2, 1958, pp. 226: “[…] Delaware, has consistently been the leading choice for
reincorporating firms for over fifty years”; Greenfield, Kent, “Democracy and the dominance
of Delaware in corporate law”, en Law and Contemporary Problems, vol. 67, 2004, pp. 135:
“Delaware has a population less than one-third of one percent of the nation, but it is the state
of incorporation for more than fifty percent of U.S. public companies and more than sixty
percent of the Fortune 500. Delaware’s resulting dominance over the terms of corporate
governance in the United States has been the subject of one of the grandest and most
persistent debates within corporate law scholarship […] Delaware’s dominance is, in other
words, a laudable result of the “genius of American corporate law”“; Simmons, Omari Scott,
“Branding the small wonder: Delaware’s dominance and the market for corporate law” en
University of Richmond Law Review, vol. 42, 2008, pp. 1129: “In the world of brands, Ritz-
Carlton reflects luxury, Volvo reflects safety, iPod reflects cool, and Delaware reflects
“business friendly” among other key associations, such as judicial competence, apolitical
decision making, flexibility, and understanding corporate complexity. The Delaware brand is
to corporate law what Google is to search engines”; Hamermesh, Lawrence A., “The policy
foundations of Delaware corporate law”, en Columbia Law Review, vol. 106, 2006, pp. 1749:
“It is well known that among the fifty states, Delaware occupies an outsized place in the
formation of business entities, particularly publicly held corporations”; Gorris, Jeffrey M.,
Hamermesh, Lawrence A. y Leo E. Strine, Jr., “Delaware corporate law and the model
business corporation act: A study in symbiosis”, en Law and Contemporary Problems, vol.
74, 2011, pp. 112: “Despite their common roots, a striking but ultimately unsurprising
difference has emerged between the MBCA and Delaware corporate law in the last twenty-
five years: with a few exceptions, and as demonstrated in the chronology below, Delaware
has been the more prolific source of innovation in statutory corporate law”. ↑
109.Temkin, “Texaco v. Pennzoil: can’t the courts do better?” art. cit., pp. 2: “The problem
with the all or nothing approach is that it fails to reflect what the parties are likely agreeing to
when they enter into their agreement in principle. At that stage of the transaction, although
they are not agreeing that the transaction will ultimately be consummated, each party is
expecting the other to negotiate in good faith. The all or nothing approach fails to recognize
this expectation as creating a separate contractual duty apart from whether a binding and
enforceable contract to consummate the transaction exists”. ↑
110.Ben-Shahar, Omri, “Pre-closing liability”, art. cit., pp. 989.↑
111.Al respecto, véase el siguiente debate: La Porta, Rafael; Lopez de Silanes, Rafael;
Shleifer, Andrei y Vishny, Robert W., “Law and finance”, en The Journal of Political Economy,
vol. 106, n.° 6, 1998, pp. 1151: “In particular, countries whose legal rules originate in the
common law tradition tend to protect investors considerably more than the countries whose
laws originate in the civil law, and specially the french-civil-law, tradition. The german-civil-
law and the scandinavian countries take and intermediate stance toward investor
protections”; Garoupa, Nuno y Gómez Liguërre, Carlos, “The syndrome of the efficiency of
the common law”, en Boston University International Law Journal, vol. 29, 2011, pp. 288-
289: “Recent work by legal economists has emphasized the superiority of the common law
system over French civil law (while absolving german and scandinavian civil law from a
similar fate). This perspective has become popular in legal scholarship as well as in legal
policy making (in particular, under the auspices of some programs associated with the World
Bank). This article proposes a methodological critique of such work. In our view, robust micro-
based assessments of rules and legal institutions should prevail over macro generalizations
and the “cherry-picking” of legal doctrines that lack a serious theoretical framework. This
article puts forth alternative “cherry-picked” theories in order to show the limitations of this
type of work. We also suggest that understanding different court structures under an
assumption of one-size-fits-all is incorrect”.↑
112.Incluso algunos autores comparatistas señalan que en general el derecho contractual
del civil law es más eficiente que el del common law. Al respecto véase a: Hatzis, Aristides
N., “Civil contract law and economic reasoning. An unlike pair?”, en Stefan Grundmann y
Martin Schauer (eds.), The architecture of european codes and contract law, The
Netherlands: Kluwer Law International, 2006, pp. 160-161: “And yet, the underdevelopment
of the economic analysis of civil law should not be taken to signify that civil law is not
amenable to economic analysis or that it is inefficient, or at least less efficient than common
law. Actually, as I am going to argue, rather the opposite is true, especially in what concerns
civil contract law. In a series of papers, I have attempted to show that civil contract law is a
fertile ground for economic analysis and, what is more, is more efficient than common
contract law”.↑
113.Lipkin, Gary W., “Delaware Supreme Court affirms award of expectation damages
resulting from a party’s failure to negotiate the terms of a final agreement in good faith”, art.
cit., pp. 2.↑
114.Wachtell, Lipton, Rosen & Katz, “Takeover law and practice” art. cit., pp. 57-58.↑
115.Pennzoil v. Texaco, Inc., 481 U.S. 1 (1987).↑
116.Palazzolo, Joe, “Famed lawyer Joe Jamail, ‘King of Torts’, dies at 90”, en The Wall Street
Journal, 2015; McFadden, Robert D., “Joe Jamail, flamboyant Texas lawyer who won billions
for clients, dies at 90”, en The New York Times, 2015: “Long known as the King of Torts, Mr.
Jamail worked on a contingency fee basis, usually one-third of the award, and earned $10
million to $25 million a year in the decade before the Pennzoil case. In 1994 alone, he earned
$90 million (about $145 million in today’s money), according to Forbes magazine, and he
had amassed $1.5 billion by 2009, when Forbes ranked him 236th on its list of richest
Americans”.↑
117.Spong, Jonh, “The greatest lawyer who ever lived”, en Texas Monthly, 2015.↑
118.Bainbridge, J.S. Jr., “Texaco’s last stand”, en ABA Journal, vol. 73, n.° 10, 1987, pp.
110.↑
119.Kling, Nugent y Van Dyke, Negotiated acquisitions of companies, subsidiaries and
divisions, vol. I, ob. cit., pp. 6-22.↑
120.Epstein, Richard A., “The pirates of Pennzoil. A comic opera made possible by a grant
from the Texaco Corporation”, en Regulation, AEI Journal on Government and Society, 1985,
pp. 18 y ss.; Bainbridge, J.S. Jr., “Texaco’s last stand”, en American Bar Association Journal,
n.° 73, 1987, pp. 110 y ss.; Hayes, Thomas C., “Texaco must pay $11 billion award, Texas
Court rules”, en The New York Times, 1985; Lewin, Tamar, “Pennzoil-Texaco fight raised
key questions”, en The New York Times, 1987; Business Day, “Texaco, fighting Pennzoil
attack, asks bankruptcy; key events in the Pennzoil-Texaco dispute”, en The New York
Times, 1987; Temkin, Harvey, “Texaco v. Pennzoil: can’t the courts do better?” art. cit., pp.
1 y ss.; Cutler, David M. y Lawrence H. Summers, “The cost of conflict resolution and financial
distress: evidence from the Texaco-Pennzoil litigation”, en The RAND Journal of Economics,
vol. 19, n.° 2, 1988, pp. 157 y ss.↑
121.Hayes, Thomas C., “Texaco Must Pay $11 billion award, Texas Court Rules”, en The
New York Times, art. cit.: “The total award, $11.1 billion, is the largest in the history of the
United States civil justice system, dwarfing a $1.8 billion award obtained by the MCI
Corporation in 1981 in a case against the American Telephone and Telegraph Company.
That award was later reduced to $113.4 million”. Para un listado de las condenas más altas
por concepto de daños otorgadas en la experiencia americana, véanse a: Viscusi, W. Kip.,
“The blockbuster punitive damages awards”, en Harvard Law School, John M. Olin Center
for Law, Economics, and Business, Discussion Paper n.° 473, 2004, pp. 1 y ss.; Del Rossi,
Alison F. y Viscusi W. Kip, “The changing landscape of blockbuster punitive damages
awards”, en National Bureau of Economic Research, working paper n.° 15571, 2009, pp. 1 y
ss.↑
122.Davidson, John, “The man who crushed Texaco”, en Texas Monthly, 1988.↑
123.Petzinger, Thomas Jr., Oil & honor: the Texaco-Pennzoil war. Inside the $11 billion battle
for Getty Oil. Washington: Beard Books, 1987, pp. 412. ↑
124.Bainbridge, J.S. Jr., “Texaco’s Last Stand”, art. cit., pp. 111. ↑
125.Good, Stephen G., “Defending against punitives”, en Litigation, vol. 21, n.° 2, 1995, pp.
