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2o trimestre 2002

00028

9 778411 355668

6,50 euro
I. LA CONSCIENCIA

Sumario
4 La consciencia
David J. Chalmers

12 El problema de la consciencia
Francis Crick y Christof Koch

22 La visión, ventana a la consciencia


Nikos K. Logothetis

30 Creación cerebral de la mente


Antonio R. Damasio

36 Emoción, memoria y cerebro


Joseph E. LeDoux

44 Dos cerebros en uno


Michael S. Gazzaniga

II. SUSTRATO CEREBRAL


52 Regeneración de las células nerviosas en adultos
Gerd Kempermann y Fred H. Gage

58 ¿Cómo calcula nuestro cerebro?


Stanislas Dehaene

66 Circuitos nerviosos de la sexualidad masculina


Irwin Goldstein, John Bancroft, François Giuliano,
Jeremy P. W. Heaton, Ronald W. Lewis, Tom F. Lue, Kevin
E. McKenna, Harin Padma-Nathan, Raymond Rosen,
Benjamin D. Sachs, R. Taylor Segraves
y William D. Steers

72 El lenguaje de los signos en el cerebro


Gregory Hickok, Ursula Bellugi y Edward S. Klima

80 El significado de los sueños


Jonathan Winson

88 Cerebro de varón y cerebro de mujer


Doreen Kimura
La consciencia

melissa szalkowski
La consciencia
Los expertos en neurología han decidido abordar
uno de l­os misterios más profundos de la existencia.
Pero el mero conocimiento del cerebro quizá no
les lleve hasta el fondo del problema

David J. Chalmers

L
a consciencia nos es, a la vez, lo discutir de madrugada, con unas copas
más familiar y lo más miste- delante.
rioso del mundo. Nada hay que En los últimos años, sin embargo,
conozcamos de forma más direc­ta, pe­ro un número creciente de neurólogos,
resulta dificilísimo conciliar­la con el psicólogos y filósofos ha rechazado que
resto de nuestros conocimientos. ¿Por no se pueda estudiar la consciencia e
qué existe? ¿Qué hace? ¿Có­mo surge, intenta desentrañar sus secretos.
posiblemente, de los proce­sos neurona- Como cabría esperar de un campo nove-
les del cerebro? Cuestiones to­das ellas doso, hay una maraña de teorías diver-
que se numeran entre las más apasio- sas, que polemizan unas con otras; a
nantes de la ciencia. menudo usan los conceptos básicos de
Desde un punto de vista objetivo, forma incompa­tible. Para desenredar
podemos llegar a conocer bastante bien la madeja, el razonamiento filosófico
el cerebro. Mientras el lector se detiene resulta imprescindible.
en esta página, dentro de él hay un La miríada de concepciones que
torbellino de procesos: los fo­tones inci- pululan en este campo van de las teo-
den en la retina, las señales eléctricas rías reduccionistas, según las cuales
remontan el nervio óptico y atraviesan la consciencia se puede explicar con
áreas diferentes del cerebro, para que, los métodos habituales en neurología
al final, responda con una sonrisa, una y psicología, a la postura de los lla-
expresión de perplejidad o un comen- mados mistéricos, para quienes nunca
tario. Pero se da también un aspecto comprenderemos la consciencia en
subjetivo. Cuando el lector mira la absoluto. Creo que el análisis atento
página es consciente de que lo hace; muestra que ambas ideas son erróneas
percibe imágenes y palabras como y que la verdad cae en medio.
parte de su vida interior, privada,
mental. Todos tenemos vivas impre-
siones de las flores con sus colores, del
cielo estrellado. Puede que sintamos
C ontra el reduccionismo defenderé
que las herramientas de la neu-
rología no pueden proporcionar una
además algunas emociones y forme- explicación completa de la experiencia
mos determinados pensamientos. consciente, aunque tengan mucho que
FotografIa en blanco y negro de Dan Wagner; ComposiciOn digital de Tom Draper DesiGN

Juntas, estas experiencias constituyen ofrecer. Contra el misterismo sosten-


la consciencia, la vida subjetiva, inte- dré que un nuevo tipo de teoría po­dría
rior, de la mente. explicar la consciencia. Aún se nos
Durante muchos años, quienes escapan los entresijos de esa teoría,
investigaban el cerebro y la mente pero el razonamiento riguroso y ciertas
eludieron la consciencia. Dominaba inferencias fundamentadas descu­bren
la idea de que la ciencia, que se apoya algo de su naturaleza general. En ese
en la objetividad, no podía dar cabida orden, creo que la teoría en cuestión
a algo tan subjetivo como la conscien- habrá de basarse en nuevas leyes fun-
cia. El movimiento behaviorista en damentales y puede que el concep­to de
psicología, imperante en la prime­ra información desempeñe un papel cen-
mitad del siglo xx, se concentró en el tral. Estos tenues destellos sugieren
comportamiento externo y desdeñó que una teoría de la consciencia tendría
todo lo que tuviese que ver con proce­ quizá consecuencias sorprendentes en
sos mentales internos. Más tarde, el nuestra forma de ver el universo y a
ascenso de la ciencia cognitiva centró nosotros mismos.
la atención en los procesos que ocurrían Los investigadores usan la palabra
dentro de la cabeza. Pero la conscien­ “consciencia” de muchas formas dife-
cia siguió a extramuros, apta sólo para rentes. Para aclarar la cuestión, tene-

4 TEMAS 28
mos que separar primero los problemas mien­to? ¿Por qué pueden los indivi- la de un azul vivo. O piense en el inefa-
que con frecuencia se cobijan bajo ese duos ver­­balizar sus estados internos? ble sonido de un oboe lejano, el sufri-
nombre. A tal fin, importa distinguir Aun­que estas preguntas están asocia­ miento de una gran pena, el gozo de
entre los “problemas fá­ciles” y el “pro- das a la consciencia, todas se refieren la felicidad o la cualidad meditativa
blema duro” de la consciencia. Los a los me­canismos objetivos del siste­ma de un momento en que nos perdemos
problemas fáciles no son en absoluto cognoscitivo. En consecuencia, en nuestros pensamientos. Todo ello
triviales —encierran la complejidad te­nemos pleno derecho para esperar es parte de lo que llamo consciencia.
propia de los problemas de la psicología que la investigación incesante en los Estos fenómenos son los que plantean
y la biología—, pero el misterio central dominios de la psicología cognitiva y el verdadero misterio de la mente.
radica en el problema duro. la neurología hallen la respuesta.
Entre los problemas fáciles de la El problema duro, por el contrario,
cons­c iencia figuran los siguientes: es el de cómo los procesos físicos del 1. UNA NEUROLOGA AISLADA en una habi-
¿Có­mo discierne el sujeto entre un cerebro dan lugar a la consciencia. Se tación blanca y negra lo sabe todo acerca
estímu­lo sensorial y otro, y reacciona refiere al aspecto interior del pensa- de la manera en que el cerebro procesa los
ante ellos según lo pertinente? ¿Cómo miento y la percepción, a la sensación colores, pero no sabe en qué consiste verlos.
integra el cerebro la información que que las cosas producen en el sujeto. Esta historia sugiere que el conocimiento
le llega de fuentes dispares y se sirve Cuando vemos, por ejemplo, experi- del cerebro no ofrece un conocimiento com-
de ella para controlar el comporta­ mentamos sensaciones visuales, como pleto de la experiencia consciente.

LA CONSCIENCIA 5
Para ilustrar la diferencia entre lo tenemos una experiencia? ¿No podría bajos recientes sobre la consciencia.
uno y lo otro, considere un experi- un autómata inconsciente haber efec- Daniel D. Dennett ha presentado una
mento mental concebido por el filó- tuado las mismas tareas igual de bien? depurada teoría relativa a la manera
sofo australiano Frank Jackson. Estas son las preguntas que nos gus- en que se combinan numerosos proce­
Supon­ga que María, neuróloga del taría que contestase una teoría de la sos independientes y producen una
siglo xxiii , es la más destacada consciencia. respuesta coherente a un suceso perci­
ex­perta del mundo en los procesos No niego que la consciencia surja bido. La teoría podría servir de mucho
cerebrales a los que se debe la visión del cerebro. Sabemos, por ejemplo, que para explicar cómo producimos comu-
del color. Pero María ha pasado toda la experiencia subjetiva de la visión nicaciones verbales sobre nuestros
su vida en una habitación blanca y está íntimamente ligada a los procesos estados internos, pero nos dice muy
negra y no ha visto nunca ningún otro de la corteza visual. Sin embargo, es poco acerca de la razón de que haya
color. Sabe todo lo que hay que saber el vínculo mismo lo que deja perplejo. una experiencia subjetiva tras esas
acerca de los procesos físicos del cere- No es cuestión menor que la experien- comunicaciones. Como otras teorías
bro: su biología, su estructura y su cia subjetiva parezca salir de un pro- reduccionistas, la de Dennett es una
función. Con ese conocimiento sabe ceso físico, pero no tenemos ni idea de teoría de los problemas fáciles.
todo lo que hay que saber sobre los cómo o por qué es así.
problemas fáciles: cómo distingue el
cerebro entre estímulos, in­tegra la
información y produce co­municaciones
Dado el reciente aluvión de trabajos
sobre la consciencia acometidos por
neurólogos y psicólogos, pudiera pen-
E l rasgo decisivo que comparten
estos problemas fáciles es que
todos se refieren a cómo se realiza
verbales. Por su conocimiento de la sarse que el misterio empieza a acla- una función cognoscitiva o del com-
visión del color, sabe cuál es la corres- rarse. Un examen más atento, por portamiento. En última instancia
pondencia entre los nombres de los contra, nos revela que casi todas las todos ellos preguntan por la manera
colores y las longitudes de onda del investigaciones actuales se dirigen en que el cerebro efectúa alguna
espectro de la luz. Pero aun así hay sólo a los problemas fáciles de la cons- tarea: cómo distingue entre estímu-
algo, crucial, acerca de la visión del ciencia. La confianza en el punto de los, inte­gra la información o la ver-
color que a María se le escapa: cuál vista reduccionista viene del progreso baliza. En cuanto la neurobiología
es la experiencia de un color, el rojo, en los problemas fáciles, que no sirve especifica un mecanismo neuronal
por ejemplo. Esto quiere decir que se de nada por lo que se refiere al pro- apropiado que muestra cómo se efec-
dan hechos relativos a la experiencia blema duro. túan las funciones, los problemas
consciente que no se deducen de los Piénsese en la hipótesis propuesta fáciles se resuelven.
hechos físicos concernientes al fun- por los neurobiólogos Francis Crick, El problema duro de la consciencia,
cionamiento del cerebro. del Instituto Salk de Estudios Bio­­ló­ por el contrario, va más allá de los
En realidad, no se tiene ni la menor gicos en San Diego, y Christof Koch, problemas que se refieren a cómo se
idea de por qué la experiencia cons- del Instituto de Tecnología de desempeñan las funciones. Aun
ciente acompaña a esos procesos físi- California. Sostienen que la conscien- cuan­d o cada función de comporta-
cos. ¿Por qué cuando nuestro cerebro cia podría surgir de ciertas oscilacio- miento o cognoscitiva relacionada con
procesa la luz de una cierta longitud nes de la corteza cerebral, que se sin- la consciencia se explicase, quedaría
de onda tenemos la experiencia del cronizan al dispararse las neuronas en pie un misterio: ¿por qué la ejecu­
púrpura oscuro? ¿Por qué siquiera 40 veces por segundo. Crick y Koch ción de esas funciones va acompaña­da
creen que el fenómeno podría explicar por la experiencia consciente? Es este
de qué manera se funden en un todo quebradero de cabeza adicional el que
coherente los distintos atributos de hace que el problema duro lo sea.
un solo objeto percibido (su color y su Algunos han sugerido que, para
forma, por ejemplo) que se procesan resolver el problema duro, necesi­
en partes diferentes del cerebro. En tamos echar mano de nuevos ins­tru­
esta teoría, dos elementos de infor- men­tos de explicación física, de la
mación quedan unidos precisa- dinámica no lineal, por ejemplo, de
mente cuando los representan nuevos descubrimientos de la neuro­
disparos neuronales sincroniza- logía o de la mecánica cuántica. Pe­ro
dos. estas ideas padecen idéntica dificul­
Es posible, en principio, que tad. Recuérdese a este res­pec­to la
la hipótesis elucidara uno de los propuesta de Stuart R. Ha­me­roff, de
problemas fáciles, el de có­mo el la Universidad de Arizo­na, y Roger
cerebro integra la información. Penrose, de la Universi­dad de Oxford.
Pero ¿por qué van las oscilacio- Mantienen que la consciencia surge
nes sincronizadas a hacer que de procesos físico-cuánticos que
surja la experiencia visual, no ocurren en los microtúbulos, estruc-
importa cuánta integración turas proteínicas del interior de las
tenga lugar? Esta pregunta neuronas. Es posible (si no probable)
lleva en sí el problema duro, que esta hipótesis conduzca a una
acerca del cual la teoría no tiene explicación de cómo toma de­cisiones
nada que ofrecer. En realidad, el cerebro o incluso de la ma­nera en
Crick y Koch reconocen su que demuestra teoremas matemáti-
2. LA RUEDA DE LOS COLORES dispone los tonos agnosticismo respecto a que la cos, tal y como apuntan Ha­meroff y
de color de manera que los que se experimentan ciencia puede siquiera resolver Penrose. Pero aunque lo ha­ga, callará
como similares estén más juntos. Los colores el problema duro. acerca de cómo esos proce­sos pueden
próximos se corresponden además con represen- Se podría hacer el mismo tipo dar lugar a la experiencia consciente.
taciones perceptivas similares en el cerebro. de crítica a casi todos los tra- Lo mismo le pasará a cualquier teoría

6 TEMAS 28
UNIVERSIDAD DE PITTSBURGH

3. LAS VARIACIONES DEL FLUJO DE SANGRE en la corteza visual mues- ponde a la visión por el sujeto de cada mitad del patrón. El experimento
tran cómo responde el cerebro de un sujeto a un patrón que está viendo. ilumina un correlato neuronal de la experiencia visual; experiencias de
Los colores de esta imagen revelan la actividad cortical que corres- ese tenor quizá constituyan la base de la consciencia.

de la consciencia que se base sólo en En la búsqueda de una alternati­va, llama los correlatos objetivos de la
el procesamiento físico. conviene partir de un concepto clave: consciencia (es decir, los correlatos
La dificultad estriba en que la tarea no todos los objetos de la ciencia se neuronales), pero, claro está, eso no
para la que las teorías físicas son más explican a partir de otras entidades es explicar la consciencia misma. Si
adecuadas es la de explicar por qué más fundamentales. En física, por la existencia de la consciencia no se
los sistemas presentan cierta estruc- ejemplo, el espacio-tiempo, la masa y deriva de leyes físicas, una teoría de
tura física y cómo realizan diversas la carga (entre otras cosas) se consi- la física no constituye una verdadera
funciones. La mayoría de los proble- deran elementos fundamentales del teoría de todo. Una teoría final, pues,
mas científicos tiene esa forma; para mundo, pues no pueden reducirse a debe contener un componente funda-
explicar la vida, por ejemplo, hemos otros que lo sean más. Esa irreducti- mental extra.
de describir la reproducción, adapta- bilidad no obsta para que existan teo- Con este fin, propongo que se con-
ción y metabolismo de un sistema rías precisas y útiles que relacio­nan sidere a la experiencia consciente un
físico. Pero el de la consciencia es un tales entidades con otras me­diante elemento fundamental, irreductible a
tipo de problema completamente dife­ leyes fundamentales. Esos elementos algo más básico. Puede que al princi-
rente, pues va más allá de la explica­ y esas leyes juntos explican una pio la idea parezca extraña, pero la
ción de la estructura y la función. amplia diversidad de fenómenos com- coherencia parece exigirla. En el
Por supuesto, la neurología debe plejos y sutiles. si­glo xix se obtuvo que los fenómenos
entrar en el estudio de la consciencia. electromagnéticos no podían explicar­se
Para empezar, quizá pueda descubrir
la naturaleza del correlato neuronal de
la consciencia, los procesos cerebrales
E s una creencia muy extendida
que la física proporciona un catá-
logo completo de los elementos y las
a partir de principios conocidos. La
consecuencia fue que los físicos in­tro­
dujeron una nueva entidad funda­
asociados más directamente con la leyes fundamentales del universo. mental, la carga electromagnética, y
experiencia consciente. Hasta podría Como dice el físico Steven Weinberg estudiaron las leyes fundamentales
establecer la correspondencia entre en su libro Dreams of a Final Theory, correspondientes. Debería aplicarse
procesos específicos del cerebro y com- el objetivo de la física es una “teoría a la consciencia un razonamiento
ponentes de la experiencia relacionados del todo”, de la que se derive cual- parejo. Si las teorías fundamentales
con ellos. Ahora bien, mientras no sepa- quier cosa que haya que saber del existentes no pueden abarcarla, quie­re
mos por qué esos procesos dan lugar a universo. Pero Weinberg reconoce un decirse que se requiere algo nuevo.
la experiencia consciente, no habremos problema con la consciencia. Pese a Donde hay una propiedad funda-
cruzado lo que el filósofo Joseph Levine la potencia de la teoría física, la exis- mental, hay leyes fundamentales. En
llama la laguna de la explicación entre tencia de la consciencia no parece este caso, las leyes tienen que relacio­
los procesos físicos y la consciencia. derivarse de sus leyes. Defiende la nar la experiencia con los elementos
Para cubrir ese hiato se requiere una física con el argumento de que al final de la teoría física. Es casi seguro que
teoría de nuevo cuño. podría acabar explicando lo que él estas leyes no interferirán con las del

LA CONSCIENCIA 7
¿Podría la neurología llegar a explicar la consciencia?
por Francis Crick y Christof Koch

T al como están las cosas, la forma mejor de abordar el proble- responder a muchísimos otros rasgos de la imagen, como las
ma de la consciencia es, en nuestra opinión, concentrar­se en sombras, las líneas, la iluminación desigual, etcétera. Por el
el hallazgo de los correlatos neuronales de la consciencia, los contrario, ciertas neuronas instaladas en un lugar alto de la
procesos del cerebro responsables y directos de la conscien­cia. jerarquía de la corteza visual responden principalmente al rostro
La localización cortical de las neuronas que guardan relación o incluso al rostro visto desde un ángulo determinado. Estas
estrecha con la consciencia y el descubrimiento neuronas le sirven al cerebro para represen-
de sus conexiones con las neuronas de otras tar el rostro de una forma explícita. Su pérdida,
partes del cerebro podrían darnos ideas clave debida a un accidente cerebro­vascular o a
relativas a lo que David J. Chalmers llama el otro tipo de lesión, lleva a la prosopagnosia,
problema duro: una explicación completa de la a la incapacidad de un individuo de reconocer
manera en que las ex­periencias subjetivas conscientemente rostros familiares, incluso
surgen de los procesos cerebrales. el suyo propio, aunque todavía pueda reco-
Le reconocemos a Chalmers el mérito de nocer los rostros como tales. Análogamente,
su audacia al identificar el problema duro y los daños que sufran otras partes de la corteza
centrarse en él en esta temprana etapa. No visual pueden hacer que se pierda la capaci-
sentimos, sin embargo, el mismo entusiasmo dad de experimentar el color, pero sin dejar
por algunos de sus experimentos mentales. de ver matices del blanco y del negro, aun
El problema duro se puede descomponer en cuando no haya ningún defecto en los recep-
varias cuestiones: ¿Por qué siquiera experi- tores del color en el ojo.
mentamos algo? ¿Qué lleva a una experiencia En cada área, la información visual se reco-
consciente concreta (como la azulidad del EL TRIANGULO de kanizsa estimu­la las difica, por lo normal de forma semijerárquica.
azul)? ¿Por qué algunos aspectos de la expe- neuronas que codifican explícitamente Las células ganglionares retinales reaccionan
riencia subjetiva no pueden ser comunicados esos contornos ilusorios a una mancha de luz. Las neuronas de la cor-
a otras personas (en otras palabras, por qué teza visual primaria son las indicadas para
son privados)? Podemos responder a la última responder a las líneas o bordes. Las neuronas
pregunta y aportamos una sugerencia para las dos primeras. de un nivel superior podrían preferir un contorno móvil. Más arriba
Nuestras reflexiones giran en torno a la representación neuronal aún están las que reac­cionan ante los rostros y otros objetos
explícita. familiares. En la cúspide residen las que se proyectan hacia las
¿Qué significa “explícito” en este contexto? Veámoslo con un estructuras premotrices y motrices del cerebro, donde excitan las
ejemplo. En respuesta a la imagen de un rostro, las células gan- neuronas que ponen en marcha determinadas acciones: hablar o
glionares se disparan por toda la retina, de manera no muy distinta esquivar un coche.
a los píxeles de una pantalla de televisión, para generar una Chalmers cree, y nosotros también, que los aspectos subjetivos
representación implícita de esa cara. Al mismo tiempo, pueden de una experiencia tienen que estar estrechamente relacionados

mundo físico, que forman, por lo que Para empezar, cada uno de nosotros Resulta, pues, prematuro ocuparse de
parece, un sistema cerrado por propio tiene acceso a sus propias experien- la contrastabilidad.
derecho. Las leyes, más bien, servi- cias, un rico tesoro que puede servir Podríamos empezar por buscar
rán de puente, y especificarán cómo para formular teorías. Es verosímil leyes puente de alto nivel que conec-
depende la experiencia de los proce- que nos basemos además en informa- tasen los procesos físicos con la expe-
sos físicos subyacentes. Ese será el ciones indirectas, como las descripcio- riencia en el orden cotidiano de cosas.
puente que cruce la laguna en la nes que hacen los sujetos de sus expe- Podría sacarse la configuración bási­ca
explicación. riencias. También tienen un papel que de una ley así de la observación de
Por tanto, una teoría completa ten- desempeñar los argumentos filosófi- que, cuando somos conscientes de
drá dos componentes: las leyes físi- cos y los experimentos mentales. Estos al­go, por lo general tenemos la capa-
cas, que nos dirán qué les pasa a los métodos, aunque limitados, son sufi- cidad de actuar al respecto y hablar
sistemas físicos, desde los infinitesi- cientes para empezar. de ello, y éstas son funciones objetivas
males hasta los cosmológicos, y las físicas. A la recíproca, cuando una
que podríamos llamar leyes psicoló-
gicas, que nos dirán cómo se asocian
algunos de esos sistemas a la expe-
A l no poderse contrastar de forma
concluyente, estas teorías serán
más conjeturales que las teorías de
información está disponible directa-
mente para la acción y el habla, en
general es consciente. Por tanto, la
riencia consciente. Estos dos compo- las disciplinas científicas al uso. Sin consciencia guarda una buena corre-
nentes constituirán una verdadera embargo, no hay razón por la que no lación con lo que podríamos llamar
teoría de todo. deban estar obligadas a concordar “percatarse”: el proceso gracias al cual
Admitamos que existan tales leyes fielmente nuestras experiencias per- la información del cerebro viene a
psicofísicas. ¿Cómo descubrirlas? El sonales y las comunicadas por los estar globalmente disponible para los
principal obstáculo lo encontraremos otros. Si hallamos una teoría que con- procesos motores del estilo del habla
en la carencia de datos. Tal y como la cuerde con los datos mejor que cual- o de la acción corporal.
he descrito, la consciencia es subje- quier otra dotada de idéntica sencillez, La idea quizá parezca trivial. Pero,
tiva; no hay, pues, forma de observarla tendremos buenas razones para acep- de acuerdo con la definición aquí
en otros. Pero hablamos de un obs- tarla. Hasta ahora no contamos con dada, el percatarse es objetivo y
táculo, no de un callejón sin salida. ninguna que case con los datos. físico, y la consciencia no. Hay que

8 TEMAS 28
con el disparo de las neuronas correspondientes a esos aspectos codifican explícitamente una cara comunican el significado de
(los correlatos neuronales). Describe un experimento mental muy una cara al resto del cerebro? Esa propiedad ha de guardar
conocido, el de una hipotética neurocientífica, María, que está relación con el campo proyectivo de la célula, es decir, con el
especializada en la percepción del color y nunca ha visto uno. Pero patrón de sus conexiones sinápticas con las neuronas que codi-
nosotros creemos que la razón por la que María no sabe qué es fican explícitamente los conceptos asociados. En última instancia,
ver un color es que nunca ha tenido una representación neuronal esas conexiones llegan a las reacciones motrices. Por ejemplo,
explícita de uno en su cerebro; sólo la ha tenido de las palabras e las neuronas que reaccionan ante cierto rostro podrían estar
ideas asociadas a los colores. conectadas con las que expresan el nombre de la persona de
Para describir una experiencia visual subjetiva, la información quien es ese rostro y con otras concernientes a su voz, los
debe transmitirse al área del cerebro que se encarga de la reacción recuerdos que se refieran a ella, etc. Tales asociaciones entre
motriz, donde queda disponible para la verbalización u otras accio- las neuronas deben resultar útiles en el comportamiento; en otras
nes. Esta transmisión supone siempre una recodificación de la palabras, han de ser coherentes con la retroalimentación del
información, de suerte que la información explícita expresada por cuerpo y del mundo externo.
las neuronas motrices guarde relación con la información explícita, El significado dimana de los vínculos entre esas representacio-
pero sin ser idéntica a ella, expresada por el disparo de las neu- nes y otras dispersas por el sistema cortical en una vasta red
ronas asociadas a la experiencia del color, en algún nivel de la asociativa, similar a un diccionario o una base de datos relacional.
jerarquía visual. Cuanta mayor diversidad reine en las conexiones, más rico será
No es posible, pues, comunicar con palabras e ideas la natura- el significado. Si, como en nuestro ejemplo anterior de la proso-
leza exacta de una experiencia subjetiva. Es posible, sin embargo, pagnosia, el resultado sináptico de esas neuronas del rostro se
comunicar una diferencia entre experiencias subjetivas, la de suprimiese, las células seguirían reaccionando ante la cara de la
distinguir el rojo del naranja, por ejemplo. Es posible porque una persona, pero no habría un significado asociado y la experiencia,
diferencia en un área cortical visual de alto nivel seguirá estando pues, sería mucho menor. Se vería una cara, pero no se la reco-
asociada a una diferencia en las zonas motrices. En consecuencia, nocería como tal.
nunca podremos explicar a otras personas la naturaleza de cual- Por supuesto, un grupo de neuronas puede tomar nuevas fun-
quier experiencia consciente, sino sólo su relación con otras expe- ciones, con lo que el cerebro aprende categorías nuevas (rostros
riencias. entre ellas), y asociar categorías nuevas a las existentes. Ciertas
Las otras dos preguntas, por qué tenemos experiencias cons- asociaciones primitivas, como el dolor, son en cierta medida inna-
cientes y qué es lo que lleva a tener experiencias específicas, tas y luego se refinan a lo largo de la vida.
parecen más difíciles. Chalmers propone la necesidad de introdu- Puede, en efecto, que la información sea el concepto clave,
cir la “experiencia” como un nuevo elemento fundamental del mundo, como Chalmers sospecha. Una mayor certidumbre requerirá la
relacionado con la capacidad de un organismo para procesar la consideración de flujos de información paralelos, conectados
información. Pero ¿qué tipos de información neuronal producen la —como las neuronas— en redes complejas. Sería útil intentar
consciencia? ¿Y qué hace que cierto tipo de información corres- determinar qué características ha de tener una red neuronal (o
ponda a la azulidad del azul en vez de a la verdura del verde? alguna otra materialización computacional) para generar significado.
Estos problemas son de los más peliagudos en el estudio de la Es posible que ejercicios así sugieran cuál es la base neuronal del
consciencia. significado. El problema duro de la consciencia aparecería enton-
Preferimos otro enfoque, que se basa en el concepto de “sig- ces quizá bajo una luz completamente nueva. Hasta podría desa-
nificado”. ¿En qué sentido cabe decir que las neuronas que parecer.

extender algo la significación de per- tridimensional intrínseca que se tiva. Según reza, los sistemas fí­sicos
catarse para que abarque a los ani- re­fleja en la estructura de los procesos que tengan una misma orga­nización
males y a los niños pequeños, que no de información de la corteza visual. abstracta darán lugar al mismo tipo
pueden ha­blar. Pero al menos en los Esta estructura se representa en las de experiencia consciente, no importa
casos comunes es posible ver el bos- ruedas y diagramas de colores que de qué estén hechos. Por ejemplo, si
quejo primario de una ley psicofísica: usan los artistas. Los colores se dis- las interacciones entre nuestras neu-
donde se da la acción de percatarse ponen en un patrón sistemático (del ronas se pudiesen du­plicar con toda
hay consciencia, y al revés. rojo al verde en un eje, del azul al precisión mediante microcircuitos de
Para llevar esta línea de razona- amarillo en otro y del negro al blanco silicio, surgiría la misma experiencia
miento un paso más allá, pensemos en un tercero). Se experimenta que los consciente. La idea es un tanto polé-
en la estructura presente en la expe- colores cercanos entre sí en la rueda mica, pero creo que está muy respal-
riencia consciente. La experiencia de de colores son parecidos. Es suma- dada por los experimentos mentales
un campo visual, por ejemplo, es un mente probable que correspondan donde se reemplazan gradualmente
mosaico de colores, formas y patrones además a representaciones percepti- las neuronas por microcircuitos de
que cambia sin cesar, y en cuanto tal vas del cerebro parecidas, como partes silicio. Lo que entraña que algún día
tiene una estructura geométrica de un sistema que implanta una com- podría lograrse la consciencia en las
detallada. El que podamos describir pleja codificación tridimensional entre máquinas.
esa estructura, extender la mano en las neuronas que no se conoce todavía El objetivo final de una teoría de la
la dirección de muchos de sus com- del todo. Podemos reformular la idea consciencia se cifra en un conjun­to
ponentes, realizar otras acciones que que está detrás de esto como un prin- simple y elegante de leyes funda­­men­
dependen de ella, sugiere que está cipio de coherencia estructural: la tales, análogo a las leyes fun­­da­men­
en correspondencia directa con la estructura de la experiencia consciente tales de la física. Sin embargo, es poco
estructura cerebral de la información se refleja en la estructura de la infor- probable que los principios descritos
que los procesos neuronales del per- mación presente en la acción de per- antes sean fundamentales. Más bien
catarse han creado. catarse, y al revés. parecen ser leyes psicofí­sicas de alto
Similarmente, nuestras experien- Otro candidato a ley psicofísica es nivel, análogas a principios macros-
cias del color poseen una estructura el principio de invariancia organiza- cópicos de la física del estilo de los que

LA CONSCIENCIA 9
El baile de los qualia en un cerebro sintético

E l que pueda surgir o no la consciencia en un siste- también cambiará. Podríamos, por ejemplo, sustituir todas
ma sintético y complejo es una cuestión que a muchas las neuronas de su corteza visual por una versión de silicio,
personas les parece fascinante en sí misma. Aunque puede organizada de forma idéntica. El cerebro resultante, con una
que falten aún décadas o incluso siglos antes de que se pueda corteza visual artificial, tendrá una experiencia consciente
construir un sistema así, hay un simple experimento mental diferente de la original: donde el lector antes veía rojo, puede
que presta un sólido respaldo a la hipótesis según la cual un que ahora experimente el púrpura (o quizás un desvaído
cerebro artificial debidamente organizado percibiría el mismo rosa, en el caso en que un sistema entero de silicio no tenga
tipo de experiencias conscientes que un ser humano. experiencia alguna).
Piénsese en un sistema basado en el silicio donde los A continuación se conectan ambas cortezas visuales a su
microcircuitos estén organizados y funcionen como las neu- cerebro mediante un conmutador de dos posiciones. Con el
ronas de nuestro cerebro. Es decir, cada microcircuito del conmutador en una de ellas, el lector usa la corteza visual
siste­ma de silicio hace exactamente lo natural; cuando está en la otra, se ac­tiva
que su análoga natural hace y se inter- la artificial. Cuando se hace que el con-
conecta con los elementos que lo mutador pase de una posición a la otra,
rodean de idéntico modo. Por tanto, el su experiencia cambia del rojo al púr-
sistema artificial mostrará un compor- pura o viceversa. Cuando se mueve el
tamiento idéntico al del lector. Ahora conmutador repetidas veces, el lector
bien, ¿será consciente de la misma experimenta un “baile” entre los dos
forma que lo es el lector? estados conscientes diferentes (rojo y
Supongamos, en beneficio del argu- púrpura), a los que se da el nombre de
mento, que no. (Nos serviremos de una qualia.

TOM DRAPER DESIGN


argumentación conocida por reducción Como la organización de su cerebro
al absurdo, en la que se parte de la no ha cambiado, sin embargo, no puede
hipótesis contraria y se muestra que haber un cambio de comportamiento al
conduce a una conclusión insosteni- mover el conmutador. Por tanto, cuando
ble.) Es decir, o tiene experiencias se le pregunte al lector qué ha visto, él
diferentes —una experiencia del azul, UN EXPERIMENTO MENTAL: una manzana que dirá que no ha cambiado nada. El lector
digamos, cuando el lector ve el rojo— salta de roja a azul mantendrá que ha visto rojo y nada más
o no tiene ninguna en absoluto. Aquí que rojo, aun cuando los dos colores
consideraremos el primer caso; el razo- han estado bailando ante sus ojos. Esta
namiento procede de forma similar en ambos casos. conclusión es tan poco razonable, que lo mejor es considerarla
Como los microcircuitos y las neuronas tienen la misma una reducción al absurdo de la suposición original: que un
función, son, con la interfaz adecuada, intercambiables. Los sistema artificial cuyos organización y funcionamiento sean
microcircuitos, pues, pueden reemplazar las neuronas, y se idénticos a los de un cerebro neuronal tiene una experiencia
produce así un continuo de casos donde una proporción de consciente diferente. La retractación de la suposición establece
microcircuitos cada vez mayor reemplaza a las neuronas. A su contraria: los sistemas con una misma organización tienen
lo largo de ese continuo, la experiencia consciente del sistema la misma experiencia consciente.

aparecen en la termodinámica o la bién hallamos información. Así, cipio fundamental, un principio que
cinemática. ¿Cuáles podrían ser las po­demos considerar que el patrón de podría estar tras la relación existente
leyes fundamentales subyacentes? manchas de color de un campo visual entre los procesos físicos y la experien-
Nadie lo sabe, pero no me importa es análogo al de los píxeles que cubren cia. Dondequiera que encontremos una
hacer cábalas. una pantalla. Intriga el que encontre- experiencia consciente, existirá como
Apunto que el concepto de infor­ma­ mos los mismos estados de informa- uno de los aspectos de un estado de
ción quizá desempeñe en las leyes ción inmersos en la experiencia cons- información; el otro aspecto es el que
psicofísicas primarias un papel cen- ciente y en los procesos físicos del se hallará inmerso en un proceso físico
tral. Según la noción abstracta que cerebro que están tras ella. La codifi- del cerebro. Hay que darle sustancia
propuso Claude E. Shannon, del Ins­ cación tridimensional de los espacios a esta propuesta para construir una
tituto de Tecnología de Mas­sa­chu­setts, de color, por ejemplo, sugiere que el teoría satisfactoria. Pero concuerda
en los años cuarenta, la informa­ción estado de información de una muy bien con los principios menciona­
consiste en un conjunto de estados ex­periencia del color se corresponde dos antes —que los sistemas con la
distintos que comparten una estruc- directamente con un estado de infor- mis­ma organización materializan la
tura básica de similaridades y diferen­ mación del cerebro. Hasta podríamos misma información, por ejemplo— y
cias entre ellos. Podemos considerar considerar los dos estados como podría explicar numerosos rasgos de
un código binario de 10 bits, por ejem- as­pectos distintos de un solo estado nuestra experiencia consciente.
plo, como un estado de información. de información, inmerso a la vez en La idea es, al menos, compatible
Estos estados de información pueden el procesamiento físico y en la con otras, como la del físico John A.
materializarse en el mundo físico. Es experien­cia consciente. Wheeler, quien sugiere que la informa-
lo que sucede cuando se corresponden De ello se sigue de forma natural ción es fundamental en la física del
con estados físicos (voltajes, digamos); una hipótesis. Una información universo. En última instancia, las leyes
las diferencias entre ellos se pueden en­cierra quizá dos aspectos básicos, o de la física podrían tal vez reformularse
transmitir por alguna vía, la línea de al menos algunas informaciones los a partir del concepto de información;
teléfono, por ejemplo. tienen: uno físico y otro experiencial. en ese caso tendríamos una congruen-
En la experiencia consciente tam- Esta hipótesis posee categoría de prin- cia satisfactoria entre las construccio-

10 TEMAS 28
nes conceptuales de las leyes físicas y
las de las leyes psicológicas. Hasta COLABORADORES DE ESTE NUMERO
pudiera suceder que una teoría de la Asesoramiento y traducción:
física y una teoría de la cons­ciencia Juan Pedro Campos: La consciencia; José M. García de la Mora: El problema
acabasen por amalgamarse en una gran de la consciencia; Angel Garcimartín: La visión, ventana a la consciencia; Ignacio
teoría de la información. Morgado: Creación cerebral de la mente; Esteban Santiago: Emoción, memoria y
La ubicuidad de la información cerebro; Meritxell Torras: Dos cerebros en uno; José M. Valderas Martínez:
plantea un problema potencial. Pen­ Regeneración de las células nerviosas en adultos; Luis Bou: ¿Cómo calcula nuestro
semos en un termostato. Materializa cerebro?, El lenguaje de los signos en el cerebro y Cerebro de varón y cerebro de
mujer; J. Rodríguez Rubio: Circuitos nerviosos de la sexualidad masculina; Ana María
cierta información, pero ¿es cons- García: El significado de los sueños
ciente? Caben al menos dos respues-
tas. Primera: podríamos restringir las Portada: Melissa Szalkowski
leyes fundamentales de manera que
sólo cierta información tuviese un INVESTIGACION Y CIENCIA
aspecto experiencial, dependiendo DIRECTOR GENERAL José M.ª Valderas Gallardo
quizá de su procesamiento físico. DIRECTORA FINANCIERA Pilar Bronchal Garfella
Segunda: que admitiésemos que toda EDICIONES Juan Pedro Campos Gómez
información tiene un aspecto expe- PRODUCCIÓN M.a Cruz Iglesias Capón
riencial, es decir, donde hubiera un            Bernat Peso Infante
SECRETARÍA Purificación Mayoral Martínez
procesamiento complejo de la infor-
ADMINISTRACIÓN Victoria Andrés Laiglesia
mación habría una experiencia com- SUSCRIPCIONES Concepción Orenes Delgado
pleja y donde aquél fuera simple la              Olga Blanco Romero
experiencia sería simple. En ese cua- EDITA Prensa Científica, S. A. Muntaner, 339 pral. 1. a
dro, hasta un termostato podría tener 08021 Barcelona (España)
experiencias, pero mucho más simples Teléfono 934 143 344 Telefax 934 145 413
incluso que una experiencia básica del www.investigacionyciencia.es
color, y ciertamente no las acompaña-
rían emociones o pensamientos. SCIENTIFIC AMERICAN
Parecerá extraño al principio, pero si EDITOR IN CHIEF John Rennie
EXECUTIVE EDITOR Mariette DiChristina
la experiencia es de verdad fundamen-
MANAGING EDITOR Michelle Press
tal, podríamos esperar que estuviese ASSISTANT MANAGING EDITOR Ricki L. Rusting
muy difundida. Sea como sea, la elec- NEWS EDITOR Philip M. Yam
ción entre estas posibilidades depen- SPECIAL PROJECTS EDITOR Gary Stix
dería de cuál se integrase en la teoría SENIOR WRITER W. Wayt Gibbs
más potente. EDITORS Mark Alpert, Steven Ashley,
    Graham P. Collins, Carol Ezzell,

A cepto la posibilidad de que ande     Steve Mirsky y George Musser


PRODUCTION EDITOR Richard Hunt
errado. Pero podría ocurrir que
VICE PRESIDENT AND MANAGING DIRECTOR, INTERNACIONAL
esas ideas evolucionaran hasta con-     Charles McCullagh
vertirse en una propuesta más pode- PRESIDENT AND CHIEF EXECUTIVE OFFICER
rosa que predijera la estructura pre-     Gretchen G. Teichgraeber
cisa de nuestra experiencia consciente CHAIRMAN Rolf Grisebach
a partir de los procesos físicos de nues-
tros cerebros. Si este proyecto tiene DISTRIBUCION PUBLICIDAD
éxito, contaremos con una buena GM Publicidad
para España:
razón para aceptar la teoría. Si fra- Francisca Martínez Soriano
casa, se seguirán otros caminos y LOGISTA, S. A. Menorca, 8, semisót., centro, izda.
quizá se desarrollen otras teorías fun- Aragoneses, 18 28009 Madrid
(Pol. Ind. Alcobendas) Tel. 914 097 045 - Fax 914 097 046
damentales. Así resolveremos algún 28108 Alcobendas (Madrid)
día el mayor misterio de la mente. Tel. 914 843 900 Cataluña:
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Prensa Científica, S. A. Sant Antoni M.ª Claret, 281 4.º 3.a
BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA Muntaner, 339 pral. 1.a 08041 Barcelona
08021 Barcelona Tel. y fax 933 524 532
Absent Qualia, Fading Qualia, Dancing Teléfono 934 143 344 Móvil 629 555 703
Qualia. David J. Chalmers, en Conscious
Experience. A cargo de Thomas Metzin- Copyright © 2002 Scientific American Inc., 415 Madison Av., New York N. Y. 10017.
ger. Ferdinand Schöningh, 1995. ©
T he N ature of C onsciousness : P hi ­ Copyright 2002 Prensa Científica S. A. Muntaner, 339 pral. 1.a 08021 Barcelona (España)
losophical and Scientific Debates. Reservados todos los derechos. Prohibida la reproducción en todo o en parte por ningún medio
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y Güven Güzeldere. MIT Press, 1996. transmisión para uso público o privado, sin la previa autorización escrita del editor de la revista.
The Conscious Mind: In Search of a El nombre y la marca comercial SCIENTIFIC AMERICAN, así como el logotipo correspondiente,
son propiedad exclusiva de Scientific American, Inc., con cuya licencia se utilizan aquí.
Fundamental Theory. David J. Chal-
mers. Oxford University Press, 1997. ISSN: 1135-5662         Dep. legal: B. 32.350 – 1995
Explaining Consciousness: The “Hard Filmación y fotocromos reproducidos por Dos Digital, Zamora, 46-48, 6ª planta, 3ª puerta - 08005 Barcelona
Problem.” Reeditado por Jonathan Shear. Imprime Rotocayfo-Quebecor, S.A. Ctra. de Caldes, km 3 - 08130 Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona)
MIT Press, 1999. Printed in Spain ­­- Impreso en España

LA CONSCIENCIA 11
El problema
de la consciencia
Podemos ya abordar la investigación científica
del sistema visual. Para hallarle respuesta tendrán
que colaborar estrechamente psicólogos,
neurólogos y epistemólogos

Francis Crick y Christof Koch

L
a cuestión por antonomasia de A pesar de tales cambios, la mayoría que una teoría omniabarcadora de
la neurobiología es la de la rela- de los cognitivistas ignoró, hasta hace ese tenor será, a la larga, necesaria,
ción entre mente y cerebro. Hay poco, la consciencia; y otro tanto suce- nos parece más prudente comenzar
acuerdo en que lo que llamamos mente dió con la cohorte de neurólogos. Se por el aspecto de la consciencia que
guarda íntima relación con ciertos presumía que tal problema pertenecía es probable que nos ceda más fácil-
aspectos del funcionamiento del al ámbito de la “filosofía” o era dema- mente su secreto. Cuál sea este
ce­rebro, y no con el corazón que creía siado esquivo para someterlo a inves- as­pecto es materia de opinión perso-
Aristóteles. El punto más enigmático tigación experimental. Ningún neu- nal. Hemos elegido el sistema visual
reside en la consciencia, en la perca- rólogo hubiera recibido una subvención de los mamíferos porque los humanos
tación, que puede adoptar multitud para un proyecto sobre la conscien- son animales en quienes lo visual
de formas, desde la de la experiencia cia. adquiere especial relevancia y porque
del dolor hasta la de la autoconscien­ En nuestra opinión, semejante tesi- en este campo se ha trabajado ya
cia o consciencia de uno mismo. tura cae en el ridículo. Llevamos ya mucho tanto teórica como experimen-
En el pasado, a la mente (o alma) se algunos años pensando en cómo plan- talmente.
la consideró a menudo, así Des­car­tes, tear el problema desde un enfoque
como algo inmaterial, distinto del cere-
bro, aunque interactuante con él.
Ciertos neurólogos, entre ellos el pre-
más científico. Pero, ¿cómo explicar
los sucesos mentales cual algo cau-
sado por la descarga de grandes con-
N o es fácil acotar con exactitud
qué precisamos explicar, y harán
falta muchos y esmerados experimen-
mio Nobel Sir John Eccles, siguen juntos de neuronas? Los hay que tos antes de hablar en términos cien-
sosteniendo la distinción entre el alma sostienen que semejante plantea- tíficos de la consciencia. No pretende-
y el cuerpo. Pero la opinión ma­yoritaria miento no conduce a nada. Nosotros mos definir la consciencia en cuanto
cree que todos los aspectos de la opinamos que lo que ciertamente no tal, dados los riesgos de una definición
mente, incluido su atributo más mis- merece la pena es andar dándole prematura. (Si eso parece una excusa
terioso —el de la consciencia o perca- vueltas y más vueltas a aquellos facilona, trátese de definir el término
tación—, podrían tener una explica- aspectos del problema que no se pue- “gen”. ¡No parecerá tan fácil!) Con
ción más materialista, a saber, que den resolver científicamente, o para todo, los datos experimentales de que
dependan del modo de funcionar gran- decirlo mejor, que no se pueden resol- disponemos nos ofrecen más de un
des conjuntos neuronales que interac- ver recurriendo sólo a las ideas cien- atisbo sobre la naturaleza de la cons-
túan entre sí. Como dijera hace un tíficas existentes. Quizá se necesiten ciencia visual para orientar la inves-
siglo William James, el padre de la concepciones radicalmente nuevas; tigación. En este ar­tículo nos esforza-
psicología norteamericana, la cons- recuérdese hasta qué punto la mecá- mos por mostrar de qué forma esos
ciencia no es sino un proceso. nica cuántica nos obligó a modificar
Ahora bien, en qué consista ese pro- el pensamiento científico. El único
ceso está todavía por descubrir. enfoque sensato es el de insistir en 1. LA CONSCIENCIA VISUAL, que implica
Durante muchos años después de que el tratamiento experimental hasta ante todo el ver lo que está directamente
James redactase The Principles of que se nos presenten dilemas cuyo frente a uno, puede ser influida por una
Psychology, la consciencia fue un con- reto exige nuevos modos de pensar. representación tridimensional del objeto
cepto tabú en la psicología norteame­ El problema de la consciencia observado, retenido por el cerebro. Si hay
ricana, porque predominaba el movi- puede abordarse de muchas maneras delante el cogote de alguien, el cerebro
miento behaviorista. diferentes. Hay psicólogos que opinan infiere que al otro lado de eso que estamos
Con el advenimiento de la psicología que, para que sea satisfactoria, una viendo hay un rostro. Sabemos que es así
cognitiva, a mediados de los años cin- teoría sobre la consciencia habrá de porque nos quedaríamos estupefactos si un
cuenta, pudieron de nuevo los psicó- explicar el mayor número posible de espejo nos revelase que la parte frontal
logos abordar los procesos men­tales aspectos de la misma: emociones, fuera exactamente igual al cogote, como
en cuanto opuestos a la mera imaginación, sueños, las experiencias pintó René Magritte en este cuadro de 1937,
ob­servación de la conducta externa. religiosas y así sucesivamente. Aun­ que intituló Prohibida la reproducción.

