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Dialnet LaIndignacionDeAlexis 3904041
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La indignación de
Unported.
Alexis:
La re-lectura “indignada” de Alexis de Tocqueville
L
os cambios políticos y económicos de este último siglo han llevado a una
progresiva pérdida de autonomía democrática en las sociedades occiden-
tales. Como reacción a esta situación ha surgido el movimiento de los in-
dignados cuya reivindicación principal es el cambio a una “democracia real”. En
este artículo se busca confrontar el pensamiento de Alexis de Tocqueville con las
propuestas de los indignados. El pensador francés consideraba que la democra-
cia es compatible con la tiranía siempre que se renuncie a la libertad en favor de
la igualdad. Para evitar este mal tan sólo cabe oponer el asociacionismo, la virtud
de la moderación y la concepción del interés particular como conectado con el
bienestar general. Es por ello que la constitución de los indignados como un tejido
social asociativo y sus demandas de transparencia, control de la política, reformas
institucionales encaminadas a separar los poderes, representación de la pluralidad
de partidos… conectan con las propuestas de Tocqueville, en su tradición liberal-
republicana, para construir una sociedad tan igualitaria como libre.
materias primas, la gestión de los flujos mi- ser ilustrativo para dar respuestas a las pre-
gratorios, la superpoblación del planeta… son guntas del presente. De cuantos autores se
retos cuya gestión difícilmente puede restrin- han ubicado en el filo de la navaja del cambio,
girse a acciones dentro de las fronteras nacio- quizá el más importante ha sido Alexis de To-
nales.1 Pero una segunda expresión, causa y cqueville. El vizconde, jurista, pensador, polí-
consecuencia de la primera, es el progresivo tico y magistrado, abanderó un pensamiento
“secuestro” de la capacidad de auto-gobierno que se incardina en el liberalismo temprano.
de las democracias representativas por parte Sin embargo su obra destaca principalmente
de instancias tecnocráticas no electas (técni- por la combinación que hace al aproximarse
cos, agencias reguladoras, instancias supra- al fenómeno novedoso de su época, la demo-
nacionales) con capacidad para tomar deci- cracia. Lejos de detenerse en un estudio nor-
siones al margen de una voluntad popular a mativo o institucional, Tocqueville se adentra
la cual contrapesan, frenan y a veces hasta en la captación de las condiciones sociales
bloquean.2 Por lo tanto, la llegada del siglo XXI que posibilitan la democracia, siempre des-
ha cambiado tanto la dimensión de los retos de la comparación con los “humores” propios
como la autonomía de los propios mecanis- del Antiguo Régimen. Su obra “La democra-
mos democráticos para hacerles frente. Este cia en América” es, por lo tanto, un tratado
siglo ha traído consigo una crisis en el sentido que recoge la investigación de la democracia
más genuino del término. En palabras de Ber- en su vertiente social, centrándose siempre
tolt Brecht, nos encontramos en un momento en la igualdad como idea motora.4
en que lo viejo no acaba de morir y lo nuevo
no acaba de nacer, a caballo entre dos mun- La pertinencia de rescatar su pensamiento
dos diferentes: persisten dinámicas, actores tiene dos buenas justificaciones. La primera
y frames mentales modernos con interfaces es la propia relevancia del momento histórico
y dinámicas propias de la post-modernidad que vivió el autor y su similitud con el presen-
líquida3. te. Entre el cambio del Antiguo Régimen ha-
cia los regímenes democráticos, de un lado, y
el movimiento que propugna cambiar de una
“democracia incompleta” hacia una “Demo-
“Para Tocqueville cuando no cracia Real” del otro, existe el hilo rojo común.