30.↑
126.Epstein, Richard A., “The pirates of Pennzoil. A comic opera made possible by a grant
from the Texaco Corporation”, art. cit., pp. 23.↑
2. Antecedentes
Los orígenes de la prohibición sobre asistencia financiera se
remontan a inicios del siglo XX cuando el derecho inglés incorporó
dentro de su Companies Act de 1929, la prohibición expresa de que
las compañías provean directa o indirectamente, cualquier tipo de
asistencia financiera en relación a la adquisición de sus propias
acciones por terceros, sea bajo la forma de préstamo, afianzamiento,
entrega de garantías o cualquier otro mecanismo, excluyendo del
alcance de dicha prohibición a las compañías cuyo objeto social
comprendía los préstamos de dinero y los casos de asistencia
financiera prestada a trabajadores de la compañía para la adquisición
de acciones 3.
Sin embargo, una vez que la SPV ha obtenido los fondos del
financiamiento y formaliza la toma de control de target, ésta causa la
adopción de las autorizaciones corporativas que sean necesarias
tanto en SPV como en target para realizar una fusión por absorción
entre ambas empresas bajo cualquiera de las formas descritas en los
párrafos siguientes. De esta manera, el pasivo obtenido por la SPV
para la toma de control de target pasaría a formar parte de los
pasivos de ésta última, como consecuencia de la transferencia a
título universal de los activos y pasivos de la compañía que sería
absorbida en el marco de la fusión, generándose de esta manera que
el repago de la deuda obtenida encuentre respaldo en el patrimonio
de target.
Si bien el LBO por fusión tiene que ser estructurado de una manera
que no permita interpretarse que, indirectamente, se está obteniendo
asistencia financiera por parte de target, una posible salida para
mitigar los riesgos de cuestionamientos por concepto de fraude a la
ley y brindar seguridad jurídica a este tipo de operaciones, sería
incorporar una regulación parecida a la del art. 2501-bis del CC
italiano (ello tomando en cuenta que la redacción del art. 106 de la
LGS es similar a la prohibición contenida en dicho cuerpo legislativo),
el cual reconoció expresamente la validez de las operaciones de LBO
por fusión en Italia sin que los mismos impliquen supuestos de
asistencia financiera, siempre que los Directorios de las compañías
que participan en dichas operaciones acompañen junto con la
documentación usual exigida para toda fusión, los siguientes
documentos: (i) la propuesta de fusión conteniendo una indicación
expresa de las fuentes de financiamiento al alcance de la entidad
sobreviviente para poder cumplir con las obligaciones existentes tras
la fusión, lo cual implicaría demostrar un flujo de caja operacional
suficiente u otras fuentes de financiamiento para que la sociedad
sobreviviente pueda cumplir con sus obligaciones post fusión, (ii) un
plan de negocios que debe dar cuenta de los detalles relativos a las
mencionadas fuentes de financiamiento; y, (iii) un informe del
directorio explicando las razones existentes para concretar la fusión
y los objetivos que se esperan alcanzar como consecuencia de la
fusión 15.
Referencias bibliográficas
Elías Laroza, Enrique
Referencias
1.López Sandoval, Eduardo, “Leveraged buyouts a la luz de la regulación societaria peruana
sobre asistencia financiera prohibida”, en Advocatus, n.° 10, 2004-I, p. 53.↑
2.Elias Laroza, Enrique, Derecho societario peruano, tomo I, Lima: Gaceta Jurídica, 2015,
pp. 387.↑
3.López Sandoval, “Leveraged buyouts a la luz de la regulación societaria peruana sobre
asistencia financiera prohibida”, art. cit., p. 62.↑
4.Ibid., pp. 66-70.↑
5.Ibid., p. 65.↑
6.Ibid., p. 56.↑
7.El tenor literal del artículo que regula la asistencia financiera prohibida en la ley societaria
anterior es el siguiente: Artículo 118. En ningún caso la sociedad puede otorgar préstamos
o dar anticipos con garantía de sus propias acciones, bajo responsabilidad del Directorio”. ↑
8.Según Elías, los fundamentos principales esgrimidos por la doctrina mayoritaria para
opinar a favor de la prohibición de asistencia financiera son: (i) protección de la integridad
del capital social, (ii) evitar el encubrimiento de suscripciones y pagos ficticios de acciones
al momento de la constitución o el aumento de capital en una sociedad, (iii) evitar abusos
por parte de los administradores orientados a obtener la cesión de los derechos de voto de
los accionistas a favor de los socios que controlan el Directorio de la sociedad; y, (iv) la
ruptura del principio de imparcialidad de los administradores de la sociedad. Elias Laroza,
Derecho societario peruano, ob. cit., pp. 388-391.↑
9.Ibid., p. 388.↑
10.López Sandoval, “Leveraged buyouts a la luz de la regulación societaria peruana sobre
asistencia financiera prohibida”, art. cit., p. 82.↑
11.Pongámonos en el supuesto que SPV obtiene un préstamo de parte de target (quien a
su vez recibió un préstamo de un tercero respaldado con una garantía sobre un activo
propio) sin que el mismo sea garantizado por las acciones emitidas por target. SPV incumple
con el repago del préstamo frente target y ésta al no tener garantías que respalden el referido
préstamo, no puede pagar a su acreedor, quien ejecuta una garantía constituida sobre algún
activo fijo de target. Así, la incobrabilidad en la deuda que mantiene SPV va a generarle a
target un perjuicio patrimonial. Dicho detrimento podría ser mitigado con las reservas de libre
disposición que target posea, en cuyo caso, la afectación a los accionistas minoritarios de
target se vería compensada concediéndoles a éstos el derecho de separación en
condiciones de mercado previas al otorgamiento del préstamo. Un escenario distinto es
aquel en el cual SPV garantice el préstamo otorgado por target con las acciones emitidas
por ésta, en cuyo caso, el incumplimiento de SPV en el repago del préstamo frente a target
generaría que ésta tuviese que ejecutar la garantía otorgada sobre sus propias acciones y
por ende, el capital social de target se vería reducido en proporción a las acciones
amortizadas como consecuencia de la ejecución de la garantía. Este último supuesto,
atentaría contra la integridad del capital social que la regulación de asistencia financiera
prohibida busca proteger.↑
12.Elias Laroza, Derecho societario peruano, ob. cit., p. 393.↑
13.Lohman Luca De Tena, Juan Guillermo, El negocio jurídico, Lima: Studium, 1986, p.
302.↑
14.Lohman Luca De Tena, El negocio jurídico, ob. cit., p. 303.↑
15.López, “Leveraged buyouts a la luz de la regulación societaria peruana sobre asistencia
financiera prohibida”, art. cit., p. 89-90.↑
1. Concepto de earnout
Los earnouts se utilizan como una forma de pago de precio en las
adquisiciones en que existe incertidumbre respecto a los resultados
que arrojará la empresa adquirida con posterioridad a la compra, o
cuando el comprador no tiene la certeza de que los resultados
financieros del periodo revisado en el due diligence sean replicables
o sostenibles en el tiempo. Esta forma de pago sujeta al cumplimiento
de objetivos y resultados ayuda a cerrar la brecha entre la apreciación
de la valuación de la empresa objetivo que puede existir entre el
comprador y el vendedor, y así evita que las partes se desanimen de
llevar a cabo la transacción en base a dichas diferencias.
2. Estructuración de earnouts
Para entender cómo estructurar una cláusula de earnout (así como
su valuación) podemos verla análogamente como una especie de
opción financiera. Desde un punto de vista racional, la única
circunstancia en que una persona ejercería una opción es si el valor
del activo subyacente excede el precio al que se adquirió la opción.
En tal sentido, el valor que un inversionista recibe de una opción es
‘contingente’ o depende de los resultados del activo subyacente.
