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JURISPRUDENCIA

Roj: STS 838/2023 - ECLI:ES:TS:2023:838


Id Cendoj: 28079150012023100015
Órgano: Tribunal Supremo. Sala de lo Militar
Sede: Madrid
Sección: 1
Fecha: 20/02/2023
Nº de Recurso: 44/2022
Nº de Resolución: 13/2023
Procedimiento: Recurso de casación penal
Ponente: FERNANDO MARIN CASTAN
Tipo de Resolución: Sentencia

Resoluciones del caso: STMT 62/2022,


STS 838/2023

TRIBUNALSUPREMO
Sala de lo Militar
Sentencia núm. 13/2023
Fecha de sentencia: 20/02/2023
Tipo de procedimiento: RECURSO CASACION PENAL
Número del procedimiento: 44/2022
Fallo/Acuerdo:
Fecha de Votación y Fallo: 14/02/2023
Ponente: Excmo. Sr. D. Fernando Marín Castán
Procedencia: TRIBUNAL MILITAR TERRITORIAL SEGUNDO
Letrado de la Administración de Justicia: Ilmo. Sr. D. José Palazuelos Morlanes
Transcrito por: RCF
Nota:
RECURSO CASACION PENAL núm.: 44/2022
Ponente: Excmo. Sr. D. Fernando Marín Castán
Letrado de la Administración de Justicia: Ilmo. Sr. D. José Palazuelos Morlanes
TRIBUNAL SUPREMO
Sala de lo Militar
Sentencia núm. 13/2023
Excmos. Sres. y Excma. Sra.
D. Jacobo Barja de Quiroga López, presidente
D. Fernando Pignatelli Meca
D.ª Clara Martínez de Careaga y García
D. José Alberto Fernández Rodera

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JURISPRUDENCIA

D. Fernando Marín Castán


En Madrid, a 20 de febrero de 2023.
Esta sala ha visto el recurso de casación penal núm. 101/44/2022, interpuesto por el Guardia Civil D. Federico
, representado por la procuradora D.ª Raquel Nieto Bolaño, bajo la dirección jurídica del letrado D. José Luis
Ganfornina Falcón, frente a la sentencia núm. 29/22, de fecha 24 de junio de 2022, recaída en el sumario
núm. 21/16/21, dictada por el Tribunal Militar Territorial Segundo, por la que se absolvió a los procesados
D. Fulgencio y D. Germán , también Guardias Civiles, de un delito "contra los derechos fundamentales y las
libertades públicas" en su modalidad de "públicamente injuriar gravemente a otro militar", previsto en el artículo
50 del Código Penal Militar, del que habían sido acusados.
Se han personado como partes recurridas, además del Excmo. Sr. Fiscal Togado, los Guardias Civiles D.
Fulgencio y D. Germán , representados por la procuradora D.ª Patricia Rosch Iglesias, bajo la dirección
letrada de D.ª Fabiola Guillén Berraquero y han concurrido a dictar sentencia la Excma. Sra. y los Excmos.
Sres. Magistrados anteriormente referenciados, quienes, previa deliberación y votación, expresan el parecer
del Tribunal.
Ha sido ponente el Excmo. Sr. D. Fernando Marín Castán.

ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- La sentencia recurrida contiene la siguiente relación de hechos probados:
" Primero.- Resultan probados y así se declaran los siguientes hechos:
I.- Que el día 26 de junio de 2021 el Guardia Civil D. Federico , solicitó al administrador del grupo de Whatsapp
Brigada de la Guardia Civil D. Martin ser incluido en el grupo, integrado por treinta y tres Guardias Civiles
destinados en el puesto principal de Mairena del Aljarafe (Sevilla), cuyo objeto era agilizar el intercambio de
información tanto de asuntos relativos al servicio, como de asuntos de otra índole. Que del citado grupo
formaban parte los Guardias Civiles Fulgencio y Germán . Que la inclusión del guardia Federico en el grupo
provocó cierto malestar e irritación en los procesados debido al grado de absentismo del Guardia denunciante,
iniciándose una conversación en el grupo en la que participaron el Guardia Fulgencio , el Guardia Germán y
el Guardia Federico entre los días 27 y 28 de junio de 2021.
II.- Concretamente, los comentarios realizados por el Guardia Civil Fulgencio el día 27 de junio de 2021 desde
su terminal telefónica NUM000 referidos al Guardia Federico fueron:
A las 22:26 horas: "otra vez lo añade y luego se va, y monta un pollo y no trabaja desde que vino aquí".
A las 22:31 horas: "Te llevas operando desde que llegaste, otro saludo para ti, otra cosa te recomiendo, el silencio,
porque para lo que me queda tengo la vergüenza perdida, tú verás".
A las 22:46 horas: "mira chaval, yo después de más de 40 años en la puta empresa esta, entro de mañana y veré
a mis compañeros entrar a las seis, todo esto durante muchos años. Tú, sinvergüenza, no has trabajado un año
seguido, no te montes lo de que me tengo que operar, que eso no es nuevo. Te digo sinvergüenza porque si la
tuvieras te callarías y seguirías viviendo como vives. Pero no, tú encima das caña, ni la conoces ni la quieres
conocer (la vergüenza). Pero la culpa no es tuya, es de los que te lo permiten, y no me hables más por el privado
manipulador".
A las 23:03 horas: "Da cuenta de mí, eres un sinvergüenza, encima te pones chulo Amenazas a mí. Tú eres un
tarado, si tienes huevos dímelo a la cara, uy cuando te diga lo que te mereces, das cuenta de mí y me expulsan"
"Cállate sinvergüenza, cállate que por gente como tú estamos tirados como perros en la calle y encima tú vas
y le echas huevos".
Por otro lado, y a continuación el Guardia Civil Germán realizó los siguientes comentarios dirigidos también
hacia el Guardia Federico desde su terminal NUM001 .
A las 23:00 horas: "Estoy con Fulgencio totalmente de acuerdo en todo... y de compañero nada de nada. No
tienes vergüenza y mis superiores mirando hacia otro lado. Hasta el nabo estoy de currar para los perros que os
pasáis el año, cobrando de baja. A la puta calle os mandaba yo, sinvergüenzas y perros que es lo que sois...".
A las 00:24 horas interviene el Brigada Martin , administrador del grupo y dice: "Creo que este grupo no es para
sacar trapos sucios de nadie... las cosas se comentan o se arreglan de otra manera o en otros foros, este es
para tratar temas del servicio".

