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«¿Qué demonios estás haciendo?», le pregunté al mono cuando le vi sacar un pez del agua y
colocarlo en la rama de un árbol.
Lo que para uno es comida, es veneno para otro. El sol, que permite ver al águila, ciega al búho.
(Fabula hindú. La Oración de la rana. Anthony de Mello)
“Lo que origina el sufrimiento no son los hechos sino el significado que les atribuyen los enfermos y
sus personas queridas. “(Bayes)
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Objetivos
Agenda de trabajo
Los invitamos a iniciar este módulo compartiendo algunos ejes que nos parecen centrales en este
tema…
¿Qué objetivos perseguimos en nuestra intervención psi en CP? ¿Hay un proceso de respuesta
universal? ¿De qué depende ese proceso? ¿Cuándo es necesario derivar a psicología?
La aparición de una enfermad incurable y que amenaza la vida es una experiencia dolorosa y
potencialmente estresante ante la cual la persona que la transita tendrá que adaptarse. Marcará
un antes y un después, y pondrá en marcha un complejo proceso de respuesta psicológica que
será diversa en cada paciente.
En ese proceso, los efectos psicológicos de la relación entre el sujeto y la enfermedad estarán
modulados por:
1. Evaluación cognitiva
2. Afrontamiento
3. Percepción de control
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En la interacción con los acontecimientos el sujeto realiza dos evaluaciones y atribuye significados
a la experiencia:
• reto
• amenaza
• perdida
• insignificante
SECUNDARIA: evalúa de que recursos se dispone para afrontar la situación: ¿Son suficientes los re-
cursos y capacidades de afrontamiento existentes para superar el daño, amenaza o reto plateado
por el suceso?
Estas valoraciones son subjetivas, atravesadas por el mundo de significados de cada uno. Mahoney
y Neimeyer , autores constructivistas, expertos estudiosos de estos procesos, refieren: “La
experiencia humana está teñida por la búsqueda, construcción y modificación del significado”.
“Los seres humanos somos empedernidos constructores de significados” por lo cual atribuimos
significados a todo lo que nos acontece y tendemos a organizarlo en narraciones. Esas narraciones
abarcan la percepción que tenemos de nosotros mismos, de la vida, de los otros, de la muerte, etc.
Conforman nuestra autobiografía.
2. Afrontamiento: lo que el individuo piensa y hace para compensar el equilibrio que supone su
enfermedad
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Es un proceso de esfuerzos dirigidos a manejar del mejor modo posible (reduciendo, minimizando,
tolerando o controlando) las demandas internas y ambientales. Buscan recuperar el equilibrio
perdido con la aparición del suceso.
Centrado en el problema: orientado a poder hacer algo para alterar la fuente del estrés. Por
ejemplo: definir el problema, generar alternativas, establecer un plan de acción, sopesarlas en
términos de costo – beneficio y ponerlas en práctica. Pueden recaer sobre uno o sobre el entorno.
Centrado en la emoción: busca reducir o manejar el malestar emocional que está asociado a una
situación determinada. Por ejemplo: distracción, buscar apoyo social, distanciamiento, auto
control, entre otras.
Aunque podríamos utilizar un repertorio variado de estrategias de afrontamiento las personas ten-
demos a poner en marcha una serie determina de ellas. Vamos a tener un estilo de afrontamiento
frente a lo adverso, lo nuevo, las crisis, etc.
3. Percepción de control: de que se puede o no ejercer una influencia personal sobre el curso de
los acontecimientos
Control primario: es la percepción implícita o explícita de que una situación puede ser cambiada,
evitada y/o que la participación del individuo en la situación está sujeta a su decisión. Se refiere a
los cambios que la persona puede operar fuera de sí mismo.
Control secundario: consiste en la acomodación a una realidad que no puede ser modificada en
función de las posibilidades médicas existentes. Ubica al paciente en un lugar activo de
aceptación. Se refiere a los cambios que la persona puede operar en sí mismo.
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También van a influir en el modo de significar y transitar la enfermedad: el momento evolutivo, la
historia, los rasgos de personalidad, las experiencias previas de pérdida, la existencia o no de
trastornos psiquiátricos previos o presentes, la presencia de factores de estrés concomitantes, el
contexto familiar y social, entre otros.
Siguiendo nuevamente a Lazarus y Folkman, definimos estrés como “la relación particular entre la
persona y el ambiente, el cual es percibido como desmesurado o que excede los recursos y pone
en peligro el bienestar”. La respuesta de estrés será el resultado del intercambio entre el
desequilibrio o ruptura que percibe uno del medio (interno o externo) y los recursos de
afrontamiento disponibles y de la posibilidad de ponerlos en marcha.
Decimos que una persona está adaptada si muestra una reacción efectiva ante la enfermedad,
cuando es capaz de integrar las demandas cambiantes tanto a nivel personal como del entorno y
mantiene una buena calidad en su vida y en sus relaciones interpersonales. Cuando logra integrar
la experiencia a su historia.
En el curso de la enfermedad la persona debe atravesar distintos momentos críticos a los que
debe adaptarse:
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• Antes del diagnóstico: temor, preocupación e inquietud ante la aparición de
síntomas y su evaluación.
• Diagnóstico: se recibe una noticia “que modifican radical y negativamente la
idea que la persona tiene de su porvenir” . Es pasar de estar sano a estar enfermo con
todos los cambios y consecuentes pérdidas que trae aparejado.
• Tratamiento: La toma de decisiones en momentos de alto impacto emocional,
cambios físicos, efectos secundarios de los tratamientos, reorganización de la vida
cotidiana y de los planes vitales, inter-acción con el sistema sanitario con su lenguaje,
normas y actores.