Mientras que los earnouts más simples pueden ser valuados a través
del método de flujo de caja descontado, los earnouts más complejos
usualmente requieren que los asesores financieros utilicen métodos
más sofisticados, como una simulación Monte Carlo para el caso de
metas financieras o de rendimiento, o un análisis de opciones
para earnouts con milestones no financieros. A continuación
describiremos brevemente las 4 principales formas de valuación para
estructuración de earnouts:
Bajo los conceptos financieros del valor del dinero en el tiempo, las
partes ciertamente tendrán intereses opuestos respecto al periodo
del earnout. El vendedor querrá periodos más cortos para
incrementar el valor presente del pago; mientras que el comprador
querrá extender los pagos del earnout por el mayor tiempo posible a
efectos de reducir el valor presente de dichos pagos. Asimismo,
desde un punto de vista no financiero necesariamente, un periodo
mayor implicará que los gerentes claves e incluso los vendedores se
mantengan más tiempo en la empresa objetivo, lo que, en principio,
debería generar un valor agregado para el comprador al mantener
una continuidad en la empresa objetivo, potenciándola con las
prácticas comerciales del propio comprador.
2.4.1. Ingresos
Los earnouts basados en ingresos de la empresa objetivo son
bastante comunes, aunque implican una serie de regulaciones
respecto a la forma de medirlos. Este tipo de estructura funciona muy
bien en los casos en que la gerencia de la empresa objetivo no
pretende quedarse en la sociedad después de la transacción. En
dichos escenarios, una cláusula de earnout provee a las partes de un
mecanismo justo de valuar el brand equity generado por el vendedor
y su gerencia.
Una vez que las partes han acordado cuáles serán los objetivos que
se utilizarán para el earnout, así como las reglas contables y
financieras aplicables, se debe decidir cómo se realizarán los pagos.
En la práctica, o usual es que el cumplimiento de los objetivos se
revise de manera anual.
3.2. Financiamiento
Una estructuración a través de earnouts otorga al comprador una
opción adicional de financiamiento para la adquisición, ya que podrá
pagar la parte contingente del precio después de la fecha de cierre,
con otros ingresos directos o a través de las utilidades esperadas de
la sociedad objetivo, sin necesidad de recurrir a financiamiento
bancarios o descapitalizarse de manera innecesaria.
5. Conclusiones
La práctica, la volatilidad e incertidumbre del mercado ha demostrado
empíricamente que es muy difícil determinar el valor de una empresa
involucrada en un proceso de adquisición. Aspectos culturales,
financieros, de aversión al riesgo y operacionales hacen complicado
que vendedor y comprador acuerden una valuación de la empresa
objetivo de manera rápida. Esta brecha puede generarse por
incertidumbre, por selección adversa o por otras razones, pero la
realidad es que es una constante en los procesos de fusiones y
adquisiciones.
Referencias bibliográficas
Brealey, Richard, Myers, Stewart y Allen, Franklin
Bruner, Robert
Choi, Albert
2011 “The big idea: the new M&A playbook”, en Harvard Business
Review.
Referencias
1.Christensen, Clayton; Alton, Richard; Rising, Curtis y Waldeck, Andrew, “The big idea: the
new M&A playbook”, en Harvard Business Review, 2011.↑
2.El EBITDA es un indicador financiero, probablemente el más utilizado. Las siglas derivan
de su definición en inglés —earnings before interest, taxes, depreciation, and amortization—
, esto es, los ingresos de una sociedad antes de intereses, impuestos, depreciaciones y
amortizaciones (ingresos antes de la deducción de gastos financieros). ↑
3 .Un add-back es un gasto que se agrega usualmente al EBITDA con el fin de mejorar la
situación de la sociedad. La lógica es que son gastos que por su misma naturaleza no
deberían repetirse en el tiempo y si se transfiriese la compañía, sin lugar a duda no serían
incurridos nuevamente.↑
4.Entendido como el porcentaje del precio máximo total que se le atribuirá al earnout en
lugar del precio fijo pactado como precio de compra de la empresa.↑
5.Brealey, Richard; Myers, Stewart y Allen, Franklin, Principles of corporate finance, 11.a
ed., McGraw-Hill Education, 2014, pp. 37-44.↑
6.Van Der Putte, Alexander, Strategic foresight: navigating uncertainty course, IE Business
School, 2016.↑
7.Kohers, Ninon y Ang James, “Earnouts in mergers: agreeing to disagree and agreeing to
stay”, en The University of Chicago Press Journals. The Journal of Business, vol. 73, n.° 3,
2000, p. 445-476.↑
8.Este gasto adicional se genera de la inconsistencia contable entre el monto registrado al
momento de la adquisición y el monto finalmente pagado en la fecha del earnout, el cual
será diferente necesariamente debido al uso de factores de valor presente al calcular el valor
del pago.↑
9.Bruner, Robert, Applied mergers & acquisitions, John Wiley & Sons, 2004.↑
10.Datar, Srikant; Frankel, Richard y Wolfso, Mark, Earnouts: “The effects of adverse
selection and agency costs on acquisition techniques”, en Journal of Law, Economics &
Organization, Oxford University Press, 2001, pP. 201-235.↑
11.Recuperado de <http://bit.ly/2vYbHw5>.↑
12.Choi, Albert, “Addressing informational challenges with earnouts in mergers and
acquisitions”, en Research handbook on mergers and acquisitions. Forthcoming, Virginia
Law and Economics Research Paper n.° 2016-17, pp. 3-4.↑
El bloqueo societario y las cláusulas antibloqueo en los pactos
de socios: Claudia Chong y Carlos Ratti
1. Introducción
No es poco común que en el curso de la existencia de una sociedad
o, en general, de cualquier negocio conjunto entre dos o más socios
o personas o empresas distintas, surjan problemas entre sus partes
integrantes. De hecho, lo natural y esperable que, en transcurso de
cualquier clase de actividad, realizada conjuntamente por partes
distintas, se presenten impasses, diferencias de opinión o
desavenencias diversas, especialmente cuando hay dinero de por
medio. El problema se acentúa cuando las diferencias dejan de ser
puntuales y escalan a ser invencibles o insuperables 1,
“irreconocibles”, y las partes o facciones involucradas tienen el
mismo poder de decisión, sin poder lograr ponerse de acuerdo en
determinados asuntos que pueden ser vitales para la continuidad del
negocio, llevándolo así a una situación de parálisis o
entrampamiento.
4.2.2. Remedios
Una vez establecidos cuales son los supuestos de bloqueo que se
desean regular, los socios deben ponerse de acuerdo con respecto
a cuál o cuáles serán los remedios o soluciones concretas.
5. Conclusión
Como es evidente y como advertimos desde un inicio, el objeto del
presente artículo no ha sido el de realizar un análisis minucioso con
respecto a la problemática del bloque societario. Este tema,
altamente complejo, no puede ser abordado con todas sus aristas en
un solo trabajo. El objetivo fue, en todo momento, llamar la atención
sobre un problema recurrente en muchas sociedades conjuntas.
Garner, Bryan A.
Henao, Lina
Hoberman, Jason M.
McDonald, Diane K.
Referencias
1.López-Hermoso Agius, Juan Carlos, “Mecanismos de desbloqueo societario”, en
Asociación Española de Asesores Fiscales, sección de derecho mercantil, 2016, p. 1.
Recuperado de <http://bit.ly/2waZto5>.↑
2.Garner, Bryan A., Black’s law dictionary, 8.a ed., St. Paul: West, 2004. p. 426.↑
3.French, Derek, Mayson, Stephen W., y Ryan, Christopher R., Mayson, French & Ryan on
company law, Oxford: Oxford University Press, ed. 2014-2015, 2014, pp. 585-586.↑
4.Cebriá, Luis Hernando, “El conflicto entre socios en situaciones de igualdad en las
sociedades de capital”, en Cuadernos de derecho y comercio, n.° 56, Madrid, 2011. p. 93. ↑
5.Mcdonald, Diane K., “Deadlock and dissolution in the close corporation: Has the sacred
cow been butchered?”, en Nebraska Law Review, vol. 58, Lincoln, 1979. p. 795. ↑
6.Cebriá, “El conflicto entre socios en situaciones de igualdad en las sociedades de capital”,
art. cit., p. 120.↑
7.El art. 200 de la LGS especifica que sólo pueden ejercer el derecho de separación los
accionistas que en la junta hubiesen hecho constar en acta su oposición al acuerdo, los
ausentes, los que hayan sido ilegítimamente privados de emitir su voto y los titulares de
acciones sin derecho a voto. La sociedad paga al socio disidente el valor que ambos
determinen de mutuo acuerdo. De no haber acuerdo, las acciones que tengan cotización en
bolsa se reembolsarán al valor de su cotización media ponderada del último semestre y, de
tratarse de acciones o participaciones que no tuvieran cotización, al valor en libros al último
día del mes anterior al de la fecha del ejercicio del derecho de separación. ↑
8.Art. 287. (…) Los gerentes pueden ser separados de su cargo según acuerdo adoptado
por mayoría simple del capital social, excepto cuando tal nombramiento hubiese sido
condición del pacto social, en cuyo caso sólo podrán ser removidos judicialmente y por dolo,
culpa o inhabilidad para ejercerlo. (….)↑
9.Art. 769 (Procedencia). A falta de padres, tutor o curador, y en los casos de ausencia o de
copropiedad, procede designar administrador judicial de bienes.↑
10.Ariano Deho, Eugenia, “La medida cautelar de administración judicial en materia
societaria”, en Revista de Investigación Jurídica Docentia et Investigatio, vol. 6, Lima, 2004.