existen los debidos “con- Este hilo es precisamente, mutatis mutandi, el
cambio en las condiciones políticas, materia-
trapesos democráticos”, el les y normativas en la transición entre ambos
hombre cede fácilmente su periodos. Comparar ambas transiciones pue-
libertad a cambio de su co- de parecer pretencioso pero dado que la obra
de Tocqueville se centra más en los valores y
modidad y consumo” condiciones sociales que en el cambio de los
marcos institucionales, la comparativa puede
sostenerse ya que se centra en los “humores”
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Pablo Simón Cosano Figura 1 >
de hecho (que todos los hombres sean social a uniformizar los modos de vida, una suerte
o económicamente iguales) y va más allá de de “aburguesamiento” de las sociedades de-
la igualdad de derecho ante la ley. Lo que esta mocráticas.8 Pero además, su consecuencia
noción de igualdad plantea es que ya no exis- es una vida social basada en la mediocridad,
ten las desigualdades de condición heredita- un ámbito intelectual ausente de originalidad
rias dado que todas las ocupaciones, honores y una profunda resistencia a aceptar nuevas
y dignidades son “potencialmente” accesibles ideas, hecho que termina por fosilizar la vida
a todos los individuos. Por lo tanto, las dis- en común
tinciones entre los sujetos son meramente
pasajeras, al ser posiciones intercambiables.7 En síntesis, la igualdad es en el ideal demo-
La igualdad trae consigo la movilidad social: crático un “deber ser” ambicioso que ignora la
el dinero circula debido a la inexistencia de posibilidad real de satisfacer las necesidades.
grandes fortunas, cambiando completamente Es el deseo que continuamente queda incum-
la estructura jerárquica y desigual del Antiguo plido por las propias posibilidades reales de
Régimen. Ahora las relaciones no se basan satisfacer dichas expectativas. De aquí que lo
en la obediencia voluntaria propia del derecho que Tocqueville plantea en esencia es que el
divino. En democracia las relaciones son me- egoísmo es el hijo de la democracia y el des-
ramente contractuales. De la disolución de los encadenante de innumerables frustraciones
estamentos se desprende necesariamente el nacidas de la expectativa incumplida. Algo
atomismo individual. Ahora cada cual se en- que es el germen de la tiranía tanto como de
frenta a su semejante en igualdad e impoten- la libertad. >
cia y nadie está obligado a obedecer al otro.
Así pues es de esta pasión por la igualdad,
fuerza motora de la democracia, de donde
surge también su principal problema para To-
cqueville.
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LA REDENCIÓN DE LA
DEMOCRACIA
A Tocqueville le alarmaba la creciente centra- Es cierto que los gobiernos se hacen más
lización de los gobiernos y su desarrollo de poderosos que nunca y los individuos pare-
inmensos poderes tutelares que, de buena cen indefensos. Sin embargo, hay “recursos
gana, aceptan cargar con la comodidad y el democráticos” que han sido empleado con
bienestar de los ciudadanos. Ello hacía que el éxito en los EEUU y han permitido la libertad.
demócrata bien pudiera abandonar su liber- El primero es un cuerpo de legistas o jueces
tad a cambio de un despotismo blando que le independientes que tutelen los derechos fun-
provea de seguridad hecho que, en cualquier damentales. El segundo es la propia institu-
caso, no es incompatible con la soberanía po- ción del jurado popular, que enseña la prácti-
pular. Al fin y al cabo, el pueblo en su conjunto ca del civismo frente al egoísmo particular. Y
podría consolarse en el conocimiento de que el tercero, crucial en este país, es una religio-
él mismo eligió a sus amos. De aquí que la de- sidad que actúa como freno a las pasiones
mocracia sea compatible con la tiranía. Pero humanas. Para Tocqueville la religión es una
además, este despotismo coexiste con otro forma de autoridad interna y no externa (por
de los temores del autor: la tiranía de la ma- lo que no constriñe) cuya fuerza moderadora
yoría. Tocqueville argumenta que la aparente moraliza la democracia y sirve como contra-
homogeneidad de la sociedad democrática peso frente a un materialismo que degrada la
oculta a nuestra vista la heterogeneidad in- condición humana. Por lo tanto, la religiosidad
agotable del talento. La idea de la igualdad tal como está planteada en EEUU es la con-
implica que la autoridad de la mayoría es in- secuencia de la estructura de deseos que ge-
cuestionable y que la cantidad es el ahora nera la igualdad; es el núcleo del nuevo orden
único criterio válido llega hasta el extremo del democrático.