12 TEMAS 28
©1997 C. HERSCOVICI, Bruselas /ARTISTS RIGHTS SOCIETY (ARS), Nueva York
datos abren el camino para abordar Es más que bidimensional porque podría hallarse representado de más
provechosamente este profundo e expresa la orientación de las superfi- de una manera: como imagen visual,
intrigante problema. cies visibles; y no llega a tridimensio- como serie de palabras y sus sonidos
Los teóricos de la visión están de nal porque la información de la pro- respectivos o incluso como una sensa-
acuerdo en que el problema de la fundidad no está explícitamente ción táctil o una olorosa. Es pro-bable
consciencia visual ha sido hasta representada.) En el siguiente esta- que esas representaciones diferentes
ahora mal planteado. El tecnicismo dio, el esbozo lo procesa el cerebro se incluyan recíprocamente. La repre-
matemático “mal planteado” significa para producir una representación tri- sentación se distribuye, a buen seguro,
que para resolver el problema en dimensional. Jackendoff sostiene que entre varias neuronas, tanto local-
cuestión se necesitan mayores preci- no tenemos consciencia visual de esa mente, según se contempla en el ar-
siones. Aunque la principal función representación tridimensional. tículo de Geoffrey E. Hinton que pre-
del sistema visual sea la de percibir Un ejemplo nos aclarará el proceso. senta este número, como más
objetos y sucesos en el mundo que Si miras a una persona que te da la globalmente. Tal representación acaso
nos rodea, la información disponible espalda, puedes ver su cogote, pero no sea tan simple y directa como una
para nuestros ojos no basta, por sí no su rostro. Podemos deducirlo así introspección acrítica pudiera dar a
sola, para que el cerebro se haga con con toda naturalidad porque si la per- entender. Hay pruebas sugerentes,
su singular interpretación del mundo sona de marras girase sobre sus talo- que proceden en parte del estudio de
vi­sual. El cerebro ha de invocar expe- nes y resultara que no tenía rostro cómo se disparan las neuronas en
riencias anteriores (la suya propia o nos llevaríamos un buen susto. diversas regiones del cerebro del mono
la de remotos antepasados, que está La representación centrada en el y en parte del análisis de los efectos
en­cerrada en nuestros genes) para observador que corresponde a la visi- producidos por ciertos tipos de lesión
que le ayuden a interpretar la infor- ble parte posterior de aquella cabeza cerebral en humanos, de que los dife-
mación que se nos entra por los ojos. es lo único que percibes con plena con- rentes rasgos de un rostro —y lo que
Ejemplo de esto sería la derivación vicción. Lo que nuestro cerebro infiere implican— pueden estar representa-
de las re­presentaciones tridimensio- sobre el rostro hubo de venir de algún dos en distintas zonas del cerebro.
nales del mundo a partir de las seña- tipo de representación tridimensional.
les bi­dimensionales que llegan a las
retinas de nuestros dos ojos o incluso
a la de sólo uno.
Esto no significa que la información
afluya sólo de la representación bidi-
mensional a la tridimensional; es casi
E n primer lugar, está la represen-
tación de un rostro en cuanto tal:
dos ojos, una nariz, una boca y demás
Los teóricos de la visión estarían seguro que cursa en ambas direccio- rasgos. Las neuronas implicadas no
también de acuerdo en que el del ver nes. Cuando te imaginas el rostro de suelen ser demasiado exigentes en
es un proceso constructivo, un proceso la cabeza, de lo que cobras consciencia cuanto a la exacta posición o al tamaño
en el que el cerebro tiene que efectuar es de una representación bidimensio- de ese rostro en el campo visual, ni
complejas actividades (llamadas a nal generada por la información pro- muy sensibles tampoco a los pequeños
veces cómputos) para decidir qué cedente del modelo tridimensional. cambios de su orientación. En los
interpretación del ambiguo es­tímulo Importa distinguir entre represen- monos, hay neuronas que responden
visual es la que definitivamen­t e tación explícita y representación mejor cuando el rostro se gira en una
adopta. La “computación” implica que implícita; aquélla es algo que se sim- dirección determinada, mientras que
el cerebro actúa para formar una boliza sin ulterior procesamiento; la otras parecen más comprometidas en
representación simbólica del universo representación implícita contiene la la dirección en que miran los ojos.
visual, con la traslación (en sentido misma información, pero requiere un Están después las representaciones
matemático) de determinados aspec- ulterior procesamiento que la ex­plicite. de las partes de un rostro por sepa-
tos de ese universo sobre elementos Las motas coloreadas que se agitan rado, en cuanto distintas de las con-
cerebrales. Ray Jackendoff, de la Uni- en la pantalla de un televisor, por sideradas en el conjunto. Además, las
versidad de Brandeis, postula, como ejemplo, contienen una represen- implicaciones entrañadas en la visión
la mayoría de los científicos cogniti- tación implícita de objetos (el rostro de un rostro (el sexo de esa persona,
vistas, que los cómputos efec­tuados de una persona, por ejemplo), pero su expresión facial, la familiaridad o
por el cerebro son, en buena parte, sólo las manchas y su ubicación son no de sus rasgos y, sobre todo, de quién
inconscientes y que de lo que nosotros explícitas. Cuando vemos en la pan- es la cara) podrían hallarse en corre-
llegamos a darnos cuenta es del resul- talla una cara, ha de haber en nuestro lación con neuronas que se disparan
tado de esos cómputos. Pero aunque cerebro neuronas cuya descarga sim- en otros sitios.
la opinión general es que este caer en boliza, en cierto sentido, ese rostro. De qué nos estamos percatando en
la cuenta ocurre en los niveles más A este modelo de neuronas en des- cada momento, en un sentido o en otro,
altos del sistema compu­tatorio, Jac- carga lo llamamos representación no es asunto sencillo. Hemos apuntado
kendoff ha propuesto la hipótesis de activa. En el cerebro debe de haber ya la posibilidad de una forma tran-
que en la consciencia hay un nivel también almacenada una representa- sitoria de consciencia fugaz que repre-
teorizador intermedio. ción latente de un rostro, a modo de sente sólo rasgos elementales y no
patrón especial de conexiones sináp- requiera ningún mecanismo de aten-

S ugiere Jackendoff que lo que ve­-


mos está relacionado con una
representación de superficies que son
ticas entre neuronas, probable-
mente.
Resulta verosímil que el cerebro del
ción. A partir de esa consciencia ins-
tantánea, el cerebro constituye una
representación centrada en el espec-
directamente visibles para nosotros, lector posea representación de la esta- tador —lo que vemos vívida y clara-
junto con su entorno, orientación, tua de la Libertad, representa-ción mente— que sí exige atención. Esta,
color, textura y movimiento. (Esta que de ordinario permanece inactiva. a su vez, lleva a representaciones tri-
idea se asemeja a lo que el finado Si piensa en la escultura, la represen- dimensionales del objeto y, por ende,
David C. Marr, del Instituto de Tec­ tación se torna activa, disparándose más cognitivas.
nología de Massachusetts, llamó un las pertinentes neuronas. Es probable que las representacio-
“esbozo de dos dimensiones y media”. Un objeto —dicho sea de paso— nes correspondientes a la consciencia

14 TEMAS 28
vívida gocen de propiedades especia- puestas en pliegues intrincados y pa­cientes que sufren lesiones cerebra-
les. William James pensaba que la situadas una a cada lado de la cavidad les se ha comprobado que este sistema
consciencia implicaba atención y craneana. Estas láminas están conec- no es imprescindible para la conscien-
memoria a corto plazo. La mayoría tadas entre sí por un largo tracto de cia visual, aunque naturalmente
de los psicólogos estarían hoy de cerca de mil millones de axones deno- quien carece de él se encuentra muy
acuerdo con esta opinión. Jackendoff minado cuerpo calloso. Es bien sabido limitado en la vida diaria, al no poder
escribe que la consciencia “se enri- que si se corta el cuerpo calloso, como recordar nada de lo que haya ocurrido
quece” con la atención, lo que supone se hace en algunos casos de epilepsia cosa de un minuto antes.
que, mientras esta última puede no incurable, un lado del cerebro no se En términos generales, la neocor-
ser esencial para ciertos tipos de entera de lo que está viendo el otro. teza de los animales, en estado de
consciencia limitados, sí vigilancia, actúa probable-
resulta necesaria para la mente de dos modos. Apun­
conscien­cia plena. talado en una circuitería
No está todavía claro, sin tosca y un tanto redundan­te,
embargo, qué formas de producida por nuestros
memoria entran en juego. genes y por los procesos
¿Se requiere la memoria a embrionarios, el neocórtex
largo plazo? Algunas formas acude a la experiencia vi­sual
de conocimiento adquirido y a otras para “reorganizar
se hallan tan imbricadas en sus propios hilos” paulati-
la maquinaria de la proce- namente y crear ca­tegorías
sualización neural, que es (o “rasgos”) a las que poder
casi seguro que se las emplea responder. No se crea una
al tomar consciencia de al­go. nueva categoría entera-
Por otro la­do, hay pruebas, mente en el neocórtex tras
aportadas por la investiga- la exposición a una sola
ción en pa­cientes con lesio- muestra de ella, aunque tal
nes cerebra­les, de que la vez sí se operen leves modi-
capacidad retentiva de nue- ficaciones de las conexiones
vos recuerdos episódicos a neurales.
largo plazo no es esencial
para la memoria.
Cuesta imaginar que una
persona pudiera ser cons-
L
a segunda función del
neocórtex (por lo menos
de la parte visual del mis­mo)
ciente si no tuviese ningún consiste en responder con

Bettmann Archive
tipo de recuerdo, ni siquiera presteza a las señales afe-
fugacísimo, de lo recién rentes. Para ello, se vale de
sucedido. Los psicólogos de las categorías que ha apren-
la visión hablan de la memo- dido y trata de hallar las
ria icónica, que dura sólo 2. WILLIAM JAMES, padre de la psicología norteamericana, obser- combinaciones de neuronas
una fracción de segundo, y vó que la consciencia no es una cosa fija, sino un proceso. activas que, sobre la base de
de la memoria funcional (la su experiencia, re­presenten
puesta en juego para mejor los objetos y sucesos
re­cordar un nuevo número de teléfo­no), Más en concreto, el lado izquierdo de importancia que hay en ese momento
que dura escasos segundos, a no ser del cerebro (en una persona diestra) en el campo visual. La formación de
que se intente fijarla. Descono­ce­mos parece no percatarse de la infor­mación tales coaliciones de neuronas activas
si para la consciencia son imprescin- visual recibida exclusivamente por el podría venir también condicionada por
dibles las dos. En cualquier caso, la lado derecho. Lo que prue­ba que la tendencias o impulsos de otras partes
división de la memoria a corto plazo información requerida para que haya del cerebro: por ejemplo, las señales
en estas dos clases podría pecar de consciencia visual no pue­de llegar al que le indican a qué merece más la
tosquedad. otro lado del cerebro bajando hasta el pena atender o expectativas de nivel
tallo cerebral y volviendo desde allí a su­perior acerca de la naturaleza del

S i estos complejos procesos de la subir. En una persona normal esa estímulo.


percatación visual consciente se in­formación sólo puede alcanzar el otro La consciencia, como advirtió Ja­­
alojan en partes del cerebro, ¿dónde lado del cerebro gracias a los axones mes, está siempre cambiando. Esas
se asientan? Quizá participen en los del cuerpo calloso. coaliciones de rapidísima formación
mismos muchas regiones del cerebro, Otra parte del cerebro —el sistema ocurren a diferentes niveles e inter-
pero es casi seguro que la neocorte­za, del hipocampo— interviene en los actúan para formar coaliciones más
o neocórtex, desempeña un papel pre- recuerdos puntuales o episódicos, que, amplias. Son transitorias y duran,
dominante. La información visual durante semanas o meses, traslada al por lo común, una fracción de segundo.
procedente de la retina llega al neo- neocórtex. Dicho sistema se halla Como las coaliciones que se producen
córtex a través, sobre todo, del núcleo situado de tal modo que recibe men- en el sistema visual constituyen la
geniculado lateral del tálamo; otra sajes de muchas partes del cerebro y base de lo que vemos, la evolución se
importante senda visual va desde la los envía también a varias. ha encargado de que se formen con
retina hasta el colículo superior, en Podría, pues, conjeturarse que el la máxima celeridad posible; si no
la zona apical del tallo cerebral. sistema del hipocampo constituye la fuera así, ningún animal sobrevivi-
En los humanos, la corteza consta sede esencial de la consciencia. Pero ría. El cerebro se encuentra incapa-
de dos láminas de tejido nervioso, dis- no lo es. Por la investigación en citado para formar rápidas coalicio-

LA CONSCIENCIA 15
nes neuronales porque las neuronas, acapara la atención del cerebro. Sin móvil que llegaba a los ojos del mono
comparándolas con las computado- atención, no puede verse el rostro. En era siempre idéntico, lo que el mono
ras, actúan muy lentamente. Esta cuanto el observador mueve los ojos, percibía cambiaba aproximadamente
relativa lentitud compénsala el reaparece el rostro. a cada segundo.
ce­rebro, en parte, usando muchísi- En algunos casos, sólo desaparece El área cortical MT (que algunos
mas neuronas a la vez y en paralelo, parte del rostro. A veces, por ejem- denominaban V5) está principal-
y, en parte también, organizando el plo, se seguirá viendo un ojo, o los mente involucrada en el movimiento.
sistema de un modo más o menos dos. Si el espectador se fija en la ¿Qué es lo que hacen en esa área MT
je­rárquico. sonrisa del rostro, puede que desa- las neuronas cuando el percepto del
Si la consciencia visual corresponde, parezca lo demás de éste y quede mono es unas veces as­c endente y
en todo momento, a grupos de neuro- sólo la sonrisa. De ahí que a tal efecto otras descendente? (Los investigado-
nas actuantes, la cuestión obvia es la se le denomi­n e “efecto del gato de res estu­dia­ron sólo la primera res-
siguiente: ¿dónde se ubican esas neu- Cheshire” en honor del felino que puesta del ma­­caco.) La respuesta
ronas y en qué dirección se disparan? Lewis Carroll introduce en Alicia en elemental —los datos reales son algo
Es muy improbable que la consciencia el País de las Maravillas. más liosos— es la siguiente: mientras
visual dé ocupación a todas las neu- Aunque es muy difícil registrar la la descarga de algunas neuronas se
ronas de la neocorteza que en un actividad de las distintas neuronas correlaciona con los cambios del per-
determinado momento se disparan a del cerebro humano, podemos rea­ cepto, la cadencia media de disparo
un ritmo superior al suyo básico. En lizar estudios similares en monos. de otras permanece bastante inalte-
teoría, sería de esperar que al menos Un ejemplo sencillo de rivalidad rable e independiente del sentido del
algunas neuronas de ésas se ocupasen bi­n ocular fue el abordado en simios movimiento que en ese mo­mento esté
de hacer cómpu­tos —tratando de con- por Nikos K. Logothetis y Jeffrey D. viendo el animal. Así que es impro-
seguir las me­jores coaliciones—, mien- Schall, mientras se hallaban en el bable que a la consciencia visual del
tras que otras expresan los resultados MIT. Adiestraron a un macaco para mono en un determinado momento
de esos cálculos, en otras palabras, lo que mantuviera fijos los ojos e indi- le corresponda la descarga de todas
que nosotros vemos. case si veía el movimiento ascen- las neuronas de su corteza visual.
dente o descendente de una rejilla Qué neuronas sean precisamente las

P or suerte, disponemos de datos


experimentales que respaldan
esta conclusión teórica. El fenómeno
horizontal. Para producir la rivali-
dad se proyectaba el movimiento
ascendente hacia uno de los ojos del
que le corresponden está aún por
averiguar.
En nuestra opinión, cuando vemos
de la rivalidad binocular podría mono y el descendente hacia el otro, algo claramente ha de haber neuronas
fa­cilitar la identificación de las neu­ de suerte que las dos imágenes se que, disparándose con gran intensi-
ronas cuya descarga simboliza la solapasen en el campo visual. Pues dad, representan lo que vemos.
percatación consciente. La rivalidad bien, el mono dio señales de ir viendo Po­dríamos llamar a este postulado el
binocular ocurre cuando cada ojo alternativamente movimiento ascen- “principio actividad”. También aquí
re­cibe, con respecto a la misma por- dente y descendente, lo mismo que contamos con algún respaldo experi-
ción del campo visual, un estímulo si fuera humano. Aunque el estímulo mental. Lo tenemos en la descarga de
visual diferente. El sistema visual
precoz del lado izquierdo del cerebro
recibe un estímulo procedente de
ambos ojos, pero sólo ve la parte del
campo visual que está a la derecha
­El experimento del gato de Cheshire
del punto en que se fija la mirada. Y
con el lado derecho sucede otro tanto
a la inversa. Si estos dos estímulos
E ste experimento, que se hace con un espejo, ilustra la consciencia visual. Se
basa en la rivalidad binocular, fenómeno que ocurre cuando cada ojo recibe
un estímulo distinto procedente de la misma parte del campo visual. El movimiento
en colisión rivalizan entre sí, al mirar en el campo de un ojo provoca la desaparición de la imagen entera o de porciones
no se ven los dos superpuestos, sino de la misma. El movimiento acapara la atención del cerebro.­
que se ve primero uno, después el
otro estímulo, y así sucesivamente
en alternancia.
Sally Duensing y Bob Miller tienen a
en San Francisco una muestra inte-
resante para nuestro propósito: “El
gato de Cheshire”. En ella, los visi-
tantes han de orientar su cabeza y
mirar en una dirección determinada.
Mediante un espejo colocado conve-
nientemente, uno de sus ojos puede
ver el rostro de otra persona que está
delante, mientras que el otro ojo ve
una pantalla o una pared blanca que
queda a un lado. Si el observador
mueve una mano ante esa superficie
blanca justo en el sitio en que su
campo visual está ocupado por el ros-
Jason Goltz

tro de la persona, este rostro se es­fuma,


desaparece. Al ser visualmente muy
llamativo, el movimiento de la mano

16 TEMAS 28
neuronas en el área cortical V2 en tímulo directo desde un ojo, pero dis- William T. Newsome, de la Uni­ver­
respuesta a contornos ilusorios. Otro pone de la “maquinaria” normal que sidad de Stanford, ha acometido una
caso, y quizá más notable, es el de la necesita para encargarse del es­tímulo serie de brillantes experimentos sobre
repleción del punto ciego. Que en cada que le llega del otro ojo. neuronas del área cortical MT del
ojo haya un punto ciego se debe a la El equipo de Ricardo Gattass, de la cerebro del macaco. Estudiando una
falta de fotorreceptores en el área de Universidad Federal de Río de Ja­neiro, neurona del área MT, podríamos
la retina donde el nervio óptico aban- ha demostrado que en el macaco algu- ha­llar que responde óptimamente a
dona la retina hacia el cerebro. El nas neuronas del área del punto ciego rasgos visuales muy específicos, rela-
punto ciego está a unos 15 grados de del V1 responden al estímulo proce- cionados con el movimiento. Una neu-
distancia de la fóvea (centro visual dente de ambos ojos, asistidas proba- rona, por ejemplo, podría emitir una
del ojo); pero, si tapamos un ojo, no blemente por estímulos que arriban descarga vigorosa en respuesta al
veremos ningún hueco en el campo de otras partes de la corteza. Además, movimiento de una barra en un lugar
visual. Daniel C. Dennet, de la Uni- en el caso de la repleción simple, algu- determinado del campo visual, pero
versidad de Tuft, es atípico entre sus nas neuronas de dicha región respon- sólo cuando ese proyecto está orien-
colegas filósofos, dado que se interesa den como si efectivamente se dedica- tado en cierto ángulo, moviéndose en
a la vez por la psicología y por el cere- ran a rellenar. una de las dos direcciones perpendi-
bro. Este interés se merecería mil Por tanto, la idea de Dennet sobre culares a su longitud dentro de cierto
parabienes. En una obra reciente, los puntos ciegos no es correcta. Añá- intervalo de velocidades.
Consciousness Ex­plained, Dennet ha dase que los experimentos psicológicos
argumentado el error que entraña
aquí hablar de repleción. Concluye,
correctamente, que “una ausencia de
realizados por Vilayanur S. Rama-
chandran han probado que lo relle-
nado puede ser harto complejo, depen-
R esulta una proeza técnicamente
harto difícil excitar sólo una
neurona, pero se sabe que las neu-
información no es lo mismo que infor- diendo del contexto general de la ronas que responden a aproximada-
mación sobre una ausencia”. Par- escena visual. ¿Cómo —arguye él— mente la misma posición, orienta-
tiendo de esta premisa, sostiene que, puede vuestro cerebro ignorar algo ción y dirección del movimiento de
en realidad, el cerebro no rellena el que le está llamando la atención? una barra tienden a caer bastante
punto ciego, sino que se limita a igno- No debe, por consiguiente, descar- juntas en la lámina cortical. Se le
rarlo. tarse la repleción como cosa inexis- enseñaba al mono una sencilla tarea
Sin embargo, el razonamiento de tente o insólita. Es probable que re- de discriminación del movimiento
Dennet no establece, de suyo, que no presente un proceso de interpolación va­l iéndose de una mezcla de puntos,
se produzca la repleción; tan sólo básica que ocurría a muchos niveles algunos de los cuales se movían al
sugiere que podría no ocurrir. Dennet del neocórtex. Y es, dicho sea de azar y todos los demás en una direc-
afirma también que “vuestro cerebro pasada, un buen ejemplo de lo que ción. De­m os­t raron así que la esti-
no tiene ninguna maquinaria para significa “proceso constructivo”. mulación eléctrica de una región
(efectuar un relleno) en ese sitio”. Esta ¿Cómo podemos descubrir las neu- restringida del lado derecho del área
aseveración es incorrecta. A la corteza ronas cuya descarga simboliza un cortical MT solía influir, casi siem-
visual primaria (V1) le falta un es- determinado percepto? El grupo de pre en la dirección esperada, en la
discriminación que del movimiento
hacía el macaco.
Por consiguiente, la estimulación
Para observar este efecto, el sujeto que mira ha de dividir el campo de su visión de esas neuronas puede modificar la
interponiendo entre los ojos un espejo (a). Un ojo mira al gato y el otro la reflexión conducta del mono y también, pro-
especular de la pared blanca o del trasfondo. El observador mueve entonces la bablemente, su percepción visual. Sin
mano correspondiente al ojo con que mira hacia el espejo, de suerte que la mano embargo, tales experimentos no prue-
cruce la zona donde aparece la imagen del gato en el otro ojo (b). El resultado es ban, de forma tajante, que el disparar
que el gato puede desaparecer del todo; o, si el observador fijó la atención en un de esas neuronas sea el exacto corre-
rasgo antes de mover la mano, aquellas partes en que se fijó —los ojos o incluso lato neural del percepto. El correlato
una sonrisa burlona— podrán seguir apareciendo (c). podría ser sólo un subconjunto de las
neuronas activadas. O quizás el autén-
tico correlato sea la descarga de neu-
b c ronas que, en otro escalón de la jerar-
quía visual, estén condicionadas
fuertemente por las neuronas activa-
das en el área MT.
Idénticas reservas cabe aplicar a
los casos de rivalidad binocular. Está
claro que no será fácil resolver el pro-
blema de identificar las neuronas cuya
descarga simboliza un particular per-
cepto. Se necesitarán muchos experi-
mentos esmerados, incluso para loca-
lizar las que intervienen en un tipo
de percepción.
Parece obvio que el propósito de la
consciencia visual vívida estriba en
introducir en las áreas corticales
implicadas las complicaciones de lo
que vemos; desde allí la información

LA CONSCIENCIA 17
se transporta, por un lado, al sistema
del hipocampo para ser codificada
(transitoriamente) en forma de memo-
ria episódica a largo plazo, y, por otro
lado, a los niveles de planificación del
sistema motor. Pero, ¿es posible pasar
de un estímulo visual a un acto de
conducta sin ninguna consciencia
visual pertinente?
Que tal proceso puede darse nos lo
demuestran los pacientes que sufren
“visión ciega”. Poseen éstos dañada la
corteza visual, pero pueden apuntar
con bastante precisión a blancos visi-
bles o irlos siguiendo con los ojos mien-
tras niegan enérgicamente que estén
viendo cosa alguna. Lo cierto es que
a estos pacientes les sorprende tanto
como a sus médicos el enterarse de
sus capacidades. Sin embargo, la can-
tidad de información que circula es
limitada: tienen cierta capacidad para
responder a la longitud de onda, a la
orientación y al movimiento, pero son
incapaces de distinguir un triángulo
de un cuadrado.
Naturalmente interesa mucho saber
qué sendas neurales utilizan estos
pacientes. Los médicos sospecharon
en un principio que se trataba de la
vía que atravesaba por el colículo
superior. Los experimentos recientes
indican que quizás intervenga una
conexión directa, aunque débil, que
hay entre el núcleo ge­niculado lateral
y otras áreas corticales, así la V4. Se
desconoce si, para la consciencia
visual inmediata, es o no esencial que
permanezca ilesa la región V1. Pre-
sumiblemente la señal visual es tan
débil en la “visión ciega” que la acti-
vidad neural no puede producir cons-
ciencia, aunque siga siendo lo bas-
tante fuerte como para abrirse paso
hasta el sistema motor.

L as personas que disfrutan de


visión normal responden con
re­gularidad a las señales visuales sin
ser del todo conscientes de ello. En las
acciones automáticas, como las de
nadar o las de conducir un coche, se
Johnny johnson

efectúan complejos pero estereotipa-


dos movimientos a los que se asocia
escasa, si alguna, consciencia visual.
En otros casos, la información trans-
3. ILUSION OPTICA ideada por Vilayanur S. Ramachandran, que ilustra la capacidad que el mitida es o muy limitada o muy tenue.
cerebro tiene de suplir, rellenar o construir la información visual que le falta porque fue a Por eso, aunque podemos desenvol-
parar precisamente al punto ciego del ojo. Cuando miramos la disposición de esas barras vernos sin consciencia visual, nuestra
verdes partidas, el sistema visual produce dos contornos ilusorios que delimitan una franja conducta sin ella se reduce bas-
vertical. Cerremos ahora el ojo derecho y fijemos la mirada del otro sobre el cuadradito tante.
blanco que hay en el conjunto de las barras verdes. Acerquemos la página al ojo hasta que Por descontado que para hacer la
desaparezca el círculo azul (lo que sucederá cuando tengas el papel a unos 15 cm de la experiencia de una percepción cons-
nariz). La mayoría de los observadores dicen que entonces ven completarse la franja verti- ciente se requiere cierto tiempo. Es
cal a través del punto ciego, y no cortada la línea. Trate el lector de hacer lo mismo con difícil determinar con exactitud cuán­to
la serie de barras cárdenas. Los contornos verticales ilusorios no se hallan tan definidos y tiempo se necesita para un episodio
el sistema visual tiende a completar la barra horizontal a través del punto ciego. El cerebro de consciencia visual; hay, sin
efectúa, pues, diferentes rellenos según sea el contexto general de la imagen. embargo, un aspecto del problema que

18 TEMAS 28
puede mostrarse experimentalmente:
las señales que se reciben muy juntas
a c
en el tiempo son tratadas por el cere-
bro como simultáneas.
Si se enciende durante un instante,
durante 20 milésimas de segundo, un
disco de luz roja e inmediatamente se
enciende en el mismo sitio, y du­rante
20 milésimas de segundo también, otro
disco de luz verde, el sujeto dirá haber
visto, no una luz roja se­guida de una
luz verde, sino una luz amarilla, exac-
tamente igual que la habría visto si la
luz roja y la verde hubiesen sido encen-
didas a la vez. Sin em­bargo el sujeto
podría no haber sentido el amarillo b
hasta después de que la información
procedente del destello verde se
hubiese procesado e integrado con el
rojo que le antecedió.
Experimentos de este tipo llevaron
al psicólogo Robert Efron a sacar la
conclusión de que el período de pro-
cesamiento de la percepción es del
orden de las 60 a las 70 milésimas de
segundo. Períodos similares se hallan

Jason Goltz
experimentando sobre los tonos en el
sistema auditivo. Siempre es posible,
empero, que los tiempos de procesa- 4. BREVES DESTELLOS CROMATICOS permiten deducir el mínimo de tiempo que se re-
miento difieran en las partes superio- quiere para que se dé la consciencia visual. Se proyecta durante 20 milésimas de segun-
res de la jerarquía visual y en otras do un disco de luz roja (a) e inmediatamente otro de luz verde (b), también durante 20
partes del cerebro. El proce­samiento milésimas de segundo. El observador dirá que ve una proyección de luz amarilla (c), o sea,
es también más rápido en los obser- del color que aparecería si se proyectaran a la vez la roja y la verde. El sujeto no cae en
vadores adiestrados que en los no la cuenta de que la luz roja se proyecta antes que la verde hasta que la duración de las
habituados. proyecciones se amplía de 60 a 70 milésimas de segundo.

C omo en algunas formas de cons-


ciencia visual parece estar impli-
cada la atención, serviría de mucho
pueden ser observados. Varios inves-
tigadores han descubierto que el pul-
algunas de las redes neurales descri-
tas por Hinton, sino más ampliamente
descubrir la base neural de ésta. El vinar, una región del tálamo, parece por el neocórtex. Es improbable que
movimiento ocular es una forma de intervenir en la atención visual. Nos la consciencia visual vívida se halle
atención, puesto que el área del campo gustaría creer que el tálamo merece distribuida por todas las áreas corti-
visual en la que vemos con alto poder que se le llame “el órgano de la aten- cales, porque algunas de ellas no dan
resolutivo es bastante pequeña, apro- ción”, pero esta condición suya aún muestras de responder a las señales
ximadamente lo que es el dedo meñi- está por confirmar. visuales. La consciencia po­dría, por
que para la longitud del brazo. Así El principal problema es el de ave- ejemplo, estar asociada tan sólo con
que movemos nuestros ojos para mirar riguar qué actividad cerebral corres- las áreas que se retroconectan direc-
fijamente hacia un objeto y conseguir ponde directamente a la consciencia tamente con la corteza visual prima-
verlo con mayor nitidez. Nues­tros ojos visual. Se ha jugado con la idea de que ria o, si no, con las áreas que se pro-
se mueven de tres a cuatro veces por cada área de la corteza produce cons- yectan cada una hasta la capa 4 de la
segundo. Pero los psicólogos han ciencia sólo de los rasgos visuales que otra. (Estas últimas áreas ocupan
demostrado que parece haber una son “columnares”, vale decir, que siempre idéntico nivel en la jerarquía
forma más célere de atención que se están dispuestos en la columna o mazo visual.)
movería en derredor, cuando nuestros de neuronas perpendicular a la super- La siguiente cuestión clave sería,
ojos están quietos. ficie cortical. De este modo, la corteza pues, cómo forma el cerebro sus re-
Cuál sea la naturaleza de este visual primaria podría determinar la presentaciones generales o de conjun­to
me­canismo atentivo más rápido cons- orientación y el área MT, el movi- a partir de las señales visuales. De
tituye hoy tema de debate. Pero varios miento. Hasta el presente, no se ha resultar la atención indispensable
neurólogos, entre ellos Robert De­si­ encontrado ninguna región concreta para la consciencia visual, el cerebro
mone y sus colegas del Instituto del cerebro en la que parezca reunirse podría formar las representaciones
Na­c ional de la Salud Mental, han toda la información que se necesita fijándose sólo en un objeto por vez, y
comprobado que el ritmo de descarga para la consciencia visual. Dennett pasando rápidamente de un objeto al
de ciertas neuronas en el sistema ha llamado a tan hipotético lugar “el siguiente. En este orden, las neuronas
visual del macaco depende de lo que teatro cartesiano”. Arguye, basándose que representan todos los aspectos del
recabe la atención del mono en su en fundamentos teóricos, que tal foro objeto atendido podrían descar­g ar
campo visual. Por tanto, la atención no existe. todas juntas con mucha rapidez en un
no es sólo un concepto psicológico; La consciencia parece estar distri- intervalo cortísimo, quizás en rápidas
tiene también correlatos neurales que buida no sólo a escala local, como en ráfagas.

LA CONSCIENCIA 19
Esta descarga, rauda y simultánea, la 6) se correlacionan en su mayoría cia? ¿No podrían nuestros cerebros
podría no sólo excitar las neuronas con la consciencia. Nosotros nos consistir en una mera secuencia de
que simbolizaban las implicaciones hemos preguntado si las neuronas sistemas estereotipados que traba-
de ese objeto, sino también reforzar piramidales que hay en la capa 5 del jasen “conectados” a un sistema glo-
transitoriamente las sinapsis concer- neocórtex, especialmente las mayo- bal? Nos parece que serían demasia-
nidas, de suerte que esta pauta par- res, podrían desempeñar este último dos los necesarios para expresar una
ticular de descarga pudiese recordarse papel. conducta humana. El modo cons-
en seguida: una modalidad de la Son ellas las únicas neuronas cor- ciente, más lento, da tiempo a las
memoria a corto plazo. (Con sólo que ticales que se proyectan directamente neuronas a volverse sensibles al con-
una representación necesite retenerse fuera del sistema cortical (esto es, no texto de aquello que de ordinario las
en la memoria a corto plazo, como al hacia la neocorteza, ni el tálamo o el excita; de esa manera puede confec-
entregar al recuerdo una ta­rea senci- claustrum). Si la consciencia visual cionarse una visión más amplia del
lla, las neuronas implicadas pueden representa los resultados de los cóm- orden de cosas presente. Sería una
seguir disparando durante cierto putos neurales que se efectúan en la gran ventaja evolutiva responder
tiempo.) corteza, sería de esperar que lo que muy deprisa a las situaciones este-
Surge el problema cuando se ha de la corteza envía a otras partes sim- reotipadas y más despacio a las que
ser consciente de más de un objeto bolizara dichos resultados. Por lo vaya habiendo nuevas y sean más
exactamente a la vez. Si todos los atri- demás, las neuronas de la capa 5 complejas. Lo corriente es que ambos
butos de dos o más objetos fuesen muestran una insólita propensión modos actúen en paralelo. La manera
representados por neuronas en rápida hacia la descarga en ráfaga. La idea exacta en que todas esas rutas neu-
descarga, podrían confundirse sus de que las neuronas de la capa 5 quizá ronales actúan e interaccionan dista
rasgos. El color de uno podría atri- simbolicen directamente la conscien- de estar clara.
buírsele a la forma de otro. Es lo que cia visual es atractiva, pero aún es
ocurre algunas veces en las presenta-
ciones momentáneas.
muy pronto para decir si tiene algo
de acertada.
Palmariamente, el de la consciencia
H a habido más experimentos
acerca del comportamiento de
las neuronas que reaccionan a las

H ace algún tiempo Christoph von


der Malsburg, hoy en la Univer­
sidad del Ruhr en Bochum, sugirió
visual es un problema difícil. Se han
de investigar más las bases psicológi-
cas y neurológicas de la atención y de
percepciones visuales biestables, la
rivalidad binocular por ejemplo, pero
seguramente es demasiado pronto
que esta dificultad se evitaría si todas la memoria a muy corto plazo. Se para sacar de ellos conclusiones fir-
las neuronas asociadas a un objeto lograría un poderoso paradigma expe- mes relativas a la plasmación neuro-
cualquiera se disparasen sincrónica- rimental estudiando las neuronas nal concreta de la consciencia vi­sual.
mente entre sí (esto es, si hubiera cuando cambia un percepto, mante- Hemos apuntado, por razones teóri-
correlación entre los tiempos de des- niendo constante el estímulo visual. cas basadas en la neuroanatomía del
carga) y asincrónicamente con las que Necesitamos idear teorías neurobio- macaco, que los primates no se per-
representaran a los otros objetos. Más lógicas de la consciencia visual y some- catan directamente de lo que sucede
recientemente, en Alemania, dos gru- terlas a prueba en investigaciones que en la corteza visual primaria pese a
pos de investigadores informaron de conjuguen la biología mo­lecular, neu- que la mayor parte de la información
la descarga acompasada en neuronas robiología y técnicas de formación de visual pasa por ella. Esta hipótesis
de la corteza visual del gato, a menudo imágenes. tiene el respaldo de algunas pruebas
de un modo rítmico, con una frecuen- Estamos convencidos de que, una experimentales, pero sigue estando
cia de 35 a 75 hertz, la conocida por vez nos hayamos adueñado del secreto sujeta a controversia.
oscilación de 40 hertz u oscilación de esta sencilla forma de consciencia,
gamma. nos hallaremos más cerca de poder
La propuesta de Von der Malsburg descifrar un misterio central de la
nos indujo a sugerir que esa descarga vida humana: el de cómo se relacionan
rítmica y sincrónica podría ser el con nuestras sensaciones subjetivas BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA
correlato neural de la consciencia y los hechos físicos que tienen lugar en
servir para ligar la actividad de dife- nuestros cerebros mientras pensamos La Percepción. Irvin Rock. Biblioteca
Scientific American, Prensa Científica,
rentes áreas corticales relativas al y actuamos en el mundo; o sea, en qué 1985.
mismo objeto. El asunto está todavía relación está el cerebro con la Consciousness and the Computatio­nal
en el aire, y los datos experimentales mente. Mind. Ray Jackendoff. MIT Press/Bra-
disponibles respaldan más bien poco En los últimos años ha habido dford Books, 1990.
tal idea. Otra posibilidad es que las varios avances importantes. Ahora The Visual Brain in Action. A. David
oscilaciones de 40 hertz ayuden a dis- parece probable que haya sistemas Milner y Melvyn A. Goodale. Oxford
tinguir de un trasfondo una figura o rápidos, “conectados” al sistema ner- University Press, 1995.
Are We Aware of Neural Activity in
que apoyen al mecanismo de la aten- vioso global, que se encarguen de las Primary Visual Cortex. Francis Crick
ción. reacciones motrices estereotipadas, y Christof Koch en Nature, vol. 375, págs.
¿Hay tipos particulares de neuro- de mover las manos y los ojos, por 121-123; 11 de mayo de 1995.
nas, distribuidas por la neocorteza ejemplo, sistemas inconscientes y Consciousness and Neuroscience. Fran-
visual, cuya descarga simbolice direc- sin memoria. La visión consciente cis Crick y Christof Koch en Ce­rebral
tamente el contenido de la conscien- pare­ce ser más lenta y más propensa Cortex, vol. 8, n.o 2, págs. 97-107; 1998.
cia visual? Para cierta hipótesis muy a las ilusiones visuales. El cerebro Vision Science: From Photons to Phe-
nomenology. Stephen E. Palmer. MIT
simplista, las actividades que se pro- ha de formar una representación Press/Bradford Books, 1999.
ducen en las capas superiores de la consciente de la escena visual que Principles of Neural Science. Eric R.
corteza son en gran parte inconscien- pueda emplear luego para muchas Kan­del, James H. Schwartz y Tomas M.
tes, mientras que las que se producen acciones diferentes. Jessell. McGraw-Hill, 2000.
en las capas inferiores (en la 5 y en ¿Por qué se necesita la conscien-

20 TEMAS 28
La visión, ventana
a la consciencia
¿Cómo reparamos en lo que vemos?
La exploración de la mente humana
se centra en la percepción visual

Nikos K. Logothetis

¿Q ué vemos en la imagen cen-


tral del cuadro de Salva-
 ­dor Dalí aquí reproduci­do?
Lo primero que percibe la mayoría
de la gente es la cara de un hombre
con antifaz, los ojos vueltos al cielo y
los labios fruncidos bajo un poblado
mostacho. Pero, al mirarla otra vez,
la imagen se fragmenta en otras más
complejas. La nariz y el bigote blanco
del hombre se convierten en la cofia
y el mantón de una mujer sentada.
Los reflejos en los ojos pasan a ser
luces en las ventanas —o destellos en
los tejados— de dos casitas cobijadas
en oscuras la­deras. Las sombras en
la mejilla di­bujan un niño en pantalón
corto, de pie junto a la mujer sentada;
se aprecia ahora claramente que
ambos miran por encima de un lago
a las dos casitas a través de la aber-
tura de un muro de ladrillos, que antes
nos parecía el contorno de ese rostro
humano.
En 1940, en su cuadro La Vejez, la
Adolescencia, la Infancia (Las Tres
Edades), donde se representan tres
caras humanas, Dalí jugaba con la
capacidad de la mente del espectador
para interpretar diferentes imágenes
a partir de un mismo conjunto de pin-
celadas. Más de 50 años después, los
investigadores utilizamos simila­res
estímulos visuales para identificar la
actividad cerebral que subyace a la
consciencia. Por ejemplo, queremos
averiguar lo que ocurre en el ce­rebro
cuando el observador percibe que los
tres rostros del cuadro de Dalí en rea-
lidad no son rostros.
La consciencia es un concepto difícil
de definir, y no digamos de estudiar.
En los últimos años la neurología ha
hecho importantes progresos para
comprender los complejos pa­trones de
actividad que se producen en las neu-
ronas del cerebro. Con todo, la mayo-
ría de las personas e incluso numero-

22
sos científicos todavía cuestionan la Es aquí donde aparecen los es­tímulos que sufre la ac­tividad nerviosa cuando
explicación de la actividad mental, y ambiguos. La percepción ambigua no se toma consciencia de ese signifi-
en particular la consciencia, por des- es un comportamiento caprichoso pro- cado.
cargas electroquímicas de las neuro- pio de la organización del sistema
nas.
Como sostienen Francis Crick, del
Instituto Salk de Estudios Biológicos
visual. Antes bien, nos en­seña algo
sobre la estructura del ce­rebro entero
y la manera de hacernos conscientes
E n nuestro trabajo sobre estímu­-
los visuales ambiguos, utilizamos
imágenes que además de dar origen
en San Diego, y Christof Koch, del de la información sensorial. A veces a dos percepciones distintas también
Instituto de Tecnología de California, una secuencia de palabras, aparente- provocan una continua alternancia
en el problema de la consciencia se mente sin sentido en un idioma, entre ambas. Es muy conocido el ejem-
pueden considerar distintas cuestio- adquiere repentinamen­te un signifi- plo del cubo de Necker. Esta figura se
nes, algunas de ellas susceptibles de cado por su proximidad fonética a una percibe como un cubo tridimensio­nal,
encuesta científica. Por ejemplo, en frase en nuestra propia lengua. Y cabe pero con perspectivas que se alternan
vez de inquietarnos por determinar entonces preguntarse por los cambios cada pocos segundos. Obvia­men­te, tal
qué es la consciencia, nos podemos
preguntar: ¿en qué se distinguen los
procesos nerviosos que corresponden 1. LOS ESTIMULOS AMBIGUOS, como en el cuadro de Salvador Dalí que lleva por título
a una determinada experiencia cons- La Vejez, la Adolescencia, la Infancia (Las Tres Edades), son muy útiles para estudiar el
ciente de los demás procesos? fenómeno de la consciencia por medio de la percepción visual.

Museo Salvador Dali, San Petersburgo, Florida, ee.uu.


En el inicio de la trayectoria, las
señales procedentes de la retina, en
la parte posterior del ojo, se canalizan
en forma de impulsos eléctricos hacia
un par de pequeñas estructuras
embutidas en el cerebro, llamados
núcleos geniculados laterales (NGL).
Una neurona de los NGL puede ser
activada por estimulación visual
desde un ojo o desde el otro, pero no
desde ambos a la vez. Esas células
nerviosas responden así a los cambios
de luminosidad o de color que apare-
cen en una región determinada den-
tro de la zona visual llamada campo
receptivo, que varía de una neurona
a otra.
Desde los NGL, la información
vi­sual se traslada al córtex visual pri­
mario situado en la región occipital,
que abreviadamente se denomina V1.
Las neuronas del V1 se comportan de
diferente modo que las de los NGL.
Habitualmente pueden ser activadas
desde uno u otro ojo, pero también son
sensibles a atributos específicos; ver-
bigracia, la dirección de movimiento
johnny johnson

de un estímulo situado dentro de su


campo receptivo. La información
visual se transmite desde V1 a más
de dos docenas de otras regiones cor-
2. EL CUBO DE NECKER puede contemplarse de dos diferentes maneras, según se vea la “x” ticales distintas.
en la arista superior de la cara frontal del cubo o en el de la cara posterior. A veces el cubo A partir de V1 puede seguirse el
parece superpuesto a los círculos, y otras veces los círculos semejan agujeros por detrás recorrido de ciertas informaciones
de los cuales flota el cubo. que se van desplazando a través de
las zonas denominadas V2 y V4 hasta
alojarse en las regiones que forman
alternancia debe obedecer a algo que diferentes, uno a cada ojo, fenóme­no el córtex temporal inferior (CTI), que
ocurre en el cerebro. que se denomina rivalidad binocular. como todas las demás estructuras
Los escépticos podrían aducir que El cerebro de las personas sometidas son bilaterales, es decir, se hallan
a veces percibimos un estímu­lo sin ser a esta situación toma primero cons- en ambos hemisferios. Numerosas
plenamente conscientes del mis­mo; ciencia de una percepción y después investigaciones, incluidos los estu-
por ejemplo, cuando detenemos “auto- de la otra, alternando lentamente dios neurológicos sobre personas
máticamente” el coche ante un semá- entre ambas. aquejadas de lesiones cerebrales,
foro en rojo. Pero nosotros investiga- Para crear este efecto en el labora- revelan que el CTI es importante
mos estímulos y situaciones concebidos torio utilizamos estereoscopios. Los para la percepción de las formas y el
para provocar el estado de conscien- primates adiestrados y sometidos a reconocimien­to de objetos. Se sabe
cia. esta estimulación visual señalan que que las neuronas de V4 responden
Sabemos que los seres humanos son también a ellos les varía su percepción selec­t ivamente a aspectos de los
conscientes de tales estímulos porque cada pocos segundos. Nuestros expe- estímu­los visuales que son críticos
ellos pueden contarnos sus experien- rimentos nos han permitido seguir el para discernir las formas. En el CTI
cias. Pero muchas veces no es po­sible recorrido de la actividad nerviosa que hay neuronas que se comportan como
estudiar la actividad de neuronas indi- corresponde a estas respuestas alter- células de V4, pero otras en cambio
viduales en humanos despiertos, y nantes. sólo responden cuando se colocan
entonces las pruebas se realizan con objetos enteros, tales como rostros,
primates amaestrados para señalar lo
que perciben moviendo pa­lancas o
mirando en una dirección de­t er­
T ras decenios de trabajo, la investi-
gación de la actividad nerviosa en
los animales ha llegado a la conclusión
en sus amplios campos receptivos.
Otras señales procedentes de V1
atraviesan las regiones V2, V3 y una
minada. Los cerebros de los primates de que la información visual emitida zona llamada TM/V5 antes de llegar
tienen una organización similar a la por los ojos sigue una trayectoria que finalmente al lóbulo parietal del
de los humanos y responden de modo atraviesa las sucesivas etapas de un ce­rebro. La mayoría de las neuronas
muy parecido a esos estímu­los. Cree­ sistema de procesamiento de datos. de TM/V5 responden enérgicamente
mos, pues, que estos anima­les son Diferentes módulos analizan los diver- a estímulos que se mueven en una
conscientes de un modo bastan­te aná- sos atributos del campo visual. Por lo dirección específica. Las neuronas de
logo al de los seres humanos. general, a medida que la información otras zonas del lóbulo parietal res-
Estamos investigando las ambigüe- avanza por esta trayectoria visual, el ponden cuando el animal presta aten-
dades a que da lugar la presentación tipo de procesamiento adquiere mayor ción a un estímulo o pretende mover­se
simultánea de dos patrones visuales especialización. hacia él.

24 TEMAS 28
Los primeros experimentos revela- obedecer a la activación de ciertas electrodos para registrar la actividad
ron un hecho sorprendente: muchas regiones del cerebro o grupos de neu- de las neuronas comprendidas en las
neuronas comprendidas en trayec­ ronas especiales. El estudio de la riva- trayectorias del procesamiento visual.
torias visuales, tanto en V1 como en lidad binocular en primates activos y Las neuronas varían notablemente en
niveles superiores de la jerarquía de adiestrados nos permite aproximarnos la intensidad de la respuesta ante
procesamiento, todavía responden con a esta cuestión, al menos en cierta es­tímulos idénticos que se presentan a
su selectividad característica a estí- medida. En tales experimentos, se le ambos ojos a la vez. Así, por ejemplo, el
mulos visuales, incluso en animales presentan al animal diversos estímu- patrón de estímulo A podría provocar
totalmente anestesiados (con los ojos los visuales, por lo común patrones o actividad en una neurona, mientras que
quietos aunque abiertos). No cabe figuras proyectados en una pantalla. el patrón B no la provocaría.
duda de que el sujeto animal (o Ofreciendo como premio zumos de fru- Una vez identificados un estímulo
humano) no es consciente de toda su tas es fácil adiestrar a los primates eficaz y otro ineficaz para una
actividad nerviosa. para que señalen con exactitud el es- de­terminada neurona (por presenta-
Esta observación plantea la cuestión tímulo que perciben. ción simultánea del mismo estímulo
de si el estado de consciencia puede Durante el experimento se utilizan a ambos ojos), los dos estímulos pue-

Experimentos de rivalidad binocular

P ara simular la rivalidad binocular, basta con soste-


ner con la mano derecha el eje hueco de un rollo de
toallas de papel aplicado a su ojo derecho. Delante de su
después los que percibe el otro. Sin embargo, la alternancia
está un tanto desequilibrada: probablemente percibirá el
estímulo visual que llega por el tubo más a menudo que la
ojo izquierdo, a unos diez centímetros y tocando el tubo, palma de la mano.
abra su mano izquierda con la palma hacia usted. Dos razones explican el sesgo o preferencia. Primero, la
Al principio parecerá que la mano tiene un agujero, pues palma está desenfocada por estar mucho más próxima al
el cerebro se concentra en los estímulos que recibe el ojo rostro, y en la rivalidad binocular las imágenes precisas
derecho. Pero al cabo de unos segundos el “agujero” se (como las flores vistas a través del tubo) tienden a prepon-
rellena con una percepción borrosa de la palma entera pro- derar sobre los estímulos visuales borrosos. Segundo, la
cedente del ojo izquierdo. Si sigue palma de la mano es una superficie bastante lisa, con menos
mirando las dos imágenes se alter- contraste y contorno más uniforme que el entorno relativa-
narán, puesto que el cerebro mente complejo visto por el tubo. Para eliminar el sesgo,
selecciona primero los estímulos escogemos cuidadosamente los motivos que presentamos
visuales percibidos por un ojo y a los sujetos en el laboratorio.
dan wagner

LA CONSCIENCIA 25
den disponerse de tal manera que cada cuando el animal señala un cambio nivel de actividad cuando el prima­te
ojo vea uno diferente. Es de es­perar de percepción que no va acompañado indicaba que su percepción ha­bía cam-
que el primate, a semejanza del de un cambio en los estímulos. biado de ascenso a descen­so, o a la
humano en tal situación, sea cons- inversa. La mayoría de esas células
ciente de los dos estímulos rivales
alternativamente. Y esto es lo que nos
cuentan las respuestas del primate
C on Jeffrey D. Schall, hoy en la
Universidad Vanderbilt, realicé
una versión de este experimento en
se encontraban en las capas más pro-
fundas de TM/V5.
El porcentaje medido era más bajo
cuando le presentamos estos pares de la cual un ojo veía una retícula que de lo esperado, puesto que casi todas
estímu­l os rivales. El registro del ascendía lentamente mientras que el las neuronas de TM/V5 son sensibles
estado de las neuronas duran­te pre- otro ojo veía una retícula en lento des- a la dirección del movimiento. En su
sentaciones sucesivas de los pares en censo. Tomamos registros en la zona gran mayoría, estas neuronas se com-
competencia permitirá evaluar cuáles visual TM/V5, cuyas células tienden portaron de modo bastante análogo a
son las neuronas que sólo cambian su a responder al movimiento. Pu­dimos las neuronas de V1, permanecien­do
actividad si se modifican los estímu- ver que algo más del 40 por cien­to de activas cuando su estímulo pre­ferido
los, y cuáles alteran su frecuencia las células de esa zona variaban su estaba en el campo de visión de uno

LOBULO FRONTAL LOBULO PARIETAL

NUCLEO GENICULADO
LATERAL (NGL)

LOBULO
OCCIPITAL

MT/V5

V3A

V3 SUBDIVISIONES
FUNCIONALES
V4 DEL CORTEX
V2 VISUAL

LOBULO V1
TEMPORAL
V3/VP
CORTEX
TEMPORAL CEREBELO
INFERIOR (CTI)
terese winslow con la colaboracion de nouchine hadjikhani y roger tootell

OJO

HEMISFERIO IZQUIERDO

NERVIO OPTICO

QUIASMA
V3
OPTICO
V1
V2 RADIACION
OPTICA
V3/VP
V4 V1

3. LA TRAYECTORIA visual humana comienza en los ojos y se ex- ge­niculado lateral, formado por capas de células nerviosas tales
tiende a través de estructuras interiores del cerebro antes de que cada una de ellas sólo responde a los estímulos de un ojo. El
ascender a las diversas regiones del córtex visual (V1, etcétera). córtex temporal inferior es importante para distinguir las formas.
En el quiasma óptico, los nervios ópticos se entrecruzan parcial- Se ha descubierto que algunas células de cada zona sólo se ex-
mente de manera que cada hemisferio cerebral recibe informa- citan cuando la persona o el primate adquiere consciencia de un
ción de ambos ojos. Actúa como filtro de esa información el núcleo determinado estímulo.