pp. 85-86.↑
11.Cebriá, “El conflicto entre socios en situaciones de igualdad en las sociedades de capital”,
art. cit., pp. 124-127.↑
12.Art. II. La ley no ampara el ejercicio ni la omisión abusivos de un derecho. Al demandar
indemnización u otra pretensión, el interesado puede solicitar las medidas cautelares
apropiadas para evitar o suprimir provisionalmente el abuso. ↑
13.Elías Laroza, Enrique, Ley General de Sociedades comentada, Trujillo: Editora Normas
Legales S.A., 1999, pp. 38-42.↑
14.Henao, Lina, “Los pactos parasociales”, en Revista de Derecho Privado n.° 25, Bogotá,
2013. p. 192.↑
15.López-Hermoso Agius, Juan Carlos, “Mecanismos de desbloqueo societario”, art. cit., p.
4.↑
16.Cebriá, “El conflicto entre socios en situaciones de igualdad en las sociedades de capital”,
art. cit., pp. 120-121.↑
17.López-Hermoso Agius, Juan Carlos, “Mecanismos de desbloqueo societario”, art. cit., p.
4.↑
18.Artículo 1423. El plazo del contrato de opción debe ser determinado o determinable. Si
no se estableciera el plazo, éste será de un año.↑
19.López-Hermoso Agius, Juan Carlos, “Mecanismos de desbloqueo societario”, art. cit., p.
5.↑
20.Hoberman, Jason M., “Practical considerations for drafting and utilizing deadlock
solutions for non-corporate business entities”, en Columbia Business Law Review, vol. 231,
Nueva York, 2001. p. 2.↑
21.Landeo, Claudia M. y Spier, Kathryn E., “Irreconcilable differences: judicial resolution of
business deadlock”, en The University of Chicago Law Review, vol. 81, Chicago, 2014. p.
205.↑
22.López-Hermoso Agius, Juan Carlos, “Mecanismos de desbloqueo societario”, art. cit., p.
5.↑
23.Loc. cit.↑
24.Loc. cit.↑
25.Loc. cit.↑
26.Hamilton, Robert W. y Macey, Jonathan R., Cases and material on corporations including
partnerships and limited liability companies, 9.a ed., St. Paul: Thompson West, 2005. p.
500.↑
27.Cebriá, “El conflicto entre socios en situaciones de igualdad en las sociedades de capital”,
art. cit., pp. 115-116.↑
Aquí debe tenerse en cuenta que los socios no forman una nueva
persona jurídica o sujeto de derecho con la celebración del convenio,
incluso en aquella situación en la que exista una identidad subjetiva
plena entre los socios de la sociedad en cuestión y las partes del
convenio. Al respecto, hay que tomar en cuenta que las reglas que
rigen el convenio son las propias del derecho de los contratos, en el
sentido de que las modificaciones al convenio, por ejemplo, deben,
en principio, ser acordadas por todos los intervinientes del mismo.
Tal como señala María Isabel Sáez Lacave, aunque en ambos casos
nos encontremos ante convenios extraestatutarios, el dato más
importante no es tanto su forma sino la función económica que los
mismos pretenden cumplir. En tal sentido, “(l)a diferencia
fundamental estriba en que los acuerdos de todos los accionistas son
en sustancia complemento del contrato social tal y como se recoge
en los estatutos, de tal manera que juntos —pactos más estatutos—
conforman desde una óptica económica, un contrato —más—
completo de sociedad.” 33
Aquí debe tenerse en cuenta que los convenios forman parte del
derecho de sociedades, siendo junto con el pacto social, el cual
incluye al estatuto, y los acuerdos societarios, los instrumentos de los
que se valen los socios para regular sus relaciones, correspondiendo
al ordenamiento jurídico, por tanto, dotar de validez y eficacia a los
mismos, dentro de los límites que se correspondan teniendo en
cuenta el “ordenamiento (jurídico) societario” de cada sociedad en
particular. En tal sentido, junto con la “dureza” del ordenamiento
societario presente en los estatutos sociales, la cual representa, en
muchos casos, un límite injustificado a la autonomía privada, no
encontramos con la negativa o la dificultad en cuanto a los alcances
de la eficacia de los convenios. Asimismo, “para valorar la validez y
eficacia del acuerdo debe tomarse también en consideración la
dependencia funcional del pacto parasocial respecto del contrato de
sociedad en el que está llamado a influir. Como consecuencia de esta
conexión, determinadas vicisitudes de la relación jurídico-societaria
se proyectan sobre las relaciones derivadas del pacto parasocial, y
las normas societarias pueden repercutir en el pacto parasocial.” 46
Por otro lado, debe quedar claro que la sociedad queda obligada, o
tal como señala la LGS “le son exigibles”, una vez que el contenido
del convenio le sea comunicado. En estos casos a pesar de que la
sociedad no sea parte en los referidos convenios (aunque muy bien
podría serlo como interviniente a efectos de “tomar conocimiento de
lo acordado y obligarse en cuanto le fuera pertinente”) una vez que
se le haya comunicado de manera debida a ésta le son exigibles, en
cuanto le concierna, lo acordado por los socios o por éstos y terceros.
Asimismo, no debe descuidarse el hecho de que sea la propia
Sociedad la que celebre un acuerdo con los socios, en calidad de
contraparte.
Además, debe tenerse en cuenta que los derechos que se adquieren
y las obligaciones a las que se comprometen los socios a través del
convenio no constituyen derechos reales sobre las acciones,
participaciones o cuotas de participación 50, motivo por el cual, un
adquiriente de buena fe de dichos bienes no se encontraría obligado
en los términos estipulados en el convenio, por otro lado, a efectos
de destruir la buena fe del nuevo adquiriente será necesario que el
convenio haya sido anotado en la Matrícula de Acciones de la
sociedad, inscrito en el Registros Públicos (en el caso de la sociedad
comercial de responsabilidad limitada), o anotado en el Registro
Contable de la Institución de Compensación y Liquidación, en el caso
de que las acciones o cuotas hayan sido desmaterializadas.
En tal sentido, es claro que con la normativa actual los convenios son
eficaces frente a la sociedad quedando por determinar solamente
cuales son los alcances de dicha eficacia. Ahora bien, aquí debe
tenerse en cuenta si dicha obligatoriedad de la sociedad a lo
convenido por los socios tiene alguna limitación. A dichos efectos
debe separarse aquellos convenios que hayan sido tomados
por algunos socios y los que hayan sido tomados por todos los
socios. Lo anterior dependerá mucho de la estructura de la
adquisición de la sociedad respectiva, el grado de concentración de
propiedad que pueda existir y el consenso de los accionistas de la
sociedad objetivo, entre otros factores.
Referencias bibliográficas
Alfaro Águila-Real, Jesús
Bologna, Francesca
Caamaño, Carlos R.