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A las 00:37 horas interviene el Guardia Federico : "Gracias mi Brigada, yo no tengo ningún trapo sucio, daré
debida cuenta de estos impresentables".
A las 04:43 horas el Guardia Civil Germán interviene diciendo: "vas a dar cuenta de mi nabo... impresentable
tú... retrasado... me reafirmo, eres un sinvergüenza y un perro con jeta... esclavo de tus actos eres... así que por
mi parte vete a tomar por culo para siempre y da cuenta, esto es un grupo no oficial enfermo y al contrario que
dice el brigada un grupo es para comentar, eres tú el acto[r] principal porque estamos todos hasta los cojones
de tus mentiras y tus putas bajas, y digo todos incluidos tus jefes..." a las 4:54 continúa diciendo: Y ahora le das
las gracias al brigada, eres un falso, jeta, flojo y traidor, lo poco que has trabajado te has dedicado a faltarle el
respeto y ponerlo a parir... hipócrita que todos te hemos escuchado hablar perrerías de tu Brigada...".
Finalmente el 14 de agosto de 2021, el Guardia Germán a las 14.40 horas interviene diciendo: "Yo soy el
primero que me he excedido en comentarios fuera de tono... mil disculpas a todos los afectados de corazón, por
mis formas y mis taras lo siento hijos...".
A continuación de esta publicación, el Brigada Martin , eliminó (virtualmente) a todos los integrantes del grupo
disolviendo el mismo.
No ha quedado acreditado a juicio de esta sala, que los acusados tuvieran intencionalidad de lesionar el honor
o la dignidad del Guardia Federico o fueran plenamente conscientes de que las expresiones por ellos vertidas
tuvieran capacidad de ofender y humillar al Guardia destinatario de las mismas.
Segundo.- Fundamentos de la convicción.- La convicción de que los hechos han ocurrido en la forma que
ha quedado relatada, resulta de la prueba testifical, practicada en el acto de la vista bajo el principio de
contradicción, publicidad, inmediación y con respeto de todas las garantías constitucionales.
El acusado D. Fulgencio , reconoció que llamó sinvergüenza al Guardia Federico en tono coloquial y amistoso,
dijo que sus expresiones están sesgadas, que Federico escribió " Fulgencio deja el White Label" y lo borró, que
estaban en un momento crítico cuando el Guardia Federico dijo que se iba a operar, que no tuvo oportunidad de
pedir disculpas. Que era como una conversación de bar, no tenía intención ni animadversión, que tenía relación
previa con la víctima. Que no sentía ni tenía conciencia que le estaba insultando, que las conversaciones con
ese tono las había tenido en persona con el Guardia denunciante y en presencia de otros compañeros, en las
taquillas, antes de entrar o después del servicio y no había pasado nada.
El acusado D. Germán , se afirmó en su declaración prestada en sede judicial, reconoce como suyas las
expresiones que constan en el escrito de acusación, esas mismas expresiones se las ha dicho el declarante
en persona al Guardia Federico en innumerables ocasiones. Que el puesto principal de Mairena es como una
familia, que cuando venían las cosas mal dadas el Guardia Federico no aportaba nada. Que le pidió disculpas
al Guardia Federico a través del grupo de WhatsApp. Que nunca le trató de insultar o de humillar, no profirió
esas expresiones por faltarle el respeto humillarlo, era por denunciar una situación injusta. Tuvo amistad con
Federico e hizo muy buenos servicios con él, le ha reprochado que ha abusado de las bajas, que ese día tuvo
un calentón. Las expresiones que usó en el chat las usó habitualmente con el guardia Federico , en otros foros.
Que no tuvo intención de injuriar por las expresiones proferidas en el WhatsApp.
El Guardia Civil Federico declaró que solicitó al Brigada que le uniera al grupo de whatsapp, que se sintió
humillado, que si se hubieran disculpado los procesados, no les habría denunciado, Que se le ha creado una
situación de ostracismo laboral, que lleva en el puesto de Mairena desde el año 2009, que ha faltado por las
bajas aproximadamente cuatro años en total, que desde que se produjeron esos comentarios en el grupo de
whatsapp está en el ostracismo. Que el Guardia Fulgencio tiene esa forma de hablar, pero el declarante no se
lo permite. Lo que le ofende es que sugiere o dice que está fingiendo una baja.
La declaración del Brigada Martin , no hizo más que confirmar y corroborar parcialmente lo manifestado
por los encausados, en el sentido de afirmar que el lenguaje y las expresiones empleadas por aquellos,
eran el medio habitual para dirimir las diferencias que existían entre los compañeros del Puesto de Mairena
del Aljarafe. Este testigo declaró que no quiso meterse en las discusiones entre los Guardias y que no le
sorprendieron las expresiones que se profirieron la noche de autos. Dijo que el Guardia Federico no estaba
bien mirado por su alto absentismo laboral (tanto por bajas como por indisposiciones), entendió que lo que
ocurrió fue un cabreo. Dijo que el Guardia Germán es muy temperamental... que no hace las cosas con maldad,
estuvo presente cuando en una ocasión le dijo a Federico no seas sinvergüenza, Germán tiene acento de
Santander y parece más altivo, le consta que le dijo coloquialmente: "Doraimon no me dejes tirado...".
El Guardia Juan Pedro manifestó que las expresiones utilizadas en el grupo de whatsapp era la forma habitual
en la que se hablaban, el declarante no le dio la mayor importancia, a su juicio no son insultos son expresiones
con confianza, muchas veces cara a cara les ha oído esas expresiones a los acusados y al denunciante antes.
La víctima siempre ha tenido buen carácter y ha aceptado las bromas, no se le está haciendo vacío. No vio