26 TEMAS 28
u otro ojo, se percataran o no del
mismo.
No acabaron ahí las sorpresas.
Cerca del 11 por ciento de las neuro­
nas examinadas se excitaban cuan­do
el primate señalaba que percibía el
estímulo más eficaz de un par as­censo/
CORTEX
descenso para la neurona en cuestión. VISUAL (V1 Y
Paradójicamente, una proporción OTRAS ZONAS)
similar de neuronas se excitaba al CORTEX TEMPORAL
MEDIO (TM/V5)
máximo cuando el estímulo más efi-
caz no se percibía, aun cuando fuera
claramente visible para un ojo. De
otras neuronas no era posible deter-
minar si preferían un estímulo al
otro. CORTEX
VISUAL (V1 Y

E
OTRAS ZONAS)
n la Facultad de Medicina Bay- QUIASMA OPTICO
lor, David A. Leopold y yo estu- NUCLEOS
GENICULADOS
diamos las neuronas de las partes del LATERALES (NGL)
cerebro que sin duda desempeñan un
papel relevante en el reconocimien­to
de objetos. Registramos actividad en
V4, V1 y V2, mientras los ani­males
contemplaban estímulos que con­

nikos k. logothetis
sistían en líneas inclinadas hacia la
izquierda o hacia la derecha. En V4,
la proporción de células cuya ac­ti­ NERVIO OPTICO
vidad reflejaba la percepción era
si­milar a la que Schall y yo había­mos
encontrado en TM/V5, en torno al 40 4. ACTIVIDAD CEREBRAL de un primate anestesiado al que se le presenta un estímulo visual
por ciento. Pero una vez más, había giratorio, de alto contraste (izquierda, abajo). Estas imágenes tomadas por resonancia
un grupo sustancial de neuronas que magnética funcional revelan que, incluso cuando el primate permanece inconsciente, sus
se excitaban mejor cuando no se per- zonas de procesamiento visual están activas; entre ellas los núcleos geniculados laterales
cibía su estímulo preferido. Por el (NGL), el córtex visual primario (V1) y el córtex temporal medio (TM/V5).
contrario, en V1 y V2 menos del 10
por ciento de las células se excitaban
exclusivamente al percibir el animal cional (RMf); ese medio proporciona viosa y de percepciones no represen-
su estímulo más eficaz, y si tal es- imágenes de la actividad cerebral taría más que la conmutación entre
tímulo no se percibía no se excitaba midiendo los incrementos de circula- uno y otro ojo de la información per-
ninguna. ción sanguínea en determinadas zonas cibida, y no tendría relevancia para
En el CTI la configuración de acti- del cerebro. Descubrieron así que el la consciencia visual en otras
vidad es totalmente diferente. Junto CTI estaba particularmente activo si­tuaciones. Pero la experiencia es
con David L. Sheinberg —quien tam- cuando los sujetos señalaban que de­c isiva: durante la situación de
bién me acompañó en el traslado de veían imágenes de rostros. ri­validad, la aportación de ambos ojos
Baylor al Instituto Max Planck— he En resumen, en las primeras etapas se procesa continuamente en el sis-
analizado los registros de esa zona de la trayectoria visual la ma­yoría de tema visual.
tras haber enseñado a los primates a las neuronas indicaban en su res- Sabemos esto porque, en el caso de
que señalen sus percepciones cuando puesta si tenían o no a la vista su los humanos, la rivalidad binocular
se les exponen patrones complejos de estímulo visual preferido, aunque produce la alternancia lenta normal
rivalidad visual, tales como imágenes algunas se comportaban de un modo de percepciones, aun cuando los
de humanos, animales y diversos obje- que pudiera relacionarse con cambios es­tímulos en competencia se conmu­
tos artificiales. Pudimos comprobar en la percepción del animal. En las ten rápidamente —varias veces por
que un 90 por ciento de las neuronas últimas etapas del procesamiento, sin se­gundo— de un ojo al otro. Si la riva-
respondían con viveza al percibir su embargo, la proporción de células cuya lidad se redujera a que el cerebro
patrón preferido, pero inhibían su actividad reflejaba la percepción del atienda a uno o a otro ojo, el fenómeno
actividad cuando no se les presentaba animal se elevó hasta el 90 por se desvanecería al conmutarse con tal
ese patrón. Parece, pues, que cuando ciento. rapidez los estímulos. (El observador
las señales visuales llegan al CTI, la Una posible objeción es que las vería más bien una célere alternancia
gran mayoría de las neuronas respon- variables percepciones señaladas por de los estímulos.) El hecho de que el
den de una manera vinculada a la los primates en el curso de la rivalidad régimen de lenta alternancia de per-
percepción. binocular podrían obedecer a que el cepciones persista cuando se conmu-
Para estudiar sujetos sometidos a cerebro suprima información visual tan los estímulos es un firme indicio
rivalidad binocular, Frank Tong, Ken al principio de la trayectoria, primero de que la rivalidad se debe a la com-
Nakayama y Nancy Kanwisher, de la de un ojo y luego del otro, de modo petencia de las representaciones alter-
Universidad de Harvard, han utili- que el cerebro perciba una sola imagen nadas del estímulo en la trayectoria
zado la técnica de formación de imá- en cualquier momento. Si esto fuera visual. La rivalidad binocular nos
genes por resonancia magnética fun- verdad, el cambio de actividad ner- ofrece entonces la oportunidad de

LA CONSCIENCIA 27
                                                 Primates y experimentadores

A los experimentos descritos en el artículo cabe objetar


que los primates podían caer en la tentación de ha­cer
trampas para ganarse su sabrosa recompensa. Al fin y al ca­bo,
vidad nerviosa; es, por tanto, posible que hayan de­sarrollado
una estrategia de respuesta que parezca reflejar sus verda-
deras percepciones, pero que en la realidad no sea así.
no podemos saber directamente lo que un primate (o una En la sesión de adiestramiento presentada como ejemplo,
persona) piensa o percibe en un momento dado. A nuestros el primate debía tirar de la palanca izquierda sólo en el caso
primates les interesa sobre todo beberse el zumo, antes que de ver la esfera solar, y de la derecha sólo cuando viera la
entender cómo se despierta la consciencia a partir de la acti- cara de un vaquero. Nos cercioramos de que el primate seguía

Ve el Sol Ve el Sol Ve el vaquero


Tira de la palanca CORRECTO = ZUMO DE Tira de la palanca CORRECTO = ZUMO DE Tira de la palanca CORRECT
izquierda RECOMPENSA izquierda RECOMPENSA derecha
matt collins

estudiar cómo decide el sistema vi­sual en vez de radicar en una sola zona del rarse el producto final de una serie
lo que vemos, aun cuando ambos ojos cerebro. Por supuesto, las neuronas jerarquizada de etapas de procesa-
vean (casi) una misma cosa. que reaccionan así abundan mucho miento. Por el contrario, involu­cra la
más en el CTI que en otras zonas cere- trayectoria visual entera, así como

¿Q ué nos enseñan estos descu-


brimientos acerca de la cons-
ciencia visual? En primer lugar, que
brales, pero en experimentos futuros
podrían hallarse neuronas de ese tipo
en otros lugares.
las zonas parietales frontales que
intervienen en el procesamien­to cog-
nitivo superior. La actividad de una
no somos conscientes de muchas acti- Además, tal vez otras regiones del apreciable minoría de neuronas
vidades de nuestro cerebro. Desde cerebro sean responsables de decisio- refleja lo que se ve de una manera
hace tiempo sabemos que apenas nos nes producidas por estímulos de cual- consciente, incluso en los niveles más
damos cuenta de la actividad cerebral quier clase que alcancen la conscien- bajos que hemos examinado, los de
que mantiene el cuerpo en posición cia. El grupo encabezado por Erik D. V1 y V2; en los niveles superiores de
estable, una de las funciones más anti- Lumer, del Colegio Universitario de la trayectoria lo único que aumenta
guas en términos de evolución. Hemos Londres, ha analizado en humanos es la proporción de neuronas acti-
comprobado asimismo que tampoco esta posibilidad por medio de la RMf. vas.
nos enteramos de gran parte de la Comprobaron así que el lóbulo tem- Todavía no está claro si la actividad
actividad nerviosa que generan —al poral se activa en éstos durante la de las neuronas de las zonas más ini-
menos parcialmente— nuestras expe- experiencia consciente de un es­tímulo, ciales de la trayectoria viene determi-
riencias conscientes. como ya habíamos visto en los prima- nada por sus conexiones con otras
Podemos afirmar esto porque tes. Pero hay otras regiones, como las neuronas de aquellas zonas o si es
mu­chas neuronas de nuestro cerebro zonas corticales parietal y prefrontal, consecuencia de conexiones jerarqui­
responden a estímulos de los que no que se activan precisamente en el zadas de arriba abajo, a manera de
somos conscientes. Sólo una pequeña momento en que el sujeto señala un “realimentación”, desde los lóbulos
parte de las neuronas parecen aptas cambio del es­tímulo. temporal o parietal. Ciertamente, la
para desempeñar lo que los fisiólogos Conociendo mejor dónde se locali- información visual circula desde los
llaman “correlato nervioso” de la per- zan y cómo se interconectan las neu- niveles superiores hacia los inferiores,
cepción consciente, es decir, responder ronas que se correlacionan con la tanto como en el sentido inverso. Los
de una manera que refleje con segu- experiencia consciente, sabremos más estudios teóricos indican que los sis-
ridad la percepción. acerca del proceso de generación de temas con este tipo de realimentación
Y todavía hay más. El reducido la consciencia en el cerebro. No obs- pueden presentar pautas de compor-
número de neuronas cuyo comporta- tante, los descubrimientos realizados tamiento complicadas, incluso múlti-
miento acusa la percepción está dis- hasta hoy indican claramente que la ples estados estables. Los diferentes
tribuido por toda la trayectoria visual, consciencia visual no puede conside- estados estables mantenidos por la

28 TEMAS 28
deben jugar limpio

dando las indicaciones correctas intercalando casos en los vaquero superpuestas (último cuadro), sabíamos que nos
que no se presentaban estímulos en rivalidad (abajo). En tales estaba mintiendo para beber más zumo.
ocasiones había una respuesta “correcta” a lo que se percibía, Nuestros resultados indican que los primates señalan sus
y si el primate no respondía así se suspendía inmediatamente experiencias con exactitud. Aún más convincente es nuestra
la prueba (y la oportunidad de ganar más vasos de zumo). De observación de que primates y humanos sometidos a prueba
modo análogo, si el primate tiraba de una u otra palanca con el mismo instrumental se comportan a niveles similares
cuando se le presentaba la mezcla de imágenes del Sol y el en tareas diferentes.

Ve una mezcolanza NO HAY


Ve el Sol pero desea ZUMO DE
TO = ZUMO DE Tira de la palanca CORRECTO = ZUMO DE INCORRECTO =
el zumo RECOM­
RECOMPENSA izquierda RECOMPENSA
Tira de una PENSA
palanca cualquiera

realimentación pueden corresponder diferentes tipos, en el CTI y tal vez Comienza a emerger de estos estu-
a distintos estados de la consciencia en niveles más profundos, que tam- dios una concepción del cerebro como
visual. bién intervengan directamente en la un sistema cuyos procesos crean esta-
Sería importante saber si la acti- transmisión de la consciencia. Si exis- dos de consciencia, que no sólo res-
vidad de cualquiera de las neuronas ten, cabe esperar que la estimulación ponden a excitaciones sensoriales sino
que hemos identificado determina o la desactivación transitoria de esas también a señales internas que repre-
verdaderamente la percepción cons- neuronas modifique la percepción que sentan expectativas fundadas en
ciente de un animal. Cabe desde luego notifica el animal durante la rivalidad experiencias anteriores. En principio,
imaginar que estas neuronas están binocular. los científicos tendrían que saber
simplemente controladas por alguna Para explicar mejor la consciencia determinar las redes que sustentan
otra parte desconocida del cerebro visual habrá también que considerar estas interacciones. Es una tarea
que determine la experiencia cons- los resultados de experimentos sobre ingente, pero ha comenzado bien con
ciente. otros procesos cognitivos, tales como el éxito logrado en la identificación de
la atención o la memoria operativa. las neuronas que reflejan un estado

L os ingeniosos experimentos reali-


zados por el grupo que dirige
William T. Newsome, de la Univer­
Las pruebas de Robert Desimone en
el Instituto Nacional de Salud Mental
en Bethesda revelan una notable
de consciencia.

sidad de Stanford, sugieren que, al semejanza entre las interacciones


menos en una zona de TM/V5, la acti- competitivas observadas durante la BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA
vidad nerviosa puede muy bien deter- rivalidad binocular y los procesos que
minar directamente lo que percibe el intervienen en la atención. El grupo A Vision of the Brain. Semir Zeki. Blac-
kwell Scientific Publications, 1993.
primate. Newsome identificó primero de Desimone enseñó a los primates a
The Astonishing Hypothesis: The Scien-
las neuronas que responden selecti- señalar cuando veían estímulos sobre tific S earch for the S oul . Francis
vamente a un estímulo en movimiento los que habían recibido indicaciones Crick. Scribner’s, 1994.
hacia una determinada dirección, y previas. También aquí muchas neuro- Eye, Brain and Vision. David H. Hubel.
luego las activó artificialmente nas respondieron de una manera que Scientific American Library, 1995.
me­diante débiles corrientes eléctricas. dependía del estímulo que el animal The Visual Brain in Action. A. David
Los primates acusaron la percepción esperaba ver o del sitio donde esperaba Milner y Melvyn A. Goodale. Oxford
del movimiento que correspondía a la University Press, 1996.
verlo. Es obvio el interés de averiguar
Visual Competition. Randolph Blake y
activación artificial, aun cuando los si esas neuronas son las mismas que Nikos K. Logothetis en Nature Reviews
estímulos no se movieran en la direc- las que sólo se activan cuando llega a Neuroscience, vol. 3, n.o 1, pags. 13-21;
ción indicada. la consciencia un patrón contemplado enero de 2002.
Interesará ver si hay neuronas de en rivalidad binocular.

LA CONSCIENCIA 29
Creación cerebral
de la mente
Durante mucho tiempo los filósofos, los neurólogos
y la gente de la calle se han preguntado acerca
de la naturaleza de la mente consciente. Una mejor
comprensión de las funciones del cerebro
debería conducirnos a una respuesta definitiva

Antonio R. Damasio

E
n las puertas del nuevo mile- el asalto de la ciencia si se dispone de Así las cosas, ¿cómo podemos vincu­
nio, una pregunta de las cien- una teoría correcta y técnicas capaces. lar la mente de un sujeto al cuerpo
cias de la vida destaca sobre Nos hallamos ante un debate excitan- ob­jetivable para un tercero? Entre las
todas las demás: ¿de qué modo emer­ te, inesperado incluso, pues no han técnicas aplicadas al estudio del cere-
ge de la actividad cerebral el conjun- surgido dudas similares sobre la pro- bro se citan el barrido del encéfalo con
to de procesos que llamamos men­te? babilidad de explicar la responsabili- la formación consiguiente de imágenes
Lejos de ser nueva, esta pregunta se dad del cerebro en la visión o la me- y el registro de los patrones de activi-
ha formulado de una manera u otra moria, que son obvios componentes dad de las neuronas. Los que se em-
a lo largo de los siglos. En reali­dad, del más amplio proceso de la mente peñan en llevar la contraria objetan
se ha planteado abierta e in­sis­tente­ consciente. que la compilación exhaustiva de todos
mente desde el momento en que al­ Estoy firmemente convencido de esos datos aporta sólo correlatos de los
guien pudo hacerlo sin ser por ello que algún día, quizá pronto, daremos estados mentales, sin añadir nada que
quemado en una pira. La cuestión con una explicación coherente de la se parezca a un verdadero estado men-
preocupa no sólo a los expertos (neu- emergencia de la mente a partir del tal. Para ellos, la observación de­tallada
rólogos, psicólogos y filósofos), sino cerebro. Sin embargo, ese sentimien- de la materia viva no nos lleva a la
también a cuantos se han interrogado to vehemente queda atemperado por mente, sino tan sólo a la materia viva
sobre el origen de la mente, en par- el reconocimiento de algunas dificul- detallada. La comprensión de cómo
ticular de la mente consciente. tades no menores. ésta genera el sentido del yo o de iden-
La cuestión de la consciencia ocupa Nada más familiar que la mente. tidad, distintivo de la mente conscien-
ahora el centro del escenario porque Y, pese a ello, hasta el peregrino que te, es lisa y llanamente imposible.
la biología en general y la neurología busca sus fuentes y mecanismos sub- Este argumen­to, aunque incorrecto,
en particular han experimentado un yacentes se embarca en un viaje por tiende a silenciar a muchos esperan-
considerable desarrollo y han revela- un país extraño y exótico. Sin un orden zados investigadores de la mente cons-
do una gran cantidad de secretos de particular, lo que sigue a continuación ciente.
la vida. Se ha aprendido más sobre el son los principales problemas a los que Para los pesimistas, el problema re­
cerebro y la mente en la década de los se enfrentan quienes buscan las bases sulta tan inabordable, que niegan in­
noventa, la llamada década del cere- biológicas de la mente consciente. cluso la posibilidad de explicar por qué
bro, que durante toda la historia pre- El primer dilema tiene que ver con la mente trata sobre algo, es decir, por
cedente de la psicología y la neurolo- la perspectiva que debe adoptarse pa- qué los procesos mentales represen­tan
gía. Elucidar las bases neurobiológicas ra estudiar la mente en relación con el estados internos o interaccio­nes con
de la mente consciente, una versión cerebro, donde, eso opino, halla su ori- objetos externos. (Los filósofos se re­
del problema clásico cuerpo-mente, se gen. El cuerpo y el cerebro de cualquie- fieren a esta propiedad figurativa de
ha convertido casi en un problema ra de nosotros son observables por la mente con el confuso término de
menor. terceros; sin embargo, la mente sólo es “intencionalidad.”) Este argumento es
La contemplación de la mente pue- accesible a su propietario. Diferentes falso.
de infundir temor en quien la contem- individuos pueden hacer las mismas La propuesta negativa final consis-
pla, especialmente cuando la cons- observaciones acerca de un determi-
ciencia es el principal foco de interés. nado cuerpo o cerebro, pero no es po-
Algunos, expertos o aficionados, creen sible una observación directa similar 1. El espectáculo multimedia de la
que la cuestión podría carecer, por con respecto a la mente de nadie. El mente se desarrolla sin pausa a medida que
principio, de respuesta. Para otros, el cuerpo y su cerebro son entidades pú- el cerebro procesa los estímulos sensoria­
incremento implacable y exponencial blicas, mostrables, externas e inequí- les externos e internos. El sentido del yo
de nuevos conocimientos es capaz de vocamente objetivas. La mente es una emerge cuando el cerebro responde a la
originar el vertiginoso sentimiento de entidad privada, escondida, in­terna e pregunta no formulada de quién está expe­
que ningún problema puede resistir inequívocamente subjetiva. rimentando ese espectáculo.

30 TEMAS 28
Slim Films
Examen de las dificultades do, ignorancia, lo que limita la ima-

H ay autores que se refugian en


que la investigación de la ma-
teria viva del cerebro es incapaz de
ginación acerca del mismo y da lu­gar
al curioso efecto de hacer que lo po­
sible parezca imposible. Arthur C.
re­velar la “sustancia de la mente”. Clarke, el novelista, ha escrito que
Dan por supuesto que el conocimien- “cualquier técnica suficientemente
to actual acerca de la materia viva avanzada es indistinguible de la ma-
permite establecer un juicio definiti- gia”. La “técnica” del cerebro es tan
a vo. Sin embargo, este planteamiento compleja, que parece “mágica” o, por
es a todas luces inaceptable. Es cier- lo menos, impenetrable. La aparien-
to que el conocimiento que actual- cia de un abismo entre los estados
mente tenemos de los fenómenos mentales y los fenómenos físico-bio-
nerviosos es bastante incompleto, se lógicos deriva de la gran disparidad
mire como se mire. Todavía no hemos entre los dos cuerpos de conocimien-
resuelto numerosos detalles que con- to, el de la buena comprensión de la
ciernen a la función molecular de mente que hemos logrado a lo largo
neuronas y circuitos; ni hemos logra- de siglos de introspección y por los
do enten­der el comportamiento de las esfuerzos de la ciencia cognitiva y el
poblaciones de neuronas en el marco de la incompleta especificación ner-
de una región particular del cerebro; viosa que tenemos a través de los
y aún tenemos una pobre compren- empeños de la neurología. Pero no
sión de los sistemas de gran escala, hay razón alguna para suponer que
es de­cir, los que incluyen múltiples la neurología no pueda rellenar ese
regiones del cerebro. Estamos empe- abismo. Nada indica que hayamos
zando a esbozar el hecho de que las llegado al borde de un abismo que
interacciones entre regiones discon- separase, en principio, lo mental de
tinuas del cerebro originen probable- lo nervioso.
DIMITRY SCHIDLOVSKY

mente estados biológicos muy com- Por tanto, sostengo que los proce­
plejos que lo son muchísimo más que sos biológicos que ahora presumi­
b la suma de sus partes. mos se corresponden con procesos
Ahora bien, la propia explicación mentales son procesos mentales y
física de los fenómenos biológicos es así serán contemplados el día en
2. Compete al cerebro representar cosas todavía incompleta. Por eso mismo, que los conozcamos con suficiente
ajenas a él mismo. Los estudios en macacos afirmar que el problema de la mente detalle. No estoy negando la exis-
muestran una extraordinaria fidelidad entre consciente es insoluble porque hemos tencia de la mente, ni afirmando
la forma observada (a) y el patrón de activi­ estudiado el cerebro y no hemos encon- que, una vez sepamos lo que nece-
dad nerviosa (b) en una de las capas de la trado la mente resulta indecente. No sitamos saber sobre la biología de
corteza visual primaria. hemos estudiado con detenimiento ni la mente, ésta dejará de existir.
la biología del sistema nervioso ni la Simplemen­t e creo que la mente,
física a ella vinculada. Piénsese que privada y personal, preciosa y úni-
te en recordarnos que elucidar có­mo en el nivel más sutil de descripción de ca, es de naturale­z a biológica y que
emerge la mente consciente de­pen­de la mente, algo como la construcción, la llegará el mo­m ento en que podamos
de la existencia de esa misma men­te manipulación y la superposición ins- describirla me­d ian­t e expresiones
consciente. Con­ducir una in­vestigación tantáneas de diferentes imágenes sen- biológicas y mentales.
con el mismísimo instru­men­to que se soriales, podría requerir una ex­ Aduce la otra objeción principal
está investigando determina que la plicación cuántica. Por cierto, al asumir contra la comprensión de la mente
definición del problema y la búsqueda la noción de un posible papel de la fí- que el conflicto real entre observador
de una solución del mismo revistan sica cuántica en la elucidación de la y observado hace inadecuado al in-
especial complicación. Dado el conflic- mente, una idea que suele asociarse a telecto humano para estudiarse a sí
to entre observador y observado, se Roger Penrose, de la Uni­ver­sidad de mismo. Importa señalar, sin embar-
nos dice, el intelecto humano difícil- Oxford, no pretendo respaldar las pro- go, que el cerebro y la mente no son
mente lo­grará acometer la tarea de puestas específicas de este físico ma- monolíticos, pues poseen niveles es-
comprender de qué modo la mente temático, en particular la que postula tructurales múltiples y los más altos
emerge del cerebro. Admitiendo la que la consciencia está basa­da en fe- de ellos crean instrumentos que per­
realidad del conflicto, pensamos que nómenos de nivel cuántico que se de- miten la observación de los niveles
la idea de que es insuperable resulta sarrollan en los microtúbulos, unos in­f eriores. Por ejemplo, el lenguaje
inexacta. elementos estructurales de las neuro- dotó a la mente del poder de jerar-
En definitiva, la manifiesta singu- nas y otras células. Lo que estoy pro- quizar y manipular los conocimien-
laridad del problema de la mente poniendo es que la consideración cuán- tos según principios lógicos, y ello
consciente y las dificultades con que tica de las actividades podría ayudar nos ayuda a clasificar las observacio­
tropieza el camino para solucionarlo a explicar de qué modo tenemos una nes entre verdaderas y falsas. De­
generan dos efectos. Por un lado, mente, pero la reputo innecesaria pa- beríamos ser modestos con respecto
frustran a los investigadores que pre- ra explicar cómo sabemos que posee- a la posibilidad de llegar a observar
tenden encontrar una solución y, por mos una mente, la cuestión crítica, en algún día nuestra naturaleza ente­ra.
otro, refuerzan la convicción de quie- mi opinión, para una explicación ge- Pero declarándonos derrotados an­
nes intuitivamente creen que la so- neral de la consciencia. tes incluso de haberlo intenta­d o de-
lución se halla fuera de nuestro al- La peculiar rareza del problema de safía la apreciación de Aris­t ó­t eles
cance. la mente consciente refleja, sobre to­ según la cual los seres humanos son

32 TEMAS 28
infinitamente curiosos sobre su pro- 3. La neurología continúa asociando
pia naturaleza. estructuras cerebrales específicas con
determinadas tareas. Las fotografías a y b
Razones para el optimismo muestran resaltadas algunas regiones del

M i propuesta de solución para el


enigma de la mente consciente
requiere dividir el problema en dos
lenguaje. La fotografía c muestra la región
que procesa el color (en rojo) y las imáge­
nes de rostros (en verde). La percepción del
partes. La primera se refiere a la ge- propio cuerpo depende de la región mos­
neración de “una película-en-el-cere- trada en d.
bro”. Me sirve esa metáfora para de-
signar la composición integrada y a
unificada de diversas imágenes sen- y Torsten Wiesel, de la Univer­si­dad
soriales (visual, auditiva, táctil y de Harvard, proporcionaron el primer
otras) que constituyen el espectáculo indicio de representación ce­rebral de
multimedia que llamamos mente. La la forma de un objeto da­­do: demos-
segunda parte concierne al “yo” y a la traron que las neuronas de la corteza
generación automática de un sentido visual primaria estaban selectiva-
de propiedad de esa “película-en-el- mente sintonizadas para responder
cerebro”. Ambas partes del problema a bordes orientados en án­gulos di-
se hallan relacionadas, pues la segun- versos. Hubel y Margaret S. Livings-
da anida en la primera. El separarlas tone, también de Harvard, mostraron
constituye una estrategia útil de in- más tarde que otras neuronas de la
vestigación, ya que cada una deman- corteza visual primaria respondían b
da su propia solución. selectivamente al color, pero no a la
A lo largo de la historia de la disci- forma. Y Semir Zeki, del Colegio Uni-
plina, los neurólogos, sin pretenderlo, versitario de Londres, observó que
se han dedicado, en buena me­dida, a las regiones del cerebro que recibían
la resolución del problema de la men- información procedente de la corteza
te consciente en lo que tiene de pelí- visual primaria es­taban especializa-
cula-en-el-cerebro. La cartografía de das en el procesamiento subsecuente
las regiones cerebrales que interve- del color y el movimiento. Estos re-
nían en la construcción de esa pelícu- sultados son complementarios de
la empezó hace ya casi un siglo y me- observaciones realizadas en pacien-
dio, cuando Paul Broca y Carl tes neurológicos en los que se ha po-
Wernicke hablaron de la implicación dido comprobar que las lesiones in-
de distintas zonas del cerebro en el feridas en diferentes regiones de la
procesamiento de aspectos del lengua­ corteza visual impiden la percepción
je diferentes. Andando el tiempo, mer- del color, sin afectar en absoluto al c
ced al desarrollo de herramientas discernimiento de la forma y el mo-
cada vez más refinadas, ese es­fuerzo vimiento.
ha comenzado a cosechar resultados De hecho, numerosos trabajos po­
generosos. nen ahora de manifiesto la existencia
Podemos ahora registrar directa- de una correspondencia entre la es-
mente la actividad de una neurona o tructura de un objeto tal como es
de un grupo de ellas y vincular esa captado por el ojo y el patrón de ac-
actividad con aspectos particulares tividad nerviosa generado en la cor-
de un estado mental específico, como teza visual del organismo que mira
la percepción del color rojo o de una ese objeto.

HANNA DAMASIO
línea curva. Las técnicas de obtención Un progreso todavía mayor en va-
de imágenes del cerebro —recorde- rios aspectos de la película-en-el-
d
mos la TEP (tomografía de emisión cerebro nos ha permitido mejorar
de positrones) o la RMf (resonancia nuestro conocimiento acerca de los
magnética funcional)— revelan el mecanismos del aprendizaje y la me­
modo en que diferentes regiones del moria. En rápida sucesión, la inves- componentes, cuyas partes críticas
cerebro de una persona viva y sana tigación ha revelado que el cerebro se alojan en la amplia expansión ce-
están comprometidas en un determi- usa sistemas discretos para diferen- rebral que llamamos corteza.
nado estado mental; por ejemplo, la tes tipos de aprendizaje. Resulta de- Además, el proceso en cuya virtud
relación de una palabra con un obje- cisiva la intervención de ganglios los hechos recientemente aprendidos
to o el reconocimiento de un rostro. basales y cerebelo para aprender a se consolidan en la memoria a largo
Po­d emos determinar también la montar en bicicleta, tocar un instru- plazo trasciende la actuación del hi-
partici­pación de las moléculas de los mento musical o la adquisición de pocampo y la corteza cerebral. A es-
microscópicos circuitos nerviosos en otras habilidades. Para el aprendi- cala celular y molecular, determina-
dicha diversidad de tareas mentales; zaje de hechos pertenecientes a en- dos procesos deben ejecutarse de
y podemos identificar, asimismo, los tidades como gentes, lugares o even- suerte tal, que los circuitos nerviosos
genes responsables de la producción tos se requiere la participación del queden, por así decirlo, grabados con
y despliegue de dichas moléculas. hipocampo. Una vez aprendidos estos las impresiones dejadas por un hecho
En ese campo se ha progresado a hechos, su memoria a largo plazo se recientemente aprendido. Este gra-
paso firme desde que David H. Hu­bel apoya en sistemas cerebrales multi- bado depende de la potenciación o

LA CONSCIENCIA 33
atención, con mayor nitidez, las es-
tructuras físicas y las actividades
biológicas que constituyen la película-
en-el-cerebro.

El estudio del yo

L a situación actual de la investi-


gación en neurología de la cogni­
ción y la acumulación de hechos con-
sistentes podrían bastar para que
muchos incrédulos se convencieran de
la posibilidad de identificar las bases
nerviosas de la película-en-el-cerebro.
Pero aun así, a los escépticos les cos-
tará aceptar que la segunda parte del
problema de la mente consciente, es
decir, la emergencia de un sentido del
yo, pueda solucionarse en lo más mí-
nimo. Aunque concedo que la solución
de esta parte del problema no es obvia,
existe una propuesta plausible y una
hipótesis que se está sometiendo a
prueba.
Esta hipótesis se basa en la capaci-
dad exclusiva de representación que
caracteriza al cerebro. Las células del
riñón o del hígado llevan a cabo su
función y no representan a ninguna
otra célula o función. Pero las células
cerebrales, de cualquier nivel del sis-
tema nervioso, representan entidades
o acontecimientos que puedan darse
en cualquier parte del organismo. Las
células del cerebro se han diseñado
para operar sobre otras cosas y otros
HANNA DAMASIO

quehaceres. Nacieron para ser cartó-


grafos de la geografía de un organismo
y de los sucesos que acontecen en esa
4. El sentido del yo se asienta en las regiones profundas del encéfalo. Mediante secciones geografía. El misterio de la mente “in-
de la anatomía externa del cerebro se nos revelan algunas de las estructuras interiores respon­ tencional”, relativa a la representación
sables de la regulación homeostática, las emociones, el estado de vigilia y el sentido del yo. de objetos externos, deja de ser tal. La
desesperanza filosófica que rodea al
obstáculo de la “intencionalidad” antes
de­bilitación de las sinapsis, contactos rebro. Esta correspondencia puede aludido (por qué los estados mentales
entre las neuronas. Eric R. Kandel, establecerse entre una región macros- representan emociones internas o in-
de la Universidad de Columbia, y cópicamente identificable (por ejem- teracciones con los objetos externos)
Timothy P. Tully, del laboratorio Cold plo, la corteza visual primaria, un área se disipa si consideramos al cerebro
Spring Harbor, acaban de descubrir asociada al lenguaje o un núcleo rela- en un contexto darwinista: la evolución
que semejante fijación de la impre- cionado con la emoción) y los circuitos ha pergeñado un cerebro cuya tarea
sión exige la síntesis de nuevas pro- nerviosos microscópicos que constitu- consiste en representar directamente
teínas, fabricación que se basa, a su yen esa región. al organismo e indirectamente a todo
vez, en la activación de genes espe- Con todo, lo más importante estriba aquello con lo que ese organismo in­
cíficos contenidos en las neuronas en que estos impresionantes avances teractúa.
responsables de la consolidación de del estudio del cerebro son sólo el prin- La intencionalidad natural del ce-
la memoria. cipio. Las nuevas técnicas analíticas rebro nos conduce entonces hasta otro
Estos breves retazos del progreso mejoran sin pausa nuestra capacidad hecho establecido, a saber, que este
logrado podrían ampliarse con otros para abordar las funciones nerviosas órgano entraña en su estructura me-
hallazgos procedentes de los estudios en el ámbito molecular e investigar canismos diseñados para controlar la
del lenguaje, la emoción y la toma de los fenómenos de gran es­cala y com- vida del cuerpo en el sentido de man-
decisiones. Ante cualquier función plejos que emanan del cerebro en su tener, en todo momento, constantes
mental que consideremos, podemos integridad. Los resultados que se co- los equilibrios químicos internos in-
identificar diferentes partes del cere- sechen en ambos enfoques posibilita- dispensables para la super­vivencia.
bro que contribuyen a la producción rán el establecimiento de correspon- Mecanismos que no son hipotéticos ni
de esa función trabajando de un modo dencias más sutiles entre estados abstractos; residen en el tallo cerebral
concertado; existe una estrecha corres- cerebrales y estados mentales, entre y en el hipotálamo. Y esos reguladores
pondencia entre la aparición de un cerebro y mente. Conforme se depura de la vida representan también, ne-
estado mental o conductual y la acti- la técnica y crece la acuidad de los cesariamente, a los estados en perma-
vidad de regiones específicas del ce­ expertos van entrando en el foco de nente cambio del organismo a medida

34 TEMAS 28
que van teniendo lugar. En otras pa- te de esa película ya que crea, en un
labras, el cerebro dispone de un medio mis­m o marco, “lo observado” y “el
natural para representar la estructu- observador”, “lo pensado” y “el pen-
ra y el estado del conjunto del orga- sador”. No hay un espectador exter-
nismo. no. La idea de espectador se cons-
Pero ¿cómo pasar del yo biológico truye dentro de la película y no hay
al sentido de propiedad de nuestros ningún ho­m únculo fantasma ron-
pensamientos, es decir, a la sensación dando la sala de proyección. Los
de que nuestros pensamientos se cons- procesos ob­j etivos del cerebro tejen
truyen en nuestra propia perspecti­va, la subjetividad de la mente conscien-
sin caer en la trampa de invocar al te al margen del tejido del mapa
famoso homúnculo que interpreta la sensorial. Y puesto que el principal
realidad de uno mismo? ¿Cómo cono- mapa sensorial pertenece a los es-
cer el yo y lo que le circunda? Para tados del cuerpo y se figura en forma
mí, el fundamento biológico del sen- de sentimientos, el sentido del yo en
tido del yo se halla en los mecanismos el acto de co­n ocer emerge como un
cerebrales que representan, instante tipo especial de sentimiento, el sen-
a instante, la continuidad del mismo timiento de lo que pasa en un orga-
organismo. nismo aprehendido en el acto de
Por decirlo de un modo sencillo, mi interactuar con un objeto.
hipótesis sugiere que el cerebro utili-
za sus estructuras de representación El futuro
del organismo y de los objetos externos
para crear una nueva re­­pre­sentación
de segundo orden. Esta re­presentación
S ería absurdo predecir qué se va o
no se va a descubrir. Sin embargo,
creo que podemos arriesgarnos a decir
indica que el organismo, cartografiado que para el año 2050 tendremos su­fi­
en el cerebro, está implicado en la in- ciente conocimiento de los fenó­me­nos
teracción con un objeto, cartografiado biológicos para suprimir el dualis­mo
también en el cerebro. Tal represen- tradicional entre cuerpo y cerebro,
tación de se­gundo orden no constituye cuerpo y mente, cerebro y mente.
abstracción alguna; antes bien, acon- Algunos podrían temer que, con la
tece en estructuras nerviosas, a saber, determinación de la estructura física
el tálamo y la corteza cingulada. de algo tan valioso y digno como la
El conocimiento, así acuñado, aña­ mente humana, ésta quede degrada-
de importante información al proce­so da, si no desechada. Pero explicar los
mental en curso. En concreto, presen- orígenes y operaciones de la mente en
ta dentro del proceso mental la infor- el tejido biológico no comportará su
mación de que el organismo es el pro- eliminación; el mismo respeto que por
pietario de ese proceso. Aporta una ella sentimos puede hacerse extensi-
respuesta a la pregunta nunca plan- ble a la asombrosa microestructura
teada: ¿a quién le está pasando esto? del organismo y a las funcio­nes ex-
Se crea, pues, la sensación de un yo traordinariamente complejas que la
en el acto de conocer, lo que constitu- generan. Cuando comprendamos la
ye la base para la perspectiva de pri- mente en un nivel más profundo, la
mera persona que caracteriza a la veremos como el más complejo de los
mente consciente. fenómenos biológicos de la naturaleza
De nuevo, y desde una aproxi­mación y no como un misterio de naturaleza
evolutiva, se torna claro el im­perativo desconocida.
de un sentido del yo. Ima­­ginemos el
contraste entre un organismo auto-
consciente y otro se­me­jante que no lo
sea. El primero dispone de un incen-
BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA
tivo para atender a las señales de
alarma dadas por la película-en-el- Eye, Brain, and Vision. David H. Hubel.
cerebro (por ejemplo, el dolor causado Scientific American Library (W. H. Free­
por un estímulo par­ticular) y evitar man), 1988.
consecuentemente en adelante ese The Engine of Reason, the Seat of the
estímulo. La evolución del yo prima a Soul: A Philosophical Journey into
la consciencia, pues ésta constituye the Brain. Paul M. Churchland. MIT

una clara ventaja para la superviven- Press, 1995.


C onsciousness E xplained . Daniel C.
cia. Dennett. Little, Brown, 1996.
Teniendo en cuenta la metáfora The Feeling of What Happens: Body and
de la película, mi solución al proble- Emotion in the Making of Conscious-
ma de la mente consciente consiste ness . Antonio R. Damasio. Harcourt
en que el sentido del yo en el acto de Brace, 1999.
conocer emerge en el interior de la Looking for Spinoza: Joy, Sorrow and
the Human Brain. Antonio R. Damasio.
propia película. Es decir, la auto-
Harcourt (en prensa).
consciencia forma, en realidad, par-

LA CONSCIENCIA 35
Emoción, memoria
y cerebro
¿Cuáles son las vías nerviosas que subyacen
en la formación de recuerdos relacionados con el miedo
y otras experiencias emotivas ancestrales?

Joseph E. LeDoux

A
pesar de la atención que, a lo sujeto, una rata por lo común, oye un El condicionamiento del miedo ha
largo de milenios, han reci- ruido o percibe un destello de luz que resultado ser un buen punto de par-
bido las diversas formas de se acompaña de una descarga eléctri- tida en la investigación de la memoria
emoción que experimenta el hombre, ca, suave y de breve duración, aplica- emocional por varias razones. En pri-
seguimos sin encontrar una explica- da a una de las patas. Después de unas mer lugar, se da en animales de muy
ción fisiológica satisfactoria de este cuantas excitaciones, la rata responde diversas especies: mosca del vinagre,
rincón de nuestra experiencia. Tam- automáticamente al sonido o a la luz, gasterópodos, aves, lagartos, peces,
poco es de hoy el interés de los neu- incluso en ausencia del estímulo de la conejos, ratas, monos y personas. Aun-
rólogos por las bases de la percepción, descarga. Sus reacciones son típicas que nadie afirme que los mecanismos
la memoria y otros procesos cogniti- de una situación de amenaza: el ani- sean idénticos en todas las especies,
vos, quienes, sin embargo, han dejado mal se queda paralizado, la presión y parece claro que las vías son semejan-
bastante de lado la función del cere- el ritmo cardíaco se elevan y se asus- tes en los mamíferos y, posiblemente,
bro en las emociones. ta. De acuerdo con la terminología al en los vertebrados. Por ello nos incli-
De unos años a esta parte se ha des- uso, el ruido o el destello es un estímulo namos a pensar que la mayoría de los
pertado especial interés por tan mis- condicionado y la reacción de la rata datos obtenidos en animales son apli-
terioso dominio de la mente. Impul- es una respuesta condicionada; com- cables al hombre. Además, los estí-
sados por los avances que se han porta ésta cambios fisiológicos y de mulos que se utilizan en este tipo de
producido en el terreno de las bases comportamiento fácilmente mensura- condicionamientos no son señales que
nerviosas del conocimiento y la cre- bles. las ratas —o el hombre, para el caso—
ciente profundización en la anatomía No se tarda mucho en inducir en encuentren de manera habitual. La
y fisiología del cerebro, los investiga- la rata un condicionamiento así; tam- novedad e irrelevancia de los sonidos
dores han comenzado a enfrentarse poco en el hombre. Basta en ocasio- y destellos empleados excluye la po-
con el problema de las emociones. Un nes un solo episodio de asociación de sibilidad de que los animales hayan
área de estudio particularmente gra- descarga eléctrica y sonido o destello desarrollado ya reacciones emociona-
tificante ha sido la concerniente a la para provocar el efecto condicionado. les frente a ellos. Se trata, pues, de
exploración de las relaciones entre La reacción de temor permanece bas- habérselas con observaciones relati-
memoria y emociones. La inquisición tante tiempo. Si sometemos el ani- vas al aprendizaje y la memoria en
ha abordado, sobre todo, lo referido a mal a repetidos ensayos de sonido o funcionamiento. Al mismo tiempo,
un tipo especial de emoción —el mie- luz sin el acompañamiento de la des- esos estímulos no requieren ningún
do— y la manera en que los estímulos carga, remite la respuesta. Hablamos proceso complicado de reconocimiento
(o sucesos), a través de experiencias entonces de extinción. Ahora bien, por parte del cerebro. Los estímulos
individuales de aprendizaje, evocan numerosos datos de diversa índole nos permiten, pues, estudiar los me-
ese estado. Se ha conseguido determi- sugieren que esta alteración del com- canismos de las emociones de una for-
nar el proceso mediante el cual el ce- portamiento no obedece tanto a una ma bastante directa. Por último, nues-
rebro configura nuestro modo de crear eliminación del recuerdo emocional tro estado actual de conocimientos
recuerdos sobre ese fenómeno emocio- cuanto al control de la respuesta de sobre las vías nerviosas implicadas
nal, básico y significativo. A dicho pro- temor por parte del cerebro. En ese en el procesamiento de la información
ceso lo denominamos “memoria emo- orden, una respuesta de temor que visual y acústica constituye un exce-
cional”. se diría extinguida puede recuperar- lente punto de partida para examinar
Acotando las vías nerviosas median- se espontáneamente o reinstaurarse el fundamento neurológico del miedo
te las cuales una determinada situa- mediante una nueva experiencia es- que esos estímulos provocan.
ción provoca que un sujeto aprenda a tresante de escaso relieve. Del mis-
temer, esperamos esclarecer los me-
canismos generales de esta forma de
memoria. Cuanto sabemos sobre la
mo modo, la tensión puede instar la
reaparición de fobias en personas
que han respondido bien al trata-
H e venido trabajando en las bases
cerebrales del aprendizaje del
miedo, sobre todo del provocado en las
asociación cerebral de memoria y emo- miento. Esta reaparición demuestra ratas al asociar sonidos y descargas
ción lo hemos aprendido, en buena que la memoria emocional que sub- en las patas. Doy por supuesto que el
medida, estudiando el condiciona- yace en las fobias pasó a un estado condicionamiento del miedo se produ-
miento del miedo. En este proceso, el de latencia. ce porque la descarga modifica la vía

36 TEMAS 28
en que las neuronas de ciertas regio- bién podríamos deducir que el siguien- el tálamo suministra la entrada prin-
nes del cerebro interpretan el estímulo te paso en la vía del condicionamien- cipal hacia la corteza. El daño infligi-
sonoro. Se acepta que esas neuronas to sería una eferencia de la corteza do en ambas regiones elimina la sus-
críticas residen en la vía a través de auditiva. Pero nuestros experimentos, ceptibilidad de la rata para el
la cual el sonido desencadena la res- centrados en las lesiones, confirma- condicionamiento. De ese hallazgo se
puesta condicionada. ban que la corteza no es imprescindi- desprendía que el estímulo sonoro se
A lo largo de los diez últimos años, ble para aprender muchas cosas sobre transmite a través del sistema audi-
se han identificado los componentes estímulos acústicos elementales. tivo hasta el nivel del tálamo auditivo,
principales de este sistema. Nuestro Decidimos provocar lesiones en el sin que resulte necesario que alcance
estudio comenzó con una pregunta de tálamo y mesencéfalo auditivos, situa- la corteza para que se produzca el con-
escueta sencillez: ¿interviene la cor- dos debajo de la corteza auditiva. Es- dicionamiento del miedo.
teza auditiva en el condicionamiento tas dos áreas procesan señales audi- Sabíamos que las fibras nerviosas
del miedo auditivo? Lo mismo que en tivas: el mesencéfalo proporciona la primarias que transmiten señales des-
otros sistemas sensoriales, en la vía entrada principal hacia el tálamo; y de el tálamo auditivo se extienden has-
auditiva la corteza es el nivel superior
de todo el proceso; culmina una se-
cuencia de pasos neurales que se ini-
cia en los receptores situados, en este
caso, en el oído. Si la lesión provocada
en zonas de la corteza auditiva, o la
extirpación de las mismas, impidiera
el condicionamiento del miedo, podría-
mos entonces concluir que la región
es necesaria para esa actividad. Tam-

CORTEZA HIpocampO
AUDITIVA

TALAMO
AUDITIVO
AMIGDALA
HipocamPO
roberto osti (dibujos); ANDREW LEONARD APL Microscopic (fotografías)

1. ANATOMIA DE LA EMOCION y regiones


cerebrales que abarca. Se muestran aquí las
correspondientes a la rata (arriba); amígda-
la, tálamo y partes de la corteza interaccio-
nan para crear recuerdos sobre experien-
cias de miedo asociadas con un sonido. Se
han acotado ya las áreas donde se aprende
el miedo y después se recuerda: ciertas
partes del tálamo (rosa claro, arriba a la
derecha) establecen comunicación con
áreas de la amígdala (amarillo pálido, abajo
a la derecha) que procesan los estímulos
sonoros, causantes del miedo.

LA CONSCIENCIA 37
roberto osti (arriba); IAN WORPOLE (abajo)
SONIDO

ELECTRICIDAD

20 10 20 10 20 10
PRESION SANGUINEA (MILIMETROS DE MERCURIO)

8 8 8

CESACION DEL MOVIMIENTO

CESACION DEL MOVIMIENTO


(SEGUNDOS ACUMULATIVOS)
CESACION DEL MOVIMIENTO

15 15 15

PRESION SANGUINEA

PRESION SANGUINEA
6 6 6
10 10 10
4 4 4

5 5 5
2 2 2

0 0 0 0 0 0
0 10 0 10 0 10 0 10 0 10 0 10
TIEMPO (SEGUNDOS)

2. CONDICIONAMIENTO CLASICO DEL MIEDO mediante asociación de carga (centro). Después de varias repeticiones de esta asociación, la
un sonido con una ligera descarga eléctrica en una pata de la rata. En presión sanguínea de la rata se eleva al mismo tiempo que el animal se
un grupo de experimentos, la rata oye un sonido (izquierda), que tiene queda inmóvil cierto tiempo cuando oye el sonido. La rata ha quedado
escaso efecto sobre la presión sanguínea del animal o sus pautas de condicionada (derecha): el sonido basta por sí solo para producir los
movimiento. A continuación, oye el mismo sonido, asociado a una des- mismos cambios fisiológicos que con el sonido y la descarga juntos.

ta la corteza auditiva. Por ello, David en el control del ritmo cardíaco, res- involucradas en el control de una ga-
A. Ruggiero, Donald J. Reis y el autor piración y vasodilatación. El trabajo ma de respuestas.
volvieron a considerar el asunto. Vi- de Kapp sugería que el núcleo central Pese a tales avances en el conoci-
mos, en efecto, que las células de al- era un eslabón decisivo del sistema a miento de la amígdala, falta mucho
gunas regiones del tálamo auditivo través del cual se expresan las res- por saber a propósito de la vía. ¿Llega
proyectan fibras que alcanzan zonas puestas condicionadas autónomas. la señal sonora directamente al nú-
subcorticales. ¿Podrían ser algunas De forma similar, descubrimos que cleo central desde el tálamo auditivo?
de estas proyecciones nerviosas las las lesiones del núcleo evitaban la ele- No. El núcleo central recibe proyec-
conexiones mediante las cuales el es- vación de la presión sanguínea y limi- ciones de áreas talámicas cercanas a
tímulo desencadena la respuesta que taban la capacidad de la rata de que- la parte auditiva del tálamo, pero no
identificamos con el miedo? Someti- darse quieta en presencia del estímulo de dicha parte. Un área enteramente
mos a prueba esta hipótesis dañando atemorizador. Demostramos, asimis- diferente de la amígdala, el núcleo la-
cada una de las regiones subcortica- mo, que las lesiones de áreas con las teral, recibe señales del tálamo audi-
les a las que llegan estas fibras. Sólo que establece contacto el núcleo cen- tivo. Las lesiones que provocamos en
fue positiva la lesión que afectó a la tral eliminaban una u otra de las dos el núcleo lateral impidieron el condi-
amígdala. respuestas. Michael Davis determinó cionamiento del miedo. El hecho de
Esa observación nos ofreció un lu- que las lesiones en el núcleo central, que el núcleo lateral reciba informa-
gar donde ubicar nuestros hallazgos, así como en otra área del troncoencé- ción directa del sistema sensorial nos
dentro del cuadro ya aceptado del pro- falo hacia la que se proyecta el núcleo hace suponerlo interfaz sensorial de
cesamiento de las emociones. Desde central, retraían una nueva respuesta la amígdala en el condicionamiento
hacía tiempo, la amígdala se conside- condicionada: la reacción potenciada del miedo. El núcleo central constitu-
raba región crucial por lo que atañía de sorpresa que se produce cuando el ye, tal parece, la interfaz de los siste-
a diversas formas del comportamien- animal siente miedo. mas que controlan las respuestas.
to emocional. En 1979, el grupo de Estos hallazgos prometían desple-
Bruce S. Kapp dio a conocer que las
lesiones producidas en el núcleo cen-
tral de la amígdala bloqueban una
V arios laboratorios que utilizan es-
pecies diferentes y métodos diver-
sos en sus mediciones de la reacción
garnos el mapa entero de la vía de la
respuesta ante el estímulo. Pero se-
guíamos ignorando de qué modo la in-
respuesta condicionada del ritmo car- de miedo coinciden en considerar el formación recibida por el núcleo late-
díaco en el conejo tras haber éste re- núcleo central un componente clave ral llegaba al núcleo central. Estudios
cibido una descarga asociada con un en los circuitos del condicionamiento anteriores habían sugerido que el nú-
sonido. El núcleo central conecta con del miedo. Proporciona conexiones a cleo lateral se proyecta directamente
áreas del troncoencéfalo implicadas las diversas áreas del troncoencéfalo hacia el núcleo central; pero las co-

38 TEMAS 28
nexiones eran harto escasas. En sus sean. Con Russell G. Phillips he exa- la misma manera que otros eventos,
trabajos con monos, David Amaral y minado la respuesta de ratas a la cá- mediante la transmisión al núcleo la-
Asla Pitkanen, del Instituto Salk en mara, o al contexto, en que han ad- teral.
San Diego, demostraron que el núcleo quirido el condicionamiento. Y hemos Aunque nuestros experimentos ha-
lateral se extiende directamente has- observado que las lesiones de la amíg- bían identificado una vía sensorial sub-
ta un lugar adyacente, el núcleo basal dala bloqueaban la respuesta de los cortical que originaba un condiciona-
o basolateral, que, a su vez, se proyec- animales tanto al tono como al entor- miento del miedo, no descartábamos
ta hacia el núcleo central. no. En cambio, las lesiones del hipo- la corteza. Sigue debatiéndose la inte-
campo —región cerebral implicada en racción de mecanismos subcorticales

C laudia R. Farb y C. Genevieve Go,


de mi laboratorio, en colaboración
con Lisa Stefanacci y otros del Insti-
la memoria declarativa— impedían
sólo la respuesta al entorno. (La me-
moria declarativa implica información
y corticales en la emoción. Algunos
creen que el acto cognitivo es un pre-
cursor vital de la experiencia emocio-
tuto Salk, han puesto de manifiesto la explícita, accesible de manera cons- nal; otros piensan que la cognición
existencia de las mismas conexiones ciente, así como la memoria espacial.) —una supuesta función cortical— es
en la rata. Estas conexiones forman Por aquel entonces, Michael S. Fan- necesaria para iniciar la emoción, o
contactos sinápticos, esto es, ponen en selow y Jeansok J. Kim descubrían que el procesamiento emocional es un
comunicación directa unas neuronas que las lesiones del hipocampo pro- tipo de procesamiento cognitivo. Y hay
con otras. En virtud de tales contactos, ducidas después de operado el condi- otros, por fin, que ponen en duda que
la información que alcanza el núcleo cionamiento impedían la expresión de la cognición sea imprescindible para
lateral puede influir en el núcleo cen- las respuestas al entorno. el procesamiento emocional.
tral a través del núcleo basolateral. El Estos hallazgos eran congruentes
núcleo lateral puede influir en el nú-
cleo central a través del núcleo basal
o basomedial. Existen, pues, muchas
con la opinión según la cual el hipo-
campo desempeña un papel importan-
te en el procesamiento de información
A nosotros nos parecía evidente,
aunque no decisiva, la implica-
ción de la corteza auditiva en el esta-
posibilidades de que el núcleo lateral compleja, tales como los detalles so- blecimiento de la respuesta de miedo,
se comunique con el núcleo central, bre el entorno espacial donde tiene al menos cuando se aplican estímulos
una vez que ha recibido un estímulo. lugar la actividad. Con Phillips he de- auditivos elementales. Norman M.
El significado emocional de dicho mostrado también que el subículo, re- Weinberger ha demostrado que, en su
estímulo está determinado por el so- gión del hipocampo que se proyecta a reacción ante los sonidos, las neuronas
nido y por el ambiente en que se pro- otras áreas del cerebro, se comunica de la corteza auditiva sufren cambios
duce. La rata ha de aprender, por tan- con el núcleo lateral de la amígdala, fisiológicos característicos en virtud
to, no sólo que un sonido o una señal conexión que nos induce a pensar que del condicionamiento. Nos dice ese ha-
visual es peligrosa, sino también qué la información contextual puede ad- llazgo que la corteza crea su propio re-
condiciones deben darse para que lo quirir una significación emocional, de gistro de lo acaecido.

VIA AUDITIVA EFECTOS DE LESIONES SOBRE IMPLICACION DE LESIONES EN LA VIA


EN EL CEREBRO DE LA RATA EL CONDICIONAMIENTO DEL MIEDO DEL CONDICIONAMIENTO DEL MIEDO
OIDO
NERVIO
AUDITIVO

SONIDO

CONDICIONAMIENTO
INTERRUMPIDO
MESENCEFALO LESION
AUDITIVO

CONDICIONAMIENTO
INTERRUMPIDO

TALAMO
AUDITIVO

NO HAY EFECTO

LOCALIZACION
DESCONOCIDA
IAN WORPOLE

CORTEZA
AUDITIVA

3. LESIONES CEREBRALES, decisivas para determinar las zonas com- determinar las áreas imprescindibles para el condicionamiento del
prometidas en las sensaciones y aprendizaje del miedo. Cuando el miedo (centro). Si la lesión está localizada en la corteza, no se altera la
cerebro de la rata procesa un sonido, las señales recorren una vía que respuesta de miedo; por tanto, serán otras las áreas del cerebro que
va del oído al mesencéfalo, al tálamo y a la corteza (izquierda). Las le- reciban eferencias del tálamo y estén implicadas en el establecimien-
siones pueden provocarse en diversos puntos de la vía auditiva para to de recuerdos sobre experiencias que estimulan el miedo (derecha).