ataque al intelecto. La mayoría exige una con-
ducta conformista y aplasta cualquier disen- Pero en cualquier caso el principal de los re-
timiento. Una omnipotencia legislativa que se cursos democráticos es la libertad de aso-
sitúa por encima del poder ejecutivo o judicial ciación. Para Tocqueville las asociaciones
y cuya tiranía se ejerce a través de la confor- defienden los derechos de la minoría frente
midad social tras el quebranto de la opinión a la tiranía, pues sólo gracias a ellas pueden
disconforme. oponer sus opiniones. Es más, mientras que
otros autores veían en los partidos, facciones
Para solucionar este problema de la demo- y asociaciones una fuente de división de la so-
cracia y empujarla hacia la libertad la solu- ciedad, para Tocqueville eran absolutamente
ción debe estar en armonía con el principio esenciales para la sociedad democrática ya
de igualdad democrática. Tocqueville subraya que canalizan los intereses individuales hacia
si el individualismo es la causa del atomismo fines compartidos. De hecho, no sólo prote-
de la sociedad democrática, es la libertad la
que puede reestablecer un sentido de inter-
dependencia política. La igualdad es así la
9. Tocqueville, A.: De la Democracia en América.
única base desde la que construir la libertad: Madrid, Alianza Editorial, 2002, p. 613.
“Por lo que a mi toca, lejos de echar en cara
10. Ramoneda, J.: Contra la Indiferencia. Barcelo-
a la igualdad la indocilidad que inspira, la ala-
na, Galaxia Guttemberg, 2010, cap.2.
bo por esto principalmente. La admiro al verla
depositar en el fondo del espíritu y del cora- 11. Fukuyama, F.: El fin de la historia y el último
hombre. Barcelona, Editorial Planeta, 1992.
zón de cada hombre esa noción oscura y esa
propensión instintiva hacia la independencia 12. Taibo, C.: En defensa del decrecimiento: So-
política, preparando así el remedio al mal que bre capitalismo, crisis y barbarie. Madrid, Catara-
ta, 2009, pp. 55-59.
causa”.9
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gen frente a la tiranía, Tocqueville argumenta tales homologable a la del paso del Antiguo
que también ayudan a superar la mediocridad Régimen a las sociedades burguesas del XIX.
y transforman a los hombres en ciudadanos La identificación como clase obrera, por po-
conscientes. Solo gracias a ellas germina el ner un ejemplo, ha perdido la condición “es-
llamado “interés propio bien entendido” que tamental” que le presuponía unos intereses y
hace que el individuo comprenda que sus in- condición homogénea, lo que ha englobado a
tereses particulares están relacionados con todos los individuos bajo una etiqueta común
el interés general. Este asociacionismo es el de igualdad de condiciones: la clase media. El
que suple la ausencia de virtud del hombre capitalismo ha perdido su antítesis y los cam-
democrático, el cual sacrifica tiempo y rique- bios socio-políticos de la segunda mitad del
za a favor de lo público. Gracias a ello los XX han abonado el terreno para la erosión de
hombres ven lo deseable de aplazar su satis- las identidades ideológicas lo que exacerba el
facción inmediata con la esperanza de que la atomismo individual.
suya misma futura provenga del bienestar de
la comunidad.