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las expresiones fuera de lugar, no se sorprendió. No se hace con intención de ofender. En el mismo sentido el
Guardia Bernardino afirmó que los mensajes de los acusados en el grupo de whatsapp, no creyó que fueran
insultos, cuando publicó la palabra "ostras" fue porque se sorprendió de un comentario que hizo el Guardia
Federico en relación a una bebida alcohólica que consumía el Guardia Fulgencio , ese mensaje fue borrado.
La actitud de los miembros del puesto de Mairena hacia el Guardia Federico era normal, a veces se usan
palabras feas o malsonantes pero no cree que sean insultos.
A tenor de la prueba practicada, la Sala considera que no se ha podido acreditar el elemento cognitivo del
dolo exigible en el delito del que se acusa a los procesados, pues de la prueba practicada no puede deducirse
dicha intencionalidad, es decir el dolo exigible que comprende el conocimiento de la ilicitud de la conducta y
la voluntad de, aun así, realizarla".
SEGUNDO.- La parte dispositiva de la expresada sentencia es del siguiente tenor literal:
"Que debemos absolver y absolvemos a los procesados, Don Fulgencio y Don Germán , como autores de
un delito consumado de "Contra los derechos fundamentales y las libertades públicas", en su modalidad de
"públicamente, injuriar gravemente a otro militar", previsto en el artículo 50 del Código Penal Militar".
TERCERO.- Notificada que fue la sentencia a las partes, el letrado D. José Luis Ganfornina Falcón, en
representación de D. Federico , presentó escrito, que tuvo entrada en el Registro del Tribunal Militar Territorial
Segundo el 19 de julio de 2022, manifestando su intención de interponer recurso de casación, que se tuvo por
preparado según auto de fecha 29 de julio siguiente del Tribunal sentenciador.
CUARTO.- Recibidas las actuaciones en esta Sala, la representación procesal del recurrente, mediante escrito
firmado digitalmente el 5 de octubre de 2022, formalizó el recurso anunciado, fundamentándolo en los
siguientes motivos:
"PRIMERO: Al amparo del artículo 849.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal por inaplicación del artículo 50
del Código Penal Militar".
"SEGUNDO: Al amparo del artículo 849.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal por error en la apreciación de las
pruebas que son suficientes para enervar la presunción de inocencia".
QUINTO.- Dado traslado de las actuaciones a la procuradora Sra. Rosch Iglesias, en la representación que
ostenta de los Guardia Civiles D. Fulgencio y D. Germán , personados como recurridos, a fin de poder
impugnar la admisión del recurso o adherirse al mismo, evacuó el trámite conferido mediante escrito firmado
digitalmente el 13 de diciembre de 2022, en el que solicitó a la Sala la desestimación del recurso y el
mantenimiento de la sentencia impugnada.
SEXTO.- En similar trámite, la Fiscalía Togada, mediante escrito presentado en el Registro General de este
Tribunal Supremo el 30 de diciembre de 2022, formuló oposición al recurso de casación interpuesto, solicitando
a la Sala la desestimación del primero de los motivos del recurso de casación, así como la inadmisión y, en su
defecto, la desestimación del segundo, confirmando en todos sus extremos la sentencia recurrida, por resultar
plenamente ajustada a Derecho.
SÉPTIMO.- No habiendo solicitado las partes la celebración de vista, y no considerándola necesaria tampoco
la Sala, por providencia del pasado 30 de enero de 2023, se señaló para la deliberación, votación y fallo del
presente recurso el siguiente día 14 de febrero a las 12:00 horas, acto que se llevó a cabo con el resultado
decisorio que a continuación se expresa.
OCTAVO.- El Magistrado ponente terminó de redactar la presente sentencia en fecha 16 de febrero de 2023,
pasándola a continuación a la firma del resto de miembros de la Sala.

FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- 1. Es objeto del presente recurso de casación, interpuesto por la procuradora D.ª Raquel Nieto
Bolaño en nombre y representación el Guardia Civil D. Federico , personado en la causa como acusador
particular, bajo la dirección jurídica del letrado D. José Luis Ganfornina Falcón, la sentencia núm. 29/22, de
fecha 24 de junio de 2022, recaída en el sumario núm. 21/16/21, dictada por el Tribunal Militar Territorial
Segundo, por la que se absolvió a los procesados D. Fulgencio y D. Germán , también Guardias Civiles, del
delito "contra los derechos fundamentales y las libertades públicas" en su modalidad de "públicamente injuriar
gravemente a otro militar", previsto en el artículo 50 del Código Penal Militar, del que habían sido acusados.
El recurso se articula en razón a dos motivos que, para una mayor claridad, abordaremos en el mismo orden
seguido por la parte recurrente en su exposición, orden que ha sido también respetado por las demás partes

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personadas en sus escritos de impugnación del recurso, aunque la correcta técnica casacional hubiera exigido
su planteamiento en orden inverso.
2. El primer motivo del recurso lo formula la parte recurrente "al amparo del artículo 849.1 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal por inaplicación del artículo 50 del Código Penal Militar".
Argumenta la representación procesal del recurrente, tras una transcripción de los hechos probados y los
fundamentos de la convicción de la sentencia impugnada, que se dan todos y cada uno de los elementos del
referido tipo penal. Con apoyo en la jurisprudencia que cita - sentencia de esta Sala nº 45/2020 de fecha 12
de junio de 2020 y sentencia del Tribunal Militar Territorial Segundo de 25 de enero de 2021- considera que el
elemento objetivo concurre por haberse realizado la conducta típica "públicamente ya que los comentarios se
colgaron en un chat de whatsapp del que formaban parte 33 personas todos ellos compañeros de trabajo de
mi mandante". Y en cuanto al dolo, afirma que "se trata de un dolo genérico con los dos elementos intelectivo
y volitivo que se dan a juicio de esta parte en el presente supuesto, con la lectura conjunta de los mensajes
colgados en el chat por los acusados, los cuales realizan comentarios del Guardia Civil Federico totalmente
injuriosos y vejatorios". Critica que el juzgador a quo "haya considerado que el lenguaje utilizado en dicho
whatsapps no es ofensivo en base a las declaraciones de los acusados y de los testigos que declararon en el
acto de la vista, pues lo que denotan dichas declaraciones no es nada más y nada menos que el "ostracismo
laboral" en el que vive mi mandante en la unidad, donde sus compañeros e incluso superior (Brigada), están
dispuestos a declarar en sede judicial que el vocabulario utilizado en el chat es normal de la unidad, cuando
cualquier persona no utiliza de forma habitual un vocabulario tan soez e insultante, por lo que menos aún se
debe utilizar por miembros de la Guardia Civil", los cuales deben ajustar su conducta al respeto a las personas,
sean militares o civiles, según exigen los artículos 11 y 52 de las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas,
aprobadas por el Real Decreto 96/2009, de 6 de febrero.
En cuanto a la grave entidad de las expresiones o acciones injuriosas, señala la parte recurrente que "se deduce
del significado gramatical de aquéllas y de la valoración que éstas merezcan en el concepto público siendo
evidente que van acompañadas de un ánimo injurioso o insultante", no pudiendo ser minimizadas como un
simple desahogo o exceso verbal.
3. Comienza la representación procesal de los Guardias Civiles recurridos su escrito de impugnación del
recurso recordando las dificultades existentes para la revisión en casación de las sentencias absolutorias, tal
y como explica la sentencia de esta Sala núm. 103/2022, de 23 de noviembre.
Sin perjuicio de lo anterior, se opone a la estimación del primer motivo del recurso con base en los siguientes
argumentos: i) el recurrente no respeta los hechos probados de la sentencia de instancia, toda vez que esta no
considera acreditada la intencionalidad de los Guardias Civiles D. Fulgencio y D. Germán de lesionar el honor
o la dignidad del Guardia Federico ni que fueran plenamente conscientes de que las expresiones que emitieron
"tuvieran capacidad de ofender y humillar al Guardia destinatario de las mismas"; ii) aunque la parte recurrente
alega inaplicación del Art. 50 CPM, lo que realmente pretende en esta instancia es una nueva valoración de la
prueba documental, sin tener en cuenta la importancia de las pruebas testificales practicadas en el acto de la
vista bajo los principios de contradicción, publicidad e inmediación; iii) los hechos denunciados por el Guardia
Civil D. Federico , se circunscriben a una conversación en un grupo de WhatsApp en el que participaban 33
guardias civiles con libertad para entrar o salir de él, pues se trataba de un medio de comunicación privado, de
carácter no oficial ni público, en el que se integraban amigos y compañeros de trabajo al margen del servicio, y
iv) si bien el lenguaje utilizado por los Guardias Civiles denunciados no era correcto, se trataba de expresiones
propias de una relación de confianza entre los partícipes del grupo de WhatsApp, que no pueden integrar una
acción constitutiva de infracción penal.
4. La Excma. Fiscalía Togada comienza también su impugnación del recurso de casación con una referencia
al marco jurisprudencial que define las posibilidades de revisión en sede casacional de las sentencias
absolutorias, marco que limita el ámbito de la casación en estos casos a los motivos basados en infracción de
ley, restringiéndolo a las cuestiones de contenido puramente jurídico, con exclusión de la posibilidad de entrar
en la valoración de los elementos fácticos, tal y como se recoge en la sentencia de esta Sala núm. 103/2022,
de 23 de noviembre.
Entrando ya en el análisis del primer motivo del recurso, el Ministerio Fiscal aprecia, en primer lugar, que la
parte recurrente pretende alterar - contraviniendo la reiterada jurisprudencia de esta Sala contenida, entre otras,
en sentencia núm. 81/2020, de 26 de noviembre- el intangible relato fáctico de la sentencia de instancia e
imponer su propia e interesada valoración de los hechos, en relación con la intencionalidad de los Guardias
Civiles acusados, puesto que contradice la conclusión a la que llega el Tribunal a quo en el último inciso del
relato de hechos probados, en el que expresa que "No ha quedado acreditado a juicio de esta sala, que los
acusados tuvieran intencionalidad de lesionar el honor o la dignidad del Guardia Federico o fueran plenamente