Ferri, Giuseppe
Hart, Oliver
Interdonato, Angelo
Oppo, Giorgio
Schneeman, Angela
Referencias
1.Hart, Oliver, “Incomplete contracts and the theory of the firm”, en Journal of Law,
Economics & Organization, vol. 4, n.° 1, 1988.↑
2.Tema arduo y no resuelto aún (según parece) dentro de la doctrina societaria es el referido
a la naturaleza jurídica de la “sociedad”. No es el propósito del presente trabajo dar cuenta
de las posiciones existentes al respecto. Sin embargo, dejo constancia mi posición al
respecto, al considerar que la sociedad tiene la naturaleza jurídica de un “contrato”. ↑
3.Incluso hay quien ha señalado que “(s)i todos los contratos son incompletos, el contrato
de sociedad es incompleto por excelencia” (Alfaro Águila-Real, Jesús, “Los problemas
contractuales en las sociedades cerradas”, en InDret. Revista para el Análisis del Derecho,
2005).↑
4.La duración de la relación contractual no es una característica exclusiva del contrato de
sociedad. En el caso de arrendamientos o suministros periódicos también nos encontramos
en supuestos en los cuales la relación contractual ha sido establecida para perdurar en el
tiempo.↑
5,.Alfaro Águila-Real, “Los problemas contractuales en las sociedades cerradas”, art. cit., p.
3.↑
6.“Artículo 8. Convenios entre socios o entre estos y terceros Son válidos ante la sociedad
y le son exigibles en todo cuanto le sea concerniente, los convenios entre socios o entre
éstos y terceros, a partir del momento en que le sean debidamente comunicados. Si hubiera
contradicción entre alguna estipulación de dichos convenios y el pacto social o el estatuto,
prevalecerán estos últimos, sin perjuicio de la relación que pudiera establecer el convenio
entre quienes lo celebraron.”↑
7.“Artículo 55. Contenido del estatuto El estatuto contiene obligatoriamente: (…).
Adicionalmente, el estatuto puede contener: (…) b. Los convenios societarios entre
accionistas que los obliguen entre sí y para con la sociedad. Los convenios a que se refiere
el literal b. anterior que se celebren, modifiquen o terminen luego de haberse otorgado la
escritura pública en que conste el estatuto, se inscriben en el Registro sin necesidad de
modificar el estatuto.”↑
8.Salas Sánchez, Julio, “Los convenios de accionistas en la Ley General de Sociedades y
la autonomía de la voluntad”, en Ius et Veritas, n.° 36, 2008, pp. 65 y ss.↑
9.Hundskopf Exebio, Oswaldo, “Reglas aplicables a todas las sociedades” en Estudios a la
nueva Ley General de Sociedades, Lima: Palestra, 1998, p. 16. ↑
10.Paz-Ares, Cándido, “El enforcement de los pactos parasociales”, en Actualidad Jurídica
Uría & Menéndez, n.° 5, 2003, p. 19.↑
11.Hansmann, Henry y Reiner Kraakman, “El rol esencial del derecho de las
organizaciones”, en Themis, Revista de Derecho, segunda época n.° 46, 2003, p. 45. ↑
12.Alfaro Águila-Real, “Los problemas contractuales en las sociedades cerradas”, art. cit., p.
3.↑
13.En el mismo sentido, Sánchez-Calero Guilarte, Juan, Los pactos parasociales anteriores
a la entrada en vigor de la Ley de Transparencia, documentos de trabajo del Departamento
de Derecho Mercantil, Universidad Complutense, 2007, p. 5, al señalar que “Las demandas
que plantean al legislador determinados problemas vinculados con el régimen legal aplicable
a las grandes sociedades no consienten ya que la promulgación de las normas respectivas
sea el resultado de un prolongado y minucioso debate doctrinal, prelegislativo y
parlamentario. Ante situaciones que tienen un especial impacto para el normal
funcionamiento de las empresas y de los mercados en donde se negocian sus valores, el
legislador debe reaccionar con urgencia. Frente a la construcción de un genuino sistema
normativo para las sociedades cotizadas, se viene imponiendo la utilización de la legislación
del mercado de valores como cauce para corregir o hacer frente a los problemas advertidos
en relación con dicho tipo societario.”↑
14.Me refiero en este caso a, por ejemplo, el Informe Olivencia (1998) o el Informe Aldama
(2003) elaborados en España, o el Código de Buen Gobierno Corporativo para las
sociedades peruanas (2013) elaborado en nuestro país.↑
15.Alfaro Águila-Real, “Los problemas contractuales en las sociedades cerradas”, art. cit., p.
9.↑
16.Easterbrook, Frank H. y Daniel R. Fischel, “Contrato y obligación fiduciaria”, en Derecho
& Sociedad, n.° 17, 2001, p. 269. Los profesores explican aquello de la siguiente manera:
La obligación de fidelidad reemplaza los detallados términos contractuales y las cortes
“destrozan” la obligación de fidelidad prescribiendo las cláusulas que las partes establezcan
como si ello resultara económico y todas las promesas totalmente garantizadas. Las usuales
valorizaciones económicas de los términos contractuales y sus remedios son aplicadas. Las
obligaciones fiduciarias no son obligaciones especiales: no tienen ninguna condición moral,
sino tienen las mismas obligaciones derivadas y encausadas de la misma manera como
cualquier otra promesa contractual (p. 270).↑
17.Ha puesto el acento sobre aquello en un excelente trabajo el profesor Salas Sánchez,
“Los convenios de accionistas en la Ley General de Sociedades y la autonomía de la
voluntad”, art. cit., p. 65 y ss. A estas alturas de la evolución del derecho de sociedades debe
resultar claro que las normas de gobierno corporativo producen un incremento en el valor
de las empresas. Incluso, Cándido Paz-Ares ha señalado que el gobierno corporativo “sale
más a cuenta —es un negocio más rentable— en (…) economías en transacción que en los
mercados desarrollados.” (Paz-Ares Rodríguez, Cándido, El gobierno corporativo como
estrategia de creación de valor, Bogotá: Bolsa de Valores de Colombia, 2004, p. 13). Al
respecto, siguiendo a Paz-Ares podemos distinguir los dos ejes o dimensiones que definen
la arquitectura de cualquier sistema de gobierno corporativo: en el eje horizontal estaría el
que podemos llamar gobierno corporativo institucional (impuesto desde fuera por el sistema
jurídico y la red de instituciones de un determinado país) y en el eje vertical, el que hemos
denominado gobierno corporativo contractual (asumido voluntariamente desde dentro por
cada empresa). Por ello, “hemos de tener presente que entre el buen gobierno institucional
y el buen gobierno contractual existe, hasta un cierto punto, una relación de sustituibilidad
y, por tanto, cabe suponer que a medida que aquél se debilita, se agranda el espacio para
que éste se refuerce con ganancias de todos. Se trata, en última instancia, de una aplicación
del Teorema de Coase, que postula que las empresas se adaptan contractualmente a los
contextos institucionales más pobres.”↑
18.Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, Principios de Buen
Gobierno Corporativo de la OECD. Recuperado de <http://bit.ly/2xt4U0z>, p. 36.↑
19.El resaltado es nuestro.↑
20.Véase: Interdonato, Angelo, “Validità e opportunità di un accordo parasociale nella SRL”,
en Diritto e Pratica delle Società, n.° 11/12, noviembre-dicembre, 2010, p. 102.↑
21.Moreira Rodrigues, A execução específica dos acordos de acionistas, ob. cit., p. 11. ↑
22.Salomão Filho, Calixto, O novo direito societário, 2.ª ed., Malheiros Editores, p. 100. ↑
23.Moreira Rodrigues, Pedro Paulo, A execução específica dos acordos de acionistas, Nova
Lima: Facultade de Dereito Miltom Campos, FMDC, 2009, p. 29.↑
24.Salomão, O novo direito societário, 2.ª ed., ob. cit., p. 94. ↑
25.Martín De Vidales Godino, Mónica y Antonio Sampedro Martín, “Los pactos de
accionistas: contenido, fines y eficacia”, en Revista Española de Capital de Riesgo, n.° 1,
2008, p. 26.↑
26.Ruiz-Cámara, Javier y Elena Torregrosa, “Nuevamente a vueltas con la eficacia
societaria de los pactos parasociales (A propósito de las SSTS de 6 de marzo de 2009)”, en
Actualidad Jurídica Uría Menéndez, n.° 24, 2009, p. 66. ↑
27.Monateri, Pier Giuseppe, “Reformulando la noción de contrato: hacía una visión
antagónica del contrato”, en Themis, n.° 49, p. 40. Asimismo, el autor señala (pp. 40-41), en
especial sobre la forma judicial de completar el contrato, que (d)ichos “vacios” no constituyen
un failure: ellos son parte integrante del proceso antagónico, y cada uno de sus
‘cubrimientos’ desde el exterior no es más que un acto de violencia, que para ser realizado
requiere —al faltarle la justificación cooperativa de fondo una justificación más sólida de la
usual, según la cual, el juez está allí para ayudar a las partes a aclarar sus ideas: la
justificación de que el juez puede hacer para las partes el contrato que ellas mismas habrían
deseado, si hubiesen contemplado la producción de las contingencias que no previeron.