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^ Figura 2
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democrática. Si bien en un principio el movi- para el control político del siglo XXI. Pero de
miento tuvo su origen como la expresión del igual modo, la movilización es ahora posible
descontento, a raíz de las acampadas ha ten- de manera mucho más eficaz por lo cual el
dido a devenir en un movimiento social esta- poder establecido, por primera vez, comienza
ble. O lo que es lo mismo, se ha convertido en a verse desbordado. Es por ello que Tocque-
una suerte de asociación descentralizada que ville defendería este espacio de libertad crea-
une a individuos de diferentes procedencias, tiva, de asociación y de movilización, el cual
ideologías e intereses, cuya piedra de toque se convierte en el contrapunto ideal que frene
en la insatisfacción con el actual sistema. Por la tendencia despótica del poder centralizado
lo tanto esta suerte de asociación ayuda a la y burocrático que en su mediocridad aplasta
construcción de los nexos sociales artificiales la disidencia intelectual.
requeridos para frenar los excesos de la igual-
dad de condición. Para Tocqueville el propio Hay que hacer especial hincapié en algunas
movimiento es sí mismo un éxito ya que gra- de las demandas de los indignados también
cias a su proceso agonístico y asambleario pasan también por cambios institucionales en
permite que el individuo tome conciencia del el sistema político entre las cuales la principal
interés común a través de su participación y, es la reforma de la Ley Electoral: En particular
por lo tanto, se constituya en ciudadano. La el aumento de su proporcionalidad. En Espa-
solidaridad del movimiento permite acercar- ña es conocida la tendencia al bipartidismo
se al “interés propio bien entendido”, es decir, del sistema electoral actual, que perjudica a
permite que el sujeto puentee la indiferencia a los partidos pequeños con bases electora-
la que el individualismo y consumismo le abo- les dispersas22. Pues bien, para Tocqueville
ca. La indignación es así el contrapoder frente esta reforma es un proceso perfectamente
al totalitarismo de la indiferencia20. justificable para aumentar la pluralidad de las
facciones y partidos en liza. Cuantos más nu-
merosos y más diversos tanto mejor vigilarán
el ejercicio del poder. Y es que sus propios
“Tocqueville estaría contemporáneos vieron la deseabilidad de la
indignado” pluralidad política. Madison dijo que “la cre-
ciente variedad de partidos incluidos en la
Unión aumenta su seguridad” y Rousseau
consideraba que los partidos, dado que son
inevitables, “es mejor que haya tantos como
Pero además, la indignación como movimien- sea posible y evitar que todos sean desigua-
to es a la par un activo en la lucha frente a la les”23. Esta demanda, además, se conecta
tiranía de la mayoría constituida a través de la con la de una efectiva separación de poderes,
opinión pública(da), resguardo del status quo. otro de los componentes del consenso de mí-
Ello es así gracias a una nueva interfaz que nimos. Tocqueville subrayó la existencia una
permite soslayar el monopolio informativo de judicatura independiente como recurso para
los medios de masas: la red de redes. Internet garantizar el ejercicio de la libertad. Aunque
ha tenido un rol crucial para la información y
la movilización de manera creciente durante
los últimos años en un cambio comparable
20. Ramoneda, J.: Contra la Indiferencia. Barcelo-
al de la invención de la imprenta21. Gracias na, Galaxia Guttemberg, 2010, cap.2.
a ella el control del poder, obsesión para la
21. Que van desde los indignados hasta las re-
Tocqueville, puede llevarse a la dimensión de
vueltas árabes, desde el alzamiento de la oposi-
lo inmediato. Transparencia a través de de- ción en Irán hasta las movilizaciones del 11 al 14
claraciones de patrimonio, publicidad total de marzo de 2004.
de ingresos de los cargos públicos, gobierno
22. Montero, J.R., Llera, F.J., Torcal, M.: «Siste-
abierto, la oposición a la “Ley Sinde” o inclu- mas Electorales en España: Una recapitulación»,
so las filtraciones de Wikileaks han explicitado Revista de Investigaciones Sociológicas, 58
como la red deviene en el interfaz preferente (1992), pp. 7-56.
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