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conscientes de que las expresiones por ellos vertidas tuvieran capacidad de ofender y humillar al Guardia
destinatario de las mismas".
Por lo que se refiere al elemento de la gravedad de la injuria considera el Ministerio Fiscal que el razonamiento
del Tribunal de instancia es plenamente fundado y ajustado a los criterios jurisprudenciales relativos a la
valoración de tal elemento -citando al efecto la STS, 5ª, núm. 70/2021, de 14 de julio, y la STC 35/2004, de 8 de
marzo- en atención al conjunto de circunstancias relacionadas en el primer fundamento jurídico de la sentencia
impugnada que sirven para ponderar el contexto en el que se produjeron los hechos y que fundamentan la
exclusión de la gravedad de la injurias.
En consecuencia, la Excma. Fiscalía Togada no advierte la concurrencia del error iuris denunciado y por ello
solicita la desestimación del primer motivo del recurso.
SEGUNDO.- 1. Como bien manifiestan las dos partes recurridas al comienzo de sus respectivos escritos de
oposición, con cita de nuestra sentencia núm. 103/2022, de 23 de noviembre, que damos por reproducida, el
enfoque desde el que la Sala de casación ha de estudiar el presente recurso de casación exige tener en cuenta
las limitaciones que pesan sobre la revisión de sentencias absolutorias, pues como ya dijimos en nuestra
anterior sentencia núm. 88/2021, de 7 de octubre, acogiendo la doctrina de la Sala Segunda de este Tribunal
Supremo "las posibilidades de revisión en casación de sentencias absolutorias, dadas las características de
este recurso, cada vez discurren por senderos más angostos - STS, 2ª, 117/2018-, siendo abundantes las
referencias a las "severas restricciones a la posibilidad de rectificar en vía de recurso los aspectos fácticos
de sentencias absolutorias" - ATS, 2ª, 487/2019, de 28 de marzo". Y es que -añadíamos nosotros-, "como ha
declarado el Tribunal Constitucional tras una evolución de su anterior doctrina, evolución iniciada con la STC
184/2009, de 7 de septiembre, y culminada con la STC 88/2013, de 11 de abril, resulta contrario a un proceso
con todas las garantías que un órgano judicial, conociendo a través del correspondiente recurso, condene a
quien había sido absuelto en la instancia o empeore su situación como consecuencia de una nueva fijación
de los hechos probados que encuentre su origen en la reconsideración de pruebas, cuya correcta y adecuada
apreciación exija necesariamente que se practiquen en presencia del órgano judicial que las valora -como es
el caso de las declaraciones de testigos, peritos y acusados- sin haber celebrado una vista pública en que se
haya desarrollado con todas las garantías dicha actividad probatoria".
La anterior doctrina ha de conectarse con la reiterada jurisprudencia de este Tribunal Supremo -recogida
recientemente, entre otras muchas, en SSTS, 5ª, núms. 33/2020, de 21 de mayo, 61/2021, de 12 de julio y
50/2022, de 9 de junio-, en la que se advierte que "la vía casacional elegida de infracción de legalidad ordinaria,
comporta como presupuesto metodológico la aceptación en sus propios términos de los hechos probados,
que resultan vinculantes de manera que el único objeto del motivo radica en verificar la corrección con que se
llevó a cabo la subsunción jurídica de los mismos".
De forma que, como expresa nuestra sentencia núm.81/2020, de 26 de noviembre:
"Cuando el recurso se formula y articula al amparo del artículo 849.1º de la LECRIM, como es el caso, resulta
obligado respetar los hechos declarados probados en la sentencia de instancia, con estricta observancia de
lo que consta en el correspondiente relato, sin añadir o suprimir nada que no aparezca en dicha narración
(por todas la sentencia de esta sala de 29 de septiembre de 2009), pues, como ha señalado el Tribunal
Constitucional ( STC 123/86, de 22 de octubre), "la falta de respeto a los hechos probados afecta a la propia
esencia del recurso de casación por infracción de ley, dado el papel fundamental que para la determinación de
los hechos corresponde al juicio oral y las facultades de consideración conjunta del material probatorio que
corresponde al órgano de instancia" ( sentencia de esta sala de 9 de marzo de 2010). Así pues, la elección de
este motivo por el recurrente, partiendo de la inamovible narración de los hechos probados -cuya certeza no
puede cuestionarse bajo la cobertura de la denuncia por infracción de precepto penal sustantivo-, nos obliga
a determinar si los hechos declarados probados tienen encaje en el tipo previsto en el artículo 46 del Código
Penal Militar y consecuentemente, toda alegación tendente a criticar la valoración de la prueba llevada a cabo
por el Tribunal de instancia carece de cobertura legal cuando se invoca la infracción de ley al amparo del art.
849.1º LECRIM., debiéndonos circunscribir, en esta sede casacional, a comprobar si el Tribunal de instancia ha
valorado de manera apropiada desde el punto de vista jurídico la resultancia fáctica declarada como probada
en la sentencia - STS,5ª, núm.81/2020, de 26 de noviembre-".
2. Examinado bajo los anteriores parámetros jurisprudenciales el primer motivo del recurso, basado en error
iuris, la Sala considera que no puede prosperar.
Básicamente, porque no respeta la declaración de hechos probados de la sentencia impugnada, en cuyo
último párrafo el Tribunal de instancia advierte que "[n]o ha quedado acreditado a juicio de esta sala, que
los acusados tuvieran intencionalidad de lesionar el honor o la dignidad del Guardia Federico o fueran
plenamente conscientes de que las expresiones por ellos vertidas tuvieran capacidad de ofender y humillar al