Esta idea, aun cuando autorizadamente sostenida por muchos y audaces autores del
análisis económico, se revela como irracional a la luz de la óptica antagónica: no se puede
‘recubrir’ una tregua provisoria, porque de tal modo ella se rompe, y se desestabilizan, por
completo, los diversos equilibrios que se han logrado previamente.↑
28.Ayres, Ian y Robert Gertner, “Cubriendo vacíos en contratos incompletos: una teoría
económica sobre reglas supletorias”, en Themis, segunda época, N.° 47, 2003, p. 200.↑
29.Sobre dicha premisa AYRES, Ian y Robert Gertner han desarrollado su teoría de las
penalidades supletorias en lo que a normas supletorias se refiere. En sus palabras “(d)esde
una perspectiva de eficiencia penalidades supletorias pueden ser justificadas como una
manera de fomentar la producción de información. El mismo proceso de “pactar en contra”
puede revelar información a las partes del contrato a los terceros. Estas reglas pueden ser
justificadas como una forma de proporcionar 1) incentivo a las partes del contrato para
revelar información a terceros, especialmente a las cortes, o 2) incentivos para que una parte
del contrato mejor informada revele información a una parte menos informada (Ayres y
Gertner, “Cubriendo vacíos en contratos incompletos: una teoría económica sobre reglas
supletorias”, art. cit., p. 202.)↑
30.Navarrete Pérez, Joe, “Invalidez de acuerdos societarios”, en Revista Jurídica del Perú,
n.° 93, Lima: Gaceta Jurídica, 2008.↑
31.La Porta, Rafael, Lopez De Silanes, Florencio y Andrei Shleifer, “Corporate ownership
around the world”, en The Journal of Finance, vol. LIV, n.° 2, 1999.↑
32.Sáez Lacave, María Isabel, “Los pactos parasociales de todos los socios en el derecho
español”, en InDret, Revista para el análisis de Derecho, 2009, Recuperado de
<http://bit.ly/2xtyFOz>, p. 6.↑
33.Sáez Lacave, “Los pactos parasociales de todos los socios en el derecho español”, art.
cit., p. 4.↑
34.Schneeman, Angela, The law of corporations and other business organizations, USA:
Delmar Cengage Learning, 2010, p. 290.↑
35.Chemla, Gilles, Ljungqvist, Alexander y Michel A. Habib, “An analysis of shareholder
agreements”, en Journal of the European Economic Association, vol. 5, Issue 1, 2007, p. 93
y ss.↑
36.Sáez Lacave, “Los pactos parasociales de todos los socios en el derecho español”, art.
cit., p. 6.↑
37.Gutiérrez Camacho, Walter, “Los contratos parasocietarios y la contractualización del
derecho societario”, en Revista Peruana de Derecho de la Empresa. Recuperado de
<http://bit.ly/2xunKV8>; Caamaño, Carlos R., “Sindicación de acciones”, en Revista
Electrónica de Derecho Comercial. Recuperado de <http://bit.ly/2fmPPHM>, p. 13 y sgts.↑
38.Schneeman, The law of corporations and other business organizations, ob. cit., p. 380. ↑
39.Bologna, Francesca, I patti parasociali nel diritto internazionale privato (Les pactes
d’actionnaires en droit international privé), Tesi di dottorato, Universitá degli studi di Padova,
2009, p. 24.↑
40.Ibid., p. 24.↑
41.Por ejemplo, Sáez Lacave, “Los pactos parasociales de todos los socios en el derecho
español”, art. cit., p. 12, señala que los pactos parasociales “(d)espiertan suspicacias porque
se les ve como instrumentos ideados para eludir o rebajar el orden creado por el sistema
societario. Son pactos —se dice— que se caracterizan por su falta de publicidad y por su
flexibilidad, siendo la inscripción registral y las reglas de modificación de estatutos dos firmes
baluartes de la mayor calidad de los pactos societarios. Se teme, en efecto, que desde fuera
torpedeen la coraza metálica del derecho de sociedades. Como reacción para combatirlos
se ensayan dos estrategias en paralelo: la vía de la invalidez y la vía de la inoponibilidad.” ↑
42.Sáez Lacave, “Los pactos parasociales de todos los socios en el derecho español”, art.
cit., p. 8.↑
43.Oppo, Giorgio, “Le convenzioni parasociale tra diritto delle obligazioni e diritto delle
società”, en Rivista di Diritto Civile, n.° 6, Anno XXXIII, 1987, p. 518. ↑
44.Ferri, Giuseppe, “La societa di due soci”, en Rivista Trimestrale di Diritto e Procedura
Civile, anno VI, Milano: Dott. A. Giuffré, 1952, p. 609.↑
45.La referida imprecisión también puede observarse en el art. 7 de la LGS cuando se refiere
a que “La validez de los actos celebrados en nombre de la sociedad antes de su inscripción
en el Registro está condicionada a la inscripción y a que sean ratificados por la sociedad
dentro de los tres meses siguientes. (…).” Si bien el presente supuesto reviste mayor
complejidad ya que no queda claro si en este caso nos encontramos ante una sociedad en
formación (es decir, la no inscrita pero constituida) o aquella que se constituirá, si hay que
observar que el hecho de que la Ley de Sociedades haya señalado que el negocio que
“sana”, en sentido lato, el acto celebrado antes de la inscripción de la sociedad es la
ratificación es una muestra clara que el referido negocio (i) no puede ser más que uno válido,
o en todo caso “relevante” o “existente”, para seguir a la tradición jurídica, y (ii) que en el
caso no fuera uno válido debido a que al momento de su celebración hubiera concurrido una
causal de nulidad o anulabilidad, la ratificación no tiene como función “sanar” el negocio de
dicha causal sino sólo legitimar de manera retroactiva la celebración del negocio “en
nombre” de la sociedad.↑
46.Pérez Millán, David, “Presupuestos y fundamento jurídico de la impugnación de acuerdos
sociales por incumplimiento de pactos sociales”, en Revista de Derecho Bancario y Bursátil,
n.° 117, 2010, pp. 243-244.↑
47.Paz-Ares, Cándido, “La validez de los pactos parasociales”, en Actualidad Jurídica Uría
Menéndez, homenaje al profesor D. Juan Luis Iglesias Prada, 2011, p. 252. ↑
48.Bologna, I patti parasociali nel diritto internazionale privato, ob. cit., p. 23. ↑
49 .Elías Laroza, Enrique, Derecho societario peruano, Trujillo: Normas Legales, 2002, p.
31.↑
50.Recuérdese que los derechos reales constituyen numerus clausus según lo señalado en
el art. 881 del CC.↑
51.Rescio, Giuseppe Alberto, “Patti parasociali”, en Il Diritto, Enciclopedia Giuridica del Sole
24 Ore, diretta da Prof. Avv. Salvatore Patti, vol. 11, Milano: Il Sole 24 Ore, 2007, p. 20.↑
52.Paz-Ares, “El enforcement de los pactos parasociales”, art. cit., pp. 33 y ss.; Martín De
Vidales y Sampedro, “Los pactos de accionistas: contenido, fines y eficacia”, art. cit., p. 27. ↑
53.Una cuestión poco debatida en nuestro medio pero de suma importancia es establecer
si con arreglo a los convenios se puedan proceder a impugnar Acuerdos Societarios. Al
respecto véase: Paz-Ares, “El enforcement de los pactos parasociales”, art. cit., pp. 37 y ss.;
Pérez Millán, David, “De la posible impugnación de acuerdos sociales por infracción de
pactos parasociales”, en Jornada Internacional “Reflexiones sobre la Junta General de las
Sociedades de Capital”, Ilustre Colegio Notarial de Madrid, 2009. Recuperado de
<http://bit.ly/2wMEhQn>; Pérez Millán, David, “Presupuestos y fundamento jurídico de la
impugnación de acuerdos sociales por incumplimiento de pactos sociales”, en Revista de
Derecho Bancario y Bursátil, n.° 117, 2010; Ruiz-Cámara y Torregrosa, “Nuevamente a
vueltas con la eficacia societaria de los pactos parasociales (A propósito de las SSTS de 6
de marzo de 2009)”, art. cit.↑
54.Triolo, Ignacio Luis, “Cumplimiento y oponibilidad de los denominados ‘pactos de socios’,
propuestas para una futura reforma de la Ley de Sociedades”, en Derecho comercial y de
las obligaciones, 2011, p. 14. Recuperado de <http://bit.ly/2fGdHTk>.↑
55.Sáez Lacave, “Los pactos parasociales de todos los socios en el derecho español”, art.
cit., p. 3.↑
56.Loc. cit.↑
57.Loc. cit.↑
Una vez que las partes han suscrito estos documentos, poniéndose
de acuerdo en los aspectos antes señalados es el momento en que
el inversionista convoque a su equipo de especialistas, entre ellos
sus abogados y otros asesores, quienes tendrán un rol importante en
el desarrollo del due diligence.