LA CONSCIENCIA 39
carga eléctrica. Vio con Romanski que
Estructura de la amígdala casi todas las células que respondían
a los estímulos auditivos respondían

S e admitía desde hace tiempo la participación de la amígdala en el com- también a la descarga eléctrica. El
portamiento emocional. Los experimentos recientes con roedores han puesto componente básico del condiciona-
de manifiesto las estructuras de ese órgano que intervienen en el aprendizaje miento estaba, por tanto, presente en
del miedo y en su recuerdo. El núcleo lateral recibe aferencias de las regiones el núcleo lateral.
sensoriales del cerebro y transmite estas señales a los núcleos basolateral, basal Bordi dividió en dos clases las cé-
accesorio y central. El núcleo central establece conexión con el troncoencéfalo, lulas que se estimulaban acústica-
produciendo cambios fisiológicos. mente: las que lo hacían en virtud de
su habituación y las que respondían
impelidas por su propia naturaleza.
Las primeras callaban si se trataba
de sonidos repetidos; diríase que te-
CORTEX nían por misión detectar sonidos nue-
vos o no habituales, y podrían dejar
que la amígdala pasara por alto un
NUCLEO
estímulo convertido en familiar. El
LATERAL emparejamiento del sonido con la des-
carga podría reducir en estas células
TALAMO HIPOCAMPO la habituación, permitiendo que la cé-
NUCLEO NUCLEO lulas respondieran a los estímulos sig-
BASAL BASO- nificativos.
ACCESORIO LATERAL Las células que, por naturaleza, res-
ponden siempre presentan umbrales
de intensidad: sólo los sonidos inten-
NUCLEO sos pueden activarlas. Conviene re-
CENTRAL
saltar ese dato, habida cuenta del pa-
ESTIMULO AMIGDALA pel que la intensidad del sonido
puede desempeñar en la apreciación
de la distancia. A un sonido de origen
cercano se le supone, en potencia, más
Lizabeth M. Romanski determinó rendimiento de la transmisión sináp- peligroso que a otro de fuente lejana.
experimentalmente que, en ausencia tica a lo largo de una vía nerviosa: las Un sonido vinculado a una descarga
de corteza auditiva, la rata aprende señales viajan con mayor rapidez por podría hacer que las células rebajaran
a responder con una reacción de mie- esta vía, una vez operada la PLP. El su umbral, aumentando la sensibili-
do ante un único tono. Pero si se eli- mecanismo parece estar asociado a la dad de las células ante el mismo es-
minan las proyecciones del tálamo transmisión por glutamato y a los re- tímulo. Las células que, por natura-
a la amígdala, bastan las proyeccio- ceptores de NMDA. leza, responden siempre lo hacen con
nes del tálamo a la corteza y de ahí Trabajos de índole diversa han co- una sintonía más amplia. La unión
a la amígdala. Romanski prosiguió rroborado la participación de la PLP de sonido y descarga podría hacer que
hasta establecer que el núcleo late- en la vía del condicionamiento del mie- las células respondieran a una gama
ral puede recibir aferencias del tá- do. Marie-Christine Clugnet y yo he- más estrecha de frecuencias, o podría
lamo y de la corteza. Su trabajo ana- mos observado que la PLP podía indu- desplazar la sintonía hacia la frecuen-
tómico en la rata complementa cirse en la vía talámico-amigdalina. cia del estímulo. De hecho, Weinber-
investigaciones anteriores realiza- Thomas H. Brown y Paul Chapman ger acaba de demostrar que las célu-
das con primates. descubrieron la existencia de PLP en las del sistema auditivo alteran su
Desentrañados los mecanismos de una proyección cortical a la amígdala. sintonía para aproximarla al estímulo
adquisición del condicionamiento del Davis y Fanselow, entre otros, han condicionado. Bordi y el autor han de-
miedo, nos propusimos averiguar có- conseguido bloquear el condiciona- tectado ese efecto en células del nú-
mo se establecen los recuerdos vincu- miento del miedo mediante el bloqueo cleo lateral.
lados a emociones y su almacenamien- de los receptores de NMDA en la amíg- La permanencia manifiesta de estos
to molecular. Con Farb demostré que dala. Y Michael T. Rogan ha compro- recuerdos plantea una cuestión impor-
el glutamato, aminoácido transmisor bado que se aviva el procesamiento de tante relacionada con la clínica: ¿podría
excitador, está presente en las células los sonidos por la vía talámico-amig- eliminarse el aprendizaje emocional,
talámicas que llegan al núcleo lateral. dalina, una vez inducida la PLP. El o, al menos, recortarse? De acuerdo con
Y en unión con Chiye J. Aoki, hemos hecho de que la PLP aparezca en la vía lo señalado antes, resulta difícil des-
comprobado su presencia en sinapsis del condicionamiento abre nuevas es- embarazarse de recuerdos emocionales;
del núcleo lateral. Dada la implicación peranzas de llegar a comprender la en el mejor de los casos, se puede con-
de la transmisión por glutamato en la vinculación de esa potenciación con la seguir mantenerlos velados. El trabajo
formación de la memoria, parece que memoria emocional. que Maria A. Morgan lleva a cabo en
andábamos por buen camino. mi laboratorio comienzan a arrojar al-
El glutamato se observó en el pro-
ceso de potenciación a largo plazo, o
PLP, que se ha erigido en modelo de
P ara saber qué ocurría en las neu-
ronas del núcleo lateral durante
el aprendizaje, Fabio Bordi registró el
go de luz sobre la regulación cerebral
de la expresión de las emociones. Mor-
gan ha demostrado que, cuando se da-
creación de recuerdos. Estudiado con estado eléctrico de neuronas de esa ña parte de la corteza prefrontal, se
particular ahínco en el hipocampo, área cuando la rata del experimento hace muy difícil anular la memoria
este proceso implica un cambio en el percibía el sonido y recibía una des- emocional. Eso significa que las áreas

40 TEMAS 28
prefrontales —posiblemente a través identifiquemos la sensación que esta-
de la amígdala— controlan la memoria mos experimentando. NEURONA
emocional y evitan que se produzcan La vía talámica puede ser muy útil PRESINAPTICA
respuestas emocionales cuando ya no en situaciones que requieran una res- GLUTAMATO
son necesarias. A una conclusión se- puesta rápida. Fracasar en la respues-
mejante arribó el grupo de Edmund T. ta ante el peligro resulta bastante peor
Rolls, de la Universidad de Oxford, en que desencadenar una respuesta des-
sus investigaciones sobre la actividad proporcionada ante un estímulo in-
eléctrica de las neuronas de la corteza trascendente. Basta, por ejemplo, un
frontal de los primates. ligero crujido de hojas cuando cami-
Una variación funcional de la vía namos por el bosque para ponernos en
entre esta región de la corteza y la alerta sin que hayamos tenido tiempo NEURONA
RECEPTOR
amígdala podría acarrear, en algunas de identificar el origen de ese ruido. POSTSINAPTICA
DE NMDA
personas, una mayor dificultad para Igualmente, la vista de una estructu-
cambiar su comportamiento emocio- ra enrollada de curvas suaves en el tos conscientes. Se ha determinado que
nal. El grupo de Davis ha visto que el camino es suficiente para que se des-
bloqueo de los receptores de NMDA

IMPULSO NERVIOSO (MILIVOLTS)


pierte en nosotros la respuesta de un
en la amígdala impide la extinción. temor defensivo. No hace falta hacer
De todo ello parece deducirse que la un análisis detenido de si lo que tene- ANTES DE LA PLP
extinción es un proceso activo del mos delante de nosotros es o no una
aprendizaje. Al mismo tiempo, este serpiente. Ni necesitamos tampoco
tipo de aprendizaje podría hallar su pensar en el hecho de que las serpien-
sede en las conexiones entre la corte- tes son reptiles y que con su piel se
za prefrontal y la amígdala. Habrá fabrican cinturones y zapatos elegan-
que refinar los experimentos en ese tes. Todos estos detalles son irrelevan-
sentido para obtener una respuesta tes, más aún, son un estorbo para la
definitiva. rapidez que se precisa en una reacción DESPUES DE LA PLP
de la que puede depender la vida. Lo

L as ventajas que reporta la ubica-


ción de una memoria emocional
básica en la vía de la amígdala sal-
que necesita el cerebro es almacenar
unas claves primitivas y detectarlas.
Después, la coordinación de esta in-
0 10
TIEMPO (MILISEGUNDOS)
20

tan a la vista. La amígdala es un lu- formación básica con la corteza nos


gar crítico de aprendizaje por su cén- permitirá realizar la verificación (si
trica instalación entre estaciones de es que se trata de una serpiente) o
aferencias y eferencias. Cada una de suspender la respuesta (gritos, hiper-
las vías que conducen a la amígdala ventilación o huida).
—tálamo sensorial, corteza sensorial Aunque la amígdala almacena la
e hipocampo— transporta una infor- información primitiva, no debemos
mación especial hasta ese órgano. considerarla el único centro de apren-
Las vías que se originan en el tálamo dizaje. Compete a la red entera, y no
sensorial proporcionan sólo una ruda sólo a uno de sus componentes, el es-
percepción del mundo exterior, pero, tablecimiento de los recuerdos. Las
al implicar un solo nexo neural, son funciones de la amígdala, decisivas
bastante rápidas. Por contra, las vías sin la menor duda, existen por mor
que se originan en la corteza ofrecen del sistema al que pertenece.
unas representaciones detalladas y Suele decirse que el recuerdo es el
precisas, que nos permiten reconocer proceso mediante el cual reproducimos
un objeto por el sonido o por el aspec- en la mente una anterior experiencia
to. Ahora bien, estas vías, que van consciente. El aprendizaje original y la
del tálamo a la corteza sensorial y a rememorización, en este caso, son even-
la amígdala, entrañan varios nexos
neurales. Y cada uno de estos nexos
en la cadena comporta un tiempo adi- 4. LA FORMACION DEL RECUERDO se ha
cional. vinculado al establecimiento de una poten-
En el ahorro de tiempo podría des- ciación a largo plazo, o PLP. En este modelo
cansar la razón de la existencia de dos de memoria, el neurotransmisor glutamato y
rutas —una cortical y otra subcorti- sus receptores NMDA (arriba) refuerzan la
cal— para el aprendizaje emocional. transmisión nerviosa. Una vez que se ha
IAN WORPOLE (dibujos); JOSEPH E. LEDOUX (fotografías)

Los animales, y también el hombre, establecido la PLP, las mismas señales ner-
necesitan disponer de un mecanismo viosas desencadenan respuestas más in-
de reacción rápida ante lo desagrada- tensas (arriba, en el medio). Los recuerdos
ble. El tálamo activa la amígdala ca- emocionales podrían involucrar la existen-
si al mismo tiempo que activa la cor- cia de PLP en la amígdala. La presencia de
teza. Esta disposición podría permitir glutamato (círculo rojo en la fotografía su-
que las respuestas emocionales co- perior) y de receptores de NMDA (círculo
miencen en la amígdala antes de que rojo en la fotografía inferior) se ha observa-
seamos plenamente conscientes de do en la región de la amígdala donde el
qué es lo que nos hace reaccionar o condicionamiento del miedo tiene lugar.

LA CONSCIENCIA 41
la memoria declarativa está mediada cina quedó trabada, puede volver a Eso no significa que tengamos acce-
por el hipocampo y la corteza. Pero la sobresaltarse cuando oiga un bocina- so consciente directo a la memoria
eliminación del hipocampo tiene esca- zo. Esa persona puede recordar los emocional, sino que lo tenemos a las
so papel en el condicionamiento del detalles del accidente, cuándo y dón- consecuencias (modo de comportar-
miedo, salvo el condicionamiento den- de ocurrió, quiénes había y lo terrible nos o sensación que experimenta-
tro de un contexto. que fue todo. Estos son recuerdos de- mos). Estas consecuencias se combi-
Pero el aprendizaje emocional que clarativos que dependen del hipocam- nan con el recuerdo declarativo en
se produce mediante el condiciona- po. La víctima puede ponerse tensa, el momento presente para originar
miento del miedo no es un aprendi- ansiosa o deprimida, cuando se reac- un nuevo recuerdo declarativo. La
zaje declarativo, sino que está me- tiva la memoria emocional a través emoción no es mero recuerdo incons-
diado por un sistema diferente; éste, del sistema amigdalino. El sistema ciente: influye poderosamente sobre
con toda probabilidad, opera inde- declarativo ha almacenado el conte- la memoria declarativa y otros pro-
pendientemente de nuestros procesos nido emocional de la experiencia, pe- cesos del pensamiento. Como ha de-
conscientes. La información emocio- ro sólo como un hecho. mostrado James L. McGaugh, la
nal, aunque puede almacenarse sin Los recuerdos emocionales y de-
la memoria declarativa, se guarda clarativos se almacenan y se traen
como un frío hecho declarativo. Por a la consciencia en paralelo; sus
ejemplo, si una persona sufre un ac- actividades se funden sin fisuras
cidente de automóvil en el que la bo- en nuestra experiencia consciente.

CORTEZA
VISUAL

TALAMO VISUAL

AMIGDALA

RITMO CARDIACO
ROBERTO OSTI

PRESION SANGUINEA MUSCULO

5. VIAS CORTICALES Y SUBCORTICALES del cerebro, cuyas carac- inicie la respuesta ante el posible peligro (verde). Entretanto, la
terísticas generales comunes conocemos gracias a los estudios corteza visual recibe información del tálamo y, con una elabora-
sobre el sistema auditivo. Tales vías hacen posible una respuesta ción más refinada de la percepción y más tiempo determina que
de miedo cuando en nuestro camino por el bosque avistamos una la serpiente está, en efecto, en el sendero (azul). Esta información
serpiente. Los estímulos visuales se procesan en el tálamo, que se retransmite a la amígdala, causando un aumento del ritmo
transmite una información rudimentaria, casi esquemática, a la cardíaco y de la presión sanguínea, así como una contracción de
amígdala (rojo). Esta transmisión rápida permite al cerebro que los músculos.

42 TEMAS 28
amígdala desempeña una función im- dicionado producido por las descargas; pondientes como por los circuitos don-
portante en la modulación del alma- además, diferentes poblaciones de cé- de actúan.
cenamiento y en la intensidad de los lulas de esa área participaban en el La síntesis de proteínas no sólo in-
recuerdos. aprendizaje inicial y en la memoriza- terviene en la formación inicial del
ción. Como la actividad celular se recuerdo de experiencias de evitación

L a distinción entre memoria decla-


rativa y memoria emocional es
importante. W. J. Jacobs y Lynn Na-
aprende antes de que se exprese el
miedo, es verosímil que los cambios
celulares expliquen en parte cómo se
de situaciones turbadoras, sino tam-
bién cuando se recuperan esos recuer-
dos, lo cual apunta a que cada vez que
del sostienen que somos incapaces de aprende y recuerda éste. se activa un recuerdo, ha de renovar-
recordar sucesos traumáticos que Los mecanismos moleculares que se (volver a consolidarse) con una sín-
acontecieron en los primeros momen- subyacen al aprendizaje y recuerdo tesis nueva de proteínas. Puede que
tos de la vida porque el hipocampo aún del miedo se han investigado estu- éste sea el proceso que actualiza los
no había madurado hasta el punto de diando la PLP en cortes de la amíg- recuerdos a la luz de las experiencias
formar la base de una memoria cons- dala lateral. Parece que la inducción acaecidas desde el recuerdo inicial.
cientemente accesible. El sistema de de la PLP tiene lugar mediante dos Alentados por los progresos en los
la memoria emocional, que puede de- mecanismos. Ambos requieren la ad- estudios con roedores, los investiga-
sarrollarse posteriormente, forma y misión de un flujo de calcio en las cé- dores han empezado a examinar cómo
almacena los recuerdos inconscientes lulas de la amígdala lateral postsi- se procesa el miedo en el cerebro hu-
de estos sucesos. Y por esta razón, el nápticas —es decir, las que reciben la mano. El estudio de pacientes con la
trauma puede afectar a las funciones señal— con respecto a las vías por las amígdala dañada ha enseñado que
mentales y de comportamiento en épo- que entra la información sensorial. esa región es necesaria para el condi-
cas posteriores de la vida, aunque es- En una de esas dos formas de PLP, el cionamiento del miedo, incluso en cir-
tos procesos permanezcan inaccesibles calcio ingresa por canales de calcio cunstancias en que el EC tiene veda-
a la conciencia. con puertas de voltaje; en la otra, in- do el acceso a la consciencia; se ve así
Debido a que el emparejamiento tervienen los receptores de NMDA. que el recuerdo del miedo puede que-
de un sonido con una descarga pro- Ambas son vías celulares que, una vez dar establecido inconscientemente.
voca respuestas condicionadas en to- abiertas, dejan que los iones calcio Las emociones y la memoria contri-
da la escala zoológica, el condiciona- entren en la célula. Otras investiga- buyen no poco a nuestra personalidad,
miento del miedo no puede depender ciones han mostrado en animales vi- a nuestra identidad. Habiendo avan-
de la consciencia. La mosca del vina- vos que el condicionamiento del mie- zado tanto en el conocimiento de los
gre y el caracol, por ejemplo, no se do, como la PLP, depende de los mecanismos cerebrales de las emocio-
caracterizan precisamente por tener receptores de NMDA y de los canales nes y de la memoria, podemos tener
procesos mentales conscientes. Por de calcio con puertas de voltaje. Por esperanzas de que nuevas investiga-
eso considero el miedo un estado sub- lo tanto, el condicionamiento del mie- ciones abordarán con mayor frecuen-
jetivo de alerta producido como con- do altera la actividad neuronal en la cia la interacción de esos factores en
secuencia de la reacción del cerebro amígdala lateral de una forma que la conformación de la personalidad,
ante un peligro. Sólo si el organismo recuerda mucho a lo que ocurre cuan- problema importante al que los neu-
posee mecanismos neurales desarro- do se induce la PLP en esa región; la rólogos no han prestado mucha aten-
llados, el miedo consciente acompa- PLP, pues, es un modelo verosímil de ción hasta ahora.
ñará a la respuesta corporal. No quie- aprendizaje.
re esto decir que le esté reservado al El aumento del calcio en las neuro-
ser humano experimentar la sensa- nas postsinápticas durante la PLP y
ción de miedo, sino que la consciencia durante el aprendizaje del miedo de- BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA
es un prerrequisito de los estados sencadena una cascada de procesos
emocionales subjetivos. químicos que conduce a un estado sos- The Emotional Brain: The Mysterious
Mucho ha pasado en el estudio de tenido de eficacia sináptica incremen- Underpinnings of Emotional Life. Jo-
las emociones, la memoria y el cerebro tada entre las neuronas pre y postsi- seph E. LeDoux. Simon & Schuster,
desde que se escribió este artículo en nápticas. Esta es una definición 1998.
1994; lo resumo aquí en parte. molecular de la memoria. En el con- Fear Memories Require Protein Syn-
thesis in the Amygdala for Reconso-
Nuevas investigaciones han ahon- dicionamiento del miedo y en muchas
l i d at i o n after R e t r i e va l .
dado nuestros conocimientos de la or- otras formas de aprendizaje de distin- K. Nader, G. E. Schafe y J. E. LeDoux en
ganización anatómica de la amígdala; tas especies animales, el aumento del Nature, vol. 406, págs. 722-726; agosto
han ratificado la importancia del nú- calcio activa unas enzimas catalíticas, de 2000.
cleo lateral en cuanto puerta de en- las quinasas proteínicas (la quinasa P erceiving E motion : T here ’ s M ore
trada de la amígdala y les debemos MAP y la quinasa proteínica A, entre Than Meets the Eye. A. K. Anderson y
más indicaciones de que la informa- otras). Estas quinasas se desplazan E. A. Phelps en Current Biology, volumen
ción se procesa en subregiones del nú- entonces al núcleo celular, donde ac- 10, número 15, págs. R551-R554; agosto
de 2000.
cleo lateral. Los registros de la acti- tivan la transcripción genética de los The Amygdala: Vigilance and Emotion.
vidad neuronal que responde a un factores (el CREB, por ejemplo) que M. Davis y P. J. Whalen en Molecular
estímulo condicionado sonoro (EC), ponen en marcha la síntesis del ARN Psychiatry, vol. 6, n.o 1, págs. 13-34;
antes y después del condicionamiento y de las proteínas; éstas vuelven a enero de 2001.
del miedo, recalcan la importancia de continuación a las sinapsis previa- Neurobiology of Pavlovian Fear Con-
la organización subregional de la mente activas y estabilizan la co- ditioning. S. Maren en Annual Review of
amígdala lateral. Se ha visto que la nexión. Como, en diferentes especies, Neuroscience, vol. 24, págs. 897-931;
2001.
actividad suscitada por el EC en el se tienen pasos moleculares parecidos Synaptic Self: How Our Brains Become
subnúcleo dorsal de la amígdala late- en distintas formas de memoria, da Who We Are. Joseph LeDoux. Viking
ral aumentaba mucho cuando se em- la impresión de que éstas no se dis- Penguin, 2002.
parejaba el EC con el estímulo no con- tinguen tanto por las moléculas corres-

LA CONSCIENCIA 43
Dos cerebros en uno
Los estudios iniciados hace
más de un cuarto de siglo siguen
arrojando luz sobre la organización
del cerebro y de la consciencia

Michael S. Gazzaniga

H
ace unos treinta y cinco años y podía realizar una respuesta no ver- tanto, sus limitaciones y ventajas. El
escribí en Scientific Ameri- bal, pero no podía decir lo que había cerebro izquierdo predomina en el ca-
can sobre lo que entonces visto. so del lenguaje y del habla, mientras
eran unos nuevos y espectaculares Resultados parecidos se obtuvieron que el derecho sobresale en las tareas
estudios del cerebro. Tres pacientes en el caso del tacto, del olfato y del visuales y motoras. La simbología de
fueron sometidos a una intervención sonido. Cada hemisferio regulaba estos descubrimientos se ha incorpo-
quirúrgica en la que se les seccionó además los músculos superiores de rado a nuestra cultura. Los escrito-
el cuerpo calloso, la gran vía neuro- los dos brazos, pero no los encarga- res hablan de su cerebro zurdo y los
nal que comunica las dos mitades dos de los movimientos de la mano y artistas visuales como si lo tuvieran
del cerebro, como tratamiento a la de los dedos, que no podían manejar- diestro.
epilepsia. Roger W. Sperry, Joseph se más que por el hemisferio contra- La investigación sobre el cerebro
E. Bogen y yo observamos lo que les lateral. En otras palabras, el hemis- hendido ha seguido aclarando muchos
sucedía a estos pacientes cuando los ferio derecho no podía gobernar más ámbitos de las neurociencias en años
hemisferios derecho e izquierdo del que a la mano izquierda y el hemis- posteriores. No sólo se ha aprendido
cerebro no podían comunicarse en- ferio izquierdo sólo a la derecha. más sobre las diferencias entre los dos
tre sí. Descubrimos, en fin, que los dos he- hemisferios, sino que también se ha
Resultó evidente que la informa- misferios regulan aspectos extraor- logrado entender cómo se comunican
ción visual ya no pasaba de un hemis- dinariamente diferentes del pensa- tras ser separados. Los estudios so-
ferio a otro. Si proyectábamos una miento y de la acción. Cada mitad bre el cerebro hendido han mejorado
imagen en el campo visual derecho, tiene su propia especialización y, por nuestro conocimiento de los procesos
es decir, en el hemisferio izquierdo,
que es donde se procesa la informa-
ción del campo visual derecho, los pa-
cientes podían describir lo que esta-
ban viendo. Pero cuando la misma SEPTUM
imagen se presentaba en el campo vi-
sual izquierdo, decían que no veían CORPUS
CALLOSUM
nada, aunque si se les pedía que se-
ñalaran un objeto semejante al pro-
yectado, lo hacían fácilmente. El ce-
rebro derecho había visto la imagen

El CABLEADO DEL CEREBRO es, en muchos


casos, contralateral (página opuesta). El
hemisferio derecho procesa la información
del campo visual izquierdo, mientras que el
izquierdo procesa los datos del campo vi-
sual derecho. Lo mismo sucede con el mo-
vimiento de las manos, de forma que el he-
misferio derecho gobierna la mano y los
dedos del brazo izquierdo, mientras que el
CORTEX
hemisferio izquierdo controla los del dere- PREFRONTAL
cho. Ambos hemisferios controlan, en cam-
bio, el movimiento de la parte superior de
los brazos. Los dos hemisferios están conec- TALAMO
John W. Karapelou

tados por puentes neuronales, llamados


comisuras. La más grande, y la que se sec- CEREBELO
ciona en las intervenciones de cerebro hen-
dido, es el cuerpo calloso (derecha).

44 TEMAS 28
del lenguaje, de los mecanismos de la encontraban la de si las dos mitades sa con el resto de las comisuras, las más
percepción y la atención, de la orga- podían seguir “hablándose” y cuál fue- pequeñas?
nización general del cerebro y de la se el papel que este tipo de comuni-
posible sede de los falsos recuerdos.
Quizá lo más fascinante haya sido su
contribución a nuestra comprensión
cación pudiera tener en el pensamiento
y en la acción. Existen diferentes puen-
tes de neuronas, llamados comisuras,
H a podido estudiarse esta cues-
tión investigando el sistema de
la atención. La atención no sólo pone
de la consciencia y de la evolución. que conectan los dos hemisferios. El en juego a muchas estructuras de la
Los primeros estudios de cerebro cuerpo calloso es la más grande y la úni- corteza cerebral, sino también de la
hendido plantearon muchas e intere- ca que suele seccionarse quirúrgicamen- subcorteza, la parte más primitiva de
santes cuestiones, entre las que se te para tratar la epilepsia. Pero ¿qué pa- nuestros cerebros. Jeffrey D. Holtz-
man, de la Escuela de Medicina de la
Universidad de Cornell, descubrió a
principios de los años ochenta que ca-
Comprobación de la síntesis da uno de los hemisferios no sólo pue-
de dirigir la atención espacial a su

T al y como muestra este experimento, la capacidad de sintetizar información se


pierde tras la cirugía de cerebro hendido. Un hemisferio de un paciente percibía
brevemente una tarjeta con la palabra “arco”; el otro hemisferio veía “flecha”. El paciente
propio campo sensorial, sino también
a determinados puntos del campo sen-
sorial del hemisferio opuesto desco-
dibujó un arco y una flecha, por lo que mis colegas y yo imaginamos que ambos
nectado. Este hecho induce a pensar
hemisferios seguían pudiendo comunicarse entre sí, a pesar de que el cuerpo calloso
estuviese seccionado, y que habían integrado las palabras en un compuesto con que el sistema atencional sea común
significado. a los dos hemisferios, al menos en lo
Pero la siguiente prueba nos demostró que estábamos equivocados. Proyectamos que se refiere a la información espa-
“rasca” en un hemisferio y “cielos” en el otro. La imagen resultante reveló que el paciente cial, y que pueda seguir funcionando
no estaba sintetizando la información: en lugar de dibujar un edificio alto, dibujó un a través de algunas de las conexiones
cielo sobre una rasqueta en forma de peine. Un hemisferio había dibujado lo que había interhemisféricas residuales.
visto y el otro había dibujado luego lo suyo. En el caso del arco y la flecha, la super- Lo verdaderamente interesante del
posición de las dos imágenes nos engañó, porque el dibujo parecía integrado. Hicimos
una última prueba para contrastar si un hemisferio podía integrar palabras por sí solo. trabajo de Holtzman fue que planteó
Proyectamos primero “fuego” y luego “arma” en el hemisferio derecho. La mano la posibilidad de que los “recursos”
izquierda dibujó un rifle, y no un arma ardiendo, dejando claro que cada hemisferio de la atención fueran finitos. Su con-
posee capacidad de síntesis. cepción consistía en que, si se traba-
ja en determinada tarea, se utilizan
heMiSFerio iZQuierDo heMiSFerio Derecho determinados recursos cerebrales;
cuanto más difícil sea la tarea, más
FLECHA ARCO recursos se necesitan y más se ve obli-
gada una mitad del cerebro a pedir
ayuda a la subcorteza y a la otra mi-
tad. Holtzman volvió a ser el prime-
DibuJo ro en descubrir que, en efecto, cuan-
to más intensamente trabajaba uno
de los hemisferios de un cerebro hen-
dido, más difícil le resultaba al otro
heMiSFerio iZQuierDo heMiSFerio Derecho
realizar tareas simultáneas.
Investigaciones recientes de Ste-
RASCA CIELOS ve J. Luck, de la Universidad de
Iowa, de Steven A. Hillyard y sus co-
legas, de la Universidad de Califor-
nia en San Diego, y de Ronald Man-
gun, de la Universidad de California
en Davis, han puesto de manifiesto
otro aspecto de la atención que tam-
DibuJo bién se conserva en el cerebro hen-
dido. Al estudiar lo que sucedía cuan-
do una persona buscaba una serie de
rasgos o determinado objeto en un
heMiSFerio iZQuierDo heMiSFerio Derecho
campo visual descubrieron que los
pacientes con cerebro hendido reali-
FUEGO zaban mejor algunas de estas tareas
de búsqueda visual que las personas
normales. El cerebro intacto parece
que inhibe los mecanismos natura-
ARMA les de búsqueda que cada hemisferio
posee.
Es especialmente el hemisferio iz-
quierdo el que puede ejercer un gran
dominio sobre este tipo de activida-
laurie grace

DibuJo des. Alan Kingstone, de la Universi-


dad de Alberta, halló que el hemis-
ferio izquierdo es “listo” en sus

46 TEMAS 28
métodos de búsqueda, cosa que no le
sucede al derecho. El hemisferio iz- A la búsqueda de falsos recuerdos
quierdo se comporta mejor que el de-
recho en las pruebas consistentes en
que una persona descubra un objeto L os falsos recuerdos se originan en el hemisferio izquierdo. Tal y como
muestra la imagen de RMN, cuando se evoca un falso recuerdo se activan regio-
nes de ambos hemisferios (amarillo), mientras que los verdaderos no requieren más
discordante en un conjunto de obje-
tos similares. Y parece que el más actuación que la del hemisferio derecho (rojo). Hemos estudiado este fenómeno
analizando la capacidad narrativa del hemisferio izquierdo. Para ello presentábamos
competente hemisferio izquierdo pu- a cada hemisferio cuatro pequeños dibujos, uno de los cuales estaba relacionado con
diera asumir todas las funciones de otro mayor presentado también a ese hemisferio. El paciente tenía que elegir el dibujo
la atención. pequeño más apropiado.
Aunque trabajos como éstos indi- Como se ve en el dibujo, el hemisferio derecho, es decir la mano izquierda, eligió
quen que el cerebro hendido conser- correctamente la pala para la nieve; la mano derecha, dirigida por el hemisferio
va cierta comunicación entre los dos izquierdo, escogió correctamente el pollo asociado con la pata de pájaro. Entonces
hemisferios, se ha comprobado que se le preguntaba al paciente por qué la mano izquierda, o el hemisferio derecho, había
señalado la pala. La contestación le corresponde al hemisferio izquierdo, que es el
algunas aparentes conexiones inter- único con capacidad de hablar. Pero como no tenía forma de saber por qué causa
hemisféricas son puramente iluso- el hemisferio derecho había realizado su elección, inventó una historia sobre lo que
rias. Esto nos sucedió a Kingstone y podía ver, es decir, sobre el pollo, diciendo que el hemisferio derecho había escogido
a mí al realizar un experimento que la pala para limpiar un gallinero.
casi nos hace dar un traspiés. Proyec-
tábamos dos palabras ante la mira-
da de un paciente y posteriormente
le pedíamos que dibujara lo que ha-
bía visto. En un hemisferio se proyec-
tó “arco” y en el otro “flecha”. Nos que-
damos sorprendidos al comprobar que
el paciente dibujaba un arco y una
flecha. Parecía como si hubiera inte-
grado internamente toda la informa-
ción en un solo hemisferio, el cual pos-
teriormente hubiera dirigido la
respuesta de dibujo.
Pero estábamos equivocados y ter-
minamos por darnos cuenta de que la
integración se había producido real-
mente en el papel y no en el cerebro.
Un hemisferio había dibujado su ob-
jeto, el arco, tras de lo cual el otro ha-
bía conseguido el control de la mano

John W. Karapelou, michael b. miller (inserto)


para dibujar su estímulo, la flecha,
encima del arco. Se trataba de una
mera apariencia de coordinación, co-
mo descubrimos utilizando parejas
de palabras que no encajaran tan fá-
cilmente.

A demás de ayudar a los investiga-


dores a determinar qué sistemas
siguen funcionando y cuáles se inte-
rrumpen al seccionar el cuerpo callo-
so, los estudios de comunicación en- haya estructuras y funciones muy si- puede ser peligroso. Uno de nuestros
tre hemisferios han proporcionado milares, las diferencias abundan, de primeros descubrimientos sorpren-
importantes datos sobre los límites lo que la comisura anterior puede pro- dentes fue que el cerebro izquierdo
de los estudios realizados con espe- porcionarnos un claro ejemplo. Esta manejaba con soltura el lenguaje y
cies no humanas. Suelen hacerse es- pequeña estructura se encuentra al- podía hablar de sus experiencias.
tudios con animales para entender go por debajo del cuerpo calloso. Los Aunque no tan libremente, el hemis-
fenómenos humanos. Se ha estudia- monos cuyo cerebro esté dividido pe- ferio derecho también podía realizar
do durante muchos años el cerebro de ro conserven intacta esta comisura algunas tareas lingüísticas, como em-
los monos y de otros animales para siguen pudiendo transferir informa- parejar palabras con dibujos, dele-
explorar el funcionamiento del cere- ción visual de un hemisferio a otro. trear, rimar y clasificar objetos. Aun-
bro humano. En efecto, ha sido una Esto no sucede en cambio con las per- que nunca encontramos ninguna
creencia común que la organización sonas, que de ningún modo transfie- facultad sintáctica desarrollada en
y las funciones del cerebro de nues- ren información visual. Por lo tanto, esta mitad del cerebro, pensábamos
tros parientes más cercanos son muy una misma estructura puede tener que el alcance de su conocimiento léxi-
parecidas, si no idénticas, a las del diferentes funciones en especies dife- co era bastante impresionante.
nuestro. rentes, sirviendo de ejemplo acerca Con los años se ha demostrado que
Las investigaciones sobre el cere- de los límites de la extrapolación en- nuestros tres primeros pacientes fue-
bro hendido han demostrado que tal tre especies. ron inusuales. Contrariamente a lo
suposición puede ser falsa. Aunque Incluso generalizar entre personas que observamos inicialmente, el he-

LA CONSCIENCIA 47
En busca de ilusiones

L os contornos ilusorios revelan que el cerebro derecho


humano puede procesar determinadas cosas que el
izquierdo no puede. Ambos hemisferios pueden “ver” si los rec-
(c y d). Cualquiera de los dos hemisferios de un ratón percibe
sin problema las diferencias. El hecho de que los roedores rea-
licen esta prueba mejor que nosotros lleva a pensar que, al
tángulos ilusorios de este experimento son apaisados (a) o evolucionar, el cerebro humano haya perdido algunas facultades
verticales (b). Pero sólo el hemisferio derecho puede seguir de uno u otro hemisferio. Las nuevas habilidades puede que
reconociendo las diferencias cuando se añaden los contornos hayan tenido que desalojar a las viejas para poder acomodarse.

a b c d

laurie grace
misferio derecho de la mayoría de la A pesar de estas y de muchas otras computacional de la otra mitad del
gente no puede manejar ni el lengua- excepciones, la mayor parte de la in- cerebro para realizar actividades de
je más rudimentario. Este hecho coin- vestigación sobre el cerebro hendido nivel superior, mientras que el he-
cide con otros datos neurológicos, so- ha revelado un enorme grado de la- misferio derecho es muy deficiente
bre todo los procedentes de pacientes teralización, es decir, de especializa- resolviendo problemas difíciles.
apopléjicos. La lesión del hemisferio ción de cada uno de los hemisferios. Es ésta una característica del ce-
izquierdo perjudica mucho más a las El esfuerzo de los investigadores por rebro izquierdo que Joseph E. LeDo-
funciones del lenguaje que la del de- entender cómo alcanza sus objetivos ux y yo descubrimos hace casi vein-
recho. el cerebro y cómo está organizado, ticinco años. Nos habíamos planteado
A pesar de lo cual hay mucha plas- junto con la lateralización puesta de una cuestión simple: ¿cómo responde
ticidad y variaciones individuales. Un manifiesto por los estudios del cere- el hemisferio izquierdo a conductas
paciente, conocido como J. W., de- bro hendido, han derivado en el lla- realizadas por el cerebro derecho mu-
sarrolló la capacidad de hablar en el mado modelo modular. Las investi- do? A cada hemisferio se le presenta-
hemisferio derecho, cosa que hizo tre- gaciones de ciencia cognitiva, de ba un dibujo que estaba relacionado
ce años después de la operación. J. inteligencia artificial, de psicología con alguno de otros cuatro dibujos si-
W. puede hablar ahora de la informa- evolutiva y de neurociencia han cen- tuados frente al sujeto con cerebro
ción que se le presente a cualquiera trado su atención en la idea de que el hendido. Los hemisferios derecho e
de los dos hemisferios. cerebro y la mente están construidos izquierdo no tenían dificultad para
de unidades discretas, o módulos, que escoger la tarjeta correcta. La mano

K athleen B. Baynes, de la Univer-


sidad de California en Davis, ha
estudiado otro caso único. El cerebro
llevan a cabo funciones específicas.
Según esta teoría, el cerebro no es un
dispositivo general de resolución de
izquierda señalaba la elección del he-
misferio derecho y la mano derecha
la del hemisferio izquierdo (véase el
izquierdo de una paciente zurda po- problemas en el que cada parte sea recuadro).
día hablar después de la operación, lo capaz de realizar cualquier función, Posteriormente preguntábamos al
que en sí no es sorprendente, pero no sino más bien un conjunto de dispo- hemisferio izquierdo, el único capaz
podía escribir más que con el hemis- sitivos que atienden las demandas de de hablar, por qué la mano izquierda
ferio derecho, que es normalmente mu- procesamiento de información que la había escogido el objeto. Realmente
do. Esta disociación confirma la idea mente hace. no lo sabía, porque la decisión de se-
de que la capacidad de escribir no ne- En este sistema modular se ha com- ñalar la tarjeta la había realizado el
cesita estar asociada a la capacidad probado que el hemisferio izquierdo hemisferio derecho. A pesar de todo,
de representación fonológica. Dicho de es completamente dominante para la con la velocidad del rayo, inventaba
otra manera, la facultad de escribir mayoría de las funciones cognitivas, una explicación. A este talento narra-
parece constituir un sistema indepen- como la resolución de problemas. La tivo y creativo le dimos el nombre de
diente, una invención de la especie hu- operación de cesura del cuerpo callo- mecanismo de interpretación.
mana. Puede darse sola y no necesita so no parece afectar a estas funcio- Se han hecho estudios recientes de
formar parte del sistema heredado que nes. Es como si el hemisferio izquier- esta fascinante facultad para deter-
es el lenguaje hablado. do no necesitara del enorme poder minar la forma en que el mecanismo

48 TEMAS 28
interpretativo del hemisferio izquier- truyendo bastantes veces un pasado ción se produzcan porque alguno de
do afecte a la memoria. Elizabeth A. posible que es distinto del pasado los hemisferios pierda facultades y
Phelps, de la Universidad de Yale, real. no porque las adquiera.
Janet Metcalfe, de la Universidad de George L. Wolford, de Dartmouth, En lo que tuvo que ser una dura
Columbia, y Margaret Funnell, de la ha reforzado esta concepción del he- competencia por el espacio cortical,
Escuela de Dartmouth, han descu- misferio izquierdo. Los seres huma- el cerebro en evolución de los prima-
bierto que las capacidades de los dos nos se comportan creativamente en tes debió de tener dificultades para
hemisferios para procesar nueva in- una sencilla prueba, consistente en adquirir nuevas facultades sin per-
formación son diferentes. Las perso- adivinar si se va a iluminar la par- der las antiguas. La lateralización
nas solemos recordar la mayoría de te superior o la inferior de una pan- pudo ser su salvación. Al estar los dos
la información que nos llega. Cuan- talla de ordenador. El experimenta- hemisferios conectados, las mutacio-
do se nos hacen preguntas, también dor manipula el estímulo para que nes podrían hacer que una región cor-
solemos decir que recordamos cosas la luz aparezca arriba el 80 % de las tical homóloga asumiera una nueva
que verdaderamente no formaron par- veces, aunque de forma aleatoria. función, incluso sin coste alguno pa-
te de la experiencia. Si se somete a Enseguida se da uno cuenta de que ra el animal, ya que el otro lado per-
este tipo de pruebas a pacientes con la parte superior de la pantalla se manecería intacto.
cerebro hendido, el hemisferio iz- ilumina más a menudo, pero los su-
quierdo genera muchos informes fal-
sos, mientras que el derecho no lo ha-
ce, proporcionando relatos mucho más
jetos siempre tratan de descubrir la
pauta completa, muy convencidos de
que pueden hacerlo. La adopción de
P aul M. Corballis y Robert Fen-
drich, de Darmouth, Robert M.
Shapley, de la Universidad de Nue-
verídicos. este enfoque hace que no acierten va York, y yo hemos estudiado en mu-
Este dato puede contribuir al es- más que el 68 % de las veces, mien- chos pacientes con cerebro hendido
clarecimientos de cuándo y cómo se tras que si presionaran siempre el la percepción de los llamados contor-
desarrollan los falsos recuerdos. Exis- botón superior, su nivel de acierto nos ilusorios. Los trabajos previos in-
ten diferentes opiniones sobre el mo- sería del 80 %. dicaban que la visión de los conoci-
mento en que se establecen estos re- Las ratas y los demás animales se dos contornos ilusorios de Gaetano
cuerdos en el ciclo de procesamiento inclinan a “sacar todo lo que se pue- Kanizsa, de la Universidad de Tries-
de la información. Hay investigado- da” y no aprietan más que el botón de te, era una especialidad del hemisfe-
res que piensan que se desarrollan al arriba. Resulta que ésta es también rio derecho. Nuestros experimentos
principio del ciclo, que los relatos la manera en que se comporta el he- muestran una situación diferente.
erróneos se registran realmente cuan- misferio derecho: no trata de inter- Hemos comprobado que los dos he-
do se produce la experiencia. En opi- pretar lo que sucede ni de encontrar- misferios pueden percibir contornos
nión de otros, los recuerdos falsos re- le significados más profundos. Se ilusorios, pero que el derecho es ca-
flejan errores en la reconstrucción de limita a vivir la fugacidad del presen- paz de comprender ciertas agrupacio-
las experiencias pasadas. Dicho de te y a acertar el 80 % de las veces. nes perceptuales que el izquierdo no
otro modo, que todos encajamos los Cuando, por el contrario, se le pide al puede. Ambos hemisferios de una per-
hechos en esquemas y que luego, al izquierdo que explique por qué inten- sona que tenga el cerebro hendido
recordar la experiencia original, aña- ta imaginar la secuencia completa, pueden determinar si los rectángulos
dimos los hechos falsos que la consis- siempre encuentra una teoría, por des- ilusorios son apaisados o esbeltos
tencia del esquema requiere. cabellada que sea. cuando no hay trazadas líneas alre-
Este fenómeno narrativo se expli- dedor de las aberturas de un “come-

E l hemisferio izquierdo presenta


ciertas características que apo-
yan esta última idea. En primer lu-
ca mejor por la teoría evolutiva. El
cerebro humano, como cualquier otro,
es un conjunto de adaptaciones neu-
cocos” del videojuego “Pacman”, pero
sólo el hemisferio derecho sigue vien-
do estas diferencias cuando se dibu-
gar, es precisamente en el desarrollo rológicas establecidas por selección jan los perímetros (véase el recuadro
de este tipo de esquemas en lo que natural. Cada una de estas adapta- “En busca de ilusiones”). Esta última
destaca el mecanismo interpretativo ciones tiene su propia representa- forma se denomina la versión amo-
del hemisferio izquierdo. En segun- ción, es decir, su forma de concretar- dal de la prueba.
do lugar, Furnell ha descubierto que se en regiones o redes neuronales Lo que resulta interesante es que
el hemisferio izquierdo es capaz de específicas. Lo normal en el reino ani- el propio Kanizsa haya demostrado
determinar el origen de un recuerdo mal es que las facultades no estén la- que los ratones pueden realizar la
basándose en el contexto o en hechos teralizadas, tendiendo a encontrar- versión amodal de la prueba. El he-
circundantes. Sus trabajos indican se equitativamente repartidas por cho de que un humilde ratón pueda
que el hemisferio izquierdo se esfuer- ambos hemisferios. Los monos mues- percibir agrupamientos que escapan
za por situar las experiencias que le tran algunos signos de especializa- al hemisferio izquierdo humano pa-
llegan en un contexto amplio, mien- ción lateral, pero son raros y excep- rece indicar que se han perdido facul-
tras que el derecho se ocupa simple- cionales. tades. ¿Pudiera ser que la aparición
mente de los aspectos perceptivos del Esta es la razón de que siempre se de una nueva facultad humana, co-
estímulo. haya pensado que la lateralización mo sería el lenguaje o un mecanismo
Todos estos datos hacen pensar que del cerebro humano es un añadido interpretativo, expulsara esta posi-
el mecanismo interpretativo del he- evolutivo, el de los mecanismos o fa- bilidad perceptiva del hemisferio iz-
misferio izquierdo está siempre tra- cultades asentados en un único he- quierdo? Nuestra respuesta es afir-
bajando intensamente, buscando el misferio. Pero esta opinión se ha vis- mativa, opinión que proporciona
significado de los hechos. Se ocupa to cuestionada hace poco por una nuevas perspectivas sobre los oríge-
constantemente de buscar orden y ra- asombrosa disociación hemisférica nes de la especialización lateral.
zón, aun cuando no los haya, lo que que descubrimos, que nos ha obliga- Las facultades humanas parecen
le obliga a cometer continuos errores. do a especular si no será más bien radicar en redes neuronales diminu-
Tiende a generalizar en exceso, cons- que ciertos fenómenos de lateraliza- tas y restringidas. Pero, a pesar de

LA CONSCIENCIA 49
su gran nivel de modularización,
nuestro cerebro genera la sensación
de que somos íntegros y únicos. ¿Có-
mo es posible que tengamos tal sen-
sación si somos una colección de mó-
dulos especializados?
La respuesta pudiera consistir en
que el hemisferio izquierdo busca ex-
plicaciones de por qué suceden las co-
sas. La ventaja de un sistema de es-
te tipo es obvia. Un cerebro que vaya
más allá de la simple observación de
los hechos, preguntándose por qué
ocurren, podrá enfrentarse a ellos en
mejores condiciones si volviesen a pa-
sar.

E l conocimiento de las excelencias


y las debilidades de cada hemis-
ferio nos ha hecho pensar en las ba-
ses de la mente y en su astuta orga-
nización. El resultado de muchos años
de fascinante investigación sobre el
cerebro hendido parece ser que el in-
genioso e interpretativo hemisferio
izquierdo tiene una experiencia cons-
ciente muy diferente de la exacta y
literal del hemisferio derecho. Aun-
que ambos puedan considerarse cons-
cientes, la consciencia del cerebro iz-
quierdo supera con mucho a la del
derecho. Esto plantea nuevas cues-
tiones que nos mantendrán ocupados
durante los próximos treinta y cinco
años y puede que más.

BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA
Hemispheric Specialization and Inter-
hemispheric Integration. M. J. Tramo,
K. Baynes, R. Fendrich, G. R. Mangun,
E. A. Phelps, P. A. Reuter-Lorenz y M. S.
Gazzaniga en Epilepsy and the Corpus
Callosum. Segunda edicion. Plenum
Press, 1995.
How the Mind Works. Steven Pinker.
W. W. Norton, 1997.
The Mind’s Past. Michael S. Gazzaniga.
University of California Press, 1998.
The Two Sides of Perception. Richard B.
Ivry y Lynn C. Robertson. MIT Press,
1998.
Illusory Contour Perception and Amo-
dal Boundary Completion: Evidence
of a Dissociation Following a Callo-
sotomy. P. M. Corballis, R. Fendrich,
R. M. Shapley y M. S. Gazzaniga en Jo-
urnal of Cognitive Neuroscience, vol. 11,
n.o 4, págs. 459-466; julio del 1999.
Cerebral Specialization and Interhe-
mispheric Communication: Does the
Corpus Callosum Enable the Human
Condition? Michael S. Gazzaniga en
Brain, vol. 123, parte 7, págs. 1293-1326;
julio de 2000.
The Left Hemisphere’s Role in Hypothe-
sis Formation. George Wolford, Michael
Miller y Michael S. Gazzaniga en Journal
of Neuroscience, vol. 20, n.o 6, RC64,
págs. 1-4; marzo de 2000.