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Guardia destinatario de las mismas", toda vez que, como explica la propia sentencia en los Fundamentos de
la Convicción, "[a] tenor de la prueba practicada, la Sala considera que no se ha podido acreditar el elemento
cognitivo del dolo exigible en el delito del que se acusa a los procesados, pues de la prueba practicada no
puede deducirse dicha intencionalidad, es decir el dolo exigible que comprende el conocimiento de la ilicitud
de la conducta y la voluntad de, aun así, realizarla". A lo que añade en el Fundamento Jurídico Segundo la
consideración de que, atendidas las expresiones literales y el contexto en que se realizaron, "no puede derivarse
de ello que existiera por parte de los acusados una intención de menospreciar, ofender y humillar al Guardia
Federico , más allá del animus criticandi en que pudieran haber incurrido, fruto de la frustración, irritación u
ofuscación que en el ánimo de los encausados pudiera haber provocado la noticia de una nueva baja de la
víctima".
A este respecto, debe tomarse en consideración la doctrina del Tribunal Europeo de Derechos Humanos -
contenida, entre otras, en sentencias de 26 de mayo de 1988, asunto Ekbatani contra Suecia, 22 de noviembre
de 2011, asunto Lacadena Calero contra España, y 13 de junio de 2017, asunto Atutxa Mandiola y otros contra
España-, conforme a la cual, el examen de la culpabilidad o de la intencionalidad de los encausados participa
de naturaleza factual, incluidas las inferencias referidas al elemento subjetivo, por lo que su examen por el
tribunal de apelación o de casación excede de lo puramente jurídico, lo que conlleva que sólo sería posible
llevarla a cabo mediante una nueva audiencia pública en la que se oyera a dichos encausados.
La recepción de tal doctrina ha llevado a este Tribunal Supremo a sostener que "vulnera el derecho a un
proceso con todas las garantías ( art. 24.2 CE) que un órgano judicial, conociendo en vía de recurso, condene
a quien había sido absuelto en la instancia o empeore su situación a partir de una nueva valoración de pruebas
personales o de una reconsideración de los hechos estimados probados para establecer su culpabilidad", por
lo que, a tenor de dicha doctrina, sólo es posible "la revisión en casación de sentencias absolutorias cuando
el Tribunal Supremo actúa dentro de los márgenes de la infracción de ley, revisando cuestiones puramente
jurídicas" - STS, 2ª, 58/2017, de 7 de febrero y ATS, 2ª, núm. 461/2019, de 28 de marzo de 2019- . Y, como
también dicen las sentencias de nuestra Sala núms. 19/2019, de 18 de febrero, y 59/2019, de 25 de abril,
"no estando prevista la práctica de prueba en la normativa que regula el recurso extraordinario de casación,
ni existir espacio procesal que permita dicha audiencia personal del acusado (vid. STC 172/2016, de 17
de octubre, por todas), las posibilidades de tornar la absolución en condena o empeorar la recaída en la
instancia, se reduce estrictamente al ámbito del debate jurídico sobre la correcta subsunción de los hechos,
ya inamovibles y vinculantes, en la norma penal aplicable, esto es, a través de la vía de infracción de ley penal
sustantiva o error iuris que autoriza el art. 849.1 LECRIM...Consideraciones extensivas a la inviabilidad a estos
efectos del motivo basado en error facti, en la medida en que el documento en que se recoja el pretendido
error entrará en contradicción con otros elementos probatorios, significadamente con la declaración del propio
acusado".
Partiendo pues, de conformidad con la expresada doctrina, del pleno respeto al relato fáctico de la sentencia
impugnada, deducido de la valoración de la prueba practicada en juicio oral con las garantías de inmediación,
contradicción y publicidad -ámbito en el que el Tribunal de instancia es soberano y en el que la Sala de casación
no puede sustituirlo, una vez comprobado que ha motivado suficientemente su convicción-, no cabe apreciar
en el caso ahora examinado indebida inaplicación del artículo 50 del Código Penal Militar, en la modalidad de
injurias graves, toda vez que, a tenor de dicho relato fáctico, no concurre el elemento subjetivo exigido por el
referido tipo penal.
La anterior conclusión sobre la ausencia del básico elemento subjetivo del injusto nos exime del análisis del
elemento objetivo del tipo penal del que fueron acusados los Guardias Civiles D. Fulgencio y D. Germán ,
representado por el adverbio modal "gravemente", que modifica al verbo injuriar -en su tercera persona del
singular del futuro de subjuntivo-, de cuya no apreciación por la sentencia impugnada también se queja el
recurrente en el motivo ahora examinado. Baste aquí dejar constancia de que el Tribunal a quo expresa en
el primero de los Fundamentos Jurídicos de dicha sentencia, que damos por reproducido, las razones que
le llevan a no apreciar -en las expresiones vertidas por los Guardias Civiles acusados contra el Guardia Civil
Federico a través la aplicación WhatsApp- la gravedad requerida para integrar el referido tipo penal. A lo
que añadimos una precisión: el que dichas expresiones resulten contrarias a las normas de conducta que
a todo militar imponen las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas -en particular a las contenidas
en sus artículos 11 y 52, invocados por la parte recurrente- no quiere decir que tal contravención adquiera
necesariamente y en todo caso relevancia penal, pues, sin ir más lejos, la propia Ley Orgánica 12/2007, de
22 de octubre, del régimen disciplinario de la Guardia Civil, tipifica la desconsideración o incorrección con
los compañeros como falta leve - artículo 9.1 LORDGC- o incluso como falta grave - artículo 8.6 LORDGC-,
en atención a la mayor o menor entidad de la desconsideración o incorrección, dicho todo ello a efectos
puramente dialécticos y sin ánimo de prejuzgar en un ámbito -el disciplinario- en el que no nos corresponde
ahora adentrarnos.

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JURISPRUDENCIA

En consecuencia, procede la desestimación del primer motivo del recurso.