- Financiero
- Legal
- Comercial
- Gerencia
- Impuestos
- Medio ambiente
- IT
- Propiedad intelectual
- Innovación tecnológica
Estas áreas y otras más hoy en día han cobrado mucha importancia
dada la complejidad en las estructuras de las empresas, la
complejidad en sus negocios, etc., por eso es que existen nuevas
áreas de enfoque que deben ser tomados en cuenta para tener un
informe que vaya más allá de las áreas clásicas de estudio, esa
amplitud del espectro permitirá tener una mejor visión del negocio y
del tipo de oferta recibida.
(ii) Optimiza los tiempos de trabajo, puesto que el virtual data room se
puede abrir en cualquier momento y lugar.
En general estos son sólo algunos de los aspectos que pueden ser
materia de closing conditions. De ninguna manera debe entenderse
que son los únicos temas, sino que dependerá de las pesquisas que
se dieron durante el due diligence. Entendiéndose también que
puede estar referido a modificaciones tecnológicas, asuntos relativos
a tributos, entrega licencias o estudios pendientes, etc.
- Por el exceso del término del plazo pactado para dar paso al cierre
de la adquisición.
7. Conclusiones
Los rasgos antes analizados sobre la práctica especializada del due
diligence nos permiten llegar a ciertas conclusiones a tener en
cuenta.
1. El asesor legal tiene un rol determinante al momento de elaborar
o contestar los primeros documentos que se intercambien, tales
como la carta de intenciones o el memorándum de entendimiento y
los otros documentos que se elaboren e intercambien. Toda vez que
entre otros estos establecerán las pautas del futuro due diligence.
4. El líder del equipo debe tener muy en claro el método a usar para
el caso en concreto al llevar a cabo el due diligence. En ese sentido
deberá distinguir por ejemplo la conveniencia o inconveniencia del
uso del virtual data room, lo que en determinados casos podría
suponer una reducción de costos, a su vez podría aumentar ciertos
riesgos para el análisis.
Referencias bibliográficas
Bates, Benjamin
Huml, Raymond
2008 “The pros and cons of using virtual data rooms for due diligence,
en Regulatory Focus.
Warter, Iulian
Referencias
1.Art. 1351. Definición. El contrato es el acuerdo de dos o más partes para crear, regular,
modificar o extinguir una relación jurídica patrimonial.↑
2.Art. 1415. Contenido del Compromiso. El compromiso de contratar debe tener, por lo
menos, los tres elementos esenciales del contrato definitivo.↑
3.Bates, Benjamin, “A guide to legal due diligence: the target company’s perspective”, en
The Enterprise Newspaper, 2008, pp. 14-20.↑
4.Howson, Peter, Due diligence. The critical stage in mergers and acquisitions, Gower
Publishing Limited, 2003, p. 8.↑
5.Howson, Due diligence. The critical stage in mergers and acquisition, ob. cit., p. 9. ↑
6.Huml, Raymond, “The pros and cons of using virtual data rooms for due diligence”, en
Regulatory Focus, 2008, p. 44.↑
7.McConnell, Karen y Ziegler, Lauren, “Closing and post-closing matters in M&A
transactions”, 2012. Recuperado de <http://bit.ly/2vYbHw5>, “A simultaneous signing and
closing can be advantageous to both parties because it eliminates transaction risks during
the intervening period.”↑
8.McConnel, Karen y Ziegler, Lauren, “Closing and post-closing matters in M&A
transactions”, art. cit.↑
9.Payet, José, “Reflexiones sobre el contrato de compraventa de empresas y la
responsabilidad del vendedor”, en Ius Et Veritas n.° 39, 2010, p. 92. ↑
10.De Cendra, Javier y Balañá, José, “Los contratos de M&A en España”, en IE Business
School y Hogan Lovells, 2015-2016.↑
11.Warter, Iulian, “The new face of global M&A. Intercultural issues in banking industry”, en
Forum Scientiae Oeconomia, vol. 3, 2015, p. 128.↑
12.Ibid., p. 131.↑
13.Loc. cit.↑
14.Schuler, Randall y Jackson, Susan, “HR issues and activities in mergers and acquisitons”,
en European Management Journal, vol. 19, n.° 3, 2001, p. 241. ↑
e. No es un documento vinculante:
Así, habrá ciertos acuerdos allí contenidos (como, por ejemplo, las
cláusulas de exclusividad, no competencia, entre otras) cuyo
cumplimiento será obligatorio para las partes ya sea hasta el
momento en el cual se produzca el cierre de la Transacción o, de no
ocurrir ello, hasta el momento en que las partes lo hayan estipulado.
3. Principales cláusulas
Como se ha indicado anteriormente, el MOU tiene por finalidad
determinar el marco en el cual se llevarán a cabo las negociaciones
entre las partes, negociaciones cuyo propósito es concluir con la
suscripción de los documentos de la Transacción. Por ello, las
principales cláusulas que suelen incorporarse en el MOU son las
siguientes (sin perjuicio de añadir otras que las partes consideren
necesarias para establecer el marco de cada Transacción en
particular):
3.1. Confidencialidad
Es una de las cláusulas más importantes en el MOU. Muchas veces
las partes pueden considerar que la cláusula de confidencialidad se
maneje como un acuerdo independiente y distinto del MOU. De
ocurrir ello, será usualmente el primer acuerdo que las partes
suscriban y cubrirá, además, las conversaciones preliminares que las
partes sostengan antes de iniciar formalmente el proceso de
intercambio de información; sin embargo, ello no es mandatorio y
dependerá de lo que las partes prefieran.
Es por ello que suele indicarse quienes serán las personas que, en
representación de las partes, tendrán acceso a la información
confidencial (lo que incluye revelar y recepcionar la información
revelada). Muchas veces, inclusive personas cercanas a la
administración de las sociedades participantes (principalmente para
el caso de la sociedad objetivo o target company) no tienen
conocimiento de las tratativas destinadas a llevar a cabo la
Transacción, por lo que serán los asesores de las partes —tanto
legales como financieros— quienes tendrán acceso a la información
confidencial.
3.2. Exclusividad
En aquellos casos en que las negociaciones sean únicamente
bilaterales, es común que las partes acuerden mantener una relación
de exclusividad entre ellas. Así, la exclusividad suele ser una clausula
vinculante para las partes, cuyo propósito es que las partes
concentren las negociaciones entre ellas y evitar desperdiciar
esfuerzos mediante negociaciones simultáneas con terceros.
3.4. Plazo
Tiene por finalidad establecer el periodo en el cual las partes llevarán
a cabo las negociaciones, lo que incluye la ejecución del due
diligence y la suscripción de los documentos finales.
3.5. Contraprestación
El MOU también contiene el monto máximo que el potencial
adquirente estará dispuesto a pagar una vez formalizada la
Transacción, así como aquellos descuentos a los que dicha
propuesta de pago estará sujeta (multas no pagadas, contingencias
cuyo pago podría ser reclamado luego de culminada la Transacción
—por ejemplo, pago pendiente de beneficios a trabajadores de
la target company—, impuestos pendientes de pago, deudas con
terceros, etc.).
3.6. Permanencia
Dado que las partes involucradas en el MOU iniciarán un proceso de
negociaciones (que usualmente toma unos meses) de cara a la
posible suscripción de la Transacción, la parte compradora tendrá
interés en que la target company no asuma obligaciones que alteren
o puedan alterar sustancialmente el desenvolvimiento del negocio tal
y como el mismo ha venido siendo desarrollado por el vendedor hasta
el momento en que han iniciado las negociaciones.