50 TEMAS 28
sustrato cerebral

henriette van praag, InstitutO SALK DE ESTUDIOS BIOLOGICOS


Regeneración
de las células nerviosas
en adultos
El cerebro humano adulto, pese a una creencia arraigada,
sí puede crear nuevas neuronas

Gerd Kempermann y Fred H. Gage

E
l cerebro de un humano adulto ponibles, las células madre podrían dios con otros mamíferos adultos ha-
puede, a veces, compensar una producir neuronas nuevas en otra re- bían proporcionado pistas desde ha-
lesión sufrida estableciendo gión del cerebro humano y residen, cía años. En 1965, Joseph Altman y
nuevas conexiones entre las neuronas probablemente, si bien inactivas, en Gopal D. Das, del Instituto de Tecno-
supervivientes. Pero no puede repa- localizaciones adicionales. Pese a su logía de Massachusetts, describieron
rarse a sí mismo, pues carece de cé- pobre autorreparación, el cerebro el desarrollo de neuronas (neurogéne-
lulas madre que permitan la regene- adulto podría, en realidad, albergar sis) en el hipocampo de ratas adultas,
ración neuronal. Al menos eso era lo un gran potencial de regeneración concretamente en la circunvolución
que la neurobiología aceptaba hasta neuronal. Si se descubriera cómo pro- dentada (gyrus dentatus), la misma
hace muy poco. vocar que las células madre existen- área hipocampal donde se ha obser-
En noviembre de 1998, Peter S. tes generen una cantidad útil de cé- vado el fenómeno en humanos.
Eriksson, del Hospital Universitario lulas nerviosas funcionales en partes Otros estudios confirmaron el in-
Sahlgrenska de Goteburg, Gage, del seleccionadas del cerebro, se alivia- forme de Altman y Das. Pero la ma-
Instituto Salk de Investigaciones Bio- rían los trastornos relacionados con yoría de los investigadores no vieron
lógicas de La Jolla, y varios partici- la lesión y la muerte neuronal; esta- en esos datos una prueba concluyen-
pantes hicieron pública una sorpren- mos pensando en la enfermedad de te de la neurogénesis en mamíferos
dente noticia: en el cerebro humano Alzheimer y en el Parkinson, así co- adultos; ni siquiera los consideraron
se generan neuronas de forma habi- mo en las discapacidades que acom- indicio de que el cerebro humano es-
tual, al menos en el hipocampo, un pañan al accidente cerebrovascular y condiera la capacidad de regenerar-
área importante relacionada con la a los traumatismos. se. Los métodos entonces disponibles
memoria y el aprendizaje. (Si bien en Por sorprendente que haya resul- no podían estimar el número de neu-
el hipocampo no se almacena la me- tado el hallazgo de producción de neu- ronas que se formaban, ni demostrar
moria, colabora en su formación, des- ronas en el cerebro humano maduro, que esas nuevas células fueran neu-
pués de integrar señales procedentes no hemos de olvidar que ciertos estu- ronas. Por no conocerse, se ignoraba
de otras regiones cerebrales. Las per-
sonas con lesiones hipocampales tie-
nen problemas para adquirir conoci-
mientos nuevos, pero pueden recordar HIPOCAMPO
la información aprendida antes de la
CELULA
lesión.) GRANULOSA
Comparada con el número total de
células del cerebro, la cifra absoluta CA3
de células nuevas es pequeña. Aun
tomo narashima

así, considerando los recientes hallaz- zona


gos en animales, el descubrimiento ampliada
insinúa prometedoras posibilidades
en medicina. A tenor de los datos dis-

CEREBRO CEREBRO HUMANO


DE ROEDOR CELULA
PIRAMIDAL
AXON

CAPA DE CELULAS HILIO


GRANULOSAS
DE LA CIRCUNVOLUCION
DENTADA
HIPOCAMPO

52
incluso la noción de células madre en- sidad de Yale, inició sus estudios so- ron el mismo fenómeno en el Callithrix.
cefálicas. Para que aparecieran nue- bre neurogénesis en primates adultos. Más alejados de los humanos, desde
vas neuronas, la ciencia dominante En su trabajo de investigación, impe- un punto de vista evolutivo, que los
exigía la replicación de células madu- cable para la época, no hallaron nue- monos rhesus, los calitrícidos también
ras, una hazaña increíble. Se subes- vas neuronas en el cerebro de monos son primates.
timó la pertinencia de los hallazgos rhesus adultos. Para determinar si los humanos
señalados para el cerebro humano. Lo adultos poseen capacidad de neuro-
que tenía su explicación. Nadie había
obtenido pruebas definitivas de neu-
rogénesis en chimpancés o monos, que
L a lógica continuaba oponiéndose
a la regeneración neuronal en el
cerebro adulto del hombre. La biología
génesis, podría estudiarse directa-
mente en personas. Pero esa vía de
investigación parecía vedada, por la
son primates y, por tanto, más próxi- mostraba que la neurogénesis había imposibilidad de transferir a las per-
mos genética y fisiológicamente a los ido restringiendo progresivamente su sonas los métodos aplicados a la de-
seres humanos que otros mamíferos. alcance en el curso evolutivo, confor- mostración de la formación de nuevas
Así quedó la cuestión hasta media- me el cerebro ganaba en complejidad. neuronas en animales.
dos de los años ochenta cuando Fer- Mientras que los lagartos y otros ani- Las técnicas empleadas, aunque va-
nando Nottebohm, de la Universidad males inferiores disfrutan de una re- ríen, se fundan en la duplicación de
Rockefeller, sacudió el campo con re- generación neuronal plena ante una los cromosomas previa a la división
sultados espectaculares en canarios lesión cerebral, los mamíferos carecen celular. Cada célula hija recibe así una
adultos. Descubrió que la neurogéne- de respuesta tan eficaz. Parecía razo- dotación cromosómica completa. En
sis ocurría en los centros cerebrales nable suponer que la adición de neu- los experimentos, se inyecta en los
responsables del aprendizaje del can- ronas en las intrincadas redes del ce- animales un material marcado
to; más aún, que el proceso se acele- rebro humano debía amenazar el flujo (un marcador) que se integra
raba durante las estaciones en las ordenado de las señales a lo largo de
que los pájaros adultos aprendían sus las vías establecidas.
canciones. Nottebohm y sus colabo- Pero la debilidad de esta argumen-
radores también demostraron que la tación terminó por salir a flote. El equi-
formación de neuronas en el hipocam- po dirigido por Elizabeth Gould y Bru-
po de los carboneros aumentaba du- ce S. McEwen, de Rockefeller, y por
rante las estaciones que más deman- Eberhard Fuchs, del Centro Alemán
daban de la memoria de los pájaros, de Primates de Gotinga, dieron cuen-
en particular cuando los animales te- ta en 1997 de la presencia de cierto
nían que seguir la pista de alimentos grado de neurogénesis en el hi-
guardados y dispersos aquí y allá. Los pocampo de tupaiidos. En
resultados de Nottebohm volvieron a marzo de 1998 observa-
despertar el interés por el proceso de
neurogénesis en mamíferos adultos
y, por supuesto, a retomar en consi-
deración la posibilidad de capacidad
regenerativa en el cerebro humano 3
adulto.
El optimismo engendrado en torno
a la neurogénesis en humanos se
esfumó en seguida. Por aquel
entonces, el grupo de Pas- NEURONA
ko Rakic, de la Univer- NUEVA

CELULA
EN MIGRACION

2 1. Neurogenesis en el hipocampo del


cerebro adulto, una región vinculada con
la memoria. Las etapas del proceso se han
iden­tificado en la circunvolución dentada
del hipocampo de roedores. Las células
ma­dre indiferenciadas se dividen (1 ) en la
zona que separa la capa de células granu-
losas (que contienen los cuerpos celulares
granulares de las neuronas granulosas) y
1 el hilio (área adyacente formada por los
axones de las neuronas granulosas, esto
es, las proyecciones que transmiten las
señales). Algunas de las células resultan-
CELULA MADRE tes se adentran en el interior de la capa de
células granulosas (2 ). Por último, algunas
de estas células se diferencian y transfor-
PROGENIE man en neuronas granu­losas completas,
DE LA CELULA
MADRE
con sus proyecciones características (3 ).
linda kitabayashi, instituto salk

2 MICROFOTROGRAFIAS de tejido de hipocampo, procedente de diar el crecimiento tumoral. La BrdU se integra en el ADN de las
adultos que murieron por cáncer. Las neuronas se ven de color células en división, como es el caso de las células madre, pero no
rojo. El verde de la neurona de la izquierda y el sombreado oscuro en el de las neuronas ya formadas. Su presencia prueba que las
en la neurona de la derecha indican que sus cromosomas contienen células marcadas maduraron en neuronas después de la adminis-
bromodesoxiuridina (BrdU); se inyectó en los pacientes para estu- tración de la BrdU.

sólo en el ADN de las células que se var si había alguna que portara el vadas de estas células sean funciona-
preparan para la división. El marca- marcador de ADN. La presencia de les, que envíen y reciban señales de
dor pasa luego a formar parte del ADN BrdU significaría que las neuronas forma apropiada. Para nuestra fortu-
de las células hijas resultantes, que lo interesadas se formaron después de na, el descubrimiento de la correspon-
transmitirán a su vez a la progenie ce- la administración de la sustancia. En dencia entre la neurogénesis en el hi-
lular subsiguiente. otras palabras, el estudio podría de- pocampo de roedores y la de humanos
Algunas de las células marcadas no mostrar la realidad de un proceso de significa que podemos volver a la in-
tardarán en diferenciarse, en transfor- neurogénesis en pacientes adultos, vestigación con ratones para descu-
marse en neuronas específicas o en glía presumiblemente mediante prolifera- brir claves inéditas.
(el otro tipo básico de células del cere- ción y diferenciación de células ma- Los trabajos acometidos con roedo-
bro). Transcurrido el tiempo necesario dre. res han revelado que se produce en el
para la diferenciación, se extrae el ce- curso de la vida cierto grado de neu-
rebro. Se corta en secciones. Se tiñen
los cortes para su observación al mi-
croscopio. Aquellas células que presen-
E riksson obtuvo el consentimiento
de los pacientes para el estudio
post mórtem de su cerebro. Desde
rogénesis, no sólo del hipocampo, si-
no también en el sistema olfatorio del
cerebro. Las células madre residen en
ten el marcador (prueba de su proce- principios de 1996 hasta febrero de el septo (relacionado con la emoción
dencia de la célula en división) y porten, 1998, acudió al hospital, para extraer y el aprendizaje), el cuerpo estriado
asimismo, las características anatómi- muestras de tejido cerebral de cinco (relacionado con la actividad motora
cas y químicas propias de neuronas se individuos, que habían fallecido a eda- de ajuste fino) y la médula espinal.
tomarán por células devenidas neuro- des comprendidas entre cincuenta y Pero, en condiciones normales, las cé-
nas después de la administración del siete y setenta y dos años. De acuer- lulas que no están en el hipocampo ni
marcador. Las neuronas ya diferencia- do con las esperanzas que se tenían, en el sistema olfatorio no parecen pro-
das ni se dividen, ni pueden incorpo- todos ellos presentaban neuronas nue- ducir nuevas neuronas.
rar el marcador; difícilmente podrían vas —específicamente células granu- Imaginemos que la parte frontal del
presentarlo. losas— en la circunvolución dentada. cerebro del animal fuera transparen-
Resulta evidente que no podíamos Merced a la generosidad de los pacien- te. En ese caso, la circunvolución den-
seguir esa pauta para abordar el fenó- tes, que donaron su órgano para esta tada del hipocampo se vería en parte
meno en humanos. Un obstáculo insu- causa, contamos con la prueba de la formando una capa delgada y oscura,
perable hasta que Eriksson dio con una neurogénesis en humanos adultos. que dibujaría una V. Esa estructura
solución tras un año sabático en Salk. Desde entonces, Gage y sus colabora- se corresponde con los cuerpos celu-
En el ejercicio de sus tareas clínicas, dores, así como Steven A. Goldman y lares de las neuronas granulosas, la
se encontró cierto día conversando con los suyos, de la facultad de medicina parte globular que contiene el núcleo.
un oncólogo. Adentrados en la charla, de la Universidad Cornell, han sepa- Dentro de la V, la capa adyacente in-
Eriksson se enteró de que la sustancia rado células de hipocampos humanos tegra el hilio (hilus), constituido por
empleada de marcador de las células adultos obtenidas en autopsias y biop- axones de las células granulosas, es-
animales en división —bromodeoxiu- sias. Hemos demostrado que se divi- to es, por las largas proyecciones que
ridina (BrdU)— se administraba a pa- den en placas de cultivo y que se pue- transportan las señales a la estación
cientes con cáncer de lengua o de la- de inducir su conversión en neuronas; de relevo del hipocampo, la CA3.
ringe terminales. Los enfermos en esto confirma la capacidad neuroge- Las células madre de las que pro-
cuestión se hallaban encuadrados en nética del cerebro humano adulto. ceden las células granulosas recién
un ensayo experimental y se les inyec- Por supuesto, la mera demostración formadas residen en la frontera entre
taba el compuesto para controlar el cre- de la existencia de neurogénesis en la circunvolución dentada y el hilio.
cimiento del tumor. humanos no basta. Si se busca indu- Estas células se dividen sin cesar.
Si pudiera obtenerse, pensó Eriks- cir la regeneración neuronal contro- Buena parte de la progenie es vivo re-
son, el hipocampo de los participan- lada en el cerebro, habrá que locali- trato de las células originales; no po-
tes en el estudio cuando murieran, los zar las células madre capaces de cas mueren en seguida. Pero hay al-
análisis realizados en Salk permiti- devenir neuronas. Deberá también gunas que emigran y se internan en
rían identificar las neuronas y obser- asegurarse de que las neuronas deri- la capa de células granulosas; adop-

54 TEMAS 28
tan el aspecto de las células granulo- ra cerebral y potencia su capacidad. tamiento. Los cambios en la configu-
sas circundantes, que rematan con Pese a todo, se rechazó durante años ración de la estructura y el microam-
proyecciones múltiples para recibir y la hipótesis de que la producción de biente químico en las áreas cerebrales
enviar señales. También extienden células nerviosas nuevas en cerebros relacionadas desempeñan también un
sus axones a lo largo de las mismas adultos tuviera nada que ver con se- papel destacado. Mas, por otro lado,
vías usadas por sus vecinas ya esta- mejante reordenación, por mucho que sería llamativo que un cambio tan ra-
blecidas. ya en 1964 Altman aconsejara su con- dical en la fabricación de neuronas,
Las células madre que rinden nue- sideración. así como la conservación de la neuro-
vas neuronas del sistema olfatorio ta- En ayuda de la tesis ambientalista génesis en adultos a través de la evo-
pizan las paredes de los ventrículos han llegado nuevos descubrimientos. lución, no sirvieran para nada.
laterales, cavidades cerebrales llenas Con técnicas desconocidas en los años Multitud de artículos han descrito
de fluido. El equipo de Arturo Alva- sesenta, nuestro grupo demostró en los distintos factores cuya alteración
rez-Buylla, de Rockefeller, ha demos- 1997 que los ratones adultos que han afecta a la neurogénesis adulta, de
trado que hay descendientes de estas gozado de unas condiciones de bien- traumatismos y accidentes cardio-
células madre que emigran hasta lle- estar desarrollan un 60% más de cé- vasculares a formas de epilepsia y la
gar al bulbo olfatorio, donde adquie- lulas granulosas adultas en la circun- administración de fármacos antide-
ren las características propias de las volución dentada que los individuos presivos. Pese al gran número de es-
neuronas del contorno. control, idénticos en genética. Los pri- tudios realizados, basados en muchos
En ambas regiones cerebrales, las meros sacaron también un mejor ren- modelos experimentales y criterios
nuevas neuronas formadas remedan dimiento en una tarea de aprendiza- analíticos distintos, no se tiene toda-
en su apariencia a las compañeras je que consistía en salir de la piscina. vía una imagen clara de las pautas
preestablecidas. Cabe suponer que El bienestar potenció la neurogénesis que sigue la neurogénesis adulta. La
cumplan parejos cometidos. ¿Cómo y el aprendizaje incluso en ratones gama de factores eficaces y la sutile-
saberlo? Para desentrañarlo, ha re- muy viejos, cuya producción basal de za de las diferencias entre sus efectos
sultado de notable valor el trabajo neuronas está muy por debajo de la dan, no obstante, a entender que la
realizado sobre los efectos del medio tasa juvenil. neurogénesis es muy sensible a los
ambiente operados en la anatomía del No estamos afirmando, en absolu- cambios que sufran los muchos siste-
cerebro y en el aprendizaje. to, que las nuevas neuronas sean las mas reguladores del cerebro. Parece
únicas responsables del mejor compor- que hay ciertos aspectos de la neuro-

A comienzos de los años sesenta, el


grupo encabezado por Mark R.
Rosenzweig, de Berkeley, modificó las CELULA MADRE TOTIPOTENTE
condiciones habituales de laboratorio,
un tanto monacales, de una serie de
roedores para colocarlos en un entor- HUEVO
FECUNDADO
no de mayor bienestar, con jaulas me- 1
jores y en compañía de otros. Se les
dejaba explorar los alrededores (cam- CELULA MADRE DIRIGIDA
biados de forma constante por los cui-
dadores) y divertirse con ruedas gira-
torias y otros juguetes. PRECURSOR
El grupo de Rosenzweig y, más tar- DE CELULAS
PRECURSORES
DEL CEREBRO 2
de, el de William T. Greenough, de Illi- DE TEJIDOS AJENOS
nois, describieron los resultados de vi- AL CEREBRO
vir en condiciones tan relajadas. CELULA PROGENITORA
Comparados con los animales alojados DIRIGIDA
en las jaulas habituales, los que dis-
frutaron una vida mejor mostraban al NEUROBLASTO GLIOBLASTO
final algo más de masa cerebral, ma- (FORMA CELULAS
yor grosor de algunas estructuras ce- DE LA GLIA)
rebrales, diferencias en los niveles de 3
ciertos neurotransmisores (las molé-
culas que portan mensajes activado-
res o inhibidores de una neurona a CELULAS DIFERENCIADAS
otra), más conexiones entre las célu-
las nerviosas y una ramificación CELULAS GRANULOSAS
tomo narashima

aumentada de las proyecciones neuro-


nales. Además, realizaron mejor las
OTRAS NEURONAS
pruebas de aprendizaje; por ejemplo,
la de moverse con soltura por el labe-
rinto. 3. ETAPAS DE DESARROLLO de las células granulosas de un embrión. Se parte de una célu-
Considerados en su conjunto, los re- la madre totipotente, capacitada para dar lugar a cualquier célula del cuerpo. La prole
sultados abonaban la idea de que los inicial cuenta con células madre sin diferenciar cuya misión consiste en producir células
cambios ambientales mejoraron la madre del cerebro (1). Estas darán lugar, a su vez, a “células progenitoras” destinadas a
función cerebral. Desde entonces los producir sólo neuronas (2) o sólo células de la glía, que estimulan la supervivencia neuronal.
neurobiólogos están convencidos de De los progenitores neuronales proceden células granulosas del hipocampo (3) u otros tipos
que el bienestar del entorno de los roe- de neuronas en cualquier otra parte del cerebro. Las etapas segunda y tercera se suceden
dores adultos incide en la arquitectu- en el hipocampo humano durante toda la vida.

LA CONSCIENCIA 55
bienestar. En el grupo de los corredo-
res, el incremento de la división de
las células madre fue responsable de
una parte importante del efecto final,
pero no intervenía en las ganancias
obtenidas por ratones de un entorno
de bienestar. En este último caso, lo
mismo que en el estudio de Gould, las
condiciones mejoradas promovían la
supervivencia de la progenie de célu-
james aronovsky

las madre; pervivían un mayor núme-


ro para convertirse en neuronas. Nos
reitera este descubrimiento que los
mecanismos reguladores de la neuro-
4. UN ENTORNO VARIADO es muy superior a las condiciones habituales de laboratorio a la génesis son complejos y operan en di-
hora de estimular la neurogénesis en la circunvolución dentada del hipocampo de ratones. versos planos.
La comparación entre animales que viven en jaulas con y sin ruedas giratorias indica que De ciertas moléculas se sabe que
el ejercicio podría ser un factor importante. influyen en la neurogénesis. Hemos
sometido a criba el factor de creci-
miento epidérmico y el factor de cre-
génesis adulta que reaccionan a los lulas granulosas en el giro dentado cimiento de fibroblastos. No obstante
estímulos de manera poco específica; inhiben también la proliferación de su denominación, inciden en el de-
la respuesta de otros, en cambio, es células madre en el hipocampo. Los sarrollo de neuronas en cultivos celu-
más concreta. De lo que se trata es de niveles elevados de hormonas gluco- lares. Junto con H. Georg Kuhn, de
hallar factores determinados que con- corticoides en la sangre bloquean la Salk, y Jürgen Winkler, de San Die-
trolen la neurogénesis adulta. Nos in- neurogénesis en adultos. go, inyectamos estos compuestos en
teresa en especial cómo moléculas y Sabido esto, no encierra mayor sor- los ventrículos laterales de ratas adul-
genes se encargan de la regulación presa que el estrés reduzca la produc- tas; allí mostraban una notable pro-
—dependiente de la actividad— de la ción de células madre en la región alu- liferación merced a las células madre
neurogénesis adulta. dida. El estrés potencia, en el cerebro, locales. El factor de crecimiento epi-
Sabiendo cómo se controla la for- la liberación de neurotransmisores dérmico favoreció la diferenciación de
mación de neuronas, los neurobiólo- excitadores; en las suprarrenales, la las células en glía, dentro del bulbo
gos acabarían por ser capaces de pro- secreción de hormonas glucocorticoi- olfatorio; pero el factor de crecimien-
moverla cuando fuera preciso. Amén des. Si conociéramos el mecanismo de to de fibroblastos estimuló la produc-
de la mejora del entorno, se han iden- la inhibición podríamos evitarla. Pe- ción de neuronas.
tificado otros factores que inciden en ro andamos muy lejos de ello. El he- La inducción de crisis epilépticas,
la neurogénesis. cho de que niveles desmesurados de accidentes cerebrovasculares y otros
Para entenderlos en su justa medi- neurotransmisores excitadores y de estados patológicos en animales adul-
da, habrá que recordar las diversas ciertas hormonas bloqueen la neuro- tos desencadena la división de las cé-
etapas de la neurogénesis, desde la génesis, por ejemplo, no implica ne- lulas madre e incluso la neurogéne-
proliferación de células madre hasta cesariamente que niveles menos ex- sis. Ignoramos si el cerebro apela a
la diferenciación, pasando por la se- tremos sean nocivos; hasta podrían este tipo de respuesta para reponer
lección de determinadas supervivien- ser útiles. las neuronas necesarias. En el caso
tes de alguna progenie y la migración. En lo concerniente a los factores de las crisis, las conexiones aberran-
Ahora bien, los factores que intervie- que estimulan la neurogénesis en el tes formadas por las neuronas nue-
nen en una etapa podrían no influir hipocampo, nos proponemos identifi- vas podrían ser parte del problema.
en otras. El incremento de la prolife- car qué aspectos de un entorno aco- La división de células madre y la neu-
ración de células madre puede com- gedor ejercen mayor efecto. El grupo rogénesis revelan que el cerebro tie-
portar el aumento neto de neuronas de Gould ha demostrado que la par- ne capacidad autorreparadora. ¿Por
nuevas, si la supervivencia y la dife- ticipación en una tarea de aprendiza- qué, pues, no emplea con regularidad
renciación de las células hijas se man- je, incluso sin un entorno más ame- dicho potencial?
tiene constante. Pero si las tasas de no, potencia la supervivencia de las En todos los experimentos referi-
supervivencia y diferenciación se mo- células generadas por división de cé- dos, se han examinado los fenómenos
dificaran en sentido opuesto, quizá no lulas madre, lo que se traduce en una de regulación manteniendo constan-
aumentase la cifra de neuronas. En el multiplicación neta del número de te la dotación genética. Observába-
mismo rango, el número de neuronas nuevas neuronas. mos las respuestas neurológicas de
crecerá si la proliferación se mantie- animales genéticamente idénticos an-
ne constante, pero aumentan la su-
pervivencia y diferenciación.
Entre las influencias reguladoras
E n nuestro grupo comparamos el
proceso de neurogénesis en dos
grupos de ratones instalados en sen-
te estímulos distintos. Otra manera
de desentrañar los controles de la neu-
rogénesis consistiría en abordar, de-
descubiertas, algunas se consideran das jaulas normalizadas; una dispo- jando constante el entorno, los genes
contrarias a la neurogénesis. A tenor nía de rueda giratoria, la otra no. Los de cepas de animales que difieran en
de los trabajos de Gould y McEwen, ratones con acceso ilimitado a la rue- su rendimiento neuronal. Entre los
determinados estímulos comunes so- da se ejercitaron en ella y terminaron genes divergentes había, cabe presu-
bre la circunvolución dentada podrían con el doble de neuronas nuevas que mirlo, los involucrados en la produc-
revestir un franco interés contra la sus sedentarios compañeros; esta pro- ción de nuevas células nerviosas. En
producción de neuronas. Así, los neu- porción es similar a la observada con la misma línea, se comparan también
rotransmisores que estimulan las cé- ratones alojados en un entorno de genes activos en distintas regiones ce-

56 TEMAS 28
rebrales, según presenten neurogéne- narias en un embrión para producir de memoria”. Sería demasiado corto
sis o no. La investigación genética es- un determinado linaje de neuronas. su número para almacenar una can-
tá en marcha. Células que se trasplantarían luego a tidad apreciable de información. Ade-
regiones dañadas para suplir la pér- más, ésta se guarda por medio de la

L os genes sirven de patrón para la


síntesis de las proteínas. Son és-
tas las que llevan el peso de la activi-
dida de células nerviosas.
Los trasplantes podrían ser recha-
zados por el sistema inmunitario del
intensidad de las conexiones entre las
neuronas, no en células sueltas. Pro-
ponemos también que las neuronas
dad celular, vale decir, de la inducción receptor. Para orillar ese obstáculo se nuevas se incorporan estratégicamen-
de la división celular, la migración o exploran varias vías. Una solución po- te en la red de procesado en la circun-
la diferenciación. Por ello, si pudiéra- dría consistir en cultivar células ma- volución dentada. Podrían ser nuevos
mos identificar los genes que partici- dre del cerebro del paciente que las guardianes en el portal de la memo-
pan en la fabricación de neuronas, es- ha de recibir, e intervenir en dicho ria; modificarían el procesador con-
taríamos en el camino de descubrir las material según el fin deseado, en vez forme a unas necesidades funciona-
proteínas asociadas y establecer la de utilizar células madre de un do- les incrementadas. Pero esta teoría
contribución de esos genes y sus pro- nante. Se han diseñado ya medios bas- hay que probarla todavía.
teínas al proceso neurogenético. tante inocuos para extraer tales célu- Una cuestión que debe aclararse es
Con diligente tenacidad podríamos las cerebrales. si la neurogénesis tiene lugar en otras
recorrer la trayectoria de las casca- Cierto es que nos movemos aún en áreas del cerebro. El hipocampo y el
das moleculares que llevan de un es- el terreno de la pura especulación. En sistema olfativo son las dos regiones
tímulo específico, sea ambiental o in- algún momento del estudio de los con- del cerebro adulto en que se ha des-
terno, a alteraciones particulares de troles de la neurogénesis y de los tra- crito la neurogénesis. Es vivo el de-
la actividad genética y, a su vez, a una tamientos propuestos para los trastor- bate acerca de si la hay también fue-
intensificación o disminución de la nos cerebrales se tendrá que sustituir ra de ellas. El grupo de Gould
neurogénesis. Se dispondría así de la a los roedores por humanos. Para es- comunicó la existencia de neuronas
información necesaria para inducir a tudiar a personas sin afectar su salud, nuevas, en un número que sorpren-
voluntad la regeneración neuronal. habrá que recurrir a protocolos muy día por lo alto que era, en la neocor-
Este enfoque clínico podría traducir- refinados, que recurran a técnicas de teza, pero lo refutaron David Kornack,
se en la administración de moléculas formación de imágenes (resonancia de la Universidad de Rochester, y Pas-
reguladoras, u otros agentes farma- magnética funcional o tomografía de ko Rakic; tras un meticuloso análisis
cológicos, en la aplicación de terapia emisión de positrones) que no agredan microscópico, no encontraron neuro-
génica para aportar moléculas útiles, al cerebro. Habrá que desarrollar me- nas corticales nuevas.
en el trasplante de células madre, mo- canismos de seguridad para que las
dulación de estímulos ambientales o
cognitivos y alteraciones de la activi-
dad física.
neuronas trasplantadas o cuya forma-
ción se estimule en el mismo cerebro
humano hagan lo que se espera de
L os cultivos de células de roedores
nos han enseñado que las células
madre neuronales que producen neu-
El desarrollo de las técnicas de ese ellas y no interfieran en la función ce- ronas en una placa de Petri proceden
tenor quizá requiera decenios. Una rebral normal. de casi todas las regiones del cerebro,
vez dominadas, sin embargo, podrían Sigue abierta la pregunta funda- incluida la corteza. Sin embargo, en
aplicarse con amplia versatilidad. Po- mental: ¿cuál es el uso funcional de la condiciones fisiológicas, dentro del ce-
dría quizás alcanzarse con ellas cier- neurogénesis en los adultos? Henriet- rebro, no parece que se desarrollen
to grado de reparación en áreas cere- te van Praag, del Salk, Alejandro F. neuronas nuevas a partir de esas cé-
brales con neurogénesis conocida y en Schinder, ahora en la Universidad de lulas fuera de las dos regiones neuró-
zonas donde las células madre se ha- California en San Diego, y uno de no- genas clásicas. Jeffrey D. Macklis y
llen en reposo. Podría el médico indu- sotros (Gage) desarrollaron un méto- sus colaboradores, de la Universidad
cir el traslado migrador de células ma- do nuevo para etiquetar células recién de Harvard, han mostrado que las cé-
dre hacia zonas donde no suelen nacidas; hace poco han logrado demos- lulas progenitoras naturales (endóge-
recalar, promoviendo su maduración trar que las propiedades electrofisio- nas) reemplazan las neuronas indivi-
en el tipo específico de células nervio- lógicas de las neuronas del hipocam- duales de las cortezas de ratones en
sas que demanda el paciente. Aunque po recién generadas son idénticas a las el caso de que hayan sufrido ciertos
las nuevas células no regenerarían de las células vecinas, más viejas. Es- daños muy determinados. No es fácil
partes completas del cerebro ni repa- te hallazgo resolvió la urgente duda de extender este resultado a circunstan-
rarían pérdidas de memoria, sí po- si la neurogénesis produce neuronas cias más generales, pero enseña que
drían, por contra, sintetizar cantida- funcionales. El papel que esas nuevas la neurogénesis cortical es, en princi-
des importantes de dopamina (el neuronas funcionales desempeñan, eso pio, posible.
neurotransmisor cuya carencia pro- sí, está aún por ver.
voca los síntomas del Parkinson) u Se ha intentado ligar la neurogéne-
otras sustancias. sis al aprendizaje y la memoria, pero
La investigación en dominios próxi- los resultados no son concluyentes. Se
BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA
mos de la ciencia facilitará la búsque- considera por lo general que el hipo- Neurogenesis in Adult Primate Neocor-
da de enfoques terapéuticos avanza- campo es la puerta de entrada a la tex: An Evaluation of Evidence. Pasko
dos. En algunos laboratorios se memoria. Procesa la información an- Rakic en Nature Reviews: Neuro­science,
cultivan células madre embrionarias tes de que se la guarde a largo plazo vol. 3, págs. 65-71; enero de 2002.
humanas: un tipo celular muy versá- en zonas de la corteza; es decir: con- Functional Neurogenesis in the Adult
til, derivado de embriones en fase pre- solida los recuerdos. Proponemos que Hippocampus. Henriette van Praag, Ale-
coz de desarrollo y capaz de producir la función de las neuronas nuevas es- jandro F. Schinder, Brian R. Christie,
Nicolas Toni, Theo D. Palmer y Fred H.
cualquier tipo celular en el cuerpo hu- tá ligada a este proceso. No obstante, Gage en Nature, vol. 415, págs. 1030-1034;
mano. Es posible que llegue el día en las células nuevas no se incorporan febrero de 2002.
que se coloquen células madre embrio- al hipocampo como si fuesen un “chip

LA CONSCIENCIA 57
¿Cómo calcula
nuestro cerebro?
La observación de nuestro cerebro en actividad
pone de manifiesto qué regiones cerebrales están
especializadas en el tratamiento aritmético
y la forma en que se coordinan sus acciones

Stanislas Dehaene

E
l matemático Jacques Hada- mos en la comparación de dos núme- detención se producía cuando el suje-
mard publicó en 1945 un en- ros indica que nuestro cerebro exami- to experimental respondía “mayor” o
sayo sobre la psicología de la na las palabras o los números arábigos, “menor” pulsando un botón. Los re-
invención en el dominio de las mate- expresiones simbólicas, según una re- sultados ofrecen una regularidad lla-
máticas. Resumía en él su prolonga- presentación interna de las cantida- mativa. A medida que el número a
da indagación sobre la representación des numéricas análoga a una línea, a comparar se aproxima a 65, el tiem-
mental de los objetos matemáticos, lo largo de la cual se suceden los nú- po de respuesta aumenta; los errores
rebuscando pistas en las biografías de meros en orden creciente. Esta repre- siguen una curva similar.
sus predecesores, en los testimonios sentación y la manipulación de núme- Cuando se reconstruye esta curva
de sus coetáneos de mayor prestigio ros utilizan sobre todo un área cerebral, mediante un modelo matemático, se
y en su propia experiencia personal. la región parietal inferior. No obstan- descubre que el tiempo de respuesta
Dedujo de todo ello interesantes hi- te, atendiendo a la operación aritmé- obedece a una función del logaritmo
pótesis relativas a las condiciones psi- tica que estemos llevando a cabo, sea de la distancia entre los números. Re-
cológicas del descubrimiento en ma- una comparación, una resta o una mul- sulta notable que una función loga-
temáticas. tiplicación, dicha región se activa en rítmica parecida explique el tiempo
Su brillante memoria, empero, se uno u otro hemisferio y coordina su ac- que necesita una persona para com-
cierra con un interrogante. Refirién- tividad con otras áreas especializadas, parar dos magnitudes físicas, como el
dose a las teorías de Franz Joseph repartidas por el cerebro, y señalada- peso o la longitud de dos objetos. Di-
Gall, quien postulaba la existencia de mente, con las que controlan la pro- ríase, pues, que los números, objetos
un órgano cerebral consagrado al “sen- ducción del lenguaje. simbólicos abstractos, parecen trata-
tido de las relaciones de los números”, dos por el cerebro humano como mag-
Hadamard llegaba a esta conclusión: Comparemos dos números nitudes físicas concretas y continuas.
“Valdría la pena adentrarse en ideas
más o menos similares a las de Gall.
Pero, ¿cómo hacerlo...? ¿Llegará el día
S upongamos que tenemos algunas
monedas en el bolsillo y la inten-
ción de comprar algunos artículos.
Presentados en forma de una serie de
cifras arábigas, serían convertidos
mentalmente en una magnitud inter-
en que los matemáticos sepan lo su- ¿Cuánto tiempo necesitaremos para na continua, y después, “ponderados”
ficiente sobre la fisiología del cerebro, juzgar si su precio excede, o no, de mentalmente.
y en que los neurofisiólogos se encuen- nuestros menguados recursos econó- En el caso de números de dos cifras,
tren lo bastante al corriente del des- micos? En 1967, Robert Moyer y Tho- los resultados de la experiencia de
cubrimiento en matemáticas, para ha- mas Landauer, de la Universidad de comparación son asombrosos. En un
cer posible una cooperación eficaz?” Stanford, hicieron ver que el tiempo ordenador, el algoritmo más rápido
El deseo de Hadamard lleva cami- de comparación de dos números es para la comparación de números se
no de hacerse realidad. Se están in- tanto mayor cuanto más cercanos se basa en el examen sucesivo de sus ci-
vestigando los fundamentos cerebra- encuentren: tardamos menos en com- fras, de izquierda a derecha. Podemos
les de las operaciones matemáticas parar 8 y 2 que 5 y 6. así determinar que 58 es menor que
elementales. Con la ayuda de méto- Con Emmanuel Dupoux y Jacques 65 sin más que comparar los dígitos
dos tomados de la psicología cogniti- Mehler, del Laboratorio de Ciencias de las decenas, 5 y 6. Las unidades
va, de la neuropsicología y de la ob- Cognitivas y Psicolingüísticas del sólo se tienen en cuenta cuando las
tención de imágenes del cerebro, EHESS y del CNRS, he observado el cifras de las decenas son idénticas.
estamos descubriendo las zonas cere- mismo “efecto de distancia” en la com- Pero nuestro cerebro no se atiene a
brales activas mientras se efectúan paración de números de dos dígitos. ese procedimiento. Para empezar, la
operaciones aritméticas. El autor se En uno de nuestros experimentos, he- curva de los tiempos de comparación
ha centrado sobre los entes a un tiem- mos estudiado la comparación con 65, con 65 no presenta discontinuidades
po los más sencillos y más fundamen- que sirvió de referencia fija. La apa- especiales en el caso de los números
tales de entre los objetos matemáti- rición de un número de dos cifras so- que comienzan por 6; además, el tiem-
cos, a saber, los números enteros. bre la pantalla de un ordenador po- po de comparación depende del dígi-
El análisis del tiempo que inverti- nía en marcha un cronómetro, cuya to de las unidades, a pesar de ser su-

58 TEMAS 28
REGION PARIETAL
INFERIOR DERECHA

COMPARACION

REGION PARIETAL
INFERIOR IZQUIERDA
MULTIPLICACION REGION FRONTAL
IZQUIERDA

f. chochon, s. dehaene, p. f. van de moortele y d. le bihan

REGION PARIETAL
REGION PARIETAL
INFERIOR IZQUIERDA
INFERIOR DERECHA
RESTA

1. LAS REGIONES CEREBRALES activadas dependen de la opera- cambio, tan sólo activa la región parietal inferior izquierda. La
ción aritmética que se efectúe. Al mismo tiempo que el sujeto ve resta activa simultáneamente estas dos regiones, con extensión
aparecer en la pantalla de un ordenador cifras que ha de compa- e intensidad más pronunciadas. También es visible una importan-
rar con 5 (arriba), que ha de multiplicar por 3 (centro) o que ha de te activación de la región frontal izquierda, relacionada, tal vez, con
restar de 11 (abajo), se procede a cartografiar por resonancia la utilización de memoria de trabajo. De conformidad con los con-
magnética el incremento de oxigenación en las regiones activas. venios neuroló­gicos, el hemisferio derecho aparece en la parte
Durante la comparación de las cifras, entra en actividad una pe- izquierda de los cortes anatómicos, como si nos situásemos fren-
queña región parietal inferior derecha. La multiplicación, en te a la persona yacente sobre la espalda.

LA CONSCIENCIA 59
o “nueve”: la presentación de un nú-
850 mero, aunque sea tan breve que no
tengamos conciencia de haberlo visto,
reduce el tiempo de tratamiento de los
números vecinos.
El efecto de distancia constituye,
800 pues, una parte integrante de la com-
TIEMPO DE RESPUESTA (EN MILISEGUNDOS)

prensión de los números. En cuanto


percibimos un símbolo numérico, sea
en cifra o en expresión verbal, habla-
do o escrito, accedemos rápida y auto-
750 máticamente a la cantidad correspon-
diente sobre una suerte de “línea”
organizada según la proximidad nu-
mérica (véase la figura 3).
¿En qué lugar de nuestro cerebro
700 se encuentra codificada esta “línea
numérica”? ¿Qué regiones cerebrales
reconocen la forma de las cifras ará-
bigas y cuáles otras intervienen en la
representación de la cantidad? En un
650 principio, fue el examen de enfermos
que habían sufrido lesiones cerebra-
les el que sirvió para precisar las res-
pectivas contribuciones de los hemis-
ferios derecho e izquierdo a la
600 actividad aritmética.

La especialización
de los hemisferios

T odo lo que se presenta en la mi-


documentos pour la science

tad derecha del campo visual se


proyecta en el área visual primaria
65 del hemisferio izquierdo, y vicever-
40 50 60 70 80 90 sa. Si fijamos un punto y aparece una
cifra a la izquierda de este punto du-
rante menos de dos décimas de se-
gundo, duración insuficiente para
2. COMPARAMOS DOS NUMEROS tanto más rápidamente cuanto mayor es su diferencia.
que la mirada se reoriente, la cifra
El tiempo medio de comparación de un número con 65 depende del logaritmo de su
tan sólo es “vista” por el córtex visual
diferen­cia con dicho número.
del hemisferio derecho. En un suje-
to normal, la información pasa rápi-
perfluo. Por ejemplo, los tiempos de con todas las letras (dos) o dados por damente al otro hemisferio vía un es-
respuesta crecen continuamente en- un cúmulo de puntos: estas notacio- peso haz de fibras, llamado cuerpo
tre 51 y 59, por más que la cifra de nes desembocan, por vías diferentes, calloso. En algunos pacientes, en in-
las decenas baste para saber que ta- en una misma representación abstrac- tervenciones quirúrgicas destinadas
les números son menores que 65. ta de las cantidades. El efecto sigue a tratar epilepsias rebeldes, se sec-
El algoritmo de comparación que uti- siendo observable en tareas en las que ciona dicho haz: los dos hemisferios
liza nuestra mente no descompone los no tenemos conciencia de estar efec- cerebrales permanecen intactos, pe-
números. El cerebro humano convier- tuando un tratamiento semántico de ro imposibilitados de comunicarse.
te los números pequeños, con los que los números. Cuando decidimos si dos La cifra queda, pues, confinada en
estamos familiarizados, en represen- cifras son idénticas o diferentes, lo un solo hemisferio, y se puede medir
taciones internas sobre una escala con- que no parece exigir sino un análisis la forma en que este único hemisfe-
tinua de cantidades, y compara, a con- visual superficial, somos más lentos rio efectúa diferentes cálculos.
tinuación, estas cantidades con cuando las cifras están numéricamen- Así llegaron Michael Gazzaniga y
independencia de los símbolos que les te cercanas: tardamos más en decidir sus colegas de la Universidad de Dart-
sirven de vehículos. La continuidad que 1 es distinto de 2 que en decidir mouth al descubrimiento de que cada
analógica no desaparece sino hasta la que 1 es diferente de 9. Incluso en es- uno de los dos hemisferios determina
comparación de números de más de ta situación transformamos los núme- si dos cifras arábigas son idénticas o
cuatro dígitos; en tal caso, los sujetos ros en cantidades internas. distintas. La forma de las cifras es,
los comparan cifra por cifra, de izquier- De igual manera, cuando repasa- pues, codificada y reconocida de mo-
da a derecha y tanto más rápidamen- mos una suma, somos tanto más rá- do independiente en el hemisferio iz-
te cuanto más diferentes sean. pidos en responder “falso” cuanto más quierdo y en el hemisferio derecho. La
Otros experimentos han dado ma- se aleja de la verdad el resultado. Ade- capacidad de identificación del cardi-
yor precisión a este “sentido de las más, comparamos antes con el 5 la nal de un conjunto y de la significa-
cantidades”. El efecto de distancia es misma cifra 4 tras de una presenta- ción de un número arábigo queda re-
casi idéntico, se presenten los núme- ción subliminal de la palabra “tres” partida de este modo: los dos
ros en notación arábiga (2), escritos que después de la de las palabras “uno” hemisferios reconocen, en cierta me-

60 TEMAS 28
dida, si una cifra arábiga corresponde vieran mucho tiempo para reorgani- incluso decidir si un número era par
o no a un conjunto de puntos (como 3 zarse. Ahora bien, al igual que en el o impar.
y ...). Más todavía: cada hemisferio caso de los pacientes anteriores, su Los datos obtenidos de todos estos
sabe comparar dos cifras y números hemisferio izquierdo era capaz de pacientes demuestran que la identi-
de dos cifras. Por último, en colabo- identificar, comparar, pronunciar, su- dad de los números y la cantidad
ración con Laurent Cohen, del Hospi- mar y multiplicar las cifras, mientras aproximada que representan son ac-
tal de la Salpêtrière, hemos demos- que su hemisferio derecho sólo logra- cesibles por igual a los dos hemisfe-
trado que cada hemisferio presenta ba identificarlas y compararlas. rios. Por el contrario, sólo el hemisfe-
un efecto de distancia cuasinormal, si Otra fuente de datos la constituyen rio izquierdo es capaz de enunciarlos
bien este último es un poco más pro- los pacientes que sufren lesiones ex- en voz alta y emplearlos en cálculos
nunciado en el hemisferio derecho que tensas en el hemisferio izquierdo. Las exactos.
en el hemisferio izquierdo. Cada he- destrezas numéricas de estos pacien- ¿Qué redes de áreas cerebrales tie-
misferio dispone, por consiguiente, de tes son, aproximadamente, sólo las de nen a su cargo, en cada hemisferio, el
los procedimientos necesarios para la su hemisferio derecho. Jordan Graf- reconocimiento de las cifras, su lectu-
interpretación de un número escrito man, del norteamericano Instituto ra y comprensión? Hemos identifica-
con cifras como una cantidad y para Nacional de la Salud en Bethesda, ha do algunas. La forma visual de las ci-
comparar dos cantidades. estudiado a un antiguo combatiente fras arábigas, por ejemplo, es
El cerebro, por el contrario, mani- del Vietnam que había sufrido la pér- analizada por los circuitos de la vía
fiesta una asimetría clara en los do- dida casi completa del hemisferio iz- occipitotemporal ventral de los dos
minios del lenguaje y del cálculo. El quierdo a causa de una ráfaga de ame- hemisferios: un paciente que sufra
hemisferio izquierdo parece poseer to- tralladora. Este paciente leía y una lesión de estas regiones difícil-
das las capacidades aritméticas de un escribía con muchísima dificultad; era mente consigue leer las cifras; puede,
sujeto normal, pero el hemisferio de- capaz, sin embargo, de comparar nú- en cambio, escribirlas o repetirlas. En
recho no sabe ni leer en voz alta, ni meros de uno o dos dígitos. Así pues, la comprensión y la producción ver-
calcular. Un paciente sin cuerpo ca- este hombre comprendía siempre las bal de palabras intervienen las regio-
lloso, que vea la cifra 4 a la izquierda cantidades asociadas a las cifras. Pe- nes perisilvianas del hemisferio iz-
de su campo visual, a la que, por tan- ro su capacidad de cálculo se detenía quierdo; numerosos pacientes que han
to, trata sólo con su hemisferio cere- en las sumas y restas más elementa- sufrido lesiones en tales regiones tie-
bral derecho, sabe que este número les, como 2 + 2. nen dificultades para enunciar o com-
es menor que 5. Sin embargo, es po- prender los nombres de los números
sible que al leerlo diga “nueve”, y es, Lesiones selectivas que oyen.
por otra parte, totalmente incapaz de
multiplicarlo por 3 o de sumarle 8
(véase la figura 4).
H emos descrito un caso todavía
más espectacular, el de un pa-
ciente, N., víctima de una lesión
En lo que atañe al sentido cuanti-
tativo de los números intervienen las
regiones parietales inferiores de am-
Tras los trabajos fundacionales de extensa en la región posterior del bos hemisferios. Los trabajos de S. E.
Paul Broca, en el siglo xix, sabemos hemisferio izquierdo. N., que experi- Henschen en 1919 y 1920, los de J.
que en la mayoría de las personas los mentaba enormes limitaciones de lec- Gerstmann en los años cuarenta y,
procesos de producción del lenguaje tura, escritura o cálculo, declaraba por último, los de Henri Hécaen en el
hablado sólo se encuentran presen- sin pestañear que 2 + 2 son 3. Conser- Hospital de la Salpêtrière de la déca-
tes en el hemisferio izquierdo. Tras vaba, empero, cierto sentido cuanti- da posterior han establecido que pa-
la ablación del cuerpo calloso, las tativo de los números: podía compa- cientes que sufren lesiones de la re-
áreas del hemisferio izquierdo que- rar dos números (aun cuando fuera gión parietal izquierda quedan
dan imposibilitadas de recibir del he- incapaz de leerlos en voz alta), con un
misferio derecho las informaciones efecto de distancia normal; realizaba
referentes a la identidad de la cifra asimismo sumas aproximadas, y sa-
100
a nombrar. El paciente pronuncia en- bía que 2 + 2 no es igual a 9. N. no pa-
tonces una palabra al azar. De igual recía representarse las cantidades nu-
forma, al parecer, sólo el hemisferio méricas sino de manera burda. Sólo 90
izquierdo tiene acceso a las tablas de conseguía dar respuestas aproxima-
sumar y multiplicar, registradas en das a las preguntas más diversas. 80
forma de palabras puesto que las he- ¿Cuántos días tiene el año? 350, res-
mos aprendido recitándolas de me- pondía. ¿Cuántos huevos hay en una 70
moria. docena? 8 o 10. Esta imprecisión le
La mayoría de estos resultados se impedía efectuar cálculos exactos, e
han obtenido de pacientes sometidos 50
a sección quirúrgica del cuerpo callo-
38
so, por ser epilépticos desde la infan-
cia. ¿Es la organización cerebral de 30
estos pacientes idéntica a la de una
persona ordinaria? Hemos estudiado 20
el caso de una mujer de 30 años, que 3. LA REPRESENTACION mental de
era perfectamente normal en el pla- cantidades numéricas, que utilizamos
documentos pour la science

10
no neurológico hasta que un acciden- 9 inconscientemente en la comparación de
6
te vascular cerebral destruyó la par- 5 números, se parece a una línea orientada en el
te posterior de su cuerpo calloso. 1
espacio. Ciertas personas, como es el caso de una
Pudimos observar perfectamente las mujer joven interrogada por Francis Galton en el siglo
facultades casi normales de cada uno xix, representan conscientemente esa imagen en forma de
de sus hemisferios, antes de que tu- una cinta coloreada y ondulante.

LA CONSCIENCIA 61
de la semana. Manipulaba sin dificul-
La doble disociación tad las fechas o las horas. Sabía deter-
minar qué hora se encuentra entre las
14 y las 16 horas, e incluso era capaz
L a neuropsicología, estudio científico de pacientes afectados de lesiones
cerebrales, se funda en el método de la disociación. Sometiendo a los
pacientes a pruebas de diversos tipos, se advierte que éstos realizan la tarea
de convertir “las 2 de la tarde” en las
“14 horas”, o las “20 horas” en “las 8
A, pero no la tarea B. Dos pacientes que estudié con Laurent Cohen, en el de la tarde”. Las operaciones aritmé-
Hospital de la Salpêtrière, no eran capaces de leer en voz alta pares de núme- ticas equivalentes, 2 + 12 y 20 – 12, le
ros (10 % de éxitos), pero sí podían indicar cuál de dos números era el mayor resultaban, en cambio, imposibles de
(100 por ciento de éxitos). Las facultades de lectura (tarea A) y de comparación realizar. Este paciente tan sólo pare-
de números (tarea B) están disociadas. Resulta entonces tentador concluir que cía carecer del sentido cuantitativo de
la lesión ha perturbado selectivamente los circuitos cerebrales de la lectura, los números, que trata de las cantida-
pero no los de la comparación de números, y, por consiguiente, que estas tareas des abstractas.
las realizan regiones cerebrales parcialmente diferentes. Se observó otra disociación intere-
Hay, empero, otras explicaciones posibles. Las tareas A y B, por ejemplo, sante entre las operaciones aritméti-
podrían utilizar circuitos idénticos, mas, por ser la tarea A intrínsecamente más cas. M. experimentaba enormes difi-
difícil que la tarea B, con independencia de cuál haya podido ser la dismi­nución cultades en la bisección y en la resta
de las facultades intelectuales, los rendimientos en la ejecución de A disminui- (77 y 75 por ciento de errores, respec-
rían con respecto a los de B. Así, un error en la percepción de las cifras, por tivamente); le resultaba más fácil, en
pequeño que sea, perturba su lectura, pero no necesariamente su comparación. cambio, realizar sumas (32 por ciento
Un paciente que leyera el par “31,99” como “cuarenta y uno, noventa y ocho” de errores) y multiplicaciones (25 por
seguiría mencionando los números en el orden correcto. Además, los porcen- ciento de errores) con las mismas ci-
tajes de error de las tareas A y B no admiten siempre una comparación directa: fras. Enunciaba en voz alta el resul-
un 50 por cien­to de éxito en la comparación de números no tendría por qué tado de una multiplicación sin que, al
indicar resultados mejores que la mera respuesta al azar, mientras que un 50 parecer, comprendiera el significado
por ciento en la lectura seguiría suponiendo una puntuación honorable, dado del enunciado. Esta observación con-
que, para números de dos cifras, la probabilidad de responder correctamente firma la hipótesis de que las tablas de
[leyéndolas al azar] es sólo del uno por ciento. sumar y multiplicar, que se cantan de
Por todas las razones anteriores, los neuropsicólogos buscan la observación memoria en la escuela elemental, que-
de una disociación doble: buscan al menos dos pacientes tales que en la tarea dan impresas en circuitos cerebrales
A el paciente 2 logre mejor resultado que el 1, mientras que en la tarea B sea el ligados a los del lenguaje y son par-
paciente 1 quien supere al 2. Ninguna de ambas tareas podría entonces repu- cialmente independientes de la repre-
tarse intrínsecamente más difícil que la otra. Según el emplazamiento de la sentación cuantitativa de los núme-
lesión cerebral, es una u otra facultad la que se resiente. En tales casos, cabe ros, ubicada en la región parietal.
afirmar que se basan en circuitos cerebrales diferentes. Esta segunda representación, en cam-
bio, es necesaria para la resta, que no
se aprende de memoria, y exige tratar
con las cantidades.
incapacitados para el cálculo, aunque cesivamente 7, 5 y 3 como resultados
puedan seguir nombrando y escribien- posibles. Le resultaba igual de impo- La multiplicidad de circuitos
do los números. De acuerdo con estas sible la bisección de dos números (la de la multiplicación
observaciones, la región parietal in-
ferior no interviene directamente en
la identificación y la producción de
determinación de un número equidis-
tante de ambos). ¡Cuando le pregun-
tamos qué número se halla entre 2 y
H emos observado una disociación
inversa a la de M. en el caso de
B., una institutriz jubilada víctima de
números, sino, más bien, en la mani- 4, nos propuso el 7! una lesión subcortical del hemisferio
pulación interna de cantidades numé- La lesión de M. estaba situada en izquierdo. Esta señora no conseguía
ricas, siguiendo las reglas de la arit- su hemisferio derecho, pero nosotros recitar ni las tablas de multiplicar, ni
mética. creemos que la organización cerebral el alfabeto, ni siquiera el Tengo una
Los resultados a que nosotros he- de este paciente zurdo era simétrica muñeca vestida de azul. ¡Sí era capaz,
mos llegado confirman que las lesio- a la de una persona normal. Marga- en cambio, de restar, comparar o bi-
nes de la región parietal conllevan ret Hittmair-Delazer y Brian But- secar dos números! Esta doble diso-
una pérdida profunda del sentido terworth han observado también un ciación pone de manifiesto que la re-
cuantitativo de los números. Vale la paciente similar, que tenía gran difi- gión parietal inferior no desempeña
pena describir lo observado en M., un cultad para comparar números, aun- una función genérica en la aritméti-
varón de 68 años afectado de una pe- que para él era la inversa el efecto de ca: no aloja ni la célebre “protuberan-
queña lesión de la región parietal in- distancia: invertía tanto menos tiem- cia matemática” ni el “sentido de la
ferior. M. no experimentaba ninguna po cuanto más cercanos eran los nú- relación de los números”, nociones tan
dificultad de lenguaje. Leía los núme- meros y parecía tener que contar in- queridas de Gall y de los frenólogos.
ros en voz alta y los escribía al dicta- cluso para comparar dos números. Su A lo más, esta región contiene, en los
do. Pero no comprendía el significado sentido de las cantidades había sufri- dos hemisferios, una codificación de
de estos números. En la comparación do, por consiguiente, una profunda los números en forma de cantidad,
de números, incurría a veces en erro- perturbación. mientras que otros circuitos especia-
res burdos, afirmando, por ejemplo, Las deficiencias de M. se limitaban, lizados contribuyen a la codificación
que 5 es mayor que 6. También las y ello es notable, a números abstrac- de la tabla de multiplicar, de las fe-
restas le planteaban dificultades enor- tos. Hallaba sin equivocarse la inter- chas, las horas e incluso del álgebra.
mes. No llegó jamás a determinar el media entre dos letras, entre dos no- La existencia de tales circuitos, y
resultado de 3 – 1: no entendía qué tas musicales, o el mes o día la función concreta de la región parie-
significaba esa operación, y ofreció su- intercalado entre dos meses o dos días tal inferior en la manipulación de las

62 TEMAS 28
cantidades, quedan confirmadas por
observaciones directas del cerebro
4 4
mientras se encuentra calculando.
Cuando un circuito cerebral entra en
actividad se produce, algunos segun-
dos después, un aumento local del rie-
go sanguíneo y de la tasa de oxigena-
ción de la sangre en los vasos que
irrigan las regiones cerebrales acti-
vas. Este incremento, confinado al in-
terior de la caja craneana, puede per-
cibirse desde el exterior por inyección CUATRO
de un trazador radiactivo que se acu-
mula preferentemente en las regio-
nes activas, y cuya distribución espa-
cial se reconstruye a partir de las
radiaciones emitidas por ellas, medi- 4 4
das por una cámara de positrones.
P. Roland y L. Friberg, de la Uni-
versidad de Copenhague, han obser- HEMISFERIO IZQUIERDO HEMISFERIO DERECHO
vado de este modo la actividad corti- 100 % 0 0 100 %
cal en el caso de restas repetidas de
pour la science segun m.gazzaniga et al.