TERCERO.- 1. El segundo motivo del recurso lo formula la parte recurrente "al amparo del artículo 849.1 de
la Ley de Enjuiciamiento Criminal por error en la apreciación de las pruebas que son suficientes para enervar
la presunción de inocencia".
En su desarrollo, aclara que "lo que se denuncia en el presente motivo de recurso es que aun cuando ha
existido un mínimo de actividad probatoria practicada con sujeción a la Ley, lo cierto es que de la misma puede
deducirse lógica y racionalmente la culpabilidad de los acusados, esto es, se deriva prueba incriminatoria de
cargo" y señala que "el Tribunal de instancia incurre en un error patente en el proceso deductivo llevado a cabo
en orden a dar por probados los hechos que no sustentan la condena de los acusados, no ajustándose además
la apreciación que se hace de la prueba a las reglas de la lógica, resultando, por tanto, irracional o arbitraria
la valoración que de la misma se hace".
El siguiente párrafo lo dedica al derecho fundamental a la presunción de inocencia, tras el que concluye con
la siguiente afirmación destacada en negrita: "Es evidente, en este sentido, que, tras la exhaustiva valoración
de las pruebas, no existe duda alguna que las mismas debieron de resolverse condena[n]do a los acusados,
pues las pruebas practicadas en modo alguno enervan la presunción de inocencia".
Más adelante, se refiere a la inexistencia de doble instancia en el ámbito jurisdiccional militar, lo que considera
que merma sus posibilidades de defensa, y recoge una cita de la sentencia de esta Sala núm. 4/2019, de 24
de enero, en la que se explica que "[l]a invocación por el condenado en este trance casacional de haberse
infringido su derecho esencial a la presunción de inocencia, a falta por ahora de la doble instancia penal en la
Jurisdicción Militar, permite la revisión integral de las sentencias condenatorias en observancia del derecho
proclamado en el art. 14.5 º del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y en concreto acerca de la
existencia de prueba incriminatoria sustentadora de la condena, si bien que una vez esté acreditada su realidad
no es posible rectificar la convicción del órgano de enjuiciamiento más allá de los casos de error patente o de
ilógica construcción de la estructura racional de los fundamentos de valoración".
De ahí, pasa la representación procesal del recurrente a considerar que "la prueba practicada, apreciada
conforme a las reglas de la lógica y la racionalidad, permite desvirtuar la presunción de inocencia que ampara
a los acusados", lo que justifica, a continuación, señalando que "los testigos y acusados que depusieron en el
acto de la vista son todos Guardias Civiles que prestan servicio en el Puesto Principal de Mairena del Aljarafe,
los cuales en base a un criterio totalmente ilógico, manifestaron que las descalificaciones que se realizaron
en el grupo de Whatsapps, respecto de mi mandante, son normales en su unidad [...]", a lo que añade, a través
de su propia valoración de la prueba, unas reflexiones sobre la falta de credibilidad de las declaraciones de
los testigos y la concurrencia de los elementos del tipo penal imputado, en especial, del animus iniuriandi con
extralimitación en el ejercicio del derecho a la libertad de expresión.
2. La representación procesal de los Guardias Civiles que resultaron absueltos en la sentencia recurrida
considera que el motivo segundo del recurso no puede prosperar y ha de ser desestimado.
Argumenta que los motivos interpuestos por la vía del art. 849.1 LECrim deben respetar el hecho probado y
que el recurrente confunde el error en la valoración de la prueba con la valoración de la prueba del modo que
a él le interese.
A juicio de dicha parte, la sentencia que se recurre detalla a la perfección todos los hechos que llevan al Tribunal
de instancia a absolver a los acusados, tras una completa valoración racional de toda la prueba practicada, por
inexistencia de dolo y tratarse de expresiones que, aunque indeseables, eran permitidas entre los componentes
del grupo.
3.- La Excma. Fiscalía Togada solicita la inadmisión o, subsidiariamente, la desestimación del presente motivo
del recurso, sobre la base de las siguientes razones:
3.1. El incumplimiento de los requisitos establecidos en el artículo 874 de la LECrim, al plantear el recurrente
sus pretensiones de forma confusa, juntando, además, en un solo motivo pretensiones de muy distinta
naturaleza y
alcance.
A juicio del Ministerio Fiscal, la representación procesal del recurrente "plantea una suerte de alegación
casacional de naturaleza híbrida, a medio camino entre la presunción de inocencia (motivo constitutivo de una
infracción específica de precepto constitucional) y el error facti efectivamente invocado, combinando de forma
interesada elementos propios de uno y otro, con el único propósito de propiciar una improcedente revisión del
proceso valorativo llevado a cabo por el tribunal de instancia y de imponer su propia valoración de la prueba
practicada", lo que desvirtúa la naturaleza de los motivos de casación que invoca, mediante la creación de "un