3.7. No competencia
Dado que usualmente las partes involucradas en la Transacción
desarrollan negocios en el mismo sector (retail, construcción,
logístico, etc.), lo que implica que tienen el know-how de cómo
desarrollar los mismos, el potencial adquirente querrá evitar que los
futuros vendedores desarrollen el mismo negocio luego de haberse
llevado a cabo la Transacción (a través de otras compañías) en la
zona de influencia de la empresa objetivo.
Por otra parte, considerando que el potencial adquirente ha accedido
a información sensible de la target company, podría sacar provecho
indebido de la misma en caso las negociaciones no lleguen a buen
puerto y no se ejecute la Transacción.
3.9. Indemnización
Si bien los contratos deben negociarse sobre la base de la buena fe,
las partes negociantes, al invertir recursos y tiempo en las
negociaciones, buscarán protegerse en caso que la otra parte, sin
razón alguna, decida abandonar las negociaciones de manera
intempestiva.
En ese sentido, es usual que se incorpore una penalidad en caso
alguna de las partes: (i) incumpla con alguna cláusula de
cumplimiento obligatorio; o (ii) decida no seguir con las
negociaciones. En caso no se haya pactado una penalidad, la parte
afectada podrá demandar a la parte infractora (es decir, a aquella que
decide abandonar intempestivamente las negociaciones) una
indemnización por daños y perjuicios, siempre que la ocurrencia de
los mismos puedan acreditarse en un proceso judicial.
Por ello, resulta importante determinar cuáles serán las causales que
permitirán a las partes culminar anticipadamente el MOU sin que se
gatille la obligación de pago de penalidad o que den lugar a que
alguna de ellas demande el pago de una indemnización por daños y
perjuicios.
Eliminar
4. Conclusión
Como hemos visto en esta breve lectura, el MOU sirve de documento
marco para las partes que tienen interés en llevar a cabo una
Transacción, siendo su función principal delimitar el marco en el cual
se llevarán a cabo las negociaciones; por ello, este documento es
suscrito en el momento previo al inicio de las negociaciones.
Referencias bibliográficas
Italiani, Fulvio y Sierra Freire, Paula
Oesterle, Dale A.
Sherman, Andrew
Referencias
1.Los documentos de la transacción serán aquellos que las partes suscriban para formalizar
los acuerdos negociados en el marco de la Transacción. El tipo de documentos a utilizar,
así como su redacción, dependerá de la estructura acordada por las partes para llevar a
cabo la Transacción, la cual se trabajará sobre la base de los acuerdos negociados,
considerando además los resultados del due diligence. Dichos documentos pueden incluir,
entre otros, el contrato de adquisición (o SPA por las siglas en inglés de Stock Purchase
Agreement), el contrato de cuenta escrow, contratos de garantía, convenios de accionistas,
etc.↑
2.Suele denominarse también al MOU como Carta de Intención (o Letter of Intent o LOI, por
sus siglas en inglés). Sin embargo, aunque ambos documentos tienen la misma finalidad y
los mismos efectos, la carta de intención suele ser firmada únicamente por la parte
proponente mientras que el MOU es firmado por las partes involucradas.↑
3.Sherman, Andrew, “The letter of intent and other preliminary matters”, en Mergers &
acquisitions from A to Z, 3.rd ed., New York, 2010, pp. 49.↑
4.Ibid, pp. 49.↑
5.De acuerdo al CC peruano, existen dos tipos de contratos preparatorios: - El Compromiso
de contratar: Por el compromiso de contratar, las partes quedan obligadas a celebrar, en un
futuro, un contrato definitivo. En ese sentido, las partes ya manifestaron su voluntad de
vincularse más adelante, estableciendo en el omento inicial todos los elementos esenciales
del contrato definitivo. - El Contrato de opción: Por el contrato de opción, una de las partes
manifestó su interés en contratar, mientras que dependerá de la otra ejercer tal derecho a
fin de suscribir el contrato definitivo.↑
6.El art. 1415 señala, expresamente, que el compromiso de contratar debe de contener,
cuando menos, los elementos esenciales del contrato definitivo.↑
7.Ello de conformidad con lo indicado en el art. 140 del CC, el cual señala que para que el
negocio jurídico sea válido se requiere (i) agente capaz; (ii) cláusulas cuyo cumplimiento sea
física y jurídicamente posible; (iii) finalidad lícita; y (iv) que se observe la forma prescrita bajo
sanción de nulidad (en el presente caso, el CC no señala una forma particular para este tipo
de acuerdos, por lo que los mismos podrían celebrarse verbalmente, inclusive).↑
8.En MOU suscritos bajo normas de otra jurisdicción, resulta importante determinar si el
mismo es vinculante o no. Así, en dichos casos podrán darse acuerdos que sean
vinculantes, que no lo sean, o los llamados acuerdos híbridos; es decir, aquellos que
contienen cláusulas vinculantes y otras no vinculantes. El elegir uno u otra opción entre las
antes señaladas dependerá mucho de las necesidades que las partes buscan en cada
Transacción. Para mayor detalle, ver Sherman, “The letter of intent and other preliminary
matters”, art. cit., pp. 51.↑
9.Italiani, Fulvio y Sierra Freire, Paula, “Comentarios sobre los procesos de adquisición de
empresas no cotizadas”, en Fusiones y adquisiciones 1, Lima: Instituto Peruano de Arbitraje,
2015, pp. 171.↑
10.Este tipo de ventas suelen darse a través de bancos de inversión, el cual es contratado
por la sociedad objetivo para que dirija el proceso de venta a fin de maximizar el retorno. ↑
11.Sherman, “The letter of intent and other preliminary matters”, art. cit., pp. 58. ↑
2. Declaraciones y garantías
2.1. Definición
Las declaraciones y garantías, también conocidas en la práctica
como reps and warranties, son determinadas aseveraciones que el
vendedor pone en conocimiento del comprador sobre aspectos
específicos de la compañía objeto de adquisición; y que en caso
dichas manifestaciones tengan un contenido falso, el vendedor
deberá indemnizar al comprador.
Esto quiere decir, conforme lo indica Carrasco, que el vendedor
comunica al comprador una serie de circunstancias relativas a la
empresa enajenada o a su entorno y le asegura que son ciertas 1.
2.3. Funcionalidad
La función principal de las declaraciones y garantías es servir como
mecanismo de aseguramiento para el comprador en caso el
vendedor no haya revelado información cierta sobre la compañía, y
por tanto, deberá responder frente al comprador.
(i) Acciones
(iv) Contratos
(v) Propiedades
(vi) Tributarios
Aquí el vendedor declarará que la empresa ha cumplido con todas
las obligaciones tributarias frente a la autoridad gubernamental
competente.
(vii) Laborales
(viii) Litigios
(ix) Autorizaciones
(x) Seguros
Eliminar
3. Indemnización
En esta última parte abordaremos el tema de la responsabilidad y sus
límites respecto a la obligación del vendedor de indemnizar al
comprador.
4. Conclusiones
• Las cláusulas de declaraciones y garantías son determinadas
aseveraciones que el vendedor manifiesta al comprador sobre
aspectos específicos de la compañía; y que en caso dichas
manifestaciones tengan un contenido falso, el vendedor deberá
indemnizar al comprador.
• La función principal de las declaraciones y garantías es servir como
un mecanismo de aseguramiento para el comprador en caso el
vendedor no haya revelado información cierta sobre la compañía, y
por tanto, deberá responder frente al comprador.
Referencias bibliográficas
American Bar Association, Section of Business Law
Referencias
1.Carrasco Perera, Ángel, Adquisiciones de empresas, Aranzadi, 2010, p. 258. ↑
2.Payet, José Antonio, “Reflexiones sobre el contrato de compraventa de empresas y la
responsabilidad del vendedor”, en Ius Et Veritas, n.° 39, 2009, p. 71.↑
3.American Bar Association, Section of Business Law, Model stock purchase agreement with
commentary, EE.UU., 1995, p. 47.↑
4.Carrasco, Adquisiciones de empresas, ob. cit., p. 379.↑
5.American Bar Association, Model stock purchase agreement with commentary, ob. cit. p.
183.↑
6.Payet, “Reflexiones sobre el contrato de compraventa de empresas y la responsabilidad
del vendedor”, art. cit., p. 96.↑