RECONOCIMIENTO
99 % 99,3 %
3 en 3 (50 – 3 = 47, 47 – 3 = 44, 44 – VISUAL
3 = 41, etc.). Se produce una intensa 100 % DESIGNACION 100 %
actividad bilateral de la región parie-
tal inferior, acompañada de una acti- 99,3 % COMPARACION 95,9 %
vidad en los lóbulos frontales asocia-
da, sin duda, a la memorización de 100 % LECTURA 0%
resultados intermedios. Estos resul-
tados se han reproducido en imágenes 94% CALCULO MENTAL 6%
funcionales de resonancia magnética,
técnica con que se mide el estado de 4. LOS DOS HEMISFERIOS CEREBRALES poseen distintas capacidades aritméticas. Ambos
oxigenación de las moléculas de he- identifican visualmente las cifras y saben qué cantidades representan, pero tan sólo el
moglobina de la sangre. Incluso en el hemisferio izquierdo accede a la pronunciación y la recordación de las tablas aritméticas.
caso de restas sencillas, como 11 – 4, Los diagramas indican las puntuaciones conseguidas en varias tareas por un paciente al
observamos una activación intensa que se le había seccionado el cuerpo calloso, que conecta ambos hemisferios: las cifras
que se extiende varios centímetros a presentadas en la mitad izquierda o la mitad derecha del campo visual son tratadas exclu-
lo largo del surco intraparietal, des- sivamente por el hemisferio opuesto. El paciente sabe decir en todos los casos si dos cifras
pués, al fondo del surco poscentral, son idénticas, señalar con el dedo en un cuadro las cifras correspondientes o compararlas
llegando a la región parietooccipital. con 5; sin embargo, no puede leerlas en voz alta ni utilizarlas en cálculos mentales hasta
Son, pues, varias las regiones cerebra- que no alcanzan su hemisferio izquierdo.
les verosímilmente activas.
Nos hemos centrado en la medición cisión los circuitos asociados con ca- La resolución cronológica de las imá-
sistemática de la actividad cerebral da operación. genes tomadas por la cámara de posi-
en el transcurso de diversas tareas ¿Está la región parietal subdividi- trones o por la resonancia magnética
aritméticas (lectura, comparación, da a su vez en varias subregiones es- está limitada por el tiempo de estable-
adición, sustracción, multiplicación). pecializadas en números de distintos cimiento de la circulación sanguínea
De acuerdo con los primeros resulta- tamaños? Lisa Cipolotti, Brian But- en las regiones activas, que es de va-
dos, la corteza parietal derecha se ac- terworth y Gianfranco Denes han ob- rios segundos. En cambio, la descar-
tiva durante la comparación de nú- servado una paciente incapaz de com- ga simultánea de docenas de millares
meros; la multiplicación da lugar a prender cifras mayores que 4, en la de neuronas de una región cerebral en
una actividad reducida y casi exclu- que se había preservado el significa- actividad produce una diminuta
sivamente localizada en el hemisferio do de los números 1, 2, 3 y 4. No es corriente eléctrica, que se detecta en
izquierdo, mientras que la sustrac- imposible que los números pequeños milésimas de segundo mediante ence-
ción provoca activaciones bilaterales. y los grandes se encuentren represen- falografía, por aposición de electrodos
Un trabajo precedente había demos- tados en regiones cerebrales parcial- sobre el cuero cabelludo. La contra-
trado que otra región, el núcleo lenti- mente diferentes. partida de esta excelente resolución
cular izquierdo, se activa más inten- temporal está en la pérdida de reso-
samente durante los procesos de Las etapas del cálculo lución espacial: las señales eléctricas
multiplicación que en los de compa-
ración de unos mismos números. ¡Aho-
ra bien, esta región subcortical era
L a cartografía de las zonas cere-
brales y de sus funciones, por
precisa que sea, no basta para com-
medidas en la superficie del cuero ca-
belludo son a veces ambiguas en lo que
concierne a la posición de las regiones
precisamente la que había provocado prender los mecanismos cerebrales activadas.
en el caso de B. la pérdida de la me- del tratamiento de números. Hemos He reconstituido como sigue la se-
moria de las multiplicaciones! En con- de conocer también el desarrollo cro- cuencia cronológica de las activacio-
secuencia, la convergencia de resul- nológico de estos fenómenos. ¿En qué nes cerebrales que tienen lugar al
tados obtenidos con pacientes y con orden, y con qué velocidad, se vuel- comparar dos números (véase la figu-
sujetos normales determina con pre- ven activas estas regiones? ra 5). He medido la actividad eléctri-

LA CONSCIENCIA 63
ca del cerebro mediante 64 electrodos eléctrico positivo en los electrodos pos- les ventrales de los dos hemisferios
repartidos por la superficie del cuero teriores indica la activación del área reconocen las cifras; para las pala-
cabelludo de una persona, mientras visual primaria. Un poco después, ha- bras, sólo interviene la región izquier-
ésta comparaba el 5 con cifras arábi- cia los 150 milisegundos, se aprecia da. Pero en este estadio no es notable
gas (1, 4, 6 o 9) y con nombres de nú- una diferencia topográfica, según que ningún efecto de distancia; se recono-
meros (uno, cuatro, seis o nueve). se haya presentado una cifra arábiga ce la identidad de los símbolos, no su
Al cabo de unos 100 milisegundos o el nombre de un número: son iden- significado.
de la aparición de un número en la tificados por redes anatómicas dife- El efecto de distancia aparece ha-
pantalla, la presencia de un potencial rentes. Las regiones occipitotempora- cia los 190 milisegundos. Los sujetos
son sistemáticamente más lentos con
las cifras 4 y 6 que con las cifras 1 y 9.
a Por otra parte, el potencial medido en
los electrodos situados para examinar
la corteza parietal inferior varía en
función de la diferencia entre el nú-
mero y 5. Añadamos, por último, que
la topografía de este efecto es similar
para los números escritos en símbolos
arábigos o con todas sus letras, lo cual
RECONOCIMIENTO DE LAS CIFRAS
ARABIGAS 150 MILISEGUNDOS confirma que la región parietal infe-
b rior no codifica los números en forma
de símbolos en una numeración de-
terminada, sino en un código cuanti-
tativo abstracto e independiente de la
notación de entrada.
Seguimos asimismo las etapas ul-
teriores del tratamiento de la infor-
mación. A partir de los 250 milisegun-
RECONOCIMIENTO DE LAS PALABRAS dos aparece la primera diferencia
150 MILISEGUNDOS
significativa entre las respuestas “ma-
c yor” y “menor”, que el sujeto da pul-
sando respectivamente con la mano
derecha o con la izquierda. A partir
de este momento, tan sólo un cuarto
de segundo después de la presenta-
ción del número, el sistema motor co-
mienza a enterarse de la respuesta
COMPARACION correcta. La activación motriz, empe-
190 MILISEGUNDOS ro, no culmina sino hacia los 330 mi-
lisegundos, y la respuesta propia-
d
mente dicha no se produce, por
término medio, sino hasta los 400 mi-
lisegundos. Después, hacia los 470 mi-
lisegundos, se observa la activación
de una nueva área cerebral, la región
cingular anterior, que desempeña cier-
to papel en el control de otros circui-
RESPUESTA tos cerebrales. En cuanto el sujeto co-
330 MILISEGUNDOS mete un error, esta región se activa
e para detectarlo y tratar de corregirlo.
Se aprecia entonces un relanzamien-
to de la actividad eléctrica concomi-
documentos pour la science

tante de la respuesta inicial.


Esta cadena de acontecimientos
—identificación de la cifra, compren-
CORRECCION DE ERRORES sión por la región parietal inferior y
470 MILISEGUNDOS consiguiente respuesta motriz—
corresponde a lo que podemos dedu-
cir de la cartografía de regiones cere-
5. LA SECUENCIA DE ACTIVACION CEREBRAL en el transcurso de la comparación de cifras brales. La electroencefalografía
con el número 5 se desarrolla según cuatro etapas, por lo menos. Las variaciones de poten- permite precisar la duración de las
cial eléctrico en la superficie del cerebro (izquierda) reflejan la actividad de las regiones distintas etapas.
cerebrales subyacentes e indican en qué instantes entran en actividad las distintas regiones Experiencias similares revelan,
cerebrales (derecha). El reconocimiento de la cifra o la palabra se produce en 150 milise- además, que al presentar dos veces
gundos (a y b); la comparación ha sido realizada ya hacia los 190 milisegundos, con activa- seguidas la misma cifra en la tarea
ción de la región parietal inferior (c). Al cabo de 330 milisegundos, la persona pulsa el botón de comparación, la etapa de identifi-
de la respuesta (d). Hacia los 470 milisegundos se activa la región cingular anterior (e), con cación va seguida directamente de la
el fin de corregir un posible error. respuesta motriz, sin efecto de distan-

64 TEMAS 28
estrateGias
y planificacion

representacion
de cantidades
documentos pour la science

tratamiento palabras cifras


de palabras y cifras
habladas
reconocimiento
visUal

6. VARIAS REGIONES CEREBRALES podrían participar en el tratamien- quierdo (verde). Las cantidades numéricas se representan en la región
to de información numérica. En el modelo considerado, el reconoci- parietal inferior de los dos hemisferios (amarillo), especialmente, en
miento visual activa la región occipitotemporal ventral (azul), en el lo profundo del surco intraparietal. Interviene por último la corteza
hemisferio izquierdo en el caso de palabras escritas y en ambos lados prefrontal (rojo) para memorizar los resultados intermedios y controlar
en el caso de cifras arábigas. El reconocimiento y la producción de las estrategias puestas en juego en las regiones posteriores. Todas
palabras habladas activan la región perisilviana del hemisferio iz- esas regiones se intercambian información en un cálculo.

cia y, por así decirlo, sin activación de operación aritmética abstracta tuando un cálculo? ¿De qué forma van
la región parietal inferior. Los suje- 2 – 1 = 1. Pudiera ser que existieran cediendo su lugar estos mecanismos
tos detectan la repetición, recuerdan desde el nacimiento circuitos cerebra- de cálculo elementales, al hilo de la
la respuesta y la repiten. Todavía es les predeterminados para la represen- educación matemática, a representa-
de mayor interés que, al multiplicar tación de cantidades, con independen- ciones cerebrales mucho más elabo-
dos cifras, si la multiplicación es sim- cia de toda educación matemática. El radas de los objetos, llegando a la ex-
ple, como en 2 ↔ 3, la activación pa- aprendizaje y recitado de los nombres traordinaria fluidez calculatoria de
rietal está fuertemente lateralizada de los números (“uno, dos, tres...”) y un Einstein, un Poincaré o un Rama-
a la izquierda y es de corta duración. de la forma visual de las cifras arábi- nujan? Tal vez Hadamard, de tener co-
Por contra, si la multiplicación es me- gas (“1, 2, 3...”) permitiría entonces la nocimiento de estas preguntas, se sin-
nos familiar, por ejemplo 8 ↔ 7, pare- ulterior asociación de sistemas de nu- tiera frustrado al comprobar que las
ce arrancar en el hemisferio izquier- meración simbólica a este “sentido de cuestiones fundamentales siguen sin
do antes de extenderse a la región las cantidades”, con lo que el niño respuesta. Pero experimentaría cier-
parietal derecha durante algunos cen- aprendería a poner en relación la pa- ta satisfacción al ver que sus métodos
tenares de milisegundos. El tamaño labra “cuatro”, la cifra “4” y la canti- introspectivos se han reemplazado por
de los números manipulados y la na- dad “: :”. sólidas técnicas experimentales ema-
turaleza de las operaciones efectua- Con independencia de la validez de nadas de la biología y la psicología cog-
das sería, pues, un condicionante de este esquema, sí aflora un principio nitiva.
los caminos del cálculo en nuestro ce- general de organización cerebral: la
rebro. modularidad de las redes. Sin tener
La existencia de regiones cerebra- consciencia de ello, docenas de áreas
les especializadas en el tratamiento cerebrales especializadas, repartidas
de los números plantea el problema por los dos hemisferios, se activan al BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA
de su origen. ¿Se encuentra ya par- practicar nosotros el cálculo mental.
cialmente operativa la región parietal La información pasa sin esfuerzo de Essai sur la Psychologie de l’Invention
inferior en el niño pequeño, confirién- las representaciones visuales, espe- dans le D omaine M athématique , J.
dole ya un sentido aproximativo de las cializadas en la identidad de las ci- Hadamard, Editions Gauthier-Villars,
cantidades? Seres tan dispares como fras, a las áreas del lenguaje, en las París, 1975.
la rata, la paloma, el delfín, el chim- que los números se cifran en forma de Towards an Anatomical and Functio-
nal M odel of N umber P roces s ­ ing.
pancé y el bebé humano de pocos días, cadenas de palabras, y a las áreas del S. De­haene y L. Cohen, en Mathematical
aunque desprovistos de lenguaje, se “sentido cuantitativo” en las que vuel- Cognition, número 1, páginas 83-120,
representan mentalmente el cardinal ven a encontrarse sus cantidades y 1995.
de un conjunto de objetos visuales o sus relaciones de proximidad. Aun- Le Cerveau Social, M. Gazzaniga, Edi-
sonoros, e incluso efectúan ciertas de- que estamos comenzando a percibir tions Odile Jacob, París, 1996.
ducciones aritméticas elementales. Un los nudos principales de esta red, que- Le Cerveau en Action: l’Imagerie Céré-
bebé de cuatro meses y medio espera dan abiertas dos cuestiones. ¿Cuáles brale en Psychologie Cognitive, bajo
la dirección de S. Dehaene, Presses Uni-
que un conjunto de dos objetos del que son los mecanismos que aseguran la
versitaires de France, París, 1997.
retiramos uno no contenga más que coherencia de las informaciones nu- La Bosse des Maths. S. Dehaene, Editions
uno solo: efectúa mentalmente una méricas distribuidas y nos producen Odile Jacob, París, 1997.
analogía, con objetos concretos, de la la impresión subjetiva de estar efec-

LA CONSCIENCIA 65
Circuitos nerviosos
de la sexualidad masculina
Irwin Goldstein, John Bancroft, François Giuliano, Jeremy P. W. Heaton,
Ronald W. Lewis, Tom F. Lue, Kevin E. McKenna, Harin Padma-Nathan,
Raymond Rosen, Benjamin D. Sachs, R. Taylor Segraves y William D. Steers

M
uchos varones piensan del el pene esté en reposo; si el hombre dula espinal y el cerebro. El pene po-
pene lo mismo que senten- no se halla sexualmente excitado, see una densidad supranormal de re-
ciara Leonardo da Vinci ha- ciertas partes del sistema nervioso ceptores táctiles especializados;
ce quinientos años. Para esta figura simpático limitan el flujo sanguíneo cuando éstos se estimulan, sus seña-
eximia del arte, la invención e inves- hacia el miembro, manteniéndolo les van a la médula espinal y al ce-
tigación del Renacimiento, el órgano fláccido. El sistema nervioso simpá- rebro, donde actúan sobre vías ner-
viril poseía voluntad propia. Así es- tico es una de las dos ramas del sis- viosas de tales centros superiores.
cribió: “El pene no obedece las órde- tema nervioso autónomo, y éste, frac- (El pene no “pensará”, pero mantie-
nes de su dueño, que intenta erguir- ción del sistema nervioso central que ne al cerebro y a la médula espinal
lo o encogerlo a voluntad; por sí controla la presión sanguínea, el rit- al tanto de sus sensaciones.) Tras el
mismo se vigoriza mientras duerme mo cardíaco y demás respuestas in- clímax o un enfriamiento de la exci-
su señor. Con un poco de imagina- ternas “automáticas”. tación, decae en seguida la erección.
ción podría incluso afirmarse que po- El sistema nervioso simpático res-
see mente propia”. Equilibrio dinámico tringe de nuevo el flujo sanguíneo al
Da Vinci diseccionó penes de eje-
cutados en la horca. Aunque acertó
en reparar que el miembro se llena
E n el interior del pene, y a lo lar-
go del sistema nervioso, la res-
puesta sexual se debe a un equilibrio
interior del pene, que vuelve a su es-
tado blando.
El estrés o la exposición al frío —en
de sangre durante la erección, erró dinámico entre fuerzas excitadoras definitiva, las circunstancias que
al atribuirle voluntad. Sabemos hoy e inhibidoras. Si el sistema nervioso aumentan la actividad del sistema
que, lejos de tener mente propia, se simpático tiende a inhibir las erec- nervioso simpático— pueden inducir
halla bajo el control absoluto del sis- ciones, el sistema parasimpático —la una retracción transitoria. A la in-
tema nervioso central, es decir, del otra rama del sistema nervioso autó- versa, la desconexión de la actividad
cerebro y la médula espinal. Tal co- nomo— constituirá una de las varias del sistema nervioso simpático inten-
mo ha comprobado uno de los coau- vías excitadoras. Las señales excita- sifica las erecciones. Lo comproba-
tores (Steers), las alteraciones sufri- doras se inician en el cerebro, insta- mos en las erecciones nocturnas. Sue-
das en la red que conecta el pene y das quizá por un olor, por la visión o len darse en pleno sueño REM
el sistema nervioso central traen con- memoria de una mujer seductora o (movimiento ocular rápido), la fase
sigo problemas de erección. por autoestimulación física. en que se sueña. Durante el mismo,
En los últimos decenios se ha re- Con independencia del origen de las neuronas simpáticas se hallan in-
planteado este dominio de la urolo- las señales, responden los nervios ex- activas en el locus coeruleus, un área
gía. Merced a los avances en biología citadores peneanos liberando neuro- específica del tallo, siendo éste la par-
molecular, se comprenden mejor los transmisores proeréctiles; entre ellos, te del cerebro que conecta con la mé-
procesos internos del pene que condu- óxido nítrico y acetilcolina. Estos dula espinal.
cen a su erección y detumescencia, o mensajeros químicos relajan los De acuerdo con cierta hipótesis,
vuelta al estado de flaccidez. Se han músculos de las arterias peneanas, cuando ese centro cerebral simpáti-
empezado a explorar los mecanismos lo que facilita un mayor aflujo de san- co se encuentra inactivo, predomi-
cerebrales y medulares del control de gre que va rellenando las cámaras nan las vías proeréctiles, permitien-
estas y otras funciones sexuales. Y si esponjosas del interior del órgano. do así las erecciones nocturnas.
bien se trata sólo de unos primeros En su expansión, las cámaras com- Solemos referirnos a tales ereccio-
pasos, se adivinan ya nuevas terapias primen las venas encargadas de dre- nes como “mecanismos de recarga
para los millones de hombres que pa- nar sangre del pene. La presión opri- de baterías”, pues, al aumentar el
decen disfunciones. Asimismo, espe- me las venas hasta dejarlas casi flujo sanguíneo, aportan oxígeno
ramos un beneficio colateral para las ocluidas; atrapan, pues, la sangre nuevo para vigorizar el órgano. (En
mujeres. Aunque la investigación gi- dentro de las cámaras y provocan la las mujeres se dan también episo-
necológica va muy por detrás, comien- erección. (El fármaco Viagra —silde- dios de excitación nocturna. De he-
zan a evidenciarse paralelismos y di- nafilo— enlentece el metabolismo de cho, experimentan congestión labial,
ferencias sorprendentes en la función uno de los compuestos químicos que vaginal y clitoral cuatro o cinco ve-
sexual del varón y la mujer. mantienen los músculos de las arte- ces por noche, coincidiendo con ca-
La erección comprende una suce- rias del pene relajados, y de esta ma- da episodio de sueño REM.)
sión de eventos orquestada con suma nera retiene la sangre en éste.) Las erecciones reflejas se generan
precisión en la que el sistema nervio- Durante la erección, el miembro no por entero en la médula espinal. A la
so central lleva la batuta. No aban- se limita a recibir señales nerviosas; manera del dedo que entra en con-
dona la dirección ni siquiera aunque las envía, a su vez, también a la mé- tacto con una superficie comburente

66 TEMAS 28
y provoca la retirada inmediata de la
mano, la estimulación física del pe-
ne puede desencadenar un reflejo es-
pinal de erección en ciertas circuns-
tancias. Para perpetuarnos como
especie, la reproducción ha adquiri-
do tal importancia, que la capacidad
de generar una erección se halla ins-
crita en una trama de circuitos ner-
viosos cercana a la base de la médu-
la espinal del varón.
En humanos, la mayoría de los da-
tos relativos a este hallazgo se han
obtenido del examen de soldados con
lesiones en la médula espinal, en par-
ticular de excombatientes heridos en
la Segunda Guerra Mundial. Hasta
entonces se suponía que las lesiones
medulares inducían impotencia y es-
terilidad absolutas y permanentes.
Un error comprensible, por otro la-
do. La médula espinal es la autopista
de la información del sistema nervio-
so; por ella el estímulo nervioso va y
vuelve del cerebro y los nervios peri-
féricos. Si la médula espinal se da-
ña, la circulación de impulsos nervio-
sos puede interrumpirse de
innumerables maneras, en función
del lugar y extensión del mal.
Pero, según describiera ya en 1949
Herbert Talbot en un estudio clási-
co, los varones con lesiones medula-
res graves o totales suelen seguir te-
niendo erecciones. Examinó
doscientos hombres con paraplejía;
las dos terceras partes tenían erec-
ciones, y algunos podían copular y
llegar al orgasmo. Aunque las heri-
das de la guerra los habían dejado
paralíticos e incapaces de controlar
funciones corporales básicas, habían
respetado en general dicha función.
Estas observaciones —y estudios
realizados en animales de laborato-
rio desde finales del siglo xix— lle-
varon al descubrimiento de la exis-
tencia de un “centro generador de
erecciones”, alojado en los segmen-
tos sacros de la médula espinal (por
encima del final de la cola de caballo
de la médula, entre las vértebras S3
y T12). La estimulación física del pe-
ne envía señales sensoriales, pasan-
do por el nervio pudendo, a este cen-
tro de erección. Las señales entrantes
activan las interneuronas, células co-
nectoras que estimulan entonces neu-
ronas parasimpáticas cercanas. Es-
tas últimas envían señales desde la
porción sacra de la médula espinal

1. HERMA GRIEGA, o busto con estípite, del


giraudon/art resource

510 a.C., que representa la conexión entre el


cerebro y el pene, que desconcertó a mu­
chos en el pasado y ahora es objeto de in­
tensa investigación.

LA CONSCIENCIA 67
2. COMPETE al sistema nervioso central
CORTEZA armonizar la erección. El sistema ner­
NUCLEO vioso simpático (azul ) constituye un
PARA- inhi­bi­dor permanente de las erecciones.
VENTRICULAR Pero éstas se producen de forma espon­
tánea durante el sueño REM, cuando se
inactivan las neuronas simpáticas del
APOM
locus coe­ruleus. El núcleo paragigan­
tocelular (NPG), otra estructura cere­
bral, inhibe también las erecciones. El
sistema nervioso parasimpático (rojo)
LOCUS es, por contra, excitador. Los es­tímulos
COERULEUS
táctiles o los proce­sados en la corteza
cerebral podrían integrarse en el nú­
cleo paraventricular y en el área preóp­
NPG tica medial (APOM), y así poner en
marcha una erección. Las erecciones
reflejas se dan enteramente en el cen­
tro generador de la médula espinal, que
va de la vértebra S3 a la T12.

MEDULA CENTRO GENERADOR DE ERECCIONES


ESPINAL
T12

NERVIOS ENTRADA
ESPINALES SENSORIAL

GANGLIOS
SIMPATICOS

S3

ERECTO
SALIDA
MOTORA
SALIDA
PARASIMPATICA

NERVIOS
SENSORIALES
NERVIO DEL PENE
PARASIMPATICO

FLACCIDO

CUERPOS
CAVERNOSOS

CUERPOS
john w. karapelou

ESPONJOSOS
FIBRAS SIMPATICA, MOTORA
Y SENSORIAL EN EL NERVIO PUDENDO

68 TEMAS 28
hacia los vasos sanguíneos del pene nados inhibidores selectivos de re- no entra sangre recién oxigenada,
para inducir la erección. Mientras es- captación de serotonina (ISRS), puede aparecer inanición hística.
te arco reflejo persista intacto, la actúan en parte incrementando los Pese a los beneficios de la inhibi-
erección es posible. niveles de serotonina en el cerebro. ción central para la mayoría de los
Estos fármacos suelen ocasionar dis- hombres, Bancroft cree que puede
Los frenos cerebrales función sexual como efecto secunda- causar problemas en caso de ser de-

L os estudios de varones y de ani-


males de laboratorio con lesiones
medulares se han anotado otro hallaz-
rio indeseable: eyaculación retarda-
da o empecida en los varones y, en
mujeres, falta de apetito sexual y di-
masiado fuerte o demasiado débil.
Un control inhibidor central desme-
surado —por niveles cerebrales de
go sorprendente: cuando el cerebro se ficultad en llegar al orgasmo. serotonina altísimos— puede com-
halla desconectado del centro genera- El estudio realizado por el equipo portar una disfunción sexual. Por
dor de erecciones de la médula espi- de McKenna aporta una explicación contra, una inhibición central ínfima
nal, éstas ocurren más a menudo y sobre la causa de ese efecto secunda- hace al sujeto más proclive a compor-
con una estimulación táctil menor de rio: al aumentar la serotonina en el tamientos de riesgo con menosprecio
la necesaria antes de la lesión. A es- sistema nervioso central, los ISRS del peligro de enfermedades venéreas
te respecto, otro de los coautores podrían activar los frenos cerebrales y otras en su búsqueda de satisfac-
(Sachs) observó en 1979 que la sec- de la erección, la eyaculación y otras ción sexual.
ción transversal de la médula espinal funciones sexuales.
en ratas decuplicaba el número de Mas, según lo habitual en medici- En el interior del cerebro
erecciones y reducía en un 94 por cien-
to el tiempo que los roedores precisa-
ban para llegar a la erección.
na, un efecto secundario en unos se
convierte en terapia de otros. Se ha
observado que las propiedades inhi-
E n la respuesta sexual masculina
intervienen regiones muy dis-
pares del cerebro, desde centros del
Daba la impresión de que la des- bidoras de los ISRS resultan benéfi- rombencéfalo, que regula funciones
conexión del cerebro con el resto del cas para eyaculadores precoces, que corporales básicas, hasta áreas de la
cuerpo eliminaba cierto control inhi- llegan al orgasmo antes de la pene- corteza cerebral, el órgano vincula-
bidor sobre las erecciones. Impresión tración vaginal o a los pocos segun- do al pensamiento abstracto. Por lo
que respondió a la realidad. En 1990 dos. Los ISRS se muestran eficaces que sabemos, existe una notable in-
McKenna y Lesley Marson identifi- retardadores del orgasmo, por la pre- terconexión entre las zonas implica-
caron el centro cerebral que reprime sumible razón de que aumentan la in- das. El control cerebral de la función
las erecciones mediadas por la mé- hibición central. Aunque se requiere sexual actúa, a nuestro parecer, co-
dula. Estos fisiólogos de la Universi- una investigación más exhaustiva, los mo una red unificada, no como una
dad del Noroeste hallaron que el nú- ISRS constituyen también una espe- sucesión de puntos que transmiten
cleo paragigantocelular (NPG), un ranza en el tratamiento de trastornos por etapas. Dicho de otro modo, el
grupo de neuronas del rombencéfa- sexuales asociados con impulsos control de las erecciones no estaría
lo, se encargaba de dicha inhibición sexuales extremados o desordenados,
central. (El rombencéfalo forma par- como las parafilias, una de cuyas ma-
te del cerebro primitivo, en términos nifestaciones es la pedofilia.
evolutivos, que controla la presión Teniendo en cuenta que el sexo
sanguínea y el ritmo cardíaco, fun- mueve el mundo, o al menos nos man-
ciones básicas.) Cuando McKenna y tiene en el planeta, no acaba de en-
Marson destruyeron el NPG del ce- tenderse la evolución de los contro-
rebro de una rata macho, desapare- les inhibidores. Alguna hipótesis se
ció la inhibición y provocó erecciones ha esbozado. En opinión de Bancroft,
más frecuentes e intensas. uno de los firmantes del artículo, es-
En su haber apuntaron otro des- ta inhibición central constituye una NERVIO SINUSOIDE CELULA DEL MUSCULO
cubrimiento importante acerca de la adaptación para la mayoría de los LISO CONTRAIDA
función que cumple el cerebro en la hombres, pues les mantiene lejos de
supresión de las erecciones: las neu- los problemas que se derivarían de
ronas del NPG extendían la mayoría una persecución excesiva o arriesga-
de sus axones a las neuronas de la da de placer sexual. Con los frenos
médula espinal inferior generadoras internos se evitan, además, eyacula-
john w. karapelou

de erecciones. Allí, las terminaciones ciones repetidas durante una rela-


nerviosas del NPG liberaban seroto- ción sexual, que podrían disminuir
nina, un neurotransmisor químico la reserva de esperma y reducir la fe-
que inhibe las erecciones mediante cundidad. SINUSOIDE LLENO CELULA DEL MUSCULO
la oposición a los efectos de los neu- Igual que ocurre con muchos pla- DE SANGRE LISO RELAJADA
rotransmisores proeréctiles. ceres de la vida, la erección puede
Este descubrimiento podría aca- trocarse en exceso si dura demasia- 3. LA CONGESTION comienza cuando los ner­
rrear consecuencias de interés para do. Si se prolonga más de cuatro ho- vios liberan transmisores que se difunden por
los millones de varones y mujeres que ras —un fenómeno que puede darse las células del músculo liso alrededor de las
se medican con fármacos potenciado- en hombres con anemia falciforme y arterias peneanas, lo que induce la distensión
res de la neurotransmisión mediada en los que toman ciertos fármacos—, de las células contraídas y la irrigación san­
por la serotonina, indicados para el necesita atención médica. Esta alte- guínea del interior (superior). Con la relaja­
tratamiento de la depresión y otros ración, denominada priapismo, retie- ción, los músculos se alargan y compri­men las
problemas de salud mental. Prozac ne la sangre en el interior del pene venas que vacían de sangre el pene. La san­gre
(fluoxetina) y Seroxat (paroxetina), erecto y evoluciona en lesión perma- queda atrapada en los sinusoi­des —las cáma­
que pertenecen a un grupo de fárma- nente si se demora el tratamiento: si ras entre las células mus­cu­lares— y se pro­
cos de prescripción general denomi- mueve la erección (inferior).

LA CONSCIENCIA 69
VISTA LATERAL VISTA FRONTAL
organizado en una cadena de centros

cortesia de serge stoleru


de mando estrictamente vinculados,
sino que se hallaría distribuido por
múltiples áreas del cerebro y la mé-
dula espinal. Por eso, aunque una he-
rida o una enfermedad destruya una
o varias regiones seguirá intacta la
función eréctil.
Una de las regiones cerebrales que
regula el comportamiento sexual es
el hipotálamo, estructura que cum- VISTA SUPERIOR
ple una función vital en la unifica- 4. TOPOLOGIA DE LA EXCITACION,
ción de los sistemas nervioso y endo- obte­nida mediante TEP en varones
crino, u hormonal. El hipotálamo asistentes a películas de sexo explí­
participa en el control de determina- cito. Aunque se está en los inicios de
das conductas básicas, así la agresi- la investigación de la organización
vidad y el comer; dentro del mismo, sexual del cerebro superior, estos es­
el área preóptica medial o APOM pa- cáneres demuestran la implicación
rece ejercer una intervención desta- de varias áreas de la corteza cere­
cada en la función sexual, por cuyo bral.
motivo es objeto ahora de intensa in-
vestigación.
El grupo encabezado por Giuliano,
también coautor, ha demostrado que
la estimulación eléctrica o química sajero químico del “amor”, pues pro- cionales y el control del sistema ner-
del APOM provoca erecciones en las mueve el apareamiento y las relacio- vioso autónomo.
ratas. Todo apunta a que el APOM nes sociales. Pero resulta ser también Se ha abordado, a su vez, la inter-
integra estímulos de varias áreas del un neurotransmisor cerebral que ejer- vención de la memoria y el aprendi-
cerebro, y ayuda a organizar y diri- ce un potente efecto proeréctil en los zaje, funciones cerebrales superiores,
gir los patrones complejos de la con- varones. Lo mismo que otros neuro- en el control de las erecciones. Ro-
ducta sexual. Algunos defienden la transmisores, la hormona se engarza sen, signatario del artículo, demos-
implicación del APOM en el recono- a neuronas diana y regula la transmi- tró la posibilidad de provocar a vo-
cimiento de la pareja sexual. sión de los impulsos nerviosos. En es- luntad una erección mediante
En el hipotálamo distinguimos tam- te caso, la oxitocina activa vías nervio- imágenes mentales o claves no sexua-
bién el núcleo paraventricular, otro sas excitadoras que van del centro les. Se adiestró a un grupo de varo-
grupo de neuronas comprometido con generador de erecciones de la médula nes para que, a cambio de una grati-
la función sexual masculina. Igual que al pene. ficación económica, se autoexcitaran
el APOM, este núcleo es un centro de Mucho menos conocidos son los cen- sirviéndose de la mente y la fanta-
procesamiento que envía y recibe men- tros cerebrales superiores implica- sía. La capacidad del cerebro para
sajes desde diferentes partes del cere- dos en la respuesta sexual masculi- asociar la excitación sexual y el or-
bro y la médula espinal. El núcleo pa- na. Pese a todo, los escasos estudios gasmo con determinadas claves nos
raventricular libera, durante la realizados han proporcionado resul- ayuda a entender por qué tantos fe-
excitación sexual, oxitocina, una hor- tados sorprendentes. Serge Stoleru, tiches —zapatos de tacones altos, lá-
mona que estimula la secreción de le- del Inserm francés, ha recurrido a la tigos de cuero y lencería— acentúan
che de las lactantes y la contracción tomografía por emisión de positrones la excitación sexual.
uterina durante el parto. Además, en (TEP) para observar qué partes de la
muchas especies, la oxitocina es men- corteza cerebral se activan durante Cuando las cosas van mal

40% VASCULAR
la excitación sexual. Comparó los es-
cáneres TEP de un grupo de varones
asistentes a tres tipos de películas:
U n conocimiento más profundo del
papel que desempeña el siste-
ma nervioso central en el control de
de sexo explícito, cómicas y carentes la erección y funciones asociadas sen-
de emotividad o neutras (un docu- tará las bases de nuevas terapias. La
mental sobre el Amazonas). Stoleru disfunción eréctil, incapacidad de al-
halló que, en los excitados, se activa- canzar o mantener una erección sa-
ban partes específicas de la corteza tisfactoria para la realización del ac-
cerebral, incluidas ciertas regiones to sexual, es un problema sanitario
asociadas con las experiencias emo- frecuente. De acuerdo con cierto es-
tudio realizado en el área de Boston,
un 40 por ciento de los varones ma-
30% DIABETES
yores de cuarenta años y un 70 por
ciento de los septuagenarios padecen
15% MEDICACION disfunción eréctil en algún grado.
6% CIRUGIA, RADIACION
O TRAUMA PELVICO
5. LA DISFUNCION ERECTIL tiene muchas causas, que van desde el estrés y
5% CAUSAS NEUROLOGICAS
otras circunstancias psicológicas a factores fisiológicos. El gráfico ilustra las
laurie grace

3% PROBLEMAS ENDOCRINOS causas físicas principales de la disfunción y pone de manifiesto que los pro­
1% OTRAS blemas vasculares son la base de numerosos casos.

70 TEMAS 28
6. LA IMPOTENCIA aumenta con la edad,

laurie grace
40
según varios estudios. Dentro de 25 años,
dado el envejecimiento de la población 45
mundial, la alteración podría afectar a más 50

EDAD
de 330 millones de varones.
55
60
Puesto que la población mundial en- 65
vejece, el número de varones afecta- 70
dos se duplicará de lejos en los próxi-
mos 25 años, superando la cifra de 0,0 0,5 1,0
330 millones de hombres. PROBABILIDAD
Siempre que el estímulo nervioso NINGUNA MINIMA MODERADA ABSOLUTA
no puede llegar al pene, aparece ine-
vitable un problema de erección. Dis-
función que puede ser también secue- contra la disfunción eréctil, produce período refractario dura de varios mi-
la aciaga de la extirpación quirúrgica dolores de cabeza, congestión nasal nutos a muchas horas.
de la glándula prostática en el trata- y enrojecimiento facial, la apomorfi- Hemos recorrido un largo camino
miento de un cáncer; esta interven- na provoca náuseas en las primeras desde que da Vinci descubrió que el
ción puede dañar los nervios del pe- dosis. Es de prever un tratamiento pene se llena de sangre —no de aire
ne. La diabetes conduce, asimismo, al futuro más eficaz merced a la combi- o de “espíritus animales”— durante
deterioro de nervios y vasos sanguí- nación de la apomorfina con terapias la erección. Los últimos diez años han
neos del miembro. Y pueden provocar que actúen directamente en el pe- revolucionado no sólo la investigación
problemas de esta índole las lesiones ne. en la erección sino también la actitud
de la médula espinal, enfermedad de social ante la salud sexual. Hace es-
Parkinson, esclerosis múltiple y acci- El sexo y los sexos caso tiempo apenas se prestaba aten-
dente cerebrovascular. Sin olvidar que
el humor y el bienestar mental afec-
tan al flujo de mensajes nerviosos al
H asta hace poco, la investigación
se centraba en el varón. Pero
las cosas están cambiando para bien
ción médica a la disfunción eréctil.
Pero ahora se habla de manera más
abierta sobre esta y otras alteracio-
pene, por lo que no debe extrañarnos y gana fuerza el convencimiento de nes. Con la apreciación de la impor-
que el estrés, la depresión, la ansie- que la disfunción sexual es fenóme- tancia de la salud sexual y la dispo-
dad o el enfado planteen sus propios no común, mejorable, en ambos sexos. nibilidad de tratamientos más
obstáculos. La verdad es que un rastreo de más eficaces, millones de hombres se me-
Se trabaja en el diseño de medici- de 3000 norteamericanos evidenció dican. Se divisa un horizonte próxi-
nas que actúen sobre el sistema ner- que el número de mujeres con pro- mo con una gama más amplia de te-
vioso central. La apomorfina será pre- blemas sexuales superaba el de va- rapias para varones y mujeres. Con
sumiblemente el primer fármaco de rones: un 43 por ciento frente a un nuestro creciente discernimiento so-
una nueva hornada cuya acción se de- 31 por ciento. bre el papel que ejerce el cerebro en
sarrolle en el cerebro y no en el pene, El laboratorio de Goldstein, autor el control de la sexualidad, nos acer-
a diferencia de Viagra. La apomorfi- principal del artículo, dirige un en- camos a una visión más completa del
na —registrada en Estados Unidos sayo clínico para determinar si la bienestar sexual, donde se integran
bajo el nombre Uprima— remeda al apomorfina puede potenciar la exci- la mente y el cuerpo.
neurotransmisor dopamina y poten- tación sexual en mujeres con disfun-
cia las erecciones mediante el engar- ciones. Trabaja también en el rendi-
ce a receptores específicos en neuro- miento del “dispositivo de terapia
BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA
nas del núcleo paraventricular y del clitoral-EROS”, aprobado por la FDA;
APOM; ponen, pues, en funcionamien- se emplea para proporcionar una sua- Impotence and Its Medical and Psycho-
to vías proeréctiles. Se halla ahora en ve succión al clítoris e inducir así su logical Correlates: Results of the
fase de análisis por la Administración congestión. Aviva la sensación sexual Massachusetts Male Aging Study. H.
para el control de Fármacos y Alimen- y facilita la lubricación, el orgasmo A. Feldman et al. en Journal of Urology,
tos de Estados Unidos (FDA) y se es- y el placer. vol. 151, n.o 1, páginas 54-61; enero de
pera su pronta aprobación. A través de esta investigación se ad- 1994.
Neural Control of Penile Erection .
Pese a que la apomorfina se ha ve- vierten ciertos paralelismos en el con-
F. Giuliano, O. Rampin, G. Benoit y
nido empleando desde hace más de trol que ejerce el sistema nervioso cen- A. Jardin en Urology Clinics of North
un siglo —para el tratamiento de la tral sobre la excitación, el orgasmo y America, vol. 22, n.o 4, páginas 747-766;
enfermedad de Parkinson y otras—, varias funciones sexuales de varones noviembre de 1995.
hasta mediados de los años ochenta y mujeres. De entrada, ambos sexos T he B rain I s the M aster O rgan in
no comenzó a investigarse su aplica- experimentan respuestas de excitación Sexual Function: Central Nervous
ción en la disfunción eréctil. Partici- nocturna y son vulnerables a la dis- System Control of Male and Female
paron en ese empeño los coautores función inducida por ISRS. Sexual Function. K. McKenna en Inter-
national Journal of Impotence Re­search,
Taylor Segraves y Heaton. Desde en- Por supuesto hay notables diferen- vol. 11, suplemento 1, páginas 548-555;
tonces, se han realizado ensayos clí- cias; por ejemplo, en el período re- 1999.
nicos en más de 3000 hombres, con fractario postorgásmico, el lapso tras Sexual Disfunction in the United States:
resultados positivos en diversos ti- un orgasmo antes de otro episodio de Prevalence and Predictors. E. O. Lau-
pos de disfunción. excitación. Las mujeres pueden te- mann, A. Paik y R. C. Rosen en Journal
Pero tampoco la apomorfina que- ner múltiples orgasmos y carecen, of the American Medical Association,
da exenta de efectos secundarios no- por tanto, de período refractario; no vol. 281, n.o 6, páginas 537-544; 10 de
febrero de 1999.
civos. Si Viagra, el fármaco habitual así la mayoría de los varones, cuyo

LA CONSCIENCIA 71
El lenguaje de
los signos en el cerebro
¿De qué modo se procesa el lenguaje
en el cerebro humano?
Nuevos estudios con sordomudos
ofrecen indicios de una respuesta

Gregory Hickok, Ursula Bellugi


y Edward S. Klima

E
ntre los grandes misterios del habla. En 1861, por ejemplo, el neu­ de lo que oían, era típica una lesión
cerebro humano se cuenta la rólogo francés Paul Broca descubrió de otra región del hemisferio
forma en que comprende el que los sujetos con dificultad para izquierdo, el “área de Wernicke”.
len­g uaje y lo produce. Hasta hace hablar, a pesar de comprender lo que Tales perturbaciones del habla,
poco, ca­si todas las investigaciones se les decía, solían tener lesionada llamadas afasias, sólo en muy raras
al respecto estuvieron fundadas en cierta zona del hemisferio cerebral ocasiones son resultado de lesiones
el es­tu­dio del habla en los idiomas izquierdo, hoy conocida por área de similares en el hemisferio derecho.
euro­peos más extendidos. Grandes Broca. Y en 1874, Carl Wernicke, un Es, en cambio, más frecuente la aso­
han sido los avances que desde media­ médico alemán, descubrió que en ciación de lesiones en el hemisferio
dos del siglo xix ha ido logrando la ciertos pacientes capaces de expre­ de­r echo con fallos espaciovisuales
ciencia en la identificación de las sarse con fluidez, pero que acusaban graves, como la incapacidad para
regiones cerebrales implicadas en el serias limitaciones de comprensión copiar un dibujo sencillo.
peter stemler

72 TEMAS 28
Se suele decir, por ello, que el Para explorar esta cuestión con­ sorprendentes, han arrojado luz sobre
he­m isferio izquierdo es verbal, y el viene estudiar un lenguaje que utilice el funcionamiento del cerebro humano
derecho, espacial. A pesar del sim­ canales sensoriales y motores distin­ y pueden ayudar en el tratamiento
plismo de tal dicotomía, esta des­ tos. Es obvio que la lectura y la escri­ de patologías que sufran personas
cripción sí capta algunas de las tura se valen de la vista para la com­ sordas.
principales diferencias clínicas prensión, y para la expresión, de
entre los individuos que padecen movimientos de la mano; para Los signos del lenguaje
lesiones en el hemisferio cerebral
izquierdo y quienes las sufren en el
derecho.
mu­chos, sin embargo, tales activida­
des dependen también de sistemas
cerebrales que participan en un len­
E stá muy extendida la errónea opi-
nión de que el lenguaje de señas
no es sino una colección deslavazada
Pero son muchos los enigmas que guaje hablado. En cambio, la comu­ de gestos y pantomimas, ejecutados
subsisten. Entre los más difíciles, la nicación por señas, como la de los para lograr una forma rudimentaria
razón de que el habla se encuentre lenguajes mímicos o gestuales de los de comunicación. Pero la verdad es
asentada donde lo está. La ubicación sordos, cumple los requisitos necesa­ que los lenguajes mímicos o gestuales
de las áreas de Broca y de Wernicke rios. Durante los últimos veinte años de los sordomudos constituyen siste­
parece lógica: el área de Wernicke, nuestro equipo ha examinado grupos mas lingüísticos altamente
im­p licada en la comprensión del de sordos que dominaban el lenguaje es­tructurados, de complejidad gra­
ha­bla, se encuentra próxima a la cor­ gestual y habían sufrido lesiones, ora matical equiparable a la de los habla­
teza auditiva, región del cerebro que en el hemisferio cerebral izquierdo, dos. Los lenguajes mímicos poseen,
recibe las señales de los oídos. La ora en el derecho, a consecuencia, por lo mismo que nuestro idioma, elabo­
región de Broca, que participa en la lo general, de accidentes cerebrovas­ radas reglas para la formación de los
producción del habla, está ubicada al culares. Mediante la evaluación de signos individuales y de las frases
lado de una sección de corteza motora su eficiencia en la producción y com­ por ellas expresadas. Asimismo, con­
que controla los músculos de la boca prensión de mensajes gestuales, nos tra lo que presume un sentir muy
y de los labios. propusimos determinar si las regio­ difundido, no existe un lenguaje
Ahora bien, ¿se funda realmente nes cerebrales encargadas de la inter­ mí­mico universal. Los sordos de paí­
en las funciones de la audición y del pretación y la generación del lenguaje ses distintos utilizan señas muy dife­
habla la organización cerebral corres­ mímico son las mismas que intervie­ rentes; de hecho, un sordo que
pondiente al lenguaje? nen en el hablado. Los resultados, apren­da de adulto un segundo idioma
mímico, ¡siempre tendrá “acento” al
expresarse! Y, por otra parte, los len­
1. ESTOS DIBUJOS, basados en fotografías de una sorda gestoparlante, corresponden a guajes gestuales no son meras tra­
la traducción de la frase “El lenguaje de los signos en el cerebro“ al ASL (lenguaje mími­ ducciones a signos manuales de los
co estadounidense). lenguajes hablados de su comunidad.
Los lenguajes por señas norteame­ri­

LA CONSCIENCIA 73
cano (ASL) y británico, por ejemplo, ¿se asemejan tales minusvalías a la dificultad para expresarse por señas.
son mutuamente incomprensibles. afasia de Wernicke (problemas de En casi todas las que intentaba le
Aunque los lenguajes hablados y comprensión y propensión al error en costaba gran esfuerzo orientar y colo­
gestuales comparten las propiedades el habla) o a la afasia de Broca (com­ car las manos. La mayoría de sus
abstractas del lenguaje, difieren radi­ prensión correc­ta, pero dificultad en expresiones se limitaban a signos
calmente en cuanto a su forma la producción expedita de lenguaje)? aislados. No se trataba de un mero
externa. Los lenguajes hablados se La respuesta, en ambas preguntas, problema de control motor: cuando
codifican mediante cambios acústico- fue rotundamente afirmativa. Uno se le pedía que copiase dibujos sen­
temporales, es decir, variaciones en de los primeros pacientes estudiados cillos (la figura de un elefante o de
los sonidos a lo largo del tiempo. Los por el grupo era capaz de expresarse una flor), los realizaba con precisión.
lenguajes gestuales, en cambio, se fluidamente por señas y de utilizar Y además, en contraste con sus gra­
basan en cambios espaciovisuales todos los marcadores propios de la ves dificultades para expresarse
para indicar los contrastes lingüísti­ gramática del ASL, pero el mensaje mediante signos, su comprensión del
cos. ¿Cómo afecta esta diferencia contenido en sus señas era, con fre­ lenguaje mímico era excelente. Este
formal a la organización neuronal del cuencia, incoherente. Una glosa en perfil de facultades lingüísticas corre
lenguaje? Por tener los signos un español de una de sus expresiones parejo a los síntomas de la afasia de
código visual espacial, cabría conje­ podría decir: Broca.
turar que el lenguaje mímico viniera Ahora bien, ¿dónde se encontraban
respaldado por sistemas del hemis­ Y hay uno (camino abajo al final) las lesiones cerebrales responsables
ferio cerebral derecho. Y correspon­ [ininteligible]. El hombre fue de estas afasias de los signos? La
dientemente, podría aducirse que en andando para mirar el (inco­ respuesta resultó sorprendente: en
los sordos que utilizan lenguajes nexo), una extensión de la (tierra) uno y otro caso, las áreas lesionadas
mímicos el área homóloga del área habitación. Es allí para el hom­ correspondían al hemisferio izquier­do.
de Wernicke habría de encontrarse bre (puede vivir) un techo y luz Y hallábanse situadas justo en donde
próxima a las regiones cerebrales con persianas para (seguir sería de esperar en pacientes con
asociadas al procesamiento visual y tirando hacia abajo). audición normal y dificultades pare­
que la homóloga del área de Broca se cidas. Entre las lesiones del sor­d o
hallaría cerca de la corteza motora La desorganización de las expre­ que sufría problemas de comprensión
que controla los movimientos de las siones gestuales del paciente, y su se contaba el área de Wer­nicke, mien­
manos y los brazos. manifiesta incomprensión de los sig­ tras que a la paciente con dificultades
Cuando comenzamos a verificar nos de otros, mostraban gran pare­ de mímica el daño le afectaba al área
estas conjeturas, veinte años atrás, cido con los síntomas observados en de Broca.
vimos necesario dar respuesta a dos sujetos oyentes con afasia de Wer­ De nuestras observaciones se des­
cuestiones fundamentales, a saber: nicke. Otro de los pacientes —una prendía que el hemisferio izquierdo
¿presenta deficiencias el lenguaje mujer sorda— que estudiamos en las desempeñaba un papel crucial en el
mímico de los sordos que sufren lesio­ primeras fases del programa de sostén del lenguaje mímico. Mas, ¿y
nes cerebrales? Y en caso afirmativo, investigación experimentaba suma el derecho? Cabría pensar que las
lesiones en el hemisferio derecho,
cuya participación parece crítica en
muchas funciones de naturaleza
Aquí reside el lenguaje visual o espacial, habrían asimismo
de tener efectos devastadores sobre
la facultad de expresión por señas.
D OS DE LAS REGIONES del hemisferio cerebral izquierdo que desem-
peñan papeles importantes en el procesamiento del lenguaje son el área
de Broca y el área de Wernicke (existen otras varias). En el individuo con
Al parecer, esta conjetura es errónea.
Los pacientes sordos con lesiones
audición, el área de Broca se activa al hablar; lo mismo ocurre en el sordo dextrohemisféricas se expresaban
cuando se expresa por señas. El área de Wernicke interviene tanto en la por señas con fluidez y precisión, se
comprensión de los sonidos del habla como de las señas del lengua­je mímico atenían a las reglas gramaticales y
o gestual. comprendían las señas de otros con
facilidad. Esto valía incluso en
CORTEZA MOTORA
pa­cientes cuyas facultades espacio­
visuales no lingüísticas habían
sufrido mermas importantes debidas
a su lesión cerebral. Uno de ellos, con
daño en el hemisferio derecho, era
incapaz de crear o de copiar dibujos
re­conociblemente, y tampoco lograba
observar objetos situados hacia la
izquierda de su campo visual (anu­
lación hemiespacial). A pesar de ello
podía comunicarse muy eficiente­
mente en lenguaje gestual.
AREA DE BROCA Las investigaciones subsiguientes,
con grupos más amplios de sordomu­
peter stemler

CORTEZA AUDITIVA dos que se comunicaban por señas,


AREA DE WERNICKE vinieron a confirmar los primeros
casos. En un estudio de nuestro
equipo, publicado en 1996, eran com­

74 TEMAS 28
Elementos constructivos del lenguaje gestual
L
os lenguajes mímicos, lo mismo que
los hablados, poseen diversas cla-
ses de estructura lingüística, en la
“VERANO” que podemos distinguir los niveles fono-
1 2 lógico, morfológico y sintáctico. En el nivel
fonológico, las señas constan de un
pequeño repertorio de elementos, al igual
que las palabras habladas están com-
puestas por vocales y consonantes. Entre
los componentes de las señas se cuentan
figuras de las manos, los lugares del
cuerpo en que se efectúan las señas, los
movimientos de las manos y los brazos,
y la orientación de las manos (si la palma
mira hacia arriba o hacia abajo). En el
lenguaje mímico estadounidense (ASL),
las señas correspondientes a “verano”,
“feo” y “seco” tienen una misma figura, y
el mismo movimiento y orientación, pe­ro
difieren en localización. De igual ma­nera,
signos como los de “tren”, “cinta” y “silla”
comparten la figura de la mano, la orien-
tación y la localización, pero se di­ferencian
en el movimiento.
En el nivel morfológico, el ASL dispone
“FEO” de indicadores gramaticales que cambian
1 2 sistemáticamente el significado de las
señas. Entre los modificadores morfológi-
cos de nuestro idioma se cuentan sufijos
como “-ado”, que pospuestos a los verbos
los convierten en participios o en adjetivos
[amar se convierte en amado]. En los len-
guajes orales, hay prefijos y sufijos, pero
en ASL las señas se modifican mediante
configuraciones espaciales característi-
cas. Por ejemplo, al añadir un movimiento
circular a la seña correspondiente a “dar”
(y a la mayoría de las señas verbales de
ASL) el significado de la seña cambia a
“dar continuamente”. Los gestoparlantes
pueden valerse de diversos modificadores
para hacer que el verbo signifique “dar a
todos”, “dar a cada uno”, “dar uno al otro”
y muchas otras variantes.
En el nivel sintáctico, ASL especifica
“SECO” las relaciones gramaticales entre las
1 2 se­ñas (es decir, quién está haciendo qué
a quién) por métodos sin paralelismo en
los lenguajes hablados. En éstos, el orden
de las palabras suele dar el primer indicio
de la organización sintáctica de la palabra,
como en “María criticó a Juan”. Al invertir
el orden de los sustantivos, la oración
pasa a tener significado opues­to. Los
comunicantes en ASL pueden servirse
también del orden de las pa­labras, pero
no es necesario. En lugar de eso, pueden
señalar a un lugar distante en el espacio
mientras hacen la seña de un nombre,
peter stemler

vinculan­do así la palabra con la posición.