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JURISPRUDENCIA

pseudomotivo en el que no se pueden reconocer las características propias y específicas de ninguno de ellos,
y que, por tal razón, no tiene cabida en ninguna de las tasadas causas que se prevén en la ley para servir de
fundamento al recurso de casación".
Ello debería determinar la inadmisión del motivo con arreglo a lo dispuesto en el artículo 884.1º LECrim.
3.2. A pesar de que en el enunciado se invoca un motivo de casación formalmente fundamentado en el
apartado 1 del artículo 849 de la LECrim, lo que plantea de forma expresa es la existencia de un error en la
valoración de la prueba, si bien ni en el escrito de preparación del recurso, ni en el de formalización, se identifica
el documento de contraste que ponga de relieve el error del juzgador, tal y como exige el segundo párrafo
del artículo 855 LECrim. Omisión que determina la necesaria inadmisión del motivo, con fundamento en lo
dispuesto en el artículo 884.6º LECrim.
3.3. Alega el Ministerio Fiscal, a mayor abundamiento, tras una actualizada cita de jurisprudencia de este
Tribunal Supremo sobre el ámbito de aplicación del motivo de casación previsto en el artículo 849.2 LECrim y
los requisitos a los que debe ajustarse para que resulte viable, que la pretensión casacional sostenida por la
parte recurrente resulta inviable "al no fundarse en prueba alguna de carácter documental, ni evidenciar error
alguno en la valoración de la prueba", sin que, por otro lado, el recurrente identifique en modo alguno el concreto
error del relato fáctico que deba ser corregido, ni sugiera una nueva redacción del mismo, razones por las que
"no concurre ninguno de los elementos exigidos por la jurisprudencia para justificar la existencia del error en
la valoración de la prueba que denuncia la parte recurrente".
En relación con la infracción del principio de presunción de inocencia que el recurrente conecta con el alegado
error en la valoración de la prueba, pone de manifiesto la Fiscalía Togada, con apoyo en jurisprudencia de
esta Sala y del Tribunal Constitucional, la cual damos por reproducida, que "no resulta admisible invocar los
fundamentos del principio de presunción de inocencia para sustentar pretensiones condenatorias, incurriendo
así en lo que se ha venido denominando "presunción de inocencia invertida"".
Finalmente, respecto a las críticas derivadas de la inexistencia de una segunda instancia en el ámbito de
la jurisdicción militar, la Fiscalía Togada, siguiendo la doctrina jurisprudencial recogida, entre otras, en las
STS, 5ª, núms. 77/2019, de 18 de junio, y 2/2022, de 12 de enero, considera que "el amplio conocimiento,
análisis y revisión que la Sala Quinta del Tribunal Supremo asume de las sentencias condenatorias en este
trance casacional en que nos encontramos permite salvaguardar, tanto los referidos derechos constitucionales
aludidos por el recurrente, como el reconocido en el artículo 14.5 del invocado Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, que recordemos, literalmente dispone que "toda persona declarada culpable de un delito
tendrá derecho a que el fallo condenatorio y la pena que se le haya impuesto sean sometidos a un tribunal
superior, conforme a lo prescrito por la ley". Derecho que queda salvaguardado en el presente caso mediante
la interposición de recurso de casación ante la Sala Quinta del Tribunal Supremo".
CUARTO.- 1. El segundo motivo del recurso es ciertamente confuso y contradictorio tanto en su enunciado
como en su desarrollo.
Dice ampararse en el artículo 849.1º de la LECrim, pero acto seguido manifiesta que se formula "por error en la
apreciación de las pruebas que son suficientes para enervar la presunción de inocencia", proposiciones ambas
incompatibles, pues, como ya hemos explicado anteriormente, el motivo que autoriza dicho precepto legal ha
de partir del pleno respeto al relato fáctico de la sentencia impugnada -"dados los hechos que se declaren
probados", dice el artículo 849.1º de la LECrim- por lo que no puede dedicarse su desarrollo a discutir dicho
relato ni la valoración de la prueba que ha llevado al Tribunal de instancia a su fijación.
Cabría pensar que se trata de un mero error material y que, realmente, la parte recurrente no ha querido formular
el motivo al amparo del número 1º del artículo 849 LECrim, sino del apartado 2º de dicho artículo. Pero este
apartado no permite una impugnación indiscriminada de la valoración de la prueba efectuada por el Tribunal de
instancia, como parece pretender la parte recurrente, sino sólo "[c]uando haya existido error en la apreciación
de la prueba, basado en documentos que obren en autos, que demuestren la equivocación del juzgador sin
resultar contradichos por otros elementos probatorios", de forma que, aun cuando entendiéramos -salvando
su incorrecta formulación- que el motivo se formula al amparo del artículo 849.2º de la LECrim, son múltiples
las causas que lo hacen inviable.
Como bien advierte la Excma. Fiscalía Togada, el recurrente no identifica -ni en el escrito de preparación del
recurso, ni en el de formalización- el documento y los particulares del mismo que muestren el error en la
apreciación de la prueba que denuncia, tal y como exige el segundo párrafo del artículo 855 LECrim, lo que
es causa de inadmisión del motivo, prevista en el artículo 884.6º de la misma ley. Como tampoco señala cuál
es el concreto error en la valoración de la prueba en el que ha incurrido el Tribunal de instancia, ni propone
una redacción alternativa del relato fáctico de la sentencia, requisitos exigidos por la jurisprudencia de este

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JURISPRUDENCIA

Tribunal Supremo para que pueda prosperar el motivo basado en error facti -entre las más recientes, SSTS, 2ª,
núm. 897/2022, de 16 de noviembre, y 5ª, núms. 21/2022, de 3 de marzo y 29/2022, de 31 de marzo-.
Lo que cuestiona el recurrente -en un párrafo destacado en letra negrita- son las declaraciones de los Guardias
Civiles que testificaron en la vista oral, a las que considera que no se les puede dar credibilidad, pero tal queja,
además de no resultar amparada por el artículo 849 LECrim en ninguno de sus dos apartados, ni demostrar
irracionalidad o falta de lógica en la valoración de la prueba, invade un terreno -como es el de la credibilidad de
los testigos y de sus testimonios- en el que el Tribunal de enjuiciamiento es soberano, pudiendo únicamente
comprobar el Tribunal de casación que, como ha ocurrido en el presente caso, dichas pruebas se obtuvieron
y practicaron legalmente en el acto de la vista oral, sin quiebra de derecho fundamental alguno y con sujeción
a los principios de contradicción, oralidad, inmediación y publicidad.
Por lo que se refiere a la invocación que la parte recurrente realiza del principio de presunción de inocencia,
sólo cabe calificarla de impropia y confusa.
Impropia, porque la presunción de inocencia es un derecho inherente a las personas a las que se imputa un
delito o una infracción disciplinaria, pero en modo alguno asiste a quienes, como el hoy recurrente, ejercen la
acusación. A este respecto, es doctrina jurisprudencial de este Tribunal Supremo que no es viable la invocación
de una suerte "de presunción de inocencia invertida, que construyendo una imagen especular de este derecho
fundamental primigenio, lo invierta para ponerlo al servicio de las acusaciones, públicas o privadas, y tornarlo
en perjuicio de los ciudadanos acusados que es para quien se ha establecido constitucionalmente como
cimiento básico de todo nuestro sistema penal de justicia" - entre otras, SSTS, 2ª, 631/2014, de 29 de
septiembre y 901/2014, de 30 de diciembre-.
La contradicción de tal planteamiento de la parte recurrente se revela con toda su intensidad en el último inciso
del segundo párrafo del desarrollo del motivo, cuando afirma -destacándolo en letra negrita- que "[e]s evidente,
en este sentido, que, tras la exhaustiva valoración de las pruebas, no existe duda alguna que las mismas
debieron de resolverse condenando a los acusados, pues las pruebas practicadas en modo alguno enervan
la presunción de inocencia". Si ciertamente, como afirma esta última proposición, las pruebas practicadas
no enervaron la presunción de inocencia de los acusados -únicos a quienes asiste tal derecho-, entonces es
evidente que su absolución resultaba obligada.
Es probable que sea esa misma confusión la que lleva a la representación procesal del recurrente a afirmar
que "la inexistencia de doble instancia en el ámbito de la jurisdiccional militar merma las posibilidades de
defensa de mi parte" y a invocar la sentencia de esta Sala núm. 4/2019, de 24 de enero, para pedir una nueva
valoración de la prueba practicada en el juicio oral, más favorable a sus intereses. Pero lo que dicha sentencia
sostiene es que, aunque no exista en el ordenamiento jurídico penal militar una implantación generalizada de
la doble instancia, es posible obtener, mediante la invocación por el condenado en este trance casacional de
haberse infringido su derecho esencial a la presunción de inocencia, "una revisión integral de las sentencias
condenatorias en observancia del derecho proclamado en el art. 14.5º del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, y en concreto acerca de la existencia de prueba incriminatoria sustentadora de la condena".
Con la invocación de dicha sentencia, nuevamente parece desconocer la parte recurrente tanto que las partes
acusadoras no gozan del derecho a la presunción de inocencia, como que no sólo el artículo 14.5º del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, citado en ella, sino también el artículo 2 del Protocolo 7 al
Convenio Europeo para la protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales lo que
reconocen no es un derecho generalizado a la doble instancia penal, para todas las partes del proceso y frente
a todo tipo de resoluciones, sino un derecho en favor de toda persona declarada culpable de un delito a que
su declaración de culpabilidad o su condena sean revisadas por un Tribunal Superior, tal como fácilmente se
deduce de la lectura de ambos preceptos:
Artículo 14.5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos:
"Toda persona declarada culpable de un delito tendrá derecho a que el fallo condenatorio y la pena que se le
haya impuesto sean sometidos a un Tribunal Superior, conforme a lo prescrito por la ley".
Artículo 2 del Protocolo 7 al Convenio Europeo para la protección de los Derechos Humanos y de las Libertades
Fundamentales:
"1.Toda persona declarada culpable de una infracción penal por un tribunal tendrá derecho a hacer que la
declaración de culpabilidad o la condena sea examinada por un órgano jurisdiccional superior. El ejercicio de
ese derecho, incluidos los motivos por los que podrá ejercerse, se regularán por la ley.