• Cambios clínicos: progresión, recidiva, cambios físicos, pérdida de autonomía,
entre otros.
• Pronóstico: Cuando la enfermedad responde al tratamiento sobreviene el alivio,
pero también el vivir con la incertidumbre, el temor a que vuelva la enfermedad al estar
sin tratamiento activo.
• Enfermedad o momento de la misma dónde no hay posibilidad de curación:
Cuando la enfermedad no tiene posibilidad de tratamiento, no responde al mismo o se
produce tiempo después una recidiva la tarea a realizar es la de aceptar la incurabilidad y
la muerte.
Respuesta esperable:
Ante el diagnóstico de cáncer, si bien cada respuesta es única, podemos observar que se transitan
por algunas fases comunes con sus consecuentes emociones. Jimmie Hollandd ha descrito las
respuestas normales ante la crisis del diagnóstico en tres fases:
• Respuesta inicial
• Disforia
• Adaptación
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recibiendo, pensando por momentos que no es verdad lo que está sucediendo. Puede mostrarse
aturdida o en estado de “shock”, siendo en ocasiones, lo que escucha más de lo que puede
procesar. Es un mecanismo protector que permite darse tiempo para procesar algo que de
asimilarlo de golpe desbordaría a la persona.
Con distintos grados de intensidad estas fases van a estar presentes ante los cambios y las
consecuentes pérdidas que se van produciendo en el día a día.
Acontece algo que percibe como una amenaza importante para su existencia personal y/u
orgánica; y al mismo tiempo, siente que carece de recursos para hacerle frente.”
Lo que origina el sufrimiento no son los hechos en si sino el significado que les atribuyen los
enfermos y sus personas queridas
Desde el área psi intervendremos con el objetivo de facilitar el proceso de adaptación del enfer-
mo a su situación en las distintas etapas de la enfermedad.
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Dificultades en el proceso de adaptación
C. La alteración relacionada con el estrés no cumple los criterios para otro trastorno específico y
no constituye una simple exacerbación de un trastorno preexistente.
E. Una vez ha cesado el estresante (o sus consecuencias), los síntomas no persisten más de 6
meses.
Especificar si:
Los trastornos adaptativos son codificados según el subtipo, que se selecciona de acuerdo con los
síntomas predominantes. El estresante específico puede señalarse en el Eje IV.
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F43.20 Con estado de ánimo depresivo [309.0]
A. Presencia de cinco (o más) de los siguientes síntomas durante un período de 2 semanas, que
representan un cambio respecto a la actividad previa; uno de los síntomas debe ser 1 estado de
ánimo depresivo o 2 pérdidas de interés o de la capacidad para el placer:
Nota: No se incluyen los síntomas que son claramente debidos a enfermedad médica o las ideas
delirantes o alucinaciones no congruentes con el estado de ánimo.
1. estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, casi cada día según lo indica el propio su-jeto
(p. ej., se siente triste o vacío) o la observación realizada por otros (p. ej., llanto). En los niños y
adolescentes el estado de ánimo puede ser irritable
2. disminución acusada del interés o de la capacidad para el placer en todas o casi todas las
actividades, la mayor parte del día, casi cada día (según refiere el propio sujeto u observan los
demás)
3. pérdida importante de peso sin hacer régimen o aumento de peso (p. ej., un cambio de más del
5 % del peso corporal en 1 mes), o pérdida o aumento del apetito casi cada día. Nota: En niños hay
que valorar el fracaso en lograr los aumentos de peso esperables
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5. agitación o enlentecimiento psicomotores casi cada día (observable por los demás, no me-ras
sensaciones de inquietud o de estar enlentecido)
7. sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o inapropiados (que pueden ser delirantes) casi
cada día (no los simples autorreproches o culpabilidad por el hecho de estar enfermo)
8. disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o indecisión, casi cada día (ya sea una
atribución subjetiva o una observación ajena)
9. pensamientos recurrentes de muerte (no sólo temor a la muerte), ideación suicida recurrente
sin un plan específico o una tentativa de suicidio o un plan específico para suicidarse
C. Los síntomas provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras
áreas importantes de la actividad del individuo.
D. Los síntomas no son debidos a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., una
droga, un medicamento) o una enfermedad médica (p. ej., hipotiroidismo).
E. Los síntomas no se explican mejor por la presencia de un duelo (p. ej., después de la pérdida de
un ser querido), los síntomas persisten durante más de 2 meses o se caracterizan por una acusada
incapacidad funcional, preocupaciones mórbidas de inutilidad, ideación suicida, síntomas
psicóticos o enlentecimiento psicomotor.
Aparición temporal y aislada de miedo o malestar intensos, acompañada de cuatro (o más) de los
siguientes síntomas, que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los primeros
10 min:
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1. palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca
2. sudoración
3. temblores o sacudidas
4. sensación de ahogo o falta de aliento
5. sensación de atragantarse
6. opresión o malestar torácico
7. náuseas o molestias abdominales
8. inestabilidad, mareo o desmayo
9. desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mis-mo)
10. miedo a perder el control o volverse loco
11. miedo a morir
12. parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo)
13. escalofríos o sofocaciones
Bayes, 1985.
Cuando:
El comportamiento del paciente le provoca más dolor y malestar que la propia enfermedad, o
incrementa necesariamente el dolor o malestar que ella produce.
Sus reacciones emocionales perturban actividades que sin ellas serían posibles (Ej. Trabajo,
lectura, vida social) y conducen al individuo a prescindir de fuentes de gratificación.
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Hay miembros en riesgo en la familia.
Para profundizar sobre estos aspectos los invitamos a revisar la bibliografía recomendada y a
realizar la actividad esta semana.
Bibliografía Recomendada
Obligatoria:
Optativa:
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