Puede des­pués mover la se­ña del verbo
desde el lugar que correspon­de a María
hasta el lugar que corresponde a Juan, y
2. LA POSICION DE UN SIGNO con respecto al cuerpo resulta fundamental para su signi­ expresar así que “María criticó a Juan”, o
ficado. En el ASL, “verano” se articula cerca de la frente, “feo” cerca de la nariz, y “seco” moverla en sentido inverso para manifes-
cerca del mentón. tar lo contrario.

LA CONSCIENCIA 75
paradas las capacidades de comuni­ espacial, en el derecho, peca de sim­ a “el gato ahuyentó al perro”), los
cación gestual de 13 pacientes con plista. Las investigaciones de los matices de entonación (por ejemplo,
lesiones en el hemisferio izquierdo últimos decenios han revelado que la “Casablanca” frente a “casa blanca”)
(LHI) y las de otros 10 con lesiones mayoría de las capacidades cogniti­ y demás rasgos suprasegmentales.
en el hemisferio derecho (LHD). En vas pueden dividirse en multitud de Por último, para efectuar un discurso
su conjunto, los sujetos con LHI pasos de procesamiento. En ciertos extenso es preciso establecer y man­
demostraron grandes mermas en un niveles, la actividad cerebral puede tener vínculos coherentes entre los
amplio repertorio de evaluaciones del hallarse lateralizada (y tener lugar individuos, los lugares y los aconte­
grado de comunica­c ión por señas. básicamente en un hemisferio), mien­ cimientos a lo largo de un gran
Tenían dificultad para la compren­ tras que en otros la actividad puede número de oraciones.
sión tanto de señas aisladas como de ser bilátera (y producirse en De todos los aspectos que entraña
frases; no pocas veces, mostraron ambos). la competencia lingüística, la más
dificultades de fluidez en la expre­ La facultad del lenguaje, por ejem­ nítidamente restringida al hemisfe­
sión. También en­contra­ron dificulta­ plo, consta de muchos componentes. rio izquierdo es la producción de len­
des para decir qué represen­t aban Una persona con audición es capaz guaje. Las lesiones del hemisferio
ciertas figuras, e incurrie­ron con fre­ de percibir y distinguir los sonidos izquierdo suelen mermar la capaci­
cuencia en errores parafásicos —lap­ aislados del habla y las palabras que dad de seleccionar y ensamblar los
sus de la mano— sustituyendo sin éstos componen; pero puede a veces sonidos y palabras idóneos para
querer algún signo por otro, o algún resultarle difícil distinguir entre hablar. Las lesiones del hemisferio
componente de un signo, como, por “poca” y “boca”. Ha de lograr, por otra derecho raramente comportan tales
ejemplo, la figura que ha de formar parte, distinguir las desinencias mor­ efectos. Tenemos en la creación de
la mano. Los sujetos con LHD, en fológicas (“andando”, “anduvo”), las un discurso coherente una de las
cambio, realizaron bien to­das estas construcciones sintácticas (“el perro excepciones del monopolio que sobre
tareas. En el estudio que­d ó mani­ ahuyentó al gato” en contraposición la producción de lenguaje ejerce el
fiesto que las dificultades para la
expresión gestual fluida no estaban
causadas por problemas más genera­
les de control de los movimientos
voluntarios de la mano o del brazo, SEÑA
pues pacientes con dificul­t ad para CORRESPONDIENTE
construir los signos del lenguaje A “ESTOY BIEN”
solían ser capaces de gesticular con
la mano o el brazo, aunque sus gestos
carecían de significado.
Parecidos resultados fueron los
obtenidos en otro estudio, centrado
esta vez en la comprensión del len­
guaje mímico en 19 lesionados cere­
brales que habían practicado la comu­
nicación gestual durante toda su
vida, de los cuales 11 sufrían lesiones
en el hemisferio izquierdo, y 8, en el
derecho. El grupo LHI se desenvolvió
bastante peor que el grupo LHD en
tres pruebas, que evaluaban, respec­
tivamente, la comprensión de signos
sueltos, de frases sencillas y de frases
complejas. Las deficiencias más acu­
sadas correspondían a lesionados en
el lóbulo temporal izquierdo, donde
se ubica el área de Wernicke.
Tomados en conjunto, estos
ha­l lazgos sugieren que, para el
lengua­je por señas, al igual que para
el ha­bla sonora, el hemisferio cere­
bral izquierdo es el dominante. En lo
que al lenguaje se refiere, la organi­
zación del cerebro no parece estar
peter stemler

especialmente afectada por la forma


en que se percibe o produce aquél.

La historia se complica

C omo se hizo notar al principio


de este artículo, la presunta
dicotomía levo-dextrohemisférica del
3. UN PROBLEMA FRECUENTE de las lesiones en el hemisferio izquierdo (LHI) es la
producción de parafasias, lapsus manuales análogos a los lapsus linguae que experi­
mentan los hablantes con LHI. La ilustración de arriba muestra la forma correcta de la
cerebro, con las facultades verbales seña “estoy bien” mientras que en la página siguiente se muestra un error que suelen
concentradas en el hemisferio cometer los individuos con LHI. El gestoparlante articuló correctamente la posición y
izquierdo, y las de carácter visual y el movimiento de la mano, pero utilizó una figura incorrecta, produciendo una seña sin

76 TEMAS 28
hemisferio izquierdo. Los pacientes prensión y la producción de palabras sición general de la ilustración. Los
que han sufrido lesiones en el hemis­ y de frases, pe­ro no las de explicacio­ individuos oyentes con LHD tienden
ferio derecho pueden ser capaces de nes largas. a mostrar la pauta contraria. De ahí
construir perfectamente palabras y Las facultades no lingüísticas de la importancia atribuida al hemis­
frases, pero es frecuente que vayan carácter espacial pueden también ferio izquierdo en la percepción y
saltando de un asunto a otro con sólo subdividirse en componentes con dis­ manipulación espacial de nivel lo­cal,
un débil enlace entre temas. tintas pautas de lateralización. Si mientras que el hemisferio derecho
La percepción y la comprensión del bien la mayoría de las deficiencias intervendría en los procesos de nivel
lenguaje parecen estar menos confi­ muy severas de carácter espacial global.
nadas en el hemisferio izquier­do que resultan casi siempre de la lesión del Esta imagen más elaborada del
su producción. Ambos hemisferios hemisferio derecho (tanto en las cerebro plantea una interesante cues­
son capaces de distinguir sonidos poblaciones de sordos como en las de tión: ¿guarda relación semejan­t e
individuales del habla, y parece que oyentes), los investigadores han re­parto de capacidades espaciovisua­
el derecho desempeña un papel en la observado deficiencias de índole les entre los dos hemisferios —ca­pa­
comprensión de un discurso extenso. vi­sual espacial en sujetos con audi­ cidades de nivel local en el iz­quierdo,
Pero la descodificación del significado ción y lesiones en el hemisferio de nivel global en el derecho— con el
de las palabras y las frases parece iz­quierdo. Entre los síntomas típicos reparto de capacida­des para el len­
tener lugar primordialmente en el se cuentan dificultades en la percep­ guaje por señas? Se puede considerar
hemisferio izquierdo. Ello puede ción o reproducción de las caracterís­ que tanto las señas individuales como
explicar por qué se consideró en un ticas de nivel local de un estímulo las frases constituyen piezas del len­
principio que el lenguaje era una pro­ visual, como los detalles de un dibujo, guaje, mientras que un discurso
vincia perteneciente en exclusiva al inclu­so a pesar de que los pacientes extenso puede representar la forma
hemisferio izquierdo: los tests de afa­ con LHI sean capaces de identificar en que tales piezas se ensamblan.
sia más utilizados evaluaban la com­ o reproducir correctamente la dispo­ Cabría que el hemisferio iz­quierdo
dominara en la producción y com­
prensión de señas y frases porque
estos proce­sos dependieran de capa­
cidades espaciales de nivel lo­cal. Y
EXPRESION INCORRECTA pudiera ser que el hemisferio de­recho
DE “ESTOY BIEN”, TIPICA DE predominara a la hora de es­tablecer
UN GESTOPARLANTE CON y mantener un discurso co­herente en
lenguaje de señas porque estos pro­
LESIONES EN EL HEMISFERIO cesos dependieran de capacidades de
IZQUIERDO nivel global.
Nos dispusimos a verificar estas
hipótesis. Nuestra investigación con­
firmó que muchas de las personas
sordas con LHD que se expresan por
señas encuentran difíciles los párra­
fos prolongados: su narración está
llena de incisos y comentarios tan­
genciales e incluso de fabulaciones;
dificultades que también suelen
sufrir los pacientes con audición y
LHD. Pero algunos sordos con LHD
han de habérselas con otro tipo de
problema al expresarse por señas. En
el lenguaje gestual, el discurso tiene
una organización espacial peculiar;
cuando cuenta por señas una historia
que tiene muchos personajes, para
identificar a cada uno se le asigna
una determinada ubicación en el
espacio. El espacio situado frente al
narrador se convierte en una especie
de escenario o pizarrón virtual, en el
que cada personaje ocupa un puesto
propio. Nuestros estudios descubrie­
ron que algunos de los narradores
con LHD conseguían centrarse en un
tema en su discurso, pero no eran
capaces de situar un marco espacial
significación en ASL, una seña absurda, algo así como “es bien” en nuestro idioma. A para los personajes de sus narra­
pesar de que la forma de la mano en esta parafasia exprese incorrectamente “estoy ciones.
bien”, es utilizada en muchos otros signos del ASL, como en “jugar” y “California” ¿Se encuentra alguno de estos ti­pos
Entre las parafasias similares se cuentan errores en la producción de la posición de dificultades discursivas que sufren
correcta, el movimiento y la orientación de las señas, así como errores de expresión de los pacientes con LHD causalmente
la estructura sintáctica y morfológica del lenguaje. vinculado con deficiencias en sus

LA CONSCIENCIA 77
a b c d

peter stemler
4. EN ESTA SERIE DE DIBUJOS podemos ver el correcto mante­ cha de la locutora y Benito (no mostrado), a su izquierda. Leves
nimiento de un sistema de referencia espacial a lo largo de un modificaciones en la postura de la hablante y de la dirección
discurso extenso en ASL. La locutora está describiendo una del movimiento de la seña correspondiente a “pintar” (que va
serie de fotos en las que aparecen dos niños, sentados a uno y desde la posición de Alicia, a su derecha, hasta la de Benito, a
otro lado de una mesa, cada uno pintando la cara del otro. Al su izquierda) expresan que Alicia está pintando a Benito (a, b).
principio del discurso, la locutora vinculó a cada niño con una Los movimientos de orientación contraria (c, d) expresan que
posición concreta en el espacio: Alicia se encuentra a la dere­ Benito está pintando a Alicia.

facultades espaciales no lingüísticas? con LHI y la severidad de sus afasias. guaje de señas son en gran medida
Parece ser que no. Fue estudiado un Contra lo esperado, las facultades de las mismas que intervienen en la
sordo con LHD que sufría graves limi­ expresión de gestoparlantes de toda comprensión del lenguaje hablado.
taciones de carácter espacial, a pesar la vida parecen ser independientes En un estudio de 1998, los investi­
de lo cual no tenía dificultad en enhe­ de sus destrezas espaciales no lin­ gadores se valieron de métodos de
brar por señas una historia cohe­ güísticas. resonancia magnética funcional para
rente. Otro paciente con LHD, que Es posible que se nos hayan esca­ observar la actividad de pacientes
sólo sufría leves problemas espacio­ pado algunas diferencias de detalle sordos que habían sido gestoparlan­
visuales, era, sin em­bargo, incapaz en lo atinente a la organización cere­ tes de toda la vida, mientras éstos
de definir un marco espacial ade­ bral de los pacientes con audición y observaban frases en ASL reprodu­
cuado para los personajes de su la de los sordos que se expresan por cidas desde cintas de vídeo. Se halla­
narración. Resulta claro que los sis­ signos. Los estudios de sujetos con ron regiones de actividad en diversas
temas cognitivos del hemisferio dere­ lesiones cerebrales no son de una partes del lóbulo temporal izquierdo,
cho que son soporte de las facultades precisión absoluta: para establecer entre ellas, ciertas partes del área
espaciales no lingüísticas difieren de con certeza qué partes del cerebro de Wernicke, y en varias regiones
las utilizadas para mantener un dis­ intervienen en el lenguaje de señas, del lóbulo frontal izquierdo, entre
curso prolongado. los investigadores tendrían que exa­ ellas, en el área de Broca.
¿Qué decir de los gestoparlantes minar a docenas de sordos duchos en En el estudio se descubrieron tam­
sordos con lesiones en el hemisferio el lenguaje gestual, que sufrieran bién regiones de actividad en los
izquierdo? ¿Están sus afasias del len­ además lesiones en los lugares de­ lóbulos temporal derecho y frontal
guaje mímico provocadas por defi­ seados, y aun así tardarían decenios derecho. Este resultado ha llevado a
ciencias en facultades espaciales de en descubrirlas todas. Pero la intro­ algunos a sugerir que la comprensión
nivel local? Para ocuparnos de esta ducción de técnicas no invasivas de del lenguaje gestual puede tener una
cuestión, solicitamos a un grupo de obtención de imágenes cerebrales organización bilateral mayor que la
sordos que reprodujeran dibujos —como las de resonancia magnética del lenguaje hablado. Pero se ha
li­neales y figuras jerárquicas, dota­ funcional (RMf) y la de tomografía detectado, asimismo, actividad bila­
das de características reconocibles por emisión de positrones (TEP)— teral en estudios de oyentes atentos
de tipo local y de tipo global. (Un han proporcionado a la ciencia nuevos a un discurso. Se requiere ulterior
ejemplo podría ser una letra “D” for­ instrumentos para sondear en las investigación para esclarecer el papel
mada por una multitud de pequeñas bases nerviosas del lenguaje. del hemisferio derecho en el procesa­
“y”.) Lo mismo que los pacientes con Los investigadores se han servido miento del lenguaje gestual. En cual­
audición que sufren lesiones en el de estas técnicas para investigar la quier caso, los estudios de lesiones
hemisferio izquierdo, los sujetos sor­ función del área de Broca en la pro­ cerebrales hacen ver que, si bien exis­
dos con LHI propendían a reproducir ducción del habla y en la expresión ten diferencias entre los lenguajes
correctamente la configuración global por señas. Los resultados obtenidos hablado y mímico, es probable que
de los dibujos, pero solían prescindir con su ayuda han permitido ver que sean sutiles.
de algunos de los detalles. (Los sordos el área de Broca se activa en los
con LHD exhibían el patrón contra­ pacientes con audi­c ión cuando Las enseñanzas
rio, y dibujaban figuras con muchos hablan, y en los pacientes sordos, al del lenguaje gestual
detalles, pero desorganizados en el
todo.) No encontramos correlación
entre la severidad de las deficiencias
expresar­s e por señas. Las imágenes
cerebrales han confirmado, asi­
mismo, que las regiones que inter­
E n el lenguaje mímico participan
tanto el procesamiento lingüís­
tico como el visual espacial, faculta­
espaciales de nivel local en los sujetos vienen en la comprensión del len­ des ambas que en los individuos con

78 TEMAS 28
e f g h

5. MUCHOS GESTOPARLANTES SORDOS que sufren lesiones en el vincula la seña correspondiente a “pintar” con las posiciones de
hemisferio derecho cometen errores en la organización espacial en Alicia y de Benito. Un equivalente verbal de esta inespecificidad
su discurso. Aunque son capaces de concatenar correctamente los podría ser: “Alicia y Benito están sentados ante una mesa, pintando.
personajes de su narración con lugares del espacio, suelen incurrir De pronto alguien pintó sobre la cara de alguien (e, f), y después
en incoherencias al referirse a ellos. En los dibujos, la locutora no alguien pintó en la cara de alguien (g, h).”

audición están respaldadas por sis­ la reproducción de dibujos. Aunque mente, similar a la de pacien­tes con
temas neuronales en gran medi­d a en ambas intervienen entradas audición que hayan sufrido las mis­
distintos. Mas, contra lo esperado, la visuales y salidas manuales, se trata mas lesiones cerebrales. Además,
organización nerviosa del lenguaje de tareas fundamentalmente distin­ cuando los neurocirujanos fueran a
gestual o mímico tiene más en común tas. En consecuencia, sería de espe­ extirpar tumores cerebrales a los sor­
con la correspondiente al lenguaje rar que hasta cierto punto compar­ dos, habrían de tomar las mismas
hablado que con la del procesamiento tieran sistemas cerebrales en los precauciones para evitar lesiones a
espaciovisual. ¿A qué es debido? niveles periféricos de procesamiento los centros del lenguaje que aplican
La respuesta sugerida por nuestra —por ejemplo, en la corteza visual con los pacientes con audición.
línea de investigación y el trabajo de primaria que recibe señales del ner­ Uno de los principales retos que
otros reposa en la naturaleza modu­ vio óptico—, pero que divergieran en habrá de afrontar la investigación
lar del cerebro; cada módulo se los sistemas más centrales, de rango futura consistirá en determinar en
en­cuentra organizado en torno a una cerebral superior. qué punto concluyen las fases de pro­
tarea computacional concreta. Se­gún En el caso de los lenguajes hablado cesamiento periférico y dan comien­zo
esta concepción, el procesamiento de y mímico la situación es justamente las de procesamiento central (e
información visual espacial no se la contraria. Estos dos sistemas se inclu­s o, si existe una tal divisoria
encuentra confinado en una sola diferencian de forma radical en sus nítida en­tre unas y otras). También
región del cerebro; por el contrario, entradas y salidas, aunque parecen se requie­re ulterior estudio para com­
distintos módulos nerviosos pro­cesan implicar cómputos lingüísticos muy prender la naturaleza de los cómpu­
de modo diverso las señales vi­suales similares. Nosotros esperamos, en tos efectuados en los distintos niveles
que el cerebro recibe. Por ejemplo, consecuencia, que los lenguajes de procesamiento lingüístico. Las
las señales visuales portadoras de ha­b lado y gestual compartan gran semejanzas y las diferencias entre
información lingüística se tra­ducirían cantidad de territorio neuronal en los los lenguajes hablado y mímico
en un formato optimizado para el niveles cerebrales más centrales y de re­sultan ideales para dar respuesta
procesamiento lingüístico, dando nivel superior, y diverjan, en cambio, a estas cuestiones.
acceso al cerebro a los significados en los nive­les de procesamiento más
de las señas, a la extracción de las periféricos. En el extre­mo sensorial,
relaciones gramaticales, y así por por ejemplo, el procesamiento peri­
menudo. Pero los estímulos vi­suales férico del habla tiene lu­gar en la cor­ BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA
que vehiculan información de distinto teza auditiva de am­bos hemisferios,
tipo, como los rasgos y contornos de mientras que el pro­cesamiento inicial The Signs of Language. Edward S. Klima
un dibujo, serían trasladados a un de los signos se produce en la corteza y Ursula Bellugi. Harvard University
formato optimizado para, sea por visual primaria. Pero, tras las pri­ Press, 1979. Reimpresión: 1988.
caso, efectuar las órdenes motoras meras etapas de procesamiento, las W hat the H ands R eveal about the
Brain. H. Poizner, Edward S. Klima y
para la reproducción de ese dibujo. señales parecen encaminarse hacia Ursula Bellugi. MIT Press, 1987. Reim-
Las exigencias computacionales de sistemas lingüísticos centrales que presión de Bradford Books, 1990.
estos dos tipos de tareas de procesa­ tienen una organización nerviosa The Neural Organization of Language:
miento son muy diferentes; por ello, común en los hablantes y en quienes Evidence from Sign Language Apha-
intervienen sistemas neuronales se expresan por señas. sia. G. Hickok, U. Bellugi y E. S. Klima en
diferentes. Estos hallazgos pueden resultar Trends in Cognitive Sciences, vol. 2, n.o 4,
Desde este punto de vista, no útiles para los neurólogos que tra­­tan págs. 129-136; abril de 1998.
The Signs of Aphasia. G. Hickok y U.
re­sulta tan sorprendente que la com­ a pacientes sordos víctimas de acci­ Bel­lugi en Handbook of Neuropsycholo-
prensión y la producción del lenguaje dentes cerebrovasculares. Para ellos, gy, vol. 3. Segunda edición. Dirigido por
de señas parezcan independientes la recuperación de la facultad de R. S. Berndt. Elsevier, 2001.
de destrezas espaciovisuales como expresión mímica será, probable­

LA CONSCIENCIA 79
El significado
de los sueños
Los sueños podrían reflejar un aspecto fundamental
del mecanismo de memorización de los mamíferos.
¿Reprocesamos, durante el sueño, información crucial
adquirida en estado de vigilia?

Jonathan Winson

A
lo largo de la historia, el hom- mates han proporcionado una clave ción se hace irregular y se acelera el
  bre se ha esforzado por des- evolutiva para entender el significa- pulso.
  cifrar el significado de los do de los sueños. Parecen ser el regis- La primera fase REM de la noche
sueños. Los antiguos egipcios les atri- tro nocturno de un proceso mnémico aparece pasada hora y media de sue-
buían un poder oracular; la Biblia nos fundamental en los mamíferos: el me- ño de ondas lentas y dura unos 10 mi-
cuenta, por ejemplo, que José vio en canismo por medio del cual los ani- nutos. La segunda y tercera fase REM
los sueños del Faraón el anuncio de males elaboran estrategias para so- siguen a episodios más cortos de sue-
siete años de hambre. Otras culturas brevivir y evalúan sus experiencias ño de ondas lentas y se van dilatan-
los han interpretado como fuente de habituales a la luz de tales estrate- do. Tras la fase cuarta y última del
inspiración y de curación o como rea- gias. La existencia de ese proceso po- sueño REM, que dura de 20 a 30 mi-
lidad alternativa. dría explicar el significado de los sue- nutos, el individuo despierta. Si se re-
A lo largo de los últimos cien años, ños en el hombre. cuerda el contenido de algún sueño,
los científicos han ofrecido explicacio- suele ser el que se tiene en esta últi-
nes antagónicas de los sueños: las de
carácter psicológico y las de tipo neu-
rológico. En 1900, con la publicación
E n 1953 se desentrañó la fisiolo-
gía de la ensoñación, con la des-
cripción del ciclo del sueño humano
ma fase.
Al parecer, todos los mamíferos pla-
centarios y marsupiales presentan ese
de La interpretación de los sueños, por un grupo de investigadores. En las ciclo del sueño, que alterna fases de
Sigmund Freud proponía que los sue- personas, hallaron, el sueño se inicia ondas lentas con sueño REM. En los
ños constituían la “calzada real” pa- con el estado hipnogógico, un período mamíferos se observan las mismas ca-
ra llegar al subconsciente y revela- de varios minutos de duración en que racterísticas asociadas al sueño REM
ban, de manera disfrazada, los más los pensamientos consisten en imáge- que se presentan en los seres huma-
profundos elementos de la vida inte- nes sueltas o minidramas. Al estado nos, incluidos los registros de EEG si-
rior de las personas. Contra esa afir- hipnogógico le sigue el sueño de ondas milares a los que ocurren durante la
mación aparece la postura más recien- lentas, llamado así porque en ese mo- vigilia. Los animales también sueñan.
te según la cual los sueños carecen de mento las ondas cerebrales del neo- Al destruir las neuronas del tallo ce-
significado; serían el resultado de la córtex (las circunvoluciones externas rebral que inhiben el movimiento du-
actividad aleatoria de las neuronas. del cerebro) son de frecuencia baja y rante el sueño, los científicos han ob-
El sueño, también se ha dicho, cons- amplitud alta. Esas señales se miden servado que los gatos dormidos se
tituiría el mecanismo mediante el cual mediante registros electroencefalográ- incorporaban y atacaban o se asusta-
el cerebro se desharía de la informa- ficos (EEG). ban por objetos invisibles, imágenes
ción inútil; vendría a ser un proceso Se descubrió también que el sueño éstas que pertenecían sin duda al mun-
de “aprendizaje a la inversa”, de des- de la noche procede, asimismo, por do de su ensoñación.
aprendizaje. períodos discretos en los que las lec- En estudios con mamíferos infe-
Basándome en mis propios hallaz- turas del EEG son de frecuencia irre- riores al grupo de los primates, se
gos y en los obtenidos en otros labo- gular y de amplitud baja, similares han descubierto nuevos aspectos
ratorios neurológicos, propongo que a las que se observan en las perso- neurofisiológicos del sueño REM. Se
los sueños tienen un significado real. nas despiertas. Esos períodos de ac- ha determinado que el control ner-
Los estudios sobre el hipocampo (una tividad mental configuran el sueño vioso de esta fase del ciclo del sueño
estructura cerebral crucial en los pro- REM. La ensoñación ocurre exclusi- se encuentra en el tallo cerebral (la
cesos relacionados con la memoria), vamente durante estos intervalos. región del cerebro más cercana a la
sobre la fase del sueño de movimien- Las motoneuronas están inhibidas médula espinal) y que, durante el
tos oculares rápidos (REM) y sobre durante el sueño REM, impiden que sueño REM, las señales nerviosas
las ondas cerebrales llamadas ritmo el cuerpo se mueva libremente y de- —las llamadas espigas del córtex
theta sugieren que los sueños inter- jan que las extremidades permanez- ponto-geniculado-occipital (PGO)—
vienen de forma destacada en la me- can ligeramente activas. Los ojos se proceden del tallo cerebral al centro
morización. En concreto, los estudios mueven rápidamente y al unísono ba- de procesamiento visual, la corteza
del ritmo theta en mamíferos no pri- jo los párpados cerrados, la respira- visual. Las neuronas del tallo cere-

80 TEMAS 28
bral estimulan también la aparición Cuando Freud escribió La interpre- deo azaroso que venía del tallo cere-
de una onda sinusoidal en el hipo- tación de los sueños, no se conocía la bral. Aunque en ocasiones diese la
campo. Llámase ritmo theta a esa fisiología del sueño. A la luz del descu- impresión de que encierran un conte-
señal del cerebro. brimiento del sueño REM, se modifi- nido psicológico, los sueños se halla-
Hay por lo menos un animal que caron ciertos elementos de su teoría rían intrínsecamente carentes de sig-
presenta la fase de ondas lentas y no psicoanalítica y se dispuso de una ba- nificado.
el sueño REM; no exhibe, pues, el rit- se para elaborar teorías mejor funda- Hobson revisó su teoría y reconoció
mo theta mientras duerme. Se trata das en la neurología. La ensoñación co- el profundo significado psicológico de
del equidna (Tachyglossus aculeata), menzó a considerarse parte del ciclo los sueños. Opina ahora que el signi-
un mamífero monotrema, ovíparo, que del sueño, determinada biológicamen- ficado, o la trama, de los sueños re-
permite ampliar nuestro conocimien- te. Ello no obsta para que la noción cen- sultaría de un orden impuesto sobre
to sobre el origen de la ensoñación. tral de la teoría freudiana —es decir, el caos de las señales nerviosas, “or-
La ausencia del sueño REM en el la creencia de que los sueños revela- den que está en función de nuestra
equidna sugiere que esta fase del ci- rían nuestros sentimientos y preocu- propia visión del mundo, de nuestros
clo del sueño evolucionó hace unos 140 paciones más íntimos— se continúe recuerdos remotos”. En otras pala-
millones de años, cuando los marsu- utilizando en la praxis psicoanalítica. bras, el vocabulario emocional de las
piales placentarios divergieron de la Pero algunos teóricos abandonaron personas guardaría relación con los
línea de los monotremas. (Los mono- a Freud tras los hallazgos de la neu- sueños. En una nueva revisión de su
tremas son los primeros mamíferos rología. En 1977, J. Allan Hobson y hipótesis original, Hobson apuntó
que se desarrollaron a partir de los Robert McCarley, de la facultad de también que la activación por parte
reptiles.) medicina de Harvard, propusieron la del tallo cerebral podría servir de me-
hipótesis de la “activación-síntesis”. ra conmutación o tránsito de un epi-

C onsiderada desde una perspec-


tiva evolutiva, la perpetuación
de un proceso cerebral complejo como
A tenor de la misma, los sueños con-
sistirían en asociaciones y recuerdos
procedentes del prosencéfalo (el neo-
sodio de ensoñación a otro.
Hobson y McCarley habían aporta-
do una explicación del contenido de
el sueño REM indica que nos halla- córtex y estructuras relacionadas) en la ensoñación, pero seguía sin cono-
mos ante una función importante pa- respuesta a señales aleatorias proce- cerse la función básica del sueño REM.
ra la supervivencia de los mamíferos. dentes del tallo cerebral, como las es- En 1983, Francis Crick, del Instituto
El conocimiento de esa función podría pigas PGO. Los sueños se limitarían Salk en La Jolla, y Graeme Mitchi-
revelar el significado en los sueños de a ser la “mejor respuesta” que el pro- son, de la Universidad de Cambridge,
los animales dormidos. sencéfalo podría ofrecer a ese bombar- avanzaron la idea del aprendizaje in-
verso. Partiendo de la hipótesis de
Hobson y McCarley sobre el bombar-
1. ESCALERA DE JACOB, pintada en el año 1973 por Marc Chagall. En ese episodio bíblico, el deo aleatorio del neocórtex mediante
patriarca sueña que los ángeles suben a los cielos y bajan de ellos a través de una escala. ondas PGO, y de su propio conocimien-

marc chagall, scala/art resource


to de la respuesta al estímulo de las ñamos para olvidar”, escriben Crick negar que los sueños encierren nin-
redes nerviosas, postularon que la ma- y Mitchison. gún significado.
lla de complejas asociaciones nervio- En 1986 ofrecieron una revisión de
sas que constituye el neocórtex podría
verse sobrecargada por grandes can-
tidades de información. El neocórtex
su hipótesis. La eliminación de los
pensamientos parásitos explicaría só-
lo el contenido extraño de los sueños.
E n la exploración de los aspectos
neurocientíficos del sueño REM
y de la memoria me pareció atisbar
podría desarrollar entonces pensa- Nada podría afirmarse sobre la enso- el mejor camino para adentrarme en
mientos falsos, o “parásitos”, capaces ñación narrativa. Más aún, lo de “so- el significado y la función de los sue-
de comprometer los almacenes verda- ñar para olvidar” se expresaría mejor ños. La clave de esta investigación es-
deros y ordenados de la memoria. si escribiéramos “soñar para reducir tuvo en el ritmo theta.
En el marco de la hipótesis de Crick la fantasía o las obsesiones”. John D. Green y Arnaldo A. Ardui-
y Mitchison, el sueño REM serviría Ninguna de las hipótesis mencio- ni, de la Universidad de California en
para borrar las asociaciones espurias nadas explica, a plena satisfacción, la Los Angeles, descubrieron, en 1954 y
según una base aplicada con regula- función de los sueños. Por una parte, en animales en estado de vigilia, el
ridad. Las ondas PGO aleatorias afec- la teoría de Freud carece de base fi- ritmo theta. Observaron una señal si-
tarían al neocórtex de forma que se siológica. (Aunque Freud intentó des- nusoidal regular de seis ciclos por se-
borrara, o se “desaprendiera”, la in- cribir la neurología del subconscien- gundo en el hipocampo de los conejos,
formación falsa. Este proceso cumpli- te y de los sueños en su “Proyecto cuando éstos se sentían inquietos por
ría una misión esencial: la de permi- para una psicología científica”, la em- estímulos procedentes del exterior.
tir el proceso ordenado de la presa resultó prematura y él se ciñó Denominaron a esta señal ritmo the-
memorización. En el hombre, los sue- al psicoanálisis.) Por otro lado, a pe- ta, en razón de un componente del
ños serían un registro operativo de sar de las adaptaciones de las hipó- EEG de igual frecuencia descubierto
esos pensamientos parásitos o mate- tesis para incorporar elementos psi- con anterioridad.
rial desechable de la memoria. “So- cológicos, las teorías terminaron por Ese ritmo se confirmaría más tar-
de en el tupaya, el topo, la rata y el
gato. Aunque todos lo mostraban en
estado de vigilia, el ritmo theta esta-
CORTEX PREFRONTAL ba relacionado con comportamientos
muy diferentes de acuerdo con la es-
SEPTUM pecie. Así, en señalado contraste con
el conejo, los estímulos ambientales
no provocaban el ritmo theta en la ra-
ta, que sólo lo mostraba durante el
movimiento y, de forma característi-
ca, cuando se hallaba en exploración.
Sin embargo, en 1969, Case H. Van-
derwolf, de la Universidad de Onta-
rio, descubrió que había un momento
en que los animales que estaba estu-
diando, entre ellos la rata, presenta-
ban el ritmo theta: el sueño REM.
En 1972 publiqué un comentario en
el que señalaba que la aparición dis-
par del rimo theta podría hallar expli-
cación en el comportamiento del ani-
mal. Los individuos despiertos parecían
mostrar ritmos theta cuando asumían
conductas cruciales para su supervi-
vencia. Es decir, el ritmo theta apare-
CORTEX cía cuando desarrollaban un compor-
HipocampO CORTEX VISUAL tamiento que no se hallaba
ENTORRINAL genéticamente determinado —como la
HipocampO alimentación o la conducta sexual—,
sino que constituía una respuesta an-
te la información procedente de un en-
TALLO CEREBRAL
torno cambiante. El comportamiento
depredador del gato, el de presa del co-
CIRCUNVOLUCION nejo y el explorador de la rata son, res-
DENTADA pectivamente, fundamentales para su
MEDULA ESPINAL
CELULAS CA1 supervivencia. Una rata hambrienta
carol donner

CELULAS explorará antes de comer, aun cuando


CA3 tenga la comida delante.
Además, como el hipocampo inter-
2. ANATOMIA DEL CEREBRO y corte transversal del hipocampo. Se nos muestran algunas viene en los procesos mnémicos, la
de las regiones implicadas en la ensoñación. En el hipocampo, se procesa secuencialmen- presencia del ritmo theta durante el
te la información procedente del exterior en la circunvolución dentada, las células pirami- sueño REM en esa región del cerebro
dales CA3 y las CA1. En las especies de mamíferos no primates, el ritmo theta se genera en podría estar relacionada con dicha ac-
la circunvolución dentada y las CA1. tividad. Propuse que el ritmo theta

82 TEMAS 28
1 SEG

RITMO THETA

SUEÑO REM SUEÑO REM


SUEÑO REM

EXPLORACION
APRENSION

patricia j. wynne
DEPREDADOR

3. EL RITMO THETA, una señal cerebral periódica, se manifiesta cia del animal. En placentarios y marsupiales, el ritmo theta
en diferentes conductas durante la vigilia de distintas especies. está presente durante el sueño de movimientos oculares rápidos
Cada una de esas conductas es fundamental para la superviven- (REM).

reflejaba una función nerviosa en vir- el córtex entorrinal; Robert Verdes, medir con un electrodo de registro.
tud de la cual se reprocesaba, en la de la Universidad estatal de Wayne, Sirviéndose de esa técnica, Bliss y sus
memoria y durante el sueño REM, in- describió las neuronas del tallo cere- colaboradores midieron la respuesta
formación esencial para la supervi- bral que controlan el ritmo theta. Es- normal a un solo pulso eléctrico. Apli-
vencia de la especie, acumulada du- tas neuronas transmiten señales al caron luego a la misma vía una larga
rante el día. septum (estructura del prosencéfalo) serie de señales de alta frecuencia
En 1974, mientras registraba seña- que, a su vez, activa el ritmo theta en —pulsos tetánicos—. Tras la serie de
les del hipocampo en ratas y conejos el hipocampo y en el córtex entorri- estímulos tetánicos, el pulso eléctri-
que podían moverse libremente, des- nal. Tenemos, pues, que el tallo cere- co solitario provocaba una excitación
cubrí la fuente generadora del ritmo bral activa el hipocampo y el neocór- en las células granulosas mucho ma-
theta en el hipocampo. Se admite que tex, el sistema mnémico nuclear del yor que la observada antes del expe-
el hipocampo constituye, con el neo- cerebro. rimento. El efecto de refuerzo persis-
córtex, la estructura nerviosa básica Con objeto de determinar la rela- tía durante tres días. Este fenómeno
para el almacenamiento de la memo- ción entre el ritmo theta y la memo- de PLP constituía el tipo de aumento
ria. El hipocampo (así llamado por su ria, lesioné el septum de la rata. Las de capacidad nerviosa que podía man-
forma de “caballito de mar”) es una ratas que con anterioridad habían tener la memoria. La PLP se conside-
estructura secuencial que se compo- aprendido, mediante señales espacia- ra ahora como un modelo del apren-
ne de tres tipos de neuronas. La in- les, a localizar una posición particu- dizaje y la memoria.
formación procedente de todas las lar del laberinto, no eran ya capaces La aparición de la PLP obedece a
áreas sensitivas y de asociación del de hacerlo. Sin el ritmo theta, se per- la actividad del receptor del NMDA
neocórtex converge en el córtex ento- día la memoria espacial. (N-metil-D-aspartato). Esta molécu-
rrinal. Desde allí, se transmite hacia la la portan las dendritas de las cé-
las tres poblaciones sucesivas de neu-
ronas del hipocampo. La señal llega
en primer lugar a las células granu-
L os estudios sobre los cambios ce-
lulares relacionados con la me-
moria ilustran el papel del ritmo the-
lulas granulosas y de las células CA1
del hipocampo, así como las neuro-
nas del neocórtex. Lo mismo que
losas de la circunvolución dentada, ta. El descubrimiento de la ocurre con otros receptores neurona-
después a las células piramidales CA3 potenciación a largo plazo (PLP) en les, un neurotransmisor —el gluta-
(así llamadas por su forma triangu- 1973 puso de manifiesto, en particu- mato en este caso— activa al recep-
lar) y, por último, a las células pira- lar, los mecanismos mediante los que tor del NMDA. El glutamato abre
midales CA1. Tras el procesamiento podría codificarse la memoria. Timo- momentáneamente un canal diferen-
de la información por estos tres tipos thy V. P. Bliss y A. R. Gardner-Med- te del NMDA en la dendrita de la cé-
de células, se retransmite al córtex win, del Instituto Nacional de Inves- lula granulosa, dejando que el sodio
entorrinal y, de allí, al neocórtex. tigaciones Médicas en Londres, y del espacio extracelular penetre en
Los estudios realizados por mí de- Terje Lømo, de la Universidad de Os- el interior de la neurona. Este flujo
mostraron que el ritmo theta se pro- lo, encontraron alteraciones en las cé- induce la despolarización de la célu-
ducía en dos regiones del hipocampo: lulas nerviosas a las que se habían la granulosa. Si dicha despolariza-
la circunvolución dentada y las neu- aplicado estímulos intensos con pul- ción es suficiente, la célula se excita,
ronas CA1. Los ritmos de esas dos sos eléctricos. transmitiendo información a otras
áreas eran sincrónicos. Con posterio- En investigaciones precedentes se neuronas.
ridad, Susan Mitchell y James B. había observado que, si se estimula- A diferencia de otros receptores
Ranck, del Hospital Clínico de la Uni- ba la vía entre el córtex entorrinal y neuronales, el del NMDA posee una
versidad de Nueva York, identifica- las células granulosas del hipocampo, propiedad adicional. Si sucede una nue-
ron un tercer generador sincrónico en la respuesta de estas células se podía va activación por parte del glutama-

LA CONSCIENCIA 83
to mientras la célula granulosa está Gregory Rose y Thomas V. Dunwiddie, gos de Larson y Lynch obtenidos con
despolarizada, se abre un segundo ca- de la Universidad de Colorado en Den- las células CA1, si bien en mi caso
nal, que permite la entrada de calcio. ver, sugirieron la relación entre la se trataba de las células granulosas
Se cree que el calcio actúa de segun- aparición de la PLP en el hipocampo del hipocampo. Con el auxilio de
do mensajero y desencadena una cas- y el ritmo theta. Aplicaron un peque- Constantine Pavlides y Yoram J.
cada de episodios intracelulares que ño número de pulsos eléctricos a las Greenstein demostré que la PLP de-
culminan con cambios de larga dura- células CA1 del hipocampo de la rata pendía de la presencia y la fase del
ción en las sinapsis o PLP. (Forzosa- y produjeron una PLP, pero sólo cuan- ritmo theta. Si se aplicaban los pul-
mente hemos simplificado aquí la des- do transcurría entre los pulsos el in- sos eléctricos a las células en el pi-
cripción del proceso; la verdad es que tervalo de tiempo normal que media co de las ondas theta, se inducía PLP.
la PLP es objeto hoy de intensa inves- entre dos ondas theta (unos 200 mili- Pero si el mismo pulso se aplicaba
tigación.) segundos). El ritmo theta constituye, en el seno de las ondas —o en ausen-
El impulso tetánico aplicado por por lo que se ve, el medio natural a cia del ritmo theta—, no se produ-
Bliss y sus colaboradores no ocurría través del cual se activa el receptor cía PLP.
de forma natural en el cerebro. Por del NMDA en las neuronas del hipo- Se iba perfilando un cuadro de ex-
eso, la cuestión planteada seguía sien- campo. plicación coherente del proceso de la
do la consecución de una PLP en cir- memoria. Cuando una rata se halla
cunstancias normales. En 1986, John
Larson y Gary S. Lynch, de la Uni-
versidad de California en Irvine, y
E l trabajo desarrollado en mi pro-
pio laboratorio de la Universi-
dad Rockefeller corroboró los hallaz-
explorando, las neuronas del tallo ce-
rebral producen un ritmo theta. La in-
formación olfatoria (que en la rata es-
tá sincronizada con el ritmo theta,
como lo está el movimiento de los bi-
gotes) y la de otros estímulos senso-
riales convergen en el córtex entorri-
nal y en el hipocampo. Allí, el ritmo
theta fracciona la información en “bits”
de 200 milisegundos. Los receptores
del NMDA, actuando junto con el rit-
mo theta, permiten el almacenamien-
to a largo plazo de esta información.
Durante el sueño REM ocurre un
proceso similar. Aunque no existe en-
trada de información o movimiento
MEMBRANA HENDIDURA durante esa fase del sueño, la red for-
PRESINAPTICA SINAPTICA mada por el neocórtex y el hipocam-
NEUROTRANSMISOR po es recorrida por el ritmo theta, ca-
CANAL IONICO MEMBRANA
POSTSINAPTICA paz éste de causar quizá
modificaciones de larga duración en
la memoria.
Los resultados de uno de mis expe-
rimentos posteriores sirvieron para
demostrar que, durante el sueño, se
almacenaba la memoria espacial en
el hipocampo de la rata. John O’Keefe
GlutamatO y J. Dostrovsky, de la Universidad de
Londres, demostraron que en el hipo-
campo de la rata se excitan determi-
nadas neuronas CA1 cuando el ani-
mal despierto se mueve hacia cierto
CALCIO espacio: el campo de lugar de las neu-
ronas. Inferíase de este hallazgo que
carol donner (arriba), gabor kiss (abajo)

la neurona CA1 se estimulaba para


cartografiar el medio exterior y con-
finarlo a la memoria.
RECEPTOR En 1989, localicé con Pavlides dos
DEL NMDA neuronas CA1 en el hipocampo de la
SODIO rata que tenían campos de lugar dife-
SEGUNDA rentes. Registramos las señales proce-
LIBERACION
DESPOLARIZACION DE GLUTAMATO PLP dentes de ambas células simultánea-
mente. Tras determinar la excitación
4. RECEPTOR NMDA, cuya activación induce la potenciación a largo plazo (PLP); constituye normal de las ratas en animales des-
un modelo de la memoria. La liberación del neurotransmisor glutamato (cuadro izquierdo) piertos y dormidos, situamos a una ra-
abre un canal diferente del receptor del NMDA, permitiendo la entrada de sodio, que des- ta en el campo de lugar de una de las
polariza la neurona. Si se produce una nueva liberación de glutamato mientras la célula aún neuronas. La neurona se excitó vigo-
está despolarizada (cuadro central), el receptor del NMDA abre un segundo canal que rosamente, trazando el mapa de la po-
permite la entrada del calcio, promoviendo la PLP. Esta potenciación a largo plazo se pro- sición. La segunda célula se excitó,
duce en virtud del aumento del paso del sodio a través del canal independiente del NMDA aunque mucho menos, pues no estaba
(cuadro derecho) y por la mayor despolarización subsiguiente. codificando el espacio. Seguimos regis-

84 TEMAS 28
6

MILIVOLTS
3 PLP

0
PULSOS EN EL PICO
200 MILISEGUNDOS
0 10 20

PULSO ELECTRICO RITMO THETA 6

MILIVOLTS
3 SIN PLP

0
GABOR KISS

PULSOS EN EL SENO 0 10 20
MILISEGUNDOS

5. POTENCIACION A LARGO PLAZO EN LAS CELULAS granulosas tiempo entre los picos consecutivos de las ondas theta), apli-
del hipocampo, de la cual es responsable el ritmo theta. Unos cados en los picos del ritmo theta, producen una potenciación
pulsos eléctricos, separados entre sí por 200 milisegundos (el a largo plazo.

trando las señales de ambas neuronas ra procesar la memoria en el sueño A lo largo del día, los animales reco-
conforme la rata se movía; después en- REM traza una divisoria en la anato- gen información asociada a la locomo-
tró en varios ciclos de sueño. Así se es- mía cerebral de los animales que pre- ción y el movimiento de los ojos. El
tudiaron seis pares de neuronas. sentan ese aspecto del ciclo del sueño reprocesamiento de esta información
Descubrimos que las neuronas que y los que no lo presentan. Existen, en durante el sueño REM no podría se-
habían codificado el espacio se esti- efecto, diferencias a ese respecto en- pararse fácilmente del movimiento re-
mulaban de forma habitual cuando el tre el equidna y los marsupiales y pla- lacionado con la experiencia; tal diso-
animal se movía antes de dormir. Sin centarios. ciación cabría sólo en el caso de una
embargo, durante el sueño, se estimu- El equidna tiene un gran córtex pre- modificación drástica de los circuitos
laban a un ritmo significativamente frontal circunvolucionado, con una re- cerebrales. Por consiguiente, para
mayor que el correspondiente a su rit- lación con el resto del cerebro mayor mantener el sueño, había que supri-
mo basal en sueños anteriores. No se que la que se da en cualquier otro ma- mir el movimiento mediante la inhi-
producía tal aumento del ritmo de es- mífero, hombre incluido. Necesita su bición de las neuronas motoras. La
timulación durante el sueño en las enorme córtex prefrontal para reali- supresión del movimiento ocular es
neuronas que no habían codificado el zar, así lo creo, una doble función: innecesaria, ya que esta actividad no
espacio. Este experimento sugería reaccionar debidamente ante la infor- altera el sueño.
que, durante el sueño, tenía lugar, en mación exterior, basándose en la ex- El movimiento ocular rápido en el
determinadas neuronas, un reproce- periencia acumulada, y evaluar y al- estado de vigilia y durante el sueño
samiento o intensificación de la infor- macenar la información nueva para REM se ve acompañado de potencia-
mación que el animal había codifica- su supervivencia en el futuro. Sin rit- les del movimiento ocular, similares
do durante el estado de vigilia. mo theta durante el sueño REM, el a las espigas PGO. La función de es-
Bruce L. McNaughton y sus com- equidna no es capaz de procesar la in- tas señales, todavía por establecer,
pañeros de la Universidad de Arizo- formación mientras duerme; sí lo pre- podría servir para avisar a la corteza
na han ideado la manera de registrar senta cuando busca comida. Para de- visual acerca de la información exter-
la actividad de un gran número de sarrollar aptitudes más avanzadas, na cuando el animal está despierto y
neuronas del hipocampo que carto- el córtex prefrontal debería haber reflejar el reprocesamiento de dicha
grafían localizaciones. Gracias a esta aumentado progresivamente de tama- información durante el sueño REM.
técnica se identifican patrones de dis- ño, más allá de la capacidad del crá- En cualquier caso, las espigas PGO
paro neuronal definidos. En estudios neo, a menos que se hubiera ingenia- no alteran el sueño y no es necesario
hechos con animales, hallaron que hay do otro mecanismo cerebral. suprimirlas, a diferencia de las neu-
conjuntos de neuronas de campo de ronas motoras.
lugar, que codifican el espacio en la
vigilia, que reprocesan la información
durante el sueño de ondas lentas y
E l sueño REM podría ser ese nue-
vo mecanismo, permitiendo que
el procesamiento de la memoria ocu-
Con la evolución del sueño REM, ca-
da especie podía procesar la informa-
ción de interés para su supervivencia:
luego durante el sueño REM. Estos rriera “fuera de contacto”. Coincidien- localización de la comida, depredación
resultados dan a entender que el pro- do con el desarrollo ostensible del sue- o huida, actividades durante las cua-
cesamiento memorístico mientras se ño REM en marsupiales y placentarios, les está presente el ritmo theta. En el
duerme quizá tenga dos fases, una se produjo un cambio anatómico no- sueño REM podría volverse a acceder
preliminar, en el sueño de ondas len- table: el córtex prefrontal redujo bas- a esa información e integrarla con la
tas, y otra posterior, en el REM, mien- tante su tamaño. No era tan impres- experiencia anterior para proporcio-
tras se tienen sueños. cindible para procesar la información. nar estrategias de conducta.
La prueba de que el ritmo theta co- Por consiguiente, esa área cerebral Aunque no se ha comprobado la exis-
difica los recuerdos durante el sueño podía desarrollarse para ofrecer una tencia del ritmo theta en primates, las
REM podrían ofrecérnosla no sólo la capacidad cognitiva y perceptiva señales del cerebro aportan una clave
investigación neurológica, sino tam- avanzada en especies superiores. para descifrar el origen de los sueños
bién los estudios evolutivos. La apa- La naturaleza del sueño REM res- en humanos. Los sueños podrían re-
rición de un mecanismo nervioso pa- palda esa argumentación evolutiva. flejar un mecanismo de procesamien-

LA CONSCIENCIA 85
to de la memoria heredado de especies poco existen motivos para que el ma- biteriano de San Lucas de Chicago.
inferiores que permitiría, durante el terial de los sueños no llegue a hacer- Cartwright estudia un universo de 90
sueño REM, volver a procesar la infor- se consciente. Se pueden, pues, recordar individuos en proceso de separación
mación útil para la supervivencia. Es- los sueños con más facilidad cuando matrimonial y divorcio. Todas las per-
ta información podría constituir el sus- uno se despierta durante el sueño REM, sonas son evaluadas clínica y psicoló-
trato del subconsciente. o inmediatamente después. gicamente para determinar sus acti-
Como los animales no poseen len- En coherencia con la evolución y tudes y respuestas a su crisis personal.
guaje, la información que procesan con los datos extraídos de la neuro- Se les despierta en el período de sue-
durante el sueño REM es, por necesi- ciencia y de los contenidos de los sue- ño REM para que cuenten sus sueños,
dad, sensorial. En consonancia con ños, sugiero que éstos reflejan la es- que interpretan ellos mismos, sin nin-
nuestros primitivos orígenes mamífe- trategia del individuo para sobrevivir. guna pregunta que pudiera condicio-
ros, los sueños del hombre son de na- Los temas de los sueños, muy varia- nar su explicación. En los 70 indivi-
turaleza sensorial, visual en primer dos y complejos, se tejen con imáge- duos estudiados hasta el momento,
lugar. Los sueños no toman la forma nes de uno mismo, sus miedos e inse- los sueños expresan sus pensamien-
de narración verbal. guridad, fortaleza, ideas grandiosas, tos inconscientes; su contenido guar-
De acuerdo también con el papel que orientaciones sexuales, deseos, celos da estrecha relación con las conduc-
el sueño REM desempeña en el proce- y amores. tas que adoptan para afrontar su
samiento de los recuerdos en los ani- Los sueños poseen, sin la menor du- crisis durante la vigilia.
males, no hay necesidad funcional de da, un sustrato psicológico profundo. A pesar de que el tema “elegido” pa-
que este material pase a la conscien- Así han opinado los psicoanalistas ra considerar durante el sueño de una
cia. Aparece ésta en una fase tardía de posteriores a Freud y ha ilustrado Ro- noche es impredecible, ciertas dificul-
la evolución, con el hombre. Pero tam- salind Cartwright, del Hospital pres- tades de la vida —como en el caso de
los sujetos de Cartwright— afectan
de tal modo a la supervivencia psico-
lógica que son seleccionadas para su
procesamiento en el sueño REM. En
los períodos ordinarios de la vida, de-
pendiendo de la personalidad del in-
dividuo, el contenido de lo soñado pue-
de ser totalmente libre. Además,
cuando se une a las complejas asocia-
ciones que forman parte intrínseca
del procesamiento durante el sueño
REM, el significado de lo soñado pue-
de resultar obscuro.
Sin embargo, existen razones para
creer que el proceso cognitivo que
ocurre en los sujetos de Cartwright se
da en todas las personas. La interpre-
tación del mensaje coherente que se
está emitiendo depende de la perspi-
cacia de la persona en relación con he-
chos similares o importantes. Estas
asociaciones acusan el influjo podero-
so de las primeras experiencias infan-
tiles.