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JURISPRUDENCIA

2. Este derecho podrá ser objeto de excepciones para infracciones penales de menor gravedad según las define
la ley, o cuando el interesado haya sido juzgado en primera instancia por el más alto órgano jurisdiccional o
haya sido declarado culpable y condenado a resultas de un recurso contra su absolución".
Por lo demás, los razonamientos en los que el Tribunal de instancia exterioriza su valoración de la prueba
practicada en la vista oral -contenidos en los Fundamentos de la Convicción de la sentencia impugnada que
hemos transcrito en los Antecedentes de Hecho de la presente sentencia- son coherentes y en ellos no aprecia
esta Sala atisbo alguno de irracionalidad o falta de lógica.
Todas las anteriores reflexiones no hacen sino poner de manifiesto la falta de fundamento del segundo motivo
del recurso de casación, determinante de la causa de inadmisión contemplada en el artículo 885.1º de la
LECrim, y, en el actual momento procesal, de su desestimación.
QUINTO.- Una vez expresado nuestro criterio contrario a la estimación del recurso de casación, queda por
resolver la petición que, con carácter subsidiario, efectúa la parte recurrente al final del suplico del escrito de
formalización del recurso en los siguientes términos: "y subsidiariamente en el supuesto que la sala considere
que los hechos no son constitutivos de delito, pero s[í] de infracción disciplinaria, se modifiquen los hechos
probados en dicho sentido y se ordene al juzgado de instancia que remit[a] copia autenticada de todo lo
actuado a la Autoridad Militar con potestad para ordenar la instrucción del oportuno expediente".
A juicio de la Sala, no ha lugar a la pretendida modificación de los hechos probados, puesto que éstos no son
sino el resultado de la valoración de la prueba efectuada por el Tribunal a quo y, en tal sentido, no resultan
afectados por la calificación jurídica que pudieran merecer. A mayor abundamiento, ya hemos expuesto en
los precedentes Fundamento de Derecho de esta sentencia las razones que impiden en sede casacional la
modificación del relato fáctico contenido en la sentencia de instancia.
Sin perjuicio de lo anterior, la sentencia impugnada considera en su Fundamento Jurídico Primero que, si bien
en las expresiones proferidas contra el hoy recurrente no concurre la gravedad requerida por el tipo penal del
que habían sido acusados los Guardias Civiles D. Fulgencio y D. Germán , dichas expresiones no dejan de
ser malsonantes e impropias del trato que debe dispensarse a los compañeros de trabajo, concluyendo al final
de dicho Fundamento Jurídico que "[l]a falta de corrección en el trato, de mal gusto e irrespetuosa, tiene, a
nuestro parecer encaje en la corrección disciplinaria".
Hubiera sido coherente con dichas reflexiones el que la sentencia impugnada incluyera un otrosí en los
términos que previene el párrafo segundo del artículo 89 de la Ley Orgánica Procesal Militar, dicho fuera con
las precisas cautelas y sin ánimo de prejuzgar, puesto que el ejercicio, en su caso, de la potestad disciplinaria
sobre los miembros de la Guardia Civil está encomendado a las autoridades y mandos determinados en el
Capítulo I del Título III de la Ley Orgánica 12/2007, de 22 de octubre, del régimen disciplinario de la Guardia Civil.
En todo caso, establece la disposición adicional segunda de la citada ley disciplinaria de la Guardia Civil que
"los jueces y tribunales pondrán en conocimiento de la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil
[actualmente Dirección General de la Guardia Civil] toda resolución que ponga fin a los procesos por delito o
falta que afecten al personal sujeto a la presente Ley".
En consecuencia, la Sala considera procedente recordar al Tribunal de instancia que deberá remitir testimonio
de su sentencia de 24 de junio de 2022, una vez firme, a la Dirección General de la Guardia Civil a los efectos
que la autoridad competente en materia disciplinaria se digne estimar.
SEXTO.- Las costas deben declararse de oficio, al administrarse gratuitamente la justicia militar, conforme al
artículo 10 de la Ley Orgánica 4/1987, de 15 de julio.

FALLO
Por todo lo expuesto, en nombre del Rey y por la autoridad que le confiere la Constitución, esta sala ha decidido
1º.- Desestimar el recurso de casación penal núm. 101-44-2022 interpuesto por el Guardia Civil D. Federico
, representado por la procuradora D.ª Raquel Nieto Bolaño, bajo la dirección jurídica del letrado D. José Luis
Ganfornina Falcón, frente a la sentencia núm. 29/22, de fecha 24 de junio de 2022, recaída en el sumario
núm. 21/16/21, dictada por el Tribunal Militar Territorial Segundo, por la que se absolvió a los procesados
D. Fulgencio y D. Germán , también Guardias Civiles, de un delito "contra los derechos fundamentales y las
libertades públicas" en su modalidad de "públicamente injuriar gravemente a otro militar", previsto en el artículo
50 del Código Penal Militar, del que habían sido acusados.
2º.- Confirmar la sentencia recurrida por ser la misma acorde a Derecho.

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JURISPRUDENCIA

3º.- Disponer que por el Tribunal Militar Territorial Segundo se remita testimonio de la referida sentencia a la
Dirección General de la Guardia Civil a los efectos que la autoridad competente en materia disciplinaria se
digne estimar.
4º.- Declarar de oficio las costas del presente recurso.
Notifíquese esta resolución a las partes personadas e insértese en la colección legislativa.
Así se acuerda y firma.

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