M i hipótesis ofrece también una


explicación para la gran canti-
dad de sueño REM que experimentan
los bebés y los niños. Los recién naci-
dos pasan ocho horas al día en sueño
REM. En ese momento de su vida, el
ciclo del sueño está desorganizado. El
carol donner (arriba), gabor kiss (abajo)

sueño tiene lugar en períodos de 50 a


60 minutos y empieza con el REM, en
vez de hacerlo con el sueño de ondas
lentas. A los dos años, el sueño REM
se reduce a tres horas al día y se es-
tablece el patrón del adulto. En ade-
lante, el tiempo dedicado al sueño
REM cae gradualmente hasta algo
menos de dos horas.
6. ARBOL EVOLUTIVO que muestra la divergencia entre marsupiales y placentarios, por El sueño REM podría desempeñar
un lado, y monotremas por otro. El equidna, que no presenta sueño REM, tiene un córtex una función especial en los recién na-
prefrontal mayor en comparación con el resto del cerebro que cualquier mamífero res- cidos. Se opina que estimula el creci-
tante, incluido el ser humano. Es bastante mayor que el de otros animales de tamaño si- miento nervioso. Pero, cualquiera que
milar, como la zarigüeya y el gato. sea su función, cuando el hipocampo,

86 TEMAS 28
que se encuentra todavía en fase de han visto que hay procesamientos me-
desarrollo en el recién nacido, se ha- morísticos durante el sueño REM de
ce funcional, el sueño REM cumple su los seres humanos. En su experimen-
misión de memoria interpretativa. La to, unos individuos aprendían a iden-
información durante la vigilia que de- tificar determinados patrones exhibi-
be integrarse en ese momento del de- dos en una pantalla. El recuerdo de
sarrollo constituye el sustrato cogni- esa destreza mejoraba tras una noche
tivo básico de la memoria, el concepto con sueño REM. Cuando se privaba a
del mundo real a partir del cual se esos individuos del sueño REM, el re-
compararán e interpretarán las expe- cuerdo no se consolidaba. Este estu-
riencias posteriores. La organización dio abre un prometedor campo de ex-
en la memoria de esta amplia infraes- ploración.
tructura requiere ese tiempo adicio- Del mayor interés son quizá unos
nal de sueño REM. hallazgos de la biología molecular que
Por razones que no pudo conocer, ratifican que el sueño REM desempeña
Freud expuso en su trabajo una gran un papel en el procesamiento de la me-
verdad. Hay un subconsciente; y los moria. Sidarta Ribeiro y sus colabora-
sueños constituyen la “calzada real” dores de la Universidad Rockefeller
que lleva a su desciframiento. Ahora han informado de que el gen de expre-
bien, las características del subcons- sión temprana inmediata zif-268, aso-
ciente y los procesos relacionados del ciado al aprendizaje, se expresa selec-
funcionamiento del cerebro son muy tivamente durante el sueño REM de
diferentes de lo que Freud pensaba. ratas expuestas a experiencias en un
En mi opinión, no se trata de una cal- período de vigilia precedente. De esta
dera de pasiones desenfrenadas y de- área de investigación cabe esperar nue-
seos de destrucción, sino de una es- vos conocimientos acerca del papel del
tructura mental cohesionada y en sueño REM.
continua actividad que toma nota de
las experiencias de la vida y reacciona
de acuerdo con su propio esquema de BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA
interpretación. Los sueños no están
camuflados por culpa de la autorre- Interspecies D ifferences in the O c­
presión. Deben su carácter insólito a currence of Theta. Jonathan Winson en
las asociaciones complejas proceden- Behavioral Biology, vol. 7, n.o 4, páginas
tes de la memoria. 479-487; 1972.
La investigación acerca del sueño Loss of Hippocampal Theta Rhythm Re­
sults in Spatial Memory Deficit in the
REM abona la existencia de una ra-
Rat. Jon­a­than Winson en Science, vol.
zón biológica importante para soñar. 201, n.o 435, págs. 160-163; 1978.
La versión revisada de la hipótesis de Brain and Psyche: The Biology of the
la activación-síntesis de Hobson y Mc- Unconscious. Jonathan Winson. Anchor
Carley reconoce el sustrato psicológi- Press, Doubleday, 1985.
co profundo de los sueños. En su ac- Long-Term Potentiation in the Dentate
tual forma truncada, la hipótesis de Gyrus Is Induced Preferentially on
the P ositive P hase of Q-R hythm .
la activación aleatoria por parte del
Constantine Pavlides, Yoram J. Green­
tallo cerebral tiene escaso poder ex- stein, Mark Grudman y Jona­than Winson
plicativo o predictivo. en Brain Research, vol. 439, págs. 383-387;
La hipótesis de Crick y Mitchison 1988.
otorga una función al sueño REM: el Influences of Hippocampal Place Cell
aprendizaje inverso. Ahora bien, eso Firing in the Awake State on the Ac­
no puede aplicarse a los elementos na- tivity of T hese C ells during S ub ­
sequent Sleep Episodes. Constantine
rrativos de los sueños, sino tan sólo a
Pav­lides y Jonathan Winson en Journal of
los elementos extravagantes. Deben Neuroscience, vol. 9, n.o 8, págs. 2907-
definirse las posibles implicaciones 2918; agosto de 1989.
de todo ello en relación con el proce- Dependence on REM Sleep of Over­
samiento REM en especies inferiores night Improvement of a Perceptual
antes de someter a valoración la teo- Skill. Avi Karni, David Tanne, Barton S.
ría. Además, la hipótesis de Crick y Rubenstein, Jean J. M. Askenasy y Dov
Mitchison aplicada al hipocampo su- Sagi en Science, vol. 265, págs. 679-682;
julio de 1994.
giere que las neuronas se excitan alea- Reactivation of Hippocampal Ensemble
toriamente durante el sueño REM, Memories during Sleep. Mathew A. Wil-
causando el aprendizaje inverso. Pe- son y Bruce L. McNaughton en Science,
ro en mi experimento con las neuro- vol. 265, págs. 676-679; julio de 1994.
nas que codifican el espacio, dichas Brain Gene Expression during REM
neuronas se excitan de forma selecti- Sleep Depends on Prior Waking Expe­
rience. Sidarta Ribeiro, Vikas Goyal,
va, prueba de que se da un proceso or-
Claudio V. Mello y Constantine Pavlides
denado de la memoria. en Learning and Memory, vol. 6, págs.
Avi Karni y sus compañeros del is- 500-508; 1999.
raelí Instituto Weizmann de Ciencias

LA CONSCIENCIA 87
Cerebro de varón
y cerebro de mujer
Las variaciones cognitivas de uno a otro sexo reflejan
diferentes influencias hormonales sobre el desarrollo del cerebro.
Comprender estas diferencias y sus causas ayudará
a penetrar en la organización del cerebro

Doreen Kimura

L
a mujer y el hombre no sólo difie- Del mismo modo, dos individuos pue- sidad de Ontario Occidental, que los
ren en atributos físicos y fun- den tener la misma inteligencia global niños de tres años poseen mejor pun-
ción reproductora, sino también pero poseer modelos diferentes de ca- tería que las niñas de la misma edad.
en la manera de resolver problemas pacidad. Además, Neil V. Watson, cuando es-
intelectuales. Se ha considerado ele- Por término medio, los hombres taba en mi laboratorio, demostró que
gante insistir en que estas últimas realizan mejor que las mujeres deter- el tiempo dedicado a las actividades
diferencias son mínimas y que obede- minadas tareas espaciales; en par- deportivas no explica el distinto com-
cen a la diversa experiencia habida ticular, las aventajan en pruebas en portamiento de uno y otro sexo en
durante el desarrollo. Pero la verdad las que el sujeto ha de imaginarse el materia de puntería que se observa
es que las pruebas recogidas denun- giro o cualquiera otra manipulación en los adultos jóvenes. Para Kimberly
cian que las hormonas sexuales con- de un objeto. Son mejores que ellas en A. Kerns, que trabajaba con Sheri A.
dicionan la organización del cerebro las pruebas de razonamiento mate- Berenbaum en la Universidad de Chi-
en una etapa precoz de la vida; y así, mático y en el correcto recorrido de cago, las diferencias en la habilidad
desde los comienzos, el ambiente actúa una ruta; consiguen también mayor de rotación espacial se dan ya antes
sobre cerebros que presentan un sis- precisión en pruebas de habilidades de la pubertad.
tema de ordenación distinto según se motoras dirigidas a blancos, esto es, Se han estudiado sistemáticamente
trate del niño o de la niña. Esa dispa- en guiar o interceptar proyectiles. las diferencias en el aprendizaje de
ridad de partida hace casi imposible Por su parte, las mujeres tienden a rutas por adultos en condiciones de
evaluar los efectos de la experiencia superar a los hombres en velocidad laboratorio. En esa línea, Liisa Galea,
por separado de la predisposición fi- perceptiva, cuando se trata de iden- de mi departamento, se fijó en la ha-
siológica. tificar rápidamente objetos empare- bilidad de un grupo de universitarios
Los estudios de comportamiento, jados. Poseen una mayor fluidez ver- que seguían una ruta en un mapa de
neurológicos y endocrinos han identi- bal, en la que se incluye la capacidad sobremesa. Los hombres aprendieron
ficado los procesos que originan dife- de encontrar palabras que empiecen la ruta con menor número de intentos
rencias sexuales en el cerebro; gracias con una letra dada o que cumplan y cometieron menos errores que las
a ellos se han aclarado algunos aspec- alguna otra condición. Les ganan tam- mujeres; pero, una vez terminado el
tos de la base fisiológica de dicha dis- bién en cálculo aritmético y en recor- aprendizaje, éstas recordaban más
paridad. Además, analizando la in- dar los detalles singulares de una hitos o detalles de la ruta que los hom-
fluencia de las hormonas en la función ruta. Además, son más rápidas en bres. Esos y otros resultados abonan
cerebral a lo largo de la vida se apre- ciertas tareas manuales de precisión, la posibilidad de que las mujeres tien-
cia que las presiones evolutivas con- como la de colocar clavijas en deter- dan a usar los hitos visibles como una
dicionantes permiten, no obstante, minados orificios de una tabla. táctica para orientarse en la vida co-
cierto grado de flexibilidad en la ca- Algunos han afirmado que las dife- tidiana. Falta por establecer las es-
pacidad cognitiva diferencial entre los rencias, por razón del sexo, en la re- trategias que prevalecen en el varón,
sexos. solución de problemas no aparecen si bien deben estar relacionadas con
Las principales diferencias que hasta después de la pubertad. Pero la capacidad espacial.
marca el sexo en la función intelectual comprobé con Diane Lunn, que traba- Marion Eals e Irwin Silverman
parecen residir en los modelos de ca- jaba en mi laboratorio de la Univer- estudiaron otra función que podría
pacidad y no en el nivel global de in-
teligencia (el coeficiente intelectual,
CI). Todos somos conscientes de que 1. LOS CAMINOS de un paisaje como el de esta pintura, El viejo balde de roble, de la Abue-
las personas tienen capacidades inte- la Moses (1860-1961), pueden ser aprendidos de forma distinta por las mujeres y los hombres.
lectuales distintas: unas manejan En experimentos de laboratorio se ha descubierto que las mujeres tienden a recordar hitos,
muy bien las palabras, otras son há- como el pozo de abajo a la derecha o el árbol del cruce. Los hombres, que aprenden antes
biles en el uso de objetos —constru- los caminos, no parecen recordar, sin embargo, con tanta facilidad los puntos de referencia,
yendo o reparando cosas, por ejemplo. y así confían en claves espaciales, tales como distancia y dirección.

88 TEMAS 28
© 1987 Grandma moses properties co., n.y.
luego que los colocaran en sus posi- temprana de la vida, la acción de es-
Problemas que resuelven ciones exactas, cosa que las mujeres trógenos y andrógenos (hormonas
hicieron con mayor precisión que los masculinas a cuyo frente se encuentra
mejor las mujeres hombres. la testosterona) establece la diferen-
Importa situar en su debido contex- ciación de sexos. En los mamíferos,
Las mujeres superan a los hombres
to las diferencias aquí descritas: unas hombre incluido, el organismo tiene
en las pruebas de velocidad per-
ceptiva, en las que se han de iden-
son pequeñas y otras bastante gran- potencial para ser macho o hembra.
tificar rápidamente objetos concor- des. Puesto que en muchas pruebas Si hay un cromosoma Y presente, se
dantes: asociar la casa de la cognitivas que dan valores medios de forman testículos, o gónadas mascu-
izquierda con su réplica. las diferencias de origen sexual exis- linas, desarrollo que es el primer pa-
te una superposición muy grande de so esencial para convertirse en macho.
los resultados de hombres y mujeres, Si las gónadas no producen hormonas
se recurre a las variaciones dentro de masculinas, o si por alguna razón las
cada sexo para calibrar las diferencias hormonas no pueden actuar sobre el
entre sexos. Imagínese, por ejemplo, tejido, la forma de organismo que por
que en cierta prueba la puntuación defecto permanece es la hembra.
Recuerdan, además, si se ha supri- media es 105 para las mujeres y 100 Una vez formados, los testículos
mido uno o varios objetos de un para los hombres. Si los resultados de sintetizan dos sustancias que gobier-
cierto conjunto de ellos. las mujeres se distribuyeran de 100 nan el desarrollo del macho. En efec-
a 110 y los de los hombres de 95 a 105, to, la testosterona causa masculini-
la diferencia sería más impresionan- zación al promover el conjunto de
te que si los resultados de aquéllas conductos masculinos, o de Wolff, e
variaran entre 50 y 150 y los de éstos indirectamente, a través de su con-
entre 45 y 145, caso en que la super- versión a dihidrotestosterona, la apa-
posición de puntuaciones sería mucho rición externa del escroto y el pene.
En algunas pruebas de fluidez en mayor. El factor de regresión mulleriano ha-
la ideación, por ejemplo, enumerar ce que el conjunto de conductos feme-
objetos que sean del mismo color,
y en pruebas de fluidez verbal, en
Libro, Lago,
las que se Libro,
Lago, Láser, Loco
han de citarLáser,
Loco
palabras que
L a desviación típica da una medida
de la variación de las puntuaciones
registrada en el interior de un grupo:
ninos, o de Müller, entre en regresión.
Si ocurre alguna anomalía en cual-
quier fase del proceso, el individuo
Líquido, Línea,
Línea, Licor,
Licor, Luz,
Luz,
empiecen Líquido,
con la misma
Losa, Lámpara, letra,
Lámpara, Lápiz, las
Lápiz, Lira,
Lira, para comparar la cuantía de la dife- puede quedar a medio camino de la
Losa,
Libro, Lago, Láser, Loco
mujeres ganan también.
Lejos, Lana, Luna, Letra... rencia debida al sexo en tareas distin- plena masculinización.
Lejos, Lana,
Líquido, Luna,
Línea, Letra...
Licor, Luz,
Libro, Lago, Láser, Loco tas, se divide la diferencia entre grupos
Losa, Lámpara, Lápiz, Lira,
L
Líquido,
Libro, Línea,
Lago, Licor,
Láser, Luz,
Loco de sexo por dicha desviación típica, as hormonas sexuales no se limi-
Lejos, Lana,
Losa, Lámpara,
Líquido, Luna,
Línea, Letra...
Lápiz,
Licor, Lira,
Luz, obteniendo un cociente denominado tan a transformar los genitales
Lejos,Lámpara,
Losa, Lana, Luna, Letra...
Lápiz, Lira,
Lejos, Lana, Luna, Letra...
efecto de tamaño que suele considerar- en órganos masculinos; organizan
se pequeño cuando es inferior a 0,5. también, en una fase precoz del de-
Según mis datos, no suele haber dife- sarrollo, los correspondientes compor-
Se comportan mejor en tareas rencias entre los sexos en pruebas de tamientos. Dado que no podemos ma-
manuales de precisión –que requie- vocabulario (efecto de tamaño, 0,02), nipular el medio hormonal en los
ren una coordinación motriz fina–,
razonamiento no verbal (0,03) y razo- humanos, debemos a los estudios rea-
tales como insertar clavijas en los
namiento verbal (0,17). lizados sobre animales la mayoría de
orificios de una tabla.
En las pruebas en las que se pide nuestros conocimientos sobre la de-
emparejar fotografías, encontrar pa- terminación de la conducta. Una vez
labras que empiezan con las mismas más, la tendencia intrínseca, según
letras o demostrar fluidez ideativa los estudios de Robert W. Goy, de la
(nombrar objetos que son blancos o Universidad de Wisconsin, es desple-
Y realizan mejor que los hombres las rojos), el efecto de tamaño es algo ma- gar el modelo femenino que se da en
pruebas yor: 0,25, 0,22 y 0,38, respectivamen- ausencia de influencia hormonal mas-
60 %
60 % 77 de cálculo
77 14 xx 33 matemático.
14 –– 17
17 ++ 52
52 te. Como ya se ha expuesto, las mu- culinizante.
cuántos
cuántos
ara 43
43 2 (15 + 3) + 12 –– 15
2 (15 + 3) + 12 15 jeres tienden a superar a los hombres Si a un roedor con genitales mascu-
ara
60 % 77 14 x 3 – 17 + 52 33 en estas pruebas. Se han señalado linos funcionales se le priva al nacer
jared schneidman

cuántos
60 % 77 efectos de tamaño máximos para cier- de andrógenos (sea por castración o por
ara
cuántos 43 214(15
x 3+–3)17+ +1252– 15
60 % 77 14 x 3 – 17 + 52 15 tas pruebas que miden la rotación administración de un compuesto quí-
ara
cuántos 43 2 (15 + 3) + 12 – 3
43 2 (15 + 3) + 12 – 15 3 espacial (0,7) y la precisión en la pun- mico que bloquee los andrógenos), se
ara tería (0,75), significando estos gran- debilitará su comportamiento sexual
3
des valores que hay muchos más hom- masculino—por ejemplo, la copulación
estar relacionada con la memoria de bres situados en la gama alta de la con las hembras—, y en cambio se re-
hitos: la capacidad individual de re- distribución de las puntuaciones. forzarán los comportamientos femeni-
cordar objetos en su sitio dentro de Hombres y mujeres comparten, con nos, como la lordosis (arqueamiento del
un espacio limitado (por ejemplo, en la excepción de los cromosomas sexua- dorso), en la edad adulta. Igualmente,
una habitación o sobre una mesa). les, el material genético. ¿Cuál es, si al nacer se le administran andróge-
Las mujeres recordaban mejor si se pues, el origen de tales diferencias? nos a una hembra, exhibirá, alcanzada
había cambiado o no de lugar un ob- Las distintas pautas de capacidad que la edad adulta, más comportamientos
jeto. En mi laboratorio medimos in- se advierten en hombres y mujeres de tipo masculino y menos del tipo fe-
cluso la precisión de la localización reflejan, sin duda, influencias hormo- menino.
de objetos: a los sujetos se les mos- nales diferentes en su respectivo ce- El equipo de Bruce S. McEwen, de
traba una serie de ellos y se les pedía rebro en desarrollo. En una etapa la Universidad Rockefeller, demostró

90 TEMAS 28
que, en la rata, el proceso de desfe- en las diferencias entre grupos sexua-
minización requiere cambios bioquí- les, sin olvidarse de que los resulta- Problemas que resuelven
micos ligeramente diferentes de los dos relativos a dichas diferencias de
exigidos en el de masculinización, grupo constituyen una afirmación mejor los hombres
procesos que, además, se verifican en estadística general, es decir, estable- Los hombres superan a las mujeres
momentos algo distintos. La testos- cen medias de las que cualquier in- en determinadas tareas espaciales;
terona puede convertirse en estróge- dividuo puede diferir. Tales estudios así, en las pruebas que implican
no o en dihidrotestosterona. La des- constituyen, en potencia, una rica hacer girar mentalmente un objeto
feminización ocurre primordialmente fuente de información sobre la base como el tridimensional que aquí se
después del nacimiento en las ratas, fisiológica de las pautas de conoci- representa;
con intervención mediadora del es- miento.
trógeno, mientras que en la mascu- Los efectos de la temprana exposi-
linización participan la dihidrotes- ción a las hormonas sexuales, que
tosterona y el estrógeno, y en su persisten toda la vida, se clasifican
mayor parte se produce antes del na- entre los organizativos, porque alte-
cimiento, según los estudios de ran permanentemente la función ce-
McEwen. La alfa-fetoproteína puede rebral durante un período crítico; esas o bien determinar en qué posición
proteger el cerebro de las hembras mismas hormonas administradas en quedarán los agujeros perforados
de los efectos masculinizadores de su estadios posteriores no causan tales en una hoja de papel doblada
estrógeno. efectos. Por lo demás, los efectos de cuando ésta se desdoble.
La estructura del cerebro que orga- origen hormonal no se limitan a los
niza el comportamiento reproductor comportamientos sexual o reproduc-
femenino y masculino es el hipotála- tor, sino que se extienden a todos los
mo; alojado en la base del cerebro, se comportamientos en que los machos
conecta con la pituitaria, la principal difieren de las hembras. Parecen,
glándula endocrina. El grupo de Roger pues, condicionar la resolución de pro-
A. Gorski ha demostrado que cierta blemas, la agresividad y la tendencia Muestran mayor precisión que las
región del área preóptica del hipotá- a dedicarse a juegos violentos —el mujeres en habilidades motoras
lamo aparece mayor en las ratas ma- rudo contacto corporal que practican dirigidas a un blanco, como guiar o
cho que en las hembras. El incremen- los machos jóvenes de algunos mamí- interceptar proyectiles.
to de tamaño en los machos está feros—. En este sentido, Michael J.
provocado por la presencia de andró- Meaney observó que es la dihidrotes-
genos en el período posnatal inmedia- tosterona, actuando a través de la
to y, en cierta medida, en el período amígdala (y no del hipotálamo), la que
prenatal. Laura S. Allen ha encontra- origina el comportamiento juguetón
do una diferencia sexual similar en el y combativo de los roedores machos
Realizan mejor las pruebas de des-
cerebro humano. juveniles.
encajamiento, consistentes en
Se ha comprobado también que, en
encontrar una forma simple, como
H a habido estudios, no menos sor-
prendentes, según los cuales el
comportamiento sexual podría reflejar
las ratas, los machos resuelven de
forma distinta los problemas que las
hembras. Christina L. Williams de-
la de la izquierda, escondida en una
figura más compleja.
más diferencias anatómicas. En 1991, mostró que las hembras se inclinan
Simon LeVay dio a conocer que cierta más por utilizar señales o hitos en las
región normalmente mayor en los va- tareas de aprendizaje espacial (lo que
rones que en las mujeres —un núcleo parece suceder también en las muje-
intersticial del hipotálamo anterior— res). En el experimento de Williams,
es menor en los varones homosexuales las hembras preferían apoyarse en Aventajan,Si
por último,
sólo a laselmujeres
sobrevive 60 %
Si sólo sobrevive el 60 % 77
77
que en los heterosexuales. Semejante determinados hitos (fotografías en la en1100 dede
pruebas losrazonamiento
pimpollos, ¿cuántos
mate-
1100 de los pimpollos, ¿cuántos 43
hallazgo respaldaba, en opinión de pared) que guiarse por pistas geomé- mático. habrá que plantar para 43
habrá que plantar para
LeVay, la hipótesis del fundamento tricas (ángulos y forma de la habita-
orgánico de las opciones sexuales. ción); pero si no había hitos, las ratas Si sólo sobrevive el 60 %
Si sólo sobrevive el 60 % 77
de los pimpollos, ¿cuántos 77
Los varones homosexuales podrían seguían las pistas geométricas. Los
jared schneidman

1100
1100 de los pimpollos, ¿cuántos
habrá que plantar para 43
43
obtener en las pruebas cognitivas re- machos de rata, por contra, no utili- habrá que plantar para
sultados distintos de los alcanzados zaban ningún hito en absoluto y pre-
por los heterosexuales. Brian A. Gla- ferían, de manera casi exclusiva, los
due y Geoff D. Sanders sostuvieron indicadores geométricos.
que los homosexuales realizan peor Debemos destacar que estos com-
algunas tareas espaciales que los he- portamientos admiten ser alterados culinizador durante el desarrollo del
terosexuales. En un examen verificado mediante manipulación hormonal du- cerebro.) Las hembras tratadas se
en mi laboratorio, Jeff Hall encontró rante el período crítico. La privación comportan como machos, y los machos
que los varones homosexuales obtenían de testosterona por castración a los como hembras.
peores calificaciones, en pruebas de machos recién nacidos, o la adminis- La selección natural para mejorar
puntería, que los heterosexuales; sin tración de estrógeno a hembras aca- la reproducción puede explicar la
embargo, fueron superiores en fluidez badas de alumbrar, produce la inver- evolución de las diferencias en la
ideativa, como enumerar cosas de un sión completa de los comportamientos orientación espacial. Steven J. C.
determinado color. ligados al sexo cuando llegan al esta- Gaulin y Randall W. FitzGerald, de
Importa acotar la cuantía en que dio adulto. (Según dijimos antes, el la Universidad de Pittsburgh, com-
los distintos estilos de vida influyen estrógeno puede tener un efecto mas- probaron que en ciertas especies de

LA CONSCIENCIA 91
ESPACIAL mUjeres Varones desarrollo de la vida y la quimiotera-
pUntUacion de La prUeBa pia pueda frenar la producción exce-
1,2
testosterona siva de andrógenos, los efectos de la
0,8
aLta exposición prenatal en el cerebro son
testosterona
0,4
Baja
irreversibles.
0
–0,4 testosterona
Baja testosterona
D e acuerdo con el trabajo de Anke
A. Ehrhardt y June M. Reinisch,
entre otros, las niñas sometidas a
–0,8 aLta
una excesiva exposición a los andró-
–1,2 genos son, al crecer, más agresivas y
RAZONAMIENTO MATEMATICO aficionadas a los juegos y deportes
masculinos que sus hermanas, con-
pUntUacion de La prUeBa

1,0
clusión a la que a veces se llega ba-
testosterona
0,6 sándose en sus propias palabras, en
testosterona aLta
las de sus madres, en calificaciones
0,2 Baja
de los profesores y en cuestionarios.
Si las respuestas se puntúan, se corre
–0,2 testosterona el riesgo del sesgo provocado por las
Baja testosterona propias expectativas del adulto que
–0,6
aLta conoce la historia de las niñas o por
–1,0 ellas mismas.
De ahí el interés y la solidez de las
VELOCIDAD PERCEPTIVA observaciones objetivas de Berenbaum
pUntUacion de La prUeBa

1,0 y de Melissa Hines, quienes examina-


testosterona ron el comportamiento en los juegos
0,6 testosterona aLta de niñas afectadas de HAC y lo com-
Baja pararon con el de sus hermanos y
0,2
hermanas. Puestas a elegir entre jue-
gos de transporte y construcción, mu-

jared schneidman
–0,2 testosterona
Baja ñecas y cocinitas o libros y juegos de
–0,6 testosterona
aLta mesa, las niñas con HAC preferían
los juguetes típicamente masculinos
–1,0
(se entretenían con coches durante el
mismo tiempo que los niños norma-
2. INCIDENCIA DE LOS NIVELES DE TESTOSTERONA en el rendimiento de algunas pruebas. les). Tanto las niñas con HAC como
Las mujeres con niveles altos de testosterona resuelven mejor las tareas espaciales (arriba) los niños diferían en sus pautas de
que las mujeres con niveles bajos; los hombres con niveles bajos superan a los de niveles elección de las niñas no afectadas. Si
altos. En una prueba de razonamiento matemático (centro), los niveles bajos de testostero- admitimos que los padres estimulan
na coinciden con un mejor resultado en los varones; en las mujeres no se da esta relación. las inclinaciones femeninas en sus
En una prueba en que suelen destacar las mujeres (abajo), no se halla relación alguna entre hijas con HAC con el mismo calor, al
testosterona y puntuación. menos, que en sus hijas no afectadas,
tales observaciones inducen a colegir
que las preferencias por los juguetes
topillos en las que el macho se aparea No es tan directa la detección de la habían quedado alteradas por el me-
con varias hembras y no con una so- influencia de las hormonas sexuales dio hormonal precoz.
la, éste ha de atravesar un terreno sobre el comportamiento adulto en los Las habilidades espaciales, típica-
más extenso; por ello, la capacidad seres humanos como en otros anima- mente mejores en los machos, se ven
de orientación se convierte en factor les. Antes bien, los investigadores se potenciadas en las niñas con HAC.
clave para el éxito reproductor. Gau- guían por situaciones que puedan ser Según Susan M. Resnick, y el grupo
lin y FitzGerald, investigando el comparables en otras especies y por de Berenbaum, las niñas afectadas
aprendizaje en laberintos de labora- excepciones a la norma que ocurren superaban a sus hermanas en una
torio, sólo encontraron diferencias espontáneamente en el hombre. prueba de manipulación espacial, dos
por sexo en especies de topillos poli- Una de las comprobaciones más pruebas de rotación espacial y una
gínicas, como el topillo de prado, pe- impresionantes procede del examen prueba de desencajamiento (descubrir
ro no en las especies monógamas, de niñas sometidas a un exceso de una figura sencilla escondida dentro
como el topillo de pradera. andrógenos en los estadios prenatal de otra más compleja), tareas esas que
De nuevo, las diferencias de com- o neonatal. La producción de cantida- desempeñan mejor los chicos. No exis-
portamiento pueden ser, aquí, el re- des anómalas, por elevadas, de andró- tían diferencias entre los dos grupos
flejo de las estructurales. Lucia F. genos adrenales puede deberse a un en otras tareas perceptivas o verbales,
Jacobs descubrió que el hipocampo defecto genético llamado hiperplasia ni en las de razonamiento.
—región comprometida con el apren- adrenal congénita (HAC). Antes de Los estudios de ese tenor sugieren
dizaje espacial de aves y mamíferos— los años setenta, se producía una si- que, cuanto mayores sean los niveles
es mayor en los ratones machos poli- tuación similar cuando las mujeres de andrógenos, tanto mejores serán
gínicos que en las hembras. Carecemos embarazadas tomaban esteroides sin- los resultados de orientación espacial.
de datos sobre posibles diferencias téticos. Aunque la masculinización Pero no parece cierta esa inferencia.
sexuales en el tamaño del hipocampo consecuente de los genitales sea co- En 1983, Valerie J. Shute apuntó que
en humanos. rregible en un momento precoz del la relación entre los niveles de andró-

92 TEMAS 28
genos y algunas capacidades espacia- En las pruebas espaciales obtuvimos un determinante biológico significa-
les quizá no fuera lineal; en otras resultados cercanos a los de Shute: tivo. Para el grupo de Benbow, exis-
palabras, la capacidad espacial podría los hombres con baja testosterona tían diferencias por el sexo en la
no aumentar al par que la cuantía de aventajaron a los hombres con valores capacidad de razonamiento matemá-
andrógenos. Shute midió la concen- altos de la misma; las mujeres con tico, que favorecen de manera tenaz
tración de andrógenos en sangre pro- alto nivel de testosterona sobrepasa- a los varones, diferencias que adquie-
cedente de estudiantes varones y ron a las que poseían un bajo nivel de ren espectacular nitidez en el extre-
femeninos; dividió cada sexo en gru- esta hormona. De lo que inferimos la mo superior de la distribución, donde
pos altos y bajos en andrógeno. Todos existencia de un nivel óptimo de an- los varones sobrepasan en número a
cayeron en la gama que es normal drógenos para una máxima capacidad las mujeres en la proporción de 13 a
para cada sexo (existen andrógenos espacial; tal nivel puede caer en la 1. Benbow sostenía, además, que es-
en las hembras, pero en niveles muy gama baja masculina. tas diferencias no encuentran fácil
bajos). Y dedujo que, dentro de las No se encontró correlación alguna explicación en los condicionantes so-
mujeres, resolvían mejor las pruebas entre niveles de testosterona y pun- ciales.
espaciales las que poseían valores tuaciones en las pruebas de velocidad Importa no olvidar que la relación
altos de andrógenos, mientras que en perceptiva. En razonamiento mate- entre niveles hormonales naturales y
los varones ocurría lo contrario: los mático los resultados fueron similares la resolución de problemas se basa en
hombres con pocos andrógenos pun- a los de las pruebas de capacidad es- datos de correlación. Existe conexión
tuaban más alto. pacial masculina: los hombres con entre las dos medidas, pero se ignora
Con Catherine Gouchie acometí un bajo nivel de andrógenos puntuaban cómo determinar esta asociación o cuál
trabajo que seguía análogas directri- más alto y no se apreciaba ninguna sea su base causal. No acabamos de
ces. Medíamos la concentración de relación evidente en las mujeres. entender todavía la relación entre los
testosterona en saliva. Abrimos el Las conclusiones anteriores con- niveles hormonales en los adultos y los
abanico de pruebas a dos tipos más cuerdan con la hipótesis de Camilla que existen en la primera infancia,
de capacidades: el razonamiento ma- P. Benbow según la cual una capaci- cuando parecen organizarse las capa-
temático y la velocidad de percepción. dad matemática elevada se apoya en cidades en el sistema nervioso. Nos

Varones
respUestas correctads

respUestas correctads

resULtados mUjeres resULtados


100 100
90 90
(porcentaje)

(porcentaje)

80 80
70 70
60 60
50 50
40 40
jared schneidman

iZQUierda derecha iZQUierda derecha


Lesion hemisFerica Lesion hemisFerica

3. LESIONES DEL HEMISFERIO DERECHO: afectan en el mismo que emparejar una serie de dibujos de mano derecha o izquier-
grado a la capacidad espacial de los dos sexos (gráficos infe- da enguantada con un guante derecho o izquierdo. En una se-
riores); nos sugiere ello que las mujeres y los varones se apoyan gunda prueba (derecha), había que asociar fotografías de un
en dicho hemisferio para acometer determinadas tareas espa- objeto tridimensional con una de dos imágenes especulares del
ciales. En cierta prueba de rotación espacial (izquierda), hubo mismo objeto.

LA CONSCIENCIA 93
queda mucho por aprender sobre los INCIDENCIA DE LA AFASIA
corteZa motora
mecanismos precisos que subyacen a
las pautas cognitivas. mUjeres
65%
Otro camino para explorar las dife- 60%
rencias entre el cerebro masculino y Varones
el femenino nos lleva a examinar y
comparar las funciones de determina-
dos sistemas cerebrales. Tal objetivo
puede alcanzarse por medios no agre- 29%
sivos, observando el desenvolvimien-
to de quienes hayan sufrido lesiones 12%
en una región específica del cerebro.
Así sabemos que, en la mayoría de la
gente, la mitad izquierda del cerebro
es esencial para el habla, y la derecha
lo es para determinadas funciones
perceptuales y espaciales.

L os neurólogos expertos en dife-


rencias sexuales suelen admitir ANTERIOR
jared schneidman

una organización de los dos hemisfe- corteZa


rios que sea más asimétrica, por lo que POSTERIOR VisUaL
al habla y las funciones espaciales
hemisFerio iZQUierdo
concierne, en los hombres que en las
mujeres. Basan su opinión en varios
fundamentos. Así, hay partes del cuer- a tenor del sexo y las diferencias en el 4. AFASIAS, o trastornos del habla. Ocurren
po calloso (sistema neural que pone tamaño del cuerpo calloso. Pero habrá más a menudo en las mujeres cuando la
en conexión ambos hemisferios) que que aguardar lo que dan de sí los nue- lesión está en la parte frontal del cerebro,
podrían extenderse más en las muje- vos métodos de obtención de imágenes y se dan con más frecuencia en los hombres
res; la exploración, mediante técnicas del cerebro. cuando la lesión es en la región posterior.
perceptivas, de la asimetría cerebral La idea de un cerebro masculino Los datos presentados proceden de una
en personas de comportamiento nor- funcionalmente más asimétrico que muestra de pacientes.
mal descubren asimetrías menores en el femenino no es nueva. Albert M.
mujeres que en hombres; por último, Galaburda y el malogrado Norman
los efectos de una lesión de un hemis- Geschwind sostuvieron que los andró- sadas a este hemisferio tendrían ve-
ferio a veces son menores en las mu- genos aumentaban la potencia funcio- rosímilmente un efecto más devasta-
jeres que en los hombres. nal del hemisferio derecho. En 1981, dor sobre el comportamiento espacial
En 1982 Marie-Christine de Lacos- Marian C. Diamond observó que la de los hombres.
te y Ralph L. Holloway afirmaron que corteza derecha de los machos de rata
el esplenio, extremo posterior del
cuerpo calloso, era mayor en las mu-
jeres que en los varones, aseveración
era más gruesa que su izquierda, pe-
ro no así en las hembras. Jane Stewart
y Bryan E. Kolb, trabajando en equi-
E n mi laboratorio abordamos la
capacidad que poseen los pa-
cientes con un hemisferio dañado de
que posteriormente ha sido unas ve- po, acaban de determinar con preci- hacer girar objetos mentalmente.
ces rebatida y otras confirmada. Al- sión la influencia hormonal precoz Una de las pruebas ofrece, en diver-
gunas de esas divergencias acaso sobre tal asimetría: los andrógenos sas posiciones, varios dibujos de una
provengan del cambio morfológico del frenan, así parece, el crecimiento de mano enguantada, izquierda o dere-
cuerpo calloso con la edad, así como la corteza izquierda. En 1991, el gru- cha; el paciente ha de descubrir cuál
de los distintos métodos de medición po de Lacoste daba a conocer la exis- es la mano dibujada señalando sim-
utilizados. Muy recientemente, Allen tencia de una pauta similar en fetos plemente uno de los dos guantes
y Gorski encontraron la misma rela- humanos, con una corteza derecha ahuecados que permanecen a la vis-
ción entre sexo y diferencia de tama- más gruesa que la izquierda en los ta. La segunda prueba se vale de dos
ño del esplenio. varones. De lo que se infiere que hay figuras tridimensionales de bloques,
El interés por el cuerpo calloso par- cierto respaldo anatómico para soste- imágenes especulares una de otra; se
te del supuesto de que su tamaño pue- ner que los dos hemisferios podrían mantienen también presentes a lo
de indicar la cuantía de fibras que tener distinta asimetría en hombres largo de toda la prueba. Al paciente
conectan los dos hemisferios. Si uno y mujeres. se le muestra una serie de fotografías
de los sexos poseyera número mayor, Pero las pruebas que confirman es- de estos objetos en diversas orienta-
ello significaría una comunicación más to son escasas y conflictivas. Situación ciones, y se le pide colocar cada foto-
completa entre hemisferios. Aunque ésta que sí parece señalar otra cosa: grafía frente al objeto que ilustra. (Se
las hormonas sexuales están capaci- las diferencias más notables en lo re- emplean estos procedimientos no ver-
tadas para alterar el tamaño callosal ferente a la organización del cerebro bales con el fin de que los que sufran
en ratas, según demostró el grupo de quizá no guarden relación con la asi- trastornos en el habla puedan reali-
Victor H. Denenberg en la Universidad metría. Pongamos un ejemplo. Si las zar la prueba.)
de Connecticut, no está claro si el nú- diferencias globales entre hombres y Como era de esperar de las pruebas,
mero real de fibras difiere de un sexo mujeres, en cuanto a capacidad espa- las lesiones en el hemisferio derecho
a otro. Por otro lado, no ha podido cial, procedieran de una distinta de- provocaron, en uno y otro sexo, pun-
establecerse ninguna relación entre pendencia del hemisferio derecho tuaciones más bajas que las lesiones
las diferencias en la función cognitiva para esas funciones, las lesiones cau- del hemisferio izquierdo. De acuerdo

94 TEMAS 28
INCIDENCIA DE LA APRAXIA terior (o “sistema de praxis”) al córtex
corteZa motora
71% motor situado directamente detrás
puede potenciar las habilidades mo-
trices finas. En cambio, las habilida-
des motrices masculinas parecen re-
44% saltar la puntería o la dirección de los
movimientos hacia el espacio externo,
a cierta distancia del propio individuo.
Tales habilidades motrices pueden
mejorarse cuando se acoplan estre-
12% chamente con la entrada de informa-
7% ción óptica en el cerebro, cuyo asiento
está en la región occipital.
La dependencia de la región ante-
rior en el sexo femenino se deja sentir
aun cuando las pruebas impliquen el
uso de guías visuales: por ejemplo, la
construcción de estructuras con blo-
ques siguiendo un modelo a la vista.
ANTERIOR Al estudiar una tarea tan compleja,
corteZa podemos comparar los efectos de las
POSTERIOR VisUaL lesiones en las regiones anterior y
posterior de ambos hemisferios, pues
hemisFerio iZQUierdo
en los resultados influyen los daños
de uno u otro hemisferio. También en
5. APRAXIA, o dificultad en seleccionar los mujeres son más propensas a padecer este caso las mujeres acusan más las
movimientos de las manos, vinculada a afasia que los hombres en caso de le- lesiones de la región anterior del he-
lesiones frontales del hemisferio izquierdo sión de la parte frontal del cerebro. misferio derecho que las sufridas en
en las mujeres y lesiones posteriores en los Ahora bien, dado que la lesión restrin- la región posterior; los hombres tien-
hombres. También se asocia a dificultades gida dentro de un hemisferio afecta den a mostrar el cuadro inverso.
en organizar el habla. con más frecuencia a la zona posterior A propósito de las capacidades bá-
que a la anterior, lo mismo en hombres sicas del habla, selección motriz o
que en mujeres, esta dependencia di- rotación espacial, no he encontrado
también con lo previsto, las mujeres ferencial puede explicar por qué las ninguna prueba que abonara la exis-
se desenvolvieron peor que los hom- mujeres incurren en afasia más rara- tencia de diferencias, por razón del
bres en la prueba de rotación espacial mente que los hombres. Las funciones sexo, en la asimetría funcional del ce-
de los bloques. Ahora bien, para nues- del habla tienen así menos probabili- rebro. Pero sí he observado ligeras
tra sorpresa, las lesiones del hemisfe- dad de alterarse en las mujeres, no diferencias en tareas verbales más
rio derecho no dejaban en peor situa- porque en ellas esté organizada el ha- abstractas. En cierta prueba de voca-
ción a los hombres que a las mujeres. bla de forma más bilateral, sino porque bulario, las puntuaciones reflejaron
De ello cabe inferir que las diferencias el área crítica se ve afectada con menor las lesiones de uno u otro hemisferio
normales observadas entre hombres frecuencia. en las mujeres; en los hombres, sin
y mujeres en las pruebas rotacionales embargo, tales puntuaciones sólo se
no son resultado de dependencia dife-
rencial del hemisferio derecho. Otros
sistemas cerebrales deben intervenir
U na pauta similar aparece en los
estudios del control de los movi-
mientos de las manos, que están go-
vieron afectadas por los daños en el
hemisferio izquierdo. Ello indica que,
al revisar el significado de las pala-
en la mayor capacidad que demuestran bernados por el hemisferio izquierdo. bras, las mujeres utilizan los hemis-
los hombres. La apraxia —dificultad en seleccionar ferios de modo más equitativo.
Las sugerencias análogas de una los movimientos de manos apropia- Esa observación contrastaba con
mayor asimetría en los hombres, por dos— es muy común cuando ha habi- la incidencia de personas zurdas, fe-
lo que al habla se refiere, se fundaban do lesiones en dicho hemisferio; guar- nómeno que se presume relacionado
en la mayor incidencia de afasias en da una estrecha asociación con la con una menor dependencia del he-
éstos que en las mujeres tras haber dificultad en organizar el habla. De misferio izquierdo y que abunda más
sufrido daños en el hemisferio izquier- hecho, las funciones esenciales que entre los varones que entre las mu-
do. De ahí han considerado razonable dependen del hemisferio izquierdo jeres. Incluso entre los diestros, Ma-
deducir algunos que el habla debe estar pueden no estar relacionadas con el rion Annett señala que las mujeres
organizada de forma más bilateral en lenguaje en sí, sino con la organización lo son todavía más, es decir, utilizan
las mujeres. Sin embargo, tal conclu- de los complejos movimientos orales la mano derecha aún más que los
sión plantea un problema: durante mis y manuales de los que dependen los hombres diestros. Bien pudiera ser,
veinte años de experiencia con pacien- sistemas de comunicación. Estudian- pues, que las diferencias de origen
tes, las mujeres con lesiones en el he- do pacientes con lesiones en el hemis- sexual en asimetría varíen con la
misferio derecho no han padecido afa- ferio izquierdo se ha encontrado que función concreta que se estudia, y
sia en proporciones anormales. esta selección motriz descansa, si en que no siempre sea el mismo sexo el
Al buscar una explicación, descubrí las mujeres, en sistemas anteriores más asimétrico.
otra llamativa diferencia entre hom- y, si en los varones, en sistemas pos- Tomados en su conjunto, todos los
bres y mujeres en cuanto a la organi- teriores. resultados de pruebas sugieren que
zación cerebral para el habla y la fun- La proximidad sináptica del siste- el cerebro del varón se organiza según
ción motora asociada. Sucede que las ma femenino de selección motriz an- líneas diferentes del cerebro de la

LA CONSCIENCIA 95
mujer desde una edad muy temprana. frecuencia exigía recorrer largas dis-
Las hormonas sexuales dirigen esta tancias. También eran responsables
diferenciación durante el desarrollo. de la defensa del grupo contra depre-
Probablemente operan mecanismos dadores y enemigos, y de la elabora-
similares para producir la variación ción y uso de armas. Con toda proba-
en el ámbito de cada sexo, toda vez bilidad, las mujeres recolectaban
que existe una relación entre los ni- alimentos cerca del campamento,
veles de determinadas hormonas y atendían el hogar, preparaban la co-
la estructura cognitiva en la edad mida y la vestimenta y cuidaban de
adulta. los niños.
Tales especializaciones habrían im-

U no de los hallazgos más fascinan-


tes es que las pautas cognitivas
pueden seguir siendo sensibles a las
puesto diferentes presiones de selección
a varones y mujeres. Aquéllos necesi-
tarían encontrar caminos a través de
fluctuaciones hormonales a lo largo de largas distancias, es decir, contar con
toda la vida. Elizabeth Hampson de- una capacidad que les permitiera reco-
mostró que el rendimiento de las mu- nocer una estructura geográfica desde
jeres en determinadas tareas cambia- orientaciones diversas. También, habi-
ba a lo largo del ciclo menstrual, según lidad para acertar en un blanco. Las
que los niveles de estrógeno subieran mujeres precisarían orientación en cor-
o bajaran. Los niveles altos de la hor- tos recorridos —tal vez valiéndose de
mona se correspondían no sólo con una hitos—, unas capacidades motrices fi-
relativa depresión en la capacidad es- nas a realizar en un espacio reducido y
pacial, sino también con una mayor una discriminación perceptual sensible
capacidad articulatoria y motriz. a pequeños cambios en el ambiente, así
No sólo eso. He observado fluctua- como en el aspecto y el comportamien-
ciones estacionales en la capacidad to de los hijos.
espacial de los varones. Su rendimien-
to mejora en primavera, cuando des-
cienden los niveles de testosterona.
Queda todavía por determinar si estas
E l hallazgo de diferencias de ori-
gen sexual coherentes y, en algu-
nos casos, muy sustanciales, sugiere
fluctuaciones intelectuales tienen al- que hombres y mujeres pueden tener
gún significado adaptativo o simple- distintos intereses y capacidades ocu-
mente representan fenómenos de riza- pacionales, con independencia de las
do sobre una línea de base estable. influencias de la sociedad. Por ejem-
Para comprender las funciones in- plo, yo no esperaría que hombres y
telectuales del ser humano, y la ma- mujeres hubieran de estar necesaria-
nera en que pueden diferir varones y mente representados de forma pari-
mujeres en tales funciones, precisa- taria en actividades o profesiones que
mos mirar más allá de las exigencias resaltan las habilidades espaciales o
de la vida moderna. No hemos sufrido matemáticas, como la ingeniería o la
selección natural alguna para leer o física, y sí podría esperar que partici-
para manejar ordenadores. Parece, paran más mujeres en los campos de
pues, claro que las diferencias en los diagnóstico médico, donde reviste su-
modelos cognitivos entre uno y otro ma importancia la fineza perceptiva.
sexo surgieron porque resultaron ser Así, aunque cualquier individuo dado
ventajosas desde el punto de vista pueda tener la capacidad de situarse
evolutivo, y su significado adaptativo en un campo “atípico”, las proporcio-
reside probablemente en un pasado nes de uno y otro sexo, en conjunto,
muy lejano. Téngase en cuenta que la admiten variación.
organización del cerebro humano se
determinó a lo largo de muchas gene-
raciones mediante selección natural,
y que los estudios de cráneos fósiles
revelan que nuestro cerebro es esen- BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA
cialmente igual al de nuestros ante-
pasados de 50.000 años atrás, por lo Sex Differences in the Brain: The Rela-
tion between Structure and Function.
menos.
Dirigido por G. J. DeVries, J. P. C. DeBruin,
A lo largo de los millares de años H. B. M. Uylings y M. A. Corner, en
que duró la evolución de las caracte- Progress in Brain Research, vol. 61. El-
rísticas de nuestro cerebro, el hombre sevier. 1984.
vivía en grupos limitados de cazado- Masculinity/Feminity. Dirigido por J. M.
res-recolectores. En una sociedad así, Reinisch, L. A. Rosenblum y S. A. San-
la división del trabajo entre los sexos ders. Oxford University Press. 1987.
debía ser tajante, a imagen de lo que Behavioral Endocrinology. Dirigido
por Jill B. Becker, S. Marc Breedlove y
sucede en las actuales sociedades de
David Crews. The MIT Press/Bradford
cazadores-recolectores: los varones se Books. 1992.
encargaban de la caza mayor, que con

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